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LECTURA COMPLOEMENTARIA Nº 12

FUENTES DE OBTENCIÓN
El hallazgo de yacimientos de petróleo no es obra librada al azar y obedece a una tarea
científicamente organizada, que se planifica con mucha antelación. Instrumental de alta
precisión y técnicos especializados deben ser trasladados a regiones a menudo
deshabitadas, en el desierto o en la selva, obligando a construir caminos y sistemas de
comunicación, disponer de helicópteros, instalar campamentos y laboratorios, etc. Los
estudios realizados se desarrollan según el siguiente ordenamiento:
 Relevamiento geográfico, que incluye la aerofotografía.
 Relevamiento geológico para identificar terrenos sedimentarios con posibilidad de
contener petróleo.
 Aplicación de métodos geofísicos: Con gravitómetros se mide la aceleración de
gravedad terrestre: g, que disminuye ligeramente donde hay petróleo de menor
densidadque las rocas que le rodean. Con magnetómetros se aprecian variaciones de l
campo magnético. También hay determinaciones de conductividad eléctrica del terreno.
Y, finalmente, se detecta con sismó grafos las ondas sísmicas provocadas por la
detonación de cargas explosivas. Todos estos procedimientos son concurrentes y
permiten determinar la dirección, extensión e inclinación de los estratos
presuntivamente petrolíferos.
 Perforaciones de prueba: Las muestras de rocas tomadas a distintas profundidades
son analizadas químicay geológicamente. La Argentina no solamente explora su
territorio sino que gracias a una plataforma móvil semisumergible, cuyo costofue de 200
millones de dólares, ha iniciado el estudio del lecho marino en la desembocadura del río
de la Plata y en el golfo de San Jorge (Chubut). En promedio se demora diez años y se
invierte un ingente capital antes de decidir si la explotación puede ser afrontada con
relativo éxito.
 RESERVAS PETROLERAS EN EL PERU
 Perú posee una larga tradición como productor de petróleo. Hasta la primera mitad
del siglo, las operacionesen la costa norte estuvieron entre las primeras y más
importantes actividades petroleras de Iberoamérica; en años posteriores se inició
un permanente cuestionamiento de esta actividad que desembocó en posiciones
políticas equivocadas y en la falta de políticas promocionales adecuadas, con lo que
se produjo un deterioro de la situación y una caída de la industriapetrolera
nacional. El resultado fue una drástica reducción de las reservas y de la producción
de hidrocarburos; grandes zonas con muchas posibilidades permanecieron sin
explorar o, en el mejor de los casos, sólo ligeramente conocidas a causa de una
exploración muy limitada. Con el propósito de poner fin a esta caída y de fomentar
nuevas inversiones, se efectuaron algunos cambios esporádicos y parciales (al
menos en lo relativo a las áreas de exploración y explotación) en un esfuerzo por
corregir algunos de los aspectos más problemáticos de la legislación petrolera y en
los campos que tienen una importancia determinante en estas operaciones: los
regímenes tributarios y cambiarios aplicables. Esto supuso únicamente un ligero
retoque realizado a lo largo de varios años y, si bien ayudó a mejorar en algo el
ambientecontractual vigente en el país, no fueron suficientes para llamar la
atenciónde la industria petrolera, por lo que sólo unos pocos contratistas tomaron
la decisión de invertir, atraídos por las vastas áreas existentes con cuencas enteras
sin explotar.
    En un esfuerzo por promover la industria petrolera e incentivar a nuevos y más
importantes contratistas, se ha promulgado toda una nueva legislación, cuyo
objetivo es reunir todos los cambios positivos introducidos en los últimos años,
resolver algunos de los aspectos ambiguos y ofrecer algunos incentivos adicionales. 
    A mediados del mes de agosto de 1993, el Congreso aprobó la Ley Orgánica de
Hidrocarburos, que fue publicada el 20 del mismo mes y entró en vigor en
noviembre; el 14 de agosto de 1993 se publicaron las leyes nos. 26.224 y 26.225. De
este modo, se ha establecido un nuevo marco legal para las actividades petroleras en
el país.
    En Perú se encuentran reservas petroleras en el zócalo continental, en la costa y
en la selva amazónica, donde existen 18 cuencas sedimentarias que se extienden
sobre 84 millones de hectáreas. De los 850 millones de barriles en los que se
cifraban las reservas probadas de petróleo a comienzos de los años ochenta, se ha
pasado a 350 millones de barriles. La producción en estos años era de 193.000
barriles diarios, mientras que en 1997 y 1998 no alcanzó los 120.000.
    Actualmente operan en el país siete compañías petroleras, mientras que ocho han
firmado contratos con el Gobierno para la exploración y desarrollo de programas de
hidrocarburos.
    En el año 1980 el número de pozos perforados, sumando los que estaban en
exploración y en desarrollo, era de 448; en 1985, la cifra descendió a 186 y en los
años siguientes continuó bajando: 56 en 1990, 57 en 1994... Sin embargo, lo cierto
es que el número de pozos productores viene permaneciendo estable, aunque con
leves descensos.
    En el año 1998 la producción de petróleo crudo totalizó 42,2 millones de barriles,
cifra ligeramente inferior a la del año precedente en la que la producción alcanzó los
43,1 millones de barriles.

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