COMITÉ CONTRA LA HOMOFOBIA Y EL DISCRIMEN
BOLETÍN OFICIAL | OCTUBRE 2010
contralahomofobiapr@gmail.com
Urgente una transformación
La ola de asesinatos a personas por
su expresión o identidad de género
alcanza la espeluznante cifra de
más de diez víctimas reportadas
en menos de un año. Familiares,
amistades, compañeras y compa-
ñeros han pagado con sus vidas
el precio de vivir su identidad a
plenitud, sin importar los riesgos
y amenazas que ello represen-
te en esta sociedad machista.
Hipocresía del Estado
Al sol de hoy, en ninguno de los ca-
sos denunciados como posibles crí-
menes de odio se ha tan siquiera in-
vestigado tal ángulo. La limitada ley
de crímenes de odio en Puerto Rico
sólo provee para que, al momento
de emitir sentencia a un acusado, se
presente un agravante que aumente
la pena si se prueba que la agresión
fue motivada por prejuicio.
La Policía anuncia ahora
con bombos y platillos la
certificación de 50 agentes
en manejo de crímenes
de odio y publica anun-
cios con llamados a
denunciarlos.
Sin embargo,
los recientes
asesinatos de
civiles en manos
de agentes, así como
las consistentes agre-
siones policiales a manifestantes
y comunidades, demuestran que
la propia Uniformada es una ins-
titución inherentemente opresiva.
Es la misma Policía la que periódi-
camente arresta a personas trans
por ser trabajadoras sexuales.
No tan sólo eso: las tan cele-
búscanos en facebook
bradas iniciativas de readiestra-
miento y llamados a denunciar
crímenes de odio están orienta-
das a la identificación y manejo
de agresiones ya cometidas, de-
jando a un lado lo que debería
ser prioridad – la prevención.
El rol de las instituciones
El bombardeo de los medios de
comunicación – con sus persona-
jes ridiculizantes, caricaturescos y
burlones, así como reportajes que
victimizan, estigmatizan y desin-
forman sobre las realidades trans
– propicia el acoso que, tan tempra-
no como en los grados primarios,
sufren las personas que se distan-
cian de las expectativas sociales
por género, casos que muchas
veces terminan en violencia física o,
peor aún, en suicidio.
El financiamiento
político y el cabildeo
por parte de iglesias
fundamentalistas ha
logrado su cometido
de imponer a toda la
población sus dog-
mas y concepciones
particulares de lo que
es la familia, el cuerpo,
el género y la identidad.
El Gobierno, respon-
diendo directamente a
estos intereses económicos y elec-
torales, no hace más que reproducir
la retórica de los líderes religiosos
más retrógrados, relegando así a
un sinnúmero de personas a vivir
diariamente con documentación que
no refleja su verdadera identidad,
sin tener control de su seguridad
y exponiéndose a agresiones.
Desconocimiento generalizado
Pero imponer su transfobia pa-
rece no ser suficiente. El Estado
también promueve y profundiza
el desconocimiento generalizado
sobre el género y la sexualidad.
Una de las primeras acciones de
este Gobierno fue el anuncio, junto
a fundamentalistas, de la elimina-
ción de la perspectiva de género,
que hubiera integrado la educación
contra el machismo al currículo de
las escuelas públicas. De la misma
manera, a espaldas de la comuni-
dad universitaria, la Administración
del Recinto de Río Piedras eliminó
todo el presupuesto del Programa
de Estudios de la Mujer y el Género.
Iniciativas como las descartadas son
precisamente las necesarias para
erradicar de raíz la transfobia, la ho-
mofobia y el sexismo generalizados,
que cada vez cobran más vidas.
Son medidas como las eliminadas
las que se encargan de cuestionar
las normas sociales represivas que
se admiten como válidas y que
inciden nefastamente en cómo nos
concebimos y nos relacionamos.
Transfobia médica
La medicina, precisamente, no está
exenta de prejuicios sociales. To-
davía al sol de hoy, las personas
trans son oficialmente consideradas
pacientes mentales. El descono-
cimiento generalizado en la clase
médica sobre las particularidades
de las personas trans es tal, que
una visita al consultorio o al hospital
puede terminar en serias lesiones
corporales e, incluso, la muerte.
Es por esto que, a 20 años de la
despatologización de la homosexua-
lidad en la Organización Mundial de diversidad sexual y la apertura de rente, que se dé a respetar frente
la Salud (OMS), el Comité Con- la comunicación entre colectivos. a los atentados institucionales.
tra la Homofobia y el Discrimen
exige que igualmente se elimine Construyamos espacios de diálogo El éxito de los movimientos so-
el “trastorno de identidad sexual y trabajo conjuntos, que, sin menos- ciales en transformar la sociedad
o de género” de los catálogos clí- cabar las respectivas autonomías, radica en el apoyo recíproco en-
nicos de la OMS y la Asociación consoliden la articulación de un tre sus componentes. Apostemos
Estadounidense de Siquiatría. movimiento diverso pero cohe- al cambio. ¡Propongámonoslo!
Proponemos que esta patológica
mención sea reemplazada por un
reconocimiento en los libros de
Sin fondos Estudios de Género en
que no es enfermedad el hecho de
que la identidad de género de una plena ola de violencia machista
persona no coincida con el género
Al día de hoy, la existencia del
que la sociedad le asignó al nacer.
Programa de Estudios de Género
del Recinto de Río Piedras de la
La redacción de esta reconcepción
Universidad de Puerto Rico está en
debe garantizar que la medicina
peligro, luego de que la Adminis-
respete el control de las personas
tración eliminara unilateralmente su
trans sobre sus identidades, así
presupuesto.
como su igual acceso a la salud
y la completa atención de sus ne-
Ni siquiera se le está pagando a la
cesidades particulares, como la
estudiante que trabaja en la oficina
disponibilidad y el libre acceso a
del Programa. Estamos en riesgo de mité Contra la Homofobia y el Dis-
hormonas, y la concienciación y la
perder clases de un ya limitado cur- crimen, exigimos un componente de
sensibilización del personal médico.
rículo y la coordinadora del proyecto electivas predirigidas a estudios de
ya no tiene tiempo para velar por género en cada bachillerato. Aca-
Hacia una transformación
la salud del Programa porque su démicos y profesionales nos pueden
carga didáctica ha aumentado ayudar a construir un Puerto Rico
No obstante, hace falta más que
considerablemente. Un futuro sin el más justo y saludable, superando
una reconcepción científica. El
Programa de Estudios de Género la violencia sistémica basada en
clima de incertidumbre y vulnera-
acecha desde una alarmante cer- odio hacia la diversidad y la realidad
bilidad amerita más que un lavado
canía. puertorriqueña.
de cara a la Policía y campañas
desenfocadas. Si bien exigimos una
Ante la complejidad de la violencia Sin embargo, el Programa de Es-
política pública integral de preven-
machista en la que vivimos, urgen tudios de Género debe llegar más
ción de crímenes de odio, sabemos
esfuerzos dirigidos a su prevención allá del salón de clase. Existe una
que no es viable si el Estado no
a todos los niveles. La innegable necesidad de llevar la teoría que se
reconoce antes la transfobia que
necesidad de un Programa de discute en libros y detrás de puertas
lo carcome y su histórico rol de
Estudios de Género sólido en la cerradas a la realidad de la calle. A
opresión por identidad de género.
principal institución de educación su vez, el conocimiento teórico está
pública en Puerto Rico nace precisa- ávido por nutrirse de la realidad de
Sin sentirse presionado, el Gobierno
mente de su potencial para trans- las calles puertorriqueñas. Los es-
– controlado por personas ajenas a
formar nuestras relaciones sociales tudios de género están incompletos
las realidades trans – ni tomará la
y prevenir significativamente esta si no cuentan con una perspectiva
iniciativa respecto a estas necesida-
violencia sistémica, a través de la de las intersecciones del género
des ni verá la urgencia que sienten
educación del pueblo y mediante el con la clase, la raza, la ciudadanía
día a día las personas trans por
desmantelamiento de los viejos e in- y la diversidad cultural. Buscamos
que las mismas sean atendidas.
justos paradigmas que hemos here- un insumo recíproco, empapado de
dado y que enfrentamos a diario. responsabilidad y formación política.
Para la transformación social a la
que aspiramos, urge también la
La ampliación y el fortalecimiento del Como parte de la lucha por erradi-
transformación de nuestros propios
Programa de Género de la Universi- car el machismo, la transfobia y la
movimientos. El momento históri-
dad de Puerto Rico en Río Piedras homofobia, exigimos acción directa
co que vivimos amerita la reeva-
nos brindarían instrumentos valiosos para salvaguardar, ampliar, y for-
luación de nuestras prioridades y
en la formación de un Puerto Rico talecer el Programa de Estudios de
estrategias políticas, la participa-
más progresista y justo. Como Co- Género del Recinto de Río Piedras.
ción de todos los sectores de la