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Dicen que a través de las facciones de la cara se puede saber cómo es una persona.
Uno de los rasgos más llamativos y que más nos diferencia es nuestra nariz, ya que
es una de las partes que más personalidad confiere al rostro. Según su forma,
podemos tener las clave del éxito o del fracaso de un individuo en lo profesional,
las relaciones familiares, o en el tema económico.
Las hay grandes, afiladas, respingonas, finas, chatas, gruesas… pero todas ellas
tienen algo en común: crecen cuando se miente. ¿Quieres saber por qué? Pinocho,
el entrañable niño de madera, sale ahora en DVD y Blu ray y te invita hacer este
test con motivo de su 70 aniversario.
Nariz aguileña o ganchuda: ¿Quién dijo que tener una nariz muy
llamativa no era atractivo? Confieren mucha personalidad a un rostro
y suelen ser símbolo de sensualidad y de relaciones sociales y
amorosas exitosas. Son personas muy honestas y con iniciativa pero
también un tanto egocéntricas e impositivas. Muy obstinadas y
orgullosas, no son nada crédulas, más bien creen que sus pensamientos son
siempre los acertados. Por otro lado, son divertidos, cariñosos y emprendedores y
capaces de llenar la habit ación en la que estén con una gran energía interior.
Nariz huesuda: Los que presentan este tipo de nariz se caracterizan por ser
personas luchadoras con altos valores y convicciones muy
positivos. Sin embargo, su tesón les puede llevar a pensar que el
fin justifica los medios. No intentes hacerles cambiar de
opinión porque no lo conseguirás. Son bastante intransigentes y
muy rígidos pero por eso mismo extremadamente fieles.