Está en la página 1de 2

SACHA WAQAYNIN

Para Mayra

Las mañanas ya no tienen el sabor de siempre,


ahora en mi cuerpo canta el silencio.
Mientras camino a la tumba de mi madre,
y también añoro a la segunda María en espíritu
y cuando eso ocurre llega a mi mente atormentada,
mi infancia celeste junto al río y el viejo quiswar.

Qamchu waqachkanky,
qamchu llakichkanky,
icha sonqoyky
lloqsikuyta nunachkan.

Siento una persistente llovizna en mi alma


mientras tu sonrisa con olor a retama,
deja un sabor amargo y dulce en un beso no existente.
Has dejado huellas en los surcos de mi frente,
cual una primavera que huye del crepúsculo
y busca sembrar flores en los ojos de la tristeza.

Qamchu waqachkanky,
qamchu llakichkanky,
icha sonqoyky
lloqsikuyta nunachkan.

He llegado a la tumba de mi madre y su rostro llega a mí


antes de que hablara escucho una voz y le digo:
arí mamallay, mi alma se quiebra y siento no ser el mismo
porque hasta mi machulín ya dejo de amarme
y ahora soy un árbol que llora en medio de las chacras
mientras las calandrias huyen de mis ramas que tiemblan.

Qamchu waqachkanky,
qamchu llakichkanky,
icha sonqoyky
lloqsikuyta nunachkan.
También mentalmente llego a la tumba de mi segunda María
aún siento su olor a lima - lima huayta
busco que desde su espacio sideral y reciente morada
acaricie mis cabellos con olor a lluvia mojada,
y pueda mitigar la angustia de una mañana que ya no volverá.

Qamchu waqachkanky,
qamchu llakichkanky,
icha sonqoyky
lloqsikuyta nunachkan.

Ahora pienso y digo: ¿ Qué ha pasado, ya no soy humano?


evoco la figura de mi padre y el abuelo con olor a incienso,
y recuerdo cuando niño me enseñaron a contemplar el tulumanya
cruzar como un challwa o gorrión navegante el qatun mayu,
soñar con la rosa amada y pueda anidar con dulce susurro
en el corazón del quiswar que hoy está marchitando y agonizando.

También podría gustarte