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Colegio Gimnasio Campestre

San Sebastián
SINTESIS PERIDO IV_BIOLOGÍA 7º

Esqueleto externo Los sistemas externos soportan proporcionalmente menos peso que
los endoesqueletos del mismo tamaño; por esta razón los animales más grandes, como los
vertebrados tienen sistemas esqueléticos internos. Los principales ejemplos de
exoesqueleto se encuentran entre los artrópodos, algunos invertebrados, en los que el
exoesqueleto forma una caparazón o estructura externa que protege a los órganos
internos.

Esqueleto interno Un esqueleto interno consiste en estructuras rígidas o semirígidas


dentro del cuerpo, que se mueven gracias al sistema muscular. Si tales estructuras están
mineralizadas u osificadas, como en los humanos y otros mamíferos, se les llama huesos.
Otro componente del sistema esquelético son los cartílagos, que complementan su
estructura. En los seres humanos, por ejemplo, la nariz y orejas están sustentadas por
cartílago. Algunos organismos tienen un esqueleto interno compuesto enteramente de
cartílago, sin huesos calcificados, como en el caso de los tiburones. Los huesos y otras
estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al sistema muscular a través
de tendones.

Esqueleto fluido o hidrostático El hidroesqueleto consiste en una cavidad llena de


fluido, celomática o pseudocelomática, rodeada de músculos. La presión del fluido y la
acción de los músculos que la rodean, sirven para cambiar la forma del cuerpo y producir
un movimiento como cavar o nadar. La sucesiva contracción de diversos metámeros, que
están provistos de haces de fibras musculares circulares y longitudinales, estirando y
engrosando partes del cuerpo, le permiten desplazarse en horizontal. Los esqueletos
hidrostáticos tienen un rol en la locomoción de los equinodermos (estrellas de mar, erizos
de mar), anélidos, nemátodos y otros invertebrados. El hidroesqueleto tiene similitudes
con los músculos hidrostáticos.

El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los
vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado de tejido
conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados. Los huesos
también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla articular), vasos,
nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo (médula ósea).

Células del hueso


En el tejido óseo maduro y en desarrollo, se pueden diferenciar tres tipos de células:
1. Osteoblastos. Formadores de matriz ósea. No pueden dividirse. Los osteoblastos 'deciden
las acciones a efectuar en el hueso'. Secretan colágeno, que da elasticidad al hueso.
2. Osteocitos. Se encuentran en hueso completamente formado ya que residen en lagunas
en el interior de la matriz ósea mineralizada. Su forma se adapta al de la laguna y emiten
prolongaciones digitiformes largas que se extienden por los canalículos de la matriz ósea y
esto los pone en contacto con otros osteocitos. Son los responsables del mantenimiento de la
matriz ósea.
3. Osteoclastos. Tienen como función la resorción ósea. Por su origen hematopoyético, son
entendidos como "macrófagos del hueso". Participan en el proceso de remodelación. Se
entierran en los huesos y forman cavidades y túneles.

TEJIDOS ÓSEOS

Tejido óseo compacto


El hueso compacto forma la diáfisis (la porción alargada de los huesos largos que queda en el
medio de las epífisis o porciones distales de los mismos). Aparecen como una masa sólida y
continua cuya estructura solo se ve al microscopio óptico. Su matriz ósea mineralizada esta
depositada en laminillas, entre estas se ubican las lagunas con los osteocitos (cada laguna con
el osteocito es llamada osteoplasto), desde cada una se irradian canalículos (conductillos muy
delgados), ramificados que las comunican y permiten la nutrición de los osteocitos. Las
laminillas se disponen de 3 formas:
 Concéntricamente alrededor de un canal longitudinal vascular (llamado conducto de
Havers), que contiene capilares, vénulas postcapilares y a veces arteriolas, formando
estructuras cilíndricas llamadas osteonas o sistemas haversianos visibles al microscopio
óptico.
 Por debajo del periostio sobre su superficie interna, y por debajo del endostio se
ubican alrededor de la circunferencia del tallo de forma extendida las laminillas
circunferenciales externas e internas (paralelas a la superficie).
Los canales haversianos comunican entre sí con la superficie o la cavidad medular por canales
transversales u oblicuos llamados de havers más grandes que los de las osteonas que
comunican entre ellas. Al microscopio óptico es difícil reconocerlos porque no se encuentran
rodeados de láminas concéntricas.

Hueso esponjoso (reticulado)


El hueso esponjoso no contiene osteonas, sino que las láminas intersticiales están de forma
irregular formando unas placas llamadas trabéculas. Estas placas forman una estructura
esponjosa dejando huecos llenos de la médula ósea roja. Dentro de las trabéculas están los
osteocitos, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el
intercambio de nutrientes con los osteocitos. El hueso esponjoso es constituyente de las
epifisis de los huesos largos y del interior de otros huesos.

Periostio (peri = alrededor, y osteo = hueso) a una membrana de tejido conectivo muy
vascularizada, fibrosa y resistente, que cubre al hueso por su superficie externa excepto en
lugares de inserción de ligamentos, tendones, y superficies articulares (la superficie externa
del hueso a nivel de las articulaciones está cubierta por cartílago hialino, llamado cartílago
articular). El periostio posee terminaciones nerviosas nociceptivas, haciéndolo muy sensible a
la manipulación. Además mediante la irrigación sanguínea provee nutrición al hueso.

FORMACIÓN DE LOS HUESOS

Inicialmente el esqueleto de los seres humanos consiste únicamente de cartílago y se


remplaza por hueso en la medida que se deposita fósforo y sales minerales. Cuando comienza
la formación de los huesos, los osteoclastos invaden y disuelven el cartílago en la diáfisis
(porción central del hueso), luego los osteoblastos lo remplazan por matriz de sales minerales
y colágeno. A continuación entran los vasos sanguíneos que aportan calcio y nutrientes y
forman el tejido esponjoso. Este tejido es atacado por osteoclastos removiendo el material y
formando una cavidad medular en los huesos largos. Luego se forman los centros de
osificación secundarios de las epífisis (extremos de los huesos)
Los huesos se forman o degradan de acuerdo a sus necesidades y otros factores como la
alimentación, el ejercicio, la alimentación y edad.

CLASIFICACIÓN DE LOS HUESOS

a)Huesos Largos: Tipo de hueso en el que predomina la longitud por sobre sus otras
dimensiones. Este posee dos extremos o epífisis, donde suelen conectarse con otros
huesos en articulaciones; un cuerpo o diáfisis, compuesto sólo por tejido óseo compacto,
presentado en su interior sólo un canal llamado conducto medular, relleno de médula ósea
amarilla; y la zona de unión o límite entre epífisis y diáfisis, conocida como metáfisis,
formada por un disco cartilaginoso que permite el alargamiento del hueso.

b) Huesos Cortos: Los huesos cortos en el cuerpo humano son similares a un cubo, con
mediciones de largo, ancho y alto aproximadamente iguales. Estos huesos abarcan los
huesos carpianos (manos, muñeca) y los huesos tarsianos (pies, tobillos).
Además tipo de hueso pequeño donde no predomina ninguna de sus dimensiones.
c) Huesos Planos: Tipo de hueso donde predominan la longitud y el ancho sobre su
espesor. Están formados por tejido laminar compacto por fuera, denominado áploe, y
tejido laminar esponjoso en el centro, denominado díploe. Este tipo de huesos se
encuentra formando cavidades en el cuerpo, como los huesos del cráneo, de la caja
torácica, entre otros.

ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA ÓSEO

Uno de los esquemas para el estudio del esqueleto humano, lo divide en dos partes:
1. El esqueleto axial, que son los huesos situados a la línea media o eje, y ellos
soportan el peso del cuerpo como la columna vertebral. Se encargan
principalmente de proteger los órganos internos.
2. El esqueleto apendicular, que son el resto de los huesos pertenecientes a las
partes anexas a la línea media (apéndices); concretamente, los pares de
extremidades y sus respectivas cinturas, y ellos son los que realizan mayores
movimientos como la muñeca...

SISTEMA MUSCULAR

En anatomía humana el Sistema muscular es el conjunto de los más de 600 músculos del
cuerpo, cuya función primordial es generar movimiento, ya sea voluntario o involuntario
-músculos esqueléticos y viscerales, respectivamente-. Algunos de los músculos pueden
enervarse de ambas formas, por lo que se los suele categorizar como mixtos. El sistema
muscular permite que el esqueleto se mueva, mantenga su estabilidad y la forma del
cuerpo. En los vertebrados se controla a través del sistema nervioso, aunque algunos
músculos (tales como el cardíaco) pueden funcionar en forma autónoma.
Aproximadamente el 40% del cuerpo humano está formado por músculos, vale decir que
por cada kilogramo de peso total, 400 gramos corresponden a tejido muscular.

La forma de los músculos


Cada músculo posee una determinada estructura, según la función que realicen, entre
ellas encontramos:
 Fusiformes músculos con forma de huso. Siendo gruesos en su parte centran y
delgados en los extremos.
 Planos y anchos, son los que se encuentran en el tórax (abdominales), y
protegen los órganos vitales ubicados en la caja toráxica.
 Abanico, los músculos pectorales o los temporales de la mandíbula.
 Circulares, músculos en forma de aro. Se encuentran en muchos órganos, para
abrir y cerrar conductos. por ejemplo el píloro u el orificio anal.
 Orbiculares, músculos semejantes a los fusiformes, pero con un orificio en el
centro, sirven para cerrar y abrir otros órganos. Por ejemplo los labios y los ojos

Los Tendones Los tendones son tejidos musculares, de color blanco, cuya función
principal es unir el músculo con el hueso y disminuir la fricción en las articulaciones. La
estructura de este tejido consta de fibras de tejido mesenquimatoso.
Existen dos tipos de Tendones según su disposición:
 Sin vaina sinovial: se localizan en zonas de baja fricción
 Con vaina sinovial: se localizan en zonas de mayor fricción.

Funcionamiento
Aunque solemos asociar a los músculos con el movimiento, pensamos generalmente en las
funciones obvias; en realidad son también los que nos permiten impulsar la comida por el
sistema digestivo, respirar y hacer circular a la sangre. El funcionamiento sistema del
muscular se puede dividir en 3 procesos, uno voluntario a cargo de los músculos
esqueléticos el otro involuntario realizado por los músculos viscerales y el último proceso
deber de los músculos cardíacos y de funcionamiento autónomo.
Los músculos esqueléticos nos permiten caminar, correr, saltar, en fin nos permiten
desplazarnos a plena voluntad. A excepción de los reflejos que son las repuestas
involuntarias generadas como resultado de un estimulo. En cuanto a los músculos de
funcionamiento involuntario, se puede especificar que se desempeñan de manera
independiente a nuestra voluntad pero son supervisados y controlados por el sistema
nervioso, se encarga de generar presión para el traslado de fluidos y el transporte se
sustancias a lo largo del organismo con ayuda de los movimientos peristálticos (como el
alimento, durante el proceso de digestión y excreción). El proceso autónomo se lleva a
cabo en el corazón, órgano hecho con músculos cardíacos. La función primordial de este
tejido muscular es contraerse regularmente, millones de veces, debiendo soportar la fatiga
y el cansancio, o sino el corazón se detendría.

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