Aunque nuestro planeta cambia de temperatura de manera cíclica
cada cierto tiempo en los últimos años hemos venido observando un aumento acelerado de la temperatura del mismo. Y el hombre tiene mucho que ver en esta situación ya que desde la aparición del motor a combustión y de la revolución industrial, el uso de aerosoles, la utilización de energía nuclear, etc. La humanidad ha quemado cualquier cantidad de millones de toneladas de carbono a la atmosfera, que por supuesto altera el equilibrio climático de nuestro delicado planeta.
Componentes como Dióxido, monóxido de carbono, azufre, ácidos,
cloroflurocarbonos, etc. Son enviados a la atmosfera diariamente, y producen problemas tales como, el efecto invernadero, lluvia acida, y por supuesto la capa de ozono se deteriora más.
Para contribuir al control de la contaminación del aire deben
promulgarse leyes que regulen las emisiones contaminantes, programas de sustitución de los combustibles fósiles como el petróleo y el carbón por otras fuentes de energía no contaminantes como la energía solar y la energía eólica.
La contaminación del aire es intensa en las grandes ciudades del
mundo por efecto de las grandes concentraciones de automóviles e industrias. Entre las ciudades afectadas por serios problemas están: New York, Ciudad de México, Rio de Janeiro, Londres, Paris, Santiago de Chile, Bombay, y Hong Kong. En las aéreas industriales de los países desarrollados, las zonas de explotación petrolera son las áreas de nuestro planeta que mayor volumen de sustancias contaminantes expulsan al aire.
Los cambios climáticos del planeta afectan directamente a la
vegetación, el cual hace que se degrade por acción de fenómenos como las sequias prolongadas, fuertes lluvias y nevadas, vientos y huracanes. Las consecuencias de la degradación y destrucción de la vegetación se pueden resumir en lo siguiente: aceleración de la erosión y empobrecimiento del suelo, la desaparición de gran cantidad de especies animales y vegetales, el aumento de la desertificación, la alteración de los climas locales, la disminución de las fuentes de agua potable, la disminución progresiva de la oxigenación y purificación del aire.
Los cambios climáticos en si están provocados por la contaminación
del ambiente, la contaminación del agua, del suelo, de la atmosfera, del aire. Todos estos factores, ya sean naturales o causados por el ser humano, afectan de una u otra forma el perfecto ecosistema que tiene el planeta tierra, y al existir un desequilibrio en este también lo hay en las demás áreas y por ende se producen los cambios climáticos.
Los cambios climáticos también están influenciados directamente en el
efecto invernadero, que, podríamos decir, de una forma muy simplificada, que el efecto invernadero lo que hace es provocar que le energía que llega a la Tierra sea "devuelta" más lentamente, por lo que es "mantenida" más tiempo junto a la superficie y así se mantiene la elevación de temperatura. Aparte de esto los gases que son producto de la actividad humana son almacenados lentamente en la atmosfera, y por ende a mayor concentración de gases con efecto invernadero se producirá mayor aumento en la temperatura de la tierra.
Y aunque no es posible predecir con gran seguridad lo que pasaría en
los distintos lugares, pero es previsible que los desiertos se hagan más cálidos pero no más húmedos, lo que tendría graves consecuencias en el Oriente Medio y en África donde el agua es escasa. Entre un tercio y la mitad de todos los glaciares del mundo y gran parte de los casquetes polares se fundirían, poniendo en peligro las ciudades y campos situados en los valles que se encuentran por debajo del glaciar. Grandes superficies costeras podrían desaparecer inundadas por las aguas que ascenderían de 0,5 a 2 m., según diferentes estimaciones. Unos 118 millones de personas podrían ver inundados los lugares en los que viven por la subida de las aguas.
Tierras agrícolas se convertirían en desiertos y, en general, se
producirían grandes cambios en los ecosistemas terrestres. Estos cambios supondrían una gigantesca convulsión en nuestra sociedad, que en un tiempo relativamente breve tendría que hacer frente a muchas obras de contención del mar, emigraciones de millones de personas, cambios en los cultivos, etc.