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El Cerebro
El Cerebro
INTRODUCCIÓN
Durante la historia, el problema mente-cuerpo ha estado muy presente en la filosofía y,
actualmente, en la ciencia. Desde que surgiera la filosofía en la Antigua Grecia, se han venido
desarrollando diferentes teorías tratando de explicar el funcionamiento de nuestro cerebro y su
relación con la mente, o el alma en el caso de las primeras teorías.
Estas teorías, fundamentalmente, se pueden repartir en dos grandes bloques, las teorías
dualistas, y las monistas. Las dualistas se basan en la separación de ambos conceptos como
elementos independientes que se relacionan mientras que las teorías monistas los unen como un
mismo elemento que desarrolla ambas funciones
A continuación se explican diferentes teorías que se han ido dando en la historia. Como se
podrá apreciar, a medida que la ciencia avanza y llega hasta nuestros días, el monismo ha ido
desbancando al dualismo, más propio de las religiones y su separación del cuerpo y el alma.
Actualmente, las teorías que están en estudio son las que se basan en las ciencias naturales. No
hace mucho, la teoría mecanicista fue el paradigma, sin embargo, esta teoría ha sido finalmente
desplazada dando paso a las ciencias naturales y sus investigaciones.
TEORÍAS DUALISTAS
Son aquellas que, al igual que las teorías religiosas y las de Platón, entienden que cuerpo y
mente son dos elementos diferentes que se relacionan entre sí.
Este tipo de teorías cuentan con argumentos poco estables a favor, entre ellos está el
desarrollado por Descartes: Como intuyo de manera clara que el espíritu puede existir sin la
materia, esto debe ser cierto, o al menos posible, por lo tanto, ambos deben ser entidades
diferentes.
El argumento no resulta muy convincente hoy en día, sin embargo en su momento fue la
base para las investigaciones sobre la relación cuerpo-mente que se daban en la época.
Dualismo interaccionista
Otro problema al que se enfrenta este dualismo es que, si realmente existe este lugar donde
se produce esa interacción entre la mente y el cerebro, debe ser un lugar localizable. Descartes
pensó que ese lugar podía ser la epífisis (los extremos de los huesos largos), pero fue rápidamente
refutado. En el cerebro tampoco se ha encontrado ninguna zona en la que el comportamiento
neuronal no pudiera ser explicado científicamente sin tener en cuenta a una fuerza inmaterial
actuando sobre él.
Otros dualismos
Paralelismo psicofísico: Desarrollado por Leibniz. Entiende espíritu y materia como dos
sustancias independientes que no interactúan entre sí, de modo que no necesita de un lugar donde
establezcan contacto como suponían los interaccionistas. Leibniz lo que propone es la acción de
Dios como controlador del paralelismo sincronizado entre el espíritu y la materia, de manera que
ambos actúan a la vez para que el cuerpo pueda moverse pero sin llegar a interactuar.
Ocasionalismo: Defendido por Nicolas Malebranche. Defiende que cuando quiero hacer
algo se está produciendo un suceso inmaterial en mi espíritu. Dios conoce ese hecho y hace que el
cuerpo se ponga en movimiento.
TEORÍAS MONISTAS
El monismo se basa en la creencia de que solo existe una sustancia, que bien puede ser la
material (como suele ser el caso) o la espiritual.
Behaviorismo
El behaviorismo fue la corriente dominante en la filosofía de la mente durante la primera mitad del
siglo XX. Surgió como reacción al problema de la introspección, ya que decían que no se podía
comprobar si lo que decía alguien cuando hablaba de su mundo interior era cierto. Pensaban, pues,
que la psicología debía renunciar a ocuparse de la vida íntima mental y la introspección y, en vez
de eso, describir el comportamiento. Los behavioristas piensan que los estados mentales son
descripciones de la conducta o disposiciones.
Teoría de la identidad
La teoría de la identidad fue desarrollada por John Smart y Ullin Place como reacción al fracaso
del behaviorismo. Suponen que los estados mentales, al ser algo material, son idénticos a los
estados físicos internos. Un deseo no sería, pues, más que la activación de unas neuronas
determinadas en el cerebro.
Funcionalismo
El funcionalismo fue desarrollado por Hilary Putnam como reacción a los problemas de la teoría
de la identidad. Piensa que debe existir algo que los estados cerebrales de seres de diferentes
estados mentales tengan en común. Esto es debido a que los estados cerebrales se dan todos bajo
un mismo estado funcional.
Para explicar los estados funcionales, los funcionalistas usan un ejemplo con una máquina
automática: Una máquina te da por cada euro una golosina, tiene diferentes estados ( ese en el que
te da la golosina sin pedir más, en el que te pide los 50 cents que te faltan…). Es pues, un conjunto
de distingos estados funcionales.
Los estados mentales son estados funcionales independientemente de los estados cerebrales
concretos que los produzcan.
Materialismo no reductivo
Esto nos lleva a la pregunta de si puede haber un materialismo no reductivo. El monismo anómalo
de Donald Davidson es un intento de formular un materialismo que no reduzca los estados
mentales en estados funcionales, cerebrales o de conducta.
Esta idea se formula a menudo con el concepto de superveniencia, una relación de dependencia:
los estados mentales supervienen sobre los estados físicos, pero no son reducibles a ellos: lo
mental no puede cambiar sin que haya cambios físicos.
EL NATURALISMO Y SUS PROBLEMAS
El materialismo afirma que la mente es algo material, sin embargo, posee cualidades que
ningún otro objeto material tiene. El naturalismo trata de explicar a través del materialismo cómo
es posible que posea estas cualidades. Aparecen dos conceptos fundamentales como propiedades
críticas: qualia e intencionalidad.
Qualia
Según Searle, todas las experiencias conscientes son cualitativas y subjetivas, por tanto, la
conciencia consiste en estos estados cualitativos, los qualia.
Intencionalidad
Este es, pues, el problema que se encuentra el naturalismo al tratar de reducir las ideas a
procesos naturales.
Neurobiología
La investigación de la biología está basada en un concepto materialista, como casi todas las
ciencias naturales hoy día. Se estudian, pues, los procesos físicos como fundamento de la actividad
mental y la conducta.
Dentro de la biología hay varias disciplinas que se encargan del estudio del cerebro. Por un
lado está la fisiología sensorial, que investiga la relación entre los procesos de percepción y
estimulación. La neurociencia relaciona procesos mentales y neuronales. La neuropsicología
describe la dependencia de las facultades mentales respecto a regiones cerebrales concretas.
Actualmente, los estudios biológicos son los más valorados. Se realizan grandes
investigaciones intentando comprender el funcionamiento neuronal que permite las funciones
mentales. Se cuenta, además, con nuevos procesos de monitorización que cada día son más
desarrollados y otorgan mayor información con mayor precisión.
Informática (Teoría mecanicista-cibernética)
Esta teoría tuvo su importancia y estuvo vigente como paradigma durante un tiempo, sin
embargo, la sencillez de procesamiento de datos que resulta tener un ordenador en comparación
con el cerebro y algunos argumentos como el de la Habitación China de Searle, la refutaron.
La IA fuerte, sin embargo, pretende crear conciencia artificial. Esto es totalmente imposible
según Searle y su argumento de la Habitación China. Además, dice Searle, el cerebro es una
máquina orgánica, con procesos neuronales que son orgánicos también mientras que un ordenador
usa una programación maquinal que nada tiene que ver con las combustiones internas y los
disparos neuronales, es pura matemática.
Es por esto que las principales investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro y la
conciencia se hallan actualmente en las ciencias naturales y no en la investigación informática, que
ahora se centra más en seguir desarrollando maquinaria cada vez más inteligente.
El ser humano está dotado de mecanismos nerviosos, a través de los cuales recibe
información de las alteraciones que ocurren en su ambiente externo e interno y de otros, que le
permiten reaccionar a la información de forma adecuada. Por medio de estos mecanismos ve y oye,
actúa, analiza, organiza y guarda en su encéfalo registros de sus experiencias. Estos mecanismos
nerviosos se denominan en su conjunto sistema nervioso.
o Encéfalo.
o Médula Espinal.
o Nervios craneales.
o Nervios raquídeos.
Tiene como función recibir y transmitir, hacia el sistema nervioso central los impulsos
sensitivos, y hacia los órganos efectores los impulsos motores.
Este sistema es llamado, también, autónomo". Su función permite transmitir los impulsos
que regulan las funciones de las vísceras de acuerdo con las exigencias vitales de cada momento.
Neocortex
Ganglios
Telencéfalo Basales
Cerebro Sistema
Anterior Limbito
Sistema Tálamo
Sistema Nervioso Diencéfalo
Nervioso Central Hipotálamo
(SNC)
Cerebro
Cerebro
Medio
Médula Cerebelo
Espinal Cerebro
Posterior Protuberancia
Bulbo
Somático
Sistema
Nervioso Simpático
Periférico Autónomo
Parasimpático
La neurona
La neurona es la célula nerviosa, derivada del neuroblasto. Es la unidad funcional del
sistema nervioso pues sirve de eslabón comunicante entre receptores y efectores, a través de fibras
nerviosas. Consta de tres partes:
Las dendritas son extensiones del soma. Las que se encuentran cerca al soma pueden
contener el aparato de Nissl y parte del aparato de Golgi, siendo los orgánulos más importantes de
las dendritas los microtúbulos y los microfilamentos. Son células excitables especializadas para la
recepción de estímulos y la conducción del impulso nervioso.
El axón es una prolongación que se origina en una región especializada llamada eminencia
axónica a partir del soma, o a veces de una dendrita. Tanto la eminencia axónica, como el axón, se
diferencian del soma y las dendritas proximales, por que carecen de retículo endoplasmático
rugoso y aparato de Golgi. Los axones pueden estar o no recubiertos por una vaina, denominada
vaina de mielina. Por el axón transitan los impulsos nerviosos o potenciales de acción desde el
cuerpo celular hacia la siguiente célula. Los axones pueden agruparse y formar lo que comúnmente
llamamos fibra nerviosa. La terminación axonal tiene forma abultada y se llama botón
presináptico, el cuál contiene las vesículas sinápticas incluyendo en su interior a los
neurotransmisores, que son sustancias químicas responsables de transmitir los mensajes a la
neurona que le sucede.
La relación existente entre el axón de una neurona y las dendritas de otra se llama
"sinapsis". A través de la sinapsis, una neurona envía los impulsos de un mensaje desde su axón
hasta las dendritas o un cuerpo de otra, transmitiéndole así la información nerviosa.
Variedades de neuronas
Clasificación de acuerdo al tamaño de sus prolongaciones
• Las neuronas Golgi tipo I que tienen axón largo (pueden llegar a medir un metro), y,
generalmente, mielínico.
• Las neuronas Golgi tipo II que tienen axón corto.
• Las células piramidales de la corteza cerebral.
• Las voluminosas células de Purkinje de la corteza cerebelosa.
• Las grandes neuronas motoras de la médula espinal.
• Neuronas unipolares
• Neuronas bipolares
• Neuronas multipolares
• Neuronas Pseudounipolares
Santiago Ramón y Cajal descubre que el cerebro se estructura a partir de unidades celulares
separadas, las neuronas, que se conectan entre sí “por contigüidad y no por continuidad”, para
permitir el paso de información de unas células a otras, dando lugar a circuitos nerviosos. Es la
llamada “teoría de la neurona”, que hoy sigue vigente.
Para la detección de los cambios que ocurren continuamente tanto en el medio exterior
como interior, el sistema nervioso dispone de neuronas sensoriales primarias, que tienen su cuerpo
celular en los ganglios sensoriales y mandan su axón a prácticamente todos los órganos y tejidos,
formando parte de los nervios periféricos. Las terminaciones nerviosas de esos axones actúan
como receptores sensoriales especializados, encargados de detectar los cambios físicos o químicos
en su entorno y transformarlos en una descarga de potenciales de acción.
A su vez, las neuronas responsables de mover los músculos del cuerpo, llamadas
motoneuronas, mandan sus axones fuera del sistema nervioso central, también a través de los
nervios periféricos, hasta su músculo de destino. Finalmente, los vasos sanguíneos y vísceras
huecas que poseen musculatura en sus paredes reciben, al igual que las glándulas, fibras nerviosas
que se originan en los llamados ganglios autonómicos y que regulan, respectivamente, su motilidad
y su función secretora.
Desde finales del siglo XIX se estableció el término sinapsis. La terminación nerviosa
contiene pequeñas vesículas rellenas de neurotransmisor, denominadas vesículas sinápticas. En
estado de inactividad, estas vesículas se encuentran ligadas al citoesqueleto del axón en un
depósito de reserva.. Desde allí, se mueven a una zona especializada de la membrana donde se
estiban, para fusionarse después, por medio de proteínas especializadas. Se abren entonces al
espacio extracelular y vacían en éste su contenido, reconstruyéndose más adelante, con recaptación
del neurotransmisor, que se reincorpora otra vez al depósito inicial.
La Neurociencia de la última década del siglo XX ha sido fructífera en desdeñar las bases
biológicas más elementales de muchos de los procesos mentales característicos del ser humano,
como son la percepción, la acción, la emoción, la memoria o el lenguaje.
Las experiencias sensoriales raramente son neutras, están teñidas de sensaciones de placer o
displacer. La actividad cerebral humana, que procesa de modo continuo tanto percepciones como
experiencias memorizadas, se acompaña de estados de ánimo variados, que definimos como
estados emocionales. Así, el miedo, por ejemplo, se acompaña también de reacciones fisiológicas
definidas, como acelerado del corazón, palidez, sudoración, dilatación de las pupilas, etc. En la
teoría de la emoción propuesta a finales del siglo XIX por el psicólogo William James, la
activación neural en niveles bajos del sistema nervioso central, que provoca tal respuesta visceral,
sería la que dispararía los mecanismos corticales, implicados en la aparición del sentimiento
consciente de miedo y dolor. En otras palabras, la experiencia conciente de la emoción surgiría
después y como consecuencia de cambios en el estado físico de nuestro cuerpo.
Hay una interpretación opuesta al modelo anterior, según la cual es la información cortical
consciente la que activa una “reacción de emergencia” estereotipada, que se dirige a la lucha o la
huida y que resulta de la excitación desde la corteza de estructuras cerebrales más inferiores como
la amígdala, el hipotálamo y las neuronas periféricas del sistema nervioso autónomo, cuya
organización jerárquica permitiría producir una respuesta integrada del organismo, tanto motora
como vegetativa.
ESTRUCTURA TOPOGRÁFICA
El cerebro es la parte más
voluminosa e importante del
encéfalo. Ocupa la mayor
parte de la cavidad
craneana. Tiene una forma
ovoide con dos
extremidades o polos: la
anterior (frontal) y la
posterior que es más gruesa
que la anterior. Tiene una
longitud de 17 centímetros,
un ancho de 14 centímetros
y 13 centímetros de alto.
Encéfalo
Formado por 5 vesículas:
El telencéfalo, y el diencéfalo forman el cerebro propiamente dicho, mientras que el mesencéfalo,
el metencéfalo y el mielencéfalo constituyen el tronco cerebral. Cuatro cavidades o ventrículos
contienen el líquido cefaloraquídeo y se comunican entre si. El tronco cerebral es el punto de
donde emergen ciertos nervios craneales La parte dorsal forma el cerebelo, que es el centro de
coordinación de la actividad motriz.
Diencéfalo
Situado alrededor del tercer ventrículo. La parte dorsal constituye el Tálamo. La parte ventral
forma el hipotálamo, que recibe información del tálamo. El hipotálamo envía sus respuestas a
través de la hipófisis y el sistema endocrino.
Áreas asociativas.
El cerebro humano pesa alrededor de 1.400 gramos y tiene un volumen oscilante entre los 1.350 y
1.500 cm3.
Los estudios demuestran que no existe ninguna relación entre tamaño o volumen del cerebro e
inteligencia del individuo.
En su superficie externa presenta hendiduras profundas llamadas cisuras y repliegues llamados
circunvoluciones. Estas estructuras permiten que una mayor superficie cerebral esté contenida en
el cráneo.
Su parte superior presenta un surco profundo que es la cisura interhemisférica, que divide el
cerebro en dos mitades laterales:
Hemisferio derecho e izquierdo.
Los hemisferios cerebrales, unidos en su parte media por una lámina horizontal, el cuerpo calloso,
que permite la integración de funciones de cada mitad del cerebro.
Las cisuras dividen cada hemisferio cerebral en áreas menores llamadas lóbulos.
La apariencia característica de la superficie del cerebro se debe a la existencia en la misma de una
serie de pliegues. Las depresiones de estos pliegues se denominan surcos las menos profundas y
cisuras las de mayor profundidad. Las protuberancias que surgen entre ellas se denominan
circunvoluciones.
Lóbulos:
En el cerebro humano se distinguen 4 lóbulos: el frontal, temporal, parietal y occipital. También
hay dos áreas conocidas como la ínsula y el sistema límbico, que, por sus funciones son
comparables con los lóbulos.
Frontal:
Está localizado en la parte de enfrente, delante del surco central. En este lóbulo se encuentra el
área motora primaria. la cual controla el movimiento de los músculos esqueléticos del cuerpo.
Tiene que ver con el razonamiento, la planeación, parte del lenguaje y el movimiento, emociones y
resolución de problemas.
Temporal:
Se encuentra debajo de la llamada fisura lateral. Aquí se encuentra el área auditiva, que recibe
información de los oídos y es ahí donde se produce la sensación auditiva. En este mismo lóbulo se
encuentran centros relacionados con las emociones, personalidad, memoria y comportamientos.
Parietal:
Está localizado en la parte de atrás del surco central. Aquí se encuentra el área sensorial general,
que recibe información desde los receptores sensoriales ubicados en la piel (presión, tacto,
temperatura, dolor) y las articulaciones
Lóbulo Límbico:
En cada lóbulo se identifican áreas específicas relacionadas con alguna función corporal y se
clasifican en tres grupos:
Son las zonas del cerebro que reciben la información originadas en los distintos receptores; es en
ellas donde se producen las sensaciones.
• Áreas motoras:
Están formadas por el área motora primaria y el área premotora. La primera controla los
movimientos musculares voluntarios; la segunda se conecta con el cerebelo y con el área motora
primaria para regular la contracción coordinada de varios músculos, permitiendo respuestas más
complejas.
• Áreas de asociación:
Son regiones de la corteza cerebral que integran la información sensorial con la motora. Sus
funciones se relacionan con el razonamiento, el aprendizaje y el lenguaje.
Ventrículos
Corresponden a los dos ventrículos laterales del cerebro, que se distribuyen uno en cada hemisferio
y tienen forma de una coma. Se comunican con el tercer ventrículo por medio de un orificio: el
agujero de Monro. El tercer ventrículo se ubica entre los tálamos ópticos y se comunica por el
acueducto de Silvio con el cuarto ventrículo; éste se continúa por el conducto epéndimo. Las
cavidades ventriculares están ocupadas por el líquido cefalorraquídeo, producido por los plexos
coroideos en los ventrículos laterales; para a los restantes ventrículos hasta alcanzar el cuarto
ventrículo, donde existen orificios por los que
sale para bañas espacios intermeníngeos y
luego caer en la circulación venosa.
• Las neuronas están dispuestas como en un pastel y forman una corteza que cubre los
hemisferios cerebrales o el cerebelo.
• Las neuronas se organizan como si fueran avellanas dentro de un cuenco, formando núcleos.
Entre ellos, los hay grandes como el caudado, el putamen y el pálido, hundidos en las
profundidades de los hemisferios; o la amígdala, escondida en el lóbulo temporal; existen
también grandes conjuntos de núcleos menores, como los que forman el tálamo; y núcleos
pequeños individuales como la sustancia negra o el núcleo cerúleo.
Su función es ser el órgano coordinador y regulador de todo nuestro organismo y así como también
el de los animales.
Recibe a través de los órganos exteroceptivos la información ambiental, con ella elabora y
responde construyendo sensaciones luminosas, auditivas, olfativas, táctiles, gustativas, térmicas y
dolorosas.
En los reflejos actúa como control de aquellos que originalmente escapan a la voluntad. Además,
almacena experiencias previas, las asocia y las recuerda por la memoria.
En resumen, interviene en cuanto hace a la vida del hombre consigo mismo y con lo que lo rodea.
GEARALD M EDELMAN
EL UNIVERSO DE LA CONCIECIA