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¿Laguna Corazón o el corazón de una Laguna?

David J. Lozano Herrera, Master en Administración Pública


(dlozano@post.harvard.edu)

La raíz de todo problema ambiental radica en la seguridad jurídica y en evitar pasar más
allá de la capacidad de regeneración de un ecosistema.

Si no existe una tenencia de la tierra ordenada, donde se respete su uso adecuado y


legal, persistirán las invasiones, loteamientos ilegales, engorde y problemas sociales.
Tenemos muchas experiencias desagradables, donde algunos grupos de poder
amparados en la politiquería del momento, engañan tanto a los dueños actuales como a
los potenciales. Bolivia es un país extenso en territorio en relación a su población, sin
embargo los problemas de invasión y loteamientos ocurren en aquellas tierras que
estando en producción o cerca de una infraestructura vial, son apetecidas por aquellos
que ven en esa opción una forma de lucrar con mínimo e ilegal esfuerzo. Un ejemplo
patético y desafortunado fue Collana en el altiplano donde se asesino al dueño que
había desarrollado una forma productiva envidiable hasta en regiones “más benignas”
Los invasores no solo depredaron la infraestructura existente, sino liquidaron el hato
ganadero hasta dejar ese predio en un estado de abandono improductivo.

Pongamos un ejemplo hipotético para ilustrar el deterioro ambiental que existe cuando
los dueños son todos y nadie al mismo tiempo. Llamaremos Laguna Corazón (nombre
conocido por todos, y que sin embargo no tiene ninguna relación con la que existe; tan
solo sirve como nombre para el propósito de este ejemplo), a un lugar donde moran
varios pescadores que viven alrededor de ella. La situación de tenencia es incierta, es
decir no hay una delimitación de donde puede ir un pescador en la laguna para
conseguir su sustento diario, a diferencia de los agricultores que pueden demarcar su
terreno con bardas, cercas o accidentes geográficos naturales.

Los pescadores tienen familias de cinco personas en promedio, casi todos tienen un
nivel de vida similar, mismo nivel educativo e ingresos económicos similares. Ahora
bien, el gobierno de turno indica que bajo sus nuevas políticas sociales, y hasta que se
defina las nuevas reglas del modelo económico, estará limitando la pesca por XX kilos
de pescado día por familia. Y que eso es todo lo que se permite hacer (algo parecido al
cato de coca en Chapare o Yungas…).

La mayoría de los jefes de familia piensan más o menos así: “los XX kilos que me dice
el gobierno que puedo sacar, no me sirven para comprar el camión (u otra cosa) que
tenia planeado…” ¿Qué puedo hacer? …

Lo siguiente que ocurre es que casi todos los pescadores saldrán a pescar de noche,
cuando no son vistos por el Gobierno o sus vecinos y tratarán de pescar más de lo
necesario, una cantidad YY; antes que sus vecinos lo hagan. Eso ocurrirá de manera
progresiva, es decir no será la misma cantidad cada semana o cada noche. Puesto que
el pescador no sabe por cuanto tiempo más podrá hacerlo, al mismo tiempo que se da
cuenta que cada vez le es más difícil pescar; algunos hasta se encuentran de noche en
medio de la laguna y deciden entrar en contubernio para asociarse (y taparse
mutuamente). Cada día que pasa es más difícil pescar, aunque la bonanza para ellos
es evidente puesto que se ve que la cantidad que sacan es mayor a la autorizada [XX <
YY]. Además, no pagan impuestos por esa diferencia!!! El pescador y su familia, están
contentos, tienen una ganancia mayor, pero al mismo tiempo no saben por qué están
inquietos… es la incertidumbre.

Incertidumbre a lo desconocido, no saben cuales serán las reglas del gobierno, se


rumorean muchas cosas… más gente vendrá para asentarse a orillas de Laguna
Corazón, dicen que son de otras regiones del país, que son del partido… Y para colmo,
mi vecino tiene ahora no solo un camión sino también una motosierra y un televisor
nuevo! ¿Qué hago? Es la pregunta que él se hace diariamente, y no sabe que sus
vecinos están pasando por estado similar de ánimo…

Pasa el tiempo… y llega el día fatídico!! No porque haya nuevas reglas de política
económica, ese gobierno ya es historia, una mala historia… es fatídico no por nuevas
leyes o nuevos vecinos impuestos, es simple y llanamente que no hay nada más para
pescar… ni de día ni de noche… ni para mi, ni para el vecino…

Muchos de los vecinos se fueron, con rumbo incierto, los que quedan no saben como
pagar los prestamos adquiridos durante la bonanza. ¿Qué pudo haber pasado? Se
preguntan todos, ¿donde se fueron los peces? El corazón que daba vida a ese
ecosistema ha muerto. Ya ni las aves migratorias paran en ese lugar, pues no hay
alimento para ellas…

Como no había seguridad jurídica, todos


empezaron a pescar más de lo necesario. El
stock total de peces bajo del punto B al punto C
(ver gráfico). A medida que paso el tiempo, se
paso del punto C al Z, que era el último punto
donde el Stock tenia la capacidad de
reproducirse, la curva cae bajo la línea del Stock
y al haber menos peces, estos ya no se
reproducen para mantener la especie, hasta que
esta desaparece. El punto A representa la
capacidad máxima del crecimiento del cardumen
de peces, al existir muchos, compiten entre si, menos alimento y baja su crecimiento,
baja el número de peces.

La rama de la economía que estudia los recursos naturales nos muestra con esta
historia, lo frágil que son los ecosistemas ante la inexistencia de un derecho propietario
que pudo haber sustentado una explotación adecuada de este recurso natural. Por
querer tener todo, de manera apresurada, quedamos sin nada para las generaciones
futuras, nos quedamos sin corazón, sin vida.

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