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P.G.O.U.

Peñíscola (LXIX):
Urbanismo sin agua (y II)

Esta semana seguiremos analizando los caudales que Peñíscola tiene asignados en la
actualidad. El informe de la CHJ continúa diciendo:

Previsión de agua de Peñíscola.


“Por ello, al desconocerse la demanda que generará el desarrollo del Plan General, la
CHJ ha consultado los datos proporcionados a través del expediente de concesión de aguas
subterráneas (2008CP0309) que está tramitando el Ayuntamiento de Peñíscola ante la
Confederación, y que incluye las previsiones siguientes:
Año 2008 → Nº habitantes: 28.794, VMA: 3.258.095 m3/año.
Año 2028 → Nº habitantes: 94.106, VMA: 12.365.517 m3/año.

Así como los relativos al número de habitantes potenciales proporcionados en la


Memoria del PGOU de Peñíscola, según la cual el techo poblacional es de 168.254 habitantes,
muy superior a la previsión hecha en el expediente concesional.
En la actualidad los únicos caudales disponibles y garantizados por parte del
Ayuntamiento de Peñíscola para abastecimiento poblacional ascienden a 1.100.000 m3/año, para
5.000 habitantes. El resto de caudales está siendo tramitado en procedimientos concesionales
aún no sometidos al análisis de compatibilidad con la planificación hidrológica.
Hasta este momento no se tiene constancia de solicitud alguna de caudales regenerados
de la EDAR de Peñíscola ni con destino a riego de campo de golf, ni para otros usos.”

Conclusiones.
El informe de la CHJ constata que el proyecto de PGOU contiene un techo poblacional
muy superior al de la previsión de la concesión de aguas y eso, que la CHJ todavía no conocía
que el proyecto de 2008 añadía más de 30.000 habitantes adicionales respecto 2005.
Por otra parte, recientemente ha sido noticia la formación de gas radón en el Prat de
Peñíscola y se ha relacionado dicho fenómeno con la progresiva salinización de la zona húmeda.
Ya en nuestras alegaciones de 2005, esta Asociación hacía referencia a la escasez de agua. El
propio Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de PGOU decía en su página 48, que “a escala
hiperanual, y desde 1974, se observa una clara tendencia descendente de la capa.” El urbanismo
influye en el consumo de agua y la recarga de acuíferos y no debe planearse sin tener esto en
cuenta.
(Vea los artículos ya publicados en www.camivell.blogspot.com)

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