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histórico
4 Monterrey histórico
Óscar Flores 5
Monterrey
histórico
Óscar Flores
Coordinador
2009
UNIVERSIDAD DE MONTERREY MUNICIPIO DE MONTERREY
2006-2009
Rector
Dr. Francisco Javier Azcúnaga Guerra Presidente Municipal
Lic. Adalberto Arturo Madero Quiroga
Vicerrector de Educación Superior
Dr. Antonio Dieck Assad Secretario del Ayuntamiento
Lic. Marco Heriberto Orozco Ruiz-Velasco
Director de la División de Derecho y
Ciencias Sociales Secretario de Desarrollo Humano
Lic. Jorge Manuel Aguirre Hernández Ing. Ramón de la Peña Manrique
Monterrey Histórico
Diseño de portada e interiores: Diseño3 / León García Dávila, Erika Rojas Sierra,
Yvette Bautista Olivares.
Imagen de portada: El Obispado en Monterrey, 1880.
Quedan rigurosamente prohibidos, sin la autorización escrita de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones
establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, com-
prendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler
o préstamo públicos.
Monterrey Histórico, es un libro editado por el Centro de Estudios Históricos de la Universidad de Monterrey. Se
agradece a don Guillermo Zambrano por el patrocinio del mismo.
Contenido
Presentación 11
I. Tres testimonios de la presencia indígena en el
Nuevo Reino de León (Siglo XVII) 17
Wm. Breen Murray y Jesús Gerardo Ramírez
Resumen 19
1. Características de los documentos: 21
las “visitas” en la historia regional
2. Filiación, identidad y población 24
Comentario Final 34
Fuentes Consultadas 35
Anexo 1 80
Anexo 2 82
Fuentes Consultadas 83
IV. Efervescencia política en Monterrey: La Gaceta
Constitucional y El Antagonista 1830-1831 85
Miriam Martínez Wong
Resumen 87
Introducción 89
1. El primer periódico nuevoleonés:
La Gaceta Constitucional 91
1.1 Prospecto de la Gaceta del Gobierno 93
2. El origen de los partidismos entre la élite 93
2.1 Los antecedentes del partidismo:
las logias masónicas 95
2.2 La logia escocesa 95
2.3 La logia yorkina 95
3. La influencia de las logias masónicas
llega a Nuevo León 96
3.1 Elementos conservadores, los masones escoceses 97
3.2 Elementos liberales: masones yorkinos 97
4. Inicia la lucha política: insultantes
anónimos y pasquines 98
4.1 Insulto en contra del Ayuntamiento
de Monterrey 98
4.2 Pasquín: “Conjugación antimasónica” 98
4.3 La Prohibición de sociedades secretas 100
5. El fraude electoral: las elecciones del 5 de
diciembre de 1830 102
5.1 Las elecciones primarias 102
5.2 Declaración de nulidad de 102
las elecciones primarias
6. Surgimiento del primer periódico de oposición:
El Antagonista 104
6.1 Aprehensión de Manuel de Llano y la teoría de
la conspiración 104
7. Aparición de El Antagonista de Nuevo León 106
7.1 La efervescencia: Manuel de Llano acusa a la
Gaceta Constitucional por injurias 107
7.2 Denuncia de Lorenzo Antonio Melo a
El Antagonista 108
7.3 El Antagonista, la última carga 111
7.4 El Antagonista y Rafael de Llano 112
7.5 El fin de El Antagonista 113
Comentario Final 116
Fuentes Consultadas 117
V. Las Batallas por Monterrey: ruge la guerra
en el noreste mexicano (1846-1848) 119
Eduardo Cázares Puente
Resumen 121
Introducción 123
1. Las Batallas de Monterrey 125
2. La ocupación norteamericana: sus consecuencias regionales 136
Comentario Final 141
Fuentes Consultadas 143
Presentación
Óscar Flores
Universidad de Monterrey
Verano de 2009
16 Monterrey histórico
Óscar Flores 17
I
Tres testimonios
de la presencia indígena
en el Nuevo Reino de León
(Siglo XVII)
Tres testimonios de la
presencia indígena
en el Nuevo Reino
de León (Siglo XVII)
Resumen
El visitador, siempre era una persona de gran confianza. Por ejemplo, en las
visitas que consideramos en este trabajo, el Gral. Juan de Zavala, quien realizó
la primera en 1653, era primo y cuñado del Gobernador Martín de Zavala. La
segunda, efectuada en 1669, fue llevada al cabo por el Gral. Alonso de León
(el Mozo), hijo del primer cronista de Nuevo León del mismo nombre y un
personaje muy importante, especialmente en las campañas militares contra
los indios. La tercera, fue realizada por Juan Bautista Chapa en la jurisdicción
de Monterrey y el Capitán Diego de Villarreal en la jurisdicción del Valle de
Salinas, ambos de ellos personajes muy activos en la vida pública de su época.
Los visitadores nunca actuaban o tomaban decisiones por su propia cuenta. Su
única función era reportar información confiable y fidedigna al Gobernador y
hacer las recomendaciones que consideraban pertinentes.
Imagen 1
Imagean 2
Además de lo anterior, hay que subrayar que el uso de intérpretes que iban
de las lenguas nativas, al náhuatl y de éste, al castellano (español) seguramente
presentaba una barrera que en mayor o menor grado dificultaba la compren-
sión. Aquí, vale la pena abrir un paréntesis, pues, en lo que refiere a la diversidad
lingüística de la región, cabe mencionar que ninguno de los idiomas locales pa-
rece haber pertenecido si quiera a la misma familia lingüística, hoy llamado
“yutoazteca” de los intérpretes mexicanos traídos por los españoles (Manas-
ter, 1996; Gursky, 1963 y Troike, 1963).
Las tres visitas abarcan espacios geográficos un poco distintos y con carac-
terísticas diferentes, pues, en el caso de la primera visita, ésta quedó oficialmente
inconclusa. No obstante, su cobertura coincide en gran parte e incluye todas
las poblaciones dentro de la actual área metropolitana (mapa 1 y cuadro 1).
El mapa localiza las haciendas visitadas que hemos podido identificar y ubica
los grupos de indios encomendados dentro de este espacio de acuerdo a la
primera visita de 1653. Cabe mencionar que algunas de estas haciendas o estan-
cias dieron origen a las cabeceras municipales actuales, como son San Nicolás
de los Garza y Santa Catarina, mientras que otras conforman lo que ahora
son barrios o colonias dentro de los municipios. Tal es el caso de San Marcos
(Labores Viejas) al norte del Río Santa Catarina y oriente del centro de la Ciudad
de Monterrey y Los Lermas, que seguramente se situaba cerca de la Colonia
con el mismo nombre en el actual municipio de Guadalupe (Cavazos, 2005 y
Buentello, 1987).
26 Monterrey histórico
Mapa 1
Cuadro 1
Identificación de las antiguas Haciendas
Al comparar los tres documentos (ver cuadro 2), resaltan ciertos elementos
indicativos de cambios en las relaciones interétnicas durante este tiempo. La
primera visita, que registra las circunstancias ya más de 50 años después de la
fundación de la ciudad de Monterrey, ya es aproximadamente dos generaciones
alejadas de la primera generación de colonos. En ese lapso, la división de pro-
piedades entre herederos había generado varios reacomodos y este proceso
continúa en el período que abarca las tres visitas. Tanto el número de haciendas
como los nombres de algunas de ellas cambian, demostrando un patrón con-
sistente de concentración y consolidación entre los hacendados españoles:
30 propiedades en 1653; 26 en 1669 y 22 en 1685/86.
Cuadro 2
Comparativo de las tres visitas
Número de Haciendas 30 26 22
Visitadas
Número de grupos 27 19 7
indígenas
Fuente: Cuadro elaborado sobre la base de AHMM, Ramo Civil, Volumen 11, Visita de
1653, expediente 20 y Visita de 1669, expediente 17; Volumen 16, Visita de 1685, expe-
diente 10 folios 1-11.
Catarina] al señalar que: “…de los guataes que llaman ayuguamas …que no
han quedado más que cuatro o cinco, porque todos han muerto”.1
Cuadro 3
Grupos de indios reportados en tres visitas efectuadas durante el
virreinato en el Nuevo Reino de León
Fuente: Cuadro elaborado sobre la base de AHMM, Ramo Civil, Volumen 11.
Óscar Flores 31
Otro grupo se llama canaitos, que significa “pericos”. Ahora bien, en la re-
gión, existen diversos géneros y especies, como es el loro tamaulipeco (Ama-
zona viridigenalis) y la cotorra-serrana oriental (Rhynchopsitta terrisi), entre
otros. De hecho, en otro documento se menciona al grupo llamado canaitoca,
que significa ‘pericos verdes’. Es muy factible que se trate de otra especie
(Aratinga holochlora), que es la más común en la región y prácticamente todas
sus plumas son verdes (Ramírez, 2004). Lo anterior, además de permitirlos
situarlos, o al menos acotar su radio de acción que tenía el grupo original, refleja
de manera clara el conocimiento que poseían estos grupos respecto al medio
ambiente y la naturaleza que les rodeaba, pues era el sostén de su adaptación
y sobrevivencia.
por los mismos recursos en los mismos territorios, y la toponimia del actual
paisaje nuevoleonés corresponde enteramente al mundo español. Aún las po-
cas excepciones – la Mesa de Catujanos, Icamole, Huajuco, Agualeguas, Huala-
huises – no preservan los nombres prehispánicos de estos lugares, sino que
hacen referencia a personajes y pueblos nativos insertos en el nuevo paisaje
colonial.
Por otra parte, en los documentos que ahora abordamos, tenemos otros
grupos que aparecen en las listas, como lo son los tepehuanes y guachichiles,
mismos que sabemos no eran originarios ni de Nuevo León, ni del noreste, sino
que fueron desplazados y/o removidos hacia el noreste desde San Luis Potosí,
Zacatecas y Durango desde finales del siglo XVI (Carrillo 1999; Campbell 1988;
Adams 1991 y Jiménez 1943).
Comentario Final
Fuentes Consultadas
Archivos
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R.C. Ramo Civil Volumen 11.
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Óscar Flores 37
Monterrey como
centro minero,
siglos XVI-XVIII II
Monterrey como
centro minero,
siglos XVI-XVIII
Mario Treviño
UANL
Resumen
Introducción
1. La minería novohispana
Una explicación integral de la evolución minera novohispana debe consi-
derar tanto la suerte del mercado internacional como los elementos internos
que permitieron u obstaculizaron la producción y las condiciones naturales de
explotación y localización de las minas.
2. Siglo XVI
En el siglo XVI se inició la incorporación de los indígenas al trabajo de las
minas y de las actividades mercantiles ligadas a ellas. Se utilizó el trabajo vo-
luntario de los indios sedentarios, en combinación con el trabajo forzado de
esclavos negros e indios.
La escasez de mano de obra empezó a sentirse desde finales del siglo XVI,
particularmente en las minas del centro por la dificultad de allegarse indios de
repartimiento. La ausencia de trabajadores obligó a los empresarios a buscar
nuevas opciones de contratación y fue entonces cuando creció considerable-
mente la utilización de operarios libres. Esto quiere decir que el descenso de la
población limitó claramente las opciones de reducción del costo de los opera-
rios de minas.
Óscar Flores 45
3. Siglo XVII
Durante el siglo XVII tuvo lugar el llamado período de depresión en la
minería, éste permitió la reorganización en la producción, la cual tuvo con-
secuencias trascendentes para el siguiente siglo. En primer lugar, se redujo
drásticamente la posibilidad de explotar a las comunidades indígenas. Ésto se
tradujo en un incremento del uso de trabajadores no obligados, así como en
el aumento de los incentivos para atraerlos a los cada vez más alejados y aisla-
dos centros mineros del norte. El decaimiento generalizado de las actividades
comerciales obligó a los productores a buscar métodos para asegurar el
aprovisionamiento de insumos. Las haciendas generaron mecanismos de auto-
suficiencia, que les permitió retirarse del mercado en momentos difíciles. Esta
forma de funcionamiento les significó al mismo tiempo, disminución en los
costos en mano de obra e insumos.
Por otro lado, la disminución en las remesas de azogue a los centros mi-
neros tuvo como consecuencia el mayor uso de la fundición, método que para
ser rentable requería minerales de alta ley. Ello alentó la búsqueda de nuevos
yacimientos y la localización de los puntos ricos de las vetas conocidas. La
etapa de depresión minera, en consecuencia, fue una época de exploración
territorial. Cuando se restituyeron los envíos de azogue de las minas ibéricas,
el conocimiento de los recursos minerales tuvo un papel muy importante y
contribuyó a definir las características del nuevo período de crecimiento.
4. Siglo XVIII
Desde finales del siglo XVIII a principios del siglo XIX, la producción minera
creció enormemente, llegando a niveles sin precedentes. Los datos de acuñación
en la Casa de Moneda de la Ciudad de México no dejan lugar a dudas, además
de ser el índice más confiable al respecto. El auge productivo que caracterizó
al siglo XVIII queda de manifiesto en la participación de la Nueva España en la
producción mundial que aumentó desde un tercio al inicio del siglo, hasta casi
los dos tercios en los años previos a la Revolución de Independencia. Se trató
de una época de estabilidad de precios a nivel internacional, así mismo del
aumento en la demanda.
5. Colonización y explotación en
tierra de frontera
La colonización del noreste se inició a mediados del siglo XVI, en forma
progresiva pero lenta; sin embargo durante el XVIII, comenzó un gran auge a raíz
de los nuevos descubrimientos de plata. Este hecho, junto con otros de menor
atracción, provocó una importante corriente migratoria hacia estas regio-
nes, dando lugar a la formación de nuevos reales de minas, presidios, misiones
y de paso fortaleció las antiguas fundaciones con caminos y vínculos comer-
ciales más estrechos.
Para el año de 1791 la Punta de Lampazos y San Carlos del Vallecillo fue-
ron barridos prácticamente por miles de apaches. Por todos los poblados y
rancherías quedaron regados los cuerpos de infinidad de defensores que no
pudieron evitar lo violento de estas terribles incursiones en el marco de las
llamadas guerras vivas.
A mediados del siglo XVII, el Nuevo Reino de León, estaba dividido en cinco
alcaldías mayores, siete misiones de indios, y dos reales de minas.
criaderos de ganado con sus encomiendas, tres conventos con sus guardianes,
uno en Monterrey, otro en Cerralvo y el último en Cadereyta.
Los gobernadores del Nuevo Reino de León, durante largo tiempo buscaron
fomentar la minería esperando poder atraer una mayor afluencia de poblado-
res. Los minerales de plata fueron en gran parte de baja ley y las minas no eran
ahondables. Sin embargo, esta actividad fue importante para la economía del
reino e indirectamente, para las zonas vecinas, ya que atrajo muchas personas
interesadas en trabajarlas, principalmente de Saltillo, Mazapil, Sombrerete,
Zacatecas, Parral y San Luis Potosí, entre otros lugares.
En 1626 Alonso Díez de Camuño tenía una mina en Santa Catarina rum-
bo a Rinconada.
En la jurisdicción de Río Blanco, al sur del reino, surgió uno de los más
importantes hallazgos en esta etapa, las minas del Santo Nombre de Jesús.
Sin embargo, esa bonanza no aportó beneficios significativos para el Nuevo
Reino de León, ya que económicamente la zona sur quedaba dentro del perí-
metro de influencia de San Luis Potosí.
La noticia del descubrimiento dada por Barbarigo, y más tarde por Fer-
nández de la Ventosa, sobre la nueva fundación de San Pedro de la Boca de
Leones, provocó gran satisfacción en Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Men-
doza, conde de Gálvez, no solamente por la importancia del hallazgo minero,
sino porque reafirmó el dominio que por esos rumbos tenían los españoles,
estableciendo una barrera a los ataques de los bárbaros que los mantenían en
constante zozobra.
Uno de los aspectos más importantes para la población del Nuevo Reino
de León, fue la entrada de este grupo de mineros y colonos que llegó a poblar
estos reales, constituyéndose en uno de los factores más importantes para
incrementar la población del Nuevo Reino de León, estos mineros de experiencia
provenían principalmente de San Luis Potosí, Coahuila y Zacatecas, reconocidos
como personas trabajadoras y de empuje, algunos de los cuales abandonaron la
minería para dedicarse al trabajo en el campo labrando la tierra o en actividades
ganaderas, conformando estancias que ayudaron al poblamiento del reino.
El resto del siglo XVIII se siguieron explotando las minas de San Pedro Boca
de Leones, San Antonio de la Iguana y San Carlos del Vallecillo, entre otras de
menor producción y cuantía.
Óscar Flores 53
Comentario Final
Fuentes Consultadas
Archivos
Archivo General del Estado de Nuevo León AGENL. Concluidos CL 1/1. Expedientes relativos al
Mineral de San Antonio de la Iguana. 1758. (Lampazos, N.L.) 488 hojas.
Archivo General del Estado de Nuevo León AGENL. Concluidos. CL1bis/2. Asuntos varios del
Mineral de La Iguana 1759. (Lampazos, N.L.)
Archivo General de la Nación AGN. Ramo Minería. Volumen 93. Minas.
Archivo General de la Nación AGN. Ramo Minería. Volumen 59. Minas.
Archivo General de la Nación AGN. Ramo Minería. Volumen 79. Expediente 50.
Archivo General de la Nación AGN. Ramo Minería. Volumen 141. Expediente 8. 136 f.f.
Archivo Municipal de Monterrey AMM. Ramo Civil. Volumen 3. Expediente 1.1627-1630.
Archivo Municipal de Monterrey AMM. Ramo Civil. Volumen 86. 1757.
Archivo Municipal de Monterrey AMM. Ramo Civil. Volumen 87. 1758.
Archivo Municipal de Monterrey AMM. Actas de ayuntamiento de 1750 a 1794. Protocolos.
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Archivo Municipal de Monterrey AMM. Denuncios y registros de minas, desagüe de las minas e
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56 Monterrey histórico
Óscar Flores 57
Un Gobierno Alternativo
en el Nuevo Reino de León: La
Junta Gobernadora (1811–1813) III
Un Gobierno Alternativo
en el Nuevo Reino de León:
La Junta Gobernadora
(1811–1813)
Resumen
índole. Sin embargo, éste fue declarado ilegal al ser derrotados militarmente los
insurgentes en Coahuila. De este modo los nuevoleoneses se enfrentaron una
vez más al vacío de poder.
Napoleón Bonaparte
Óscar Flores 61
Introducción
Desde finales del siglo pasado los historiadores han estudiado con enfo-
ques distintos la introducción de la modernidad en América. Iniciaron así los
estudios sobre el desarrollo y evolución de los principales actores políticos,
sociales y culturales, pero sobre todo de la transición de las ideas políticas y la
conformación de una identidad propia que desembocarían en las guerras de in-
dependencia, logrando de este modo el nacimiento de los llamados Estados–
Nación modernos.
Para el siglo XVIII existían en Europa dos modelos del pensamiento ilustrado
a seguir, por un lado el modelo británico encabezado por Hobbes y Locke, y por
el otro el francés, el cual cuenta entre sus líderes a Rousseau y Montesquieu.
Para el caso de España, se enfocó más en lograr un cambio en la educación,
así como en la aplicación del método científico y racional a las actividades
humanas, dejando de lado los cambios políticos, al menos en un principio.
Como consecuencia de los cambios propuestos por los ilustrados se esperaba
una mejora en el nivel de vida de los españoles en los ámbitos económicos y
culturales. Carlos III (1759 - 1788) fue quien permitió y alentó la introducción
del pensamiento ilustrado en España “[…] durante su reinado, la Ilustración
ganó partidarios en el mundo español, aunque la variante hispánica no fue
radical ni anticristiana como en Francia. […]” (Rodríguez, 2005: 81).
Siguiendo las teorías del contrato social, ninguna de las partes puede por sí
sola deshacer el pacto. Por ello, aunque los reyes hubieran cedido sus derechos
a favor de los franceses se consideraba un gobierno ilegítimo por no estar el
pueblo de acuerdo con esta transmisión de poderes. “[…] Si el rey desaparece,
el poder vuelve a su fuente primera, el pueblo… […]” (Guerra, 2000: 123)
en estos conceptos llama la atención el derrumbe de la doctrina absolutista
del origen divino “[…] Las teorías pactistas se imponen por el hecho mismo del
levantamiento. […] la soberanía recae repentinamente en la sociedad. […] para
la inmensa mayoría no se trata entonces más que de algo provisional en espe-
ra del retorno del soberano, […]” (Guerra, 2000: 123).
* Entre ellos podemos mencionar a Jacobo de Villaurrutia, Francisco Primo de Verdad y al más radical, fray
Melchor de Talamantes.
Óscar Flores 65
Por otro lado los criollos, específicamente los integrantes del Ayuntamiento
de la Ciudad de México, basaban su postura en tres argumentos principales: la
Nueva España como un reino y no como una colonia; la soberanía popular en
ausencia del rey; y el derecho a convocar a un congreso de ciudades en donde
la primera sería la de México (Rodríguez, 1997). Para el 19 de julio de 1808 el
Ayuntamiento sostenía que “[…] el Reino de Nueva España estaba represen-
tado por sus tribunales superiores, por las ciudades que lo constituían, el clero
y la nobleza. […]” (Rodríguez, 1997: 42), asimismo, le propuso al virrey José de
Iturrigaray la conformación de una junta integrada por estos mismos para
que gobernaran la Nueva España.
1 Para este tiempo, en España todavía no se ponían de acuerdo las distintas juntas surgidas en las provincias
españolas para formar una Junta General de Gobierno y coordinar los esfuerzos de la resistencia civil.
66 Monterrey histórico
[…] reflejó la histórica lucha que, en España se libraba entre las provincias
y el poder central – entre la autonomía regional y el centralismo castellano.
Los novohispanos, al igual que los catalanes, creían que sus intereses
debían prevalecer sobre los de Nueva España alababan al rey, pero cen-
suraban el mal gobierno (Rodríguez, 1997: 42).
Los acuerdos a los que se llegaron como resultado de estas primeras juntas en
la Ciudad de México fueron los siguientes: se reconocía a Fernando VII como go-
bernante legítimo y al virrey como su representante legítimo en la Nueva España,
asímismo se repudiaba a Napoleón como gobernante. Sin embargo, las posturas
del Ayuntamiento y de la Audiencia se radicalizaron y resultaron irreconciliables.
Mientras los notables del Nuevo Reino de León intentaban detener las
incursiones extranjeras y los ataques indios, para procurar un ambiente propicio
para la economía y la expansión de la población; las autoridades virreinales
estaban preocupadas por combatir la corrupción del régimen anterior y sobre
todo tener un mayor control fiscal. Sin embargo, los acontecimientos ocurridos
en España en 1808 provocaron una reacción común de las autoridades y los
pobladores: la defensa del imperio ante el invasor.
[…] =Excelentísimo señor= Luego que esta ciudad tuvo la plausible noticia
de la exaltación al trono de nuestro amado soberano el señor Dn. Fernando
Séptimo, llena de júbilo y alegría prorrumpió en vivas demostraciones
del afecto que es con-natural hacía sus monarcas y sólo esperaba para
acordar las disposiciones correspondientes a recibir las superiores orde-
nes de Vuestra Excelencia. En este estado se hallaba cuando los papeles
públicos ha visto las fatales acaecimientos de nuestra Monarquía que le
han llenado del más vivo dolor, manifestándolo todos en sus semblantes y
discursos y aunque no manifestó a Vuestra Excelencia como la han hecho
otras ciudades la disposición con, que se halla de sacrificar todos los bienes
y personas de sus individuos en defensa de sus monarca de la Patria y
de la Religión, no dude Vuestra Excelencia que animada siempre de los
mismos sentimientos de esa Capital ha estado y está pronta a ejecutarlo
siempre que llegue al caso, pués ninguna de las ciudades del reyno, le
excede en el amor a la Patria en la lealtad para con sus soberanos, ni
en los vivos deseos de conservar intacta la religión que heredó de sus
padres. En este concepto procederá juntos a levantar pendones, y hacer
las demostraciones públicas de alegría y júbilo en la proclamación de
Nuestro Augusto Soberano que sean compatibles con el actual estado a
que ha dejado reducida la fatal esterilidad que ha experimentado en los
dos años anteriores. […]2
2 AHM. Fondo Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda Época). Sec. Actas. Colección Actas de Cabildo.
Vol. 3, Exp. 1808/04. 20 de agosto 1808. Oficio dirigido al Virrey Iturrigaray.
3 Cuando el gobierno provisional español estuvo legitimado e instauró su aparato de comunicación con las
colonias para dar a conocer de manera oficial las disposiciones de dicho gobierno, emitió las Gacetas de
la Regencia. En el Archivo Histórico de Monterrey se encuentra una colección importante y numerosa
de ejemplares de este medio impreso. AHM. Fondo Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda Época).
Secc. Gacetas y Periódicos. Colección Impresos.
70 Monterrey histórico
Por ello se puede decir que las autoridades virreinales se preocuparon por
mantener un flujo de comunicación fluido, bajo las reservas de la condición
de las comunicaciones en esa época. Muestra de ello son todos los bandos y
correspondencia proveniente de México, de España, e incluso de Cuba,4 salvo
el caso del debate suscitado entre la Real Audiencia y el Ayuntamiento de la
Ciudad de México. De este modo la Provincia del Nuevo Reino de León se en-
teró de la instauración de la Suprema Junta Central Gubernativa que gobernaría
en lugar de Fernando VII,5 y le juró lealtad el 7 de abril de 1809.6
4 Existe un bando en el cual el Gobernador Pedro de Herrera publica noticias sobre los acontecimientos
de la guerra en España. Pareciera que la publicación de este tipo de noticias era con el fin de despertar el
patriotismo y de este modo promover la cooperación para el sostenimiento de esta guerra. AHM. Fondo
Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda Época). Sec. Gacetas y Periódicos. Colección Bandos. Vol. 1,
Exp. 14, fol. 6. 12 de marzo de 1809. Incluso se publicó un bando en donde informaban sobre el buen estado
de salud del Rey aún en su cautiverio. AHM. Fondo Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda Época).
Sec. Salud. Colección Bandos. Vol. 1, Exp. 14, fol. 19. 20 de agosto de 1809.
5 AHM. Fondo Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda Época). Sec. Gacetas y Periódicos. Colección
Bandos. Vol. 1, Exp. 14, fol. 7. 18 de marzo de 1809.
6 AHM. Fondo Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda Época). Sec. Actas. Colección Actas de Cabildo.
Vol. 3, Exp. 1809/07. 7 de abril de 1809.
7 AHM. Fondo Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda Época). Sec. Actas. Colección Actas de Cabildo.
Vol. 3, Exp. 1810/07. 23 de mayo de 1810.
8 AHM. Fondo Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda Época). Sec. Actas. Colección Actas de Cabildo.
Vol. 3, Exp. 1810/10 y 1810/11. 14 y 19 de junio de 1810.
Óscar Flores 71
Americanos:
¿Es posible que hayáis de tomar las armas en contra de vuestros hermanos
que están empeñados con riesgo de sus vidas en libertaros de la tiranía de
los europeos, y aun de ser esclavos suyos? No conocéis que esta guerra
es solamente contra ellos; y, por tanto, es una guerra sin enemigos, que
pronto concluiría si vosotros no les ayudarais á pelear? […] Es necesario
que quitemos el mando y el poder de las de los europeos: esto es todo el
objeto de nuestra empresa, para lo que estamos autorizados por la voz
común de la Nación, y por los sentimientos que se abrigan en los corazo-
nes de los criollos; aunque no puedan expresarlos todavía en aquellos
lugares en donde están bajo la dura servidumbre de un gobierno tirano
y arbitrario, deseosos de que se acerquen nuestras tropas á desatarles de
las cadenas que les oprimen.9
3. La Junta Gobernadora,
una alternativa de gobierno
La llegada de las noticias de la crisis de la monarquía española, de la re-
sistencia civil contra los invasores, y por último, el desarrollo de la insurgencia en
el Nuevo Reino de León propiciaron cambios importantes en la gobernabilidad
del territorio. Estos cambios desembocaron en la implementación de formas de
9 Mariano Jiménez citado en Garza Cantú, Rafael (1995). Algunos Apuntes acerca de las letras y la cultura de
Nuevo León en la centuria de 1810 a 1910. Reimpresión. Monterrey: Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes – Gobierno del Estado de Nuevo León. p. 114.
72 Monterrey histórico
10 AHM. Fondo Ciudad Metropolitana de Monterrey (Segunda época). Sec. Correspondencia. Colección
Correspondencia. Vol. 129, exp. 1, fol. 2. 1 de abril de 1811.
11 AGENL., Fondo Colonial. Sec. Guerra de Independencia, Caja 3. 1811.
Óscar Flores 73
Según el plan que propuso Farías, la Junta debería estar constituida por seis
vocales y un presidente. Las personas elegidas no debieron mostrar ninguna
simpatía por el gobierno instaurado por los insurgentes, del mismo modo no lo
harían con la causa que estos últimos defendían.
12 Ibidem.
13 AGENL., Fondo Colonial. Sec. Guerra de Independencia, Caja 4. 22 de abril de 1811, este documento
fue firmado por Félix Ma. Calleja. Otro documento emitido en Zacatecas el 29 de abril de 1811, informa a los
miembros de dicha junta el visto bueno del virrey.
74 Monterrey histórico
Francisco Bruno Barrera Gómez de Castro (Galindo, 2005: 44), quienes tuvieron
que replantear su postura ideológica ya que, si bien no ejercieron cargos públi-
cos durante el periodo en el que el Nuevo Reino de León adoptó la insurgencia,
tampoco opusieron resistencia a la llegada de los insurgentes y adoptaron como
propia su causa. Al ser éstos últimos derrotados, y volver al antiguo régimen,
se vieron en la necesidad de repudiar las ideas revolucionarias insurgentes,
cambiando de postura radicalmente. Este cambio de postura pudo ser motivado
por la necesidad de proteger los intereses económicos, políticos y hasta cierto
punto militares de la provincia, por encima de los de la colonia o de la nueva
nación proyectada por la insurgencia.
14 AGENL., Fondo Colonial. Sec. Correspondencia de Primeros Alcaldes de Lampazos, Caja 1. 3 de abril
de 1811. Este bando contiene los mismos puntos que el plan propuesto por Francisco Antonio Farías, sin
embargo, lo importante de este documento, es la difusión del discurso oficial. Otro punto importante es que
se dan a conocer los nombres de quienes conforman la Junta y los cargos que desempeñarían en ella. Ver
anexo 1.
Óscar Flores 75
15 AGENL., Fondo Colonial. Sec. Correspondencia de Primeros Alcaldes de Lampazos, Caja 1. 10 de Junio
de 1811.
16 AGENL., Fondo Colonial. Sec. Correspondencia de Primeros Alcaldes de Lampazos, Caja 1. 10 de Junio
de 1811.
76 Monterrey histórico
señalar, fueron las medidas para evitar la vagancia, algunos señalamientos sobre
la relación patrón - empleado;17 instrucciones sobre la regularización del abasto
de carnes en referencia a los lugares de matanza, los días y quienes deberían
hacerlo18 y la normalización de la producción de mezcal de manera especifica,
los impuestos de producción y comercialización que estos debían cubrir.19
A pesar del trabajo y las disposiciones de la Junta Gobernadora por man-
tener la paz en el Nuevo Reino de León, éste permaneció militarizado hasta el
fin del periodo independentista ya que si bien no existieron grandes regimien-
tos insurgentes, si se llevó a cabo una guerra de guerrillas en donde el Nuevo
Reino de León servía como punto estratégico para movilizar los ejércitos realistas
hacia Nuevo Santander y Texas. En este período surgieron algunos líderes insur-
gentes locales como José Herrera y Policarpo Verástegui, sin embargo, estos
líderes carecían de un plan ideológico militar sólido.
17 AGENL., Fondo Colonial. Sec. Correspondencia de Primeros Alcaldes de Lampazos, Caja 1. 9 de Agosto
de 1811. Ver anexo 2.
18 AGENL., Fondo Colonial. Sec. Correspondencia de Primeros Alcaldes de Lampazos, Caja 1. 9 de Agosto
de 1811.
19 AGENL., Fondo Colonial. Sec. Correspondencia de Primeros Alcaldes de Lampazos, Caja 1. 6 de Noviembre
de 1811.
20 Génesis y Evolución de la Administración Pública en Nuevo León, 2005.
21 Ejemplares de las gacetas españolas pueden consultarse en el Archivo Histórico de Monterrey, el fondo
Ciudad Metropolitana de Monterrey (segunda época), colección impresos.
Óscar Flores 77
Comentario Final
El cambio en el pensamiento político puede ser considerado un indica-
dor de la modernización de una nación. En el caso del imperio español esta
modernización se vio incentivada por las condiciones económicas, políticas y
bélicas que atravesó a principios del siglo XIX. Por otro lado, la adopción de
las Juntas de Gobierno como formas alternativas y provisionales de gobierno
a falta de uno legítimo, muestra que la teoría política española era distinta de
la francesa y la inglesa, aun cuando no puede negarse la influencia de éstas
últimas.
gicas han ayudado a entender de una manera más clara lo sucedido en este
periodo histórico.
ANEXO 1
A continuación de estas instrucciones se inserta la copia del acta de constitución de la Junta asi como
su plan de defensa de la Provincia.
= Plan de una Junta que debe formarse en la ciudad de Monterrey Capital de la Provincia del Nuevo
Reino de Leon = La Provincia del Nuevo Reyno de Leon gobernada y dirigida por esta Capital ha dado en todos
tiempos los mas claros testimonios de su firmeza y adhesión a la sacrosanta catolica religión que profesa de
su fidelidad y amor á Nuestro Catolico Monarca el Señor Don Fernando 7° que Dios prospere y a los supremos
y superiores magistrados lexitimamente constituidos en su Real Nombre y últimamente del zelo que toma en
beneficio de la Patria comun y la suya propia = Estos nobles sentimientos a ecepcion de lo tocante al Dogma
solamente podia sofocarlos una fuerza yresistible y de tal suerte poderosa que hiciera ynútiles los sacrificios
de la vida, haveres de sus havitantes. Tal asido la que acava de sufrir esta ciudad y su Provincia; pero corriendo
de publico y notorio la vos de que los Gefes de la Ynsurrección an sido presos en Coahuila y sus exercitos
destruidos por todas partes, de la que senos presentan cada dia yndicios mui manifiestos jusga el Procurador
haver llegado el caso de sacudir el infame yugo de la opresión y de recobrar nuestra antigua livertad, volviendo
a proclamar, seguir y obedecer a nuestro antiguo lexitimo Gobierno en el que solamente podremos hayar un
seguro asilo y la salida prosperidad de nuestras armas y hogares. En esta inteligencia de mi obligación dever
pedir como lo executo; primeramente que V.S. reponiendo las cosas al estado que se hayaban en doce de
enero del corriente año, declare haver fenecido el gobierno que obtuvo don Manuel de Santa Maria por la
deserción que el hizo incorporandose con cargo en el exercito enemigo, y respecto estar obstruidos los
caminos esta providencia se entienda provissionalmente entre tanto se puede comunicar al superior gobierno
para su aprobación e ynteligencia = 2° Que en los propios terminos, instale una Junta de Gobierno compuesta
de seis yndividuos y un Presidente escojidos de entre aquellos que amas de la providad de su conducta se
save no an tenido empleo politico ni militar del Gobierno intruso y uno de estos vocales sea Secretario = 3°
Que siendo Dios el Autor de todo nuestro, la Junta en su primera acta determine, se pase oficio de atención
al Ylustrísimo Cabildo de esta Santa Yglesia para que por medio de solemnes repiques, misa y Te Deum, se
anuncie al publico la instalacion de la Junta Provincial, y se den las gracias al Todo poderoso implorando sus
divinos auxilios para el asierto; y se publique Bando para que todos los vecinos adornen sus casas por tres dias
y las yluminen por la noche = 4° Que todos los empleados por el Gobierno yntruso, los de la ciudad dentro
de tecero dia y los de fuera dentro de quince hagan demision de sus empleos baxo la pena de ser tenidos por
desleales vasallos, y malos servidores del Rey, Enemigos de la Patria y del sosiego publico = 5° Todos los
militares que haviendo seguido las vanderas enemigas, las avandonaren y previo el Juramento de fidelidad se
presentaren voluntariamente con sus armas y cavallos, o las primeras si son de ynfantería a servir en la justa
causa que defendemos, seran tenidos por leales, se les conseguirá el yndulto necesario del Excelentisimo
Señor Virrey, y se le suplicará se les borre la mala nota que contrajeron de ynsurgentes para que no sirva de
embarazo a sus asensos = 6° Que todos los vecinos que tengan armas blancas o de fuego, las precenten
dentro de tercero dia a las Casas de Ayuntamiento con la polvora y balas que hayan reservado para su uso y
alli se les dara el resivo correspondiente para devolverlas fielmente pasada la necesidad y pagarles las
municiones que se huvieren consumido en inteligencia que si se averiguare alguna omición en causa frivola
se les pondra la nota correspondiente para lo que haya en el lugar = 7° Que estando la ciudad suficientemente
guarnecida, se destribuyan patrullas por la noche; y los Alcaldes cumplan con sus Rondas puntualmente y con
la mas escrupulosa vigilancia para evital los corrillos en la Calle o juntas sospechosas en las casas que lo seran
sin duda todos y todas las que se formaren pasando el toque de las nueve y los que asi se tomaren serian
presos y se les formara la sumaria correspondiente = 8° Que conseguida la seguridad de la ciudad y el sosiego,
Óscar Flores 81
se libren despachos en la Provincia y suplicatorios fuera de ella para que a nuestros hermanos y vezinos los
Europeos que avandonaron sus casas por la presecucion y ocultaron los yntereses por el justo temor de ser
saqueados, se les notifique en sus personas o por medio de un Bando que dentro de quince dias buelvan a
sus casas y abran sus tiendas bajo la pena de perder su vezindad y accion a los empleos municipales siendo
garante el gobierno que cuidará a todo trance de la seguridad de sus personas é yntereses = 9° Que en el
orden de los acientos será Preminente el de el Presidente pero los demas como yguales se jusgará tan digno
el segundo como el ultimo, y este como cualquiera otro: en las asistencias publicas con el Ayuntamiento se
mesclaran indistintamente Regidores vocales y en quanto al tratamiento la Junta tendrá el de Señoria, pero
en orden al Presidente y vocales se observará lo dispuesto en la Ley 62 titulo 15 libro 3° de la Recopilación de
estos Dominios = 10° Que en la administracion de Justicia sobre las demandas de parte ó causas de oficio,
turne por semanas uno de los vocales con el Presidente pero en los juicios versales pueda hacerlo el ultimo
por si solo y aun en un caso muy urgente en negosio de mucha ymportancia, con tal que lo comunique a la
Junta, en la primera proxima seción, estasseran en las casas conssistoriales conforme a la Ley 1° titulo 9 libro
4° de la misma recopilación, todos los dias exceptuando los festivos, desde las ocho asta las onse de la
mañana el punto acostumbrado en las Audiencias no se usará de el en esta Junta para evitar el perjuicio
publico 11° Los quatro ramos de Real Hacienda, Justicia, gobernación y Guerra, seran de la inspeccion de esta
Junta y asi el Presidente como los vocales antes de tomar posecion de su empleo hande prestar el Juramento
acostumbrado de ovediencia al Rey Nuestro Señor fidelidad secreto y desinteresa si en los asuntos que se
trataren como en la Justicia que se administre no se yevaran daños a los pobres ni se demoraran por este
motivo sus negocios = 12° Por ultimo todas las acta de la Junta providencias y decretos principiaran de esta
manera. El Rey Nuestro Señor D. Fernando 7° Representado por el Supremo Consejo de Regencia de España
e Yndias y Superior Gobierno de la Nueva España y en el Real nombre de S.M. La Junta Provincial Gobernativa
del Nuevo Reyno de Leon, en la Ciudad de Monterrey a tantos de tal mes & se formaran dos libros uno en
que se asienten las actas de la Junta y otro en que se registren las comisiones subdeleg. Y sequestros para que
en la proxima ocasión segura que se proporcione se de quenta de todo puntualmente al Excelentisimo Señor
Virrey = Estos articulos quanto mas obios tanto los é jusgado mas necesarios a su observancia y utiles a la
Religión al Rey y a la Patria. La Junta con maduro acuerdo los reflexionará y según las circunstancias ocurrentes
los reformará quitará y añadirá como mejor le pareciere = Monterrey 29 de marzo de 1811 = Francisco
Antonio Farias = Ya su conseqüencia y consideración de que la Ley 12 titulo 5° en la Recopilación de estos
dominios, no es practicable en las actuales circunstancias por lo desorganizado del Gobierno de resultas de
las determinaciones del Gobierno yntruso que para repararlo en algun modo es yndispensable el auxilio y
luces de muchos sugetos idoneos, resolvio de aceder en todo a lo pedido por dicho Procurador General y con
uniformidad de votos instaló la presente Junta nombrando para yndividuos de ella a los sugetos siguientes D.
Blas Gomes de Castro Presidente D. Bernardo Ussel y Guimbarda Alcalde Ordinario de Primer Voto y Regidor
Fiel, Executor Vicepresidente el Lic. D. José Vivero canonigo de esta santa Yglesia D. José Valera Administrador
de la Real Aduana. D. Melchor Nuñez de Esquibel, Administrador de la Renta del Tabaco. D. Antonio Silverio
de Verridi, y Capitan D. Francisco Bruno Barrera, en cuya U.a. aceptados y jurados los referidos nombramientos
se formó la Junta y se le dio posesion del Gobierno Politico y Militar en la forma y juramentos acostumbrados
= La Junta deseando acreditar su actividad, zelo, fidelidad, y amor al Rey y a la Patria, a determinado se sircule
por medio de Bando a toda la Provincia su instalacion […]
Tiene fecha de 2 de abril de 1811 y está firmado por Bernardo Ussel y Guimbarda, en ese momento
designado como Vicepresidente y por Melchor Nuñez de Esquivel, vocal secretario.
ANEXO 2
La gente ociosa y vagante en una Republica bien organizada y dirijida es el sángano de la colmena a
su imitación aquellos quieren pasar la vida á costa de los sudores y fatigas de los laboriosos; aprovecharse de
la miel sin haber gustado de las amarguras del travajo cubrir su desnudes y saciar su hambre de tales que no
texieron y mieses que no sembraron cautivos de una vil y fastidiosa hociocedad (sic) esta los hace ladrones
jugadores hebrios incontinentes aduladores rufianes espadachines chismosos sediciosos havreviemos la
peste mortal de los lugares y hopriovio huniversal del genero humano deseando pues la Junta Gobernadora
corarlas alas a tan perniciosos sanganos para obligarlos al comun trabajo de lo honrrados siudadanos y que
se busquen su sustento por los mismos honestos ---- medios a tomado varias medidas prudentes que han
parecido conbinientes a las miras benéficas que se propuso mas no haviendo resulta los efectos que esperava
dexando en su entero vigor el decreto acordado en 25 del pasado junio y ordena y manda lo siguiente:
1° Todos los dueños de obra de casa los mestros (sic) con tienda avierta de carpénteria sastrería
sombrereria erreria sapatería y de mas artes y oficios tendran cuidado de pasr cada Domingo al señor vocal
comisionado D. Francisco Bruno Barrera una lista exsalta de los gornaleros oficiales y aprendices que han
travajado con ellos en la semana inmediata pasada con el fin sino ácudieron el prógimo (sic) lunes a continuar
su travajo de averiguar su paradero y si se hayaren sin ocupación poner como se pondran con un grillete
atravajar en obras publicas arracion y sin sueldo por toda aquella semana.
[el segundo punto no esta claro debido a que el documento se encuentra dividido en dos partes y la
union entre esas dos partes esta incompleta e ilegible]
[2] […] jugando juegos prohibidos hevrios y personas de ambos sexos cuya amistad sea sospechosa
[mutilado] escandalosa como tambien los muchachos que se cojan jugando al palmito a otro semejante para
que aquí se les castigue y destine sin dilacion según lo demanda la materia y gravedad del delito en que
fueren sorprendidos al advitrio de juez o conforme se les situere de notable consideración.
3° El gornalero que pida y rreciva dinero adelantado para satisfacerlo con su trabajo en las moliendas
siembras cosechas obras ú otra cosa semejante deberá cumplirlo y no se le admitira devolver el dinero hasta
que el que lo prestó alle otro que se remplaze su falta y cino compareciere al tiempo señalado o se huyere
luego que sea allado sufrirá quince dias de carcel y se entregara al acreedor con un grillete para que le travaje
hasta la total satisfacción de la deuda comprendiendose en este articulo los cocheros mandaderos criados y
criados de la casa.
4° Ninguno admitirá en su servicio persona desconocida sin papel de avono del ultimo amo a quien
sirvio obligandose a satisfacer á este lo que el criado salga deviendo vajo la pena si hasi no lo hiciere y le
adelantare algun dinero de esperarze hasta que el primer amo quede cuvierto enteramente y si el criado
quisiere continuar en el servicio de este dará ser satisfecho el segundo sin la mayor dilacion.
5° El peon o criado que por mejoria de salario quiera pasarse al servicio de otro podrá hacerlo
previncendolo (sic) con tiempo al amo a quien sirve para que solicite otro y no saldra de alli hasta que nuevo
dueño pague enteramente al primero lo que el criado o creada leste deviendo.
6. Todos deberan pagar los salarios en dinero contante y ninguno dara efectos a sus creados peones
sino fuere con expresa voluntad de ellos y a los precios corrientes en el lugar presentando la factura firmadas
del mercader en cuya tienda se compraron y para que llegue a noticia […]
Firmado por Bernardo Ussel y Guimbarda (vicepresidente) y José Froilan de Mier y Noriega (vise se-
cretario).
Fuente: AGENL, Fondo Colonial. Sec. Correspondencia de Primeros Alcaldes de Lampazos, Caja 1, 9 de
agosto de 1811.
Óscar Flores 83
Fuentes Consultadas
Archivos
Colecciones
l Actas de Cabildo.
l Bandos.
l Correspondencia.
l Impresos.
Referencias Bibliográficas
IV
Efervescencia política en
Monterrey: La Gaceta
Constitucional y El
Antagonista 1830-1831
Masonería.
86 Monterrey histórico
Óscar Flores 87
Resumen
Prensa
Introducción
otra logia, primero con Fray Servando Teresa de Mier y los masones escoceses,
por un lado, y con Miguel Ramos Arizpe y los masones yorkinos, por otro.
Imprenta
Óscar Flores 91
1 En 1823 la Diputación Provincial de las provincias de orientes que tenía su capital en Monterrey, propuso
efectuar la compra de la tercera imprenta para el entonces Nuevo Reino de León; entre los posibles fondos
que se sugirieron para solventar la compra el ayuntamiento estaban hipotecar las tierras y aguas de los
fondos de propios de la ciudad y solicitar un préstamo al cabildo eclesiástico. Archivo General del Estado
de Nuevo León en adelante AGENL, Fondo Colonial, Sección Primeros Alcaldes, Caja 2, 24 de septiembre de
1823, 2f, y véase también correspondencia dirigida a Juan Echandía, 27 de septiembre de 1823.
2 Archivo del Honorable Congreso del Estado de Nuevo León, AHCENL. Tomo 1 del diario de debates (Secreto),
sesión 2 de septiembre de 1824, 1f. La discusión fue debido a que los Sres. Crespo y Parás manifestaron que
entendían que en el valle del Guajuco y otras del mismo partido no se había publicado la ley de convocatoria
para las elecciones.
3 Ibíd.
92 Monterrey histórico
Finalmente en una sesión con fecha de 6 mayo del año 1826 el congreso
sancionó el decreto No. 110 “que se active el encargo tiempo ha hecho de una
imprenta del estado y se establezca en ella una Gaceta Semanaria Constitucional
del estado de Nuevo León (...)”.7 La llegada de la imprenta tuvo lugar en los
últimos días de mayo, fue transportada por el señor Perfecto Correa quien la
trasladó desde el puerto El Refugio, Matamoros, hasta la ciudad de Monterrey.
4 AHCENL., Tomo 2 (caja fuerte), Sesión de 18 de octubre de 1824. 3f. Por su parte Izcoa Flores detalla que
fue a través de Bernando Gutiérrez de Lara que el gobierno nuevoleonés compró la imprenta en los Estados
Unidos, p. 22.
5 Archivo Histórico Municipal de Monterrey en adelante, AHM, Sección Correspondencia, Colección IMPRE-
SOS II, Vol. 20, Exp. 10, Folio 2.
6 Entre las enmiendas que se mencionan se encuentran abolir la contribución de 1%, disminuir el número de
empleados en el gobierno, pagar los diputados 60 en vez de 70 pesos mensuales (…), fueron desacreditadas
por Francisco Arroyo e Irineo Castillon miembros del Congreso. Véase Derbez, 2007: 18.
7 AHCENL., Caja 3, exp. 74.
Óscar Flores 93
8 El costo de la máquina de imprenta fue de dos mil 607 pesos con 27 reales que le fueron pagados a
D. Agustín Soulier. Derbez, 2007: 24.
94 Monterrey histórico
pertenecer a uno u otro tipo. Pero, ¿de qué manera esta élite se vio influenciada
por los medios propios de su origen o a causa de qué acontecimientos se vio
determinada a perfilar partidismos?, pasaremos a ese punto.
Pero no sólo en ese hecho se manifestó su rivalidad, sino que ambos per-
sonajes continuaron siendo influyentes al establecerse la república federal y se
convirtieron en modelos a seguir para algunos miembros de la élite política nue-
voleonesa que se identifican con uno u otro bando.
Óscar Flores 97
11 Mateos en Derbez, 2007:3. Véase también Cossío, 1946: 210, 221. Tomo V. En que detalla que Irineo
Castillón era de los miembros más prominentes de la masonería.
98 Monterrey histórico
12 AGENL., Fondo Correspondencia de Alcaldes Primeros, Caja 1, 22 de abril de 1825. Nota: no se cuenta
con el contenido escrito del anónimo.
13 AGENL., Asuntos Eclesiásticos, caja 4, exp. 123. En adelante AE.4/123.
Óscar Flores 99
Conjugación antimasónica16
nuevoleonesa eligió a Pedraza debido a que se identificaban más con él, incluso
en el congreso estatal la mayoría de los diputados propietarios, (10) votaron
por el general Pedraza, en contra de un voto que tuvo Bustamante y ninguno
Guerrero.19
Pero poco les duró el gusto a los partidarios de Pedraza, pues en septiembre
de 1828 Santa Anna, entonces gobernador de Veracruz, se pronunció en
contra del gobierno, declaró nulas las elecciones y exigió validar la elección de
Guerrero. Esta proclamación fue tomada por el gobierno de Nuevo León como
un ataque a las instituciones y una rebelión de anarquista.20 Debido a todo este
conflictivo ambiente partidista el congreso de la unión expidió el 25 de octubre
la ley que prohibió todas las sociedades secretas.
19 AHM., Fondo Correspondencia, Serie Diversos, Colección IMPRESOS II, Vol. 20, Exp. 14, Folio 37, 25 de
noviembre de 1828.
20 AGENL., Gazeta núm. 115, 9 de octubre de 1828.
21 AHM., Fondo: Reglamentos, Decretos y Circulares, Serie Estatales, Colección Principal, Vol. 10, Exp. 2,
Folio 58, fecha 21 de agosto de 1831.
22 La preocupación por parte del gobierno sobre las elecciones en los estados llegó a tal grado que en una
sesión del Congreso con fecha de 14 de marzo de 1829, los diputados Francisco Arroyo y Leandro Gómez
propusieron un decreto que señalaba principalmente en su primer artículo, la creación de una comisión
formada por el ayuntamiento que debía participar en la junta electoral primaria, por otra parte el art. 5
señalaba que el repartimiento de listas sería considerado como un delito que debía ser penado. Para más
referencias consultar: AHCENL, Diario de debates tomo 4, sesión 14 marzo 1829.
102 Monterrey histórico
reclame este abuso (…); no faltó quien por el contrario dijera, que sólo
era prohibido a los que no pagaban dicha contribución nombrar a los
electores, pero que de ninguna manera se les prohibía elegir escrutadores
y secretario (...). Y este acto se concluyó con la voz del ciudadano Pedro
Treviño y Pereira quien dijo: el pueblo soberano tiene fuerza en que
hacerse respetar.27
27 Ibíd.
28 Ibíd.
29 Ibíd.
30 Ibíd.
104 Monterrey histórico
Por lo pronto y sin duda el juez de la causa Juan de la Garza Ayala ordenó
la aprehensión del secretario y los dos escrutadores bajo la seguridad corres-
pondiente, y cada uno presentó sus respectivas declaraciones. Sin embargo,
uno de los escrutadores, Francisco Iglesias presentó una solicitud de libertad
bajo fianza que le fue concedida.33 En cambio a Manuel María de Llano se
le mantuvo en rigurosa prisión, incomunicado, y seguramente como afirma el
mismo de Llano con el objeto de “asegurar el éxito de la presente elección, no
habiéndose verificado, se teme que pueda influir de algún modo en ellas, y para
que los electores intimidados con su prisión, ni puedan vacilar en excluirme a
mi, y a toda mi familia (….)”.34
31 Ibíd. Oficio con fecha. 13 de diciembre de 1830.
32 Ibíd. 14 de diciembre de 1830. Firmas Arroyo, González.
33 Ibíd. (foja 37).
34 Los resultados del primer escrutinio en las elecciones primarias fueron: Alcalde I Manuel María de Llano,
Pedro Treviño y Pereyra el de suplente, Camilo Gutiérrez, una regiduría; de Llano, Julián y Francisco, ocuparon
3 puestos de elector secundario, esta lista incluía también a Camilo Gutiérrez, Francisco Tomás Iglesias y Pedro
Treviño. Véase Derbez, 2007: 44.
Óscar Flores 105
La teoría del complot fue todo un escándalo, pero el licenciado don Luís
Gonzaga Martínez, defensor nombrado en la causa criminal contra don Re-
fugio Flores, exigió ponerlo en libertad y abogaba: “han depuesto algunos
testigos que el referido Refugio consiguió persuadir la guardia que custodiaba
la persona de don Manuel María de Llano, para pedirle un medicamento a una
hija suya que se hallaba sumamente agraviada”,36 con este y otros argumentos
del defensor de Flores y los implicados en la conspiración pudieron quedar
libres y en el goce de su ciudadanía.
35 AGENL., CL22/346. Causa criminal contra el reo Refugio Flores, acusado de conspiración. Se decía que con
la pronunciación Manuel de Llano acabaría con los abusos de administración de caudales, y de esta manera
habría suficiente dinero para asistir bien las tropas.
36 Ibíd.
37 AGENL., CL20/335. Oficio con fecha, 29 de diciembre de 1831. 15 fojas.
106 Monterrey histórico
38 En diferentes números de la Gaceta se puede leer la controversia generada con las elecciones y con
los hechos ocurridos en las elecciones primarias: tráfico, contrato de elecciones, “el podersito” usado para
referirse al grupo liberal, son algunos de los términos con que se expresaba la prensa de gobierno. Véase
AGENL, Gaceta Constitucional 174- 19 de noviembre de 1829, 232- 30 de diciembre de1830, 239- 17 de
febrero de 1831.
39 AHCENL., Gaceta Constitucional 183, 28 de enero de 1830. Con anterioridad los De Llano conocían a de
la Rosa (apoderado el carmesí). Este escritor fue defendido por los Llano cuando éste escribió un impreso en
Saltillo titulado fenómeno raro acaecido en Nuevo León, en donde criticaba al gobernador Joaquín García por
el destierro que le fue impuesto en Monterrey.
40 Ibíd. El defensor de los liberales fue Antonio de la Guerra Saldívar, éste se encargó de desvanecer todos
los cargos imputados en la causa de las elecciones primarias en contra del secretario y los dos escrutadores:
los puntos más importante de la defensa fueron: 1.Reclamo por la falta del auto de incomunicación,
2.Desvanecimiento del cargo hecho al secretario por no hacer la lectura correspondiente de las listas porque
Óscar Flores 107
algunas listas fueron remitidas desde las casas, y fue necesario prescindir de la lectura por premura de tiempo
y 3. Sobre el aumento de votos, injurias, existen también otras irregularidades por las que se justifica que la
junta, en uso de sus atribuciones dejó de computar sufragios y otras que podían serlo dejó de anotarles, por lo
cual se encontraban entre los sufragados tres personas de un mismo nombre, (.....) la acción de injurias nunca
se negó, pero al no haberse presentado causa alguna promovida, no procedió dicho juicio. Véase AGENL,
CL20/335. Oficio con fecha 3 de marzo de 1831.
41 AHM., Fondo Capital de Estado, Sección Gacetas y Periódicos, Colección IMPRESOS II, Vol. 21, exp. 3,
folio 1.
42 AGENL., Gaceta Constitucional 242, 10 de marzo de 1831.
43 AGENL., CL22/347. 16 de julio de 1831. Véase también AHCENL, Gaceta Constitucional 261, 21 de julio
de 1831 y 263, 4 de agosto de 1831.
108 Monterrey histórico
44 Ibíd.
45 En el Antagonista no. 19 se dio a conocer un acta en donde se decía que De Llano había ganado el pleito.
De Mier había aceptado su culpabilidad, habiéndose publicado en ese mismo día una retractación de lo dicho
primeramente. Véase Zapata, 1988:15.
46 AGENL., CL22/347. 20 de julio de 1831.
47 Consultar Derbez, 2007.
Óscar Flores 109
actitud desafiante le respondió diciendo que no podía valerse por la fuerza para
hacerse obedecer y que se iba a su casa.54
Quisiera Sr. Exmo. que se arrancara del tiempo, si posible fuera, una
época tan amarga, y tan fecunda “en desavenencias” (… ) aún es tiempo
que V.E extienda su mano protectora y benéfica para cortar de raíz los
gérmenes de esta discordia (…), renazca entre nosotros una nueva época
de felicidad y unión.58
Finalizó el escrito diciendo que tanto él cómo sus socios protestaban una
ciega obediencia, respeto y sumisión a las autoridades, además de no emplearse
más en escritos que cedan en desaire de ellas.59 Este escrito fue llevado al go-
60 AGENL., Gaceta Constitucional no. 273, 13 de octubre de 1831 y no. 274, 20 de octubre de 1831.
61 AHCENL., Suplemento de la Gaceta Constitucional no. 266, 25 de agosto de 1831.
62 AGENL., CL22/348. Oficio con fecha del 23 de agosto de 1831.
63 AGENL., Gaceta Constitucional no. 269, 15 de septiembre de 1831.
112 Monterrey histórico
Para la felicidad del género humano pasó ya y para no volver jamás, la fu-
nesta época de horror y tiranía en que algunas familias prevalidas de la
injustas prerrogativas sobre las sociedades, e investidas al canto de cuan-
tos vicios es susceptible la fragilidad humana, dominaban y disponían a
su antojo de la suerte de los pueblos, considerándolos como un rebaño
de ovejas que constituían su legítimo patrimonio: esta época de abjección
y abatimiento voló para siempre de Nuevo León, según el art. 2 de la
constitución.72
La Gaceta declaró además que el público había sido testigo imparcial y dis-
creto de la contienda, y que ésta ha sido cerrada a favor del gobierno, añaden
que el pueblo debe aprender a reconocer los enemigos del estado, aspirantes
políticos, como El Antagonista, terminando de esta manera uno de los años
más controversiales en la historia de Nuevo León.
Óscar Flores 115
Comentario Final
Fuentes Consultadas
Archivos
AGENL.
Gaceta Constitucional, Monterrey, 1830-1831.
El Antagonista, Monterrey, 1830-1831.
AHCENL.
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UANL.
118 Monterrey histórico
Óscar Flores 119
Resumen
Introducción
tales acontecimientos. Ante los conflictos emergidos de las pugnas entre con-
servadores y liberales en la capital del país y sus repercusiones nacionales,
surgía la respuesta de la élite local regiomontana, que hacía valer su poder de
decisión en la región, quienes también:
La guerra con ellos (los indios), sobre la mayor parte de los pueblos del
Estado, nos arrebata con frecuencia, la seguridad que pudiéramos dis-
frutar sin esta plaga desoladora. La impotencia que hasta aquí hemos
manifestado respecto a ella, es una de las cosas que más nos deshonran
ante los ojos de las naciones extranjeras.2
1 AGENL., (Archivo General del Estado de Nuevo León), Alcaldes, Lampazos, c-7, 14 de mayo de 1846.
2 AGENL., Memorias; José María Parás, 1849, p. 5.
3 Cfr. AGENL., Sección Concluidos, expedientes CL36/618, 1840, 297 ff., también véase Reséndiz, 1983.
Óscar Flores 127
7 AHCENL., (Archivo del Honorable Congreso del Estado de Nuevo León), Expedientes, c-12, 16 de junio de
1846.
8 AGENL., Alcaldes, Apodaca, c-2, 19 de julio de 1846.
9 AGENL., Alcaldes, Cerralvo, c-13, 17 de julio de 1846.
10 AGENL., Alcaldes, Higueras, c-2, 16 de mayo de 1846.
11 AHM (Archivo Histórico de Monterrey), Colección Guerra México Estados Unidos, Fondo Capital del De-
partamento, Sección Intervención Norteamericana, Serie Milicias civiles, Volumen 1, Expediente 1, F.2.
12 AGENL., Alcaldes, Lampazos, c-7, 17 de agosto de 1846.
13 AGENL., Alcaldes, Cerralvo, c-13, 4 de julio de 1846.
Óscar Flores 129
Linares, el General en Jefe del Ejército del Norte tomaba medidas drásticas: se
condenaba a muerte a toda persona que hubiera desertado y no se reportara a
su escuadrón en los próximos quince días después de publicadas sus órdenes.14
Muy pronto esta ley sería secundada por los distintos municipios del estado.
Anteriormente en Santa Catarina el alcalde incitaba a sus vecinos a la captura de
estos individuos a cambio de cinco pesos por desertor,15 en Santiago los vecinos
se organizaban en grupos para vigilar entradas y salidas de extraños y así poder
identificar a los desertores;16 de una forma u otra las deserciones y los pretextos
para evadir la actividad militar nos demostraron varias cosas: primero que no
había una conciencia nacional que motivara a la defensa del país y solamente
se comenzó a hacer algo cuando los norteamericanos se encontraban en la
esquina de enfrente; segundo que los reclutamientos forzosos causaron histeria
y rechazo más que razonamiento y orgullo nacional.
Para junio de 1846 la parte norte del Estado de Tamaulipas se encontraba
invadido por la ola de soldados extranjeros. Después de ocupar Matamoros,
los norteamericanos se trasladaron a la Villa de Camargo, a través de la ribera
del río Bravo, y desde allí iniciar la invasión del Estado de Nuevo León. A pala-
bras expresas de Miguel González, “la intención norteamericana era controlar
el noreste de México, cuyo centro se encontraba en Monterrey” (González,
1997: 425).
Monterrey era, según José Sotero Noriega17 “una de las ciudades más
hermosas de la República Mexicana, la capital de la frontera. Situada en un fértil
valle en medio de altísimas y pintorescas montañas, la naturaleza se ostenta en
toda su belleza y vigor” (Noriega, 1980: 4). Era en efecto la Ciudad Santa de
la frontera del norte de México. Inviolada por los efectos de las revoluciones
en México, tendría pronto los efectos devastadores de una guerra sangrienta.
Sotero Noriega (1980), testigo presencial del combate profetizaba lo evidente:
después de las desgracias del río Bravo el torbellino de la guerra la amenazaba
muy inmediatamente y los habitantes preveían un grave y doloroso conflicto.
En agosto de 1846 se recibían los primeros avisos de la presencia anglo-
americana en Nuevo León. Durante algunas horas, Cerralvo es ocupado por
unos cuarenta voluntarios americanos quienes posteriormente se retiraron,18
lo mismo sucedió unos días antes en la Villa de China.19 Ante esta problemática el
ejército mexicano se había trasladado de Linares a Monterrey, para comenzar las
labores de defensa de la ciudad. Las múltiples carencias de que sufría el soldado
mexicano se habían hecho evidentes desde Matamoros. Los víveres que había
solicitado el general Mariano Arista para la defensa del puerto, al gobernador
de Nuevo León, no habían sido conseguidos, prueba de ello es que de las 165
mulas que se solicitaron para transportar maíz, sólo se consiguieron 50 en el
Departamento.20 Por lo tanto era lógico pensar que el ejército mexicano no
estaba preparado para afrontar la guerra. Los primeros desastres en las batallas
de Palo Alto y Resaca de la Palma (al norte de Matamoros, cerca de lo que hoy
es la población de Brownsville, Texas), lo evidenciaban y por lo tanto, la defensa
de Monterrey significaba el recobro de la confianza y del prestigio perdido para
las fuerzas armadas mexicanas.
En agosto de 1846, la ciudad de Guadalajara fue la cuna del golpe federalista
del gral. Mariano Salas, contra el régimen pro-monárquico del Gral. Paredes y
Arrillaga, y que por enésima vez, trajo consigo una serie de confusiones que
originarían en parte la derrota en Monterrey. A mediados de agosto, Salas ya
instalado como presidente de México, nombra General del ejército del norte a
Pedro Ampudia, en sustitución de Francisco Mejía. Sotero Noriega (1980) como
testigo de los hechos menciona que:
Ante el anuncio de que varias villas del Estado estaban ocupadas por los
norteamericanos, las tropas en Monterrey son alistadas. El general Ampudia
cierra filas, decreta la ciudad en estado de sitio y subordina la autoridad civil al
mando militar. Con esto, Ampudia se convirtió en Comandante de la plaza y
Gobernador; ante el informe de que la ciudad estaba convertida en un nido de
desertores y malhechores,23 ordena que nadie salga sin permiso ni pasaporte. Dos
días después anulaba tal decreto porque ponía en entre dicho la honorabilidad
del regiomontano. Ésta sería la primera de una larga lista de contraórdenes.
Para corroborar lo anterior, Pedro Garza Ayala, Alcalde de la Villa de Gua-
dalupe, notifica al Alcalde de Monterrey que ha recibido el oficio que contie-
ne las medidas tomadas por el Jefe de operaciones del Ejército Mexicano, para
defender la plaza, entre ellas, declarar en sitio la capital para resguardarla del
ataque norteamericano.24
El crecimiento del ejército acantonado en Monterrey creció de mil quinien-
tos a cinco mil personas, y por lo tanto se creó la necesidad de almacenar más
parque, alimentos y agua. Los municipios de Marín, Salinas Victoria y San Fran-
cisco (Apodaca) aportaron quinientas fanegas de maíz,25 de la misma forma la
Villa de Guadalupe cooperó con seiscientas.26 Muchos cronistas han atribuido
la derrota de Monterrey a la falta de víveres, pero por los documentos encon-
trados hemos visto que ésta no es una causa que justifique la capitulación ya
que Monterrey se convirtió en un gran granero. Entonces, ¿cuál fue la causa de
la caída de la ciudad?
El avance norteamericano hacia Monterrey provocó pánico inclusive entre
los altos jefes militares mexicanos. El plan original de defensa se sustentaba en
27 AHM., Fondo Capital del Departamento, Sección Intervención Norteamericana, Serie Correspondencia,
Colección Guerra México Estados Unidos, Volumen 1, Expediente 1, Folio 8.
28 AHM., Fondo Capital del Departamento, Sección Intervención Norteamericana, Serie Correspondencia,
Colección Guerra México Estados Unidos, Volumen 1, Expediente 1, Folio 9.
29 AHM., Fondo Capital del Departamento, Sección Intervención Norteamericana, Serie Disposiciones, Colec-
ción Guerra México Estados Unidos (1832-1848), c-1, Expediente 1, Folio 11.
Óscar Flores 133
Ante tal actitud, gran parte de los nuevoleoneses mantuvieron una men-
talidad hostil contra el norteamericano. El Alcalde de Cerralvo recomendaba
que ante la llegada del ejército invasor se retiraran las familias de las poblaciones
30 Diario de Sam Chamberlain, 10 de febrero de 1847, en Pacheco, (1997), op. cit., p. 60.
134 Monterrey histórico
la falta de agua en la ciudad. Sotero Noriega (1980) está convencido de que los
oficiales fueron los que presionaron a Ampudia para que capitulara, ya que
corrían el riesgo de quedar atrapados en la ciudad y ser aniquilados por los nor-
teamericanos. Al final y al parecer Noriega tuvo razón: cuantos sacrificios
estériles, cuanta heroicidad burlada, cuanta cobardía impune y triunfadora.
Miguel González hace a nuestro parecer, el análisis más acertado acerca de
la caída de Monterrey. Él parte de la idea de un conjunto de intrigas entre el
general Pedro Ampudia y los distintos gobernadores que tuvo el estado durante
ese período. Sin consultar, Ampudia rindió la plaza y pidió a Francisco de Paula
Morales que asumiera la gubernatura de manera deshonesta; para nadie es
un secreto que entre Ampudia y la élite política de Nuevo León siempre hubo
relaciones frías. Días después de la capitulación de la ciudad, el gobernador
Morales escribía a México que Ampudia había prometido luchar hasta el último
trance con todas las fuerzas que tenía a su mando, pero no lo hizo, a pesar de
que los víveres almacenados en la Catedral estaban casi íntegros (González,
1997ª: 350).
En la capitulación del 24 de septiembre se estimaban los siguientes acuer-
dos:
2. La ocupación norteamericana:
sus consecuencias regionales
35 AHM., Fondo Monterrey, Capital del Estado (segunda época), Sección Correspondencia, Serie Diversos,
Colección Guerra México Estados Unidos, Volumen 1, Expediente 7, Folio 10.
36 AHM., Fondo Cuartel Maestre Americano, Sección Correspondencia, Serie Políticos, Colección Guerra
México Estados Unidos, Volumen 1, Expediente 1, Folio 12.
37 AGENL., Militares, c-45, 15 de junio de 1847.
38 AGENL., Periódico Oficial (1846), Semanario Político, 6 de octubre de 1846.
39 AHM., Fondo Monterrey en el gobierno interino, Sección Intervención Norteamericana, Serie Informes,
Colección Guerra México Estados Unidos, Volumen 1, Expediente 1, Folio 14.
Óscar Flores 137
Morales realizó durante estos seis meses de peregrinaje una labor ejemplar
al frente del gobierno del Estado. Dos meses después de ocupada Monterrey,
Morales informaba a los municipios que Nuevo León volvería a integrarse a la
Federación y se regiría por la Constitución de 1824 y para ello pidió la opinión
de los municipios. Muy pronto, las muestras de apoyo de algunos municipios
se vieron reflejadas; por una parte el ayuntamiento de Santiago votaba a favor
de la soberanía del estado y de su integración a la Federación;40 y por otra,
Lampazos apoyaba la renovación del pacto de alianza con los otros estados del
país y sugería la integración de un congreso local.41
I.- Toda clase y Descripción de Establecimiento p.a el juego son por ésta
prohibidos- Toda persona, que después de ponerse el Sol, de esta fecha,
abra y tenga directa o indirectamente tal establecimiento, será arrestado y
encarcelado en la prisión de la ciudad a cargo del Alcalde para ser tratado
como los demás presos.-
II.- Se permiten los Billares más han de estar cerrados, ha no ser que
haya excepción Especial, al toque de cajas a las ocho en la retreta. Los
guardias y oficiales que están de guardia, están encargados de la ejecu-
ción más eficaz de estas órdenes- Por autoridad del Gral. en Jefe.
Cuartel Gral. y División. Monterrey, 8 de octubre de 1846.
rantice el envío de una escolta, que lleven las mulas y los arrieros a Camargo, ya
que el peligro está latente por las partidas de Canales y otros.44
44 AHM., Fondo Monterrey en el gobierno interino, Sección Intervención Norteamericana, Serie Decretos y
Reglamentos, Colección Guerra México Estados Unidos, Volumen 2, Expediente 2, Folio 28.
45 Ibíd, 13 de enero de 1847.
46 AHM., Fondo Monterrey en el gobierno interino, Sección Intervención Norteamericana, Serie Decretos y
Reglamentos, Colección Guerra México Estados Unidos (1832-1848), c-1, Expediente 3.
47 AHM., Fondo Monterrey en el gobierno interino, Sección Intervención Norteamericana, Serie Decretos y
Reglamentos, Colección Guerra México Estados Unidos (1832-1848), c-1, Expediente 3, 26 de diciembre de
1846.
48 AGENL., Militares, c-46, 16 de septiembre de 1847.
49 Primer Gobernador del Estado y miembro del grupo ilustrado que manejaba los destinos de Nuevo León
desde la década de los veinte.
140 Monterrey histórico
Comentario Final
Fuentes Consultadas
Archivos
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Revistas
Pacheco, José Emilio. Crónica del 47. Revista, Editorial Clío, México, 1997.
144 Monterrey histórico
Óscar Flores 145
VI
La Feria de Monterrey
y sus espacios.
Comercio e intercambio
a mediados del siglo XIX.
La Feria de Monterrey
y sus espacios.
Comercio e intercambio a
mediados del siglo XIX.
Adela Díaz
CIESAS/Monterrey
Resumen
Introducción
1 En adelante AHMM.
2 En adelante AGENL.
Óscar Flores 151
3 Cerutti define la noción de mercado no sólo al consumo de la población que ingresa en los circuitos
monetizados, sino más bien refiere a que “más mercancías recorran con mayor velocidad espacios más
extensos con la creciente intensificación de los intercambios. Tambien supone la aparición de flujos masivos
de fuerza de trabajo”. (Cerutti, 1987:54). Si bien esta definición corresponde a un análisis del mercado
regional a finales del siglo XIX, el mismo autor aclara que ésto fue perceptible desde la Reforma, periodos en
el que núcleos burgueses empezaron a concentrar fortunas (Cerutti, 1987:55).
152 Monterrey histórico
4 El comercio en la región principalmente con el sur de Estados Unidos contemplaba: alimentos (azúcar),
zapatos, ropa y mercancías, textiles, animales y medios de transporte para los soldados (Guerra de Secesión)
y para conducir el algodón hacia el Río Bravo, así como materias primas para la producción bélica como el
plomo y otros elementos, tales como el azufre, el cobre, la pólvora, el nitrato, entre otros (Cerutti, 1999,
54).
Óscar Flores 153
los actos públicos, las fiestas cívicas, los paseo familiares, entre otros usos. De
acuerdo a la tipología propuesta por Arteaga y Cornejo (1995), este espacio
público, puede ser definido en un doble aspecto: el de carácter mercantil (es-
pacio de venta y compra de productos donde prevalece el valor de cambio) y el
de universo cultural simbólico. Estos elementos se hacían presentes cada mes de
septiembre durante el siglo XIX en la plaza de armas y otras áreas ampliadas
para los eventos de la feria.
A comienzos de los años sesentas, una vez concluida esta guerra civil
a favor de los liberales y encabezada por el ya presidente Benito Juárez, la
situación en el país todavía era complicada. Se dieron nuevas fracturas entre los
mismos liberales que combinados con los resentimientos de los conservadores
generaron un quiebre político entre la federación y algunas regiones. Juárez se
enfrentó a los desacatos y desacuerdos de distintos gobernadores y caudillos,
entre los cuales destacó Santiago Vidaurri en el Noreste. Vidaurri, gobernador
de Nuevo León (y Coahuila) logró establecer en la región un sistema de poder de
sesgos regionales (Cerutti, 1999). Los codiciados derechos de aduana fronterizas
154 Monterrey histórico
3. Situación demográfica y
económica de Monterrey
A mediados de siglo, Monterrey era una ciudad pequeña y todavía rural. De
acuerdo a los censos de 1857 promovidos por el Ayuntamiento, en Monterrey
había 13,769 hombres en tanto 15,817 mujeres, dando un total de 29,613
personas en el área urbana y rural. Hacia 1863, la población no había crecido
de manera importante, ya que se registraron 32,174 personas (ver Mapa 1).5
Mapa 1
9 Obra de albañilería hecha de mampuesto o piedras sin labrar o con labra grosera, unidas con argamasa o
mortero, yeso, cal, cemento, etc. Diccionario enciclopédico (2006).
10 AMM., Actas de cabildo 999, 26/05/1854, 1854/040.
11 No se tiene la certeza de la fecha de construcción, Isidro Vizcaya señala que probablemente este teatro se
haya inaugurado en julio de 1857, por la publicación en el periódico oficial de una nota sobre la llegada de
la compañía Turín (Vizcaya, 2006:60).
Óscar Flores 157
de policía vestidos con el mismo lujo y uniforme que los de México en días
clásicos, cumplieron empeñosamente con su deber; sin molestar a nadie
con los impropios modales y altanería, con que suele abusar en otras par-
tes esta clase de agentes al desempeñar sus funciones.12
Las diligencias brindaban a los viajeros (de Tamaulipas, incluso para aque-
llos que llegaban o iban a Nueva Orleáns) la oportunidad de trasladarse con
regularidad y ciertas comodidades. El viaje era de tres días y medio y costaba
25 pesos por persona.13 El Hotel Águila de Oro, lujoso y con su restaurante
de comida internacional otorgaba la información y boletos para el uso de las
diligencias (era la terminal de las diligencias). Este hotel ubicado cerca del centro
(calle del Teatro, ahora Escobedo) recibía a los pasajeros foráneos y les ofrecía
caballerizas.
Cada año llegaban a Monterrey diferentes avisos de las ferias, por ejemplo
la de Saltillo, la feria de Santa María del Río,15 la Feria de Huejutla,16 la feria de
Ciudad Victoria y Camargo remitidos para su publicación en la Ciudad.17
En el noreste de México, la feria de Saltillo llegó a ser una de las más im-
portantes de la región. Alcanzó su apogeo en los años de 1777 a 1815 (Her-
nández Torres, 2006). Tiempo después, según Hernández Torres (2006) la feria
de Saltillo fue transferida a Monterrey, en función de que esta última ciudad
logró concentrar el poder regional, económico, político-militar y religioso (la
feria, la comandancia y el obispado).
19 La población en la ciudad en 1827 era de 13,674 personas, para 1856 eran 26,000 personas (González
Maíz, 2003: 89), y como ya se mencionó en 1857 existían casi 30,000 personas en Monterrey.
160 Monterrey histórico
20 Según las circulares 46 y 47 del Supremo Gobierno de la Nación, actas 32, 1853/050, 08 de agosto de
1853.
21 Barrera (2006) explica el caso del gobernador Vidaurri y algunos voceros de éste. En los discursos pro-
nunciados el 1 de septiembre, expresaban por ejemplo, “la inconformidad y desconfianza del pueblo nue-
voleonés hacia los gobiernos generales” (pp.183) lo de acuerdo al autor, era parte de cómo los discursos
podían manipular el discurso histórico para justificar el presente y proliferar las ideas requeridas para los fines
políticos.
22 AHMM., Actas de cabildo 999, 1862/031, 01 de septiembre de 1862.
Óscar Flores 161
Cuadro 1
Cuadro 2
Los contratos con los empresarios podían o no incluir las diversiones pú-
blicas, aunque por lo general se remataba por separado. Por ejemplo, en 1861,
en el contrato celebrado con el postor se acordó que la diversión de caballitos
y demás diversiones de la temporada con excepción los cosmoramas se rema-
tarían por separado.
Pido al muy Ylustre [sic] Ayuntamiento que para nivelar el comercio de esta
Ciudad con el del Saltillo, a quien se le concedió en el año prócsimo [sic]
pasado ser libres del pago de todos los efectos nacionales y estranjeros
[sic] que se introduzcan a aquella Ciudad durante la feria, se sirva elevar
por el conducto debido, una esposicion [sic] al Supremo Gobierno solici-
tando igual gracia para la feria de esta Capital.40
37 AHMM., Actas de cabildo 999, 1856/042, 01 de octubre de1856.
38 AHMM., Actas de cabildo 999, 1857/048, 31 de agosto de 1857.
39 La alcabala es una figura fiscal utilizada desde el régimen hacendístico hispano, incorporado a la Nueva
España. Era un impuesto que gravaba las transacciones mercantiles de bienes muebles, inmuebles y semo-
vientes, pero en realidad funcionó como un impuesto a la circulación.
40 AHMM., Actas de cabildo 999, 1855/018, 09 de abril de 1855.
166 Monterrey histórico
Comercio en Monterrey.
Cuadro 3
Cuadro 4
49 Por ejemplo Mariano Escobedo, general en jefe del Ejército del Norte.
50 Suma en la que fue rematada.
51 AHMM., Actas de cabildo 999, 1858/003, 11 de enero de 1858.
52 Como parte de la sentencia de los presos, éstos realizaban trabajos en las obras públicas de la ciudad.
53 AHMM., Actas de cabildo 999, 1858/032, 10 de agosto de 1858.
54 AHMM., Actas de cabildo 999, 1858/003, 11de enero de 1858.
55 AHMM., Actas de cabildo 999, 1859/001, 03 de enero de 1859.
170 Monterrey histórico
gobierno estatal tenía con la ciudad.55 No fue sino hasta 1861 que el gobierno
del Estado aprobó la compra del terreno de la plaza de toros conforme a la ley
del 24 de Octubre de 1860.56
Casi todos los pueblos del estado han contestado que está recomponiendo
los [caminos] de sus respectivas jurisdicciones y sólo faltan los avisos de los
más lejanos que se recibirán pronto en el mismo sentido. Allanadas las
dificultades que había en un punto a caminos por su mal estado, el comer-
cio recibirá con ésto un alivio y los pueblos los bienes que son consiguien-
tes, mientras se emprenden ésas obras de una manera más útil y se hacen
mejoras definitivas en los caminos principales.62
Corrida de Toros.
Óscar Flores 173
Comentario Final
La feria de Monterrey significaba en primera instancia un derrame econó-
mico importante, el municipio aumentaba sus recaudaciones administrativas
derivado de los impuestos a los comerciantes y las ventas de las plazas del
mercado y de la plaza de toros, siendo éstas las que reportaban mayores in-
gresos. Los habitantes adquirían artículos y servicios que en otros momentos
del año no podían conseguirse.
La feria significaba un espacio estratégico en el que la ciudad fortalecía
sus actividades económicas, se posicionaba cada vez más en la región como
una de las ferias más esperadas. Esto en un contexto en el que la economía
local se fortalecía en un ámbito regional y en el que Monterrey era uno de
los centros fundamentales del comercio y posteriormente de la industria. Sin
duda las ferias eran parte de esta dinámica regional en la que los capitales
empezaban a solidificarse.
Los habitantes de Monterrey, de los poblados de Nuevo León y de otros
estados se veían favorecidos por las actividades de la feria. La circulación de
recursos se daba no sólo en la ciudad, sino a lo largo del recorrido que los
visitantes y los propios comerciantes realizaban desde sus lugares de origen a
Monterrey. Los contactos y vínculos se solidificaban en este recorrido que año
tras año tenía lugar.
A pesar de la inseguridad en los caminos, de enfrentamientos bélicos béli-
cos continuos que afectaban la vida cotidiana de los habitantes de Monterrey y
alrededor, las ferias lograron subsistir como fuentes de ingresos, de intercambios
y de recreación popular.
174 Monterrey histórico
Feria en Monterrey.
Óscar Flores 175
Fuentes Consultadas
Archivos
Referencias Bibliográficas
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176 Monterrey histórico
Amos y Sirvientes en
Nuevo León, 1820-1860
VII
Amos y Sirvientes en
Nuevo León, 1820-1860
Benjamín Galindo
Secretaría de Educación de Nuevo León
Resumen
Introducción
1. Ciudadanos propietarios y
trabajadores no libres
El Estado de Nuevo León tenía en 1826, 83,033 habitantes repartidos en
22 municipalidades. De acuerdo a su economía y población las ciudades más
importantes eran Monterrey, 12,282 habitantes; Montemorelos 8,633; Cade-
reyta Jiménez, 8,334; y Linares 7,378.
1 AGENL., Plan que manifiesta el caso general del Estado de Nuevo León con respecto a su población y clases
de habitantes que se componen, 1826.
2 AGENL., Censo de 1827.
184 Monterrey histórico
3 AGENL., Estado que demuestra el número de habitantes que tiene el Estado, según el censo formado para
el año corriente de 1834.
4 Esta mansedumbre del trabajador del Noreste parece mantenerse durante todo el siglo XIX. En 1891, El
Informe Gresswell destacaba las cualidades del trabajador norteño: contento y satisfecho con su trabajo,
obediencia ciega a su amo, fuerte, sano y pacífico. El trabajador de la región recibía su paga en ropa y pro-
visiones de la tienda de raya asentada en la hacienda, podía habilitarse de cualquier capricho por el resto de
su salario pues según el informe aludido no conocían ni el uso ni el valor del dinero. El Informe Gresweell. En
Actas vol. 1 Número 2 de julio-diciembre de 2002, con comentarios de Jesús Ávila.
Óscar Flores 185
3. La justicia legal
Las leyes, decretos y reglamentos de la época son bastante ilustrativos
al priorizar el carácter policial del gobierno sobre otras funciones, el artículo
128 de la Constitución Federalista de 1825 facultaba al poder ejecutivo hacer
que se ejerciera por las autoridades municipales la corrección de vagos, desco-
nocidos, ociosos y mal entretenidos, locos, mendigos, voluntarios y muchachas
desamparadas. El mismo texto constitucional hacía más opresiva la suerte de
buena parte de la población local y de los trabajadores provenientes de otras
entidades del país al establecerse que en caso de la consumación de un delito,
la sola circunstancia de vago, mal entretenido, desconocido o de no tener casa,
oficio o modo de vivir conocido, eran indicios suficientes para recluir a una per-
sona en la cárcel mientras se averiguara al autor del delito. Sobra decir que esto
era una artimaña para tener en todo momento disposición de mano de obra
barata por los propietarios de haciendas, moliendas y obrajes. Al respecto el
acta levantada el 26 de abril de 1827 por el congreso del Estado de Nuevo León
ordenaba a los ayuntamientos formar una lista de los capitalistas, agricultores y
ganaderos para que en sus casas recogieran a los mendigos y los ocuparan en
sus propiedades a cambio de alimentos y vestidos.
Aunque había movilidad de los trabajadores ésta era supeditada a las nece-
sidades del patrón, la condición de sirviente nunca cambiaba, para alquilarse
temporal o definitivamente con otro patrón tenía que solicitar permiso escrito
del amo anterior.
Se cuidaba por parte de las autoridades municipales evitar que en los pue-
blos de su jurisdicción vivieran vagos, borrachos consuetudinarios jugadores, al
igual que individuos mal entretenidos o sin destino.
l Los hijos de familia que no obedecen a sus padres, llevan una vida es-
candalosa y no se aplican a la carrera que les ponen.
l Los que gracias a la reputación o posición de su familia no respetan la
justicia violando los horarios regulares dedicados a la música o el baile.
l Los que teniendo oficio no lo ejercen hasta por un año sin tener justi-
ficación.
l Los jornaleros que la mayor parte del tiempo no trabajan.
Toda la legislación producida durante la primera mitad del siglo XIX tiene
un marcado carácter represor hacia las clases laboriosas, están orientadas hacia
la adquisición de mano de obra barata o gratuita.
modo impide a los padres, amos, etc., que usen correctivos más eficaces
para evitar las faltas domésticas… y para el ejemplo de los demás que
pertenecen a esa sociedad íntima que con razón se llama doméstica
(Peniche. 1999: 21).
4. Los perseguidos
El acoso y persecución de los individuos segregados debido a su carencia de
propiedades, profesión o empleo se dio con mucha virulencia durante toda la
primera mitad del siglo XIX. Desertores de la milicia, fugitivos de las haciendas
o vagabundos rurales, todos compartían la condición de ilegales en un país
que sólo de nombre era su patria. Este grupo de personas inevitables aunque
necesarios, en la visión de los ciudadanos honrados y pudientes eran poten-
ciales delincuentes, casi tanto como el ladrón profesional y el homicida, por lo
tanto constituía un deber cívico-cristiano y rentable examinarlos, confinarlos y
corregirlos por la vía del trabajo permanente en las haciendas y obrajes, sólo
así podían ser tolerados, de no ser posible quedaban el destierro y el presidio.
públicas, hasta en tanto encuentra una persona que pague por él. Tras-
críbase esta resolución al citado Alcalde primero para que cuide de su
cumplimiento y le notifique a la Sra. Larralde y Albear, archivándose el
expediente.11
Comentario Final
Fuentes Consultadas
Archivos
AGENL, Monterrey.
Censos, 1827, 1834.
Constituciones del Estado de Nuevo León, 1825, 1857 y 1874.
Reglamento para el Gobierno Interior de los Municipios del Estado de Nuevo León,
1825.
Sección Concluidos.
Sección Justicia.
Sección Trabajo/Sirvientes, 1859-1929.
AHMM, Monterrey.
Actas de Cabildo.
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GONZÁLEZ QUIROGA, Miguel (2006): “La relación entre Nuevo León y Texas en el siglo XIX”, en
Isabel Ortega Ridaura, El Noreste–Reflexiones. Monterrey: Fondo Editorial de Nuevo León.
196 Monterrey histórico
Trabajadores.
198 Monterrey histórico
Barrio Antiguo.
Óscar Flores 199
VIII
Entre la traición y
el patriotismo:
nuevoleoneses ante
la Intervención
Francesa (1864)
Entre la traición y
el patriotismo:
nuevoleoneses ante la
Intervención Francesa (1864)
Roberto Lara
Universidad Autónoma de Nuevo León
Resumen
de archivo, los hechos que aluden a estos individuos apuntan más hacia la
ambivalencia ideológica que caracterizó al pragmatismo político del siglo XIX
y no, como lo ha expresado la historiografía local, a favor de la clasificación
maniquea de patriotas y traidores.
Óscar Flores 203
Introducción
1 A la par de la abierta adhesión al Imperio que hicieron militares como Tomás O’ Horan, José López Uraga
e incluso el exiliado Antonio López de Santa Anna, se pronunciaron por la Intervención una importante can-
tidad de políticos liberales moderados, quienes llegaron a pertenecer al gabinete de Maximiliano.
Óscar Flores 205
2 Esta batalla, en la que el general francés Achilles Francois Bazaine y los conservadores derrotaron al Cuerpo de
Ejército del Centro dirigido por el general Ignacio Comonfort, significó la definitiva capitulación de Puebla.
Óscar Flores 207
También años más tarde, en agosto de 1861, el asilo político que Vidaurri
le otorgó al ex-presidente Ignacio Comonfort suscitó una nueva confrontación
entre el gobierno estatal y Benito Juárez. A las válidas peticiones que hizo el
ejecutivo nacional para que se enviara a México al general Comonfort, con
el fin de someterlo a juicio por su implicación en el golpe de Estado que dio Félix
María Zuloaga en diciembre de 1857 (acto que desencadenó el conflicto de
Tres Años), Santiago Vidaurri contestó con una rotunda negativa basada en la
importancia histórica del general en la Revolución de Ayutla y en artilugios jurí-
dicos sobre su legitimidad presidencial al momento de la insurrección.3
3 Archivo Histórico de Monterrey (en adelante AHM); Ramo Civil; Volumen 274; Expediente 63.
Óscar Flores 209
3. Julián Quiroga
Como ya lo mencioné, uno de los más importantes militares allegados a
Santiago Vidaurri fue Julián Quiroga. Originario de Ciénega de Flores (1829),
desde muy joven había colaborado activamente en la defensa municipal contra
las sorpresivas incursiones de los indígenas seminómadas (CAVAZOS, 1984: 383),
lo que a la postre le permitió identificarse con las necesidades y fines de la po-
blación local. Asimismo, como la mayoría de los oficiales del Ejército del Norte,
la continua lucha contra el bárbaro posibilitó la interiorización de patrones
singulares de estrategia y organización bélicas que diferían en sumo grado de
los combates regulares a la usanza occidental, sino que antes bien podían tener
parangón con la guerra de guerrillas.
4 Archivo General del Estado de Nuevo León (en adelante AGENL); Fondo Intervención Francesa; Caja 6; 11
de mayo de 1864.
5 AGENL., Fondo Intervención Francesa; Caja 6; 5 de marzo de 1864.
210 Monterrey histórico
El éxito relativo de Julián Quiroga durante este período estuvo, sin lugar a
dudas, fincado en la simpatía e identificación ideológica que diversas poblaciones
de Nuevo León exteriorizaban hacia su movimiento, amén de su talento militar
y el conocimiento geográfico del terreno en que efectuaba sus operaciones.
Antipáticos frente a un gobierno central que había relegado sus necesidades
más básicas, como el apoyo ante las permanentes correrías indígenas, y que
ahora clamaba “legalmente” ayuda para una guerra que les era enteramente
extraña y contraria, muchos neoleoneses proporcionarón armas, suministros,
caballos e inclusive sus servicios a un militar en quien veían al campeón defensor
de los intereses regionales.
de la entidad (ver anexo 2).12 Investido así con amplias facultades y al mando
de una tropa respetable, las autoridades pensaron que Fernández García daría
traste a las pretensiones de Quiroga y Vidaurri en la región, ideal que desafor-
tunadamente para la causa republicana no se cumplió.
5. Ruperto Martínez
El último de los personajes analizados en este recuento individual es el
coronel Ruperto Martínez. Originario de Higueras, Nuevo León, donde nació
el 16 de mayo de 1831, en la etapa previa a la Intervención Francesa se desem-
peñó como “administrador de los bienes del gobernador Santiago Vidaurri en
la mesa de Catujanos, en Lampazos, como mayordomo, al cuidado de la ca-
ballada” (CAVAZOS, 1984: 294), lo que hace suponer que simpatizaba con el
regionalismo autónomo del mandatario estatal. Según información de la mis-
ma fuente, se incorporó en 1863 a la Guardia Nacional como capitán de la
compañía organizada en su pueblo natal para combatir a la invasión extranjera
(CAVAZOS, 1984: 294).
En otro hecho similar, días más tarde el gobernador giró instrucciones es-
pecíficas a Ruperto Martínez para que protegiera a las mulas y caballos que
eran pretendidos por un contingente de la División de Guanajuato, el cual había
salido de Saltillo rumbo a la Hacienda del Álamo para hacerse a la fuerza de las
bestias que tan necesarias eran para el flete de víveres y pertrechos militares,
6. Convergencias en la Historia
Como lo anticipamos, las actividades de Julián Quiroga, Jesús Fernández
García y Ruperto Martínez convergieron durante un breve lapso de tiempo en
el segundo semestre de 1864. Juzgados bajo la óptica maniqueísta de buenos
y malos, republicanos e imperialistas, patriotas y traidores, la historiografía exis-
tente sobre los personajes parece tener la última palabra, tanto más si tomamos
en cuenta la relevancia final de estos militares en lucha general contra el Imperio
de Maximiliano. Sin embargo, la disciplina histórica no puede ignorar las con-
tradicciones y paradojas que de las fuentes documentales pueden resultar, ya
que ellas dimensionan en su justo valor los hechos y actores de la Historia; en
nuestro caso, desmitifican pero humanizan a los militares analizados.
actual Presidente Don Benito Juárez y que original acompaño a Usted para
los efectos consiguientes.16
militares neoleoneses hacia las medidas del gobierno de Juárez. Por ende, era
más fácil que Fernández García y, en su caso, Ruperto Martínez se afiliaran
temporalmente a las intenciones regionalistas del binomio Vidaurri-Quiroga,
que si bien defendían simuladamente intereses personales en un contexto que
les ofrecía posibilidades limitadas de desarrollo político, por lo menos conocían
las necesidades locales y trataban de que Nuevo León se mantuviera ajeno a las
vicisitudes de la resistencia mexicana y todo lo que ello conlleva.
Para agosto de 1864 era virtualmente un hecho que los poderes nacionales
saldrían de Monterrey ante la reanudación del avance francés. Aunque se pensó
en fortificar el Cañón de la Angostura situado en Coahuila, como décadas antes
lo había hecho exitosamente el general norteamericano Zachary Taylor frente
al ejército de Santa Anna, lo cierto es que en el sur y este del Estado no había
fuerzas suficientes para rechazar un sorpresivo ataque enemigo. Por otra parte
seguía latente el peligro de que las guerrillas de Julián Quiroga se aproximaran
excesivamente a la capital y pusieran en jaque al gabinete de Juárez y a las
tropas que estaban acantonadas en ella. No obstante, sucedió lo imprevisto.
El 5 de agosto, por orden del propio Julián Quiroga las autoridades inte-
rinas del Distrito del Norte pusieron en libertad al coronel Fernández y a sus
acompañantes:
Por el oficio de Usted, fecha del 5 del corriente, queda enterado con
satisfacción el C. Gobernador y Comandante Militar, de haberse Usted
vuelto a encargar de esa jefatura, de que [estamos superando] a causa
de las dificultades, […] terminadas que hubo entre el Coronel C. Ju-
lián Quiroga y los Gobiernos gral. de la Nación y particularmente del
Estado.20
Incluso, para darnos una idea del estado que habían alcanzado las relacio-
nes entre Quiroga y las autoridades se encuentra el hecho de que las últimas
permitieran que las fuerzas del primero acamparan en la periferia de Monterrey,
específicamente en las llamadas Labores Nuevas, las cuales se ubicaban a poco
menos de 10 kilómetros al oriente de la ciudad. Esto se puede verificar en la
queja que interpuso a las autoridades el entonces Jefe Político y Comandante
Militar del Distrito del Centro, Lázaro Garza Ayala, el 11 de agosto de 1864
acerca de algunos desórdenes en la zona cometidos por los escuadrones de
Julián Quiroga y Pedro de León.21
Expreso a Usted por esta vez primera las seguridades de mi atenta consi-
deración y aprecio.
Santiago Vidaurri.
Comentario Final
No cabe duda que las actividades de Julián Quiroga, Ruperto Martínez y
Jesús Fernández García pueden enmarcarse en la inestable dinámica político-
militar que caracterizó al México decimonónico. En este contexto, las filiaciones
ideológicas de naturaleza individual y grupal, así como el consecuente apoyo a
antagónicos grupos de poder se encontraban delineados más por la búsqueda
de beneficios personales que por el apego a idealismos doctrinarios. Dicho fenó-
meno fue más palpable en épocas de conflictos armados, como sucedió durante
los primeros tres años de la Intervención Francesa.
ANEXO 1
Gobernador y Comandante militar del Estado de Nuevo León, a sus habitantes sabed:
Que en uso de las amplias facultades de que me hallo investido, he tenido a bien decretar lo si-
guiente.
Art. 1º Se divide el Estado en tres Distritos, que se denominarán del Norte, del Centro y del Sur y
comprenderán las siguientes municipalidades.
Art. 2º El gobierno nombrará en cada distrito un ciudadano que funcione como Jefe Político y co-
mandante militar, con entera sujeción al mismo gobierno. Su residencia será, en el Distrito del norte, la Villa
de Sabinas Hidalgo, en el centro esta Capital, y en el sur la ciudad de Linares, sin perjuicio de poderse trasladar
temporalmente cuando las circunstancias lo exigieren, a otro lugar del mismo Distrito.
Art. 3º Los Jefes políticos y comandantes militares son los encargados de guardar y hacer guardar
la tranquilidad y el orden público, y a ellos están subordinadas las demás autoridades del Distrito. Sus
providencias pueden extenderse en el orden económico y gubernativo, a todo lo que facilite la pronta y
expedita administración y el buen servicio público, y sólo están sujetos al Gobernador y Comandante militar
del Estado, a quien siempre darán cuenta para su conocimiento y superior resolución.
224 Monterrey histórico
Art. 4º Corresponde a los mismos, circular, publicar y hacer cumplir, bajo su más estrecha responsabilidad,
los decretos, circulares y órdenes del Gobierno del Estado, y son el conducto de comunicación del mismo
Gobierno, para con los pueblos de su mando.
Art. 5º La Guardia Nacional de los Distritos y demás fuerzas para el servicio de las armas que se levanten
en los mismos, mientras permanecieren en ellos, están bajo las inmediatas órdenes de los jefes políticos
y comandantes militares respectivos, y todas las que expidieren sobre el particular serán acatadas y obe-
decidas por las mismas autoridades del Distrito.
Art. 6º Siendo el establecimiento de las comandancias militares de los Distritos una exigencia provisional,
por virtud de la guerra que el Estado tiene la obligación de sostener para repeler la invasión extranjera, los
jefes políticos que las sirvan, quedan investidos con amplias facultades:
2º Para disponer del fondo de exentos de la Guardia Nacional, del designado y que en adelante se
designare al ramo de guerra; para promover otros arbitrios y para imponer y distribuir entre los vecinos
del distrito las prestaciones extraordinarias, los servicios y las demás cargas conducentes a poner el
mismo distrito en la actitud de guerra que exigen las presentes circunstancias.
3º Para nombrar ciudadanos de su confianza que desempeñen en los pueblos de su jurisdicción con el
nombre de agentes particulares de las mismas Jefaturas y Comandancias, las comisiones que juzguen
conveniente encomendarles. Los agentes llevarán en todo caso instrucciones por escrito, y en ellas se
expresará la clase de facultades con que se les haya investido. El Jefe Político y Comandante militar
al acordar tales comisiones, dará cuenta al Gobierno, acompañándole copia de las instrucciones que
diere.
4º Para remover a las autoridades que por temor, apatía, o cualquier otro motivo fuesen morosas en el
cumplimiento de sus deberes o de las órdenes que les comunicaren, y para nombrar las personas que
las sustituyan.
5º Para aplicar multas que no excederán de cien pesos, y llevarlas a efecto, a reserva de la posterior
resolución que recayere de este Gobierno. Tales multas serán aplicadas al ramo de guerra.
Art. 7º El Gobierno al hacer los nombramientos de los ciudadanos que deben desempeñar las Jefaturas
y Comandancias militares, designará la dotación de empleados que a cada uno corresponda, y los haberes
que tengan derecho a percibir.
ANEXO 2
Lista de soldados [de las municipalidades] que por orden del Gobierno de este Estado se han entregado a la
Mayoría General de orden:
Gral. Zuazua
1er. contingente (18 de mayo) = 7
2do. contingente; Nuevo cupo (11 de junio) = 6
Total = 13 hombres
Notas: El 1er. contingente pasó a las órdenes de Jesús Fernández García.
Higueras
1er. contingente (18 de mayo) = 6 hombres
Notas: El contingente se entregó a Jesús Fernández García
l 1 exceptuado por la entrega de 2 rifles.
Monterrey
1er. contingente (18 de mayo) = 48
2do. contingente = 31
3er. contingente = 190
4to. contingente = 12
5to. contingente = 27
6to. contingente (1º de julio) = 3
Total = 311 hombres
Notas: El 2do. contingente fueron individuos sacados de la cárcel por el Gobierno General.
l El 3er. contingente lo conformaron los individuos que fueron tomados por diversos militares, según
los nombres y cantidades que siguen: 93 hombres tomados por el Teniente Coronel Lozano; 74 hom-
bres tomados por el Teniente Coronel [Vara]; 21 hombres tomados por el Coronel Crespo; y 2 más
sin documentos.
l El 4to. contingente fue entregado al Gral. Quezada.
l El 5to. contingente fue entregado al Coronel Jesús Fernández García.
l Existió sólo 1 excepción por la entrega de dos rifles.
Montemorelos
1er. contingente = 26
2do. contingente (12 de mayo) = 7
3er. contingente (12 de mayo) = 25
4to. contingente (18 de mayo) = 22
5to. contingente; Nuevo cupo (5 de junio) = 33
Total = 113 hombres
Notas: En el 1er. contingente se encontraban enrolados 1 sargento 2do. y 2 cabos. En el 3er. contingente
se aprecia igualmente 1 sargento 2do. y 2 cabos.
l El 1er, 2do. y 3er. contingente pasaron a las fuerzas del Coronel Jesús Fernández García.
l 18 exceptuados del servicio por entrega de armas, las cuales fueron las siguientes: 28 rifles y 12
fusiles.
Marín
1er. contingente = 7
2do. contingente (18 de mayo) = 8
226 Monterrey histórico
Mina
1er. contingente (18 de mayo) = 9
2do. contingente; Nuevo cupo (20 de junio) = 6
Suma = 15 hombres
Notas: El 1er contingente pasó a las órdenes del Coronel Jesús Fernández García.
Pesquería Chica
1er. contingente = 5
2do. contingente (10 de mayo) = 4
3er. contingente (18 de mayo) = 17
4to. contingente (23 de mayo) = 3
5to. contingente; Nuevo cupo (5 de junio) = 5
Suma = 34 hombres
Notas: El 3er. contingente pasó a las órdenes del Coronel Jesús Fernández García.
Salinas Victoria
1er. contingente (18 de mayo) = 34
2do. contingente; Nuevo cupo (3 de junio) = 19
Total =53 hombres
Notas: 5 exceptuados por entrega de armas, cuyas cantidades son las siguientes: 6 rifles, 2 fusiles y un
caballos.
l El 1er. contingente pasó a las órdenes del Coronel Jesús Fernández García.
Villaldama
1er. contingente (14 de mayo) = 7
2do. contingente (18 de mayo) = 11
Total = 18 hombres
Notas: Esta fuerza se puso a disposición del Coronel Jesús Fernández García.
Villa de García
1er. contingente (18 de mayo) = 19 hombres
Notas: 2 exceptuados para el servicio de las armas: uno por estar casado y con familia y el otro porque
entregó dos rifles.
l La citada fuerza pasó a las órdenes del Coronel Jesús Fernández García.
Villa Nueva
1er. contingente (18 de mayo) = 5 hombres
Notas: La fuerza fue entregada al Coronel Jesús Fernández García.
Observación: En esta lista se incluyeron sólo a aquellos municipios de donde Jesús Fernández García recibió
contingentes.
Óscar Flores 227
ANEXO 3
Las comunicaciones impresas que acompaño a Usted por orden del C. Gobernador, le impondrán
que han concluido de la manera más satisfactoria que sería de desearse, las diferencias que algunos de
nuestros hermanos tenían con el Supremo Gobierno, a quien han reconocido lisa y llanamente, volviéndole la
obediencia que desgraciadamente le habían negado.
Nuevo León ha dado una prueba más de que merece ser libre, porque tiene hijos que estaban
divididos por cuestiones que afectaban, a su entender, de una manera grave algunas de sus garantías, de
todo prescindieron en los momentos supremos, y sólo se acordaron del sagrado deber de cooperar a la
defensa nacional, uniéndose al gobierno general, y a los demás de sus conciudadanos, que lamentaban
profundamente aquella división.
J. de la Luz Palafox
Oficial mayor interino.
228 Monterrey histórico
ANEXO 4
Con ciudadanos:
Al dirigiros la palabra, por la primera vez, desde este puesto a que me han elevado vuestra voluntad
y vuestros heróicos esfuerzos, cumple a mi deber, daros una idea aunque ligera, de lo que ha pasado y del
estado presente de la situación. - Ya lo habéis visto, el llamado gobierno general no trajo al Estado sino males
sin cuento, causados a la sombra de su autoridad espirante (sic), y escudados en el terror que infundían
sus asesinatos y violencias; pero los pueblos del Estado, grandes como siempre, y amantes de su bienestar
y de su honra, se levantaron en masa para sacudir el yugo de la opresión en que estaban, honrándome
con su voto espontáneo para que me pusiera a su frente. - Ya lo habéis visto, en menos de dos meses
se agruparon alrededor del estandarte de la justicia y de la moralidad, como mil doscientos ciudadanos,
dispuestos a morir por la causa de su Estado, antes que verlo por más tiempo sumergido en tan humillante
situación. Con ese número de hombres, y con auxilio de la Providencia, que en todo se nos manifestó
propicia, pude muy bien haber emprendido desde más antes sobre las fuerzas que ocupaban esta plaza,
con bastantes probabilidades de buen éxito; pero me detenía, no la superioridad numérica del enemigo,
ni otra consideración de este género, sino la esperanza de que, conociendo su situación demasiado
apurada, desistieran de su temeraria resistencia, y dejaran en paz al Estado, evitando así la efusión de
sangre, y, los males que son consiguientes a una batalla. Este fue mi objeto al entrar en negociacio-
nes de paz con el llamado gobierno y si me puse a su disposición con la fuerza de mi mando, fue como
un preliminar al arreglo que ellos mismos me propusieron. Pero esos hombres sin fe y sin sentimientos de
humanidad, faltaron a su palabra, y se obstinaron en seguir afligiendo al Estado con su permanencia y sus
tropelías. Cerraron completamente los ojos a la luz de la razón y del deber, y me obligaron, muy a mi pesar,
ha volver sobre ellos para hacerlos cumplir lo prometido, que en general se reducía a volver al Estado a su
orden y administración trastornados por ellos.
El resultado, conciudadanos, me llena de satisfacción al comunicároslo, ha sido la huída de esos hombres
al acercarse una pequeña partida de mi fuerza, que ni intentaba atacarlos, y ha sido también la completa paz
del Estado, que ya está libre de la funesta presencia de esos hombres.
Congratulémonos pues, por tan feliz término de nuestras desgracias, y con la misma tranquilidad y
buen orden en que vivíamos antes, dediquémonos ya a nuestros respectivos trabajos, sin perder de vista la
necesidad que hay tan imperiosa de que el Estado se una y ayude al Gobierno a restablecer la moral y la
virtud, para poder hacer frente a los nuevos conflictos que nos amenazan a causa de la aproximación de las
fuerzas intervencionistas.
Fuentes Consultadas
Archivos
Referencias Bibliográficas
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230 Monterrey histórico
Óscar Flores 231
Óscar Flores
Centro de Estudios Históricos
Universidad de Monterrey
Resumen
1. Monterrey: de metrópoli a
ciudad internacional
La ciudad de Monterrey afianzó el vínculo entre la industria y las finanzas
a partir de 1890 y hasta 1986 (Flores, 2000 y Flores y Dávila, 1996), lo cual
la incluyó en el fenómeno que los historiadores llaman "ciudades mundiales"
(Moriconi-Ebrard, 1993). Actualmente ocurre algo similar, aunque esta vez se
trata de una metropolización de carácter global. El término metrópoli designa el
espacio urbano y sus procesos relacionados con la demografía, la economía y la
política. La metropolización se refiere a la transformación que ciertas ciudades,
en todo el mundo, están protagonizando (Flores, 2005 y 2001; Flores y Dávila,
2001 y Balme, 1995).
Debido a que la dinámica del empleo se encamina hacia una mayor exi-
gencia, es necesario crear las condiciones para que todos los sectores sociales
236 Monterrey histórico
Monterrey y sus alrededores tienen una peculiar escena académica. Las tres
universidades más grandes -Universidad Autónoma de Nuevo León, Tec de Mon-
terrey y Universidad de Monterrey- acaparan sesenta y ocho por ciento del alum-
nado y cuentan con reconocimientos internacionales (Secretaría de Educación,
2004). Cabe recordar que la fundación de todas ellas estuvo estrechamente
ligada a las necesidades del mercado laboral.
En nuestros días, los nuevos servicios crean a la vez dos tipos de empleos:
los altamente calificados y los poco calificados. Pero existe un estrato intermedio
de trabajadores cuya labor ha sido sistematizada o subcontratada por las empre-
sas y organizaciones. Dicho estrato de mandos medios, de empleados y obreros
calificados, ha constituido por mucho tiempo el horizonte profesional de los asa-
lariados que a menudo hacían carrera en la misma empresa o cambiaban con
poca frecuencia de empleador.
profesionistas con las competencias profesionales necesarias para la selección, administración, mantenimiento y
diseño de equipos para el diagnóstico y tratamiento médicos. Véase: http://www.udem.edu.mx/XStatic/udem/
template/detallecarreras.aspx?sl=1&c=71&se=Carreras.
238 Monterrey histórico
los productos y los oficios, como sucedió en los últimos años en el caso de la
producción artística y la revaloración de la actividad plástica en Monterrey; tam-
bién reconfiguran la organización de las empresas y la transparencia de los mer-
cados laborales (Flores, 2005).
demostrado Monterrey.
l La confianza en el buen manejo de la administración estatal y su expecta-
El gobierno del estado tiene una fuerte actividad editorial relacionada con la
entidad; las principales universidades aquí asentadas también colaboran con
las editoriales nacionales e internacionales.
5. Desarrollo y conocimiento
En la actualidad, el mayor reto de la sociedad nuevoleonesa consiste en
consolidar, a través de proyectos gubernamentales y privados, el proceso de
transformación de Monterrey en una metrópoli media de influencia interna-
cional.
del Acuerdo para un Progreso Regional Asociado, para crear espacios físicos
que den cabida a todas las actividades; se promulgó la Ley para el Fomento del
Desarrollo Basado en el Conocimiento y firmó acuerdos para dar un decidido
impulso a la investigación científica y tecnológica, vinculada al desarrollo social
de la región (Flores, 2005).
4 La Convention on Biological Diversity -en su uso artículo 2- de la Organización de las Naciones Unidas (1992),
define a la biotecnología como “cualquier aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos
vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para uso específico”.
5 La nanotecnología es un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia
a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas. Lo más habitual es que tal
manipulación se produzca en un rango de entre uno y cien nanómetros. Un nanómetro es la mil millonésima
parte de un metro.
244 Monterrey histórico
Otro propósito de la Ciudad del Conocimiento debe ser disminuir las dife-
rencias entre los sectores sociales, extinguir la discriminación, fomentar la con-
6 Información de la Secretaria de Economía sobre la inversión extranjera directa, sin considerar el Federal, de-
bido a que el Distrito Federal concentra la mayoría de los domicilios fiscales de las empresas con participación
extranjera.
Óscar Flores 245
Biblioteca Magna
Julio Tovar
7 La Ley de la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León fue aprobada por el H.
Congreso del Estado de Nuevo León, el 26 de febrero de 2004. Véase: www.nuevoleon.gob.mx
Óscar Flores 247
Graduados UDEM
Fondo CEH/UDEM
Rectoría UDEM
(Fondo CEH/UDEM)
Comentario Final
La comunidad de negocios de Nuevo León, lejos de disminuir su papel
protagónico, ha realizado alianzas estratégicas con las firmas extranjeras esta-
blecidas en la región y ha rebasado el ámbito nacional para convertir sus em-
presas en multinacionales.
Fuentes Consultadas
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http://www.arquidiocesismty.org.mx/
http://www.monterrey.gob.mx/
Índice Analítico
A
Casa de Moneda de la Ciudad de México: 45
Casas, Bernabé de las: el Mozo, 49
Acatita del Baján: 71 Castagny, Armand: 207
AGENL: Archivo General del Estado de Nuevo León, Castillón, Irineo: 97
240 Cavazos, Israel: 24
AHMM: Archivo Histórico Municipal de Monterrey, CEMEX: Cementos Mexicanos, 238, Fundación Nue-
240 vo Periodismo Iberoamericano, Premio Nuevo Pe-
Agualeguas: 32, 215 riodismo a texto y fotografía, 241
Aguayo, San Miguel de: marqués, 22 Centro Cultural ALFA: San Pedro Garza García: 239
Águila Mexicana: periódico masón yorkimo de la ciu- Cerralvo; convento, 49, municipio de, 133
dad de México: 100 Ciénega de Flores: poblado de, 209
Alazapa: 33 Cineteca-Fototeca: Monterrey, 239
Albiar, Dorotea: 193, 194 Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monte-
Alcira, Ambrosio: vecino de Sabinas Hidalgo, 193 rrey: 39
Aldama: poblado de los, 191 comanche: nación, 47
ALFA: 238 Comonfort, Ignacio: presidente de México, 165
Almadén: minas de azogue, España: 43, 44 CONACYT: Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
Alta California: 46 242 y 243
Ángel Benavides, José: 99 Congreso del Estado de Nuevo León: 159
Antagonista, El: primer periódico de oposición en Nue- Consejo de regencia: 69
vo León, 104, 105, 106 Constitución de 1857: 153
Ampudia, Pedro: 130, 132, 133, 134 Cortés de Cádiz: 95
Apodaca: municipio de, 128, 134 Correa, Perfecto: 92
Aranjuez: 64 Crimea: guerra de, 206
Archivo del Arzobispado de Monterrey: 240 Cuba: 70
Arista, Mariano: 130 Cumbre Monterrey 2004: 249i
Arroyo, Francisco: 91
Audiencia de la Nueva España; 65
Ayuntamiento de la Ciudad de México: 65
Azcárraga, Nicolás: visitador real, 22 gobernador, 49
CH
China: villa de, 130
Azogue: mercurio, 41
B
Bautista Chapa, Juan: 21, 27
Dávila y Prieto, José de Jesús: alcalde de Monterrey en
1846, 139
Bautista García, Juan: alcalde de Pesquería Grande, 138 Degollado, Santos: 205
Bautista Valdés, Juan: 99 Departamento de Nuevo León: integrante de la Re-
Bazaine, Achilles: 221 pública Centralista Mexicana en 1845, 125
Biblioteca Alfonsina, UANL, 240 Díaz de Berlanga, Diego: 48
Biblioteca Central del Estado de Nuevo León: Macro- Díaz de Bustamante, Ramón: gobernador del Nuevo
plaza, 240 Reino de León, en 1813,76
Biblioteca Cervantina: ITESM, 240 Diez de Camuño, Alonso: 49
Biomedicina: 236 Distrito Federal: México, 239
Boca de Potrerillos: sitio arqueológico, 240 Doblado, Manuel: 207, 214
Bocanegra, Antonio: Salinas Victoria, 215 Douay, Félix: 207
Bonaparte, Napoleón: emperador de Francia, 59 Diseño Gráfico Digital: 236
Botello de Morales, Pedro: 49 Durango: 32
Borrados: nativos, 32
Brownsville: Texas, 130
Buentello, Guerrero: 49 E
Elizondo, Ignacio: español contrainsurgente, 71
Encomienda, Ley de: 24
C
Cabildo Eclesiástico: 74
Escobedo, Mariano: 139
España: 46
Cadereyta: 23, 183
Camahaján, cerro de: 49
Camargo, Villa de: 129 F
Farías, Francisco Antonio: síndico procurador en 1811,
Carlos III: rey de España, 63
Cartujanos, Mesa de: 32 72, 73
Los números de página seguidos por la letra i se refieren a ilustraciones y los que se hallan seguidos por la letra n
corresponden a la nota de pie de página.
252 Monterrey histórico
Fernández García, Jesús: 201, 204, 211, 212, 213, ITESM: ver Tec de Monterrey
225, 226 Iturrigaray, José de: virrey de la Nueva España: 65
Fernández de la Ventosa, Pedro: 50
Fernando VII: rey de España, 59, 63, 65, 65n, 67, 70
J
Flores, Cándido: 210, 211
Forey, Ellie Frederick: 206
Forum Universal de las Culturas, 2007: Monterrey, 245 Jiménez, Mariano: insurgente, 59, 70, 72
Fresnillo: 41 Jiménez Moreno; Wigberto: 32
Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano: CEMEX, Juárez, Benito: presidente de México, 153, 206, 208,
Gabriel García Márquez, 241 209, 215, 219
Junta Provincial del Nuevo Reino de León: formada
G
Gaceta Constitucional: primer periódico de Nuevo León,
en 1811, sus integrantes fueron Blas Gómez de
Castro, presidente; Bernardo Ussel y Guimbarda,
vicepresidente; José León Lobo Guerrero; José
91, 100 Vivero; José Valera; Melchor Núñez de Esquivel;
Galeana: villa de 136 Antonio Silverio de Berrido y Francisco Bruno
García, Joaquín: gobernador de Nuevo León, 1829, 101 Barrera Gómez de Castro, 73, 74
García, Lucas: 48
García Márquez, Gabriel: 241
Garibay, Pedro: mariscal de campo y virrey de la Nueva
España, 67 L
Labores Viejas: hoy San Marcos, Monterrey, 25
Garza y Evia, Juan Nepomuceno de la: 94, gobernador
de Nuevo León en 1846, 127, 128, 165 Lampazos: Mesa de Cartujanos, 213
Garza Ayala, Juan de la: 103 Larralde, Leonor: vecina de Sabinas Hidalgo, 193, 194
Garza Ayala, Pedro de la: 109 León, Alonso de: El Mozo, 21, 27
Gómez, Manuel Z,: 218, 219 Linares: ciudad de, 183
Gobierno del Estado de Nuevo León: 240, Plan Estatal Lipanes, nativos: 47
de Desarrollo 2004-2009, 242, Premio de Ensayo Lobo Guerrero, José León: 97
Fotográfico Fuera de Foco, 240, Premio de Lite- Locke: 63
ratura del Noreste Carmen Alardín, 241, Premio López de Baena, Alfonso: 48
Nacional de Ensayo Raúl Rangel Frías, 240, Premio López Rayón, Ignacio: 67
Nacional Luis Cardoza y Aragón de Crítica de Lozano, Bruno: 165
Artes Plásticas, 240, Premio Nuevo León de Poesía
y Cuento, 240, Premio de Investigación Histórica
Israel Cavazos Garza, 241, Premio Regional de Co-
reografía Contemporánea Monterrey, 240.
LL
Llano, Manuel de: logia yorkina, 90, 92, gobernador
González Ortega, Jesús: 206 del Departamento de Nuevo León en 1845, 127
Guadalupe-Hidalgo, Tratado: 139, 141 Llano, Rafael de: 98
Guanajuato: 41
Guerra de Reforma: 153
Guerrero, Serapia: 189
Guerrero, Vicente: partido yorkino, 100 M
Madero, Evaristo: 142
H
Madre de Dios de la Asunción: minas, 48
Margáin, Juan. 102
Habsburgo, Maximiliano de: emperador de México, Margáin, Miguel: secretario de gobierno del Estado de
211, 214 Nuevo León en 1825, 188
Hidalgo, Miguel: líder de la conspiración por la inde- Marín: villa de, 132, 189, incendio de la villa, 139
pendencia de México, Querétaro, 67 Marín y Porras, José Feliciano: obispo contra-insur-
Higueras: 213 gente, 70
Hobbes: 63 Márquez, Leonardo: 205
Huachichiles: nativos, 32 Martínez, José Remigio: vecino de San Pedro, 188
Huajuco: 32 Martínez, Juan: contratista de la plaza de toros en la
Hualahuises: 32 feria de Monterrey, 167
Huancavelica: minas de azogue, 43 Martínez, Ruperto: 201, 204, 213, 214
Matamoros: 129, 151
I
Icamole: 32
Matehuala: 136
Mazapill: 49
Mecatrónica: 236
IGEM: Índice de Globalización de los Estados Mexi- Mederos, Manuel de: 48
canos, 239 Medina, Bartolomé de: 42
Iglesias, Francisco Tomás: 108 Mejía, Tomás: 205
Iglesias, Germán: 94 Melchor, Ocampo: 205
Indra: minas de azogue, Yugoslavia, 43 Melo, Lorenzo Antonio: impresor, 93
INHA: Instituto Nacional de Antropología e Historia, 240 Mercurio: azogue, 41
Íñigo, Pedro: 48 Michelena, Mariano: conspirador en Valladolid, 67, 95
Óscar Flores 253
Mier y Noriega, Francisco de Paula; alcalde de Mon- Puebla: ciudad de, 206
terrey, 185 Punta de Lampazos: 48
Miramón, Miguel: 205
Mitras, cerro de las: 48
Montemayor el Mozo, Diego de: 48
Montemorelos: ciudad de, 183 Q
Querétaro: Miguel Hidalgo, 67
Monterrey, ciudad de: 27, 147, 149, 151, 231i, 233,
235, 236, 238, Alameda, 156, ataque de “indios Quiroga, Julián: 201, 204, 209, 210, 211, 214, 215,
bárbaros”, 170, Ayuntamiento, 76, capitulación 216, 217, 219
de la ciudad, 136, corridas de toros, 167, Feria Quiroz, Joaquín: contratista de la plaza de toros en la
de, 159, Hotel Águila de Oro, 157, Iglesia de San feria de Monterrey, 167
Francisco, 169, Mapa de 154i, Mesón San Pablo,
R
157, Obispado, 145i, Paseo Santa Lucía, 246,
Plaza de Armas (hoy Plaza Zaragoza), 153, 158,
Plazuela de la Carne, 161, Teatro Progreso, 156 Ramírez, Joaquín: contratista de la plaza de toros en
Montesquieu: 63 la feria de Monterrey, 167
Montreal: ciudad de, Canadá, 236, 238 Ramón, Juan Ignacio: 70
Morales, Francisco de Paula: gobernador de Nuevo Ramos Arizpe, Miguel: masón yorkino, 90, 95
León en 1846, 135 Ramos Herrera, Alfonso: alcalde mayor de la Villa de
Morelos y Pavón, José María: 67 Santiago del Saltillo, 51
Museo del Acero: Monterrey 239 Real de San Gregorio: 49
Museo del Centenario: 239 Reformas Borbónicas: 61
Museo de Historia Mexicana: Monterrey, 239 Reyes, Alfonso: literato, 240
Museo MARCO: Monterrey, 239 Ríos, María de la Cruz: 191
Museo Metropolitano de Monterrey: 239 Robledo, José María: 189
Museo del Noreste (MUNE): Monterrey, 239 Rodríguez, Juana: 189
Museo del Obispado; Monterrey, 239 Rosales, Disideria: 189
Museo del Palacio de Gobierno: Monterrey, 239 Rousseau: 63
Museo del Vidrio: Vidriera Monterrey, 239
S
N
Napoleón III: 206
Sabinas Hidalgo: 193
Salinas, Valle de: 21
Nave Lewis: 239 Salón de la Fama del Béisbol: Monterrey, 239
Negrete, Miguel: 210 Saltillo: ciudad de, 49, 158, feria, 165
Noriega, Sotero: 129, 132, 134 San Antonio: ciudad de, Texas, 236, 238
Nuestra Madre de la Asunción: minas, 48 San Carlos del Vallecillo: 48, 52
Nuestra Señora de la Candelaria: minas: 48 San Francisco, Hacienda de: Apodaca, 26
Nueva España: virreinato de la, 41, 43, 45, 47 San Francisco, Hacienda de: Santiago, 28
Nuevo León: 31, 59 San José, Hacienda de: hoy municipio de Benito Juá-
Nuevo Orleáns: 157 rez, 26
Nuevo Reino de León: 21, 29, 33, 39, 68 San Lucas, cerro de: 48
San Luis: villa de, 48
San Luis Potosí: 32
P
Pacheco, Emilio: 133
San Marcos: antes Labores Viejas, Monterrey, 25
San Nicolás de los Garza: 25
San Nicolás, Hacienda de: 26
Pachuca: 41 San Nicolás Tolentino: 49
pantiguara: tierra colorada, 31 San Pedro Boca de Leones: Villa y Real de Minas de,
Papagayos: 132 hoy Villaldama, 50, 51
Parás Ballesteros, José María: 94, Memorias de, 126, Santa Ana, Antonio López: 131, 153
139, 141, 186 Santa Bárbara de los Nogales, Hacienda: San Pedro
Parque Fundidora: Museo del Acero y Nave Lewis, 239 Garza García, 26
pelones: o pintos, nativos, 32 Santa Catalina: hoy Santa Catarina, 26, 28, río de, 25,
Pemberton: 138 28
Pérez Merino, Juan: 51 Santa María, Manuel de: gobernador del Nuevo Reino
Pérez de los Ríos, Juan: 48 de León, 70
Perú: 42, 43 Santa Teresa del Álamo: misión de indios, 48
Pesquería Grande: García, 26 Santiago: 26
Pinacoteca: Museo, San Nicolás de los Garza, 239 Smith, Franklin: 134
Pintos: o pelones, nativos, 32 Solís, Martín de: 48
plata: 42 Sosa, Juan de: 49
Poinsett, Joel Roberts: masón, representante estado- Suprema Junta Central Gubernativa del Reino: confor-
unidense en México, 95 mada en Aranjuez, por dos representantes de
PROEZA: 238 las juntas formadas en los reinos y provincias es-
Provincias de Oriente: 70 pañolas, 64, 70
254 Monterrey histórico
Suprema Junta Nacional Americana: instaurada el 19 Verástegui, Policarpo: líder insurgente en el Nuevo
de agosto de 1811 en Zitácuaro, 68 Reino de León, 75
Supremo Consejo de Regencia de España e Indias: 70 Victoria, Guadalupe: 96
Vidaurri, Santiago: gobernador de Nuevo León, 151,
153, 165, 166, 191, 193, 194, 199i, 201, 206, 207,
T
Tamaulipas: 31
208, 209, 213, 214, 216, 217, 219, 220i, 221
Villaldama: poblado de, 210
Villarreal, Diego de: Valle de Salinas, 21, 27
Tampico: 151 Villarreal, Santiago: gobernador del Nuevo Reino de
Taylor, Zachary: 136 León: 71, 72
Tec de Monterrey: ITESM, Instituto Tecnológico de Es- Viteri, José María: 164
tudios Superiores de Monterrey, 237, 244, Cáte-
dra Internacional Alfonso Re-yes, 241, Premio
Luis Elizondo, 241
Tepehuanes: nativos, 32
Teresa de Mier, Fray Servando: masón escocés, 89
W
Wilcox, Cadmux, 133
tertulias: 152 Worth: general americano, 138
Texas: 46, 127
Topo de los Ayala, Hacienda de: General Escobedo, 26
Treviño Gutiérrez, José Alejandro: alcalde de Monte-
rrey en 1822, 185 Y
Yermo, Gabriel del: 67
Trille, Ferdinand de la: Conde de Lorencez, 205, 206
yutoazteca: familia lingüística de los interpretes mexi-
cas traídos por los españoles al norte de la Nueva
U
UAB: Universidad Autónoma de Barcelona, 245.
España.
V
Valladolid: 67
Zavala, Martín de: gobernador del Nuevo Reino de Le-
ón, 21
Zuloaga, Féliz María: 208
Veracruz: 151, 205
Óscar Flores 255
Revolución Historiadores de
Mexicana y México siglo XX
diplomacia Selección,
española presentación y
Contrarevolución y notas de Óscar
oligarquía hispana en Flores Torres.
México, 1909-1920 ISBN 968-24-6669-5
ISBN 970-628-091-X
Historiadores de
México siglo XIX
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presentación y
Monterrey en notas de Óscar
la Revolución Flores Torres.
ISBN 968-6858-17-7 ISBN 968-24-6698-9
256 Monterrey histórico