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Casa del Movimiento LA

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Centro Histórico

EDUCACIÓN POLÍTICA
TALLER
LA COMUNIDAD PRIMITIVA

En el siglo XIX se pudieron confirmar numerosos datos mediante la Anatomía, la Embriología y la


Paleontología como la estructura del esqueleto, el desarrollo del cerebro y la composición de la
sangre del hombre contemporáneo y los monos antropoides. El progreso de la ciencia demostró la
veracidad acerca de los antepasados de los seres humanos que habitaron en las selvas tropicales
hace treinta millones de años como los parapitecos, gibones, orangutanes, dropitecos, el gorila y el
chimpancé.
Todos ellos tuvieron etapas de evolución trepando los árboles en posición vertical y la estructura
de sus manos iba adaptándose a los movimientos de prensión; así pudieron caminar erguidos y
utilizar las extremidades delanteras para prender y recoger frutos, defenderse, golpear, etc. El
pulgar de las extremidades anteriores (manos) se oponía ya a los demás dedos, de ello se deduce
que los monos antiguos podían efectuar movimientos de prensión inaccesibles a los monos
contemporáneos.
Otro rasgo biológico era la estructura peculiar del cráneo condicionada por la posición vertical del
cuerpo que favoreció posteriormente al rápido desarrollo del cráneo y del cerebro. Las regiones
habitadas por los antropoides mencionados fueron África, Europa meridional y el sureste de Asia.
Desde el punto de vista biológico, los seres humanos son producto de las leyes naturales,
objetivas, de la evolución del mundo animal a quienes los separa su actividad laboral social que
lleva a cabo con ayuda de los instrumentos de trabajo preparados como resultado de un proceso
natural de muchos siglos, utilizando palos y piedras, huesos para cazar y procurarse alimentos,
instrumentos de trabajo que es un salto gigantesco en el desarrollo de la naturaleza pues significa
la transformación del mono antropoide en hombre.
Se alimentaban de vegetales, frutos, huevos de aves y carne que suministraban la albúmina y
otras substancias, necesarias para el desarrollo del cerebro, el cual fue sintetizando los fenómenos
naturales vinculándolos con la cadena lógica del pensamiento, sin lo cual los procesos fisiológicos
no podrían ser posibles. El desarrollo del pensamiento y del lenguaje ocurre gracias al empleo de
herramientas naturales.
El trabajo propició el surgimiento del lenguaje articulado a través del pensamiento y la conciencia
fue sintetizando las imágenes de la realidad en conceptos expresados por medio de palabras,
expresando conceptos y sensaciones para comunicarlas y trasmitirlas a la colectividad de la que
no podía separarse. En principio fue por medio de sonidos guturales o gritos, con una laringe
rudimentaria; así se fue adquiriendo la capacidad de pronunciar sonidos articulados, el lenguaje
fue de primordial importancia para el progreso de la sociedad.
Se inicia la formación de la sociedad humana, a partir de la producción material (por medio del
trabajo) determinada por el entorno geográfico, el clima y el suelo, los ríos y mares, la flora y la
fauna, el relieve del terreno, los minerales útiles, etc.
La población fue creciendo en la medida en que se fueron incrementando los bienes materiales y
esto fue favoreciendo el progreso social.
Las fuerzas productivas de la sociedad son la unidad de los medios de producción (los
instrumentos de trabajo creados por la sociedad misma) y los hombres y mujeres que los accionan
y producen bienes materiales con ellos.
El desarrollo de las fuerzas productivas como el invento de nuevos instrumentos hizo posible la
diferenciación de la colectividad humana según los géneros de trabajo. Una parte de la
colectividad podía asegurar las necesidades de todos en determinado producto, quedando la otra
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liberada para otros trabajos. Así se produjo la división natural del trabajo entre el hombre y la mujer
y se consolidaron actividades como la caza, la recolección, los quehaceres domésticos. Esta
división marcó un gran salto en el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad.
El trabajo es necesariamente social, para ello se establecen vínculos que los seres humanos crean
a fin de producir bienes materiales e intercambiar sus actividades. Las relaciones de producción
determinan el modo de distribuir los satisfactores en la sociedad, la distribución de los productos
del trabajo que enlaza la producción y el consumo depende de quienes son los propietarios de los
medios de producción.
Las fuerzas productivas forman el modo de producción que constituye la base material de la vida
de la sociedad; el modo de producción desempeña el papel determinante en el progreso social y
es distinto para cada etapa del desarrollo en los modos de producción.
La horda primitiva dio lugar a la comunidad gentilicia o la gens, la cual asumió la forma de
organización con fines productivos, una sociedad sin clases, sin explotación; por su bajo nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas se pudo establecer un sistema igualitario de distribución de
los bienes materiales de la sociedad.
La sociedad primitiva puede llamarse “comunista” de manera convencional porque desconocía la
explotación del hombre por el hombre, la propiedad privada y la división de clases, siendo iguales
todos sus miembros.
En una siguiente etapa ocurre la pulimentación de la piedra y la lanza, la saeta; se inventaron
muchos instrumentos y armas, hachas, cuchillas y puñales de piedra, lanzas y flechas, el mayor
invento de aquel tiempo fue el arco y la flecha el arma más potente y de mayor alcance del hombre
primitivo y la caza pasó a ocupar el lugar más importante que incrementó la productividad
brindando a los seres humanos la posibilidad de dedicarse a tipos de producción más estables: la
agricultura y la ganadería, ello permitió la invención de aperos de labranza provocando una
elevada productividad por medio del trabajo.
La agricultura apareció cuando las mujeres de las tribus primitivas empezaron a sembrar los
granos de mijo, al darse cuenta de que las plantas se desarrollaban mejor en la tierra cavada y la
agricultura pasó a ser el medio principal de existencia para la mayoría de las tribus.
El desarrollo de la ganadería primitiva coincidió aproximadamente con el de la agricultura siendo el
primer paso la domesticación de los animales y su acorralamiento y eso posibilitó la reserva de
carne para un cierto tiempo y en periodos desfavorables. Fue el perro el primer animal
domesticado, en los años VI y V a. de n. e. siguieron la vaca, la oveja, la cabra y el cerdo en Asia y
Europa, más tarde, el ciervo y en América la llama y el guanaco.
Los individuos llegaron a conocer muchas plantas útiles y las emplearon no sólo como alimento
sino con fines medicinales, además otras servían para extraer de ellas hilos y cuerdas con las que
se fabricaban redes, telas y sacos.
La vida sedentaria fortaleció las relaciones entre las gens, se reforzaron los vínculos económicos y
de producción, se unificaron para protegerse contra las fieras y contra los forasteros que atacaban
las viviendas y los sembradíos y esto permitió la creación de la tribu que consistía en la agrupación
de varias gens; así surgió la propiedad de tribu, siendo el territorio la principal, con todas sus
riquezas naturales y poblado por una tribu, con sus límites los ríos, bosques, cadenas de colinas o
cordilleras.
La unión de gens favoreció grandemente la difusión de los inventos y los hábitos de producción y
más tarde la formación de tribus condujo al acercamiento de lenguaje gentilicio y a la creación del
idioma y de la cultura comunes. La forma colectiva de propiedad sobre los instrumentos y medios
de producción coincidía con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad.

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La agricultura y la ganadería primitivas impedían cualquier apropiación individual que pudiera


realizarse; el trabajo colectivo impedía cualquier forma de propiedad que no fuera social.
El desarrollo del pensamiento influyó en una mayor capacidad del cerebro humano de reconstruir
la idea de los objetos o fenómenos del medio circundante, a esta cualidad mental se deben las
primeras tentativas de reproducir ideas en imágenes sensuales efectivas. Ya se percibía el intento
de representar objetos por medios de líneas y los seres humanos pudieron representar
gráficamente los objetos a su alcance, cuando sus órganos alcanzaron un alto grado de
perfección, especialmente la mano y se desarrollaron los instrumentos, representando a personas
y animales en cuevas aparecen episodios de caza y todo aquello que llenaba la vida del hombre y
se retenía por largo tiempo en su memoria.
El arte desde sus orígenes es el significado de la reproducción por medio de imágenes artísticas
del ambiente real en que vivían los hombres y mujeres que podían plasmar una idea bastante
exacta de los fenómenos de la naturaleza y se limitaban al aspecto exterior de los objetos sin
explicar su esencia y sus concatenaciones.

El concepto religioso. El hombre primitivo no podía explicar correctamente la conexión de los


fenómenos naturales ni como influyen sobre la vida humana, estaba casi inerme y se sentía
indefenso ante las inundaciones, las erupciones volcánicas, los incendios de los bosques, la
sequía el hambre y otros desastres. Esta impotencia y el débil conocimiento de las leyes naturales
le imbuían la idea de que fuerzas fantásticas para él incomprensibles producían los fenómenos
naturales. Así se fue formando el concepto de un ser supremo, no era otra cosa que el reflejo
deformado, fantástico en la conciencia humana de las fuerzas reales que dominaban la vida
cotidiana del hombre. Esto le indujo a atribuir propiedades fantásticas a todo lo desconocido,
incapaz de explicarse tales fenómenos de la vida y de la muerte y confiaba en que por medio de
cierta fuerza mágica era posible encontrar una explicación posible.
Elaboró deidades (tótems) en forma de animales, árboles y hierbas; en su vida diaria procuraba
obtener la ayuda del tótem mediante halagos e imploraciones y poco a poco las invocaciones al
tótem tomaron la forma ritual: había nacido la religión.
Las creencias religiosas más antiguas eran fruto de la impotencia del hombre frente a la
naturaleza, la religión contribuía a impedir el conocimiento del mundo y desviar la atención del
estudio de los fenómenos naturales, frenando el progreso de la humanidad.

Edad de los metales. Al comenzar el empleo de metales para la fabricación de instrumentos de


trabajo se estimuló el aumento de todas las fuerzas productivas de la sociedad, se elevó la
productividad del trabajo y se originaron cambios en las relaciones de producción. Se conoció el
cobre y se inició la aleación de metales, la de cobre, el estaño y el bronce y comenzó la edificación
de viviendas, se inventaron el torno de alfarero y el telar rudimentario con lo que se elevó la
productividad del trabajo humano.
En cuanto a la actividad agrícola, se construyeron diques y acequias, presas para el riego de los
campos y conservar el agua en embalses artificiales y cisternas talladas en la roca, se desarrolló la
irrigación, el cultivo de la tierra ya dependía menos de las condiciones naturales y proporcionaba
más productos alimenticios. Quemaban los bosques y las raíces para proceder luego al cultivo de
la nueva parcela. La ganadería progresó en las zonas desfavorables para la agricultura.

Primera división social del trabajo: Pueblos agricultores y pueblos ganaderos.


Segunda división social del trabajo: Pueblos agricultores-ganaderos y artesanos.

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