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No. 23 _{8.de Agosto de 1973 we EJERCITO REVOLUCIGNAMID DEL PUFBLO : DEL COMBATIENTE AAU BEL TY CG eee ee er ea ae oem Co Agee Cr aM a er aga cee ea WORT seen ACURA Cat eT ron aaa Mt RoR ACU a aol ae Ae ae clo) Peg SCS Ree are Teo me Matera NNR a ete aRaL ear rem aC eel a ee eee) mer NR a Mas Tea eo ae ae ee ta eet ca eee oT RTT ssa Ny ON Kow NM ata Mel A ea Re mae Rano LUN faces eNO UO OR LNT ea lL WoL CoO ae Coa Yo) Bsa U eco a Un cata em ae ated ca tore Re etme ell ash TRS OTRO La aS Casta La memoria de Carlitos sera para siempre insepara- ble de su guitarra. Esa con que alegraba los sdbados de Rawson. Esa misma que.en la mafiana del 16 de agosto, cuando pudieron volver a entrar, l2 “patota”” del penal destrozé a patadas. La operacién estaba fijada para las 18. A las 17, las cinco en punto de la tarde”, Carlitos tomé la gui- tarra y se puso a cantar la “Luis Burela”, esa zamba que habla de las primeras guerrillas que formaron los Gauchos de Giiemes en nuestro norte, en otra guerra, contra otro imperio. Esa que dice "con qué armas se- for pelearemos? iCon las que les quitaremos, dicen que grito! "" Todos hicieron el coro. Y claro que se las quiteron! Y alli estaba también Carlitos, ya no con su guitarra, sino con su coraje. EI mismo coraje con que enfrenté a la siniestra “b: det-mayor Sanmartino (después ejecutado por las FAR) cuando fue capturado en Cordoba, en los ltimos dias de diciembre de 1970. Los compaferos de FAR se batieron en esa oportunidad con gran bra- 16 CARLOS ASTUDILLO vura, tirotedndose por media ciudad y le bajaron dos hombres a la policia. Los de Sanmartino estaban enlo- quecidos. A Carlitos le rompieron varias costillas, un diente y le reventaron los dedos a pisotones. El no quiso que sus padres lo vieran y consiguié que los entretuvieran hasta que se recuperd un poco fisi camente. Pero en Rawson nunca se acordaban de eso ni de su participacién en las luchas estudiantiles de Cérdoba y en el famoso Cordobazo. Carlitos era simplemente un santiaguefio bueno y sencillo, un muchacho que amaba a su patria y a su pueblo y un hombre que empufé las armas porque no podia soportar que los patrones de adentro y de a- fuera sigan engordando con el sudor y la sangre de nuestros hermanos. Cada vez que un sabado a la noche alguno de los muchos que andan hirviendo de rabia y de odio de clase, puntee una guitarra para decir cantando lo que otros dias se suele decir a tiros, alli estara Carlitos con su cancién: “con qué armas sefior pelearemos? Con las que les quitaremos dicen que grito!

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