Sustituye al adverbio de cantidad casi cuando equivale a ‘por poco’ como
en ábate me caigo, expresando que apenas faltó nada para que sucediera tal accidente: Un mulo se espantó y ábate me mata. No así en caso de modificar a un complemento: comió casi todo o está casi nuevo.
Se trata del imperativo del inusitado verbo defectivo abarse ‘apartarse’,
por saltos sucesivos entre significados muy distintos, pero no tan distantes como pudiera parecer a simple vista: ‘Quítate’ pasando por ‘¡cuidado!’ para terminar en ‘por poco’.
Caprichosa pirueta semántica (y gramatical) explicable por la cercanía de
estos avisos en algunas situaciones, como puede ser ante la inminencia de un peligro; por ejemplo, una piedra u otra cosa que cae y amenaza con alcanzarnos tras ser arrojada por un muchacho. Y así ¡ábate! ‘quítate, aparta’, es interpretado por ‘¡cuidado!’ e inmediatamente como ’por poco’ (una vez evitado el percance).
Según COVARRUBIAS en el Tesoro de la lengua castellana o española
(1611), avaos: vale lo mismo que ‘desviaos’; y ava, ‘aparta, dad lugar’; de a privativa et via; como si dijesemos: apartaos del camiano, aviaos. Aunque el toledano yerra en la etimología al desviarse de su veradero origen, alterando de paso la ortografía para apoyar su conjetura.
Para el Diccionario de AUTORIDADES (1726), ábate es voz que advierte
se aparte alguno de algún mal paso o de otro peligro. Es vulgar, pero muy frecuente en Castilla (lat. cave). Con la idea de precaución ya a la vista: Cave canem ‘cuidado con el perro’.
El propio DRAE conserva la añeja interjeción preventiva aba ‘cuidado’
(lat. apăge ‘quita, aparta’, y este del gr. απαγε) con el registro de desusada como origen del susodichoabarse ‘apartarse’ (solo en infinit. y en imper.) Conservado especialmente en el viejo leonés: Ábate allá, diablo, que mañana me cortan un sayo. Dicho a propósito, según indica CORREAS del que "comenzaba ya a presumir y despreciar a los otros iguales”. El salmantino VILLARROEL advierte que “Yo sé bien que el más pintado no me puede decir lo que la sartén a la caldera: Ábate allá, que me tiznas". Refranes en los que el vocablo conserva su categoría y significado etimológico.
Pero el desplazamiento se produciría. GARCIA REY en su Vocabulario
del Bierzo (1934) recoge el imperativo en -i + pronombre enclítico, de tanto arraigo en los dominios de influencia leonesa, como abai-vos expresión equivalente a ‘marcharse, retirarse, apartarse’. En el juego de los bolos, cuando los jugadores u otras personas se colocan entre los bolos, el tirador exclama: “¡Abaivus de ahí!” Y la forma ábati ‘ten cuidado, no pases’ como advertencia. De aquí a nuestro ábate como adverbio de cantidad sólo hay un pequeño y previsible salto. Que acabaría por producirse al menor descuido del guardián de las palabras.
Y en las Extremaduras, Alta y Baja, llevado en boca de repobladores y
transhumantes, ábate, en principio ’quítate, cuidado’ se extendió y consolidó ya con el sentido de ‘casi, por poco’, empleado a posteriori, es decir: apenas se ha soslayado el peligro que se cernía sobre alguien.