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1
ENTRE NOSOTROS
Querido lector que desde hace varios años te asomas en mi vida interior
y la escudriñas; una vez te dije:
Extiende por favor tus ramas, y deja que algo de lo que te traigo anide
en ellas.
Alef Gimel
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RAMAS Y NIDOS
Alef Gimel
- 1993 -
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La palabra de Dios, más aguda que espada de dos filos, como la describe el
apóstol Pablo, en algunos casos debe abrirse paso hasta el corazón luchando
contra serios impedimentos.
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PRIVILEGIO
No me alabes, amigo,
por esas pocas cosas que hice a tu favor.
Fue gran misericordia de Dios para conmigo
darme oportunidades para mostrar amor.
Este es un privilegio
que no todos persiguen y atesoran.
Algunos han deseado acoplar su memoria
a las obras más nobles que el hombre concibió,
pero las oportunidades fueron pocas y esquivas
y el que pudo abarcarlas no las aprovechó.
Alef Gimel
- 1989 -
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CARTA ABIERTA
Alef Gimel
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EL ANSIADO MAÑANA
Alef Gimel
- Julio 1993 -
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NO TIRES ESA LLAVE
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Mas tarde, nos marchamos para labrar caminos
que nos llevaron lejos de aquel patio añorado.
En la réplica exacta que se grabo en mi mente,
aún revolotean los pájaros errantes
y los jazmines que abren, perfuman como antes.
Alef Gimel
- (Julio 1993) -
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EL NOMBRE QUE TANTO ABARCA
Alef Gimel
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LA DEUDA VERTICAL
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grabará en tu conciencia sus reclamos,
para que nunca olvides que Aquel que te redime,
tiene el derecho de llamarse Amo.
Esa bendita deuda que ahoga el sentimiento
murmurará a tu oído los sagrados deberes,
te guiará sin tumbos, te apartará del mal.
Nunca te independices ni quieras eludirla.
Es tu mayor ganancia, la deuda vertical.
Alef Gimel
- Octubre 1993-
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¡TIENES QUE ESTAR ALLÍ!
Salmo 98:5-9
Tienes que estar allí,
cuando se unan mil arpas melodiosas
a la voz grave y firme de cuernos y trompetas,
que anunciarán al triunfo completo de Jehová.
Cuando en cada garganta resuene la alabanza
para aclamar un reino que no claudicará.
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Tu nombre hoy representa a un ser sensible,
un corazón que late y reacciona
a todos los llamados de la vida;
una mente que inquiere y reflexiona
y aclama la verdad establecida.
Alef Gimel
- Octubre 2003 -
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A LA ESTATUA DE LA LIBERTAD
Señora de mármol,
ya estarás cansada
de alzar esa antorcha
que no alumbra nada.
Tu historia está llena
de siglos sombríos.
Tu antiguo mensaje
cayó en el vacío.
Te han cantado loas
en todas las lenguas,
sin tener en cuenta
que antes graves fallas
tus poderes menguan.
Para defenderte
se ha donado sangre,
se ha sembrado muerte,
mancillado tierra
y amasado odios
para nuevas guerras.
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A los hombres libres,
solo el pan del día
les exige empeño.
Duermen entre rejas
que amparan su sueño
Sus hijos no pueden
jugar en las plazas
sin ser vigilados.
Yo no pongo en duda
tu intención sincera,
pero un día cercano
bajarás vencida
de tu pedestal,
dando tu renuncia
con quebrada voz,
cuando haga su entrada
triunfal, para siempre
la libertad eterna
que nos manda Dios.
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Sin cuerpos lisiados,
sin músculos muertos,
sin bocas tapadas,
sin ciegos ni tuertos.
¡Libertad bendita
de gente que canta,
porque ningún garfio
cierra su garganta!
Alef Gimel
- Marzo 1994 -
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FLASHES DEL FUTURO
Alef Gimel
- Abril 1994 -
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PAÑUELO DE PAPEL
Alef Gimel
- Febrero 1994 -
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A UNA AMIGA QUE HA DEJADO DE CONGREGARSE
Entre las pocas sillas desocupadas que habitualmente se ven el Salón del
Reino, ninguna me golpea el corazón como esa que tantas veces ocupaste a mi
lado. Es un vacío lleno de espinas, más triste que el que crea la muerte, porque
cuando un amigo muere en paz con Dios, su nombre y su recuerdo fulguran
con la esperanza, con la seguridad de verlo volver un días, para gozar su
recompensa, y para compartir con nosotros su galardón.
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¿Acaso somos menos responsables cuando aceptamos ser testigos en la
causa de Dios, y pusimos la mano derecha sobre la Biblia,
comprometiéndonos no sólo a decir la verdad, sino a vivir según ella,
reconociendo el valor de lo que nos declara y representan sus sagradas
palabras?
¿Crees que vas a encontrar afuera algún sustituto aceptable del cuidado
amoroso de la organización de Dios, y del cariño intenso y sólido de los que
somos tus hermanos espirituales?
Alef Gimel
– 1994
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ORA TAMBIÉN POR MÍ
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en el clima febril de las ciudades
Yo también necesito
que otros mencionen ante Dios mi nombre,
que no ha adquirido brillo por sí mismo,
y sólo tiene rasgos muy leves de bondad,
escaso de valores esenciales
para estar en los libros que está haciendo Jehová.
Lucas 17:10
Alef Gimel
–1994–
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HIJO PRODIGO, ESCUCHA...
A un rey no se le dice:
—Espérame, ya vuelvo,
porque he dejado cosas que quiero terminar.
Tu invitación me halaga, pero hay otras que atraen
mi atención y mi anhelo; no las puedo ignorar.
Al acercarse abril,
cuando conmemoramos la muerte de su Hijo,
se hace un esfuerzo en masa por los que aún suspiran
en las sendas del mundo que los aprisionó,
tratando de acercarlos a los santos umbrales
de la casa del Padre, que no los olvidó.
Alef Gimel
- Septiembre 1994 –
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LA FAMILIA
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CARTA DE UNA MADRE CRISTIANA
Querido hijo:
Es la primera vez que nos separamos por tanto tiempo, y te extraño
mucho. Me llenaste el corazón de gozo cuando te ofreciste voluntariamente a
pasar todo el verano con los abuelos a desmantelar su pequeño negocio, que
ya no pueden atender solos, y a hacer varios arreglos en su casa que necesitan
la energía de una persona joven. Ellos son los que me dieron la vida, y los
quiero entrañablemente: por eso ahora, es una compensación que un hijo mío
los ayude en un momento de necesidad. Cuando terminen las clases y tus
hermanos menores estén libres, iremos todos a dar una mano.
Como siempre se nos dice, estos son los dificultosos últimos días, llenos
de trampas escondidos en todos los caminos. Aunque estarás concurriendo a
las reuniones de allí y saliendo a predicar, nos preocupa un poquito el hecho
de que no conocemos a los que llegarán a ser tus nuevos amigos.
Es cierto que te asociarás con jóvenes dedicados como tú, pero el gran
crecimiento del pueblo de Dios nos ha enfrentado al difícil problema de tener
en nuestras filas algunos que aún no se han renovado mentalmente para
revestirse con la nueva personalidad cristiana. A veces les abrimos el corazón
porque son hermanos; nonos cuidamos de ellos ni los tratamos con la cautela
que empleamos con los de afuera, pero algunos que no han madurado como
cristianos, sutilmente van ablandando nuestra conciencia para inclinarnos a
aceptar procederes que más tarde lamentaremos y que pueden dejar marcas
indecorosas en nuestro registro de vida cristiana.
Sé que te vas a sentir solo viviendo con dos personas que están e el
umbral de los ochenta años. Más que nunca necesitarás compañerismo con
gente de tu edad para quitarle austeridad a la rutina diaria. Quiero decirte
como el apóstol Pablo al joven Timoteo, que para el fue como un hijo: “No
permitas que nadie menosprecie tu juventud”. Por lo general pensamos que
estas palabras indican que a pesar de la juventud, alguien puede aceptar
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responsabilidades y atenderlas como una persona mayor y no debe ser tenido
en menos sólo por ser joven. Eso es verdad.
Pero yo veo algo más en esas palabras. Si alguien te incitara a la
inmoralidad, o a probar una droga, o a fumar a escondidas para conocer una
sensación diferente, ese está también despreciando tu juventud al tratar de
degradarla y corromperla.
Muchos jóvenes hoy no saben esperar los frutos de una felicidad forjada
paso a paso, y el gozo de llegar con un registro irreprochable a un matrimonio
de éxito, bendecido por Dios. La explicación más común es: - “Caí por amor”
Han hecho cuentas especulativas para facilitarle el camino al pecado: - “Dios
sabe que somos débiles. Él ha perdonado a muchos los mismos errores”.
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comentarios maliciosos entre los que esperaban verlos llegar sin mancha a la
meta fijada.
En el mundo de hoy la inmoralidad se ofrece en envases atractivos y se
comercia con ingeniosa competencia. Se busca que la gente la acepte como un
acontecimiento lógico, que ayuda a sobrellevar las cosas pesadas y duras del
diario vivir. El placer dura poco, pera las secuelas permanecen, y a veces hasta
terminan con la vida de uno. Ahora el mundo está absorto contemplando uno
de los últimos regalos de Satanás: el sida. Saben como darle cuerda y hacerlo
funcionar, pero nadie ha descubierto cómo detenerlo.
Aparte de las imprevisibles consecuencias del pecado, viene aparejada
una de las más tristes experiencias humanas: Tener que rebajar de golpe el
valor que se había asignado a sí mismo, y sentir la marca denigrante que uno
mismo le puso a su nombre en los registros de Dios.
Por eso te ruego hijo, no dejes nunca de orar. Que tu relación con el
Padre Celestial no sea un lazo que puede cortarse fácilmente.
Gracias de todo corazón, por lo que estás haciendo por mis padres.
Obsérvalos y escúchalos. Verás en ellos la fuerza y la belleza que tienen las
vidas simples y llanas de los que llegan al fin de sus días sin haber defraudado
a Dios.
―ſſ―
Alef Gimel
(Del libro Ramas y Nidos)
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CORAZÓN
Alef Gimel
- Septiembre 1994 -
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CORRESPONDENCIA
Alef Gimel
- Septiembre 1994 -
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LA MUERTE DE LOS LEALES
Alef Gimel
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LA TÍA BELÉN (Consta de13 Págs.)
Belén era sosegada, tranquila, muy confiable para cualquier deber que
se le asignara. No hablaba mucho, pero sentía las cosas profundas. Betania era
alegre, conversadora. Tenía una voz rica en matices y cantaba casi todo el día.
Parecía que su presencia llenaba toda la casa
Desde muy niño, Fernando había sentido una gran atracción hacia
Belén. Le gustaba hablarle de sus proyectos futuros, de sus sueños de ser un
buen arquitecto y también de los problemas que surgían con otros chicos en la
escuela, porque ella siempre tenía unas palabras de consuelo y comprensión.
Betania en cambio, tomaba todo a la ligera, le restaba importancia a todo.
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Prefería contestar con una broma antes de simpatizar con la persona dolorida.
Ese compañerismo basado en las excelentes condiciones de Belén, llegó a ser
algo muy importante para Fernando. Los padres de ambos observaban
complacidos, pensando que se estaba poniendo el cimiento para un
matrimonio que sería un gran acierto. Los Brates de tanto en tanto le
mencionaban a su hijo cuan felices serían si algún día Belén entrara en la
familia como una hija más.
Cuando llegaron los fríos rigurosos, Belén cayó enferma con cogestión
pulmonar y se vio obligada a permanecer en cama bastante tiempo y a hacer
luego una cuidadosa convalecencia. Vivían en Carrasco, cerca de la rambla,
donde la humedad del río y el viento invernal se hacen sentir.
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Fernando y Alicia se ofrecieron acompañar a Betania a los ensayo, que
a veces se extendían hasta la medianoche. Alicia fue varias veces pero luego el
gerente de la casa de alta costura le pidió el favor que se quedara fuera de hora
cada día, porque se acercaban dos bodas importantes y quería asegurarse que
todo iba a ser entregado a tiempo. Fernando en cambio sacrificó la
oportunidad de escuchar algunas conferencias especiales que se dictaban en la
Facultad de Arquitectura para que los padres de Betania estuvieran tranquilos
respecto a su hija.
Belén empezó a sentirse herida por una sospecha que prefería no
cultivar. Fernando ya no le dedicaba tanto tiempo como antes. El decía que
estaba en lo más dificultoso de sus estudios y se sentía muy cansado. Betania
también estaba cambiando. Ya no venía a comentarle los pormenores de los
ensayos. Sus padres parecían preocupados y más serios que de costumbre.
Muchas cosas de valor se estaban enfriando en el centro de su vida.
La sensación térmica dentro de la casa no era muy diferente de la que se intuía
afuera, al mirar los árboles despojados y los cielos grises a través de la
ventana. Pero el corazón de Belén aún buscaba refugio en aquellas palabras
que ella y Fernando habían pronunciado:
Raúl Montes tuvo una larga conversación con su hija Belén después de
haber recibido la correspondiente explicación de Fernando. Con su ternura de
padre, trató de derramar bálsamo sobre la herida. Le comentó que ese
problema se presentaba frecuentemente entre los jóvenes. Le aseguró que a él
le había sucedido lo mismo antes de conocer a Adelina, con quien se casó
cuando estuvo seguro de que quería vivir y morir a su lado. Le dijo lo que
comúnmente se dice acerca de estos triángulos: “Es mejor que haya dos felices
y no tres desdichados”.
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—Los dos me aseguraron en distintas ocasiones que querían estar cerca
de mí siempre y no alejarse nunca —recordó Belén acongojada.
—Es mejor que esto suceda ahora y no después, cuando el daño sería
mayor.
Pasó aquel invierno largo y difícil. Belén había abandonado por tanto
tiempo sus estudios que tuvo que dar el año por perdido. Betania había
intervenido con éxito en la zarzuela y pensaba que tenía una carrera próspera
por delante. Al mismo tiempo estaba muy ocupada con los preparativos de la
boda, buscando un apartamento para alquilar, comprando cosas para la casa y
todo lo que se requiere en esos casos.
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casa de los Montes. Muchas veces dijo: -Tía Belén, yo quiero estar contigo
siempre. Que nadie me saque de esta casa nunca.
Cuando Danilo tenía diecisiete años, por primera vez recibió noticias de
su padre. Una agencia internacional dedicada a localizar personas, tenía la
comisión de hacerle saber a Celia Suárez y a su hijo Danilo que Iván Petrovic
quería comunicarse con ellos. Casi un mes después de entregar todos sus datos
a esa agencia, Danilo recibió una carta de su padre en español entrecortado. Le
pedía que aceptara el pasaje de avión que quería regalarle para que viniera a
visitarlo y a conocer su país.
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-Es un momento oportuno, Mercedes, y lo necesitaba.
Mercedes siguió visitando a los Montes, semana tras semana. Danilo
participaba en el estudio bíblico, mientras Raúl y Adelina escuchaban
complacidos. Aquellas horas edificantes llegaron a tener una importancia
especial en la vida de la familia. Cuando Danilo estaba por viajar a
encontrarse con su padre, le recomendaron que no perdiera la oportunidad de
seguir estudiando la Biblia cuando conociera a algún proclamador de las
Buenas Nuevas.
Luego, Belén quedó sola con sus padres en la casa que la había visto
nacer. Betania había escrito en cuanto a los planes que tenían de volver
definitivamente. Belén decidió dejar el magisterio y dedicar todo su tiempo y
atención a cuidar de sus padres envejecidos.
Mientras tanto en Chile, Betania, Roberto y Pamela, estaban embalando
las cosas que querían llevarse y se preparaban para entregar la casa a sus
nuevos dueños. Fernando, por su parte, decidió hacer un viaje rápido en su
auto a suelo argentino, con el fin de cobrar algunas deudas pendientes y girar
el dinero al Uruguay mediante algún banco. Los Andes nevados aparecían
majestuosos , llenos de impresionante belleza al cruzar la cordillera. Pero, esos
gigantes estáticos pueden tener sus días de agresividad cuando el clima los
desafía, y aquel era un invierno riguroso. De tanto en tanto, se forma un alud
que no da tiempo a nada. Arrasa viviendas en las faldas de las montañas y
sepulta vehículos, o los arrastra hacia los ríos. Esa fue la razón por la cual el
arquitecto Brates no volvió con los suyos.
Betania y sus hijos llegaron a Montevideo algunos días después, para
enfrentarse a un panorama distinto, a un futuro no previsto, sin angustias
económicas, pero con el gran vacío de la viudez y la orfandad. Los cuatro
abuelos sacaron fuerzas de su propia flaqueza para consolarlos. La tía Belén
no podía hacer menos. Su instinto maternal insatisfecho, y su natural ternura,
encontraron recursos escondidos para prodigarse ampliamente. Betania se
alegró íntimamente. Por muchos años se había sentido culpable del
distanciamiento y había pensado que nunca volvería a sentirse tan cerca de su
hermana como en la niñez y la adolescencia. Pero ahora, aquel planteo que se
había presentado sin que lo buscaran, sin que ninguno de los tres deseara
dañar a otro, ya no existía.
Poco a poco, las dos hermanas fueron acercándose de nuevo. Un día
lloraron juntas recordando juntas el tiempo en que se proponían vivir siempre
cerca una de la otra y ayudarse mutuamente en todo.
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-Yo aprendí, Betania, que los humanos no podemos usar las palabras
“siempre” y “nunca” en todo su alcance. Dios es el único que puede
hacerlo. Él ha sido generoso al darnos la oportunidad de ver cumplido
ahora, ese deseo de la niñez. Ya no tendrás motivos para alejarte de
nosotros. Tus hijos, al sentirse queridos por todos, se repondrán más
fácilmente de la pérdida sufrida.
Hacía ya siete años que Danilo había partido para Checoslovaquia. En
todo ese tiempo habían recibido algunas cartas de él. Pero era evidente que
muchas no habían llegado a destino. Aquellas espaciadas cartas, trazaron un
panorama bastante claro de la situación. Iván se había casado cinco años
después de volver a su patria, pero no habían tenido hijos. Por eso, el niño que
había dejado tan lejos, en las costas del Uruguay, siendo su único retoño, llegó
a ser en su vejez la persona más querida y más deseada. Iván había ido al
aeropuerto a buscarlo, apoyado en un bastón y caminando con gran dificultad.
Sus pies y sus manos mostraban el avance implacable de la artritis
deformante. Su esposa lo acompañaba. Un empleado de la compañía aérea
condujo a Danilo donde ellos lo esperaban, ya que no lo conocían.
Con bastante esfuerzo y estudio, Danilo había logrado hablar el idioma
tanto como para hacerse entender. Trabajó en albañilería, plomería y
agricultura. La esposa de su padre era amable y hospitalaria. Apreció su ayuda
y compañía cuando Iván quedó postrado por su enfermedad. Danilo estuvo a
su lado cuando cerró definitivamente los ojos. Entonces, no cabía otra idea en
su cerebro que la de volver junto a la tía Belén y a sus padres, los únicos
abuelos que había conocido. Jamás podría dejar de reconocer que las manos
amorosas de ellos habían disipado las densas sombras que amenazaban su vida
después de la muerte de su madre y el abandono de su padre. Pudo haber sido
un niño sin hogar y sin hogar en el mundo; pudo haberse convertido en un
mendigo errante, o haber vivido refugiado en un triste asilo, o haber caído en
manos de rufianes y aventureros. Ellos le habían guardado a cubierto de todas
esas posibilidades, convirtiéndolas en sombras leves que no lo habían
avasallado. Aunque no tenía la sangre de ellos, le habían brindado,
altruistamente y sin cálculos, todo lo que la voz de la sangre induce a dar.
De vuelta del aeropuerto, se formó una alegre rueda familiar para
escuchar sus experiencias y relatos. Los hijos de Betania hicieron muchas
preguntas interesantes sobre los países del bloque comunista de Europa.
Danilo había visitado Polonia y Hungría. Sus conocimientos de inglés lo
habían llevado a los principales puntos de atracción. Le impactaron los
antiguos edificios que aún guardaban reflejos del esplendor de otras épocas.
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Disfrutó de algunos lugares de diversión donde grupos musicales donde se
destacaban los violines, hacían oír hermosas melodías, frecuentemente
acompañadas de bailes folclóricos. El guía le explicó que, a pesar de su
apariencia alegre y su buena disposición para entretener a los visitantes, si se
les pedía su opinión acerca de problemas que afectaban a la gente, se
mostraban muy reservados. Desconfiaban de cualquiera que tocara esos temas,
pues podía ser un agente del gobierno que trataba de localizar opositores.
Los polacos en cambio, eran un pueblo apagado y triste. Ya habían
pasado más de cuarenta años desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial,
cuando los alemanes y los rusos invadieron Polonia al mismo tiempo, para
luego repartírsela entre los dos. Ese pueblo, introverso y sombrío, desconfiaba
de los extranjeros que tanto lo pisotearon; parecía estar siempre evocando
mártires y esperando nuevos ataques. - ¡Cómo necesitan ellos y todos los
demás, un reino celestial! - agregó Danilo.
Mientras el joven hablaba, Belén observaba los callos del trabajo en sus
manos. Los rasgos de la adolescencia habían dado paso a facciones varoniles
y firmes. Danilo ya era un hombre, dueño de una personalidad muy atractiva.
- Tía Belén, quiero agradecerte especialmente la sorpresa que me diste
escondiendo una Biblia entre la ropa de mi valija. La he leído mucho, y
también el libro que me regaló Mercedes al despedirme en el aeropuerto,
“Hágase tu voluntad en la tierra.” En Checoslovaquia es muy difícil
encontrar algo en español para leer, así que, tenía muy buenas razones para
apreciar tales regalos.
¡Cómo deseaba volver, Uno se siente tan distinto aquí, pudiendo expresar lo
que cree, y practicar la religión que ha escogido. Ahora sí, no queda nadie
en el mundo que me pueda hacer ir a otro lugar de la tierra. Espero
quedarme cerca de ustedes mientras Dios me permita vivir.
- Lo mismo digo yo, Danilo. – añadió Betania.
El corazón de Belén estaba rebosante de gozo. Dos de sus más arraigados
cariños, dos que habían dicho “Siempre” y “Nunca”, volvían a ella.
La década de los 80 estaba finalizando. Betania y sus hijos vivían en una
linda casa que habían comprado a pocas cuadras de los Montes. Todos
formaban parte de la congregación local. Mercedes venía de tanto a verlos. No
podía olvidarse de ellos, que habían sido una de sus más queridas experiencias
en el ministerio cristiano.
Una tarde en que Belén y Pamela estaban a solas entraron en un diálogo
muy significativo.
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-Tía Belén, ahora que te conozco mejor, a veces pienso, ¿cómo es
posible que una persona tan buena como tú no haya alcanzado la felicidad?
¿Por qué nunca te casaste? ¿Nunca estuviste enamorada?
Belén buscó la manera de responder a sus preguntas sin mencionar los
hechos antes de la boda de su hermana:
- Tuve oportunidades, Pamela, pero ninguna me convenció del todo.
Tal vez el peor obstáculo haya sido el concepto que yo misma forjé del
matrimonio, del compañerismo perfecto, de la afinidad intachable que
deseaba lograr. Ahora que estoy en la tercera edad, observo los matrimonios
de los demás, que necesitaron mucho esfuerzo y buena voluntad de ambas
partes para mantenerse unidos, y entiendo que, lo que yo esperaba rara vez
se produce en este siglo, cuando la imperfección humana está tan avanzada.
Pero, quiero analizar tu pregunta. Dijiste que yo no alcancé la felicidad. A
mi edad, la felicidad se ve de una manera distinta que en la adolescencia,
querida. Ustedes, los jóvenes, suelen describir la felicidad como una
combinación de acontecimientos que la providencia señala, y que deben
presentarse en cierto orden. Yo también tuve tu edad, Pamela, y en mis
sueños de felicidad no podía faltar una linda casa, hijos hermosos e
inteligentes, un auto nuevo, una cuenta bancaria, ropa y muebles a la moda,
fiestas agasajos, viajes...todo eso no proporcionaría el mismo placer si un
no tuviera una rueda de amigos en el mismo nivel social, entre quienes lucir
y disfrutar las cosas valiosas que se poseen, sin sentirse disminuido ante tal
grupo selecto. Aunque uno no se dé cuenta, esa metas convierten la vida en
una carrera de competencia. Para ustedes, los jóvenes, la felicidad es una
serie de logros visibles. Para mí en cambio, es un capital de bienes
intangibles. Es una empresa en la que cada uno debe comprometer su
mente, su corazón y su constante esfuerzo. Jesús de Nazaret sabía que la
felicidad es algo en lo cual los humanos pensamos mucho y por lo cual
corremos con afán toda la vida. Por eso, les dio a sus discípulos un enfoque
distinto al describirla como un estado mental, una satisfacción de
conciencia, una seguridad interna de haber hecho lo mejor que uno podía
dentro de sus limitaciones. Creo que eso es lo que está envuelto en aquellas
palabras de Jesús tan citadas, que encontramos en Hechos 20:35: “Hay más
felicidad en dar que en recibir”. Esa felicidad sí, la conozco, Pamela. Tienen
que ver más con lo que la persona tiene adentro, que con lo que viene de
afuera. Es un don del cielo, que te compensa plenamente por aquellos
logros que te hayan sido negados.
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Mientras Belén hablaba, hubo una sucesión de escenas queridas, como
telones de fondo, pasando por su mente: Sus años en la escuela moldeando
hombres y mujeres del mañana; el amor de madre prodigado a Danilo; el
tiempo dedicado a su padres en la vejez; la constante búsqueda de nuevos
adoradores en el ministerio cristiano; y últimamente, el consuelo que podía
brindar a Betania, afligida por la viudez, y a sus sobrinos, que podían haber
sido sus propios hijos.
Ahora, lo que estaba por encima de todo en su genuina felicidad, no
eran el “siempre” y el “nunca” que pudieran pronunciar labios humanos, sino
los que había pronunciado el Creador. Se complacía en repasar mentalmente
algunas de esas promesas imborrables:
Si siguen haciendo estas cosas no fracasarán nunca.
(Pedro 1:10)
El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
(1 Juan 2:17)
Belén había hecho la firme decisión en su corazón de servir a Jehová para
siempre y no fallarle nunca, confiando en que el Dueño exclusivo del
“siempre” y el “nunca” le ayudaría a lograrlo.
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VIAJE ANIVERSARIO
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eran agricultores, pescaban con arpones;
evaporaban agua y obtenían sal;
eminentes orfebres de metales preciosos;
urdían telas complejas con diseños simétricos;
hacían casa redondas todas de estilo igual;
perpetuaban la vida del pueblo laborioso
brindando al sol y al agua su devoción ritual.
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Martes 15, partimos hacia el lejano México
donde tantos encuentros deseados nos aguardan.
Allí están los Rodríguez, los Silva y tantos otros
que en la obra del Reino plantaron sus raíces,
cuando este siglo veinte era inexperto y joven.
Confiando en que obtendrían resultados felices
a la mies se aplicaron con afán día tras día,
y el pueblo dedicado maduraba y crecía.
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que Jehová también les pide su corazón en ofrenda
pero hay que dárselo vivo y palpitando en el pecho
que señale el rumbo justo, y que su ley bien entienda.
Alef Gimel
Noviembre de 1994
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COLOMBIA (Consta de 2 Págs.)
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En las zonas cercanas a Panamá, donde están los guerrilleros y los
narcotraficantes, los hermanos pasan momentos difíciles de tanto en tanto. En
general son respetados por su neutralidad. Cuando los visita el superintendente
de circuito, los ancianos locales tienen que presentarse a los jefes de los
guerrilleros, como si fueran un gobierno legal, y anunciarles que esperan la
visita de tal persona y cuántos días permanecerá con ellos. Siempre debe salir
acompañado por un testigo conocido y respetado en la localidad.
Alef Gimel
(Del libro “Ramas y Nidos”)
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UN DOBLE AMANECER (Consta de 4 Págs.)
Julio Ronsard se despertó aquél día con las primeras luces del alba.,
como sucedía habitualmente en verano.
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búsqueda. El único consuelo miserable que recibieron los padres, fue el alivio
de saber que ya no sufría ni los llamaba en vano.
Por esa razón estaban todos allí, en el nuevo mundo que habían
esperado tanto. Cada amanecer era una promesa segura, porque cada día traía
trabajo constructivo y logros gratificantes.
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Julio amaba el silencio y la paz de esas horas tempranas, cuando los
primeros reflejos del sol levantaban la sábana de tul del rocío, que la noche
había usado para embellecer su lecho. A esa hora, sus ojos se deleitaban
largamente en el paisaje.
Pero esta mañana se detuvieron con sorpresa en una imagen inesperada.
La figura de un niño se perfilaba entre el brumoso rocío. Sus ropas no eran las
comunes que los niños estaban usando...tenía un saco sin mangas, largo y
suelto, como el que aparecía en los dibujos de los libros de estudio, que
representaban a los niños de los tiempos bíblicos; algo muy parecido al que
hacía Ana cada año, para llevarle a Samuel cuando ministraba en el
Tabernáculo en Siló.
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Jehová ganó esa guerra para siempre, por eso no hay más razón para sentir
miedo.
Y ahora hijito querido, vamos hacia la casa. Ya verás qué grande y linda
es la casa que Jehová nos dio. Toda esa tierra que la rodea nos fue dada
también. Tu llegarás a ser un hombre fuerte y me ayudarás a cultivarla.
-¿Ya están los nietos de los González por allí, tan temprano? –preguntó
su esposa, pensando que se trataba de los vecinos.
Alef Gimel
– Enero 1995 –
(Del libro “Ramas y Nidos”)
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DEFINICIONES (Consta de 3 Págs.)
Sí, la poesía es algo que queda flotando en el ambiente, más allá del
estilo, de la forma, de la rima y la galanura de las palabras. Es eso que se
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desprende de los elementos que la producen y del envase que la contiene, para
llegar mucho más lejos, como los perfumes magistralmente elaborados.
Gustavo Adolfo Bécquer la conectó con la belleza de la creación y nos
aseguró:
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en cuyo cauce canta y sueña un ruiseñor...”
¡Cuánto deseo ser para mis amigos genuinos, lo que persiste cuando lo
material se desvanece!
Después que el piano calla, su melodía sigue llamando a las puertas del
corazón. Después que el arpa duerme, su mensaje sigue balbuceando ecos en
nuestra mente. Si algún día tengo que partir inexorablemente, y despedirme
hasta la resurrección de ese amado grupo que me comprende y me acepta
como soy, espero que lo mejor de mí aún siga acompañándolos. Más allá de
todo lo vulgar y lo grotesco que aturde al mundo con su insolencia, quisiera
estar junto a ustedes como un perfume, o como una melodía vigorizante, que
no pide permiso para entrar, ni tolera que la detengan.
Alef Gimel
–Mayo 1995 –
59
ESTE LARGO SILENCIO
Alef Gimel
–Julio 1995–
60
CARTA DE RENUNCIA
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¡NO TE ALEJES, ESPERANZA!
Hebreos 6:19
Alef Gimel -
62
Junio 1995
PAZ
Alef Gimel
Noviembre 1995
63
Tucumán
64
y quédate a la espera de ese tiempo cercano
cuando Jehová corone de flores y de pájaros
el camino de aquellos que hoy lo ven Soberano.
Alef Gimel
Tucumán-Nov/95 – (Del libro “Ramas y Nidos”)
65
A UNA MUCHACHA TRISTE QUE NO PUEDE CAMINAR
¿Por qué con gratitud y amor?, te preguntarás. Porque tu prueba nos está
enseñando mucho a todos, y eso nos hace bien. No sólo el que sufre en carne
propia está a prueba, sino todos los que lo aman y se acercan a él, pues son
tocados profundamente en sus convicciones y movidos a escudriñar su propio
corazón y a preguntarse: -¿Cómo reaccionaría yo en las mismas
circunstancias? ¿Sería capaz de sufrir así sin culpar a Dios?.
Jonás tuvo que ser reprendido porque usó sus piernas para huir de la
misión que le había sido encomendada. En otros casos, usar las piernas para
escapar es meritorio, como al huir de Babilonia la Grande. A veces lo más
difícil es dejarlas quietas, frenar sus ansias de andar, porque se les ha asignado
la prueba dura de la invalidez.
Alef Gimel
( Tomado del libro “Ramas y Nidos”)
67
LA PRIMAVERA SIEMPRE VUELVE (Consta de 7 Págs.)
68
su vida, con el fin de estimularlo a que le contara algo que le permitiera
descubrir las raíces de aquellos complejos que evidentemente turbaban a
Florencio.
En cierto momento el joven comentó con voz nostálgica: -Se ve que
usted tuvo una niñez feliz, hermano Vargas.
-Ciertamente. ¿No puedes decir tú lo mismo?
Florencio movió la cabeza negativamente y sus ojos se llenaron de
lágrimas.
-¿Qué pasó? ¿Hubo alguna tragedia en tu familia? Tus padres están
vivos y creo que nunca se separaron. Te quieren y se preocuparon por ti. Te
educaron...cubrieron tus necesidades...
-Sí, pero hubo algo que descuidaron sin pensarlo, y eso afectó toda mi
vida. Hubo un amigo de mi padre, un hombre rico y depravado que había
aprendido a esconder muy bien su verdadera personalidad. Él era el dueño del
restaurante que mis padres atendían. De allí venía nuestro sustento, y él se
sentía un benefactor. Él sabía que yo tenía que estar solo en casa algunas horas
al volver de la escuela, hasta que mamá llegara, dos o tres horas antes que
papá. Mi hermano mayor estudiaba, y sus horarios no coincidían con los míos.
En ese intervalo, el personaje rico venía con su auto, para hacerle a mis padres
el triste favor de entretenerme. Me paseaba un poco por la ciudad, me llevaba
a su apartamento, me llenaba de golosinas y regalos, y así me pagaba por los
abusos que cometía después. Eso sucedió durante varios años. (Florencio
lloraba y estrujaba un pañuelo entre sus manos.)
Un pesado silencio, lleno de dolor, apagó la conversación. Onésimo
comprendía todo, y buscaba en su mente algo tranquilizador que decir.
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si alguien intentaba divertirse con mis órganos genitales, se lo diría a ellos sin
demora para que me defendieran.
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-No, Florencio, al contrario, yo también estoy aprendiendo a considerar
otros ángulos del tema. Hoy tengo todo el tiempo que quieras para escucharte
y tratar de comprenderte. Me hace feliz comprobar que has sido un gran
luchador, y te has enfrentado solo a la prueba difícil de tu propia recuperación.
También me complace mucho que te hayas sentido libre para abrirme tu
corazón, y te animo a hacerlo siempre que lo necesites. Ahora te aprecio más
que nunca, porque veo que tus valores morales son firmes y te han ayudado a
resurgir. Por eso Jehová te llamó a su pueblo, y te expresó su amor
mostrándote el camino.
-Sí, hermano, hoy estoy mucho mejor que el sujeto que me arruinó la
vida. Él murió en un choque, hace algunos meses, aplastado como una rata
71
dentro de su auto. Yo, en cambio estoy vivo, y conozco a Jehová. ¡ Eso
significa mucho! Entiendo que no debo permitir que esos recuerdos sigan
torturándome. Pero cada vez vuelven con menos frecuencia.
-¡No, Florencio, no pienses así! La razón es que tus emociones han sido
abusadas y descontroladas en la niñez. Inicuamente, alguien te introdujo por la
fuerza en las cosas profundas de Satanás. Tu cuerpo de niño fue obligado a
experimentar sensaciones que no le correspondían, ni estaba capacitado para
soportarlas. Es el mismo caso que se ha visto últimamente en las guerras de
Asia. Se les ha enseñado a los adolescentes, casi niños, a manejar armas
mortíferas y a participar en las matanzas. Forzar a un niño que ama la vida y
no entiende la razón de la guerra, a hacer el papel de un soldado, es despertar
en él emociones nocivas, que no está preparado para amoldarse a ellas. Los
que sobreviven a esas experiencias también enferman síquicamente, y a veces
lloran durante el resto de su vida.
Leyendo sobre las costumbres de los aztecas y los mayas, me enteré de
que también sacrificaban niños, porque creían que sus lágrimas eran muy
aceptas a los dioses. Hoy, los mismos demonios que respaldaban las religiones
paganas del pasado, siguen teniendo una sed morbosa por las lágrimas de los
72
niños. Los dejan desorientados, indecisos ante los desafíos de la vida. En
muchos casos, tienen una personalidad turbia, no aciertan con su vocación, no
confían en sus propias habilidades, y no saben ponerse metas razonables.
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-Todos tenemos que mejorar nuestra estatura espiritual, Florencio. Es
como dijo Pablo en Romanos 3:23...”todos han pecado y no alcanzan a la
gloria de Dios.” Unos por las cosas que han hecho; otros porque se sienten
vanidosamente superiores por no haberlas hecho...todos fallamos en algo. Tú
ya saliste de esa clase tristemente confundida que menciona Isaías, los que
dicen que lo malo es bueno, los que ponen la oscuridad por luz y la luz por
oscuridad. (Isaías 5:20) no mires a las marcas del pasado como un tatuaje que
no se puede borrar. Jehová tiene un disolvente espiritual al que ninguna
mancha se resiste. Los valores permanentes que están en tu corazón no han
cambiado y están manifestándose. Como en el ciclo de las estaciones, para los
que se refugian en Jehová la primavera siempre vuelve con una nueva
floración. Debemos procurar que no nos encuentre como tierra agotada,
claudicante, que no quiere resurgir.
Alef Gimel
– Agosto 1995
(Del libro “Ramas y Nidos”)
74
AYER SE FUE UN AMIGO
Alef Gimel
- Nov. 1995
(Del libro “Ramas y Nidos”)
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DIVIDAMOS EL CAMINO
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EL INDIO QUE ESTÁ A MI DIESTRA
Lo conocí en mi niñez
domando potros salvajes
en silencioso ostracismo.
Me ofreció su guía sabia
para descubrir el mundo.
Me ayudó a nombrar las cosas
y a definir mis deberes
con un aprecio profundo.
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Cuando Dios es difamado
a veces llora conmigo
y suspira cabizbajo
cuando arrasan grandes bosques
y destruyen fauna y flora.
Me hace notar diferencias
entre el mañana que anhela
y el presente que deplora.
Alef Gimel
- Enero 1996
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EL ORIGEN DEL GAUCHO URUGUAYO,
SU VIDA Y SUS COSTUMBRES (Consta de 4 Págs.)
Nuestro pequeño país tiene la forma de una pera. Y está situado entre
los dos colosos de América del Sur, la Argentina y el Brasil.
El Río Uruguay es su límite al este, el Río de la Plata al sur, y el Océano
Atlántico al oeste. El Río Uruguay le da su nombre, que en el dialecto guaraní
significa “Río de los pájaros”. Los indios le dieron ese nombre poético. El
nombre completo del país indica su situación geográfica: República Oriental
del Uruguay., por estar al oriente del Río. Toda esa agua que lo rodea casi
totalmente, le brinda hermosos y variados paisajes. En sus costas vivieron
muchas tribus indígenas en el pasado, siendo los charrúas y los guaraníes los
más numerosos entre ellos y los que más huella dejaron en nuestra historia.
Nos habla mucho de los charrúas un libro, que es el clásico por
excelencia en la literatura uruguaya. Es una historia en verso representado la
conquista de nuestra tierra por los españoles y la erradicación de los indios
que la habitaban. Quizás ustedes hayan oído nombrar ese libro: “Tabaré”. Su
autor es uno de los más famosos y celebrados poetas uruguayos: Juan Zorrilla
de San Martín. Él no confió todo a la imaginación, sino que recurrió a los
registros primitivos buscando datos y nombres para sus personajes, y estudió
el dialecto tupí para definir las voces indias, y el significado de los nombres en
tales registros. Tabaré, su amado personaje, es un indio fuera de lo común,
pensativo, taciturno, sin inclinaciones a la violencia. Un indio extraño de ojos
azules. Esto no es un truco de la imaginación. Pudo haber otros indios así,
porque en sus ataques, cuando derrotaban a los españoles, tomaban los
prisioneros que podían, como los españoles lo hacían con ellos, y se
apoderaban de las mujeres que encontraban en sus “malones”, como les
llamaban a sus ataques en masa, por sorpresa, sobre las pequeñas aldeas en
que los españoles vivían.
Tabaré era hijo de una cautiva blanca, Magdalena, que se enfermó
llorando por su pueblo y su familia y murió de pena cuando él era muy niño.
En sus recuerdos, estaba vivo el rostro de aquella madre blanca, sus cantos de
cuna y su dulzura. Por eso era un joven nostálgico, uno de los últimos retoños
de su raza, condenada al exterminio. El poeta lo compara aun lirio amarillento
que crece al borde de una tumba, porque sur raza no podrá esperar otro
destino. Su nombre realmente existió entre los indios, y el autor explica que lo
eligió para su personaje porque en el dialecto tupí que hablaban los charrúas,
significa “después del caserío”, o sea, uno que vive aislado. Puede aplicar muy
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bien a alguien que no era del todo charrúa, ni lo suficientemente español,
como para mezclarse con ellos.
Durante los últimos 330 años, más o menos, el Uruguay no ha tenido
indios. Los pocos que los españoles dejaron con vida, fueron muriendo sin
perpetuar su raza. Los charrúas no se casaban con mujeres de otros grupos. Si
podían capturar una mujer blanco y someterla, lo hacía, pero seguían viviendo
como charrúas. Más tarde, a los pocos que tuvieron que vivir como parias y
prisioneros entre los que se adueñaron de sus tierra, ya la procreación no les
interesaba.
Los españoles a su vez, se apoderaron de muchas indias cuando
exterminaron a los charrúas y a las otras tribus. Ellas produjeron niños
mestizos, de piel cobriza y cabello negros. Esos fueron los primeros gauchos.
Vivían a campo abierto, y muchas veces dormían envueltos en sus ponchos
bajo las estrellas. Aprendieron a construir sus ranchos, haciendo una armazón
de caña y recubriéndola de barro mezclado con paja. Usaban, como los indios,
armas de piedra, como las boleadoras, dos bolas de piedra unidas por lonjas de
cuero, que servían para cazar aves zancudas como el chajá, y para enredar las
patas de los caballos de un enemigo en una batalla, o para dificultar la huida
de un malhechor que quisieran capturar.
Los gauchos todavía existen en el Uruguay y la Argentina, aunque el
avance de la civilización los ha hecho cambiar en ciertos aspectos, pero
conservan algunas de las antiguas costumbres. Muchos uruguayos se sienten
gauchos una semana al año y arman tiendas en el campo o en los parques para
dormir sobre el suelo, cocinar a la manera primitiva, y cazar animales,
mientras disfrutan de la naturaleza. Esa es la semana santa que allá se llama
“semana de turismo”.
Al mismo tiempo, muchos gauchos de hoy viven en hermosas casas,
tienen los mejores automóviles, equipos de audio y toda clase de electro-
domésticos.
Hay asociaciones gauchescas que se han propuesto no dejar morir la
tradición y en las fiestas patrias recorren las calles de las ciudades a caballo,
vistiendo las ropas gauchas y tocando la guitarra y cantando canciones típicas
del campo.
No sabemos cómo ni cuando, se originó una costumbre que ha
perdurado hasta hoy en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, que cada vez
tiene más adictos. Se trata de la bebida nacional, EL MATE.
Dos diferentes plantas se combinan para producir lo que para el gaucho
de ayer y de hoy, y muchos que no son gauchos, constituye un deleite que se
echa mucho de menos si uno está en un país donde no puede obtenerlo. La
planta de mate produce estas pequeñas calabazas, de todos tamaños y de
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bonitos diseños a causa de sus manchas. A éstas se les hace un orificio y se las
usa para poner en ellas una porción, que no debe llenarla más de la mitad, de
yerba mate. Esa es la segunda planta que entra en juego. Sus hojas se muelen
muy fino y esa es la “Yerba Mate”. La pequeña calabaza debe ser curada
dejando la yerba en ella por lo menos 24 horas después de mojarla en agua
caliente, de modo que se impregne del gusto. Después de este primer paso uno
puede usarla interminablemente para tomar mate en ella.
Otros ahora prefieren mates de vidrio, de porcelana o de acero
inoxidable. Las bombillas, que se usan para sorber el líquido, pueden ser de
diferentes metales. Las más caras son de plata con la parte superior de oro.
Últimamente, se está abandonando la costumbre de tomar mate en
rueda, a causa de las muchas enfermedades que azotan a la gente. Los médico
y los maestros han insistido mucho en que el mate debe ser individual para ser
saludable.
En tiempos pasados, el mate tenía su propio lenguaje. Para el hombre de
campo, no había mejor bienvenida que recibir un mate caliente y espumoso de
la mano de la madre, la esposa, la novia, o el amigo a quien se visitaba. Los
hombres lo preferían amargo, las mujeres lo tomaban y lo toman por lo
general, con azúcar, con una cascarita de naranja o limón entre la yerba, o con
una rama de cederrón en el agua. Si uno recibía a una visita con el mate medio
tibio y la yerba lavada, sin espuma, esto indicaba desprecio y frialdad.
Posiblemente sucedería esto cuando una muchacha tenía que atender a un
pretendiente que no le caía bien.. cuando el mate toma este aspecto, se le saca
un poco de la yerba usada y se le pone nueva yerba. Entonces es una expresión
de bienvenida. Se le atribuye a la yerba mate la vitamina K que es muy escasa
y se le asigna el mérito de fortalecer la cabeza. En el lenguaje popular, se le
llama “mate” a la cabeza. Si usted va al Uruguay o la Argentina más de una
vez va a oír decir, por ejemplo: “¿Cómo se te metió esa chifladura en el
mate?”.
El mate, como se toma por sorbos y se vuelve a llenar muchas veces,
lleva tiempo, permite pensar en cosas que uno quiere resolver, o recordar
cosas en que la mente desea espaciarse. Por eso se dice que el mate acompaña,
llena la soledad.
Para el que no lo tomó desde la niñez o la adolescencia, para los recién
llegados al país, no es agradable cuando lo prueban. Lo encuentran fuerte,
amargo, extraño al paladar. Pero si llegan a acostumbrase a él, lo extrañan
cuando no lo tienen. Muchos extranjeros al volver a su país temporalmente,
llevan consigo la yerba para disfrutarlo allá también. Es un estimulante que
ayuda a estar despierto.
81
El gaucho era conocido por su buena disposición para hacer favores, por
eso e s muy común oír a alguien cuando pide un favor, decir: “¿Puedes
hacerme una gauchada?”, o, hablando de una persona servicial, se suele decir:
“Es muy gaucho”.
En la vida campestre, que es para él la verdadera vida, los grandes
amores del gaucho eran su compañera, que él llamaba “mi china” (no se sabe
el origen de esta expresión), su caballo, su perro, su rancho de paja y tierra, y
su guitarra.
La guitarra, que también llamaban vihuela, era la compañera de sus
horas de descanso. Algunos tenían mucha habilidad para componer melodías
simples y para improvisar relatos en verso ante grupos de oyentes muy
atentos. A tales improvisaciones se les llamaba payadas. Hasta el presente, se
acostumbra en fiestas de tipo campestre o en audiciones de radio y televisión,
tener payadores narrando en verso el acontecer del día en el país, o los
pormenores de la fiesta a la cual asisten.
Algunos han sugerido que no era difícil hacerle confidencias a la
guitarra y contarle sus penas y sus sueños, porque la guitarra tiene forma de
mujer.
Un ejemplo de esto lo hallamos e la primera estrofa del famoso libro
clásico de la Argentina, “Martín Fierro”, que cuenta la vida, las costumbres y
el sentir de los gauchos argentinos, casi idénticos a los del Uruguay:
“Aquí me pongo a cantar
al compás de la vihuela,
que el hombre a quien lo desvela
una pena extraordinaria,
como el ave solitaria,
con el cantar se consuela.”
Este libro, Martín Fierro, está lleno de máximas, moralejas y consejos
de indiscutible sabiduría. Han sido citados por innumerables autores y siempre
vuelven a aparecer en canciones, en espectáculos populares y en posters. Una
estrofa muy famosa es aquella que dice:
“Los hermanos sean unidos,
porque esta es la ley primera,
pues si entre ellos pelean,
se los comen los de afuera.”
Lira Berrueta
82
SILUETAS
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La cuna quedó muy sola, anonadada en el ocio,
desprovista de sentido, como un poema frustrado.
La esperanza desmentida ya no tenía palabras,
inclinada hacia la tierra con su mensaje anulado.
Las metas ahora cambiaron.
Pidieron a Dios su guía
para emplear sus esfuerzos con el máximo provecho.
Prepararon portafolios, emprendieron otros rumbos,
Y en el barrio había una casa que se vendía sin techo.
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LA MÁXIMA SENTENCIA
Alef Gimel
- Mayo 1996 -
85
TEATRO FAMILIAR (Consta de 5 Págs.)
Primer Acto
Personajes:
Los tres hijos mayores, enérgicos, dinámicos, no toman parte en los diálogos.
Benjamín: - Papá, mamá, ustedes saben que yo los quiero mucho y estoy
muy agradecido por todo lo que han hecho por mi. Esta
discusión de hoy con mis hermanos ha agotado la poca
paciencia que me quedaba para tolerarlos. Acabo de hacer una
decisión y no voy a cambiarla. De aquí en adelante no me
sentaré más a la mesa con ellos, ni estaré presente a la hora de
las comidas.
Míriam: - ¿Qué estás diciendo, hijo? ¿Vas a comer las sobras, solo en la
cocina, como si no fueras parte de la familia?
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Benjamín: - Mamá, este no es el único lugar donde se puede comer. Si uno
paga, puede comer en muchos lugares donde se vende comida.
(Unos pasos más atrás, Míriam está enjugando sus lágrimas con un pañuelo.)
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Míriam: - Hijo querido, tu padre y yo conocemos demasiado bien tus
problemas y tus limitaciones. Nunca nos hemos burlado de tus
debilidades ni te hemos depreciado por ellas. Tus hermanos son
jóvenes, llenos de vida y energía, y no tienen la madurez que dan
los años. Algún día, puede ser que ellos mismos tengan un hijo
enfermizo, y entonces comprenderán tu situación. Quizás ni se han
dado cuenta de cómo te han herido. Tenemos que reprenderlos
para que no sean tan agresivos. Todo esto es muy triste, pero no es
razón para que rehúses sentarte a la mesa con tu familia. Ese lugar
es tuyo. Tu padre y yo te lo hemos asignado con amor. Por favor,
no lo menosprecies.
SEGUNDO ACTO
Benjamín llega. Sus padres lo abrazan y lo besan con mucho amor. Los
tres se apartan hacia la izquierda y se sientan en un grupo de sillas, quedando
en penumbra.
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-Todos conocemos a alguien que una vez se sentó con nosotros a la
mesa del Señor y luego abandonó su lugar, desalentado por ofensas
imaginarias o reales, desilusionado por fallas humanas, que no creía encontrar
en la casa de Dios. A veces, las cosas que ciertos hermanos hacen o dicen,
pueden abrir heridas dolorosas. Nosotros mismos, en momentos en que hemos
estado bajo ciertas presiones, tal vez hemos albergado la misma idea,
inspirada por el antiguo adversario de Dios, de abandonar nuestro lugar en su
pueblo, pero felizmente no sucumbimos a ella. La mayoría de los que se han
ido, andan por el mundo con la cabeza vacía y el corazón insatisfecho.
Algunos, al irse al expresado la absurda idea de que Dios puede protegerlos
tanto afuera como adentro de su organización. Dios no tiene la obligación de
seguir los pasos de los que abandonaron sus caminos, ni tampoco de ponerles
comida en la boca, como hacen los pájaros con sus pichones, a los que rehúsan
seguir comiendo a su mesa. Nosotros seremos siempre los perdedores si
abandonamos nuestro lugar porque estamos ofendidos con otros. Rechazar la
mesa de Jehová no puede ser jamás la solución de ningún problema, pero
ciertamente es la forma de abrirle la puerta a problemas muy graves. Algunos
se han portado como hijos ingratos, pero no han llegado a ser apóstatas,
sentándose a la mesa del enemigo. Para ellos, la puerta de la casa de Dios aún
está abierta.
FIN
90
Alef Gimel
– 1996 –
Alef Gimel
-Agosto 1996-
92
EL CONEJITO ANDARIEGO (Consta de 5 Págs.)
- Ah...Así le llaman a esas pequeñas flores silvestres que le dan tan lindo
aspecto al campo en primavera. ¿Dónde vive tu familia?
- Con seguridad que ella no te dio permiso para salir solo y apartarte de la
familia.¿No pensaste que ella debe estar muy preocupada y buscándote
por todas partes? Tal vez está pensando que un animal más grande te
mató y nunca te volverá a ver. Tienes que volver a tu familia. ¿Cómo
puedes volver lo antes posible a la casa de don Pedro?
Macachín bajó la cabeza avergonzado y dijo:
93
- En realidad no sé cómo volver. Yo me salí cuando estaba amaneciendo,
porque vi la puerta un poco abierta y pude pasar. Pronto empecé a
cruzar un campo grande.
- Me llamo Diamela.
- ¿Qué es Arabia?
- Es una tierra donde viven los pueblos árabes. Tiene un gran desierto de
arena que sólo se puede cruzar en camello.
- ¿Ves, Diamela? Yo no sé nada de esas cosas. Por eso quería conocer más
del mundo.
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Sólo había comido algunos pastitos desde que había salido de su hogar. De
pronto vio unos hongos muy lindos, con pintas de colores, y se dirigió a ellos.
Diamela se alarmó y empezó a revolotear a su alrededor, indicando que no
debía comerlos, porque eran hongos venenosos. Lo animó a seguir andando un
poco más porque desde la copa de los árboles se veía una casa con una huerta,
donde podría encontrar lechuga, espinaca y otros vegetales.
- ¿No será esa la casa de don Pedro? – preguntó la paloma.
- ¡No Macachín, no bebas del río! Desde arriba se puede ver que el agua
está negruzca y brillante. Trae petróleo, eso sería fatal para ti. Se ve una
finca cercana, sin duda habrá algún lugar allí de donde beben los animales.
Mejor que aguantes un poco más la sed.
Apenas habían andado unos minutos más, Macachín siempre por tierra y
Diamela de árbol en árbol, cuando el oído fino de la paloma distinguió unas
pisadas enérgicas que quebraban las ramas secas en el suelo. Pronto confirmó
lo que sospechaba, un puma andaba por la orilla del río sin duda buscando una
buena merienda.
95
Llegaron bien a la finca cercana, y encontraron pequeños charcos donde
pudieron beber, porque estaban regando el jardín.
Cerca de la entrada, la paloma vio un potrillo todo negro con una mancha
blanca cerca de la oreja derecha, que parecía una flor adornando su piel
oscura. Los niños le llamaban el morocho. Diamela se paró sobre su cabeza y
le habló al oído, explicándole el problema que se le había presentado. El
morocho estuvo muy contento de cooperar porque conocía muy bien a la
familia Conejidez. Todos ellos, igual que él, habían nacido y vivían en la
misma granja. Llegaron pronto al lugar donde el conejito los esperaba, casi
desmayado de cansancio.
Las zanahorias que don Pedro les había traído a la mañana estaban
intactas, nadie había podido comer durante el día a causa de la ausencia
injustificada de Macachín. Invitaron a Diamela a quedarse un poco de tiempo
con ellos, pero ella estaba ansiosa por volver al palomar donde su esposo la
esperaba.
- Yo pasaré por aquí de vez en cuando para ver cómo están. – les dijo. Le
he tomado gran cariño a Macachín y me gustará ver cómo está creciendo.
Alef Gimel
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DIVAGACIONES DE UNA DIVORCIADA
(Consta de 3 Págs.)
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Nos hemos defraudado mutuamente al esperar una unión perfecta a
pesar de nuestras diferencias. Frecuentemente han vuelto a mi mente las
acertadas palabras de Khalil Gibran, el celebrado poeta de la India,
refiriéndose al matrimonio:
“Cantad y danzad juntos y sed alegres, pero permitid que cada uno se
sienta solo. Así como la cuerdas de un laúd se encuentras separadas aunque se
estremezcan con la misma música”. Ciertamente, las cuerdas de un laúd no
pueden fundirse en una sola, pero separadas pueden producir la misma
melodía.
También las palabras que él escribió sobre los hijos me han dado un
enfoque diferente y algo en qué pensar:
“Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la Vida, deseosa de sí
misma.
No vienen de ti sino a través de ti, y aunque estén contigo, no te
pertenecen. Puedes darles tu amor pero no tus pensamientos. Puedes abrigar
sus cuerpos pero no sus almas, porque ellos habitan el mañana, que no puedes
visitar ni siquiera en sueños. Ustedes son los arcos de los cuales sus hijos han
sido lanzados como dardos vivos.”
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Les he explicado que, al correr tras una aventurera, estabas enceguecido por
un fuego fatuo y no veías anda claro. Les he recalcado que ellos son lo más
auténtico que hubo en tu vida, y que con seguridad lo sentirás así, cada vez
más, a medida que pasen los años.
Se sintieron muy defraudados cuando te fuiste, no solo por haber dejado
tu hogar, sino también al verte abandonar las filas del pueblo de Dios. Les he
citado muchas veces las consoladoras palabras del Salmo 27:10: “En caso de
que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aún Jehová
mismo me acogería”.
He podido criarlos exitosamente, sin golpes ni gritos, con amor y
ternura, como tan acertadamente lo ilustra Rabindranáth Tagore: “El que hace
perfectos los guijarros no es el martillo, sino el agua con su danza y su
canción.”
Mi gran recompensa ha sido ver crecer a mis hijos entre los adoradores
de Jehová, como plantas sanas, que tienen la dosis adecuada de luz y aire
puro, y el riego fortalecedor del agua de la verdad.
Tal como el médico trata de aumentar las defensas de un enfermo, así
me esmeré en fortalecer sus defensas espirituales, para que visualicen el
mayor de los atributos de Jehová: “Dios es amor”, y que se apoyen
confiadamente en su calidad suprema de padre.
¿Cómo puedo definir tu paso por mi vida? Te veo como la triste sombra
de lo que pudo haber sido y no fue. Rompiste el bosquejo de la familia
cristiana que nos proponíamos ser. Al borrar tu imagen del cuadro familiar,
perdiste la oportunidad de reflejar a Cristo en su honorable posición de
cabeza.
Pero, el balance final está innegablemente a mi favor: dos hijos que me
quieren y desean estar conmigo. Ellos son, más que un regalo tuyo, el gran
regalo de la Vida, siempre ansiosa de multiplicar sus logros. Tú fuiste
meramente el intermediario que entesó el arco desde el cual fueron lanzados
como dardos vivos hacia el porvenir.
Alef Gimel
– Diciembre 1996 –
100
ESTAR ENAMORADO DE LA VIDA
Y si es preciso un día
que despidas de ella por ahora,
prométele un abrazo conmovido
cuando te alce del polvo,
tendiéndote su mano bienhechora.
101
Alef Gimel
– Dic. 1996 –
102
Lira Berrueta
México, Mayo 8 – 1997
Colombia en Abril
Colombia generosa, te veo estallando en flores.
El cielo nunca olvida las lluvias merecidas
Que le dan a tus campos esa alfombra esmeralda,
Bendicen tus plantíos y nutren tantas vidas.
Ha inundado tu tierra
Una absurda marea de iniquidad y vicio.
Crecientes multitudes embotadas
Se dirigen a un hondo precipicio.
Lira Berrueta –
Colombia, Abril de 1997
103
México en Mayo
Déjenme entrar amigos,
vine a comprar recuerdos
para un archivo inmaterial guardado
en recónditos fueros de la mente.
Allí recurriré frecuentemente,
buscando los genuinos sentimientos
que renuevan el gozo de estar vivo
en horas de pesar y agotamiento.
Alef Gimel
104
(Lira Berrueta)
México, Mayo de 1997
105
El 24 y 35 nos alojamos en el apartamento de Blanca Beltrán, que
también nos brindó su hospitalidad en 1994. con ella y su grupo fuimos de
casa en casa una mañana y también hicimos algunas compras. Disfrutamos de
la reunión del jueves con la congregación “Los Cedritos”.
El sábado, ella nos llevó con su auto a Facatativa, el nuevo Betel que es
un anticipo del Paraíso- allí la primavera estaba en su apogeo. Sábado y
domingo fueron días muy propicios para recorrer los lugares más hermosos de
los alrededores. Volvimos al Río Neusa con sus paisajes agrestes y a la
Cabaña Alpina, con sus exquisitos lácteos.
106
Fernando, Norma, Alice y yo. El nombre de esta playa fue por causa de una
colina cubierta de arena, por la cual la gente solía rodar y caer en el agua,
tiempo atrás.
CARTAGENA
108
Hacia México
El martes 6 de Mayo, temprano en la mañana, estábamos de vuelta en el
aeropuerto, saliendo para Bogotá con Avianca, para combinar con la salida del
avión para México tres horas después.
Así dejamos atrás Cartagena, ese cautivante conjunto de islas del Mar
Caribe, con cuatro siglos y medio de historia. Cartagena, conquistada y
defendida por ardor por los españoles, oprimida por la religión mundana,
amenazada por los piratas, enriquecida por los esclavos negros, perdida con
dolor por los indígenas, y al fin abandonada en derrota por los prepotentes
españoles que dejaron en ella valioso edificios y muy malos recuerdos.
109
viernes al anochecer disfrutamos de un concierto sinfónico, y el domingo por
la mañana, de un colorido espectáculo de ballet folklórico mexicano.
En una de las tantas vueltas por la capital, un hermano nos hizo una
gran plaza arbolada, y nos dijo: “Esa es la alameda, donde ejecutaban a la
gente durante la Inquisición” – En muchas partes hay un dedo acusador
señalando a Babilonia, para que sus crímenes no sean olvidados.
GUADALAJARA
El martes 13 salimos en un lujoso autobús de turismo hacia
Guadalajara. Se nos advirtió que no lleváramos todo nuestro dinero en la
cartera, pues en esos viajes solía suceder que los viajeros fuerana saltados y
despojados de cosas de valor. Pero, gracias a Jehová no tuvimos ninguna mala
experiencia, y fue un gran gozo volver a encontrarnos con Héctor y Aída
Silva, y Arturo, el hermano de Aída. La madre de ellos, Julieta viajaba con
nosotros para conocer a Jared, el hijo de Arturo, nacido solo 5 días antes. Los
hermanos Luna con su auto estaban allí también.
Héctor y Aída habían arreglado sus vacaciones para esa fecha y nos
dedicaron mucho tiempo. Volvimos a recorrer Guadalajara y a apreciar sus
muchos edificios y plazas antiguas, con sus rasgos coloniales. El nombre de la
ciudad, la segunda de México, significa – “Agua que corre sobre piedras.”
Tiene 9 millones de habitantes, 290 congregaciones y 14 circuitos. Esto le da a
Héctor Silva la oportunidad de usar su vasta experiencia, sustituyendo a algún
superintendente de circuito cuando hay necesidad.
111
Hicimos cientos y cientos de kilómetros viajando con los hermanos, y
no vimos un solo accidente. Dentro de la capital de México, con excepción de
las avenidas en que pasan autobuses, todas las calles tienen baches o
pequeños montículos llegando a las esquinas, que obligan a los motoristas a
aminorar la marcha. Nadie puede atropellar a alguien y huir a gran velocidad
para no ser identificado.
ACAPULCO
Llegamos a la capital después del anochecer y fuimos a hospedarnos
encasa de los hermanos José y Josefina Vieyra, ambos oriundos de Acapulco,
el famoso balneario donde tantos multimillonarios norteamericanos tienen sus
casas de veraneo. Ellos planearon una excursión rápida a Acapulco para que
conociéramos el lugar, y a la familia de José, padres de diez hijos, todos
Testigos. Los mexicanos en general tienen familias muy grandes. Esa es n
parte la explicación del fenomenal crecimiento de nuestra obra en México.
Los hijos siguen a los padres y ayudan a formar congregaciones rápidamente.
México tiene actualmente (1997) once mil congregaciones y casi medio
millón de publicadores, organizados en 511 circuitos y 36 distritos. La
población del país está muy cerca de los 95 millones.
112
BALBUENA
Aquel amoroso grupo que nos acompañó al aeropuerto pasó a ser una
querida imagen más en nuestro archivo mental.
113
Ahora, hay muchos puntos en el mapa que no son simplemente
nombres. Al evocarlos, surgen rostros queridos, amables, y recuerdos muy
significativos, que producen una extraña mezcla de gozo y nostalgia. Nos
despedimos sin saber por cuánto tiempo, con la esperanza de volver a
encontrarnos cuando ya no existan fronteras que nos separen, sino caminos
que nos unan. Nos despedimos con la confianza que se siente al saber que los
ojos plenos de amor de Jehová velan sobre todo su pueblo. Cuando Labán y
Jacob se separaron por tiempo indefinido, expresaron la misma confianza en
Génesis 31:49:
“Atalaye Jehová entre tú y yo, cuando estemos situados sin vernos el uno al
otro”. V.NM.
“Atalaye Jehová entre mí y ti, cuando estemos ausentes el uno del otro”
Versión Moderna
Montevideo, Junio1997
114
EL ESPEJO ENTERO - (Consta de 5 Págs.)
Mi querida Astrid:
Aquí estoy una vez más, con algunas hojas en blanco delante de
mis ojos, contándole al papel muchas cosas que me gustaría conversar contigo
cara a cara. Pero, todavía nos separan miles de kilómetros. Todavía falta un
poco para romper esa ausencia de cinco años y volver a gozar de la mutua
compañía.
Me siento muy feliz porque el fin violento del aborrecido viejo mundo
te encontró firme en tu lugar, sirviendo fielmente a Dios junto a tu buen
esposo, en el lugar donde los dos tanto deseaban estar, África.
Esta es para mi un maravillosa compensación por la ausencia, la
distancia, la nostalgia y la lucha por superar la soledad, que es comúnmente la
porción de los que hemos envejecido. Tenemos que mirar con una extraña
mezcla de gozo y pena a los hijos que se van de casa porque la vida les señala
sus caminos, asignándoles logros y privilegios que sólo podemos disfrutar con
ellos desde lejos.
¿No te parece un sueño, Astrid, que ya haya pasado lo que tanto
esperábamos?¡ Qué inolvidable experiencia haber sido testigos de la ira de
Dios contra un mundo que difamó Su Nombre y causó daño a Su pueblo y a
Su obra manual, la tierra?
El haber visto la furia de los elementos naturales desatada contra los
inicuos y a la vez sabiamente controlada para no dañar a Su rebaño humano,
fue muy conmovedor. ¡Cómo cobraron relieve aquellas penetrantes palabras
que Jehová dio a Job, en el capítulo 38: 22 y 23: - “¿Has entrado en los
almacenes de la nieve o ves siquiera los almacenes del granizo, que yo he
retenido para el día de pelea y guerra?”.
La intervención de los ángeles, cuidándonos y guiándonos en todos los
momentos claves, es algo que nos une a nuestro Creador con un lazo de
gratitud eterno, indisoluble, más allá de todas las palabras con que pudiéramos
intentar describirlo.
La justicia de Dios, como un poderoso rastrillo, se ha llevado la cosecha
de la iniquidad que plagaba la tierra, y nos ha dejado a nosotros sus siervos
como rebuscas marginadas.
No éramos tanto mejores que otros den el mundo. Imperfectos,
inestables, indecisos en algunas cosas, olvidadizos y mal agradecidos en otras.
¡Menos mal para nosotros que Dios tuvo un solo requisito inexcusable como
vara de medir: nuestra lealtad a Su soberanía universal! Ese requisito
115
invalorable obró como el eje estabilizador que sostuvo en su lugar las demás
cosas: la moral, la honradez, la bondad para con el prójimo, la diligencia en el
trabajo, y el cuidado de la salud todo era necesario relacionarle con el Reino.
Todo valía la pena por el Reino. Toda la adversidad se hacia soportable por la
esperanza del Reino.
Hoy, el corazón vibra de gozo porque el amado sol ya nonos daña;
porque el ozono ha sido restaurado; porque los árboles recobraron la salud;
porque los ríos y los mares han vuelto a ser cristalinos; porque la tierra nunca
dejará de alimentarnos, y más que nada, porque el Cielo nos mira con favor y
ternura.
Me invadió una gran alegría cuando nos anunciaron que el correo ya
estaba mundialmente reorganizado, y que cientos de miles de kilómetros de
líneas telefónicas ya estaban siendo reparados. ¡Ahora estaremos en contacto
directo con tantos amigos queridos! Pronto nuestro nuevo mundo feliz estará
estrechamente unido por los medios de comunicación.
Hoy, como te decía antes, es un día en que siento un gran deseo de
tenerte a mi lado. Nunca pensé que pasaríamos cinco años sin vernos.
Problemas económicos y de salud me impidieron viajar para verlos o reunir el
dinero necesario para invitarlos a venir. Pero, ¡qué gran felicidad es saber que
de aquí en adelante todo lo bueno será posible y nunca ,más habrá proyectos
frustrados!
Hoy necesito conversar contigo. Mi amor de madre nunca podría darle
tu lugar a otra persona. Han estado reviviendo en mis recuerdos los momentos
emocionantes en que entraste en mi vida. Te lo he contado en diferentes
ocasiones, porque nunca te oculté que eras una hija adoptiva que fue recibida
como una bendición de Dios.
Aquél día, yo estaba entretenida trabajando en el pequeño jardín de
nuestra casa, cuando se acercó a la verja una muchacha joven, pobremente
vestida, con un bebé en los brazos. Me saludó y me rogó que la escuchara un
momento. Cuando me acerqué para oírla mejor, ella vio lágrimas en mis ojos.
Me dijo:
-Se ve que usted está triste como yo.
-Hoy hace tres años de la muerte de mi madre, y esta fecha me pone
sentimental, porque la extraño mucho.
-Comprendo, señora. Se ve que usted es una buena persona. Hace horas
que vengo caminando y tratando de hablar con alguien, pero nadie tiene
tiempo para escucharme. Mi nena tiene seis días. Les rogué en el hospital que
me dejaran quedar un poco más, porque no tengo dónde ir, pero esta tarde me
dijeron que no podían tenerme más tiempo, porque necesitaban el lugar.
Tengo parientes en el interior, pero hace años que no los veo, y no sé bien
116
dónde viven. Tendré que andar de acá para allá, haciendo averiguaciones, por
eso estoy buscando alguien que me haga el gran favor de tenerme la nena por
unos días. Soy anémica y me siento muy débil.
-¿No tienes parientes en la capital?
-Tengo a mi padre, pero él está furioso conmigo porque soy soltera, y
me dijo que no volviera a casa cuando saliera del hospital. El padre de la nena
se cambió de barrio y no sé dónde encontrarlo. Quiero pedirle un favor,
señora. Ponga un poco de leche tibia en esta mamadera, rebajada con agua,
para que no le caiga mal a la nena. Hace varias horas que no come nada, y yo
no tengo buena leche para darle. Me he alimentado mal últimamente.
Era imposible no atender a su ruego. La hice pasar a la cocina y le serví
un café con leche caliente a ella, y una merienda. Mientras ella comía, te tomé
en mis brazos y te di la mamadera.
Un raudal de sentimientos reprimidos inundó mi corazón, como si
realmente meciera en mis brazos a la hija que nunca había tenido. No pude
menos que pensar: ¿Qué bueno si Dios me enviara una criatura así, para llenar
en parte el vacío que dejó mi madre!- Y así resultó ser.
La muchacha preguntó directamente:
-¿Sería usted tan buena de tenerla por unos días hasta que yo vuelva?
-Sí...no sería una carga para mi. La cuidaré muy bien. Apúntame tu
nombre en ese papel. Yo te daré una tarjeta con mi nombre y el de mi esposo y
nuestra dirección para que sepas dónde encontrar a tu hija cuando vuelvas.
Ella anotó: Juana Medina – y agregó: No puedo darle ninguna dirección
porque no sé en qué parte voy a estar, pero en cuanto esté ubicada volveré.
Las lágrimas inundaron sus ojos cuando te besó al despedirse. No era fácil
evidentemente, dar el paso que estaba dando.
Esa noche, cuando Eduardo volvió de su trabajo, le conté la historia. El
miró con pena, pero non desaprobación, y simplemente dijo:
- Vamos a ver si vuelve.
117
hecho innecesario que nacieras en un hospital. Si ese fue el caso, ella no habrá
podido detener sus andanzas para darse el lujo de criarte o disfrutar de ti.
Nunca pudimos comprobar cuánto había de verdad en lo que ella dijo,
pero fue muy fácil perdonarle el engaño, porque nos trajo una bendición muy
deseada, y por las lágrimas que anegaron sus ojos al despedirse de ti. Por esa
razón te aseguré muchas veces que tu madre no te había abandonado porque
no te quisiera. El viejo mundo depravado muchas veces ponía a sus víctimas
en una situación límite y sin salida.
Fuera cual fuera la historia real, Eduardo y yo nos alegrábamos de que
nadie hubiera venido a reclamarte. Fue fácil conseguir la adopción a causa de
tener un hogar legalmente formado y una situación económica desahogada. Ya
que no estabas registrada en ninguna parte, era necesario darte un nombre.
Algunos años había muerto la joven reina de Bélgica, madre de dos
niños, en un accidente automovilístico. Esa ingrata noticia apareció en todos
los diarios y fue mencionada en los noticieros radiales. Eso me familiarizó con
su nombre, bonito y nada común: Astrid. Recuerdo que entonces le dije a
mamá: -Si algún día tengo una hija, me gustaría que se llamara Astrid.- Así
quedó resuelto.
Después que entraste en la familia todo siguió su curso suavemente
hasta que aquella pareja de tenaces precursores nos la verdad. Tú tenías nueve
años. La Biblia y la congregación llegaron a ser para las dos algo
imprescindible, entre las cosas más valiosas de nuestra vida. Felizmente,
Eduardo se unió a nuestro estudio bíblico unos meses más tarde. Nuestro
progreso espiritual fue rápido y sólido. Nos bautizamos juntos poco tiempo
después, y tú a los 14 años. Ese fue un día muy feliz para nosotros. La
decisión salió de tu corazón, sin que nadie te presionara. Otro día luminoso en
nuestros recuerdos fue el de tu boda con Jorge, un excelente siervo ministerial.
Los cuatro estábamos convencidos de que nada que el mundo pudiera darnos
podía compararse con el tesoro de la verdad.
Era lo que yo había buscado siempre, con un hambre espiritual
abrumadora, escudriñando libros limpios y nobles, con la esperanza de hallar
explicación a la razón de la existencia y la manera de saldar nuestra
incalculable deuda con el que nos había dado el ser. Tenía la ilusión de que
algún pensador en el mundo hubiera llegado más lejos que yo en la agotadora
tarea de definir lo que somos y por qué estamos aquí.
Sentía que los humanos debíamos tener una responsabilidad imposible
de medir para con el Autor de todo lo creado, pero no sabíamos cómo
enfrentarla en nuestro limitado radio de acción.
En un libro de un poeta español de los últimos tiempos, Salvador
Espriú, encontré una ilustración que nunca se borró de mi mente. El autor
118
escribió: - El espejo de la verdad se rompió en trozos en el Origen, en
fragmentos muy pequeños y cada uno de estos pedazos, recoge sin embargo,
una pequeñísima parte de la auténtica luz.
Así anduve yo por el mundo más de cuarenta años, juntando los
pedacitos del espejo donde los hallaba, sin poder formar nunca el espejo
completo que reflejara toda la verdad. La Biblia por fin vino a ser ese espejo
que yo contemplé deslumbrada, con la fascinación y el asombro del que ha
cavado mucho por un tesoro de inmenso valor, y por fin lo tiene ante sus ojos.
La visión profunda de la verdad me dio fuerzas para seguir viviendo
después de despedirme de Eduardo hasta la resurrección. Entonces, tú y Jorge
fueron mi mayor consuelo y apoyo. Sin embargo, no salió de mi una sola
palabra que debilitara la decisión de ustedes cuando el espíritu de Dios los
motivó a ofrecerse para servir en otro continente, donde había mayor
necesidad de ayuda.
¡Cuánto le agradezco a Jehová que me haya dado la fortaleza necesaria
para enfrentarme a estos cinco años, los más difíciles y solitarios de mi vida,
con el gozo íntimo de haberle dado hasta el fin todo lo que mi flaqueza
humana fue capaz de dar! Conocí esa felicidad especial, amasada con
lágrimas, ese extraño regocijo que produce el darle a Dios, no lo que sobra,
sino lo que se arranca con dolor.
Espero encontrar un día entre los resucitados, al autor de esa ilustración
y decirle: -Señor Espriú, ¿cómo se siente en las filas del pueblo de Dios como
ciudadano del nuevo mundo¿ ¿No le parece maravillosos que ya no tengamos
que usar fragmentos de espejo para perseguir algunos reflejos de luz? ¡Dios
nos ha dado el espejo entero para captar todos los matices del arco iris, y todo
el deslumbramiento de la luz y la verdad!
Alef Gimel
– Julio 1997–
119
La soledad ha sido casi siempre, la porción de la tercera edad. Una
porción ácida al paladar, y difícil de digerir, agravada frecuentemente por la
impresión de ser una carga para los demás, algo que los retarda en sus
caminos y dificulta algunos de sus logros, aún en el caso de hijos amorosos y
considerados, dispuestos a cumplir con sus deberes hacia la generación que los
precedió.
Yo en cambio, he preferido tratarla y evaluarla como alguien que me
ayuda; asignarle deberes de institutriz, para que pueble mi vida interior de
cosas valiosas que me compensen por lo poco que ven mis ojos y lo poco que
recogen mis oídos, y por lo que tiene que dejar atrás mi paso retardado. Por lo
tanto, no la miro como una enemiga. He preferido llamarla:
―HERMANA SOLEDAD―
120
¡Qué bueno que aprendiste a acompañarme
y a convertir en música lo que hiere y asombra;
a discernir mensajes que son sólo un murmullo
de voces que se esconden en dobleces de sombra!
Precisamente ahora, cuando los días son lerdos
y se van deslizando desprovistos de acción,
para los ojos miopes es realidad el mañana
mientras sigue latiendo cansado el corazón.
Alef Gimel
– Mayo 1997–
121
EL RÍO Y EL MAR
Pero, alguna gente iba allí a propósito, para disfrutar del encuentro del
río y el mar. Los crepúsculos y los amaneceres alcanzaban en ese lugar una
belleza particular, con su doble juego de reflejos. Las aves marinas se
cruzaban en su vuelo con los pájaros amigos del río. A la gente que amaba la
belleza le gustaba el lugar para meditar o para hablar con otros de cosas
confidenciales. A los niños les atraía bañarse en esa mezcla de agua dulce y
salada. El río había ganado en serenidad y el mar en dulzura. El río había
depuesto su insaciable ansia viajera y el mar su antiguo gesto austero.
122
Al caminar en dirección a la fábrica bullía en su mente una variada
cosecha de recuerdos, no todos gratos ni fáciles de compartir, hacía un año
que había salido de la cárcel, después de haber cumplido ocho años de
condena por homicidio. No sólo su buena conducta, sino también el hecho de
haber sido tan joven cuando llevó a cabo el crimen, su buen lenguaje, su
temperamento dócil y su tristeza crónica, todos habían sido atenuantes a su
favor. Justamente, cuando la mitad de la condena había sido cumplida, vino el
peor golpe para su tambaleante equilibrio emocional: la muerte de su madre.
123
Ellos habían decidido arreglar sus asuntos para volver definitivamente,
pero alguna cosas demoraron la vuelta. Había que conseguir la anulación del
contrato de alquiler, para no tener que pagar los meses que faltaban para
cumplirlo; había que tramitar el traslado de la pensión que la madre recibía
como viuda, vender algunos muebles y reunir algo de dinero extra para el
viaje.
Cuando llegaron, hacía una semana que el abuelo había dejado de
existir. El administrador se había encargado del entierro y allí estaba la cuenta,
junto con la del médico. La casa les produjo una impresión muy deprimente,
desolada, fría y sucia. Faltaban los cuadros y algunas cosas de valor que el
abuelo conservaba con mucho aprecio. Prefirieron ir a una pensión mientras se
arreglaban las cosas y luego pintar, limpiar, y hacer de la casa un lugar grato
para vivir. Ellos eran los únicos herederos, pero había problemas serios que
enfrentar. El abuelo Luis había despedido a los dos peones que trabajaban en
el campo porque no rendían y se llevaban la mayor parte de la fruta para
venderla para su provecho. El administrador no había pagado por largo
tiempo los impuestos y las contribuciones inmobiliarias. La luz eléctrica
estaba cortada porque no se pagaba. Era necesario buscar un abogado que
pusiera todo en orden para disfrutar luego de lo que quedara, libres de deudas.
Una vecina les recomendó a su tío, el doctor Albetini, hombre serio y de
mucha experiencia en manejar casos difíciles.
-Después de muchas idas y venidas, y firmar toda clase de papeles, el
abogado nos presentó en detalle las deudas a pagar. Se necesitaba una cifra
abultada para pagar los sueldos del administrador y los dos peones que no
habían cobrado por varios meses. Había una deuda de impuestos y
contribuciones con el gobierno. Para que fuera menos molestia para nosotros,
el abogado se ofrecía bondadosamente a pagar todo, para luego cobrase con
una parte del campo.
Evidentemente, todo era un fraude. El abuelo Luis pagaba puntualmente
a los que trabajaban para él. Los recibos que les habría hecho firmar no
aparecieron. Tanto el administrador como los peones no eran la clase de
personas que hubieran seguido trabajando sin cobrar. El abogado había tejido
una fábula y estaba sobornando a esa gente para que dieran falso testimonio.
Al fin nos informó que, una vez saldadas las deudas y los intereses, sólo nos
quedaría un poco de dinero.
Cuando me enteré de eso, señor, la sangre se convirtió en fuego en mis
venas. Aunque jamás había pensado en matar a nadie, compré una pistola en
una armería. Asumiendo un aire de indiferencia, me presenté en la oficina del
124
doctor Albertini. Ése fue el último día en la vida de él, y el último día de vida
normal de vida para mí. Lamentablemente, también fue el último día de
tranquilidad de mi madre.
- Por supuesto, no se puede felicitar a nadie por tomar la justicia en sus
manos, pero, para que te sientas mejor muchacho, te diré que cuando se
difundieron las noticias de la muerte de esa rata, mucha gente dijo: -¡Al fin
alguien tuvo el coraje de darle lo que merecía! ¡Lástima que no sucedió veinte
años antes!- Una tía mía tuvo una experiencia muy parecida a la tuya. Unos
terrenos cerca de la terminal de autobuses, que el gobierno le compró a él para
hacer allí la plaza de juegos infantiles, pertenecían a mi tía viuda, herencia del
abuelo de su esposo. Ella tuvo la mala idea de ponerlos en manos de él para
que tramitara la herencia, y él terminó haciéndose dueño de todo, como hizo
con las herencias de tantos otros.
¿De qué le sirvió? Ha descendido a la tumba con un mal nombre, sin
poder llevarse nada de su fraudulenta fortuna, dejando detrás de sí el clamor
de los que aborrecen su nombre y aplauden su muerte. Yo estudio la Biblia,
¿sabes? Y también predico lo que enseña, porque allí está la verdadera
sabiduría. La Biblia dice que un buen nombre es mejor que el buen aceite.
Antiguamente, la gente pagaba mucho dinero por los ungüentos, o aceites
perfumados que hacían más agradable su presencia, como sucede hoy con los
buenos perfumes. Pero, el buen nombre de una persona esparce un olor grato
aún en su ausencia. Es el mejor adorno, un lujo que no se puede comprar con
dinero.
-Entiendo, señor. Yo eché a perder mi buen nombre, y tal vez nunca
vuelva a ser bueno.
-Te equivocas. Te queda una posibilidad que aún no has explorado:
Hacerte un buen nombre para con Dios.
-¿A usted le parece que Dios tendrá interés en mi después de lo que
hice?
-Pienso que es tu falta de conocimiento de la Biblia lo que te hace ver
todo tan negativamente, Roberto. Si te quedas con nosotros y permites que te
enseñemos la verdad, te vas a maravillar del alcance de la misericordia de
Dios. No debe ser simple casualidad lo que te trajo hasta aquí.
Probablemente, este es el momento señalado por Dios para que tu vida tome
otro rumbo y te acerques a la salvación que Dios ofrece a todos los humanos.
125
- Cuando uno pierde el amor propio y el respeto por sí mismo, pierde
también el interés en el futuro, y ya no sabe qué esperar. Este año de andar de
acá para allá sin rumbo fijo, como si estuviera huyendo de lago que yo mismo
no sabía definir, me ha desorientado. A veces tengo que luchar contra la idea
de cometer un acto delictivo como el anterior para que me metan de nuevo a la
sombra. Por lo menos allí tenía techo y comida, y algún trabajo para hacer.
-No Roberto, no permitas que esas ideas te dominen. Aquí vas a
cambiar tu manera de ver las cosas. Si me dejas que te ayude a recobrar tu
verdadera personalidad, vas a volver a tener paz y alegría de vivir. No sólo yo,
sino varios de mis empleados que también viven de acuerdo a las leyes de la
Biblia, te ayudaremos a recobrarte. Te pondremos un catre, una mesita y una
silla en el galpón donde almacenamos los azulejos. El sueldo será modesto
para empezar, pero te daremos también la comida. Si te sientes bien con
nosotros no tendrás necesidad de irte pronto, como hiciste con los otros
trabajos. Los lunes de noche yo estoy siempre en mi escritorio. Es la noche
que dedico a leer literatura bíblica. Puedes venir después de la cena y
conversar conmigo de estos temas. Verás cuánto bien te hará, y poco a poco
renacerá tu optimismo.
Pedro hizo un plan de estudios sobre temas especiales para ayudar a
Roberto. Una noche estudiaron sobre las ciudades de refugio en el antiguo
Israel. Roberto tenía una mente ágil y no necesitaba muchas explicaciones.
Entendió que era una provisión misericordiosa de Dios para refugiar a los
homicidas involuntarios a fin de que no se les aplicara la ley de “vida por vida,
ojo por ojo, diente por diente”.
-Don Pedro, yo no soy un homicida involuntario. Lo que hice fue
planeado en detalle. Tuve tiempo para recapacitar y arrepentirme, pero no tuve
fuerzas para renunciar a la venganza.
-hubieras visto todo de otra manera si hubieras conocido la Biblia en ese
tiempo. Mira lo que dice Dios en Deuteronomio 32:35 : “Mía es la venganza y
la retribución”. Ese es un privilegio que Jehová reserva para sí mismo. Pero en
cuanto a lo que dijiste antes, que no podrías ser catalogado como un homicida
involuntario, vamos a analizarlo un poquito. Cuando eras un niño, ¿alguna vez
pensaste que te gustaría probar la emoción de matar a alguien, o preparaste tu
mente para hacerlo, amortiguando las objeciones de tu conciencia?
-¡No! Al contrario, me estremecía si veía sangre, no podía pensar en
derramarla apropósito.
-¿Ves, Roberto? Fue la gran injusticia cometida contra ti y tu madre lo
que te envalentonó a vengarte. No olvides que el Diablo está listo para sacar
126
partido de nuestra ira, aunque sea justificada. Ese ha sido el caso de muchos
que están en las cárceles, pagando su deuda a la ley y a la sociedad. Por eso no
debemos darlos por perdidos. Se hacen esfuerzos para que el mensaje de Dios,
que ha cambiado tantas vidas, los alcance a tiempo. Algunos se han bautizado
mientras cumplen su condena y dedican muchas horas al ministerio cristiano,
conduciendo estudios bíblicos con otros en prisión. Jehová no los rechaza si
quieren ser Sus Testigos.
Pocos meses después, Roberto ya no pensaba en irse. Era diligente en su
trabajo, y estaba capacitándose para tener mayor responsabilidad. Pedro creía
en la bondad genuina del joven. Ahora tenía paz en su mente y en semblante.
Concurría regularmente a las reuniones y disfrutaba de la predicación;
además, estaba pensando seriamente en bautizarse. Ya no dormía en el galpón.
Tenía una pieza en la casa.
Un día Pedro le dijo: -Tú has sido como los ríos, inquieto, movedizo, un
correcaminos. Pero, tienen una característica que deberías copiar: los ríos
nunca vuelven atrás.
-En cambio usted, hermano, es como el mar. Nunca sale de su lugar.
Estos dos hombres, que tiempo atrás habían sido tan diferentes, se
sintieron unidos por una firme amistad. Por eso Pedro no levantó ninguna
objeción cuando veía a Roberto conversando mucho con Graciela, una de sus
sobrinas. Graciela tenía los ojos llenos de lágrimas cuando Roberto se
bautizó. No fue una sorpresa para nadie cuando anunciaron su noviazgo.
Una tarde luminosa de otoño, la congregación de Playa Plácida
concurrió al Salón del Reino para escuchar la conferencia de boda. Luego
todos participaron en la gozosa fiesta en los galpones de la fábrica de azulejos
“Mar y Río”, pintados de nuevo y adornado con plantas artificiales.
Afuera, parecía que el viento otoñal estaba ensayando coplas entre las
ramas de los árboles:
El río encontró sosiego de su inquieto trajinar,
al volcar sus inquietudes en la plenitud del mar.
El mar, abrazando al río le ha enseñado a tener paz,
a refrenar sus andanzas y nunca volver atrás.
Alef Gimel
- Agosto 1997
127
LA SIEMBRA ESTÁ EN TUS MANOS
Alef Gimel
– Octubre 1997
128
A los niños que hoy se bautizan
Muchachitos teocráticos que adornan nuestro pueblo,
¡qué emocionante gozo es ver como se entregan
en sumisión completa al agua del bautismo!
Dejen que cada paso, de ahora en adelante,
los lleve hacia la vida, muy lejos del abismo.
Alef Gimel
129
UNA OBSERVACIÓN AL MARGEN
Alef Gimel
130
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE
Afirman eminente eruditos:
-No es Jehová ni es Yawé el nombre sagrado.
Dios calla, no interviene en el debate;
los deja deducir, el tema es serio.
Él ha de hablar al tiempo señalado;
es el dueño exclusivo del misterio.
Moisés escribió el Nombre en el idioma hebreo,
se ignoran las vocales que le daban sonido.
Con el pasar del tiempo quedó en la lengua muerta.
¿Quién puede rescatarlo de los milenios idos?
Se reveló a sí mismo como primera Causa.
Resultaría ser lo que quisiera ser.
Fue creador cuando quiso, libertador invicto,
un juez irrefutable sobre cualquier contienda,
defensor del caído, Rey de sumo poder.
Señor de los ejércitos y Dios de las alturas,
comandante invencible de espirituales huestes;
¡qué alivio a nuestras cargas es sentir su mirada
que abarca el infinito en la región celeste!
Todas las cosas burdas que de Él nos separan
habrán de disolverse en un ansiado día,
y al fin conoceremos el sonido sagrado
que oyó Moisés absorto mientras la zarza ardía.
Será limpio el camino que al fin transitaremos;
será potente el gozo que nos hará cantar,
pronunciando Su Nombre con un sonido nuevo.
¡No habrá miel que se avenga mejor al paladar!
El darnos ese Nombre será prenda valiosa,
documento inviolable sobre Su aprobación;
señal de que ya nunca se verá profanado,
y fuente inagotable de toda bendición.
Alef Gimel
–Junio 1997–
131
LA ACTIVIDAD DEL VIENTO
Alef Gimel
–Diciembre 1997–
132
Ese bien tan codiciado: LA FELICIDAD
Alef Gimel
(Del libro “Ramas y Nidos”)
133
A un hermano que se alejó del rebaño
Apartaste los ojos y la mente
del nuevo Paraíso tan deseado.
¿Qué miras en el fondo del abismo?
¿Qué te dicen las voces de la nada?
¿Te ha dado una vibrante bienvenida
con un gesto de amor, el ostracismo?
¿Por qué te atrae esa imagen de la vida
en que se desvanecen los colores?
Alef Gimel
134
AEROPUERTO
Alef Gimel
―Marzo 2000―
135
Amada primavera
¿Podré decirte algo que ya no te hayan dicho?
¿Existe una alabanza que nadie te haya cantado?
Hoy te veo abrazando los troncos ateridos,
dando calor de vida a las ramas desnudas
que aún no se reponen del despojo sufrido.
¡Con qué emoción la tierra tu aparición espera,
y parece que todo dulcemente te nombra
suplicando tu gracia, amada primavera!
Alef Gimel
Septiembre 2000
136
AÑO NUEVO
¡Cuánta absurda alegría! ¡Cuánto bullicio hueco!
La mayoría festejan con sidra y con turrones.
En cambio los más pobres, con pan dulce barato
tratan de consolarse, hilvanando ilusiones
para adornar la charla que hace pasar el rato.
137
Quizá en el año nuevo la advertencia sagrada
llegue a tener sentido para algunos cautivos
que arrastran con angustia sus cadenas pesadas,
y entiendan que un rescate ya se pagó por ellos
con la sangre más pura que ha sido derramada.
Alef Gimel
(Tomado del libro “Ramas y Nidos”)
138
ASÍ SEA...
Hay nombres que siempre viajan
en las ondas del sonido.
Porque son nombres queridos,
mi corazón los impulsa
hacia el trono de Jehová.
Alef Gimel
139
BALANCE DEL OCASO
En mi laboratorio de recuerdos
tengo un viejo alambique que destila
las horas del pasado y sus vivencias.
Su sabio mecanismo las comprime
y las convierte en perdurable esencia.
Alef Gimel
– Julio 02–
140
CUANDO VUELVAN LOS AMADOS
Alef Gimel
– Nov.1999–
141
CUANDO VUELVAS A SER JOVEN
“Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!...
Cuando quiero llorar no lloro,
y a veces, lloro sin querer...” (Rubén Darío)
Así expresó un poeta renombrado
un verdad que es siempre aborrecida:
ver que la primavera de la vida
no es un regalo eterno;
que más allá del tiempo floreciente,
está el rostro ceñudo del invierno.
Ya verás, cuando vuelvas a ser joven,
tu cuerpo reparando el deterioro,
tu mente renovando sus circuitos,
el sol llenando tus caminos de oro,
y la vida, sin límites mezquinos,
abriendo puertas hacia el infinito.
Cuando furtivamente algún resorte,
haga surgir recuerdos de estos días,
los verás como odiosa pesadilla
que la mente rechaza estremecida.
La paz de Dios inundará la tierra,
y sus ojos de Padre vindicado,
derramarán su lumbre y su ternura
en todos tus deberes asignados.
Mil años de crepúsculos distintos,
y millones de días disfrutables...
tus palabras, escasas e impotentes,
se van a diluir en lo inefable.
¡Cuánta luz en el rostro de tu hermano!
¡Cuánto amor en el timbre de su voz!
Tu corazón colmado de gozo indescriptible,
captará los reflejos de la dicha de Dios.
Alef Gimel
142
CUBA, UNA LECCIÓN DE HISTORIA
Un día no lejano,
se hundirán las naciones de este mundo
con su efímera gloria,
en el profundo abismo del olvido.
Es posible que Cuba
se llame entonces por un nombre nuevo,
pero han de persistir en la memoria
el aguante y la fe de aquellos siervos
que están forjando una lección de historia.
Hoy la tierra de Cuba está callada,
pero abriga y retiene en sus tesoros
muchas vidas tronchadas
que duermen en la paz de su regazo.
Han de volver un día
a recibir el apretado abrazo
de aquellos que jamás han olvidado
su apego indivisible
al servicio sagrado.
Jehová Dios, complacido,
dirigirá sus ojos a esa tierra,
donde un pueblo apaleado, a El sumiso,
con tanto amor y aguante le ha servido.
Cuando pase este tiempo de hechos execrables,
con ese mismo amor inalterable,
construirán en su isla el paraíso.
¡Qué gozo será verlos,
colmados de exquisitas bendiciones,
disfrutando ese tiempo de bonanza!
Repasarán entonces las memorias
de estos días de prueba en que grabaron,
con lágrimas y sangre, con himnos de alabanza,
una valiosa página de historia.
Alef Gimel
– Agosto 01–
143
DIBUJOS ANIMADOS
(Con amor, a los niños de la congregación Quílmari, de Chile.)
144
En otra ocasión, fue necesario ajustar el punto de vista de Salustiano, un
padre de familia que tomaba muy en serio su papel y pensaba que nadie tenia
nada que enseñarle en cuanto a ese delicado tema.
El propósito era evitar que los patitos recién nacidos que caminaban a la
orilla del lago o dormían al sol, fueran dañados por la gente que andaba por
allí, que podía pisarlos inadvertidamente.
145
Facundo le dijo: - El hecho que tú y Pedrito sean mis nietos, no me
inclina a restarle importancia al error que están cometiendo. Es cierto, la
sangre clama, pero la justicia debe hablar más alto que la sangre.
Las cosas quedaron en su lugar, pero, por las dudas, el abuelo Facundo
citó a la congregación palmípeda para hablarles a la caída de la tarde. La brisa
traía las estrofas de un cántico de alabanzas al Creador, procedentes de un
salón cercano. Conmovido por el paisaje, por el crepúsculo, y por aquella
música de fondo, don Facundo, que era medio poeta, empezó diciendo: -
Cuando el día ha cumplido su término y se arrodilla entre las montañas dando
gracias al Creador porque ha logrado su propósito, nosotros también debemos
estar agradecidos por el lugar que ocupamos en el arreglo de Dios. Estamos en
una posición privilegiada. Aquí nadie nos amenaza. Nos cuidan y nos
alimentan. Los niños no traen hondas ni piedras. Nadie arroja basura en estas
aguas para contaminarlas. Mi abuelo, que se crió en un parque de diversiones,
contaba historias muy diferentes. Ya que Dios nos ha favorecido tanto,
debemos mantenernos en paz, respetando los derechos de los demás, y
también los sentimientos ajenos. (Pedrito dijo para sus adentros: -Esa indirecta
es para mi.)
Alef Gimel
–Junio ´99–
146
EL EXTRAÑO QUE VINO A VIVIR CON NOSOTROS – (2 Págs.)
Éramos una familia cristiana con una rutina espiritual que dejaba poco
lugar para otras cosas, aparte de nuestras reuniones de congregación, el
estudio personal y en familia, y mucha actividad de predicación.
Sospecho que alguna vez habrá orado para que el extraño abandonara
nuestra casa, o por lo menos, tuviera un lugar menos importante en ella.
147
Papá siempre hizo hincapié en sus convicciones morales al dirigir
nuestra familia, pero el extraño no le hacía ningún honor a sus ideas. Nunca
nos permitió usar lenguaje profano, pero a veces el extraño usaba palabras que
me quemaban los oídos. Que yo sepa, nadie se lo reprochaba ni lo corregía.
AUTOR ANÓNIMO
Traducido del inglés
L.B.
148
EL FIN DE UNA COMEDIA DESCABELLADA - (Consta de 4 Págs.)
La respuesta fue: -“En pequeña escala has actuado con bastante éxito.
Has causado que mucha gente se enojara con Dios y le hicieran grandes
reproches cuando recibieron grandes desilusiones de aquellos en quienes
149
habían confiado. Donde debes esforzarte más es en las luchas que efectúan
naciones enteras. Es bueno que se enorgullezcan cada vez más por esos logros
que se consideran la gloria de un país. En la gloria, la soberanía y la
independencia de los pueblos, está el semillero poderoso que produce las
guerras que tanto nos entretienen y nos divierten.” (La Iniquidad aplaudió
frenéticamente.)
-“Tu misión es hacer mucho ruido, para disimular los huecos y las
carencias. Debes intervenir con fuerza en la música popular. Cuando no haya
motivos verdaderos para reír y gozar, fabrícalos. No necesitas un fundamento
profundo. Tú vas a abarcar más radio de acción si te mantienes en lo variable
y lo superficial.”
150
Al Rencor se le recomendó luchar contra el Olvido, para no dejarse
quitar el aguijón: - “Inspíralos para exijan y reclamen privilegios aunque no
los hayan ganado. Que griten a voz en cuello su pretensiones. Que escriban
sus reclamos en las paredes, y ensucien los frentes de las casas bien pintadas
para que nadie deje de notarlos.”
-“La misericordia es una hija minusválida del amor que merece desprecio.
Los cómodos recurren a ella para resolver asuntos intrincados sin analizar
mucho...Ni yo ni los ángeles idealistas que son nuestros aliados esperamos
nada de ella, ni vamos a rogar que nos la concedan.”
La Duda, que estaba escuchando, preguntó: -“¿Qué hacen cuando alguien
les pide ayuda?”
El comandante Z respondió: -“Si confían en nosotros y desean ascender a
cierta posición o triunfar en una causa, los llevamos lo más alto posible,
pero luego nos damos el gusto de darles un empujón para verlos descender
de golpe. Esa fue nuestra experiencia; con nosotros no se usó ninguna
151
ternura al arrojarnos desde las mayores alturas a las inmediaciones de la
tierra. Pero, no todas fueron pérdidas, ya que tuvimos el placer de
adueñarnos de muchas mujeres atractivas y disfrutarlas antes del diluvio
universal. Además, tuvimos el privilegio de la paternidad, engendrando
gigantes muy superiores en fuerza y capacidad que esos debiluchos de la
Creación de Dios.”
En este punto de su disertación, K y Z alzaron los ojos y notaron que un
pesado telón negro empezaba a descender sobre el escenario. Los dos se
levantaron como movidos por un resorte. El coronel K dijo: -“Tengo la
impresión de que este es el fin de esta comedia. Con seguridad que el jefe
espiritual de Magog está convocando a sus aliados y debemos presentarnos
ante él.”
El comandante Z improvisó un pobre discurso de despedida: - “Camaradas,
parece que llegó el momento de separarnos, tal vez definitivamente. No
vamos a darles las gracias por sus servicios. Ustedes son los que tienen que
darnos las gracias a nosotros porque los hemos ayudado a definirse y a usar
sus habilidades. Tampoco vamos a decirles que los queremos mucho. El
sentimentalismo es cobardía y flojera. Si están arrepentidos de habernos
seguido, la culpa fue de ustedes por habernos tenido en cuenta. Si podían
haber sido más útiles en otra causa, ustedes se lo perdieron. No
necesitamos lágrimas ni compasión de nadie. Si tienen ganas de llorar,
lloren por ustedes mismos. No les digo adiós, porque esa palabra significa
“vaya con Dios”y yo no animo a nadie a seguir el camino que abandoné.”
El pesado telón negro siguió descendiendo hasta tocar el piso. Ningún actor
de la comedia descabellada tenía dientes para roerlo, ni uñas capaces de
rasgarlo. Trataron de escurrirse por abajo, pero fue imposible. En medio de
la confusión, sobresalía la voz de mando de la desorientada Iniquidad:
-“¡Ataquen! ¡Ataquen! ¡No se den por vencidos!” Una fuerte descarga de
granizo pesado cayó sobre el escenario y aniquiló a toda la compañía.
Más allá del telón negro, un mundo maravilloso estaba amaneciendo. Allí
las dudas no tenían lugar, porque todo era incuestionable y exacto. La luz
nunca podría confundirse con la oscuridad; la Verdad no tendría jamás
dobleces; la paz no podría ser acribillada por la agitación. El hoy no estaría
suspirando por ser ayer, ni el presente desando convertirse en mañana.
Bajo la mirada amorosa de Jehová, cada criatura viviente y cada creación
inanimada estarían en su lugar y cumpliendo su propósito. El Dios de amor
se sentía feliz, y la creación entera festejaba el triunfo de la misericordia y
el resultado final del rescate pagado con sangre de incalculable valor. El
152
telón negro había puesto fin a la comedia descabellada después de sesenta
siglos. Una muchedumbre regocijada, liberada de una pesada condena,
estaba descubriendo nuevas connotaciones del verbo descansar.
Ahora y para siempre, el descanso del hombre estaría ligado al descanso de
Dios. Los ojos de Jehová, demasiados puros para mirar el mal, como bien
dijo Habacuc (Capítulo 1:13), descansaban sobre el cuadro brillante del
paraíso en expansión. Su corazón, antes herido por reproches injustos,
insultos y blasfemias, descansaba en el amor y la infinita gratitud de sus
hijos terrestres.
De vez en cuando, como una lección que era bueno tener en cuenta, revivía
el recuerdo triste de algunos que habían respondido a la predicación y
habían empezado a cumular tesoros en el cielo y de pronto los
despilfarraron para correr tras las ofertas fraudulentas del viejo mundo.
La incalculable pérdida de ellos estuvo resumida brevemente en la
incambiable sentencia de Dios: -“No entrarán en mi descanso.” (Hebreos
3: 10,11)
Alef Gimel
(Del libro “Ramas y Nidos”)
153
EL HIJO DE AGUSTINA (Consta de 2 Págs.)
Querida mamá:
154
amigo, y nunca tenía tiempo para jugar conmigo. Me arrancaste de golpe de
todo aquello que era esencial en mi vida; nunca me repuse del todo.
Mi rencor se convirtió en rebeldía, y busqué amistad entre los
adolescentes de los alrededores, que me indujeron a las peores cosas.
Andábamos en patota hasta altas horas de la noche. Rompíamos vidrieras y
saqueábamos comercios. Me enseñaron a manejar un revolver y a practicar
puntería. Nunca tuve el coraje de matar a nadie, pero al andar armado como
los demás, cuando fuimos apresados, me atribuyeron parte de la culpa por la
muerte de un comerciante que luchó inútilmente por defender su dinero.
Habíamos jurado entre nosotros que jamás delataríamos a cualquiera del grupo
que fuera el autor real de un homicidio. Cuando nos interrogaron todos
callamos. Yo pensaba en aquel tiempo que, cooperar con la policía era una
traición despreciable. Lo demás tú lo sabes.
¡No puedo dejar de pensar con amargura, qué distinta hubiera sido mi
vida si mi madre hubiera sido más valiente para luchar por sus derechos de
amar y servir a Dios! Pero, no quiero ser tu juez ni tu acusador. Eso le
corresponde a Dios. Comprendo tu ansiedad por encaminarme ahora en la fe
que recuperaste. Puede ser que yo también la recupere, si Dios tiene lástima de
mí.
Si puedes ayudarme a creer y a confiar, y a mirar el porvenir con
esperanza, podrías hacerme mucho bien. Perdóname por esta carta amarga, es
un deshogo de cosas reprimidas durante muchos años. Me he expresado
libremente porque no tiene que pasar por la censura, te la daré el domingo
cuando vengas. No pienses que no te quiero.
Te quiere siempre,
Arnoldo
Alef Gimel
–Octubre 2000–
155
EL ÍDOLO LISIADO
Alef Gimel
– Febrero 02–
156
EL MÁXIMO POR QUÉ (2 Págs.)
157
Todo eso ha sido suficiente,
mucho más de lo que hemos merecido.
Nuestra vida es apenas una breve jornada.
Es poco lo que hicimos para dignificarla;
no tenemos reclamo si termina en la nada.
Alef Gimel
–Agosto 99–
158
EL ÚLTIMO LABERINTO
Andaremos aún entre los odios ciegos,
y entre la sinrazón de los rencores.
Veremos estrellarse contra un muro los ruegos,
y caer hechos polvo, los proyectos mejores.
Por un poco de tiempo han de seguir frustrados,
heridos y sin fuerzas, los humanos derechos.
Muchas leyes sagradas serán aún torcidas;
muchos sueños inútiles se golpearán el pecho.
Alef Gimel
(Del libro “Ramas y Nidos”)
159
Escríbeme una Carta
Escríbeme una carta extensa y cariñosa; quisiera estar al tanto de lo que te
ha traído la corriente impetuosa del tiempo transcurrido. Se me hizo muy largo
este silencio frío, y me dejó impresiones de abandono y vacío.
Alef Gimel
160
FRENTE A LA ETERNIDAD
Los llenaba de gratitud saber que el dios malo, que los charrúas
llamaban AÑANG, había sido arrojado a un abismo y estaban libres de sus
acechanzas, y del poder de la muerte con que él buscaba destruir a los
humanos, porque eran la obra manual del Dios bueno, y amados por Él.
161
de Babel, cuando Nemrod quiso ser el único dictador en el mundo
postdiluviano.
Cada paisaje era una fiesta de color. Las fieras temibles de antes, ahora
lamían las manos de la gente, agradeciendo sus caricias, porque Dios había
borrado todo antagonismo entre los hombres y los animales.
TABOBÁ se había sentido muy feliz al reencontrarse con sus hijos y las
madres de ellos, y con sus mejores amigos de antaño, especialmente los
pacíficos CHANÁS. Muchas veces había caminado días enteros, en el tiempo
de los soles largos, para disfrutar de la hospitalidad de ellos, que vivían un
poco más al norte de donde el Paraná-Guazú se encontraba con el Río
Uruguay.
Esa había sido otra hermosa sorpresa, descubrir que el nombre que ellos
le habían dado a los ríos y a los árboles había prevalecido por siglos. El Río
Uruguay, con sus pintorescas barrancas, había seguido llamándose Río de los
Pájaros. El enorme árbol de bienhechora sombra, había seguido llamándose
Ombú y los decorativos árboles de flores rojas en la ribera de los ríos,
conservaron el nombre de Ceibos, siglo tras siglo, como también el ave grande
que ellos llamaban Chajá, imitando su grito.
162
No todos los gauchos tuvieron un origen común. Algunos descendieron
de madres españolas y padres indígenas. Otros fueron el producto de padres
españoles y portugueses que se apoderaron de las mujeres indígenas después
de exterminar los hombres de su tribu. Todos estos juntos formaron una clase
social unida que se distinguió por sus buenas calidades. De allí viene la
costumbre de llamarle “una gauchada” a los favores que se reciben de otras
personas. Un buen elogio respecto a personas meritorias es decir: “Es muy
gaucho”.
TABOBÁ siempre había mirado con pena a las mujeres blancas que
otros charrúas secuestraban y llevaban a sus tiendas, gloriándose de ellas
como un trofeo, un premio a su bravura. Era común verlas llorar siempre
añorando a sus seres queridos, y sintiéndose esclavas de los salvajes. La leve
esperanza de que un día los españoles volvieran a liberarlas, era sólo un frágil
sueño que no las consolaba. Morían jóvenes, vencidas por la tristeza. El único
consuelo era el amor que volcaban en sus hijos, y el esfuerzo por hacerlos
personas buenas y aceptables a Dios. Esto dio su fruto, como muchos de los
rasgos loables de los gauchos lo evidenciaban.
163
Entre sus primitivas creencias, existía la idea de una posible
resurrección, por eso, enterraban a sus muertos en cuclillas, rodeados de sus
armas, por si las necesitaban al volver. Las tumbas estaban sobre los ceros y
colocaban como señal un promontorio de piedras sobre ellas.
Fue una emoción nueva oír música y canto, algo que los charrúas no
habían conocido en su vida anterior. Se maravillaban cuando les enseñaban
que por medio de un televisor podían ver los trabajos que se hacían para
extender el paraíso, con sus plantas y sus flores, a todos los confines del
planeta.
Allí estaban los indios patagones, llamados así porque habían vivido en
las regiones polares y se envolvían los pies con muchas bandas de tela para
caminar por los hielos y aguantar el frío.
164
Eso justamente había sucedido y aún los mares habían cambiado de
forma, al volcarse en ellos algunos tramos de cordilleras.
En los mapas antiguos podía verse, que muy cerca del Monte Ararat,
donde el Arca de Noé había encallado, estaba lo que se llamaba entonces “el
Estrecho de Bering”, una franja de tierra que entra en el mar. Allí, el agua
tenía muy poca profundidad, se podía cruzar con las frágiles canoas que
construían sus antepasados, y alcanzar con facilidad el continente que antes se
llamaba América del Norte, y desde allí se habían extendido a lo que se
conoció como América del Sur. Con su vocación de exploradores de regiones
desiertas lograron que aquellas tierras tuvieran vida. Una vez más la sabiduría
del Autor de la Creación los había guiado, ya que su voluntad era que
sobrevivieran y poblaran la tierra.
Alef Gimel
―Noviembre 2002―
Fuentes de información:
• Diccionario Enciclopédico U.T.E.H.A. - Impreso en México. Edición 1968
• Compendio de Historia Nacional, de Eduardo Thomas, edición 1957
• Apéndice del libro Tabaré, de Juan Zorrilla de San Martín.
165
HEMOS HALLADO EL CAMINO
Alef Gimel
166
HOY FALTA UN DÍA MENOS
Cada día que pasa nos acerca
a la definición inaplazable
de una antigua porfía.
¡El triunfo de Jehová será infalible;
a Él pertenece la Soberanía!
Alef Gimel
167
INQUIETO COLIBRÍ
Hoy te he visto tres veces rondando mi ventana.
Viene la primavera, y es azul la mañana.
Le hablan confortadoramente al corazón cansado,
el cielo, el aire, el sol....
¿ Temes que te abandone?
Sería muy difícil que lo hueco o vulgar
se aposente en mi vida
con vanas pretensiones de quitarte el lugar.
Cuando hace frío y tiemblas
y en torno a mí giras,
yo siento que me inspiras,
pues la acción es tu lema.
Sigues buscando algo que te haga sentir vivo.
En tu aletear percibo
que siempre estás pendiente
de tu antiguo problema:
No puedes lograr nada si no encuentras un tema.
Tu pico largo y fino
sabe hallar en la Biblia
las mieles escondidas
que enriquecen la vida.
Recuérdame la esencia de aquello que está escrito
y abreva en los filones
del saber infinito.
Alef Gimel
En el libro “ Pan sobre las aguas” uso al colibrí como un símbolo de la inspiración,
porque es el único que puede volar hacia atrás.
168
JERUSALÉN, ESPÉRANOS...
169
de aquel pesebre en que Jesús naciera,
Jehová sí puede dar una razón.
Alef Gimel
170
LA CANCIÓN DE DOÑA PACA
Tengo noventa cumplidos
en la gran tribulación.
No era tiempo para fiestas,
pero celebrando el triunfo
de haber logrado mis metas,
sin música ni alharaca,
como que me llamo Paca,
le hice honor a la ocasión,
con una fiesta exclusiva
dentro de mi corazón.
Ya no me quedaban dientes
para moler el bocado,
y mis brazos se apoyaban
en un bastón mal parado.
De mis manos temblorosas
las cosas caían al suelo.
Así rompí muchos platos,
pidiendo clemencia al cielo.
Perdía un tiempo precioso
en pesquisas no acertadas,
buscando cosas mal puestas
y sin querer olvidadas.
Los hechos se apresuraban
de lo malo a lo peor.
El mundo era un viejo enfermo,
sin miras de estar mejor.
Después que fue derramada
la justa ira de Dios,
a medida que avanzaba
la ansiada restauración,
uno tiraba el audífono,
otro rompía los lentes;
los bastones y muletas
hacían un gran montón.
171
Había piernas ortopédicas
y también brazos de goma,
material para inyecciones,
cajas llenas de vacunas;
todo se quemaba junto,
sin más consideraciones.
Alef Gimel
172
LA CONCIENCIA DEBE HABLAR CLARO (6 Págs.)
PERSONAJES:
Felipe Estrategia: Publicador bautizado desde hace dos años. representa unos
35 años.
ESCENA PRIMERA
Conciencia: - ¡Qué bien que los ancianos hayan venido a visitarte temprano en
la mañana! Anoche tuviste uno de tus deslices, pero a esta hora
no hallaron rastros de olor a alcohol en tu aliento, y estabas bien
despierto, porque ya habías tomado café.
173
beber. Pero, Dios sabe que he estado haciendo esfuerzos muy
sinceros.
174
una tela íntegra? ¿Estarías contento con un traje nuevo que
tuviera varios zurcidos? Cada vez que vuelves a beber se abre
una brecha en la nueva personalidad de que te has revestido.
Además te estás acostumbrando a nuevas estrategias para
disimular tus transgresiones. Eso no puede resultar bien. Yo me
desperté muy temprano esta mañana porque quería tener una
conversación constructiva contigo, haciéndote ver tus errores.
Pero cuando viste por la ventan que venían los ancianos a
visitarte, me empujaste hacia el fondo de la casa y no me
permitiste participar en la reunión. Me sentí muy mal, porque
estoy cansada de ocultarme y callar cuando a ti no te conviene
que hable. Estoy harta de verme con estas manchas que me
avergüenzan delante de los demás, aunque ellos no las noten.
Está tardando mucho el día tan deseado en que pueda vivir en la
luz, como la conciencia de un hombre cristiano, recuperado de
su antiguo camino erróneo.
175
reproches. Con dolor y vergüenza tengo que confesarles que no
he cumplido bien con mi promesa de no volver a beber bebidas
embriagantes. Nunca he vuelto a emborracharme, pero de tanto
en tanto he cedido a la tentación de beber una copa de algo fuerte,
y ahora siento que he estado defraudando a Jehová.
176
más tendrá que poner él el límite, porque ahora, la Biblia, y tu
conciencia entrenada dirán la última palabra.
177
(Felipe se tapa la nariz, mostrando que no quiere probar ni oler ninguna
bebida.)
El Tentador vuelve a reír con sarcasmo y dice:
Conciencia: - Este día ha valido por muchos de mis mejores días, Felipe.
Tener paz con Dios es algo maravilloso. Es el camino seguro
hacia la verdadera salud mental, como lo dice la Biblia en la
carta de Pablo a los Filipenses: “...y la paz de Dios, que
supera a todo pensamiento, guardará sus corazones y sus
178
facultades mentales mediante Cristo Jesús”. (Cap. 4 :ves. 7).
¿Ves, Felipe? Cuando la mente descansa en la paz de Dios,
las perturbaciones de afuera no la enferman ni la
desorganizan. En otras palabras, la paz de Dios asegura el
buen funcionamiento de las facultades mentales, como dice el
apóstol pablo.
Ahora, tú y yo tenemos que ponernos de acuerdo. No
puedes seguir defraudándome. Yo quiero cumplir con mi
asignación como guía y consejera tuya, pero tus
contradicciones y tus estrategias me han hecho sentir muY
mal. Tenemos que ser amigos y cooperar juntos en el trecho
que falta hacia el nuevo mundo.
Felipe toma las manos de Conciencia y las besa con emoción. Luego
deja que su cabeza descanse sobre ellas, mientras suena la música del
cántico 159.
FÍN
Alef Gimel
179
LA FIESTA DEL CORAZÓN
...”El que es bueno de corazón tiene
un banquete constantemente.” Proverbios 15:15
No hables de fracasos que dejaron
cicatrices y heridas de conciencia.
Jehová invita a un banquete insuperable,
que jamás fue igualado por ningún anfitrión.
No pienses que está lejos, la entrada es accesible;
tus pies ya están pisando el primer escalón.
La Biblia dice que un corazón bueno
alberga en su interior un banquete constante.
Allí están los recuerdos más queridos,
que adornan las paredes como cuadros brillantes.
Verás la mesa pulcra engalanada
con flores que no habrán de marchitarse
y abundantes manjares celestiales.
El agua de la vida jamás ha de agotarse
porque surge de eternos manantiales.
Allí está tu valiosa biblioteca
que guarda pensamientos elevados
y la esencia de históricas lecciones.
En sus rincones buscas el consuelo adecuado
y hallas el equilibrio en tus vacilaciones.
Allí está tu esperanza como un ancla segura
que te refrena de ir a la deriva.
Fulgura como un faro en las tinieblas;
Dios la alimenta y la mantiene viva.
Aún debemos con los pies descalzos
hollar muchos espinos, pero al fin llegaremos
al refugio del Reino indestructible,
el punto culminante del camino,
con la mente serena y clara la visión.
El mundo está gimiendo con intensos dolores,
pero la fiesta sigue dentro del corazón.
180
LA MÁS BELLA LECCIÓN DE ECONOMÍA
Las huellas del Hijo de Dios en la historia fueron tan profundas que
dividieron dos eras, de modo que, cualquier acontecimiento importante se
marca como ¡antes de Jesucristo” o “después de Jesucristo”.
181
Jesús también nos enseñó la manera correcta de evaluar las cosas, ya
que todos los reinos del mundo, cuando le fueron ofrecidos, no eran una
moneda de suficiente valor para comprar su adoración.
Alef Gimel
182
Crucifixión (O LA MUERTE EN EL MADERO)
“El momento más doloroso llegaba cuando el cuerpo debía ser elevado
al madero que yacía en el suelo. Las manos y los pies eran traspasados con
clavos largos, de hierro, que adherían el cuerpo al madero. Así, el cuerpo
pendía de cuatro heridas, sostenido solamente sobre una pieza de madera
saliente, a manera de asiento, que se elevaba en el centro del madero, para
evitar que la carne se rajara en las manos y pies y el cuerpo cayera.
Esta clase de muerte parece incluir todo lo más horrible que el dolor y la
muerte puedan incluir: mareos, calambres, sed, hambre, somnolencia, fiebre
traumática, tétano, vergüenza pública, tormento continuado, la intensa
mortificación de las heridas; todo esto estando consciente de lo que sucedía
alrededor, pues no era suficiente para aniquilar el cuerpo en la inconsciencia.
Las manos laceradas y los tendones traspasados, las heridas engangrenándose
gradualmente, las arterias, especialmente las del estómago y la cabeza,
hinchándose oprimidas por la supe afluencia de sangre, y todo esto se unía el
sufrimiento de una sed ardiente y devoradora”
........................................................................
Esta fue la muerte que nuestro amado Rey del nuevo mundo aceptó y
sufrió para redimirnos.
Alef Gimel
183
LA PUERTA INHÓSPITA
Sofía había quedado viuda con cuatro hijos cuando tenía solo treinta y
cinco años. Pocos meses antes de la muerte de su esposo, una publicadora del
Reino había iniciado un a ruta de revistas con ella. Al enterarse de la triste
noticia, la publicadora empezó a detenerse y conversar sobre las verdades
bíblicas con ella cuando le llevaba los nuevos ejemplares. Pronto estableció
un estudio bíblico incluyendo a los niños, el cual era esperado y disfrutado por
todos.
Los años pasaron trayendo cambios, progresos y sorpresas, como es
natural que suceda. Sofía y Boris, el mayo, se bautizaron en la misma
asamblea. Marta y Amalia se bautizaron un año después, y luego
emprendieron el precursorado regular juntas. Aurelio, el menor, el menos
comunicativo y equilibrado de los cuatro, el que parecía estar lleno de
complejos y reservas mentales, se bautizó a los diecisiete años. Sofía no estaba
segura de que su decisión viniera del corazón. Daba la impresión de que
quería seguir a la familia, y no desentonar con la posición firme y decidida de
su madre y sus hermanos.
En uno de los estudios de libro que tenían lugar en casa de ellos, el
conductor había comentado que el principio “Dios ama al dador alegre”, no se
refería solamente a dar cosas materiales con alegría al que las necesitaba, sino
también a darse a uno mismo con gozo Dios. Aurelio se había quedado
pensativo, como si estuviera autoanalizándose.
Otro detalle que a Sofía le preocupaba era que Aurelio siempre deseaba
estar en otra parte, como si estuviera huyendo de algo, o buscando algo que
huía de él.
Poco antes de su bautismo, Aurelio había buscado la oportunidad de
tener una conversación muy confidencial con su madre. Necesitaba hablar de
algo que pesaba en su conciencia. En casa de sus tías, dos hermanas mayores
que Sofía, trabajaba una muchacha joven, Rosaura, que se encargaba del
quehacer doméstico. Aurelio se había fijado en su inocencia, en su falta de
malicia, y empezó a cortejarla, no porque estuviera enamorado de ella, sino
para probar sus aptitudes como galán. Rosaura, en su falta de experiencia, lo
había tomado en serio. Sabía que ella no era atractiva como tantas jóvenes
modernas. Su ropa, casi siempre regalada por sus primas porque estaba muy
usada o pasada de moda, no le daba ningún realce a su figura. Ella no se sentía
capaz de atraer la atención de un joven de buena presencia, que se expresaba
con fluidez, como Aurelio.
184
¿Sería esta novela de amor un regalo de esa fuerza poderosa que la
gente llamaba destino? ¿Sería una compensación del cielo por su pobreza, por
su falta de escolaridad, y lo poco que su familia había podido brindarle? Si
huía de él, ¿no estaría despreciando la mejor oportunidad de su vida?. A
medid que pasaba el tiempo, esos pensamientos e convirtieron en
herramientas de demolición que fueron reduciendo a la nada su resistencia, y
al final terminó entregándose a él sin más reservas.
Salieron juntos varias veces en el día libre de ella. Aurelio empezó a
asustarse de la intensidad de los sentimientos de la muchacha, y comprendió
que era mejor, aunque cruel, empezar a retroceder, y al fin, desengañarla del
todo. Un día le dijo francamente, que le pedía perdón por el daño que le había
hecho, pero que quería dejar en claro que esa relación había sido para él
simplemente una aventura, un escape que habían tenido sus impulsos
juveniles, un entusiasmo pasajero, sin verdaderas raíces.
Después de eso, Rosaura había estado enferma con una depresión grave
que no le permitía seguir trabajando. Las tías, seguras de que él era la causa,
fueron a visitar a Sofía para hablar muy en serio con Aurelio. No perdieron la
oportunidad de recalcar que Sofía y sus hijos habían abandonado el
catolicismo porque, según decían, no habían encontrado allí la verdad, pero,
pero la conducta de Aurelio no le hacía ningún honor a la nueva religión de la
familia.
Sofía se preocupó por la situación de Rosaura. Sabía que su familia era
muy pobre. ¿Cómo se las arreglarían sin el sueldo de ella?
Una de sus hermanas dijo: - El sueldo lo van a tener igual, porque la
madre, a pesar de tener mucho trabajo en casa con los hijos menores, se
ofreció para ocupar el lugar de Rosaura hasta que ella pueda volver a trabajar.
Pero van a tener gastos extras, visitas al médico y medicinas. Sería muy bueno
si ustedes cooperaran para ayudarlos.
-Por supuesto, así lo haremos. Aurelio está muy arrepentido. Sé que no
puede decir nada que lo disculpe. Pero él no es un indolente de conciencia
atrofiada; admite que ha procedido mal. No buscó consejo ni guía en nuestros
anciano de congregación antes de cometer el daño. Simplemente se dejó llevar
por sus alocados impulsos juveniles. Le faltan madurez y equilibrio.
Después de esto Aurelio habló con los ancianos. Ellos vieron su sincero
arrepentimiento y trataron de calmarlo asegurándole que su grado de
responsabilidad no era tan grande como el de alguien que ya se hubiera
bautizado. Le dijeron que pidiera perdón a Dios fervientemente y confiara en
su misericordia. Uno de ellos comentó: - te hubieras ahorrado muchas penas si
no le hubieras dado tanta importancia a tus gana de vivir y de sentirte hombre.
185
Otro le dijo: - si estuviéramos viviendo en los días de Moisés, cuando el
pacto de la ley estaba en vigencia, no podrías haber abandonado a es
muchacha, porque el hombre que se adueñaba de una mujer virgen tenía que
casarse con ella y no se le permitía jamás divorciarla., porque la había
humillado. Puedes leerlo tú mismo en Deuteronomio 22:29 ( y le extendió la
Biblia abierta en ese capítulo).
186
- Otra vez estás en planes de viaje, Aurelio. Parece que hay un
desasosiego dentro de ti que siempre te quiere llevar más lejos.
- Tengo veinte años, mamá. Es natural que desees conocer otros
lugares, otros paisajes. Eso no quiere decir que estoy huyendo de la
familia. No tardaré en volver.
- Dijiste que si encuentras allá un trabajo que te guste te quedarías un
buen tiempo.
- Sí, lo dije, pero no debes preocuparte tanto. Ahora hay
congregaciones en todas partes, y mucho territorio para servir a
Dios.
- Es verdad, Aurelio. Pero, lo que más me inquieta es que das la
impresión de estar haciendo todo maquinalmente. Te falta gozo. Ese
es el segundo de los frutos del espíritu, y si no lo cultivamos no nos
sentiremos bien en ningún lugar. Pienso que no lo tienes porque no
te has librado de los malos recuerdos. En el libro de Isaías dice que,
aunque nuestros pecados sean como escarlata, pueden volverse
blancos como la nieve.
- No sé si uno puede librarse del todo de los malos recuerdos, mamá.
Con el pasar del tiempo duelen menos porque la herida cierra, pero
la cicatriz queda.
- Probablemente, la causa principal de tu desasosiego, Aurelio, es que
no te has entregado a Dios; no estás confiando en su perdón. Por eso
has dicho a veces que no te sientes limpio ante Jehová.
- Hace tres años, cuando me bauticé, pensaba que le estaba
entregando el corazón a Dios, mamá.
- El bautismo muestra que deseamos que Dios disponga de nosotros y
nos use según su propósito. Es una demostración externa, pero a la
vez debe suceder algo interno, una resolución íntima que estabiliza
nuestra relación con Dios. Eso es en verdad nuestra dedicación.
- No caviles tanto, mamá. No tengo la intención de descarriarme de
vuelta, ni de apartarme de Jehová. Tengo mis luchas, pero no me doy
por vencido. Te ruego que ores por mi y esperes. Algún día voy a
madurar como cristiano. Lamento no tener una fe tan bien fundada
como la tuya.
187
compañía. Pero, allá sería el mismo muchacho retraído, que daba la impresión
de estar haciendo todas las cosas sólo con la mitad del corazón. Estaba
desvelada, su mente trabajaba sin descanso volviendo una y otra vez a los
mismos pensamientos. Decidió decirle a Aurelio en una carta, lo que le sería
difícil decirle personalmente, y esconderla en su portafolio para que la leyera
cuando estuviera lejos.
Querido hijo:
Tu madre
Aurelio llamó a Sofía por teléfono para decirle que había llegado bien,
que le gustaba mucho el campo y que iba a ser un placer participar en las
cosechas. Al despedirse le dijo: - Muchas gracias por la carta, mamá. Fue una
linda sorpresa.
Cada tantos días volvía a llamarla y preguntaba por todos. Siempre les
decía que los extrañaba y que no se quedaría lejos mucho tiempo. Un par de
meses después de su partida, Aurelio le envió a su madre una respuesta escrita
a la carta de ella.
Después de alguno comentarios sobre el trabajo del campo, decía:
“¡Gracias mil veces por tus palabras, mamá. Siempre das en la tecla!.
Me has hecho ver claramente que yo soy el único responsable de que mi
relación con Dios haya sido fría y lejana. Lo he hecho esperar abusando de su
misericordia, delante de una puerta inhóspita, que sólo podía abrirse desde
adentro. Le estoy pidiendo perdón en mis oraciones por haberlo tratado
189
durante tantos años, no como un amigo íntimo, sino como un simple conocido
al cual uno no sabe bien si es prudente dejarlo pasar más allá del umbral.
He llegado a comprender como nunca antes, el alcance de las palabras
de 1 Juan 3:21: “Amados, si nuestro corazón no nos condena, tenemos
franqueza de expresión para con Dios”. Y las significativas palabras del
versículo anterior: “Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas las
cosas”.
Hoy veo claramente que cuando Dios nos asegura su perdón, pero el
corazón sigue hablándonos en tono condenatorio, debemos escuchar a Dios
porque Él tiene el derecho de decir la última palabra y a hablar con más
autoridad que nuestro corazón imperfecto.
Por fin siento que la comunicación con Jehová es un privilegio cálido y
consolador. Te agradezco mucho esa carta que me ayudó a mí mismo a
mirarme por dentro, y reprender el corazón cuando intenta convertirse en un
verdugo.
Le haces honor a tu nombre que significa “Sabiduría”.
Volveré a casa dentro de un mes. Los quiero mucho a todos, y la
ausencia me ha ayudado a comprobarlo una vez más.
Aurelio
Alef Gimel
190
LA SOMBRA DEL CONSPIRADOR
-¿Ustedes nacieron en Costa Dorada? ¿Hay gente por allí que todavía se
inclina por las ideas de Apolo Espinosa...¿ustedes piensan que algún día se
191
formará un partido político que imponga las ideas de él? Si así fuera el caso,
¿volverían ustedes a Costa Dorada para ayudar a lleva al triunfo los ideales de
su antepasado?
Apolo Espinosa no había llegado muy lejos con sus planes subversivos,
pero su sombra se había extendido sobre una vasta región. Sus nietos
anduvieron mucho, pero sólo conseguían trabajos temporarios y mal pagados.
Algunas personas los miraban con compasión. Era visible que se trataba de
jóvenes de buenos sentimientos, y respetuosos de los demás, que deseaban
vivir una vida útil. Pero, en el fondo surgía la odiosa duda. ¿Y si estuvieran
ocultando sus verdaderas intenciones y quisieran ganar la confianza de la
gente para conseguir nuevos apoyadores de aquella aborrecida causa?
Al salir de un pueblo donde nadie les dio trabajo, tuvieron que hacer un
largo rodeo para llegar al próximo, porque unos campesinos les advirtieron
que en el camino habitual había dos perros rabiosos que se escondían entre la
maleza y atacaban a los caminantes.
192
peones, que los reconfortaron con una buena comida y les concedieron
alojamiento por varios días, si deseaban quedarse.
Escucharon con interés la historia que los había inducido a abandonar su
provincia y a lanzarse a la aventura por los caminos del mundo, por demás
hostil e indiferente. Aquella buena gente creyó en la sinceridad de ellos y les
dieron el mejor consejo que habían recibido hasta el momento.
El patrón les dijo:
193
UNA PROFUNDA GRATITUD HACIA EL Creador de todas las cosas
rebalsaba el corazón de ellos. Por fin sabían lo que significaba el gozo de
vivir.
Ustedes, adolescentes y jóvenes, son los últimos retoños del peor
conspirador que ha existido, Adán, quien quiso cambiar el arreglo
legítimamente establecido por Dios en la tierra, y nos dejó desheredado, sin
derecho a la vida, por ser los hijos de un condenado a muerte.
La prole de Adán ha vagado seis mil años por la tierra, experimentando
todas las desilusiones y todos los fracasos. Sólo unos pocos han tenido el
gran beneficio de ser amigos de Dios y disfrutar de la invalorable paz con
Dios. A pesar de estar en un mundo hostil, llegaron a ser ciudadanos de un
reino invicto que gobernará la tierra para siempre y jamás será derrotado ni
sometido a esclavitud por un gobierno enemigo. Ese reino, es el mayor
regalo que podemos recibir de nuestro Creador, basado en el sacrificio de
redención de su Hijo, que entregó una vida humana perfecta para cancelar la
deuda en contra de nosotros, dejada por aquel Adán, hermoso y fuerte como
el Apolo ideado por los griegos, y librarnos de las sendas espinosas que el
trazó.
Alef Gimel
194
LA VERDAD NO NECESITA ADORNOS
Alef Gimel
195
Las Tres Columnas de la Eternidad
Los tres se conocían desde siempre,
por no tener principio no tenían edad.
Sin un mañana que los limitara,
sin un final que los amenazara,
eran únicos dueños de toda la verdad.
Alef Gimel
– Abril 00–
196
LOS “OSOS” QUE SIEMPRE AYUDAN
Alef Gimel
197
LOS PANIAGUADOS DEL REY SUPREMO (2 Págs.)
199
“Y en aquél día tiene que ocurrir que las montañas gotearán vino dulce
y las colinas mismas manarán leche y los cauces mismos de Judá manarán
agua. Y de la casa de Jehová saldrá un manantial, y tendrá que regar el valle
torrencial de los Árboles de Acacia”.
En ese tiempo feliz, los paniaguados del Rey de la Eternidad
evocaremos con gozo estos días de bocados sobrios y medido, y nos
regocijaremos profundamente por no haber estado entre los inconstantes que
abandonaron la mesa de Jehová para ir de vuelta al mundo en busca de sus
últimos ajos y cebollas.
Alef Gimel
–Abril 1999–
200
Los tiempos cambian
Cuando mi abuelo era chico,
Montevideo era joven
y lentamente crecía.
Desde el Cerro hasta la aduana
lo atravesaba el tranvía.
La misma gente viajaba
a trabajar cada día,
y al ascender saludaba,
y al saludar sonreía.
201
Las mujeres hacendosas
horneaban sus propias panes
y hacían durar muchos años
los trajes y los gabanes.
Alef Gimel
– Agosto 01–
202
MEDIO SIGLO EN PUERTO AMPARO
203
con la sangre de sus propias venas, confiando en que permaneceríamos allí, a
cubierto de la sentencia de muerte que habíamos heredado de Adán.
Un profundo sentido de gratitud nos ayudó a echar raíces en la tierra
bendita del futuro, con el ansia de habitarla para siempre.
Vimos multiplicarse muchas veces la población a nuestro alrededor.
Multitudes entraron a raudales como un río, buscando respuestas a preguntas
punzantes, dolorosas. Eran realmente, un río muerto de sed.
De tanto en tanto, alguno se petrifica espiritualmente mirando con
anhelo las cosas que abandonó, como la esposa de Lot. Olvidan la sabiduría de
Jesús, que nos enseñó que no se puede arar mirando hacia atrás.(Lucas 9:62).
Aquella limitada colección de recuerdo que traíamos al llegar, ahora
llena varias estanterías, y representa una riqueza incalculable que el paso del
tiempo no puede deteriorar.
Aquel pequeño archivo de nombres y retratos, ha crecido enormemente,
unido a experiencias inolvidables.
Cuando flotamos en un mar de sonrisas en nuestras asambleas, cada
rostro representa una historia. Están allí porque han luchado arduamente para
que ninguna fuerza extraña los sacara de su lugar en el pueblo de Dios.
El seguir viéndolos entre nosotros equivale a un certificado de madurez
e integridad, un recordatorio viviente de que debemos defender nuestro lugar
asignado, viviendo o muriendo.
A través de los años y las décadas de este medio siglo, muchas veces
hemos comprobado que todo lo innegable, lo noble y lo beneficioso, lo que
nunca cambia, gira alrededor del nombre de Jehová, el que dio principio y
razón de ser a todas las cosas.
Hoy, desde esa invencible torre de fortaleza que es su Nombre,
observamos la desintegración del viejo sistema, y sabemos que la tierra que
Dios ofrece a los mansos como herencia pronto será liberada, porque la
Palabra de Dios, que hoy resuena en todos los ámbitos y recorre los cuatro
puntos cardinales, no puede volver a Él vacía. (Isaías 55:10,11).
Alef Gimel
– Abril 00–
204
NUNCA DARSE POR VENCIDO
La Rana y la Garza
Alef Guimel
205
Oración Matutina
Gracias Jehová por otro día de vida
y por las oportunidades de hacer tu voluntad.
Gracias por la esperanza certera y oportuna,
de todo lo que encierra el feliz más allá.
Alef Gimel
206
PAISAJES COTIDIANOS
Esta noche que a pensar induce,
bajo esta luna que a soñar convida,
la mente se anticipa con deleite
al tiempo en que el humano derrotero
podrá llamarse con certeza VIDA.
Ya ha ascendido la luna;
sus manos señoriales
enjoyadas de estrellas, se hunden en el mar,
donde lava sus mantos de plateados destellos.
Día y Noche conocen su misión asignada
y el tiempo irreversible para su trajinar.
Alef Gimel
207
Señora Felicidad
Señora Felicidad
¡cuánto te hemos exigido!
¡Con cuánto reproche injusto
los humanos te han herido!
Dame tu sabiduría
y esa grata paz que siento,
desde que Dios me ha enseñado
a no correr tras el viento.
208
En el mundo venidero,
siempre unida la virtud,
como un don del Dios eterno,
te darás en plenitud.
Tú nunca envejecerás
ni se aflojarán tus manos.
Tus encantos serán múltiples
en invierno y en verano.
En el hogar, en el campo,
en la pampa o junto al mar,
tus pasos firmes, constantes,
nos seguirán al andar.
Alef Gimel
Noviembre 2002
209
UN ADIÓS INDESEABLE
Carmen:
En estos ocho meses que he ido a tu casa, semana tras semana para
nuestro estudio bíblico, he llegado a conocerte lo suficiente para saber que no
serías capaz de cometer un pecado grave desde el punto de vista de Dios.
Tal vez un día te apenes por lo que has perdido y desees retomar el
camino de Jehová que hoy estás abandonando. Quiero asegurarte que, si ese
día llega, me hallarás como siempre, dispuesta a ayudare y comprenderte, y te
recibiré con un cálido abrazo de bienvenida.
Marta
211
UNA EXCURSIÓN AL INFINITO (6 Págs.)
El abuelo Oliverio era muy bueno y cariñoso con todos sus nietos, pero
tenía una predilección muy visible por el primero. Varios factores habían
contribuido para producir este sentimiento, profundo y especial, hacia ese niño
que parecía insustituible para él. Había sido el principio de la tercera
generación. Era manso, alegre y respondía a su cariño en todo momento; tenía
un interés genuino por todo lo espiritual. Además, su hija y su yerno, siervos
sinceros de Dios como él, le habían dado el privilegio de buscarle un nombre
bíblico, y lo encontró entre los descendientes del rey David, en 1 Crónicas
3:24 : Ananí.
212
espirituales. La definición más abarcadora de Él que da la Biblia es : “Dios es
amor.”
El amor, Ananí, es una fuerza que conduce a la acción. Necesita obras
para justificar su existencia, porque un amor ocioso, improductivo, está
negándose a sí mismo. Por eso Jesús le dijo a sus discípulos: “El que tiene mis
mandamientos y los observa, ése es el que me ama.” .-Juan 14:21
213
-Estaba pensando que hubiera sido más fácil destruir a Adán y Eva y
crear otra pareja, ¿verdad abuelo?
-Sí, hubiera sido más fácil, pero no tan glorioso. Jehová hubiera perdido
la oportunidad de enseñarnos una lección invalorable. Cualquiera destruye,
pero no cualquiera restaura lo perdido. Un niño con una honda y una piedra
puede matar un pájaro. Pero no puede resucitarlo ni crear otro igual. La
salvación de la humanidad podría compararse a una joya perdida, que quedó
enterrada en el barro seis mil años, corroída por el pecado y oxidada por la
ignorancia. ¿No es más glorioso para Jehová, buscarla, limpiarla, y devolverle
todo su esplendor, que abandonar la búsqueda y crear otra igual o parecida?.
La triste vocación del adversario de Dios es arruinar y destruir, pero sólo
Jehová merece el título de Restaurador y Recomprador.
214
en el desierto, como habían pedido, por temor de que todo habitante de Egipto
pagara con su vida por el maltrato dado a los hebreos en la esclavitud.
¿Quieres ver en tu Biblia que fue un solo ángel el que ejecutó la plaga?
Busca, por favor, Hebreos 11:28.
Ananí lee: “Por fe había celebrado la Pascua y la salpicadura de la
sangre para que el Destructor no tocar los primogénitos de ellos”.
-Hay otro hecho histórico muy notable, en que un solo ángel fue
comisionado para actuar. Cuando el buen rey Ezequías pidió ayuda a Jehová
porque había 185.000 asirios acampados cerca de Jerusalén, listos para
invadir, Isaías nos dice en el cap.37, ves.36: “ Y el ángel de Jehová procedió a
salir y derribar a ciento ochenta mil hombres en el campamento de los asirios.
Cuando la gente se levantó muy de mañana, pues, allí estaban todos,
cadáveres muertos.”
-Abuelo, ¿tú crees que bien al principio cuando los humanos no sabían
muchas cosas, Dios usaba a los ángeles para ayudarlos a descubrir lo que
necesitaban?
-Yo pienso que sí, Ananí. El hombre recibió desde el principio mucha
ayuda indirecta, que no estorbaba su libre albedrío, por ejemplo, era necesario
que descubrieran el fuego, que tiene un lugar tan importante en la vida
humana y en sus actividades. Nadie explicó nunca cómo se encendió la
primera llama, ni cómo aprendió el hombre a producir el fuego y usarlo. Hay
una cantidad de alimentos que, evidentemente fueron creados por Dios para
que se comieran cocidos, y a su debido tiempo el hombre tenía que aprender a
hacerlo. En cosas así, parece que los ángeles actuaron indirectamente. En
cambio, en los acontecimientos más trascendentales, los ángeles se
presentaron en forma visible y se identificaron. Podemos señalar a los
querubines con espadas de fuego que les indicaron a Adán y Eva que su
relación con Dios estaba definitivamente dañada, y que jamás volverían a vivir
en el paraíso. También debemos recordar que tres ángeles materializados
llegaron como forasteros ala s tiendas de Abraham para anunciar el
nacimiento de Isaac, el hijo legítimo de quien descendería la nación de Israel.
Todo eso en cuanto a los tiempos antiguos, Ananí. Pero hay muchas
cosas para señalar en cuanto a los tiempos modernos, que muestran la
innegable intervención del cielo en el desarrollo del propósito de Dios.
Como se ha indicado oportunamente en conferencia y en publicaciones
de la sociedad, los logros más asombrosos de la tecnología, aparecieron justo a
tiempo, cuando se necesitaban. El muy celebrado invento de la imprenta
apareció cuando se iba a necesitar imprimir miles de millones de páginas con
el mensaje de Dios para cubrir la tierra con ellas. También era el tiempo
215
conveniente para que cada adorador de Jehová tuviera su propio ejemplar de la
Biblia y pudiera estudiarlo, en vez de concurrir a un lugar de adoración para
escuchar a alguien que leyera los rollos de papiro o piel de cabrito en que
estaban reproducidos los libros sagrados.
A medida que fueron apareciendo grupos de adoradores en distintos
puntos de la tierra, surgió el telégrafo y el teléfono, para facilitar la
comunicación entre ellos y de ellos con los dirigentes ungidos de la sociedad
teocrática que se estaba formando, y que hoy comprendemos que es la nueva
tierra que anuncia la Biblia, la sociedad terrestre del futuro sin fronteras ni
barreras.
Al irse haciendo numerosa esta sociedad teocrática, también apareció el
micrófono, para amplificar los mensajes delos oradores en las grandes
asambleas, y la radio, para llevar la Palabra de Dios a millones de oyentes
desconocidos.
Llegó el tiempo en que, por la diligencia de los ungidos, el mensaje del
Reino llegó a todos los centros poblados de la tierra. Entonces surgió a
raudales la grande muchedumbre para ayudar a los ungidos a cumplir su
misión de predicar las buenas nuevas a cada viviente. Al mismo tiempo
apareció el avión, para que miembros del cuerpo gobernante pudieran llegar
a todas partes en cuestión de horas, llevando el estímulo de su palabra y su
presencia a los nuevos adoradores que se estaban organizando para heredar
la tierra. ¡Cuánto menos se hubiera logrado si los viajes hubieran durado
meses en veleros como en los días de los apóstoles!
Todo eso no podríamos atribuirlo a la casualidad, muchachito. Podemos
ver en todo la mano de Jehová y la intervención de sus ángeles.
Los hombres, en su ignorancia, pasando por alto las verdades bíblicas,
han representado a los ángeles como bellos infantes con alas, que no tienen
ningún poder especial. Esta idea aparece en cuadros famosos, esculturas y
molduras que adornan importantes edificios.
En el siglo pasado, especialmente, las mujeres tejían cortinas adornadas
con esas imágenes ingenuas de infantes con alas, que aparecían también en
porcelanas y piezas artísticas de bronce y plata. Cuando uno piensa cómo esa
mala representación ridiculiza a los ángeles del cielo, uno imagina a los
demonios, a los ángeles rebeldes, riéndose solapadamente de los que
conservaron su elevada posición. Una canción popular llegó al extremo de
reprocharle aun pintor el que los ángeles en sus cuadros fueran siempre
blancos y rubios, pues era una injusticia no pintar angelitos negros.
Se ha dicho que Satanás es un dios mímico. Es verdad. Él no sólo
ridiculiza a Dios haciendo mímica de su papel como soberano, sino también
trata de que todo lo que Dios hace aparezca confuso, ilógico, descabellado.
216
Sigue lloviendo, nos acercamos al anochecer. Hoy hemos conversado
mucho, como grandes amigos, Ananí.
A medida que vayas llegando a ser hombre, se agrandará tu cuerpo, se
agrandará tu ropa, y si aún estamos en este viejo sistema de cosas, también se
multiplicarán tus problemas.
Yo desearía que la conversación de hoy volviera muchas veces a tu
mente y te sirviera de aliento, aún después que haya terminado mi carrera en
este mundo. ¡No pongas esa cara de disgusto, chiquillo!
Es natural que, cuando uno se acerca a los ochenta piense que, sino
tiene el privilegio de esperar la victoria final de Dios de pie sobre la tierra,
tendrá que esperarla durmiendo bajo ella. Pero, sabemos que no seremos
olvidados cuando llegue el bendito día en que Jehová asignará las
recompensas.
En el tiempo difícil que todavía nos falte vivir antes del fin, cuando te
sientas solo, recuerda que los ojos de Jehová y de los miles de millares de tus
hermanos mayores, los ángeles, te miran desde el cielo.
Cuando te sientas pobre y desvalido, recuerda que tu Padre celestial
jamás será pobre, y que puede usar siempre algo de su incalculable riqueza
para socorrerte.
Cuando te enfrentes a la incomprensión de los que te atribuyen motivos
erróneos, recuerda que en el cielo hay una radiografía de tu corazón que
muestra la raíz y la rama de cada sentimiento tuyo.
Cuando te sientas débil e impotente ante la oposición de los más fuertes,
o ante enconadas amenazas, recuerda y renueva tu visión mental de los
ejércitos celestiales que apoyan a los siervos de Dios sobre la tierra, como se
le mostraron al ayudante de Eliseo cuando flaqueaba, y repite en tu corazón
muchas veces las memorables palabras del profeta, “son más los que están con
nosotros que los que están con ellos.”
Puedes volver a hacer esta excursión al infinito en cualquier momento
en que tu debilidad humana parezca estar desfalleciendo.
Silenciosamente, con el temor que infunde lo sagrado, y consiente de tu
pequeñez ante Dios, vuelve a visualiza el trono más alto del universo.
Acércate a él y recuerda con profunda gratitud, que el Soberano Supremo
reconoce tu nombre como integrante de su pueblo, escucha tus oraciones, y te
ha concedido el privilegio invalorable de llamarlo Padre.
Alef Gimel
- Julio 1998
217
Una Minúscula Flor
Me asombré al descubrirla,
tan frágil, tan pequeña,
al borde de un pantano marginada.
¡Cuántos la pisan sin notar que existe!
Esta flor me ha traído
muy serias reflexiones.
Es una nimia muestra de la vida,
no hace alarde de nada, no tiene pretensiones.
El Soberano Todopoderoso
que diseñó las órbitas que marcan los planetas,
que ordenó las estrellas como huestes,
que calcula las cifras asombrosas
que abarcan lo inmedible del espacio celeste;
que moldeó con sus manos industriosas
la grandeza sin par del macrocosmos,
ha ideado esta flor que no reclama
ni lugar, ni derechos, ni atención.
Apenas vive en el confuso límite
en el que se confunden realidad e ilusión.
Alef Gimel
Abril 1998
219
MINISTROS VIAJEROS
Alef Gimel
– Agosto 99–
220
Visiones del Futuro
Entonces sentiremos
que nos envuelve una preciosa calma,
y que reviven los deseos puros
que significan mucho para el alma.
221
(ya no las llamaremos fieras como hoy en día),
lograremos que sientan un cariñoso apego,
y busquen sin recelo nuestro calor humano.
Alef Gimel
Noviembre 2001
222
VISLUMBRES
¡Cuánto anhelamos los perfectos días
en que no haya canciones que con lúgubre acento,
nos hablen de una dicha que aniquiló la muerte
o de un amor que terminó en traición.
Será verdad entonces todo lo que se diga;
todo lo que se haga tendrá sana intención.
Alef Gimel
- Enero 02
223
VOLVERÁN UN DÍA...
Alef Gimel
224