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Zoología indescifrable

Abraham Chinchillas
Este libro fue escrito
gracias a la beca del
Fondo Estatal para la
Cultura y las Artes de
Hidalgo, en la categoría
de Creadores con
trayectoria; en la
disciplina Letras, en el
género Poesía, emisión
2006. Fungió como
tutor del proyecto el
Mtro. Mario Bellatín
Cavigiolo.
Zoología indescifrable
Zoología indescifrable

Abraham Chinchillas
Zoología indescifrable, primera edición, julio de 2010.

©2007, Abraham Chinchillas


©2010, alb@tros PRESS

Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo


Nicolás Bravo #202.
Centro Histórico
CP. 42000
Pachuca, Hidalgo, México

alb@tros PRESS
Circuito San Francisco #335
Rinconadas de San Francisco
CP. 42083
Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.

Se prohíbe cualquier reproducción parcial o total sin


autorización escrita del autor o el editor.

Editado en México.
A Elena, porque amorosamente
domas la bestia en mí.

Gracias a Mario Bellatín, por convencerme


de soltar el bolígrafo y coger la navaja
para escribir este libro.

Gracias a Arnulfo Ángel Islas, por ser memoria


en los días aciagos y volver del fuego.
No hay espanto mayor que el del animal
recorriendo su cueva.
JUAN GELMAN
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Soliloquio del Depredador (toma 1)

Déjenme solo.
Los pájaros sin árboles, las calles.

Que nadie mire mi rostro.


Que se cieguen las farolas,
el sol, la luna,
todo lo que me descubra.
Que nadie haga caso a mi grito,
los ruidos se ensordezcan a sí mismos,
que el cartero extravíe mis cartas
después de caer de su bicicleta

(nada queda.)

Déjenme correr.
Que todos me detengan;
se hará eterno
el pasillo entre la cocina
y el cuarto de mis lamentos.

Ese hombre con el semblante cansado


de rumiar la nostalgia
Y que conserva aún en la mano,
apretada,
la moneda que no pudo darle al mimo
encerrado en su cristal imaginario.

El niño lleno de vergüenza


que pide una limosna,
mientras su hermano mayor
tortura, desafina, una guitarra rota.

Cuando tomo un café a solas


en la última mesa del lugar

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

y descubro en mi sombra
el perfil de mi abuelo,
los modos de mi padre,
el silbido seco de una cuchara contra la taza.

Que alguien conteste el teléfono


por donde nada se escucha:
-nadie atiende la queja silenciosa de Dios-

(nada queda.)

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

El Animal

Lo he sorprendido.
Encendí la luz y ahí estaba,
con sus ojos de espanto mayor
clavados en los míos.
Un tanto de inocencia mustia,
un tanto de alevoso deseo,
sed de sangre fresca,
el hocico entreabierto,
la salivación asesina,
el sudor maloliente del mundo todo,
el apestoso aliento
de rumiar la noche húmeda,
aún apoltronada
en la cueva sola.

Hambriento,
el instinto lo hizo saltar.
Le puse la navaja en el cuello
y empecé a rasurarme.

8
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Pantera Casual

Sin darme cuenta,


el sol cayó
dentro de mi café expreso.
Me manchó de oscuridad.
Todo,
completo.

9
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

La Memoria del Alacrán

Quise ser ave


de plumas coloridas y
emigración a nidos tibios;
pero nada se eleva
sin alas afiladas,
con tenazas asesinas.

Quise ser pez


dorado, tricolor, de agua salada;
pero mi coraza sin escamas
no surca el lago con la agilidad
que dan mis torpes, numerosas patas.

Quise ser luna


de menguante prometido,
sin reflejo aunque eterna;
pero la inquina del desierto
pudo más que mis escritos
en la última noche de la piedra.

El viento sopla y espabila a una víctima


que se ha salvado de mi aguijón.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Plaga

Son animales nauseabundos,


de costumbres vehementes,
sórdidas hasta el extremo
de volverse cotidianas.

Sudan hediondas esencias de putrefacción.


Dejan rastros que perduran
sus herencias malevolentes.

Se agrupan en colonias.
En tiempos de bonanza
se comen unas a otras por diversión;
ajedrez macabro del más apto.

Toda hora es perfecta


para aparearse a escondidas,
Coito fútil para la preservación;
en rincones pestilentes arrojan a sus crías.

Se creen dueñas del mundo.


Todo lo corroen.
Inmensas persecutoras,
ociosas, nos pisan.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Rito de Apareamiento

Se miran.

Se buscan, se siguen, se avientan al abismo de las cercanías.


Se emboscan en el laberinto de las luces de neón intermitentes,
del calor del desierto, de la intimidad del bosque en llamas.
Siempre bajo tierra.
Se hablan, se escuchan, enredan sus lenguas, anudan sus alientos
que logran salir por una pequeña abertura de sus máscaras.
Se estrangulan con más mentiras que verdades,
se convencen mutuamente.

Se roen.

Se besan, se chupan, se oxidan los cuellos,


Se cuentan los vellos, se espulgan las ganas,
transpiran sus cuerpos, se amasan;
se construyen a la carta con la arcilla que suaviza la estafa.

Se separan.

Se dan la espalda, dormitan a la orilla


de un artificial campo de batalla,
se acompañan, se callan hasta los besos.
Vuelven a la rutina que los llevó a encontrarse;
se comparten y se reciclan.

Se olvidan.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Primer Biología Accidentada

Lo que daría por romper


de sus presas la piel,
con la pericia con que su cascabel
destaza el silencio.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

El Elefante

La memoria es todo;
el vaivén y el deterioro.

¿No va el pensamiento donde el cuerpo


deseado se ha escondido?
Tú, mí, yo, contigo;
Malogrado afán,
incansable olvido.

Todo recuerdo se regodea


en el dolor incisivo que sorprende:
un olor, la música
en una radio que apenas se escucha.
Naranjas tardes de invierno.

¿A dónde va una mano


que unos muslos suaves
(bajo una falda),
no sean su emancipación?
Es el sabor que se conserva;
una boca, otro sexo.

¿En qué,
si no en horizonte se vuelve
el cuerpo que divide el día de la noche?
En madrugada el viento fortuito.
En medio día el rumiar la espera.

¿No va el rezo al lugar


que la fe le ha elegido?
Susurro sereno,
el templo está vacío.

No los tengo de marfil;


son de tiempo.
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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Último Rinoceronte
Son traídos de muy lejos,
Con su armadura labrada
a tiempo y fuego.

Ojos calmos,
sonrisa ausente,
su oreja ventisca que espanta la peste.

Solitarios se piensan.
Manadas extintas los persiguen.
Condenados se saben,
por elucubraciones milenarias del gozo:
cuerno envidiado por los fariseos.

Rara vez se les escucha,


apenas en el lamento gutural
del espasmo prometido.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

El Arte de la Presa (toma 1)

Seguiré el serpenteo.
Aguzado anzuelo,
eficaz veneno
que sin premura me abate
ante el itinerario hostil

La apetecible cicuta
Marchitará mis ojos,
no podré admirar
la blanca cascada
derramarse.

16
Un ala no es el eco de un ala
es el eco de Dios.
KENIA CANO
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Soliloquio del Depredador (toma 2)

Si lo digo es porque sé,


vivo en la humedad de la sombra.
Retozo en una promesa sin hojas,
austeras ramas son mi cobijo.

No olvido los insectos,


no perdono a las madres
que escupen sus rezos en la plaza
para alimentar a las palomas
(hipócritas pacifistas).

La lluvia de marzo
derriba al dolor desorientado,
que llega antes de tiempo
a su impostergable reunión con el suelo.

Aún escurre sangre de mi pico.


Todos los ojos han sido cegados,
faltan las casas, sobran los días;

la taxidermia de mis huesos


se archiva en el capítulo de las culpas,
donde gira una parvada de buitres
sobre las heridas de la tierra.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Migratorias

Los han visto trepar por la sombra,


hilando lamentos para usar de arneses,
afilando sus voces en un mismo coro
hasta arañar el sol con esos gritos.

Sus alas atrofiadas cuelgan sucias,


ennegrecidas por las pisadas de cientos
de prisas que los despiertan y hacen salir
de debajo de piedras, mezquites y chiflidos.

Los han visto trepar, por el miedo,


a un camión, a un tren, a un muro.
El desierto en brasas bajo sus pies
les ha enseñado ya el rumbo.

Han visto grandes parvadas de ellos


yendo a invernar de por vida,
huyendo del frío que da el hambre,
la pobreza y el olvido.

La otra orilla será un código secreto;


la tierra, un dolor ahogado por la tortura;
el sueño, un deseo susurrado
por los nombres de quienes los esperan.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Garzas

Boca
me encuentro.
Manos, cintura
que rozan:
promesa de invasión a mi territorio.

Ojos, mirada;
espejo en el que te miro por dentro.

Entrelazados por el cuello


nos susurramos al oído mil historias,
todas con el antifaz del disimulo
para creerlas.

No me conocía,
hasta que subí contigo
a este vagón de metro.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Mariposa

Veinticuatro colores por segundo.


En cámara lenta un aleteo,
guardando del mundo,
celosamente, todos los secretos;
dosificando con su vuelo
la evidencia del caos.

Mientras conduzco
he detenido con el parabrisas,
una tormenta del otro lado del planeta.

21
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Mayo

El invierno se llevó también los pájaros.


Nos liberó del barullo matutino
que azotaba el último resquicio de descanso.

La primavera no los trajo.


Este páramo no servirá más,
invernadero de ningún quetzal.
Las mañanas son tan silenciosas
que parecen frías.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Réquiem

Otra vida, al menos


una que se mire en un solo tiempo,
no en mis miopes caleidoscopios.
El sitio en el que tendré mil nombres
inaudibles en el barullo de los zumbidos;
lo mismo todos los días
en la sagacidad de mi pesquisa.
Hasta que la misericordia
me alcance en un aplauso:
mortal tributo
de mi actuación.

23
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Segunda Biología Accidentada

Si tan sólo el colibrí


tuviera la lengua del camaleón
para alcanzar la flor
escurridiza.

24
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Sinfonía
A José Jorge Chinchillas

El amanecer pide un La:

la marea afina los violines,


con descaro;
la roca las percusiones,
con esmero;
el arrecife los timbales,
submarinos;
el acantilado los alientos,
sosegados.

El albatros emprende el vuelo,


escrupuloso;
el día suena.

25
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Consumación

Sobró el valor:
barnizaba su plumaje entero.
Resbaló el medio día, el viento,
los cables, las cornisas,
el barullo de un desfile,
el destello de un solar en la
[multitud.

Tordo hastiado
que no alcanza
a remontar el vuelo.

La sangre:
única ofrenda.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

El Arte de la Presa (toma 2)


Escupo un refrán Siento
el viento frío que lacera Suave
el cabello de una virgen Tonta
marcha frugal de los escorpiones sin veneno Siguen
un camino minado de mentiras Verdes
serán los campos que añoran La tormenta
de soles muertos azota Implacable
resulta el aguijón con que el traidor Rasga
la espalda del vencido Suda
y se corrompe la piel Inocente
es aquel que caza por hambre Seca
la rama cruje Parlante
la tuza deja en sus huellas Memoria
labra el plumaje que cubre las Alas
rotas del ave que surca Macabro
el rugido fundado en la Furia
lacónica orfandad del exiliado Banal
la misericordia del odiante Inútil
moneda del Odiado.

27
Digamos que no tiene comienzo el mar.
Empieza donde lo hallas por vez primera
y te sale al encuentro por todas partes.
JOSÉ EMILIO PACHECO
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Soliloquio del Depredador (toma 3)

Paciente el anzuelo
que enturbia el arrecife,
lacerante Moisés que abre
por la mitad la sal:
tripas de espuma blanca.

Deseosa la red
que divide la vastedad del mar,
sutura las orillas desde donde miran
la libertad absurda,
quienes deben resignarse a la asfixia
dulce del aire inmaculado.

Nada pica aún,


duermo un rato.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Canto

A José Emilio Pacheco

Suena su elegía,
jorobada tristeza,
inmensa doliente despedida.

Tribu de solitarias islas,


cuasi continentes poblados
de algas mitológicas:
antiquísimo plancton.
Ruina salada de otros tiempos.

Respiro que se eleva


al alba, entinta sus ojos,
brillantes como el arpón.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Tiranos Anfibios

Surgieron de los despojos de naufragios inexistentes.


Después de un tiempo en el fondo del mar,
vistieron jirones remendados,
otrora galas usadas por sus héroes.
Avanzaron sobre la playa,
salivaron el veneno del absurdo
con el que hablaron a los nativos
de su grandeza de recién llegados.

Bregaron la tierra nueva


con sus patas apenas formadas:
volitivas aletas que acuña
una especia convertida en plaga.
-Ni en agua ni en tierra guardaban la calma-.

Duplicaron su ojo único al admirar


la majestuosidad de las ciudades que los recibían.
Bebieron del agua limpia que labró su boca
con la lumbre surgiendo de sus muñecas.
Sus oídos se afinaron con el cantar de la lluvia matutina.
Supieron esperar:
fue el instinto afilado lo que relucía.

Rastreros hasta el final,


desenvainaron sus espadas
recién la noche.

31
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Ojos

Poblado está el campo de batalla:


la playa, el hielo seco.
Cuerpos inertes se acompañan
vigilantes del pescador.

Inmóviles,
esperan un descuido,
el momento preciso
en que la vida vuelva a sus escamas.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Fauces

Allá en la otra orilla


luce perfecto,
el olor de un cuerpo amenazando,
puro, voluptuoso, completo;
me incendia de ansiedad.

Escucha el chasquido de la carne a la deriva,


de una lágrima farsante
en el fondo del río.

Al revés el viento eriza mi piel rugosa.


Cada bostezo es una inútil
idea de apaciguar
la adusta mandíbula de traidor
con que sonrío

Sin colores que mezclar,


la tarde esconde lo poco que me queda.

33
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Sirena de Saladas Aguas

-Yo, condenado a la mazmorra


de su triángulo embravecido,
me consumo en la espera cual vela
que ignora que nunca se ha de terminar.

Ella, vestida sólo de su piel,


de sus senos escurridos,
sus pezones bien alertas,
acusadores:
-tú,
asesino de mí calma,
asusador de mi lujuria,
blasfemo con tu lengua de fuego
consumida, consumada
en el convulso mar
que me desborda.

Del otro lado de la cama


la sábana reclama
su cuerpo encallado,
acariciado,
satisfecho:
erizado como escamas.

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Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Tercera Biología Accidentada

Sin piedad el calamar


ha sido condenado por las especies marinas.
Gigante de mil tentáculos,
ha surcado veloz el fondo del mar
para darle alcance a Jonás con todo y barco.
Le ha ganado a la ballena,
monstruo sagaz,
ha reivindicado su fealdad.

35
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Ventura de las Rémoras


A Eugenia y Emilio

Mejor suerte, la del polizonte,


compartir una ruta con destino:
obstinado sonsonete
de los pasos detrás del otro,
contrapunto del caótico coro matinal.

Mejor suerte, para el colmillo,


del protector de un territorio invadido
por pequeñas aletas presurosas
-deseados visitantes entrometidos-,
réplicas que se buscan en la precisión
de quien los guía.

Mejor suerte, para coexistir,


no ser cardume de anzuelo;
habitar el mar austral
desde sotavento hasta la línea ecuatorial.
Ser la causa y el efecto.
La sensatez y el desconcierto de reconocer en mí
la necesidad de su necesidad.

36
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Siete Moluscos más Uno

Viernes.
Sabré con zozobra mi destino
si las cartas videntes lo descifran:
ni un paso más
antes de la certeza prometida.

Sábado.
Visto mi mejor perla:
tesoro de quien lo pida.
Nuevas aguas me esperan:
artrópodo trasnochado.

Domingo.
Oreo mi esqueleto traslúcido
al sol de asueto,
inclinado en el balcón
de lo ya dicho:
el gozo del nulo esfuerzo.

Lunes.
No hay sol en esta turbulenta tarde.
Me ha pasado de largo
la corriente anunciada,
que me llevaría a mejores aguas.
Floto.

Martes.
Soy el ojo que gobierna
el remolino que me envuelve.
Tengo designio,
de ciego.

Miércoles.
Mi hemisferio cefálico decidido

37
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

está a emprender la evolución;


intestina guerra libra
con mi masa visceral
que ancla mi pie al otro polo.

Jueves.
Concha resignación:
soy lo que oculto.
Sabia es la naturaleza.
¿Para qué me dotaría
del albedrío de preferirme
vestigial?

Otro viernes.
Nuevas punzadas conjuro
en la derrota solidaria
de un plato de escargots;
se sirven a toda hora
y el miércoles vendrá.

38
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

El Arte de la Presa (toma 3)

Festín tendrán las tenazas con mis vísceras


(apacible manjar cual pastoreo),
hurgarán el rastro
de la sangre amotinada por el miedo.

Llevar el desierto a las espaldas,


que retozar los pellejos
sobre la arena gruesa, sucumbiendo
a las olas hirvientes
(marea roja):
es lo mismo.

39
(…) my tongue is forked with fire (…)
J. M. COETZEE
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Soliloquio del Depredador (toma 4)

El cíclope se cegó con pericia.


La navaja no sufrió de la culpa
de la sangre anunciada.

Alguien dirá al amanecer siguiente


que pecó de cobardía
(ahora agazapado
en la oscuridad de sí mismo),
por no soportar ver
lo que en el mundo ocurría.

41
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Invasión

Poseían cuatro rostros,


cada uno con un rugido distinto.
Poseían cuatro alas,
cada una con su destino cardinal.
Sólo tenían pies izquierdos,
pezuñas en lugar de plantas,
garras trémulas,
pico de aullido gutural.

Compartían la boca con la lumbre,


los ojos con el guiño diabólico
del destino rapaz.
Se alimentaban de flores secas y pastos marchitos,
extintos ya en el paraje ecuatorial.

El éxodo era su única danza,


así llegaron a esta tierra
condenada a su instinto coitál.

42
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Taciturno

Apareció el día desmembrado


en un charco de sangre
con un trozo de carne colgante
y el medio día, partido por la mitad.

El culpable fue aquel, dijeron,


que ciego de ira
trató de defender
la preciada perla de la noche.

43
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Dioses

Alguna vez fueron nuestros,


con sus costuras sagradas,
sus vísceras de otoño,
sus cuerpos de pan fortuito.
Promesas sin gesto.
Dedos afilados que tiraban los dados.

No tenían fieles,
apenas un racimo de rezos
que entonaban en silencio:
los pájaros, las bestias, los peces.

Ahora los extinguimos.


Arrodillados nos descubren,
inmóviles miradas turbias,
nos muerden a escondidas
con sus dientes carcomidos de penitencia.
Nos dejan cicatrices de barro.

44
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Arrullo para un Dragón

Ensaliva su aguijón
camuflado en su lengua viperina.
Aliento aciago,
evidencia en su hocico la sed
de siglos.

Las fauces lacerantes,


las uñas enmohecidas de ceniza fina,
cola del equilibrio indecible;
piel de lagarto despreciable.
Alas extendidas donde navega
la condena:

Prófugo esgrimista
de la muerte polifónica.

Se dirá que desaparecimos


del sueño la ponzoña.

45
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Iconografía de Luzbel

Todo porque tan sólo


se me recordará con la frustración
del expulsado del paraíso.

Envuelto en llamas reconozco


la debilidad que a ti me ata.
No oculto mi belleza,
herencia tuya que me marca:
Inexorable serás mi eterno reflejo.

Recibí tu amor preferido.


Es tu costumbre endosar también
el engranaje de tu odio perpetuo,
bendito hasta la calma:

todo porque al menos,


reconocieras que fuiste creado
a mi delirio y semejanza.

46
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Cuarta Biología Accidentada

Indescriptible silueta que me enseña


los laberintos subcutáneos,
los deseos deslucidos
de quien anhela ser libre,
la cuenta de los días
de quien se sabe su propia prisión:
las razones por lo cual
es tan difícil elogiar
al alebrije.

47
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Adagio de la Troyana

Mudé la piel de minotauro.


Tesea no sólo cambió el nombre,
también el laberinto por un caballo.

Guió mis ojos al encuentro


de la llanura otoñal con que me miraba:
horizonte tenue que se eriza
al galope de mis pesuñas embravecidas.

No hubo costa donde esconderme,


ni bosque que cobijara mi locura:
su voz apaciguó siempre
la indecisa marea que perturbaba la pesca,
la tormenta que escupía sobre las alas,
el temor que se escondía bajo las piedras.

La espuma blanca que con su vaivén


atrapa mis palabras.

48
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

Fábula Desalmada

Recorrí con la lengua toda orilla,


encerrada a piedra y lobo.
Abrí mis manitas patéticas
para coger el hacha.
Afilé la ira.
Espulgué las culpas.
Mitigué mi hambre.

Qué tan roja


debo ser,
que no pueda ocultarlo.

49
Zoología indescifrable
Abraham Chinchillas

El Arte de la Presa (toma 4)

El caballito de la sonrisa pétrea


me vigila inquisidor
desde el carrusel envuelto en llamas

(otra vuelta).

¿Tendré la culpa yo
que soy estas manos ensangrentadas,
estos babeantes colmillos que se estremecen,
este necio paso que regresa?

Tendré la culpa yo,


que soy depredador y presa.

50
Índice
Soliloquio del Depredador (toma 1) 6
El Animal 8
Pantera Casual 9
La Memoria del Alacrán 10
Plaga 11
Rito de Apareamiento 12
Primer Biología Accidentada 13
El Elefante 14
Último Rinoceronte 15
El Arte de la Presa (toma 1) 16

Soliloquio del Depredador (toma 2) 18


Migratorias 19
Garzas 20
Mariposa 21
Mayo 22
Réquiem 23
Segunda Biología Accidentada 24
Sinfonía 25
Consumación 26
El Arte de la Presa (toma 2) 27

Soliloquio del Depredador (toma 3) 29


Canto 30
Tiranos Anfibios 31
Ojos 32
Fauces 33
Sirena de Saladas Aguas 34
Tercera Biología Accidentada 35
Ventura de las Rémoras 36
Siete Moluscos más Uno 37
El Arte de la Presa (toma 3) 39

Soliloquio del Depredador (toma 4) 41

51
Invasión 42
Taciturno 43
Dioses 44
Arrullo para un Dragón 45
Iconografía de Luzbel 46
Cuarta Biología Accidentada 47
Adagio de la Troyana 48
Fábula Desalmada 49
El Arte de la Presa (toma 4) 50

52
Zoología Indescifrable de Abraham Chinchillas
Colección: babelia poética 2
Se terminó de editar para su versión electrónica
el 16 de abril de 2010, en los talleres de alb@tros PRESS,
Circuito San Francisco #335, Rinconadas de San Francisco,
Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
La edición se realizó para emitir 1000 ejemplares.
El cuidado de la edición estuvo a cargo de
Elena Aréchiga y el autor.
Abraham Chinchillas
(Ciudad de México, 1974)

Sus textos han sido incluidos en:


Espiral de los latidos, antología de
poetas nacidos en los 70's editada
por el Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes y el Fondo Zona
Centro en 2002; en 2003 en 6 poetas
de la ciudad de los vientos, antología
editada por el Ayuntamiento de
Pachuca; en Del silencio hacia la luz:
Mapa Poético de México, cd
interactivo editado en Yucatán por
Ediciones Zur y Catarsis literaria
El drenaje en 2008; y en Universos
Diversos, antología publicada en
España por Editorial Aire Libre en
2009; entre otras.

Es autor de los poemarios Perro que


huye, 2004; y Tráeme la noche (haikus),
editado en la colección Letras de la
UAEH, 2006. Coordinó la
antología poética internacional El
sol desmantelado, W.H. Auden
revisitado, 2007; y es autor también
del libro de narrativa La lluvia
probablemente y otros relatos
hiperbreves, 2008; ambas
publicaciones bajo el sello
independiente alb@tros PRESS.

Ganó el Premio Estatal de


Periodismo Fundación
Latinoamericana 2003, en el género
de Entrevista Cultural; fue
incluido en el Diccionario
Internacional de Arte y Literatura 2007
editado en España y ha sido dos
veces Becario del Fondo Estatal
para la Cultura y las Artes de
Hidalgo, en la categoría de
Creadores con trayectoria; en la
disciplina Letras, en el género
Poesía, emisiones 2006 y 2008.
Abraham Chinchillas pone de manifiesto la importancia de tener
un punto de partida para saber de dónde viene y hacia dónde
mirar. En este libro usa el ardid del fabulista para cazar al animal
astuto que se asoma en los actos humanos; pero, también para
nombrar el asombro ante la naturaleza y sus difíciles, tiernas,
enigmáticas o brutales formas. Su intención, el tono y su ánimo
poético proceden de una rica veta de la literatura mexicana, pues
mira tanto al Bestiario de Juan José Arreola como al Álbum de
zoología de José Emilio Pacheco.
Hay en su búsqueda una lucha por equilibrar el decir con el
cantar, de tal modo que sus versos no sacrifican la musicalidad por
el sentido, ni viceversa, sino que suelen acoplarse intuyendo un
ritmo interior: "Han visto grandes parvadas de ellos / yendo a
invernar de por vida, / huyendo del frío que da el hambre, / la
pobreza y el olvido."
Difícil empresa la del fabulista pues debe batallar con la
sentencia moral y el juicio, de ahí que Abraham Chinchillas
prefiera desarrollar una casuística de tenor nostálgico antes que
acidificar sus juicios, y es en este sentido donde sobresale la pluma
del poeta que mira con detenimiento a los objetos, los animales y
los personajes en lo que realmente son, como a los sentimientos,
conductas e ideas que éstos mismos encierran y que el poeta, a
veces los descubre y los muestra, pero otras los disfraza y entre sus
pieles se oculta para acecharnos y lanzarse sorpresivamente.

Diego José

Lo más impresionante del proceso fue ver cómo poco a poco, con la
cautela propia de los artistas, fue yendo de lo particular a lo
universal. Las categorías con las que Abraham Chinchillas trabaja
en este libro son las mismas que utilizan los grandes poetas de
todos los tiempos.

Mario Bellatín

alb@tros

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Bbabelia Ppoética

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