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Un genio del cine, un genio del arte

Charles Chaplin
ENcontrARTE

Charles Chaplin es uno de los íconos del siglo XX. Actor genial, director y guionista
igualmente genial, su aporte a la cinematografía es imperecedero. No puede concebirse
la historia del cine como nueva expresión artística sin su presencia.
Por otro lado -faceta menos conocida, pero no por ello menos importante en su vida- su
sensibilidad como persona comprometida con la crítica social y la causa de la justicia,
es digna de ser ponderada con la misma fuerza que su contribución al arte
cinematográfico.
Hablar de Chaplin es hablar de una de las grandes personalidades de la modernidad.
Hoy ENcontrARTE quiere rendirle un homenaje con esta pequeña semblanza que, sin
dudas, es infinitamente pequeña al lado de su obra, pero que puede transmitir al menos
una idea de su monumental aporte.

"El desempleo es la cuestión más importante... la introducción de las máquinas en el trabajo


debería ser de ayuda a la humanidad, y no una fuente de tragedia dejando a la gente sin
trabajo".
Ch. Chaplin (1938)

Charles Spencer Chaplin, actor, director y productor que se consagró en el cine con su mítico
personaje "Charlot" que, con ironía y comicidad, realizó críticas agudas de la sociedad.
Tenemos con Charlot ("Carlitos" en español) un mito fundamental de la cultura del siglo XX en
cuya filmografía abundan las obras maestras, auténticas joyas llenas de imaginación y
brillantez, que le han hecho ocupar uno de los lugares privilegiados de la historia del cine. Fue,
además, considerado el mejor actor del cine mudo. Un genio que sin una palabra dijo muchas
verdades.

Los padres de Charles Chaplin eran cantantes y actores cómicos muy poco reconocidos
profesionalmente, de origen judío que, en su momento, alcanzaron un razonable éxito.
Especialmente la madre, Hannah Hill, hija de un zapatero, menuda, graciosa y con una
agradable voz. Su padre, un virtuoso del violonchelo.

Chaplin nació el 16 de abril de 1889 en Lambeth, Londres, Gran Bretaña. No era un buen
momento para la familia. El padre abandonó el hogar en pos de su afición alcohólica, y Hannah
se vio obligada a mantener por sí sola a sus hijos Sydney y Charles.

Hanna estaba en la cumbre de su carrera artística con el pseudónimo de Lily Harley, pero
comenzaba a fallarle la voz. En 1894, durante una función en Aldershot, su gorjeo se quebró en
medio de una canción. El empresario envió a escena al pequeño Chaplin, de cinco años, que
imitó la voz de su madre incluyendo el desfallecimiento final, para gran diversión del público.
Ése fue su debut artístico.

El fracaso y la falta de dinero trastornaron la salud mental de Hanna Hill, que comenzó a dar
muestras de extravío. Ella y los niños pasaron a vivir en un asilo, Sydney y Chaplin asistieron
un tiempo a la escuela para niños pobres de Hanwell, sufriendo su severa disciplina y las
burlas de los niños más afortunados. En 1896 el estado de su madre obligó a recluirla en un
sanatorio frenopático. Los hermanos Chaplin pasaron temporadas entre orfelinatos y otras
instituciones de caridad. Al morir su madre, junto con su hermano Sydney, vivieron de la
caridad pública, vagando por las calles buscando el modo de ganarse la vida desempeñando
una multitud de oficios ocasionales en las calles y en el teatro. Luego, en 1897, Chaplin se unió
a los "Eight Lancashire Lads" (Los ocho muchachos de Lancashire), un grupo de actores
juveniles aficionados que hacían giras por los pueblos. Más tarde formó parte de otras
compañías ambulantes, ya profesionales aunque muy modestas. En 1898 murió el padre,
mientras Chaplin era ya un experto actor infantil.

En 1901, con doce años, representó el rol de protagonista en "Jim, the Romance of a
Cockney". Más adelante interviene en una adaptación para el teatro de las novelas de Conan
Doyle, "Sherlok Holmes", enamorándose de la primera actriz Marie Doro, y consiguiendo
papeles para su hermano Sydney. Tras trabajar en muchos papeles, ingresa en la compañía de
cómicos de Charlie Manon, siendo descubierto por el empresario Fred Karno en 1906, año que
fue afortunado para el joven cómico, iniciándose con un contrato con el Casey Court Circus
como una de las primeras atracciones, y finalizó con otro contrato para la célebre compañía de
pantomimas de Fred Karno, en la que también actuaba Stan Laurel, y quien lo contrata para
realizar números de mímica y cantar. A los diecinueve años Chaplin vivió el primero de sus
numerosos e intensos romances, al enamorarse perdidamente de la joven actriz Hetty Kelly.

Con Fred Karno el futuro "Charlot" había perfeccionado y diversificado sus notables recursos
mímicos, y el director lo incluyó en el equipo que realizaba una gira a París en 1909 y al año
siguiente otra de seis meses por Estados Unidos.

Fue la época en que Mack Sennett obtuvo un gran éxito con sus filmes cortos de bañistas y
policías, basados en corridas, gesticulaciones exageradas, palos y peleas con tartas de crema.
Mack Sennett adivinaba las posibilidades cinematográficas de la mímica más refinada y
compleja de Chaplin.

Ya es un actor importante cuando en 1912 viaja a Estados Unidos por segunda vez, aceptando
la propuesta de Mack Sennet para trabajar en su compañía, la Keystone, e instalarse en
Hollywood. De este modo, Chaplin empieza a vislumbrar la posibilidad de trabajar en películas,
lo que empezará a hacer no muy tarde. El 2 de febrero de 1914, estrenaba su primera película,
"Ganándose la vida", también conocida como "Charlot periodista" (Making a Living); en ella, ya
crea el personaje que le hará mundialmente famoso y con el que siempre se le identifica:
"Charlot".

El mismo Chaplin dio a su personaje del vagabundo, que le acompaño desde sus primeros
tiempos hasta la película "Tiempos Modernos" (Modern Times, 1940), el vestuario y maquillaje
que lo identifica. Estaba formado de prendas de vestir prestadas o apropiadas de otros actores.
Las botas de Sterling, tan grandes que para llevarlas se las tenía que colocar en el pie que no
correspondía, los grandes pantalones del gordísimo Fatty Arbuckle, el sombrero hongo del
suegro de Arbuckle, que tenía la cabeza muy pequeña, una estrecha chaqueta de Charles
Avery, y el bastón que hacía tiempo, el mismo Chaplin manejaba con soltura. Acompañados
del bigotito cortado bajo la nariz, el personaje se hizo característico y fue desarrollado y
perfeccionado a lo largo de los años siguientes, y cuyo atuendo fue el más famoso y perdurable
en la historia del cine.

En ese mismo año rodó 35 películas de un rollo (cortos de entre doce y dieciséis minutos de
duración), escritas y dirigidas por Sennett, el propio Chaplin u otros directores. Todavía sus
caracterizaciones eran sólo esbozos del vagabundo ingenuo y sentimental que le daría fama en
todo el mundo, pero visto el éxito inicial del personaje y como Chaplin interpretaba en cada uno
un oficio o situación distinta, se los bautizaría luego como "Charlot bailarín", "Charlot
camarero", "Charlot de conquista", "Charlot ladrón elegante", etc.

A finales de ese año rueda "Un sueño de Charlot", la última película para la Keystone, la
compañía de Sennet, en la que es obra de Chaplin también el guión y la dirección.

La ruptura con Sennet se debe a las discrepancias y discusiones frecuentes entre ambos,
motivadas por las diferentes concepciones del cine que ambos poseen: Chaplin pretende
plasmar en las películas todo lo aprendido sobre los escenarios, especialmente recreando
situaciones cómicas de manera sutil, mientras que Sennet se declara partidario de realizar un
cine trepidante y más explícito.

Rota la unión entre ambos, en 1915 es contratado por la productora Easanay, con un contrato
de 1.500 dólares a la semana. Cifra fabulosa para un cómico de cine mudo -anteriormente en
Keystone venía cobrando diez veces menos. Realizó catorce películas, escritas y dirigidas por
él, las cuales tenían ya una duración de dos rollos, una trama más complicada que introducía
toques románticos y melancólicos en la receta humorística y un guión meticulosamente
estructurado y ensayado. En sus últimas películas para esta productora empezó a hacer un
cine con una gran crítica social.

Comenzó también a usar una serie de actores fijos para sus películas, como Edna Purviance,
la rubia siempre presente en sus películas y de la que Charlot se enamora tierna e
inocentemente; o Eric Campbell. Cabe recordar "A Night in the Show", "The Champion", "The
Night Out" y sobre todo "The Tramp (El vagabundo)".

La celebridad de Chaplin y su personaje era ya universal, recibe millonarias propuestas de


trabajo, y el exitoso mimo cambió nuevamente de productora en 1916, decidiendo aceptar la
oferta de la Mutual Film Company que le ofrece nada menos que 600.000 dólares al año. Con
la cual realizaría doce películas en dos años, entre ellas "The Pawnshop" (El prestamista),
"Easy Street" (La calle de la paz) y especialmente "The Immigrant" (El inmigrante) en donde
tocó temas muy críticos con la realidad norteamericana, las tres con Edna Purviance.

En 1918 la First National contrató a Chaplin por la cifra récord de un millón de dólares anuales.
Tiene 29 años y es uno de los actores cómicos más reconocidos. Declarado antimilitarista,
rueda "Armas al hombro", una sátira en contra del belicismo. Fue también el año de la primera
de sus bodas con jovencitas casi adolescentes. Su matrimonio con la actriz secundaria de
diecinueve años Mildred Harris, celebrado el 23 de octubre, el cual duraría hasta 1920 y cuya
separación fue motivo de escándalo.

Con la First National filmó doce películas entre ese año y 1922, algunas tan clásicas en su
filmografía como "A Dog Life" (Vida de perro), y "Shoulder Arms" (Armas al hombro). En 1919
prepara su primer largometraje considerado una de sus obras maestras, a pesar de que el
rodaje resultó de los más accidentados. Este fue The Kid (El chico 1921), con Jackie Coogan y
la infaltable Edna Purviance, que lo convirtió en uno de los íconos, no ya del cine, sino de la
historia. En este largometraje Chaplin cinceló el estilo tragicómico, crítico y sutilmente
conmovedor de Charlot, rememorando su propia infancia en los suburbios londinenses y su
preocupación por los niños abandonados; en pleno proceso de divorcio, tuvo que huir a Salt
Lake City con la cinta porque podía ser embargada.

En 1921 regresó por primera vez a Europa para el estreno de esa película y recibió una
recepción multitudinaria, al tiempo que la severa crítica europea lo consagró como un genio del
cine.

Ya en 1919 Chaplin, Pickford y Fairbanks, junto al director David W. Griffith habían constituido
la productora independiente United Artists, pero Chaplin no trabajó para ésta hasta no acabar
su contrato con la First National.

En 1923, con productora propia, sólida fortuna personal y una suntuosa mansión en Beverly
Hills, se sintió al fin con las manos libres para desarrollar sin ataduras su creatividad. Ese año
dirigió, sin actuar, la excelente "A Woman of Paris", con su admirada Edna Purviance y Adolphe
Menjou.

En esa misma época inició la gran trilogía final del personaje de Charlot, rodando en 1925 "The
Gold Rush" (La quimera del oro), de la que en 1942 realizó una versión sonora narrada por su
voz y con música propia.

Son muchos los que piensan que "La quimera del Oro" es la obra más completa de Chaplin.
Realizada en 1925, contiene ya todos los elementos que luego se van a desarrollar en "El
Circo", "Luces de la ciudad" o "Tiempos modernos": la ternura, el humor sin resentimientos, la
amistad, e incluso la crítica social.

La fábula del hombrecillo y sus relaciones con el pérfido "Larsen" y el bonachón "Big Jim" se
desarrolla a lo largo de un conjunto de geniales aciertos expresivos incluidos hoy en todas las
antologías de cine: las escenas en la cabaña, el banquete en el que consume, con elegantes
ademanes de gourmet, una de sus propias botas, o el famoso baile de los panecillos en la
frustrada cena de Nochevieja, con el que Chaplin consuela su soledad.

"Georgia" es el personaje femenino, deslumbrante y contradictorio, que irrumpe en la vida del


hombrecillo y compone el contrapunto de belleza y lozanía tan característico en la obra de
Chaplin. Todo ello expuesto con una imaginación prodigiosa y esa facilidad narrativa que hacen
de "La quimera del Oro" uno de las más grandes películas de la historia del cine.

En 1928 realizó "The circus" (El circo1928), película que él mismo consideraba menos lograda
que las que integraban la trilogía, pese a ser un magnífico filme cómico. Por esta película
recibió su primer Oscar de la Academia en 1929. Dos años más tarde estrenó "City Lights"
(Luces de la ciudad, 1931), paradigma de la ternura y la desolación de su alter ego
cinematográfico, con inclusión de escenas sonoras y música de Chaplin y con la cual cierra su
gran trilogía de comedias trágicas, consideradas un éxito rotundo.

La United Artists produjo otras muchas películas, y en el año 1952 fue comprada por Arthur
Krim. Sigue funcionando como productora en la actualidad.

El multifacético creador tenía ya 35 años, y el 24 de noviembre de 1924 contrajo matrimonio en


México con la joven actriz Lolita McMurray (o Lita Grey), de sólo dieciséis años. Chaplin tuvo
con ella sus dos primeros hijos: Charles Spencer y Sydney Earle. La unión duró hasta 1927 y
nuevamente el divorcio de Chaplin será motivo de escándalo, pues le embargan los bienes, se
ve obligado a pagar un millón de dólares de indemnización y pierde la custodia de sus hijos.

La llegada del cine sonoro supone un duro golpe y preocupación para Chaplin que había visto
caer a directores y astros del cine mudo. En principio se niega a aceptarlo, negándole validez
artística por lo que sus películas perdieron el atractivo frente a las nuevas producciones
sonoras que empezaron a producirse a finales de los años 1920. No quería que su personaje,
Charlot, que había creado con tanto trabajo, hablara, porque pensaba que eso lo estropearía.
Sus siguientes películas, a pesar de incluir sonidos, música o trabalenguas, siguieron siendo
eminentemente de mímica y pantomima muda a pesar de que el cine entraba de lleno en el
sonoro.

Así, todavía rueda una película muda, "Luces en la ciudad" y la presentó como película muda,
pero con música, compuesta por él mismo., "Tiempos modernos", de 1935, en la que tardó
cinco años en dar retoques de sonido.

Todo hace pensar que Chaplin, el gran mimo, será una más de aquellas estrellas que no han
sabido adaptarse a la llegada del cine sonoro. Sin embargo, esto no se producirá. En la cumbre
de su carrera viaja por el mundo, siendo aclamado por las multitudes en todos los países que
visita. Conoce a Gandhi y a Einstein y se codea con reyes y magnates.

En 1932 realizó un nuevo y extenso viaje a Europa, donde en una recepción conoció a la actriz
francesa Paulette Goddard con quien contrajo matrimonio en 1933, el cual mantuvo en secreto
hasta que se separaron en 1941. Ambos prosiguieron juntos el itinerario de lo que llegó a ser
una gira mundial, y en 1935 Paulette sería su pareja en "Modern Times" (Tiempos modernos,
1935), una ácida parábola sobre el maquinismo industrial y las miserias del capitalismo, que
enfureció a los sectores más reaccionarios y puritanos de Estados Unidos.

Tiempos Modernos significó la última aparición en pantalla de Charlot, personaje que dio a
Chaplin fama mundial, y que todavía permanece en el imaginario colectivo como una de las
más reconocibles figuras que se hayan dado en el mundo del arte.

El mundo del cual Charlot se despedía era muy diferente al que le vio nacer dos décadas atrás,
antes incluso de la Primera Guerra Mundial. Por aquel entonces había compartido y
simbolizado las penurias de todos los desfavorecidos de un mundo que justo salía del siglo
XIX. "Tiempos Modernos" nos lo muestra enfrentado a muy distintas vicisitudes en plena
resaca de la Gran Depresión, cuando el desempleo masivo coincidió con la también masiva
implantación de la automatización industrial.

Chaplin era un hombre muy preocupado por los problemas sociales y económicos de esta
nueva era y en su gira mundial de 18 meses entre 1931 y 1932, al llegar a Europa quedó
desolado ante el auge del nacionalismo y los efectos sociales de la Depresión, así como por el
desempleo y la automatización. Leyó libros sobre teoría económica y desarrolló su propia
solución económica, un inteligente ejercicio de idealismo utópico basado en una distribución
más equitativa, no sólo de la riqueza, sino también del trabajo.

Las críticas del puritanismo norteamericano, producidas por los contenidos o trasfondos
sociales de las películas de Chaplin, se vieron incrementadas notablemente con su primer
trabajo totalmente hablado, la película "El gran dictador" (The Great Dictator, 1940),
protagonizada junto a Paulette Goddard, su tercera mujer. La película era una crítica contra el
nazismo alemán, y por extensión contra todos los fascismos y dictaduras. Comenzó a rodarla la
misma semana en que comenzó la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, Chaplin comentó
que si hubiera conocido cuál era la realidad de los campos de concentración nazis, no hubiera
rodado la película.

Anteriormente, Chaplin ya había declarado sobre Hitler que "le había robado el bigote", y la
verdad es que su parecido físico con el dictador, hace que la película sea aún más hilarante.
En ella juega a representar dos personajes, el del dictador y el del barbero judío al que le
confunden con él. Su personaje de "Adenoid Níkel" (parodia de Adolf Hitler), y la magnífica
interpretación de Jack Oakie como "Napolini" (parodia de Mussollini), son sencillamente
geniales. La película fue terminada antes de que acabara la Segunda Guerra Mundial, y en la
última escena de la película lanzó un discurso, calificado por muchos como ingenuo, pero en el
que mostraba sus deseos de paz en Europa y de la necesidad de construir un mundo mejor:
"Lo lamento, pero no quiero ser emperador, ese no es mi negocio. No quiero conquistar a
nadie. Me gustaría ayudar a todos, si fuera posible: judíos y gentiles, blancos y negros. Todos
deberíamos querer ayudarnos, así son los seres humanos. Queremos vivir con la felicidad del
otro, no con su angustia. No queremos odiarnos y despreciarnos. En este mundo hay sitio para
todos, y la tierra es rica y puede proveer a todos. El camino de la vida podría ser libre y
hermoso..."

La película fue censurada en España y no llegó a los cines hasta 36 años después de su
estreno, después de la muerte del dictador Franco en el año 1977.

Durante la guerra intervendría en favor de la apertura del "segundo frente" y, en 1947, sería
acusado por la Comisión de Actividades Antiamericanas de simpatizar con el comunismo, al
igual que otros personajes de Hollywood.

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, se desató en Estados Unidos lo que se conocería
como «caza de brujas». Chaplin cayó bajo la ola del maccarthismo que tenía como blanco a
varios intelectuales y artistas de Hollywood. Este fenómeno consistía en una política estatal
que perseguía a los comunistas estadounidenses en busca de proteger la seguridad nacional,
aunque en ningún momento se ilegalizó el Partido Comunista de Estados Unidos, lo que
suponía un atentado en contra de los derechos civiles de los ciudadanos. Chaplin ya había
tenido muchos problemas con el Comité de Actividades Antiamericanas, y en general con los
tribunales norteamericanos. Por un lado, debido a sus ideas liberales, exhibidas públicamente
en todos sus cortometrajes y en muchas de sus películas, como "Tiempos modernos" o "El
gran dictador"; ello hizo que se buscara cualquier excusa para meterlo en la cárcel. Le
acusaron de incumplir la Ley Mann, según la cual era delito trasladarse a otro estado para fines
sexuales, cuando llevó a Joan Barry, novia por aquel entonces a la que superaba en 30 años
su edad, desde Los Ángeles hasta Nueva York. Por el odio provocado por la fiebre
anticomunista que se había desatado, le acusaron de ser comunista basándose en una serie
de "pruebas": en un mitin; había dicho que debería de abrirse un nuevo frente contra los Nazis
en la Segunda Guerra Mundial, por lo que le acusaron de comunista. Participó en un acto de
solidaridad con Rusia en San Francisco e intervino en un acto sobre arte ruso en Nueva York.

Poco después el cineasta se vio envuelto en un proceso por la paternidad de la hija de la actriz
Joan Barry, llamada Carol Ann, lo que le pone en contra a toda la opinión pública y la justicia
que pide para él una pena de 22 años de prisión. Aunque las pruebas de sangre al nacer
demuestran que la acusación es infundada, un jurado declara su culpabilidad en 1945 y le
condena a hacerse cargo de la manutención de la niña.

El escándalo no le impidió casarse en 1943, con cincuenta y cuatro años de edad, con la hija
del insigne dramaturgo Eugene O'Neill, una hermosa joven de dieciocho años llamada Oona
O'Neill, que permanecería a su lado el resto de su vida -a pesar de la oposición de su padre-, y
con quien tuvo ocho hijos (once en total).

Las campañas de descrédito contra Chaplin se agudizaron a partir de su película "Monsieur


Verdoux", del año 1947, la cual fue otra de las excusas para justificar esta persecución, ya que
en ella establecía un paralelismo entre los crímenes del protagonista y los aliados en la Guerra
Fría, lo cual no gustó demasiado a las autoridades ni a los patriotas americanos, así como la
crítica social que transmitía su obra, sumado ello probablemente a su origen judío y al hecho
de ser extranjero (nunca se nacionalizó).

En el año 1947, el Comité de Actividades Antiamericanas empezó a presionar a la fiscalía para


que deportaran a Chaplin, "cuya vida en Hollywood contribuye a destruir la fibra moral de
América" y era acusado de inmoralidad e izquierdista. Fue llamado a testificar en el Comité en
varias ocasiones, pero no se presentó a ninguna. Al mismo tiempo, le estaban asediando los
Veteranos de Guerra Católicos, una asociación reaccionaria que le acusaba de haber escrito
una carta a Pablo Picasso, peligroso comunista para ellos, y un senador llegó a decir que "el
comportamiento de Chaplin se aproximaba peligrosamente a la traición".

Al año siguiente, mientras él y su familia viajaban por Europa en el "Queen Elizabeth" para
asistir al estreno de "Candilejas" en Europa, se ordenó a las autoridades de inmigración que lo
retuvieran a su regreso, habiendo declarado el Ministerio de Justicia que no iba a permitir su
vuelta al país sin que antes diera cuenta de sus "tendencias antimoralistas e izquierdistas", y
hasta que las leyes norteamericanas decidiesen si debía ser expulsado. Le acusaron
formalmente de pertenecer al Partido Comunista así como de graves delitos contra la
moralidad y de formular declaraciones que demuestran una actitud hostil y de menosprecio
hacia el país gracias a cuya hospitalidad se ha enriquecido.
Chaplin se exilió de los Estados Unidos en 1953; se instaló en una lujosa residencia en Corsier-
sur-Vevey, en la plácida ribera del lago suizo de Léman, devolvió su pasaporte americano al
cónsul de Ginebra y juró no volver jamás. Oona, su esposa, se encargó de liquidar sus asuntos
económicos y profesionales en Estados Unidos.

Antes de abandonar los Estados Unidos y alejado de sus inicios puramente cómicos, el
maestro Chaplin rodó su última gran película, "Candilejas" (Limelight, 1952), una bella y
profundamente triste historia de amor marcada por el patetismo y el sacrificio, llena de
referencias autobiográficas, sobre actores y el teatro. Es Candilejas su gran película final, en la
que logró la entera fusión en un solo gesto de la carcajada y la lágrima, y la contiene en la
terrible imagen del camerino donde Chales Chaplin y Buster Keaton, los príncipes de la
comedia fundacional de Hollywood, se van despojando de los acicalamientos de sus caretas de
cómicos geniales y quedan reducidos a máscaras trágicas. No faltaron, sin embargo, puntuales
destellos de humor, reforzados por la presencia de Buster Keaton, así como algunos números
musicales que marcaron el debut para la gran pantalla de los dos hijos de Chaplin.

Dos años más tarde, en 1954 recibió el Premio Internacional de la Paz de parte del Consejo
Mundial reunido en Berlín.

Su resentimiento contra Estados Unidos se reflejó cuando ya en Londres dirigió e interpretó


"Un rey en Nueva York" (A King in New York, 1957), la cual conllevaba, en nombre del
pacifismo, una crítica despiadada en la que parodiaba a la sociedad norteamericana, las
persecuciones de la era de la "caza de brujas", la estupidez del maccartismo entonces en
decadencia, que él mismo había sufrido y que lo había llevado al exilio, así como el dominio de
la publicidad.

A los setenta y ocho años fue padre de su octavo hijo con Oona, Christopher, nacido en 1962.
Habiendo encontrado en Europa la tranquilidad, Chaplin publicó "Mi autobiografía" (My
Autobiography, 1964) de poco interés.

Catorce años después -con 78 años- Chaplin tenía todavía ánimo y energías para escribir y
rodar una última película, y añadió a su filmografía su única película a color: "La condesa de
Hong Kong", (A countess from Hong Kong, 1967), obra aún hoy poco conocida. Pese a contar
con dos protagonistas de lujo como Sofía Loren y Marlon Brando, y al propio director en el rol
menor de un camarero, el filme no tuvo éxito, los críticos no la respaldaron, y quizá no lo
merecía. La mano maestra de Chaplin conservaba cierta elegancia, pero el tema era trivial y el
estilo claramente anacrónico. El anciano creador debió de advertirlo, porque no volvió a insistir.

Habrían de pasar cinco años más para que en 1972 regresara triunfante a esa América a la
que había jurado no volver a poner los pies y aceptara recibir un Oscar especial, en medio del
entusiasmo general, por la totalidad de su obra y su contribución al arte cinematográfico y
convertirlo en el "arte del siglo XX", lo cual muchos interpretaron como un intento de reparación
de todos los daños que le habían causado.

En reconocimiento de sus destacados méritos fue nombrado "caballero" en 1975, por la Corte
Real Británica y se convirtió en Sir Charles Chaplin

Fue Premio Internacional de la Paz en 1954, doctor "Honoris Causa" de literatura, por la
Universidad de Oxford, le fue concedida la Orden del Comendador de la Legión de Honor de
Francia, que le fue entregada en la 25ª edición del Festival de Cine de Cannes.

También hemos de señalar que Charles Chaplin fue nominado al Oscar correspondiente al
mejor actor por "El gran dictador" en 1940 y por "El circo" en 1928, siéndolo también como
mejor director de comedia por esta última película.

En 1976 Richard Patterson rodó The Gentleman Tramp (El vagabundo caballero), inspirada en
su autobiografía, que incluía escenas familiares en Vevey filmadas por el director de la
fotografía, el español Néstor Almendros. Otro español, el cineasta Carlos Saura, se casó con
Geraldine, la hija con Oona más consecuente con el oficio de su padre.

Falleció el 25 de diciembre de 1977 a los 88 años, en la ciudad suiza de Corsier-sur-Vevey,


rodeado por sus hijos, nietos y su última esposa, Oona.

Dejaba un total de 79 películas filmadas en más de cincuenta años de actividad como actor y
director. En la casi totalidad de ellas fue también autor del guión, y del diálogo y la música en
las sonoras. Además de las ya mencionadas, cabe agregar Carmen (1916), según la novela de
Merimée; The Vagabond (El vagabundo), 1916; A Day's Pleasure (Un día de juerga), 1919; Pay
Day (Día de paga), 1922, y The Pilgrim (El peregrino), 1923, entre las más apreciadas por la
crítica y celebradas por el público.

La vida del cómico británico fue llevada a la pantalla en "Chaplin" (1992), un filme dirigido por
Richard Attenborough y protagonizado por Robert Downey hijo.

Algunas de sus frases célebres:

Uno de los grandes humoristas de todos los tiempos tuvo su mayor momento de esplendor
cuando el cine era mudo, lo cual no significó que Chaplin fuera un ser silencioso. Todo lo
contrario.

"La vida ha dejado de ser un chiste para mí; no le veo la gracia"

"El verdadero significado de las cosas se encuentra al decir las mismas cosas con otras
palabras".

"El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto".

"Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da para más".

"Sin haber conocido la miseria es imposible valorar el lujo".

"Algo hay tan evidente como la muerte y es la vida. Hay una cosa tan inevitable como la
muerte: la vida".

"El día en el que el hombre se dé cuenta de sus profundas equivocaciones, se habrá acabado
el progreso de la ciencia".

"La vida no es significado, la vida es deseo".

"No esperes a que te toque el turno de hablar, escucha de veras y serás diferente".

"No hay día más perdido que aquel en que no hemos reído".

"No puedo acercarme mucho al público. Debo permanecer un poco remoto y misterioso. Tienen
que idealizarme".

"Todo lo que necesito para hacer una comedia es un parque, un policía y una chica guapa".

"A fin de cuentas, todo es un chiste".

"Mi personaje era diferente, desconocido para el americano y hasta desconocido para mí
mismo. En él, se identificaba el pobre, el perseguido y el vagabundo".

"La gente me agradece los errores. No voy a renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme".

Fuentes:

http://www.biografiasyvidas.com/monografia/chaplin/index.htm
http://www.artehistoria.com/historia/personajes/6834.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Charlie_Chaplin
http://personal4.iddeo.es/lonesome/biografia.htm
http://www.terra.es/cine/biofilmografia/articulo.cfm?ID=7206
http://www.publispain.com/revista/biografia-de-charles-chaplin.htm
http://www.todocine.com/bio/00129628.htm
http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/figuraschaplin.htm

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