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Apocalipsis 14:8 es muy clara. ALa esencia del mensaje del segundo ngel vuelve a darse al
mundo por medio del otro ngel que ilumina la tierra con su gloria. Estos mensajes se mezclan
en uno solo para ser presentados a la gente en los das finales de la historia terrenal@ (Mensajes
selectos, t. 2, p. 133). Como hubo dos purificaciones del templo en tiempos de Jess, hay dos
invitaciones en Apocalipsis a salir de Babilonia. AEste es el mismo mensaje que fue dado por el
segundo ngel@ (Mensajes selectos, t. 2, p. 135).
Elena de White vincula el smbolo de Babilonia con las iglesias cadas que proclaman
falsas doctrinas. Suscita la pregunta y otorga la respuesta. A)En qu consiste ese vino? En sus
doctrinas falsas. Ha dado al mundo un da de reposo falso en lugar del verdadero del cuarto
mandamiento, y ha repetido la falsedad que Satans comunic a Eva en el Edn: la inmortalidad
natural del alma. Ha esparcido ampliamente muchos errores semejantes y ha enseado >como
doctrinas, mandamientos de hombres= (Mat. 15:9)@ (Mensajes selectos, t. 2, p. 135). En su
propuesta, Apocalipsis 18:1-4 describe Ala terrible condicin en que se encuentra el mundo
religioso@ (El conflicto de los siglos, p. 661).
Pero Elena de White nunca identific a Babilonia con la Iglesia Adventista (vase el
captulo ALa iglesia remanente no es Babilonia@ en Joyas de los testimonios, t. 2, pp. 355-363).
El pueblo de Dios no es Babilonia, sino que tiene una misin respecto de quienes viven an en
ella. APero Dios tiene an un pueblo en Babilonia; y antes de que los juicios del cielo la visiten,
estos fieles deben ser llamados para que salgan de la ciudad y que no tengan parte de sus
pecados ni en sus plagas. De ah que este movimiento est simbolizado por el ngel que baja del
cielo, alumbrando la tierra y denunciando con voz potente los pecados de Babilonia... Estas
declaraciones, unidas al mensaje del tercer ngel, constituyen la amonestacin final que debe
ser dada a los habitantes de la tierra@ (El conflicto de los siglos, p. 662). A los sinceros que
permanecen en las diversas congregaciones se extender el llamamiento del ngel de
Apocalipsis 18 (La historia de la redencin, pp. 420-421).