Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Clectura6 9 PDF
Clectura6 9 PDF
CAPERUCITA ROJA
Estando una maana haciendo el bobo
le entr un hambre espantosa al Seor Lobo,
as que, para echarse algo a la muela,
se fue corriendo a casa de la Abuela.
"Puedo pasar, Seora?", pregunt.
La pobre anciana, al verlo, se asust
pensando: "Este me come de un bocado!".
Y, claro, no se haba equivocado:
se convirti la Abuela en alimento
en menos tiempo del que aqu te cuento.
Lo malo es que era flaca y tan huesuda
que al Lobo no le fue de gran ayuda:
"Sigo teniendo un hambre aterradora...
Tendr que merendarme otra seora!".
Y, al no encontrar ninguna en la nevera,
gru con impaciencia aquella fiera:
"Esperar sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la Selva!"
-que as llamaba al Bosque la alimaa,
creyndose en Brasil y no en Espaa-.
Y porque no se viera su fiereza,
se disfraz de abuela con presteza,
se dio laca en las uas y en el pelo,
se puso la gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
y se sent en espera de la nieta.
Lleg por fin Caperu a medioda
y dijo: "Cmo ests, abuela ma?
Por cierto, me impresionan tus orejas!".
"Para mejor orte, que las viejas
somos un poco sordas". "Abuelita,
qu ojos tan grandes tienes!". "Claro, hijita,
son las lentillas nuevas que me ha puesto
para que pueda verte Don Ernesto
el oculista", dijo el animal
mirndola con gesto angelical
mientras se le ocurra que la chica
iba a saberle mil veces ms rica
que el rancho precedente. De repente
Caperucita dijo: "Qu imponente
abrigo de piel llevas este invierno!".
El Lobo, estupefacto, dijo: "Un cuerno!
Pag.-27
http://www.cuadernosdigitalesvindel.com
Pag.-28
http://www.cuadernosdigitalesvindel.com
1.-Muy mojado.
2.-Pasatiempo