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LA NIA JIRAFA

Jirafa! Jirafa! -repetan a voces los nios del colegio en la calle, cuando vean a la
pequea Inmaculada.
Inmaculada, Inma la llamaban sus padres y hermanos, era una nia de ochoaos: rubia,
pecosilla, graciosa y muy buena amiga y compaera. Pero ella andaba triste porque haba
crecido tanto que era la ms alta de toda la clase.
Los nios y nias le cantaban coplas que decan cosas como stas:
Jirafa, cara de garrafa, por qu no te pones gafas?
Jirafa, cara de elefante, por qu no te pones turbante?
Y, para dirigirse a ella, siempre, siempre la llamaban Jirafa, como si ese fuera su nombre
de verdad. Le decan:
-Jirafa, dame esto; Jirafa, toma aquello; Jirafa, ven ac...
La nia se callaba, pero envidiaba a los dems nios y nias porque a todos los llamaban
por su nombre.
Y ella les deca:
-Yo me llamo Inmaculada como la Virgen del altar. Jirafa es nombre de animal!
Pero sus compaeros no le hacan caso ni se daban cuenta de la pena que causaban a la
nia y a cada momento, repetan sus canciones y gracias.
Un da unos nios jugaban al ftbol en el recreo. De pronto, uno de ellos pate
el baln con tanta fuerza que fue a dar en el tejadillo de la caseta de la luz.
Los nios hacan esfuerzos por bajar el baln. Se ponan de puntillas, se suban
unos sobre los hombros de los otros, buscaban palos pero no alcanzaban! Inma, desde
lejos, los vea. El recreo estaba a punto de terminar. La portera abra las puertas y se
dispona a tocar la sirena, cuando uno de los pequeos, Juan, mirando a Inma, exclamo:
La jirafa puede! La jirafa alcanza con un palo!
-i Es verdad! -dijeron todos. y comenzaron a gritar:
-Jirafaaaa, por favor, aydanos! Inma, que era una buena nia, les dijo:
-Yo no me llamo jirafa. Mi nombre es Inmaculada o Inma, cuando me llamen por mi
nombre, entonces los escuchar.
Los nios comprendieron lo mal que haban hecho al llamarla jirafa y uno de ellos, dijo Ya no te vamos a llamar nunca ms jirafa! Tu nombre es muy bonito!y todos comenzaron
a corear:
-lnma, Inma, Inma!
Inmaculada, que no era rencorosa, se acerc y de un salto, con un palo en la mano, ech
el baln abajo del tejado entre palmas y gritos de alegra de los nios.
Y, desde ese da, la llamaron por su nombre porque comprendieron que no estaba bien
hacer sufrir a una compaera.
Inmaculada ya no estuvo ms triste. Adems se dio cuenta de que el ser alto o bajo poda
tener su utilidad para los dems.

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