CapiTuLo 2
El cientffico como nifio
~Pero seguro que no puede ser realmente una teoria?
La afirmacién de que los nifios construyen teorfas es a menudo recibida por
los cientificos, los filésofos y los psicdlogos con incredulidad asombrada y excla-
man: «No pretenderéis insinuar que simples nifios construyen teorfas, es decit,
teorfas reales, la clase de teorfas que nosotros —serios y maduros cientificos, filéso-
fos y psicdlogos~ construimos con sudor y Kigrimas!>, Dejando a un lado el amor
propio herido, estos enemigos de la teoria-teoria sefialan una serie de diferencias
entre los nifios y los cientificos. Se supone que los cientificos son consciente-
mente, mejor dicho, autoconscientemente reflexivos cuando forman y confirman
teorfas. Hablan de ello y forman parte de la corriente cientifica de la conciencia.
Sélo unos pocos adultos humanos se convierten en cientificos (hay una divisién
del trabajo), y sélo hacen ciencia durante una parte del tiempo. Lo hacen en
lugares institucionalmente estructurados en los que hay mucha interaccién for-
mal con ottos cientificos. Los cambios de teorias cientificas tienen lugar dentro
de la comunidad cientifica y un solo cambio puede tardar muchos afios en com-
pletarse.
Obviamente, nada de esto es cierto en los nifios. Los nifios de dieciocho
meses, por ejemplo, no hablan sobre el hecho de que estén formulando o eva-
luando teorias, y, ciertamente, no publican articulos en revistas cientificas, ni
presentan ponencias en los congresos, ni asisten a seminarios, ni intentan tor-
pedear la reputacién de los que estén en desacuerdo con ellos. Todos los nifios
desarrollan teorfas. El cambio conceptual en los nifios tiene lugar dentro de un
individuo tinico y con relativa rapidez: los nifios pueden desarrollar y reempla-
zar muchas teorias en el espacio de pocos meses 0 afios. En tanto que estos
tipos concretos de fenomenologia y sociologia son ina parte importante de la
formacién y cambio de teorias en ciencia, lo que los nifios estén haciendo no
es ciencia. Dadas estas evidentes diferencias, nos podriamos preguntar si la
idea de que los nifos forman teorfas no es mas que una metéfora imprecisa
Para que la teorfa-teorfa sea més que una mera metéfora, tiene que haber una
25caracterizacién cognitiva interesante de la ciencia, independiente de la fenome-
nologia y la sociologfa. 2Fs plausible que la ciencia tenga este tipo de funda-
mento cognitivo y que sea similar a los procesos cognitivas que vemos en los
nifios?
Podriamos imaginarnos recurriendo a la filosofia de la ciencia en busca de
una respuesta sencilla a esta pregunta. Pero los filésofos de la ciencia no han
hecho més que empezar a considerar la cuestién. Histéricamente, la filosofia de la
ciencia ha estado dividida por los conflictos entre dos tradiciones muy distintas.
Una de ellas contemplaba la filosofia de la ciencia como una iniciativa cuya tarea
es prescribir las formas en las que los cientificos pueden hacer las cosas que con-
ducirdn a la verdad. Clasicamente, muchos fildsofos de la ciencia identificaban la
prictica de los cientificos con este proyecto normativo, asumicndo que, por lo
menos, la mayoria de los cientificos hacen la mayor parte del tiempo lo que auto-
conscientemente estimaban que de forma verosimil Ilevaria a la verdad. (Philip
Kitcher -1993~ ha denominado este punto de vista con el término «La Leyenda»).
‘Ademds, muchos fildsofos de la ciencia de esta tradicién consideraban el proyecto
normativo légico o matemédtico. De manera igualmente formal, la légica deduc-
tiva nos proporcioné la forma de garantizar la verdad de cierto tipo de inferencias
de modo que podamos construir una l6gica que pueda garantizar la verdad de las
inferencias cientificas (algunas de las referencias clisicas de esta tradicién incluyen
a Hempel, 1965; Nagel, 1961; y Popper, 1965).
Una perspectiva alternativa, que empez6 con Thomas Kuhn (1962), desa-
fié notablemente esta cradicién. Los filésofos de la ciencia que estudiaron con
cierto detalle la practica real de los cientificos, encontraron una imagen bas-
tante diferente de la imagen de La Leyenda. La practica real de la ciencia ha
estado, a menudo, caracterizada por profundas divisiones entre quienes propo-
nian diferentes teorfas, y ha estado fuertemente influida por hechos sociolégi-
cos aparentemente accidentales, como el poder profesional de quienes propo-
nen las ideas concretas. Este punto de vista llevé, en algunos circulos, a la
postura que promulgaba que existfa poca relacién entre la préctica real de la
ciencia y el proyecto normativo de encontrar la verdad, En la formulacién més
extrema (p. ¢j., Feyerabend, 1975), esta escuela sugiere que la sociologia es
todo lo que existe para la ciencia y que de hecho no habria verdad alguna que
encontrar.
Estos hechos histéricos condujeron a una perspectiva estindar en la filosofia
de la ciencia en la que los factores cognitivos y psicolégicos apenas tenfan
importancia. Se trata de una perspectiva que prevalece todavia. Por una parte,
hace énfasis en las instituciones sociolégicas de la ciencia, y por otra, enfatiza la
estructura Idgica del razonamiento explicito autoconsciente, 0, mejor dicho, la
del razonamiento cientifico reconstruido por los fildsofos de la ciencia como
norma.
26Una perspectiva cognitiva de la ciencia
jCémo seria una alternativa a la perspectiva cognitiva de la ciencia? La ciencia
cs cognitiva casi por definicién, en la medida en que la cognicién se ocupa de
averiguar como las mentes llegan a concepciones veridicas del mundo. En un sen-
tido, los cientificos tienen que utilizar algunas habilidades cognitivas para presen-
tar teorfas cientificas nuevas y para reconocer la verdad de las teorfas cuando las
presentan otros. Los cientificos tienen el mismo cerebro que otros humanos y lo
usan, aytidados por la cultura, para desarrollar el conocimiento sobre el mundo.
tiltima instancia, la sociologia de la ciencia debe consistir en un conjunto de
decisiones individuales, realizadas por individuos humanos, para presentar 0
aceptar teorias. Los cientificos convergen, aunque de forma dolorosa y lenta, en
un conjunto tinico de decisiones. El punto de vista que surge como consccuencia
de estas decisiones converge en la verdad sobre el mundo. Los cientificos han de
utilizar las capacidades cognitivas humanas para hacer esto. {Qué otra cosa
podrian usar?
El supuesto de la ciencia cognitiva es que los seres humanos estamos dotados
por [2 evolucién con una amplia variedad de mecanismos ~algunos bastante sus-
tantivos y especificos de dominio, otros mucho més amplios y de propésito gene-
ral que nos permiten acceder a una visién preliminar del mundo. En ciencia
cognitiva solemos pensar en estos mecanismos en términos de representaciones
del mundo y reglas que operan sobre esas representaciones. En un momento
dado, las personas tienen un conjunto de representaciones y reglas que operan
sobre dichas representaciones. Con el tiempo, aparecen otros procesos cognitivos
que transforman tanto las representaciones como las reglas. Las representaciones
y las reglas no tienen necesariamente una marca fenoménica especial, puede que
rho sepamos que las tenemos (aunque a veces si lo sabemos); pueden estar, y a
menudo lo estén, profundamente influidas por informacién procedente de otras
personas y nos permiten comunicarnos con otros que tienen reglas y representa
Ciones similares. Sin embargo, no son meramente convencionales y podrian fun-
cionar fuera de cualquier comunidad social
Podriamos pensar en la ciencia en términos de tal sistema abstracto de repre~
sentaciones y reglas. La cuestién que nos plantearfamos entonces, es si deberfan
hacerse algunas generalizaciones sobre las representaciones y reglas que subyacen
al conocimiento cientifico y sobre el tipo de procesos que transforman esas repre~
sentaciones y reglas a lo largo del tiempo. {Hay algo distintivo 0 especial en las
representaciones y reglas cientificas, algo que las diferencie de otras estructuras
cognitivas posibles? Mas atin, la fuerza epistemolégica de la ciencia, su habilidad
para hacer las cosas cortectamente, gproviene de la naturaleza de estas representa-
ciones y reglas 0 de algtin rasgo de la fenomenologfa reflexiva o de la instituciona-
lizacién social?
27Enronces, la siguiente cuestidn podria ser si estas representaciones y reglas son
similares, 0 incluso idénticas, a las que observamos en los ninos, y si los cambios
en estas reglas y representaciones son similares a los cambios que vemos en el
desarrollo cognitivo. Esto podria ser cierto, incluso si la organizacién fenomeno-
I6gica y social del conocimiento en los niios y en los cientificos fuecan bastante
diferentes. Y podria ser realmente cierto si, de hecho, la fenomenologfa y sociolo-
aia especificas de la ciencia no fueran una condicién necesaria para su fuerza epis-
temoldgica.
Estas nos parecen cuestiones directas ¢ importantes. Por supuesto, podria
resultar que, de hecho, no haya una caracterizacién distintiva o interesante de las
representaciones y reglas que subyacen al conocimiento cientifico. La formacién y
confirmacién de representaciones cientificas podrian no estar sometidas a nin-
guna restriccién y ser cl resultado de algtin proceso caprichoso de «genialidad> 0
intuicién». Podria scr que la fenomenologia y la sociologia de la ciencia hicieran
realmente el trabajo interesante, Podria resultar que la relacidn existente entre las
representaciones y reglas de los cientificos y las de los nifios fuera realmente
minima. Vale la pena averiguar si existe tal relacién? A lo que tendremos que
recurrir finalmente es a un trabajo empirico detallado, pero creemos que el pro-
yecto es mds plausible y promeredot de lo que puede parecer desde un punto de
vista general, Una perspectiva cognitiva de la ciencia y, en particular, una perspec-
tiva que identifique el cambio cognitivo en la ciencia y en la infancia, puede pro-
Porcionar, al menos, una explicacién parcial de lo que ¢s mas importante en cien-
cia, es decir, conseguir que las cosas sean correctas, Por el contrario, es dificil ver
cémo los hechos fenomenoldgicos y sociales de la ciencia podrian explicar su
potencia epistemologta,
Los trabajos recientes en el campo de la filosofia de la ciencia presentan un
dilema, La ciencia es una actividad realizada por seres humanos dentro de un
contexto social que acttia de formas diferentes y fortuitas. Pero, a pesar de es0,
‘manifiesta un tipo de légica y converge en una perspectiva veridica del mundo,
Es caracteristico de los socidlogos de la ciencia preguntar a los légicos: zpero
cémo se puede relacionar esta estructura absttacta para encontrar la verdad con lo
que realmente hacen los cientificos? Y los légicos replican :pero cémo puede lle-
var a la verdad cl Lio que realmente organizan los cientificos?
Una petspectiva cognitiva de la ciencia podria proporcionar un punto inter-
‘medio ttl, incluso un puente, entre los puntos de vista I6gico y los sociolégicos.
Podria ser realmente cierto que determinadas estructuras ldgicas abstractas carac-
tericen los logros cognitivas importantes de la ciencia; e, igualmente, podria ser
cierto también que analizando la préctica real de la ciencia ~el verdadero lio de
Joy seres humanos~ veamos bastante poco de la estructura ldgica abstracea. Pero
ésto es bastante similar a Jo que sucede en otros casos en la ciencia cognitiva,
desde la percepcién a la solucién de los problemas, pasando por la toma de deci.
28siones y el procesamiento de oraciones. El ser humano adquiere un conocimiento
que lleva, al menos de forma aproximada, a la verdad, pero que también puede
producir errores o incoherencias, que esta basado en la vida social pero no es
socialmente arbitrario. Lo que subyace prototipicamente a cualquier actividad
cognitiva humana es una estructura abstracta que no aparece en absoluto en la
fenomenologia superficial o en la prictica.
Un cientifico cognitivo podria decir que la evolucién ha construido procesos
cognitivos dirigidos a encontrar la verdad. Desde este punto de vista, la ciencia, y
nuestra préctica habitual de explicacién, deduccién, prediccién y atribucién cau-
sal en que se fundamenta la ciencia, reflejan un conjunto particularmente pode-
oso de estas habilidades cognitivas, La ciencia usa un conjunto de representacio-
nes y reglas particularmente adecuadas para descubrir hechos sobre el mundo. La
ciencia lo hace bien porque recurre a los mecanismos psicol6gicos disefiados por
Ia evolucién precisamente para hacer las cosas bien.
De la misma manera en que proporciona una nueva forma de pensar sobre las
cuestiones descriptivas, la ciencia cognitiva podria concribuir también a una
nueva forma de pensar sobre el proyecto normative. La ciencia cognitiva podria
plantearse qué clase de mecanismo podria construirse, con qué reglas y represen-
taciones para llegar a hacer descubrimientos sobre Podriamos describir un nivel de vevidencia», o prueba, que no es por si
=ismo te6rico 0 que esté afectado por la teorfa, pero que sirve como entrada de
‘Seformacidn para la teoria, Algunos de estos sistemas podrian corresponder a los
smeédulos» de Fodor (1983). De forma alternativa, y estando de acuerdo con las
-pesiciones filoséficas que destacan los «datos cargados de teoria», el sistema puede
simplemente asignar representaciones teéricas a entradas sensoriales sin un nivel
istinto de representacién.
‘A modo de ilustracién, consideren una observacién particular, digamos unas
squestras de huellas en un cuarto oscuro, Desde cualquier perspectiva habra algu-
‘20s process perceptivos ateéricos 2 muy bajo nivel que transformardn la entrada
sensorial pura en una forma representacional més abstracta, digamos un esquema
de dos dimensiones y media. Podriamos creer que hay también un sistema repre-
sentacional, distinto del sistema de teorfa, que adems asigna a estas entradas una
sepresentacién ateorética del «conocimiento ordinario». Por ejemplo, podria
sepresentarlo como «huellas azules sobre una jarra blanca encima de una mesa».
Esta podria ser entonces la entrada de informacién al sistema de teorizacién.
De forma alternativa y, en nuestra opinién, mas plausible, el sistema de teoria
podria por si mismo asignarle simplemente una representaci6n teérica particular a
la entrada de informacion. Podria, sin més, representar la entrada como electrones
gue se descomponen de una determinada manera. Desde este punto de vista, no
hhay un nivel de representacién ateorético, probatorio, de conocimiento ordinario,
al menos no una vez que hemos superado el procesamiento perceptive de muy
bajo nivel. Todas las representaciones estardn cargadas de teoria. Incluso los tipos
de conocimiento aparentemente «corrientes», como nuestro conocimiento de que
«sto es una jarra y de que eso es una mesa, 0 quizd incluso que eso son dos objetos
53y.que uno esté encima de otto, serd cl resultado de la aplicacién de las tcorias de la
vida cotidiana. Por varias razones esto nos parece una opcién més atractiva que la
primera. Sin embargo, saber cul de estas opciones es la verdadera postura es una
cuestién empirica, y la verdad puede ser diferente en diferentes casos.
Desde ambos puntos de vista, la representacién tedrica asignada a una entrada
concreta de informacién interactuaria con las otras representaciones de la teoria
siguiendo una pauta particular regida por reglas. 2Encaja esta entrada con las pre-
dicciones de la teoria? ;Se dan conjuntamente ciertas representaciones tebricas de
forma que sugieran un vinculo causal entre elas, vinculo no especificado en la teo-
ria actual?|EI hecho de que se den ciertas representaciones, ¥ no otras, podria llevar
weambios dentro de la propia teorfa, Esto podria pasar incluso si no hubiera un
nivel probatorio distinto de las representaciones fuera de la propia teoria,
El aspecto mds importante y caracteristico de las teorias es el hecho de que
Jas propias pautas de representacién que tienen lugar pueden alterar la natura-
Jeza del sistema representacional como tal. Pueden alterar la nacuraleza de las
relaciones entre las entradas de informacién y las representaciones. A medida
gue recibimos nuevas entradas de informaci6n, y por lo tanto nuevas representa
Giones, las propias reglas que conectan entradas de informacién y representacio-
nes cambian. A la larga acabamos teniendo un sistema con un conjunto de
representaciones completamente nuevas, y un conjunto de relaciones entre
entradas de informacién y representaciones completamente diferentes al sistema
desde el que partiamos. Como veremos, esto diferencia las teorias de otras clases
de sistemas representacionales.
Ademés, este sistema puede atin ser dindmico a otro nivel. Hemos estado
diciendo que las nuevas informaciones que entran al sistema cambian la relacién
entre las informaciones y las representaciones. También es posible que esas reglas
que reestructuran las relaciones entre informaciones y representaciones puedan
cambiar como resultado de una nueva informacién. Es decir, segiin vamos apren-
diendo mas, aprendemos también nuevas formas de aprender. Sin duda esto
parece ser cierto en ciencia y puede también ser cierto en el desarrollo.
Tomando prestada la metéfora filos6fica de Neurath, el punto de vista de la
teorizacién ve el conocimiento como un bore que vamos reconstruyendo conti-
nuamente mientras navegamos en él, En cada punto de nuestro recorrido puede
gue sélo haya un conjunto limitado y restringido de modificaciones que pode-
mos hacer al bote para mantenerlo en condiciones de navegar. Al final, sin
embargo, podemos acabar por no tener ni una tabla ni un remache de la estruc-
‘ura original; y el proceso puede continuar indefinidamente
Este tipo de sistema puede sonar tan abierto como para resultar poco intere=
sante. Pero, de hecho, la teoria-teorfa-propone que el sistema representacional
cambiaré de una forma selativamente ordenada, predecible y restringida. Pode-
mos intentar captar esto hablando sobre las propiedades dindmicas del cambio de
54tcoria. Por ejemplo, el sistema representacional puede llevar a una prediccién par-
ticular sobre nuevas representaciones. La prediccién se vuelve incorrecta: la nueva
informacién, y de la misma manera la nueva representaci6n, no es lo que predi
mos. O ef sistema puede acumular regularidades: algunas tepresentaciones co-
curren consistentemente en formas que el sistema representacional no predice
Hechos como estos hacen que el sistema representacional cambie y que lo haga
de una forma muy concreta y predecible.
:Deberiamos pensar en esta relacién de entradas y salidas de informacién
como un tipo de procedimiento computacional efectivo? Si sabemos que el sis
tema esté en el estado A y recibe la informacién B :seremos capaces de decir
cémo es el siguiente grupo de representaciones? En este punto la respuesta es
simplemente que no sabemos si hay un procedimiento como este 0 no, ni sabe-
mos mucho sobre cémo podria operar si lo hubiera. Sin embargo lo que si sabe-
mos es que hay relaciones causales consistentes entre la entrada de informacién y
las representaciones, tanto en la ciencia como en la infancia y-la reivindicacién
empitica de este libro-es-que estas Felaciones son similares. También creemos que
en estas relaciones causales estd implicada, en ausencia de un término mejor, el
contenido» de la entrada de informacién y las representaciones; no son, en nin-
gtin caso, como la relacién causal entre ser golpeado con un martillo y perder la
Conciencia, Hoy la apuesta més seguta sobre la forma en que un objeto material
como el cerebro puede establecer este tipo de relaciones entre entradas de infor-
macién y representaciones es que se trata de un tipo de ordenador. Nos suscribi
mos a esta creencia, aunque admitimos que a estas alturas no es mas que una
cuestién de fe.
Hay otra pregunta incluso més profunda, a la que tampoco responderemos.
2C6mo alcanza un sistema como este la verdad sobre el mundo? Hemos comen-
tado con mucha firmeza pero menos conviccién que llega a la verdad sobre el
mundo porque esté disefiado por la evolucién para llegar ala verdad sobre el
mundo. Esto es, al menos, un paso hacia adelante con respecto a decir que llega a
la verdad sobre el mundo debido a la tipica genialidad de los cientificos o porque
algunos cientificos son mas poderosos que otros. Pero Ia clase de sistema de la
{que estamos hablando adolecera sin duda de los mismos problemas de la indeter-
minacién que sufren las diversas propuestas expuestas por los filésofos de la cien-
cia en la tradicién normativa, Habiéndole dado unos datos, el sistema llegar a
tuna respuesta, y con los mismos datos distintas instanciaciones del sistema lleva
ran eventualmente a la misma respuesta. Pero con los mismos datos seguirén
siendo lgicamente posibles otras respuestas.
Podriamos decir que el espacio de las relaciones entre la entrada y la salida de
informacién deberia ser mucho mds amplio de lo que seria en un sistema modu-
Jar, como el sistema de percepcién visual, pero mas limicado todavia que el espa-
cio de las posibilidades logicas. Deberfa haber restricciones, aunque muy genera~
55les, sobre los tipos de relaciones que generase el sistema entre las entradas
informacién y las representaciones. Dichas restricciones corresponderfan a 1
supuestos generales que subyacen a la formacién de teorias: que el mundo tie:
una estructura causal subyacente, que la estructura parece ser la mas simple de |
que se correspondan con los datos, y asi sucesivamente.
(Las restricciones, desde nuestro punto de vista, provienen en gran medida
Ja evolucién, y, en algdin nivel, este hecho es responsable de su cardcter veridic
Presumiblemente, las criaturas que en su infancia construyeron representacion
‘de diferentes formas, que no asumicron la estructura causal subyacente, no buse
ron la explicacién més sencilla, no falsaron las hipétesis cuando habia datos «
‘contra, y asi sucesivamente, estaban en desventaja evolucionista. En la vi
adulta, tales criaturas serian peores al predecir qué bayas son las venenosas, qi
evolucionistas més pertinentes que esquivar a un tigre de dientes de sable). I
este sentido, es la propia nacuraleza la que garantiza que el sistema llegue a cor
prender la naturaleza,
Pero, por supuesto, la evolucién es altamente contingente y, por todo lo 4)
sabemos, otros sistemas con diferentes tipos de restricciones podrian dar con fo
mas diferentes de construir representaciones veridicas. Si los efectos de la mec
nica cudntica se convirtieran en presiones de seleccién, quizé tuviéramos un si
tema cégnitivo que derivara de las entradas de informacién representacion
bastante distintas y nos sentirfamos menos feustrados cuando intentamos cor
prender el universo cudntico.
De esta manera, el sistema es veridico debido a su historia evolutiva. S
embargo, es todavia un profundo misterio eémo el proceso de evolucién, la ew
ucién y la cultura juntas, dan con un sistema que genera representaciones que
corresponden con el mundo exterior. Aqui ni siquiera tenemos siquiera una
que proclamar, al menos no mas allé de una fe general en el realismo,
De todas formas, nos parece que si alguna vez llegamos a contestar a est
preguntas, necesitaremos primero especificar simplemente de forma empiri:
ccémo son las relaciones entre las entradas de informacién y las representacione
No hay nada mistico o incoherente en la idea de un sistema representacional qi
se revise a sf mismo de este modo. En efecto, tenemos pruebas excelentes de qi
un sistema exactamente asi existe ya en las mentes humanas. Es precisamente es
tipo de sistema el que genera las representaciones de la ciencia. Y al menos sab
‘mos algo de su funcionamiento caracteristico,
En percepcién estamos empezando a comprender las relaciones causales ent
las entradas de informacién y las representaciones. Disponemos de un enor
cuerpo de datos psicolégicos. Estos datos apuntalan el desarrollo de algoritmos «
Ja ciencia de la visién. Vamos a necesitar un almacenamiento de datos igualmen
56rico sobre las relaciones entre las entradas de informacién y las representaciones
en el cambio conceptual incluso para empezar a descubrir los algoritmos para el
cambio de teorla o para descubrir que no existen.
Si descubriéramos que el sistema representacional de los nifios tiene las carac-
reristicas que hemos descrito, podriamos, en nuestra opinién, tener licencia para
decir que los nifios tienen teorias y que el proceso de construccién de teorias es
similar en los cientificos y en los nifios. Supongamos que los nifios proponen
tidades-abstractas, organizadas coherentemente con rclaciones causales entre
{Ges Supongamos que tienen compromisos ontol6gicos y mantienen hechos
‘contraficticos. Supongamos que estas entidades sirvieran para proporcionar
explicaciones, predicciones e interpretaciones caracteristicas y que cambiaran de
forma diferente en respuesta a los datos en contra. Incluso si todavia quisiéramos
“negar que los nitios son cientificos, tendriamos que estar de acuerdo con que sus
procesos cognitivos se parecen mucho a los de la ciencia.