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8 ree) HISTORIA de ic Nie, | CUESTION AGRARIA MEXICANA Politica estatal y conflictos agrarios 4950-1970 * sigio veintiunc editores, sa de cv DL ASA 244, OELEGATION COVEACAN. (4920 MEWICO, OF siglo veintiuna de aspafia editores, sa GPaazA 5, MADAM, AH siglo veintiuno argentina editores, sa siglo veintiuno de colombia, Itda Se 979 PMB PED, BOTA DLE CONCA Be saers Sisefo de porada: maria luika maartiner passavge primera sditidn, 1989 @sigio xxi editores, sa. de cv. en coedicién con el centrg de estndios hiseoricgs del agrarsmo en méxéeo ighn 958-23-1477-1 (obra completa} isbn 968-22-1495-X (tom 8} dezechos reservados conforme a la ley impreso y hecho en sérico/printed and made in meaico fwpice PRESENTAGICN PRECICS Y POUTICA AGRICOLA EN DOS DECADAS DE DESARROLLO AGROPECUARIO por Julio Moguel » Hugo Azpeitia itervencign estatal y politica de precios en |s década de los cin- cuenta, 1; De la “Camas ampliada” a Conasupo: capitalismo de Es- tado y crisis de un modelo de invervencioniema estatal, 1959-1970, 2a LOS EMPRESARIOS TAMBIEN SE ORGANIZAN: LA UNION NACIONAL DE COSECHEROS por Hubert C. de Grammont LA PARTICIPACION ESTATAL EN LA AGRICULTURA; VEINTE ANOS DE IRRIGACION ¥ CREDITO Por Rosario Robles B. Politica de irrigacién en el periodo 1952-1970, 64; El crédito agrice- ja durante ef perfoda 1952-1970, 81 NOTAS SOBRE LOS CAMINOS DE LA REVOLUCION VERDE por Pilar Lopez Siersa LA CVESTION AGRARIA EN EL PERIODO 19501970 pot Julie Moguel Conflicto social y definiciones agrarias en la sucesién presidencial de 1951-1952, 103; La politica agraria del regimen raizcortiniste, 1952-1958, 122; El “agrarismo ¢jidalista” del regimen de ‘Lopez Ma- teos, 1858-1960, 130; Nueve cardenismo y luchas agrarias al cornen- zar el sexenio de Lopez Mateos, 1956-1963, 141; Fl alemanisma renovado de ios afior sesenta, 156; La derota del agrarismo radi- cal y el triunfo del alemanismo, 163; Primeras definiciones agra rias del régimen diazordacista, 1363-1964, 182; La cnestion agraria come eje de reagrupamientos y rupturas en Ja sociedad y an el Ea tadg, 1964-1966, 187; El agratismo. conservador y la derrota del ale- (vt) 46 62 96 103 pee vu inpice manismo diazetdacista, 202; La cuestién agraria en ¢} periods 1950-1970. Visién de conjunto, 216 LA UNION GENERAL DE OBREROS Y CAMPESINOS DE MEXICO por Hubert C. de Grammont Su crescign, 222; Sus lnthas, 227; Los limites del pacifiame en la lucha agraria, 248; Defender los derechos de los campesinos a ha cer politica electoral: la ucocM contra ef Partide Popular Socialis ta, 256 JARAMILLO Y¥ LAS LUCHAS CAMPESINAS EN MORELOS por Hubert ¢. de Grammont La lucha electoral, 262; La autodefenss, 266; La democratizacién de los ejidos y la lucha cafiera, 269; La lucha por la tierra, 270; La ereacion de un nuevo partido, pero gde qué tpe?, 272 BIBLIOGRAFEA 1, Atchivas y documentos, 277; 1. Acticuios y ponencias, 280; in. Libros y tesis, 282; tv. Otras fuentes, 290 222 241 277 PRESENTACION En nuestro pais, la cuestién agraria ha tenido una profunda in- fluencia en los aspectos ecomdmios, politico, social y cultural; por ello resulta explicable la abundante literatura producida para pe- netrar en un tema tan amplio, actividad que muchas veces se di- luye en vertientes particulares cong pueden ser Ja época, la re- gién oun determinady perindo; incluso, se ega a dar el caso de obras que se ven defortnadas por la influencia de factores subje- tives como e] espiritu regionalista, la pasion politica o las tenden- Glas ideolégicas de los autores. Sin embargo, existe una laguna injustificable en la historiogra- fia nacional: contamos con obras importantes de historia gene- tal, historia de la cultura, de la Revolucion, asi como de la clase obrera, pero en ellas se ha omitide ¢] papel protagénico de los hombres ¥ mujeres del campo, quedando éstos reducidos a com- parsas, actores cirgunstanciales y pasivas de una trama que pare ve resolverse sin ellos. Por lo tanto, resulta impostergable procu- rar al puebla dé México una sintesis coherente tanto de la presencia de] campesina como de la politica agraria en la forma- cién del México moderno. De este modo, el hombre del campo podrd contar con la historia inédita de su pasado, que hace de é1 portador de ks esperanza en un México mejor. Es por esta razén por la que ¢l Centro de Estudios Histéricos del Agrarismo en México —fideicomiso del gobierno federal— asu- me, como tarea fundamental, la elaboracién de la Historia de ta cueshdn agraria mexicana, documento que contiene informaci6n y hace un andlisie de los aspectas juridicos, politicos, sociales, eco- némicos y culturales relacionadas con el quehacer del campesi- no desde 1800 hasta 1982 en nuestro pais; en este documento que- daran plasmados las luchas de les campesinos por la tierra, el proyecto del Estado revolucionario por lo que toca a la reforma apraria, la accién del gobierno en Ja destroccion del latifundio y Jos esfuerz0s nacionales por orientar y acelerar el desarrollo rural. Esta Historia de le cuestion agraria mexicema se compone de nue- ve tamos. A su vez, se ha iniciado el rescate, en 32 vohimenes, de lag valiosas aporiaciones que han hecho los movimientos agra- Ux] 260 LA UNION GENERAL DE OFREROS ¥ CAMPESINOS DE MEXICO tinamente ¢ alejaba de la actividad electoral del prs para romper toda xelacidn ent la coyuntura electoral de 1967.73 En esta ocasién el gobierno le dio al Popular diez diputados de partido, pero la direccién del partido no otergd ninguna diputa- cién a la ucocu come acostumbraba hacerlo. El 5 de diciembre, én una asamblea estatal convocada por la direccién estatal de So. nora, Jacinto Lopez denuncié el eportunismo y la colaboracién del prs con el gobiemo federal. Se tomé alli 1a decisién de exigir la realizacién de a asamblea nacional ordinaria del Partido, que debia haberse realizado desde diciembre del afio anterior, con el fin de depurar ja direccién nacional. También se denuncid que Jas diputaciones de la Unién habian sido eliminadas 2 peticién del gobierno federal. En respuesta, la direccién nacional convocé al comité estatal 4una reunién en el D.F., pero el comité no se presentd. Frente a eota negativa el comité central se zeuni el 12 de enero. Después de declarar que siempre los dirigentes de la ucocm habian actua- do fuera de ing hneamientos politicos de] partido y que, por tan- to, nunca habian sida militantes del Popular sino simples “pro- curadoves de pucblos", conmind a sus dirigentes catatales a rectificar pblicamente su posicién. Bn caso contrario quedarian. exciuidos del Partido. Mientras sesionaba el comité central en pleno, en las oficinas del prs para tomar estas decisiones, Jacinto Lopez encabezaha un mitin frente al loca] con la presencia de unos mil delegados de todo el pais para exigir la realizacién de la asamblea nacional que éebia “depurar” a la direccién nacicnal del Partido. El mitin fue disuelto por granaderos. Mas tarde, én el local de la ucocm, los disidentes se declara- rom en asamblea nacional permanente. Luego nombraron una co- misidn nacional integrada por Jacinto Lopez, Juan Rodriguez, Ge- vardo Martinez Uiriarte y Sdstenes Garcia Cesefia, que seria la responsable de encaminar Los rabajos para crear un nuevo parti- do de oposicidn, el Partido Obrero Campesino Mexicano. 7! Todavia en mayo de 1961, en pleno conflicte con el res por un lado. y con ene] Min per el otro, Jacinto Lopez participaba cn la aperuira de la campafia elece torel del Fopelaz, on el Hemicicla a Jusrez, denunciando: “E) iraperialisme yan- qui ha inventade ahora la tesis de que la reforma agratia no debe dascaresae en la destrccion de los latifurdios y en la entrega de ta tierra a los campesinos, sine en el aumento de [a producciin agricola, sm tocar la estructura det pasado ...]", en Polirca, nim. 27, 1 de junie de 196). JARAMILLO Y¥ LAS LUCHAS CAMPESINAS EN MORELOS! HUBERT C. DE GRAMMONT No habia una cose que sc oli¢za, vera mata que hublera rae mores, que ya no lo supiera Rubén. Esq derroseraba que el pueblo estaba con ely Io protegia. Renato Ravelo, Los jrrarnilvated, México, Nuestro Fiempo, 15°73, p. 142. En él periodo de 1952 a 1962 ¢l movimiento campesino morelen- §¢ abarcé las principales demandas de los campesinos de todo ¢] pais. Frente a la politica antiagrarista del gobiemo de Adolfo Ruiz Cortines y, a nivel del estade, de la consolidacién de los caciques locales apoyados pot el gobierno, los jaramillistas intentaron opo- ners¢ a] partido oficial con la creacién de] Partido Agraria Obrero Morelense (paom). La fuerza del paom era grande, su capacidad de movilizacion mayor que la del ex: en muchas regiones de la en- tidad, La mayoria de las luchas desplegadas por el racm fueron, como las luchas agrarias en muchos otros lugares del pais, en- frentadaa con la represién brutal y sistemAtioa por parte del go- bierno. Este ultimo cerrd una buena parte de las vias de partici- pacién legal y, para salvar sus vidas y proseguir con sus lachas. en repetidas ocasiones, los jazamillistas cavieron que pasar 2 la clandestinidad, a la autodefensa, aia lucha armada. Desde la cian- destinidad, igual que cuando podian actuar en Ja legalidad, los. campesines jaramillistas licharon siempre por tres demandas fun- damentales: por la autonomiua de los productores de cafia frente al ingenio azucarero de Zacatepec, por Ia democratizacion de los. ejidos y por ja tierra. Este breve trabajo pretende recuperar algu- nas claves fundamentales de esta historia popular. * agradecemns al licenciade Plutareo Garcia Jimenez, de la Universidad Aus noma de Morelos, por habernos famlitade materiales y avances de su propia itty vestigacién sobre 6! movimiente jaramillista. Per] 262 JARAMILLO ¥ LAS LUCHAS CAMPESINAS LA LUCHA ELECTORAL La experiencia pionera de participacion electoral de los jarami- llistas se dic después del primer perfoda de autodefensa, cuando el presidente Avila Camacho amnistis a Jaramillo y a us veinti- cinco seguidores mas cercanos én la lucha armada. De regreso 4 la legalidad, los jaramillistas decidieton crear un partido que les permitiera recoger ¢l conjunto de las demandas papulares defenderlas desde una posicién legalments reconocida. Se trata- ba también, a través del partido, de recuperar espacios de poder que los campesinos habian perdido después del cardenisme. Se creg et rac en 1945 para participar en ios comicies para gober- nader, con Rubén Jaramillo como su candidato. Unas elecciones fraudulentas y significativamente amafiadas dieron el triunfo al candidato priista, En la misma fecha se llevé a cabo la eleccién presidencial. El raom simpatizé en un primer momento con la candidatura de] general Miguel Henriquez Guzman, pero cuan- do éste se retird de la contienda el Partido Morélense apoyo al general Enrique Calderén, cuva partido, #] Nacional Reivindica- dor Popular Revelucianaria, también reclamaba el retorne a los principios de la Revolucion mexicana y la aplicacién de las leyes agrariag de acuerdo al eepirita de la Constitucién.? Después de la imposicién del gobernador pritsta en Morelos y de la legada de Miguel Aleman a la Presidencia de la Reptbli- ca, se desaté la violencia en contra de los jaramillistas, obligdn- dolos a regresar 2 la clandestinidad. A lo largo de cuatre afios de vivir en la “ilegalidad” los jaramillistas dirigieron importantes Tu- chas: en contra del rifle sanitario y para rescatar al ingenio de 7 Al final del sexenio de Avila Camacho, un geugo de genetales y ex dirigen- tes vinculados al cardenisme y deaplazades de) poder en e] sexento anterior, in- tentaton recobrar infuencie aprovechanda e), eamvio de sexcnio, Trataron de ce- Fitslizar el descontente campesing acumulade en Ins ulimos efies, Su candidata pare Ja Presidencia era el general Miguel Henrique Goamén, que tenia simpa- tias en la cue y lacre, Sin embargo, a iiltima hora, el general Henriquez retird 38 candidature y no participé en las elecciones. Sabre Ja ree y el henriquiema véane Octavio Rodriguez Araujo, "El henriquismo: dltima disidencia politica ar ganizada en México”, en Carlos Martines Assad, (coord.), La sucesign presidencial en México, México, Nueva Imegen, 1991. pp. 139-173; Olga Pellicer de Brody, Las crisis det sistems politico mexicano, 1928.1977, México, Centro de Estudios Interna. slonales, El Colegio de México, 1977, pp. 31-45; Martha Terdn, “El levantamienta He los campesinos gasquistas", en Cuadenvs Agraving, tim, 10-11, México, 1980, PP. 115-140 AUBERT C, DE GRAMMONT 263 Zacatepec de la administeacion cortupta de su gerente. Adernas, Tlevaron a cabo una serie de repregalias contra varios caniques y pistoleros que mantenian regiones enteras bajo el terror En 1950, Jaramille aptoveché la reorganizacién dé la seat del general Henriquez para dejar Ja accidn armada y reiniciar Ja Iu- cha electoral en una situacién parecida ala amerior. En el estado de Morelos se llevaban a cabo las elecciones del gobernador y en nivel nacional se aria la campafia para la Presidencia de la Re- publica. Esta vez no hubo ningtin indulio para los cebeldes. La cobertura de la FFrM y del Faom ¥ la coyuntura electoral fueron suficientemente favotables para que pudietan reincorporarse a Ta lucha politica abierta. Ademdas del apoyo recibide por el raom, Ja Federacién de Hen- riquez buscé la adhesién de otms viejos dingentes tapatistas que Podian atraer votos a su favor. En Morelos el viejo general Geno- vero de la O era uno de ellos. A pesar de no participar en ningun movimiento desde hacia tempo y de no presentar ninglin pro- grama politico pretendié imponeme sobre ¢] movimiento jaranti- lista, aprovechando los apoyos que tenfa por parte de algunos de los dirigentes de 1a Frew tal come el ex gobernador del estado de Morelos, Vicente Estrada Cajigal,? y el profesor Agustin Gue- mes Celis. Sin embargo, después de realizar asambleas prepara- torias en toda cl estado se lievé a cabo la convencién de] raom para elegir a su candidate con 450 delegados acreditados en asam- bleas de sus pueblos; Rubén Jaramillo result6 elegido.’ Fue ne- cesatio que los jaramiltistas organizaran un mitin en las propias oficinas de la Free pars que dicha organizacién ateptara su can- didaturs, Focos meses despnés Genoveno de la O, viendo que él y la gente que proponfa no lograban ninguna representacién en. la Federacién, renunciaba a la Free. El programa politico del pac, desde 1945, pugnaba esencial- mente por lo siguiente. 1] Unidad entre las agrupaciones revolu- cionarias para defender "la vigencia y 1a lrnpieza de las principios de la Revolucién", 2] antonomia de los raunicipios, 3] continuacién del reparte ejidal, 4] autonomi{a de los ejidos frente al gobierno + Renato Ravelo, Les saraniliigias, México, Nuestro Tiempo, 1978, p. 123. ‘Rubén M, Jaramillo, Manifest al pueblo de Morelos. Tlaquiltenango, More- Jos, 25 de enero de 1952, Bl candidate del pm éra Rodolfo Lopez de Nava, polition vinculado a ja admiinistrecién del ingonio de Zacatepec y a fos caciques del exta- do, carcino al grupo alemanisa, 264 JARAMILLO ¥ Las LUCHAS CAMPESINAS: ¥ democracia interna, 5] salario de acuerdo al costo de la vida, 6] unificacién de las organizaciones obreras y libertad sindical, 7] creacién de cooperativas de consumo, 8] arnplio programa edu- cative rural y urbano® La autonomia de las organizaciones populares, del ejido, del sindicato, pero también del municipio, acompafade de un pro- fundo sentide del ejercicig de la democracia, eran las bases de todas las luchas emprendidas por Jaramillo.’ Segiin palabras del propio dirigente, la politica, entendida como el ejercicio del po- der popular, debia ser esencialmente una actividad de los traba- jadores para lograr la construccién de una sociedad mag justa. En la version del dirigente: Todas los lideres que recomiendan a los trabajadores no materse én po- litica deen saber que somas los campesinos y los obreros las mas abo- cados a intérvenir én actos politicos, porque como trabajadores somos Jos que constituimos las aplastantes mayorias ciudadanas y por fo mis- mo tenemos maé intezeses que cuidar, pues no hay que cividar que to- dos Ios capitales acumulados en unas cuantas manos aon nada menos que el resultado del desgaste de las sagradas energias de los trabajado- res, abreros y campesinos. Por lo mismo, afirma que Jos obreros y los campesinos si déebemos de hacer politica en tado el pais, porque del bnen gobierno que forrnen los trakajaderes vendrdn las buenas formas de vi- vir con entera justicia, garantias, independencia y positive libertad? Notable era el papel de Ja mujer entre los jaramillistas y la aten- cidén que se le prestaha en el programa del Partido Morelense. Para aligerar la vida de tos trabajadores proponia en su plan de gobier- no: “el establecimiento de una casa de matemidad para obreras, asi como la creacién de guarderias infantiles para que las obreras puedan dejar a sus hijos durante las horas de trabajo". En un manifiesto escrito en 1951 por “las mujeres que militan en el Paom” se puede leer lo siguiente: Ss programa minime de accidn politica ¥ de gobierno del race”, 145, ¥“Ma- nifiesty al pueblo de Morelos del eacm", 1982 * Planweamientos que sncontramos ya en el “Plan de Cerro Frets” escrito por Jaramillg en 1943 7 Cirado par Plutarco Garcia Jiménez, Notas sobre e? movimiento jarennfhsia, anédito, 5.f ® Art. x del programa obrero, del "Programa minimo de accién politica y de gobierna del racm”. HUBERT C, DE GRAMMONT 255 Las mujeres morelenses que ayer dimos a nuestros hermanos, a nues- tros padres, a nuestros maridos 0 a nuestros hijos para la revolucién agra via, nos sentimos ovgullosas dé participar en esta Campana electoral (del général Miguel Henriquez para presidente de Ja Republica), porque de ‘este modo contripuimes de manara efectiva a la liberacién econdmica de todas los mexicanos y nus panemes en plan de lucha para conquistar los derechos civicas que toda mujer debe tener en México; lag mujeres debemos tener los migmos derechos politicos que tiene el horabre. Crees ‘mos que nosotras haremos mejor use de esos derechos que muchos hom- bres que se han vuelto serviles y conformistas y se han umido a las con- vemiencias m4 detestables y vergonzosas de los politicos que traicionan y roban al pueblo? La campafia presidencial de la Frew en. Morelos fue un éxito A pesar de les acciones represivas ¢jercidas por los caciques y el gobierna. Las mayores concentraciones se registraron en Cuer navaca ¥ Jojutla, con mds de 20 mil participantes, pero también. én los pequefios pueblos las candidaturas de Henriquez y Jara- millo despertaron significative interés. Un viejo militante jarami- lista se acuerda atin del entusiasmo que desperte esta campana electoral: iY asi hicimos la campefia! ;Muy bonita campaiia por el entusiasma ¥ la organizacién que Mlevdbamos! Cubriamae la mayor parte de los pue- tles y en cada pueblo, los que estébames mejor organizadas éramos los pobres. Los sefiores mas acomedados estaban, en el prif.. -] Todala gente campesina fue ia que segufa a Rubén en el Partida. Mucha gente llegaha. ¥ por eso le terfan miedo, gorque decian que todos los que los seguian ¢ran gente rebelde y decidida2? Bl dia de las vetaciones el sjército tomé posesidn de wna bue- na parte de las gasillas electorales. Otro jaramillista describe la situacidn: A mucha gente rio la dejaron votar. Muchas dnforas fueron robadas y en esas Casillas no hubs eacrutinio, Muchas boleias ne fueron registradas por ja Comision Fiectoral ror tanta eran votos anuladas (para la alianza FAOMFPPM)(. ..] El mismo ejércite y la policia se Nevaban las anforas.!! SsDectaracian del sector femenil del psGa, Cuernavara, 10 de febrern de 1951. En todas las Inchas jarannlbatas, incluso én la armada, las mujeres desom- Ppefaron un. importante pepel "0 Cieadio par Fiutarco Garcia, op. cit "ibid, 266 JARAMILLO Y LAS LUCHIAS CAMPESINAS La extenaion y calidad de la campamia electoral de ios jarami- Hligtas,'? agi ¢omo 1a violencia desatada después de los comicios, indican que no se traté, ni con mucho, de una querella secunda- Wa para eF gobiemo. ‘Los jatarilietas quisieron protestar por ia que considezaron un obvio fraude electoral y, ai tomar posesién el gobernador priista Rodolfo Lopez Nava, se inicié una violenta represién. Fi ejércita allané las oficinas del rsom en Cuernavaca y Jojutla y encarceld a los campesinos que alli se encontraban. Rubén Jaramillo tuvo que huir a la ciudad de México para ponerse a salvo. Los secues- tres, asesinatos, “carreterazos”,'? allanamientos de domicilio ¢ in- timidaciones se hicieron cada vez mas Irecuentes. LA AUTODEFENSA Frente ala amplitud y nivel de la represién, que no se citcunscri- bid al estado de Morelos, la pasividad del general Henriquez dejé de set sefial de prodencia para convertirse en franca y abierta re- tirada, La “rendicién” de Henriquez no incluys siquiera las mas elementales gavantias civicas para sus seguidores, La salida escogida por los campesinics fire otra vez e] camino de ja violencia. Grupos carapesinos de varios estados —Morelos, Veracruz, Michoacan, Guerrero, Estado de México— decidieron levantarse en armas en la madrugada del 4 de octubre de 1952.4 En Murelos, los jaramiilistas tenian larga experiencia en la lucha armada y en la autedefensa. Ademas de tener en sus filas a nu- merosos zapatistas, muchos campesinos habian participado acti- yamente en los mavimientes armados dirigides por Jaramillo en " fn las elecciones presidenciales ne le recongcieron al general Henriques 579745 votws que representaron el 15.874 de tos votas emitidos en el pais. 13 Bn junia de 1952, un dirigente jazamillists, Pedro Garcia Veldzquez, fue se cucstrado junto con stro viejo veterano zapatiats, Late Olmeds. Ene] mismo co che en donde log Ueraban can los ojo vendados fueron apufialadas y arrojadgs aun lado dé la carretera, aa altura de Ozumba, Ustada de Mexico. Don Luis sme | Pera Podre Garcia pude sobrevivir. A otro dirigente, después de torturarla, le comaron 125 plantas de los pies y le obligaron 4 carninar sobre Ise piedras de la via del fertocarril; cuando ne lograron hacerla caminar tas, lo remataron, Es: tas y Otras historias son relato comin de las crimenes cometides en contra del faovinniemto jaramillista. Renata Ravelo, op. ar. pp, 120-132, ye HUBERT C. DE GRAMMONT 267 Ja década anterior, Préepararon Gon cuidadeo la insurreccidn, reor- ganizando clandestinamente sus fuer2as militares en nurnerosos pueblos del catado. No se trataba de levantar un movimiento ar- mado nacional sino de una accién de defensa armada, impuesta por te fuerza de la propia represién gubernamental El objetive principal del levantamiento conjunto era atacar sor- presivamente en decemas de poblaciones a fuerzas policiacas y del ejércite para proveerse de armas. En Morelos se incluyé en- tre los objetives militares a la cidad de Cuernavaca, donde se debian ademas liberar a los presos retenidos én la penitenciazia. El general Henriquez tevo conocimiento del intento insurrec- cional ¥ lo desactivé; Rubén Jaramillo se vic obligado a detenerlo también en su estado, pero cuando ya era demasiado tarde. Se lievaron a cabo algunas acciones, conforme a lo planeado, en un buen numero de pueblos de Ja entidad. Se asaltaton Ios puestos de policia ¥ se cortaron lineas teleftmicas. La presién 9 se hizo esperar ¥ conté entre sus condiciones de eficacia el hecho de gue él movimiente se hadia desorganizado en el Ultimo momento. En los demas estades no cugjé ¢l intento insurreccional. Después de este fracaso Jaramillo se vio obligado a mantener- se en Ja clandestinidad. Organizé un grupo armado secreto que debia desempefiar dos tareas fundamentales para proseguir la Incha en condiciones adversas. La primera era ja anodefensa armada de las puehios; la segunda, la protecci6n del macleo de dirigentes pata que pudieran seguir con su tarta de propaganda, orientacién y arganizacién politica de los puebios, Fue asi como log jaramillistas lograron participar desde la clandestinidad en lu- chas por la tierra, como en Ahuatepsc, en la lucha caijera del in- genio de Zacatepec, o en las luchas de los pueblos en contra de los cacicazgos. Ocasionalmente, Ios alzados se refugiaron en co- lonias populares de la ciudad de México donde establecieron con- actos Con militantes del poo, con gindicaligtas y dirigentes de or ganizaciones populares.!* La pertnatiencia dé) movinniento, a pesar de Ja persecuciin de sus miembros y del constante hostigamiento de las Areas carmpe- Sinas disidentes, 3¢ debié a su profunde araigo popular. Era la tmisma gente de ios pucblos la que buscaba a Jaramillo para pe- 'S By particular en la colonia Mozelos y La Malinche, Conocieran, entre otros, al dirigente. comunista Dionisio Encinas. Estos oortactos fueron importantes én ts ultima fase de Ja vida de Jaramillo, después de su segunda indulta en 1958. 268 JARAMILLO ¥ LAS LUCHAS CAMPESINAS dirle su apoyo, y¥ la que en forma espontanea sostenia, cuidaba e informaba a los jaramillistas de todo In que pasaba en el estado. En 1956 se increment la persecucién. El gobierno parecia dis- puesto a desplegar todas las fuerzas militares necesarias para aca ‘bar con este grupo de hombres irreductibles, convencide de que muerto él dirigente se terminaria el conflicto. En marzo, Jarami- fle se trasladé con quince hombres hasta los canaverales de Fl Higuerém, cerca de Jojuva, para apoyar la lucha de los caferos. Se pensaba en la posibilidad de secuestrar al gerente del ingenio, Eugenio Prade, que ademas de la fuerza piiblica contaba con nu- merosos pistoleros a sueldo.** Sin embargo, traicianados por un “soplén” del ingenio, Heriberto Espinoza, alias "El Pintor’, fue- ron cercados por el ejército que prendié fuego a los canaverales donde se escondian. Dos jatamillistas fueron asesinados; los de- mas lograron esconderse en los canales y luego atravesar cl cer co tendido por cientos de soldados que bloqueaban los carapos. y las carteteras. Fueron arrestados unos 80 cafieros ¥ cortadores que se consideraron simpatizantes del dirigente. Los jararnillis- tas perseguidas lograron regresar al campamento que cenlan desde un afio atras en la regitm de Amatlan, pero a los pocos dias fue- ron localizados y cercadgs por el ejército, én uma operaciin en que no se legrs detener al mucleo basico de los rebeldes. Esta vez el grupo tuvo que dispersarse. Jaramillo, acompatiado com unos cuantos hombres, se refugié en la region de Tetelcinga donde re- cibié ef apoyo de la poblacién y de los vecinos de Cuautlixco, Ru- ‘bén pasé la mayor parte del afio de 1957 en la ciudad de México, donde recibié apoyes importantes de muchos amigos y simpati- zantes. En 1958 Lopez Mateos ofrecis la armmist{a a Jaramilio ¥ sus se- Buidores. Acepté el dingente y con ello abandoné por tercera vez Ja tlandestinidad.!” En pocos meses reorganizd el movimiento morelense en sug tres frentes: la dermocratizaciGn de los ejides, la lucha cafiéra y la lucha por la tierra. 16 Nombrado por Miguel Alemdn gerente del ingenio de Zacatepec en 1949, Eugenio Prada s¢ hizo inmansamente rico gracias al manejo caciquil del ingenio. Se le sefiala como autor intelectual de numerosos asesinatas, incluyendo el de Rubén Jaramillo y sv fanuitia 1? Se te ofrecié una plaza de promotor de ta cemsa. Algunos 62 sus compaiieros Je advirtieron que no devia confiar en Ie armnistia HUBERT C, DE CRAMMONT: 289 LA DEMOCRATIZACION DE LOS BJIDOS Y LA LUCHA CANERA Por acuerdo del Presidente de la Republica, Jaramillo fue nom- brado delegads especial de la cnc en el estado de Morelos. Esto le dio grandes facilidades para supervisar los procesos de eleecién de los comisarios ejidales y favorecer la realizacion de elecciones democratitas én pueblos tradicionalmente dominados por los ca- ciques. Aprovechande esta coyuntura favorable, muchos jarami- llistas se afiliaron entonges a la central gubernamental. En el si- guiente Congreso de ia Liga de Comunidades Agrarias del estado, Francisco Hernandez y Hernéndez, dirigente de la cnc, tuvo que maniobrar para impedir que Jaramillo quedara como secretario general del organismo.!® En el sector caiiero, el control de los comisariados ¢jidales era especialmente importante dado que, de acuerdo al estatus legal de conpetativa de! ingenio, los comisarios pertenecian pot dere- cho al consejo de administracion. No habia fraude posible —desde. el otorgamiento del crédito, el peso correcto de la cafia, el con- trol de los gastos, hasta la liquidacién de las panancias de cada cafero— si no s¢ controlaba a los comisarios ejidales. Obviamen- te los jaramillistas prestaron especial atencién en impulsar elec- ciones democraéticas on Jos ejidas cafieros, llegando a recuperar 16 comisariados.'9 Fue en ese momento cuando se decidié crear un Comité de Defensa Cafera, con la idea inicial de integrarlo en forma mixta, con representantes cafieras y obreras del ingenio. No obstante, estos Wtimos, organizados bajo el contra! de la crm, no acepta- ron participar en el proyecto. Constituido entonces sdlo por ca- fieros, el Comité se dedicé a preparar una asamblea general para el dia 2 de noviembre de 1958. Las presiones desde arriba no a6 hicieron esperar para impedir la realizacién de la misma. El go- bernador del estado mandé Namat a Jaramiile antes del evento para pedirle que desistiera. Fl intenio del funcionario constituyd um totnde fracaso. De alli Rubén ¥ sus acompafiantes se trasladaron en camione- tas a Zacatepec, Miles de campesinos les esperaban. Habia entu- siasmo, recibieron a sus dirigentes con flores, Se habia contratade aun fotario piblice para dar fe de la asamblea, El punto princi- 25 Renato Ravello. op. cit.. pa. 152-155. 13 Ibid. p. 56. gd 270 JARAMILLO ¥ LAS LUGHAS CAMPESINAS pal fue 2} enjuiciamiente de! gerente, Eugenio Prado, Llovieron las acusaciones, (rohernacion habia mandade su propio represen- tante a la asamblea perc también ef gerente tenia alli a sus pisto- leros y a la policia judicial del estado, dirigidos por el capitan Mar- tinez y “El Pinter”, Finalizada la asamblea imtentaron, en vano, embostar 4 Jaramillo. Este, protegido por su gente, escapd rambo a Cuauda. A partir de ese dia ei comité se declaré en sesion permanente para recihir las quejas de los campesinos y cortadores y para ela- borar un pliege petitorio de todos los ejidos que acompafiaria 21 acta notariada de la asamblea. Diariammente habia cientos de per- sonas frente a las oficinas del Carité. Con el acta nowariada de la asambla acompafiada del pli¢go patitorio de los ejidos ef Comi- té de Defensa Camera gestions la destitucién del gerente en la Di- reccién de Fomento Cooperative de Ja Secretaria de Industria y Comercio. La influencia de Eugenio Prado llegaba hasta las oficinias prin. Gipales de la Direccién de Fomento Cooperative y a pesar de las evidencias presentadas, 10 se emprendié ninguna accion en con tra suya. Se traté de darle carpetazo al asunty a través de una far- sa de investigacién en Ja que se concluia que el ingenio estaba bien administrado. Para presionar mds los cafierns pararon el cor- te. Interviniexon inmediatamente el ejército, la judicial y los pis- toleros de La adininistracién. Finalraente, frente ala decision y la amplitud del movimiento, Eugenio Prado fue destituido, aunque nunea bajo las penas y condiciones legales planteadas por los cafieros.** La LUCHA POR LA TIERRA?! En Morelos los gobiernos de Cbregén y de Calles se vieron obli- gados a legalizar la tenencia de la terra ya que log zapatistas se hhabian apropiade de los latifindios. Eu les afies cincuenta, va- tios inversionistas empezaron a camprar tierras a los campesi- nos para llevar acabo proyectos turisticos, aprovechande el cli- 2 rid, p. 167. © La informacion de ese inciso provicns ssencialmente de Renato Raveld, op. cit, pp. 168-186 HUBERT C. DE GRAMMONT: mm ma de) estado ¥ su cercania al Distrito Federal. Lo particular de esta situacion era que los campesmos se enfrentaban ahora a un enemigo atin mds poderose que los caciques tradicionales de la regidn: la gran burguesia financiera.” Hacia 1958 un grupo de inversionistas quiso crear una zona de granjas residenciales en los Nanas de Michapa y del Guarin. Mas de 24 rail hectareas controladas por los ganaderos de Puente de Ixtla y de Tetecala, pero atravesada por el rio Amacuzac que podia dar bastante agua para trensformarias en tierras de riego. Probablemente para simular un reparto y quitarse de encima a Jos ganaderes locales, 6] Departamento Agrario facilité la orgam- zacion de un grupo de campesinos pata pedir estas Herras. Em- pezaron las gestiones hasta que pn dia el propio Departamento Jes anuncid que nie 6e les iha a dar la tierra pero “que alli podyian encontrar trabajo”? Los campesinos, sorprendidos por la manio- ‘bra, no lo entendieron asi y fueron a pedir ayuda a Jaramillo. Ya en manos de Jaramillo los tamites siguieron adelante. Al cabo de poco tiempo la tramitacién de las tierras quedé defimiti- vamente bloqueada. Entonces los campesinos decidieron invadir. La toma de las tierrag se inicié con unas mil personas, pero luego. el ndmero crecié considerablemente. Fl gobierno presionaba a Rubén para que abandonata ia invasidn prometiéndole que el asunto se iba a resolver en €) tetreno legal y, en esta ocasién, por primera vez, el viejo dirigente le hizo mas caso al gobiemmo que a los campesinos armados. Su prestigio era tal que la gente se re~ diré del predio. Los ganaderos mandaron quemiat y arrasar las ca- sitas que habian dejade los invasores. Pasaron meses pero el trdmite lega) no avanzaba. Un ato des- pues de la primera imvasién los campesinos decidieron tomar otta vez Ja tierra, y Rubén los siguid. Jaramillo pensaba en la neces dad de crear una experiencia socialista, wna Commnidad donde el trabajo fuera colective, donde la mujer participara en ¢] traba- jo productive, donde no hubiera “ni cantinas con mujeres m1 can- tinas con bebidas”,* donde no hubiera comercic, donde el tra- ajo y el fruto del trabajo fuera de todos. Viejo suefio del socialismo utépico decimonénico. "Enter estos inversionistas se enconlraban Agustin Legorzeta, Miguel Ale- man Valdés, Aliredo del Mazo, un norteamericano de apellide Stoner, el propio Eugenio Prado ¥ el aueco Alex Wener Green. 2 Se prevefa la posibilidad de beneficiar a 6 100 carngesinos sin tierra. * Renato Ravelo, op. cit, p. 178. ee ma JARAMILLO Y LAS LUCHAS CAMPESINAS Una ver mds el ex gerente de Zacatepec, Eugenio Prado, se en- frentd a los jararnillistas, Siempre en contubernio con la policia judicial del estado y con gente a sueldo, dirigidos por ei capitan Martinez y “El Fintor”, empezaron a hosiilizar 4 los invasores ¥ blogusaron las entradas para impedir el paso ala gente que tralia alimentos. Rubén Jaramillo opté por it a México a pedir un am- paro y buscar salidas legales al problema. Dejé Ja orden de no en- frentarse eh caso da desalojo, escogié un pequerfio grupo para que jos acompafiara y salié de noche del predio, entre las lineas de soldados. La ausencia del lider alentd la entrada del ejército, que en menos de 24 horas desalojé a los campesinos y arresté a los dirigentes. Jaramillo intenté sin éxito entrevistarss con el presidente de la Republica. Meses después, en un iiltime intento, aprovechsé la asistencia de Lopez Mateos a la inauguraci6n del mercado de la colonia Malinche, en 1a cmdad de México, para entregarle un documento en el cual pedia la solucién ala demanda de tierras del Guarin y Michapa. Ne obstamte, ese mismo dia era allanada Ja casa donde Ruben se hospedaba en la capital, y la judicial fede- tal detenia en otra parte a los integrantes de la comisién campe- sina que acempafiaba a Jaramillo. Frente ale cerrazén del gobierno y a los atropellos cometidos, algunos de Ips colaboradores cercanos a Jaramillo lo presionaron para que represata a la clandestinidad. Ya eva evidente a esas al- turaé qué el presidente de la Republica no estaba dispueste a sos- tenet la palabra empefiada cuando otorgé la ammnistia a los cam- pesinos y declard que respetaria su organizacion y $0 lucha. LA CREAGION DE UN NUEVO PARTIDO, PERO ;DE QUE TIPO? Muchos compatierus cercanos a Jaramillo desconfiaron de la am nistia prometida por Lopez Mateos. Con los hechos flagrantes de la represion y hostigamiento pubernamental contra el jaramillis- mo éstos volvieton a insistir con frecuencia para que mo 8€ con- fiava én lag supuestas parantias ofrecidas por el Presidente. Bajo estas condiciones, nacié en algunos jaramillistas la idea de crear un nuevo partide que combimara las diferentes formas de lucha que conformaban Ja amplia experiencia del movimiento: ¢] par tide legal dirigido desde la clandestinidad por su direecion poli a HUBERT ©, DE GRAMMONT 373 ca y protegido por eu brazo armado, el nticleo de autodefensa, Los campesinos morelenses tenfan experiencia en ambas for- mas de lucha, pero habian pasado sucesivamente de la lucha Ie- gal ala lucha armada de acuerdo a las condiciones de represién impuestas por e] gobierno y los caciques. Ahora se queria combi- nar en un aparato organizative mds complejo los dos tipos de lu- cha para detenet con mayor eficacia la represién y ganar flexibi- lidad operativa. El partido debia participar en lag luchas populares, apoyarlas para dazles dixeccién politica, pero la direccién politica junto con el ndcleo de defensa armada debian ser clandestinos. Se conce- pia al partido como el lugar donde debian foguearse los militan- teg én estrecho contacto con el pueblo, y el semillero del que de- bian salir los mejores partidarios para incarporarse a la direccién politica clandestina y a la lucha armada. Jaramillo escuchaba esas ideas y simpatizaba con ellas. Des- pués de los acontecimientos ocurridos el dia que trato de entre- vistarse con el Presidente en el mercado de La Malinche parecié inclinarse a favor de ellas. Regresé a su casa de. Tlaquikenango y mando llamar ¢ compatieros de confianze para hablar con ellos. Tal vez dudaba atin, queria consultar, conocet otras opiniones an- tes de dar el] paso decisive. La decision era dificil de tomar. Por un Jado su experiencia, la de los campesinos dei sur, 10 llevaba hacia la necesidad de man- tenerse constanteniente en armas, aunque fuera para no dejarse matar por los caciques. Sin embargo, las limitaciones de la lucha armada eran obvias. El y sus mds cercanos seguidores tenian la experiencia de afios de lucha en la clandestinidad sabian de las limitaciones politicas y organizativas que habian tenido en esas condiciones para dirigit las luchas de jos campysines. E) misrno rao, la principal fuetza electoral de la entidad, se habia desba ratado @ causa de la clandestinidad de sus dingentes. Los tres pe- tiodos de autodefensa por los cuales atravesaron 1os jaramillistas permitieron salvagnardar la vida de sus dirigentes, sin duda, y a le largo de estos peligrosos periodes habian recibida el apoyo de 2 Ideas de indloencia mavista pero que correspondian también a la experien- cia propia de décadas de lucha de los campesinos. Son Genare Vaequez y Lucio Cabatias, en el estado de Guerrero, quienes, en la década de los sesenta y princi- pio de los setenta, llevaren a caba con mayor amplitud fa idea de este nuevo pat- tida que interitaba combénar la lucha ammada (la Brigacs Campeeina de Ajusticia- amienito} can la Tacha legal (¢1 Partido de Jos Pobres), a a4 JARAMILLO ¥ LAS LUCHAS CAMPESINAS. amplias capas de la poblacién, pero ;cudntos campesinos no cream qué eran bandides, rohavacas, tal como 1o afirmaban los periédi- cos? ,Acaso no habia tenido que recorrec los pueblos del estado después de la amnistia de 1958 para hablar con la gente y con- vencetla de que no eran gavilleros? Jaramillo sabia que todos los intentos para coardinar las accic- nes armadas en varios estados habian fracasado. No olvidaka la desastrosa experiencia del 4 cde octubre de 1952. Todavia en 1957 habian intentado, en balde, coordinar sus esfuerzos con grupos campesinos de] sur, de Puebla y Guerrero, para participar en el levantamiento que debian Nevay a cabo las Fuerzas Leales del ge- neral Gasca.2* Conocia el tragico final de los campesinos que si- guieron la aventura gasquista hacia apenas unos meses. Para ingresar ala Unidn de Federaciones Campesinas de Mé- nico (fuerzas campesinas de la Federacién de Partidos del Pueblo Mexicano del general Henriquez), muchos grupos campesinos se habian salido de Ja cxc, pezo después del fracaso de) henriquis- mo también muchos habian regresado a sus fitas. En junio de 1957 Ja ene habia anunciada ciunfalimenté que “cien mil agricultores qué én afios pasados abandonaron la Confederaciér. Nacional Campesina por motives politicos y que militaban en grupos di- verses, especialmente en la Federacién dé Partidos de] Pueblo, han retornado a esta Central’.?” Se mencionaba a grupos campe- sings de Veracruz, Baja California, Qaxaca y Colima. Desde la invasion de las tietras del Guarin y Michapa, Jarami- lo habia planteado con insistencia la necesidad de llevar a cabo un ensayo socialista en una regién siguiendo el ejemplo de las zonas liberadas donde gobernaba e] Ejército Rojo chino. “Ya te- hemos el terreno donde podemos empezar”, decia Rubén.* Ea- © Lag Fucreas Lealts dingidas por Gasta constimyeron Ja centinuaciin del mowirment dé la Federacion de Partidos del Pueblo Mexicano cuando el general ‘Henriques fuc derrotado on las eleeciones de 1952, El general Gasca, corcano co laborador de Henriquez, prevendié entonces retomar el programa agrario de la repay levantar In lucha armada generalizada de los campesings. Desaués de pos- Boner varios afios la inserzeccion, decidié que ef levantamiento Gebia Nevarse acabo el 15 de septiembre fe 1961. Cinco dias antes Gasca fue arrestado con sus colaboradares, y los grupos campesinos conrprometides con el levantamiema fue- ton violertamente reprimidos, Véase Martha Terém, “El levantamiento de los gam- pesinos gasquistas’, en Cuadernos Agvaries num. 10-11, México, 1980; Armando Berta, Los herederas dt Zapata, México, Era, 1885 ” armando Barra, op. cit, p. 38, y Sxedlsion, 28 de junio de 1957. 38 Renata Ravelo, ap. oir, p. 180. HUBERT C. DE GRAMMONT ws to no se podia hacer desde la clandestinidad. Por 1 lade de Ja lucha legal se estaban abriendo nuevas pers- peciivas. Unos meses atras, el 20 de abril de 1961, 300 delegades campesinos de toda la Republica se habian reunido en Zamora, Michoacan, y habian decidido crear una nueva central campesi- na independiente (la cc). Esta tueva central estaba promovida por el Movimiento de Liberacidn Nacional, frente politico de iz- quierda que retomaba fas demandas del pucbla trabajador en con- tra del pm: libertad sindical, autonomia de los ejides, reparto agra- rio y democracia. Las mismas demandas por las cuales luchaba el paom y los jaramillistas. La principal Rgura politica de este fren- te era nadie mas ni nadie menos que el general Cardenas, Se ha- bian ya realizado asambleas en varios estados para preparar el Congreso constitutive de esta central, una de ellas en Morelos. Importantes dirigentes campesinos de otros estados, como Gena ro Vazquez dé Guerrero o Hertherto Jara de Veracruz, lideres obre- ros y¥ del magisterio que Wevaron a cabo las grandes huelgas de 1958, participaban en el proyecto. Simpatizantes de los jarami- llistas eran dirigentes del mix y promovian la creacién de la cen- tral campesina. Es mds, ¢] propio Partido Popular, que en otras acasiones habia pedide por la voz de su periédico “la persecucién de este individuo [Rubén Jaramillo] con todo el rigor necesario y hasta el fin",?? se habia adherido al sain, Jacinto Lopez, el gran dirigenre de la ucocm, también se proclamaba en esos dias a fa vor de la ca. E] gran proyecto de una nueva central campesina independiente se estaba gestando, ;Era correcta en estas condi- ciones pasar a la clandestinidad?, zno era romper con le posibili- dad de integrarse ala Central, de participar en la creacidn de una gran organizacién campesina independiente? Las respuestas que- davon én el aire. El 23 de mayo de 1962 judiciales y soldados dirigidos por el ca- pitdn José Martinez y "El Pintor’ sitiaton la casa de Jaramillo con lujo de violencia. Alli detuvieren a Rubén y a su familia para Ne varlos a las ruinas de Xochicalco, donde fueron friamente asesi- nados. Cuando conocid la noticia, Lazaro Cardenas escribié en sus Apunies: * Citado por Froylén ©. Manjarres, Ruben Jaramilla, awsobiografia y asesinato, México, Nuestra Tiempo, 196, p. 139. 26 JARAMILLO ¥ LAS LUCHAS CAMPESINAS El brutal asesinato det lider Rubén Jaramillo, su esposa, sua dos hijas- trés y 60 sobrino, en Xochicaleo [es] una mancha singrienta que empa fia La obra del presidente Lomez Mateos y no podrd ser limpiada hasta que se haga justicia y se castigué cjenoplarmente 2 tos autores del incali- ficable crimen que ha conmovido al pats. Nunca se hizo justcia,

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