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SO Crete es ere nm a oe Ce Meee oa ie cia mistica de Karl von Eckarhausen, filésofo del siglo pest MRM cn ene mC Rs OI misterio divino. Estas cartas, que sitvieron como manual Pere ee tr oie Oma Orden Rosacruz de la época, nos muestran el camino de la elevacion de la conciencia por encima del ego personal, Pernt One sere aCe ue tay Poneto crt eee Run Rene Peter Cente eMENSS CCTs ees Per reenter seer e SOB cr SUC eu igs ere chor eres Un et OR Us ca en contraron. Escritas en un estilo delicado y exquisito, estas Pee een n tet rek ea eC rd Peers Renn tetas (cn ores ee ere ete ee Cee eke ee ar acd y Mistica Orden de la Rosa-Cruz, esta edicién cuenta con Mrrinterr teta steer tee tre ez tee en Reet rire etn ere Ue Mico ‘a la comprensién y a la profundizacién de su significado. Axes Rosacruces, SL 1) See Cartas Rosacruces Las siete puertas del misterio divino | Correspondencia Mistica de Franz Karl Friedrich von Eckartshausen | Comentada por Zalburis, FRC, SI Cartas Rosacruces Las siete puertas del misterio divino Ediciones Rosacruces, SL ae Ediciones Rosacruces, SL Apdo. de Correos 199 08140 Caldes de Montbui Barcelona (Espaiia) © de la Orden Rosacruz AMORC Gran Logia Espaitola ISBN: 9788495285478 Depésito Legal: B-30964-2012 Impreso por: Publidisa Primera Edici6n: Noviembre 2012 Barcelona (Espaiia) Coleccidn Rosa-Cruz www edicionesrosacruces.es info@edicionesrosacruces.es No esté permitida la reproduccin total 0 parcial de este libro, ni su tratamiento informatico, ni la transmisién de ninguna forma o por cual- quier medio, ya sea electrnico, mecénico, fotocopia, registro u otros métodos, sin cl permiso previo y por escrito de los titulares det Copyright Dedicado, con respeto y gratitud, a los Rosacruces del pasado, del presente y del futuro. oO Indice Indice Prologo ... 13 Primera Carta... 35 Comentarios a la Primera Carta 45 Segunda Carta ... : une St Comentarios a la Segunda Carta ..... we 61 Tercera Carta Comentarios a la Tercera Carta 81 Cuarta Carta Comentarios ala Cuarta Carta 105 Quinta Carta... 111 Comentarios ala Quinta Carta . 127 Sexta Carta 133 Comentarios a la Sexta Carta ..... . 149 Séptima Carta ..... 155 Comentarios a la Séptima Carta 169 Fr Prdlogo Instrucciones de un Fildsofo Desconocido aun Hombre de Deseo Prélogo Instrucciones de un Fildsofo Desconocido aun Hombre de Deseo «Pues el libro en el que reside todo secreto es el hombre mismo: él mismo es el libro de la esencia de todas las esencias, pues é! es la semejanza de la divinidad; en é! reside el Gran Arcanum, que sdlo puede revelar el Espiritu de Dios» Epistolas Teosoficas: 20, 3 Jakob Béhme La presente recopilacién de correspondencia es conocida como «Cartas Rosacruces», tal como lo indica la breve introduccién de la versién castellana de la misma: Las Cartas Rosacruces jugaron en su momento el papel de «manual de iniciacién» de los Hamados por la Orden Ro- sacruz de Europa para integrarse en sus filas. Prueba de ellos es que fueron redactadas en los primeros idiomas de la Orden: alemdn e inglés. Las Cartas Rosacruces eran la guia espiritual bésica de todo recién iniciado en el primer Grado de los misterios de la Orden; en ellas se condensa- ban las nociones fundamentales que debia comprender, y 15 llevar a la préctica, todo neéfito, si queria ascender con éxito los peldafios de la progresién mistica. En definitiva, puede decirse que el texto instruia en lo arcano a quienes habian sido escogidos por la pureza de su corazdn y su potencia espiritual. Por esta razén, quizd, el primer y mas importante consejo que se da al lector es que para ser cientifico es preciso ser previamente virtuoso, es decir, que para recibir Ia luz divina en el corazén y comprender los secretos divinos, es condicién sine qua non haber penetra- do en los dominios del Seftor Todopoderoso. Sin compren- der esto con el corazén, no se puede iniciar fa larga y tor- tuosa andadura de la transmutacién del individuo. Con el fin de aportar un referente histérico a estas epistolas redactadas por auténticos fildsofos de la unidad, dejo la referencia de que aparecieron publicamente por vez primera en la revista «The Theosophist» en sus publi- caciones de julio a diciembre de 1887, correspondientes a los volimenes 8 y 9, en los cuales el editor indica: «El Dr. Hartmann nos presenta su serie de “Cartas Rosacruces” que corresponde a extractos de los documentos de Karl von Eckartshausen». Franz Karl Friedrich von Eckartshausent es un pilar, fundamental para entender el pensamiento teosdfico aleman generado por una organizacion de misticos que desde 1625 toman el nombre de «Société des Philosophes Inconnus», es decir «Sociedad de los Filésofos Desconoci- dos». Ya desde ese afio circulaba en Europa un opusculo titulado «Un Aureo Tratado sobre la Piedra Filosofal» cuyo autor firmaba como «un Filésofo Desconocido, todavia viviente, para ensefianza de los nifios y para conocimiento 16 de los Hermanos de la Cruz de Oro» con lo que se de- muestra que la denominacién era ya empleada antes de 1643, La palabra «Filésofo» en este contexto no tiene relacién con los graduados de alguna Facultad universita- ria de Filosofia, sino por el contrario, se restituye el senti- do medieval del término como «Filésofo del Fuego», es decir, Alquimista. Son numerosos los testimonios impresos que ilus- tran la existencia y las actividades de los Filésofos Desco- nocidos durante los siglos XVII y XVIII: En el afio 1646, el abad de Notre Dame de la Chapelle y obispo de Bellay (Francia) Hermano Dom Jean-Albert Belin publica su libro Les Aventures du Philosophe Inconnu en la Recherche et en I'invention de Ia Pierre Philosophale (Las aventuras del Filésofo Desconocido en la investigacién y la invencién de la piedra filosofal) editado en Paris por E. Danguy. En 1673, el alquimista anénimo que se ocultaba bajo el seudénimo de «Atremont» publicé el libro Le Tombeau de la Pauvreté dans lequel il est traité clairement de la transmutation des metaux et du moyen qu'on doit tenir pour y parvenir. Par un Philosophe Inconnu en faveur de ses amies particuliers (La Tumba de la pobreza en la que se trata claramente la transmutacin de los metales y los medios que hay que tomar para llegar all. Por el Filésofo Desconocido en favor de sus amigos especiales). En 1691 fue publicada en Paris la obra de Alexander Sethon «el Cosmopolita» titulada Traités du Cosmopolite nouvelle ment découverts. Ou aprés avoir donné une idée d'une société de philosophes, on explique dans plusieurs lettres v AUREUS TRACTATUS PHILOSOPHO.- RUM LAPIDE. AB ADRVC PiVENTE , SED ANO- yrs Plilofipho Germarice on lacernemifit, use anrem Latiratate donate. FRANCOFURTI, Apud Hew ANNUM a SANDED A DC LkXvH. 18 de cet auteur la théorie et la pratique des vérités herméti- ques (Tratado de un Cosmopolita, recientemente descu- bierto. Que, después de dar una idea de una sociedad de los filésofos, explica en varias cartas de la teoria del autor y la practica de las Verdades herméticas). En el afio 1763, aparece el Traité d'un Philosophe Inconnu sur I'Oeuvre Hermétique. Revue et elucidée par le disciple Sophisée sous les auspices (sic) des Cohernistes Philovites et Crisophilos (Tratado de un Fil6sofo Descono- cido sobre la obra hermética. Revisade y aclarado por el discipulo Sofista bajo los auspicios de Cohernistes Philovi- tes y Crisophilos). En 1788, en el primer tomo de las Geheime Figuren der Rosenkreuzer aus dem 16ten und 17ten Jahrhundert (Los Simbolos Secretos de los Rosacru- ces de los siglos XVI y XVII), publicadas en Altona, aparece un «Discurso de un Filésofo Desconocido (Unbekannten Philosopho) dedicado a la Fraternidad R+C». En 1790, el alquimista Duchanteau publica Le grand livre de la nature ou I'Apocalypse philosophique et hermétique en cuya por- tada se aclara que dicha obra fue «revisada por una So- ciedad de Filsofos Desconocidos» y que su contenido se refiere «a la Filosofia Oculta y a la Sociedad de la Ro- sa+Cruz». Durante el siglo XVill la actividad de la Sociedad de los Filésofos Desconocidos en toda Europa fue intensa y semipublica. Grandes personalidades decoraron sus fi- las: el principe Christian von Hesse, el principe Alexis Bori- sowitz Galitzin, los hermetistas Duchanteau y su discipulo el conde Saxonius Comneno, testimonio vivo de la alianza multisecular existente entre la Sociedad de los Filésofos 19 ‘LE GRAND LIVRE “LA NATURE L’APOCALYPSE PHILOSOPHIQUE ET HERMETIQUE OLVRAGE CLAIEUN cians lequel on Waite de ta Philosophie Ossulte, “deTintelligence des Hetoglypbes depancie siete den Frere dz Ia ROMEO, jon dev roectaus. et de br comunsmicatios 4g tse avec er Gres supetieurs et Intermec ence thier le Grant Architecte. Vi pax owe Sonne 6 P ter wane fan Dons eeruis 170 Ae Mins er oe Cotrmiwenie ne 4 Vist. Save, nen et eon, aegmante Foe les ‘Por OSWALD WIRTH PARIS LIBRAIRIE DU MERVEILLEUX r-ougous guzasens 1910 20 Desconocidos y la Casa de los Comneno. Frederik Gottlieb Ephraim Wiesse, bajo el seudé- nimo de «Magister Pianco», publicé el libro Der Rosen- kreutzer in seiner Blosse (Amsterdam, 1781) en el cual se referia a una cofradia de sabios a quienes llamaba «Supe- riores Desconocidos» (Unbekannten Obere) quienes se organizaban en pequefios circulos. Seguin Wiesse «quien quiera ser iniciado y admitido en sus secretos debe ser un hombre de honor y de un verdadero poder espiritual. ‘Ademés, debe poseer un considerable conocimiento, pues sélo se aceptara a aquellos de quienes se puedan esperar grandes servicios para la Santa Fraternidad». Luego agre- gaba que «los iniciados usan el doble triéngulo, simbolo de las tres cualidades de Poder, Sabiduria y Amor. Los Maestros del segundo grado o Segundo Secreto son Maestros en el conocimiento de la Naturaleza, de sus fuerzas y de sus reinos. Se los llama Filésofos 0 Sabios de! Mundo y su ciencia es la Sabiduria Universal, (la Sabiduria Universal aludida era la «Pansophia» a que se referfan los antiguos Rosa+Cruces en sus manuscritos). Estos Sabios se ocupaban de sus cosas en secreto. Nadie sabe dénde se retinen ni lo que hacen. Poseen, ademés, una ciencia se- creta que es conocida solamente por los més altos entre ellos a quienes llaman Magos, Magicos 0 Sabios Maestros, los cuales ensefian al pueblo artes divinas. Pueden hacer cosas que parecen sobrenaturales...» En Francia, la Sociedad de los Filésofos Descono- cidos se manifest6 como tal hacia 1646 y habria desperta- do las resistencias de ciertos sectores catdlicos impregna- dos del naciente espiritu moderno y racionalista para a quienes las doctrinas tradicionales y esotéricas eran ya incomprendidas y por ende se convertian en sospechosas. Seria necesario esperar al préximo siglo para que naciese el «Philosophe Inconnun, el Filésofo Desconocido, Louis Claude de Saint Martin. En tierras germénicas, las actividades esotéricas de la Sociedad de los Fildsofos Desconocidos dedicadas especialmente a la Alquimia cristiana, produjeron un gran florecimiento de espiritus selectos entre los siglos XVI y XVIII. Entre otros grandes iniciados se destacaron espe- cialmente: Heinrich Khunrath (1560-1605), Jakob Bohme (1575-1624), Georg Gichtel (1638-1710) y Rudolf von Salzman (1774-1871), Johan W. von Goethe (1749-1832), el mencionado marqués Louis Claude de Saint Martin (1743-1803) y Karl von Eckartshausen, (1752-1803). De esta forma, este recorrido por la literatura de los fildsofos que han decidido pasar desapercibidos a los ojos de los profanos, nos permite unir a Jakob Bohme, uno de los més grandes y profundos tedsofos, con Karl von Eckartshausen, autor de Las Siete Puertas del Misterio Divino, o Cartas Rosacruces. Eckartshausen y Bohme son dos agentes de esa Hermandad Rosacruz que con su en- sefianza nos dejan un legado a todos los hombres de de- seo en busqueda de la reintegracion, Asi pues, las siete puertas que nos presenta la compilacién de correspondencias de Karl von Eckartshau- sen nos lleva de la mano a navegar en el misterio de la Sabiduria Divina para luego darnos el medio practico para aproximarse a la luz, que nos permitiré dilucidar con clari- 2 dad entre la verdad absoluta y la relativa, la cual es posi- ble gracias a la doctrina secreta que nos depara el camino de la Rosa-Cruz, por medio de las ensefianzas de los adep- tos; en este punto las dos tiltimas cartas nos muestran las experiencias que el mismo Eckartshausen ha pasado en este sendero y nos comparte una carta recibida en la que le explican qué es “el Circulo interno de los Hermanos”. las ensefianzas vertidas por Eckartshausen nos permiten adentrarnos en los arcanos ancestrales de la iniciacién del coraz6n, la via cardiaca predicada por el Fi- lésofo Desconocido, Louis-Claude de Saint-Martin, en El Hombre Nuevo: «Aunque el hombre haya nacido para el espiritu, no puede sin embargo gozar de sus dulzores y de las luces del espiritu mis que en la medida que él co- mience a hacerse espiritu. He ahi porqué la sabiduria acti- va e invisible hace descender continuamente su peso sobre el hombre, a fin de que retina sus fuerzas y sus principios de vida espiritual. Ademés, esta sabiduria activa ¢ invisible no hace descender su peso sobre el hombre sin verter en su coraz6n algunas de las influencias vivas de las que ella es drgano y ministro, y entre las cuales hace eter- namente su morada. Cuando ha preparado asi al hombre, y el hombre no la ha contrariado en sus deseos, entonces transporta al espiritu del hombre a la morada de esta luz, donde é1 tuvo su origen; y alli, el hombre se sacia con lar- 80s tragos de los dulzores que pertenecen a su existencia; se sacia sin turbacién ni inquietud, como la sabiduria misma, porque, por los cuidados que ella le ha procurado, su corazén se ha hecho puro, como ella, e independien- temente de los movimientos tan inciertos de la frégil rue- 2B da de los tiempos; lo superior y lo inferior se encuentran para él en perfecta analogia, siente que la paz que descu- bre en estas regiones invisibles se encuentra igualmente en él mismo; no sabe si su interior esta en este exterior divino o si este exterior divino estd en su interior; lo que siente es que todo esto le parece uno para él, que todas estas cosas y él tienen el aspecto de no ser mas que una sdla y misma cosa». Como nos aclara Béhme en Aurora (XXII, 46): «Pues no puedes decir édénde esta Dios? Escucha, hom- bre ciego, vives en Dios y Dios est en ti y si vives santa- mente eres Dios tu mismo; dondequiera que mires, alli estd Dios». Las ensefianzas que los Rosacruces de la Sociedad de los Filésofos Desconocidos nos legaran en este com- pendio iniciatico de siete puertas a siete estancias, nos llevan al septenario de Martinez de Pasqually que en su Tratado de la Reintegracién cree, como los antiguos cal- deos, en la doble influencia, bienhechora o maléfica, de los astros, en la accién predominante de los planetas sobre la vida césmica y en el papel profético de los come- tas, Pero, en virtud del principio que da a todos los cuer- pos un alma dotada de inteligencia y voluntad, traslada también al plano moral las influencias astrales que los caldeos concebian sobre todo desde el punto de vista ma- terial. «Los cuerpos planetarios superiores, mayores inferiores, estan realmente construidos de vida espiritual divina y de vida corporal pasiva. Al igual que el alma del Menor tiene por drgano al cuerpo, los Espiritus septena- rios tienen como érganos a los seres corporales» (los pla- 24 netas). Los siete principales Espiritus que el Creador ha destinado a su universo para instruir a la criatura menor e inferior de su voluntad y elevarla por este medio y por el de la inteligencia espiritual al perfecto conocimiento de las obras divinas, estén también destinados a toda la crea- cién para sostenerla en todas sus operaciones segin la duracién septenaria (7.000 afios) que Dios le ha fijado; ellos presiden como jefes las diferentes acciones y movi- mientos de todos los cuerpos y operan en favor de todos los habitantes materiales del mundo terrestre. En resu- men, la accién de los Espiritus Septenarios es doble: por el numero 3 (materia) actuan sobre las formas (accién de los, planetas sobre la vida organica); por el nimero 4 actiian sobre el espiritu del Menor; de ellos emanan a la vez el “alma pasiva” (vegetativa) marcada por el Ternario y el “alma impasiva” (chispa divina) portando el Cuaternai Sobre el numero Siete el Filésofo Desconocido dird: «Segunda potencia divina. Numero emanado del denario por 3 y 4, Numero mas que perfecto que el Crea- dor utilizé para la emancipacién de todo espiritu fuera de su inmensidad divina. Numero del Espiritu Santo, que per- tenece a los espiritus septenarios, rectores del universo. Numero del circulo de los espiritus mayores y por lo tanto numero de la reconciliacién, puesto que la potencia de accién de los espiritus mayores se ejerce sobre las formas, 3, ysobre el alma del menor, 4». Estas siete puertas son el septenario de Sophia, la Virgen celeste, por medio de la cual todo Filésofo as desposarse en el misterio de las bodas alquimicas. E! mis- terio de la Sophia en el rosacrucismo y el martinismo es 25 una herencia del Teésofo teutén, Jakob Béhme. Sophia personifica la pureza primera. Esta pureza no es tampoco la vacuidad de la Nada. En un momento en que la corpo- reidad no existe todavia, ella prefigura la pureza de un cuerpo sublime que serd el de Cristo. Sin embargo, es una pureza que es en si misma el cuerpo de Dios. A este nivel, la Sabiduria ofrece la paradoja de un cuerpo sin materia. La virginidad de Sophia esta en esta pureza primera que queda en lo absoluto, por bien que ella no sea solamente la Nada. La Virgen perfecta representa la pureza de un Dios que es a la vez Nada y Todo. Ella sera el esplendor con el que Dios se revestird como si fuera una vestimenta para ser conocido. Ella seré la Gloria en la que Dios se manifestard. Sin embargo, la Sabiduria no es solamente el cuerpo sublime gracias al cual Dios aparece. Ella es tam- bién la voluntad que manda la manifestaci6n divina desde su origen hasta su término. El cuerpo y la voluntad no son més que uno. La pureza de la Sabiduria no esté solamente en su cuerpo inmaterial, esté también en esta voluntad. Ella estd en la indeterminacién absoluta que es su liber- tad. En el pensamiento de Jakob Béhme, pocas ideas han jugado un papel més importante; hay pocas concep- ciones que hayan ejercido una influencia més importante en la posteridad. No hay otra que sea mas proteiforme. La sabiduria eterna de Béhme es un ojo? y, al mismo tiempo, el espejo en el que Dios se refleja®; el mundo de las ideas divinas,* la imagen eterna de Dios; la habitacién, el cuerpo y el habito de la Divinidad;® ella es cada una de estas co- sas y todas a la vez. Ella es, y es lo que funda la unidad de 26 la concepcién, el Objectum, el eterno de Dios en el que y por el que se refleja, se expresa y se revela. Ella sigue, por asi decirlo, la evolucién inmanente de Dios, transforman- dose con cada etapa alcanzada por esta evolucién; ella hace posible a Dios una evolucién emanante: Ella es pues una condicién necesaria de esta evolucién y, al mismo tiempo, un intermediario entre Dios y la naturaleza. Ella es también, por la naturaleza, la imagen ideal que esta (0 el Spiritus Mundi, el Amtmann, el Archeus) realiza o que tiende a realizar. Ella es su fin eterno, su Vorbild, su idea.” Jakob Béhme no explica muy bien la aparicién de esta Sa- bidurfa; evidentemente ella es coeterna a Dios puesto que sin ella Dios no seria Dios y no podria conocerse; ella es, dice, producida o expirada como el Hijo o el Espiritu.® La Sabidurfa eterna no es sin embargo una cuarta persona de la Trinidad divina, Por otra parte, Béhme la identifica en ocasiones con el Ungrund. Vemos muy bien porqué: ella es, en ella misma, tan indeterminada como este; ella no tiene (no contiene) nada, no produce nada, no engendra nada; ella es una Nada, un simple espejo cuyo objeto es el de reflejar® Aho- ra bien, en el pensamiento de Bahme la idea del espejo se aproxima a la del Absoluto indeterminado.!° Si Bahme, en su discurso, distingue en Dios la «Deidad» que es el fondo del ser divino, que no es causa de nada, inaccesible, mas alld de Dios mismo, de la «Divi nidad» que, como un espejo, refleja la «Deidad» indistinta bajo la forma de la Santisima Trinidad, es porque él com- prende que preside el origen de todo un Principio Infinito que es el nico fundamental, Principio inaccesible, verda- 27 dera «Tiniebla> a nuestros ojos. En su Mysterium Magnum, una de sus obras mas convincentes, Bohme nos explica que la Sabiduria, precisamente, es el verdadero vehiculo de la revelacién del Principio Infinito, ocupando, en este aspecto, un lugar central en el interior del movi- miento que induce al Principio en una suerte de paso que le conduce, poco a poco, de la invisibilidad a la visibilidad: «En comparacién con la naturaleza, es el Uno, y al mismo tiempo, la Nada eterna; no tiene ni causa ni comienzo, ni lugar, y no pose nada fuera de si mismo; es la voluntad de lo que es sin determinacién, no es mds que Uno en si mismo, y no tiene necesidad de espacio ni sitio; se engen- dra en si mismo de eternidad en eternidad; no hay nada que se le parezca, y no hay ningdn lugar en particular donde resida: la eterna Sabiduria o inteligencia es su mo- rada; es la voluntad de la Sabiduria, y la Sabiduria es su revelacién». Por esta «revelacién» primera y fundadora, situada en el origen de todo, efectuada por la virtud parti- cular de la Sabiduria, el Principio, el Uno sin segundo, se moviliza y actualiza para aparecer y manifestarse en tanto que Santisima y Muy Pura Trinidad, no diferente de este Origen inconcebible que se designa como «Absoluto». De este «Absoluto», que esta al otro lado de toda realidad sensible 0 no sensible, divina o humana, «Deidad» hasta tal punto silenciosa que es «inconcebible para si misma», emerge pues primeramente el Padre, que es la voluntad misma del «sin-fondo», luego el Hijo que representa la voluntad prendada de si misma, y finalmente el Espiritu Santo que realiza la unién de las dos formas de voluntad que Béhme bautiza como la «Nada Eterna», la Palabra no emanada de la Trinidad. En el seno de esta Trinidad, el 28 Hijo se envolverd en la Sophia a fin de poder incorporarse en el elemento puro, como nos lo ensefia Saint Martin un siglo mas tarde en una carta del mas alto interés doctri- nal, después de haber sido trastocado por las ensefianzas de Jakob Bohme, y a continuacién se hard carne en el mundo manifestado para arrastrar, en virtud de su sacrifi- cio y como consecuencia, las almas para elevarlas hasta su propia Divinidad. He aqui pues lo que escribe Saint Martin en una carta a Kirchberger sobre este asunto, ofreciéndo- nos, concerniente a la Sabiduria, luces absolutamente esenciales: «Vos no seréis de la opinién de Pordage, cuando dice que ella [la Sabiduria] es la precursora de Jesucristo en el alma, puesto que sélo pueden venir juntos, visto que es en ella que se envuelve para incorporarse en el ele- mento puro, y hacerla descender en la regién de los ele- mentos mixtos y corruptibles 0 en el seno de Maria, para ira continuacién, a través de esta muerte que llevamos en nosotros, a elevar con él el alma humana purificada y re- generada en su vida divina. Pero seréis de la opinién de Pordage, cuando representa esta Sabiduria como no sien- do un angel, sino una virtud angélica, superior a todos los, espiritus de los angeles y los hombres. Asi que no puedo contemplarla como el espiritu del Reparador de! que ha- bla San Pablo (Rom. Vill: 9), ya que este espfritu de! Repa- rador es Dios, como el Reparador mismo; en fin, es la luz ivina que ilumina todas las maravillas de la inmensidad divina, mientras que la Sabiduria no es més que el vapor 0 el reflejo; ella deja pasar por ella todas estas maravillas y es propiamente la conservadora de todas las formas de 29 los espiritus, como el aire es el conservador de todas las formas materiales; ella habita siempre con Dios, y cuando la poseemos, 0 quizé mejor cuando ella nos pose, Dios nos posee también, puesto que son inseparables en su unién, aunque distintas en su cardcter». ! Es asi como podemos unir a la cadena de los filo- sofos en su aspecto mas puro, no los que solamente aman a Sophia,"? sino aquellos que saben, poseen la sabiduria del amor; texto que usted, querido lector, tiene en sus manos. Las Cartas Rosacruces, son pues, no solo una lec- tura més, sino precisamente esas siete puertas, ese sep- tenario tan anunciado por Jakob Béhme en su obra «La lave-Sex punta»: «E| mundo visible es solamente una emanacién de las siete Propiedades, pues procede a partir de las seis Propiedades actuantes, pero en la séptima (0 sea, en el Paraiso) ella reposa, y este es el eterno Sabbat del descanso donde el Poder y la Virtud Divina descan- sano. Digamoslo una vez més, Jakob Bohme subraya la autonomia absoluta del ser humano. Es como si en el fon- do no tuviese necesidad de nada més. Dios mismo se nos ha dado antes de nuestro propio nacimiento. La eternidad se ha encarnado en cada uno de nosotros y toda indivi- dualidad es necesaria, en tanto que teofania. Llegamos a nosotros mismos armonizando el caos, realizando la Ima- gen, descifrando la Signatura. No tienen ninguna impor- tancia los nombres, el que uno se llame judio, el otro grie~ £0, el otro cristiano. Dios no hace acepcién de personas «Sapientibus est enim non curare de nominibus», dice el proverbio: es propio del sabio no preocuparse de los 30 nombres, no hacer demasiado caso a las palabras. El nombre no implica ninguna diferencia entre los hijos de Dios, sino que es la presencia del espiritu en el corazén (der Geist im Herzen, como escribe el tedsofo), el deseo de hacer el bien, de obedecer a esa ley interior que lleva- mos grabada a fuego en las entrafias. Junto con su maestro espiritual, Karl von Eckartshausen en su obra Die Wolke iiber dem Heiligtum (La nube sobre el Santuario), nos recuerda: «Si nuestro ojo interno es iluminado por la Luz Divina, entonces es el verdadero sol interno, por medio del cual todos los obje- tos vienen a nuestro conocimiento. Mientras que la Luz Divina no ilumine a este ojo, nuestro interior vive en las tinieblas. La aurora de nuestro interior comienza cuando esta Luz surja. El sol del alma ilumina nuestro mundo inte- lectual, como el sol externo ilumina el mundo externo. Este sol espiritual es Jesucristo. Puesto que, igual que el sol externo posee la luz y el calor, volviendo todo visible y haciendo que todo fructifique, asi mismo el sol interno vuelve todo susceptible de ser conocido al espiritu, y acti- vo en el corazén. Ya que la sabiduria y el amor son sus fuerzas, la razén y la voluntad del hombre sus érganos. Perfecciona nuestras potencias con la sabiduria y nuestra voluntad con el amor». Sean bienvenidos a la aventura que el Consejero Aulico nos lega en su correspondencia, las cuales pode- mos considerar como las instrucciones de un Fildsofo Desconocido a un Hombre de Deseo, a través de las cua- les nos invita a hacer nuestra la misién del Filésofo Desco- nocido, Louis Claude de Saint Martin: «Mi misién en este 3 mundo fue conducir al espiritu del hombre por una senda natural, hacia las cosas sobrenaturales que le pertenecen por derecho, pero de las cuales ha perdido totalmente la nocién, sea por su degradacién o por la instruccién falsa de sus instructores». Alistense al misterio de Las Bodas Alquimicas de Christian Rosenkreutz, es decir, a volverse fildsofos de la unidad, sabios en el amor, el amor del Angelos Christos que espera en tu coraz6n a su esposa, la Virgen Sophia, para obtener la piedra filosofal prometida a todo auténti- co buscador de los misterios: morar por siempre en la luz de la sabiduria divina. Zalburis, FRC, SI 32 Referencias 1, Karl von Eckartshausen fue un escritor alemén, nacido en el castillo de Haimbhausen en Baviera, 1752, y muerto en Miinich en 1803. Era hijo natural del conde Carl von Haimbhausen, por la proteccién del cual fue nombrado consejero dulico, censor de la biblioteca en 1780 y fi- nalmente conservador de los archivos de Baviera. Destacé como Teéso- fo y cabalista e intent armonizar la quimica y el magnetismo animal con la mistica. Entre sus obras, cabe destacar: De las fuerzas magicas de la naturaleza, La nube sobre el santuario (1802), Tratado de la Crea- Ci6n y Dios es el amor mas puro, 1790. 2. Sex Puncta Theosophica |, 11; Mysterium magnum, |,7 De incarnatione Verbi, cap. 1, 11 Cuestiones Theosophicae, I, 10 IMysterium magnum, |, 3 Clavis 19 Mysterium Magnum, |, 7 8. De Electione Gratiae, |, 12 9. Sex puncta Theosophica, |, 16 10. A. kyoré, La philosophie de Jakob Bohme, Vin, 1979, pégs. 344- 345, 11. Correspondencia Inédita de Louis-Claude de Saint-Martin [...] et Kirchberger, baron de Liebisdorf [...], Paris, Dentu, 1862, pag. 36. 12, Juego de palabras entre guo-coxpdc; Philo-amor, Sophos-Sabidu ria, dela csicatraduccién Amor al Saber o por el Saber, invertimos las prioridades, tal como lo dice Emmanuel Levinas se pase de la neutral dad ala alteridad, el nacimiento de a losofaesté en el encuentro con el otco que somos nosotros 33 Primera Carta La Sabiduria Divina ‘Dee pili and bie os, We outer ater Geet wt Diet wad caf Ce. ‘e Bg, Primera Carta Fa Sabiduria Divina © intentes estudiar fa mds efevada de todas fas CN src si nto has decidido de antemano entrar en ef sendero de fa virtud, porque aquellos que no son capaces de sentir fa verdad no comprendendn mis palabras, Cinicamente aquelfos que entren en ef reino de Dios comprenderdin fos misterios divinos, y cada uno de ellos aprendera fa verdad y {a sabiduria solo en fa medi da de su capacidad para recibir en ef corazon fa {uz di- vina de (a verdad, (Para aquellos cuya vida consiste tini- camente en {a mera [uz de su intefigencia, fos misterios divinos de fa naturafeza no serdn comprensibfes, porque fas palabras que pronuncia fa {uz no son oidas por sus afmas; tinicamente aquel que abandona su propio yo pue- de conocer fa verdad, porque fa verdad solo es posibte conocerfa en fa regisn def bien absofuto. Fedo cuanto existe es producto de fa actividad del espiritu. Tg, mas elevada de todas fas ciencias es aquetia por cuyo medio aprende ef fiombre a conocer ef azo de unién entre (a inteligencia espirituat y fas formas corporeas. Entre ef espiritu y fa materia no existen fas 37 fineas de separacién marcadas, pues entre ambos extre- mos se presentan todas fas gradaciones posittes. Dios es Fuego, emitiendo fa Tue mds pura, Esta Juz es (ida, y fas gradaciones existentes entre fa Tug y las Finicbas se hallan fuera de fa concepcion fu- mana, Cuanto mas nos aproximamos af centro de fa Juz, tanta mayor es fa fuerza que recibimos, y tanto mayor poder y actividad resuftan, EX destino def iombre es efe- varse hasta aquet centro espiritual de Jue. Et hombre primordial era un hifjo de aquefla Tug. Permanecia en un estado de perfeccién espiritual muchisimo mds efevado que en of presente, en que ha descendido a un estado mas material asumiendo una forma corpérea y grosera, ‘Pa- ra ascender de nuevo a su altitud primera, tiene que vol- ver atrds en ef sendero por ef cual descendid, Cada uno de fos objetos animados de este mundo obtiene su vida y su actividad gracias af poder def espi- ritu; (os efementos groseros hallanse regidos por fos mas sutiles, ¥ estos a su vee por otros que (0 son todavia mas, hasta llegar af poder puramente espiritual y divino, y de este modo, Dios influye en todo » fo gobierna todo, En ef fiombre existe un germen de poder divino, germen que desarvroltandose, puede flegar a convertirse en un drbol det cual cuelguen frutos maravillosos, Pero este germen puede tinicamente desenvolverse gracias a fa influencia del calor que radia en torno def centro flamigero def gran 38 sof espiritual, y en fa medida en que nos aproximamos a {a fue, es este cafor sentido. Jesdfe ef centro 0 causa suprema y original, ra- dian continuamente poderes activos, difundiéndose a tra- vés de fas formas que su actividad eterna hia producido, y desde estas formas radian otra vee hacia fa causa pri- mera, dando ugar con esto a una cadena ininterrumpida en donde todo es actividad, {uz y vida, Habiendo of hombre abandonad fa radiante esfera de (uz, se ha hecho incapaz de contemplar ef pensamiento, fa voluntad y fa actividad def Infinito en su unidad, y en fa actualidad tan s6fo percibe fa imagen de Dios en una multiplicidad de imagenes varias, Asi es que é contempla a Dios bajo un timero de aspectos casi infinito, pero ef mismo Dios permanece Uno. Godas estas imagenes deben recordarte fa exattada situacién que un tiempo ocupé y a {a recon- quista de {a misma defen tender todos sus esfuerzos. A menos que se esfuerce en efevarse a mayor altura espiri- tual, ina sumiéndose cada vez mas profundamente en fa sensuatidad, y fe serd entonces mucho mas dificil ef vol- ver a su estado primero. Durante nuestra vida terrestre actual nos en contramos rodeados de petigros, y para defendernos nuestro poder es bien poco, Nuestros cuerpos materiales tos mantienen encadenados af reino de fo sensual y un millar de tentaciones se fanzan sobre nosotros todos {os 39 dias, De hecho, sin fa reaccién def espiritu, fa accion det principio animal en ef hombre rdpidamente fo arrastraria af cieno de fa sensuafidad, en donde su humanidad desa- pareceria en uiftimo resultado, Sin embargo, este contac- to con fo sensuaf es necesario para ef hombre, pues fe proporciona (a fuerza sin {a cual no seria capaz de efe- varse, El poder de fa voluntad es ef que permite af from Gre efevarse, y aquel en quien fa voluntad ha ffegado a un taf estado de pureza que es una y {a misma con fa volun- tad de Dios, puede, incluso durante su vida en fa tierra, Alegar a ser tan espiritual que contemple y comprenda en su unidad af reino de fa intefigencia, Un fiombre tal pue- de (fevar a cabo cuafquier cosa: porque unido con ef Dios universal, todos fos poderes de fa naturaleza son sus propios poderes, y en éf se manifestardn fa armonia y fa unidad def todo, Qiviendo en fo eterno, no se halla sujeto a fas condiciones de espacio y de tiempo, porque participa def poder de Dios sobre todos (os efementos y poderes que en fos mundos visible ¢ invisible existen, y comparte y goza de fa gloria (concienciay de fo que es eterno. Dirganse todos tus esfuerzos a alimentar fa tier na planta de virtud que en tu seno crece. Para facilitar su desarrotfo purifica tu Qoluntad y no permitas que fas itusiones de fa sensualidad y det tiempo te tienten y te engafien; y cada uno de fos pasos que des en ef sendero que a fa vida eterna conduce, te encontrards con un aire mds puro, con una vida nueva, con una (uz mds clara, y a medida que asciendas hacia {0 alto aumentard fa ex- pansidn de tu forizonte mentat. a, intefigencia sofa no conduce a fa sabiduria, EL espiritu fo conoce todo, ¥y sin embargo ningin hombre fe conoce. Sa, intcligencia sin ios enfoquece, empieza a adorarse a si misma y rechasa fa influencia del Espiritu Santo. ;Afi, cudn poco satisfactoria y engaiosa es una tal intefigencia sin espirituatidad! ;Cudn pronto perece- raf El espiritu es fa causa de todo, jy cudn pronto cesa- rd de briflar fa uz de fa mas Griflante de fas intefigencias una vez abandonada por fos rayos de vida def sof det es- piritus Para comprender fos secretos de fa sabiduria no basta ef especular y ef inventar teorias acerca de fos mismos. Jo, que principatmente se necesita es sabiduria, Sofamente aquef que se conduce sabiamente es en reali- dad sabio, aunque no haya recibido jamds fa menor ins- truccién intelectual. Para poder ver necesitamos tener Qjos, y no podemos prescindir de fos oidos si queremos oir, Para poder percibir fas cosas det espivitu necesita 1mos ef poder de fa percepcisn espiritual, (Es ef espiritu y no fa intefigencia quien a fa vida a todas fas cosas, desde ef dngef planetario hasta ef mofusco def fondo def océano. Esta influencia espirituat siempre desciende de arriba abajo, y nunca asciende de abajo hacia arriba, en otras Palabras: siempre radia desde ef centro a fa periferia, 41 pero jamas de fa periferia af centro. Esto explica por qué siendo tan s6fo fa intefigencia def hombre ef producto o efecto de fa {uz def espiritu que Grifla en fa materia no puede nunca efevarse por encima de su propia esfera de {a (uz, que procede def espiritu, Ja, intefigencia def hom- bre serd capaz de comprender fas verdades espirituates, ‘nicamente con fa condicién de que su conciencia entre en ef reino de fa {us espiritual. Esta es una verdad que fa gran mayoria de fas icas ¢ ifustradas no querran comprender, No pueden efevarse a un estado superior af de {as esfe- vas intefectuates creadas por eflas mismas, y consideran todo fo que se halla fuera de effas como vaguedades y suefios ifusorios. Por {0 tanto, su comprensién es oscura, en su corazén residen fas pasiones, ¥y no se [es permite a ellos ef contemplar fa fuz de fa verdad, Aguef cuyo juicio es determinado por fo que percibe con sus sentidos ex- tremos no puede reafizar fas verdades espirituates. Cn hombre dominado por {os sentidos se mantiene adherido a su yo individual, ef cuaf es una ifusion, Y naturalmente, odia fa verdad, porque ef conocimiento de fa misma des- truye su personafidad, (EL instinto natural def yo inferior def hombre fe imputsa a considerarse a si mismo como un ser aislado, distinto def Dios universal. (EI conocimiento de {a verdad destruye aquelfa ifusion, y por (0 tanto, ef hombre sensual odia fa verdad, Ef hombre spiritual es 2 un hijo de fa Juz. Ja regeneracion del hombre y su res- tauracion a su primer estado de perfeccién, en of cuat sobrepasa a todos fos demas seres def universo, depende de fa destruccién y remocion de todo cuanto oscurece o vela su verdadera naturafeza interna, EI hombre es, por decirfo asi un fuego concentrado en ef interior de una cdscara material y grosera. Es su destino ef disofver en este fuego fas porciones materiales y groseras (def almay yunirse de nuevo con ef flamigero centro, def cual es a manera de chispa durante su vida terrestre. Si fa con- ciencia y {a actividad det hombre féllanse continuamente concentradas en fas cosas externas, fa [uz que radia de fa chispa divina desde of interior def corazén va debilitén- dose poco a poco, y desaparece finafmente, Dero si of Juego interno se cuftiva y afimenta, destruye fos efemen- tos groseros, atrae otros principios mds etéreos, hace af hombre més y mds espiritual y fe concede poderes divi- nos. (No s6fo cambia ef estado det alma (la actividad in- ternay, cambia también ef estado receptivo mas perfecto para fas influencias puras y divinas, y emmotfece por completo {a constitucion def hombre hasta que se con- vierte en ef verdadero Seiior de fa creaci Ja, Sabiciuria Divina o ~eosofiar no consiste en conocer intefectuamente muchas cosas, sino en ser Sabio en pensamientos, palabras y acciones. ‘No puede existir ninguna Feosofia especial ni cristiana. Ta, Sabi- 43 duria en (0 absofuto (Gabiduria Qhivinay no posce cafifi- caciones. Es ef reconocimiento practico de fa verdad atsofuta, y esta verdad es solo CENA, 20800 V GRaRca 4 Primer Comentario de un Fildsofo Desconocido' La Sabiduria Divina evoca en cada uno de noso- tros el deseo de volver a nuestro estado original, el estado de la Unidad con la Sabiduria Divina, esa que en Prover- bios (8: 22-31), Salomén llama Arquitecto: «Yahveh me cred, primicia de su camino, antes que sus obras més an- tiguas. Desde la eternidad fui moldeada, desde el princ pio, antes que la tierra. Cuando no existian los abismos fui engendrada, cuando no habia fuentes cargadas de agua. Antes que los montes fuesen asentados, antes que las colinas, fui engendrada. No habia hecho atin las tierras ni los campos, ni el polvo primordial de! orbe, Cuando asen- 16 los cielos, alli estaba yo, cuando trazé un circulo sobre la faz del abismo, cuando el mar dio su precepto para que las aguas no rebasaran su orilla, cuando asenté los ci- mientos de la tierra, yo estaba alli, como arquitecto, y era yo todos los dias su delicia, jugando en su presencia en todo tiempo, jugando por el orbe de su tierra; y mis deli- cias estan con los hijos de los hombres». Es sabido que cuando Béhme escuché por prime- ra vez la palabra griega «ideam exclamo: «Veo la pura Vir- gen celeste». En efecto, la Sabiduria divina se encarna en Cristo andrégino y en la Virgen Maria. El alma humana 45 debe unirse a su virgen, acostumbra a decir Jakob Bohme? El concepto de la Sabiduria divina juega un papel extremadamente importante en Bohme y en sus suceso- res y discipulos, pero en sus primeras obras es algo vago y se confunde a veces con el de la corporeidad celeste (sa- biduria esencial, wesentliche Weisheit, Ternarius Sanctus). En Aurora Béhme nos decia que en el salitter divino se forman «figuras del todo ligeras», «ideas».? La Sabiduria divina es, en efecto, el mundo ideal en su unidad, en su belleza. «Nada, dice Béhme, representa mejor la Sabidu- ria divina que un hermoso césped cubierto de flores», imagen que aparece ya en Aurora.* La sabiduria divina es, por asi decirlo, el plan, el modelo preexistente de la creacién: pero ella misma no crea, no engendra. No es sino el mundo ideal, 0 su ima- gen. Representa la armonia de las potencias creadoras de Dios, su expresién no mancillada ni por el mal ni por la discordia de la lucha. Ella es lo que el mundo debe ser y se encarna en cierta medida en el mundo real, que la realiza de modo imperfecto, pues se trata de un mundo caido. No se encarna como el alma en un cuerpo y por eso seria més preciso decir que es el mundo el que busca encarnar- la imitandola, representéndola, participando de ella, in- cluso apoderandose de ella. Para Béhme la Trinidad exige un cuarto término. Es como si la evolucién inmanente de la divinidad no pu- diera realizarse sin ayuda de una emanacién, de una ex- presion ad extra.® Este espejo, este cuarto término es el que Dios se opone para poder reflejarse y verse en él, pa- 46 ra tomar asi plena conciencia de si mismo y, por const guiente, poder realizarse. Bohme lo llama, ademés, la Glo- ria y Esplendor de Dios. Esta Sabiduria, «cuarto producto» de la evolucién inmanente de Dios, es su misma imagina- cién creadora.” Dios imagina en la Sabiduria, y su imagina- cién, acto magico y misterioso por excelencia, realiza el milagro de expresar y traducir en imagenes finitas el pen- samiento infinito de Dios; imaginacién que encarna, por asi decir, en seres limitados el espiritu infinito y traduce el Verbo divino «en formas y en colores», como gusta decir nuestro tedsofo.* Esta Sabiduria Divina es la que nos permite deve- lar lo que Bohme denomina «Misterium Magnum». Im- portante nocién de Béhme que aparece por primera vez en La triple vida del hombre (cf. XVI, 37). Se trata del mis- terio de la esencia divina, que es al mismo tiempo lo mas secreto (das heimlichste) y lo més revelable (das offenbar- lichste) (cf. Psycologia Vera, qu. |, 51), siendo su expresin el milagro mas grande que ha obrado [a eternidad (das grdsste Wunder, dass die Ewigkeit gewirket hat (ib., qu. |, 69). La Teosofia nos dice nuestra primera carta rosa- cruz es absoluta, es lo que Béhme llama Principium Pri cipiis, un principio, es un nacimiento (Geburt). Este térmi- Ro es empleado en su sentido activo. Saint-Martin lo tra- duce por: engendramiento. Asi, un principio es un modo de acci6n divina; es también la fuente de la que provienen Y emanan los seres. Es una vida y también un mundo; un Principio es, en Dios, lo correspondiente a cada uno de los tres mundbos (el Paraiso, el Infierno y el Mundo sensible), 47 de los que se compone el universo de Jakob Béhme. Es, finalmente, un modo de revelacién. Principio de revela- Gidn, de distincién y de determinacién: aqui esté el verda- dero sentido de la nocién de «principio de la naturaleza divina». Su funcién esencial seria introducir en la unidad indistinta de la Divinidad el movimiento, la diferenciacién yla vida 48 Referencias 1. cada Carta Rosacruz, le acompafiaré un Comentario, que tal cual lo indica el término es una acotacién que aclara, interpreta o completa un texto, 2. Pero el término idea, relacionado con la Sabiduria, tampoco debe confundirnos. La virgen celeste no es la luz pura de la inteligencia divi- na, sino que seria mas bien la imaginacién pura del espiritu divino. El Dios de Bbhme no se limita a pensar el mundo antes de crearlo sino que lo imagina 3. Bohme aplica a la Virgen Sophia los textos biblicas sobre la sabidu- ria eterna, que juega delante del Sefior. 4, Por eso seria mas exacto decir que «el mundo la realiza y la encar- nna» en lugar de afirmar que «ella se encarna en el mundo». Bhme dice también que ella «abre las fuentes productoras» y «desencadena [o pone en funcionamiento] la accién de las esencias» (cf. De Tribus Principis, XIV, 87 y sigs.). Silo entendemos bien, esto quiere decir que ella ofrece a la imaginacién de las esencias el modelo que deben reali- Zar, Sin embargo, en el De Tribus Principiisse encuentran también tex- ‘tos bastante numerosos donde la Sabiduria personificada aparece co- ‘mo obrando ella misma sobre las esencias-manantiales (cf. por ejem- plo De Tribus Principis, XV, 15). 5. Como quiera que haya que concebirla, el caso es que para Bohme el espiritu se refleja en el espejo de la Sabiduria, que suele aparecer la ‘Mmayoria de las veces como una emanacién y como algo posterior a la Trinidad, Asi, el espiritu se conoce como tal y toma conciencia de su estado, que es pura virtualidad atin no realizada. Pero no se conoce plenamente atin, ya que se trata del Dios no revelado (Brahma ningu- 1a, por decirlo con el Vedanta). Diossuefia, podriamos decir, mas toda Via no vive. Hay que recordar que el espiritu, segin 86hme, no crea, 6. ch. De Electione Gratioe, |, 6 7. Algunos autores han hablado acerca de la posible, pero también dudosa, relacién de Bbhme con el gnosticismo, en relacién con el con- 49 cepto de la Sophia. El propio Koyré afirma que no sabe de dénde le viene a nuestro teésoto tal nocién, mas alld de las referencias biblicas. La originalidad de Jakob Bohme es aqui grande, pues los Padres de la Iglesia habian identificado la sabiduria bien con el Logos, bien con el Espiritu Santo o bien con Maria. Conocida es la identificacién que la tradicion ortodoxa hace de Sofia y Maria. El origen gnéstico parece p00 probable, incluso admitiendo que Jakob Bohme conaciese algo de los grupos gnésticos medievales. Otra posibilidad es la influencia de la cébala pero observando que la Matrona del Zohar no es la virgen de Bohme: la Sophia boehmiana es eine reine Jungfrau und hat nie etwos geboren, «una doncella pura y nunca ha dado a luz nada». La concep- cién de Bahme es muy personal. Si cabe considerar la influencia de V. ‘Weigel, quien también tenia fuerte devacién mariana y utiliza, ademas, el término Sophia aplicado a la Virgen Maria, siendo un término que no se encuentra en la Biblia de Lutero (Cf Koyré, 0.c, p. 213, nota 2). 8. fe Testamentis Christ, |, cap. , 6 50 Segunda Carta El medio prdctico para aproximarse a la Luz Segunda Carta El medio préctico para aproximarse a fa Tue quel que por medio de fa gratificacién de fos de- AE 0s sensuales intenta ffenar ef vacio que en su (ma existe no fo fogrard nunca, ni pueden tam- poco fos anfiefos que ef corazén experimenta facia fa verdad ser satisfechos por fa aplicacién de (a intefigencia @ as cosas extern: puente de fa paz mientras no ha vencido en su interior todo cuanto es incompatibfe con su ego divino y con sus aspiraciones, ‘Para obtener esta victoria debe ef hombre tratar de aproximarse a {a Juz, obedeciendo fa fey de fa Tu; “Ef deseo hacia fo sensual y fo externo debe cesar en éf, tiene que dirigir su vision espiritual hacia (a Jug, y tra- tar de disipar fas nubes que de fa misma fo separan. Ef primer paso, y ef necesario, es ef tener conciencia de (a existencia def germen divino dentro de uno mismo, para divigir ef poder de fa Qotuntad hacia aquel centro, para (evar una vida interna y para cumplir estrictamente to- dos fos deberes internos y externos. 53 Existe una fey oculta, de fa cual se ha hecho mencién con frecuencia en escritos ocultos, pero que to- davia es comprendida tan séfo por unos pocos, que dice “Cada una de fas cosas de abajo tiene su contrapartida arriba, y nada existe, absofutamente nada, por insignifi- cante que sea, que no dependa de algo que fe corresponda mucho mas efevado; asi es que si ef inferior obra, ef su- perior reacciona sobre éf". Gegiin esta fey, todo deseo, pensamiento o aspiracién, 6ueno 0 malo, es seguido in- mediatamente de una reaccién correspondiente que pro- cede de fo alto, Cuanto mas pura es fa vofuntad def hom- Gre y menos adulterada por deseos egoistas estd, tanto mas enérgica serd {a reaccion divina, En ef hombre, ef proposito de progresar espiri- tualmente no depende en manera alguna de sus propios esfuerzos, af contrario, cuanto menos intente establecer foyes por si mismo y cuanto mds se somete a fa fey uni- versal, tanto mds rdpidos serdn sus progresos. (EI hombre no puede en manera alguna poner su (Qofuntad en juego en sentido diferente det de fa Qoluntad universal de Dios. Si su Yountad no es idéntica a fa voluntad divina, se convierte en una mera perversion de esta iiltima y su efecto se anufa, Soto cuando fa voluntad individual def hombre armoniza por completo y coopera con fa voluntad de Tios, se convierte en poderosa y efectiva, 54 Ademas, en todos fos tiempos han existido enti- dades cefestiales 0 espirituafes que han comunicado con ef hombre para transmitirfe un conocimiento de verdades espirituales, 0 para refrescar su memoria cuando seme- antes verdades estaban a punto de ofvidarse, y estaéfecer asi un fuerte {azo de unién entre ef hombre intefectuat y ef hombre divino, os fiombres que son (0 suficientemente puros pueden, aun durante esta vida, entrar en comuni- cacién y conocer a estos mensajeros cefestiates, pero po- cos son {0 suficientemente puros y espirituales para [o- grarfo, Como quiera que sea, es fa Qotuntad y no fa in- tefigencia, fa que debe ser purificada y regenerada, y por {0 tanto fa mejor de fas instrucciones es imiitif si no posee uno fa Qotuntad para ffevarfa a fa practica; y como na- die contra su Qofuntad puede ser safvado, ef deseo mas intimo def corazon debe ser ef conocer y ef practicar fa verdad, Aquet cuya (Qoluntad sea asi de tuena, fogrard of saber y a potencia de fa Fe verdadera, sin necesidad de ninguna clase de signos externos o de razones fogicas para convencerfe de fa verdad de aquetlo que ef sabe que €s cierto; tinicamente ef pretendido sabio def mundo pide semejantes pruebas; porque su corazén faillase (leno de presuncidn y su voluntad es mafa, y por fo tanto no posee ni conocimiento espiritual ni fe, sin fo cual nada puede saber mas que aquelfo que viene por medios externos: 55 mientras que aquellos cuyas mentes son puras y sin du- plicidad, con ef tiempo adquieren {a conciencia de aque- las verdades en fas que instintivamente han creido. Todas fas ciencias culminan en un punto, Aquet que conoce af Uno, fo conoce todo, Aguel que cree co- nocer muchas cosas, cree en ifusiones. Cuanto mds te aproximes a este punto (en otras pafabras, cuanto mas intima sea tu union con Dios) tanto més clara sera tu percepcién de fa verdad, Si a aquef punto flegas, encon- twards que existen cosas en fa naturaleza que trascienden @ [a imaginacion de nuestros filésofos y acerca de fas cuafes nuestros sabios no se atreven ni a sofiar, En Dios esta fa vida toda; fuera de Dios no existe vida alguna, y aquetfo que parece vivir fuera de Dios es meramente una ilusion, Si descamos saber fa verdad, debemos contemplarfa a fa fue de G)ios y no a fa fue falsa y engaiiosa de nuestra especufacion intelectual, Ne existe otro camino para lfegar af conocimiento per- fecto de fa verdad que fa unién con efla misma, y sin em- argo, son bien pocos fos que conocen este sendero. De aquellos que por éf transitan, ef mundo se burla y rie: pero este mundo no conoce fa verdad, porque es un mun do de ifusiones leno de desgraciados, ciegos ante fa uz de fa misma, 56 £L aprender a callar y a permanecer tranquilo, ef permanecer impasiffe ante (a risa def necio, ante ef desdén def ignorante y en presencia det desprecio def or- gulloso, es fa primera sefial de que comienza a brillar ya fa aurora de fa (uz de fa sabiduria, Sin embargo, fa ver- dad, en cuanto ha sido plenamente realizada, es capaz de resistir aun ef escrutinio intefectual mas sereno y fos ata- ques de fa {6gica mas potente, séfo fas inteligencias de aquellos que sienten fa verdad, pero que todavia no fa perciben, son {as que pueden ser trastornadas por fa sa cudida, Aguellos que conocen y comprenden fa verdad, permanecen firmes como una roca, Durante tan fargo tiempo, como no buscamos mids que fa gratificacion de nuestros sentidos, 0 deseamos tan sofo fa satisfaccion de nuestra curiosidad, no es fa verdad fo que Guscamos. ‘Para encontrarfa tenemos que entrar en ef rein de Qhios, y entonces descenderd fa verdad sobre nuestra inteligencia, ‘No es necesario para fograrfo que torturemos nuestro cuerpo 0 que arruine- mos muestros nervios, pero si es necesario que creamos en ciertas verdades fundamentales, que son instintiva- mente percibidas por todos aquelfos en quienes no esta pervertida fa intefigencia. Estas verdades fundamentates son fa existencia de un ios universal (origen de todo bien) y fa positifidad de fa inmortafidad def afma humana, Posee ef fiombre una intefigencia razonadora, y por fo 57 tanto tiene ef derecho y fa facultad de hacer uso de fa misma; fo cual quiere decir que puede emplearfa en un sentido que esté en oposicion con a fey def bien, fa cual es (a Fey def Amor Divino, fa Tey def Orden y de fa Ar- monia. No debe é profanar fos dones que Dios fe ha concedifo por medio de fa naturafeza, debe considerar todas {as cosas como dones divinos, y considerarse éf mismo a manera de templo viviente de ios, y como un instrumento por medio def cual ef divino poder puede manifestarse, Un hombre fuera de Q)ios es cosa inconcebible porque {a naturaleea entera, incluyendo af hombre, es senciflamente una mera manifestacion de Q)ios, Gi fa fuz penetra en nuestro interior ésta no es obra nuestra, ef sol es quien nos {a concede: pero si nos ocultamos def sof, fa uz desaparece. Dios es ef sol def espiritu; nuestro deber es permanecer ifuminados por sus rayos, gozar de fos mismos y (lamar a otros para que entren ent fa (uz, ‘No existe maf alguno en procurar conocer esta fue intefec~ tualmente si nuestra voluntad facia efla se dirige, pero si {a vofuntad es atraida por una (ue falsa a {a que tomamos equivocadamente por ef Sol, cacmos necesariamente en cf error, Existe una relacion definida y exacta entre fa causa de todas fas cosas y fas cosas que aquella causa fia creado (producido), Puede ef hombre, aun en esta vida, 58 ffegar al conocimiento de estas refaciones, aprendiendo a conocerse a si mismo, ‘Ef mundo en ef cual vivimos es un mundo de fendmenos (0 sea, de ifusiones), puesto que aqueffo a fo que se acostumbra cafificar como “reat” apa- rece asi tinicamente mientras duran ciertas condiciones 0 refaciones entre ef que percibe y ef objeto de su percep- cién, Ao, que nosotros percibimos no depende tanto de fa cuafidad de fas cosas que constituyen fos objetos de muestra percepcién como de fas condiciones de nuestro propio organismo, Si muestra organizacion fuese dife- rrente, cada cosa se nos presentaria bajo un aspecto dife- rente también, Si hemos aprendido a realizar esta verdad por completo y a distinguir entre fo que es real y fo que es meramente ifusorio, podemos entonces entrar en ef reino de aquelfa efevada ciencia, asistidos por fa {uz def espiri- tu divino, Jos misterios de que se ocupa esta ciencia exattada son {os siguientes: 1, Ef reino interno de fa naturaleza, 2, El fazo que une af mundo interno espiritual con fas ‘formas corporeas externas, 3. Tas refaciones existentes entre ef frombre ¥ fos se- res invisibfes. 59. 4. Fos poderes ocultos en ef hombre por medio de fos cuales puede obrar sobre fo interior en {a naturaleza, En esta ciencia se hallan contenidos todos fos misterios de fa naturafeza, Si con corazon puro deseas fa verdad, a encontrards; pero si tus intenciones son egois~ tas, pon a un (ado estas cartas, porque no serds capa de comprenderfas, ni en tal caso te reportarn ef menor be neficio, os misterios de fa naturateea son sagrados, pero no fos comprenderd aquef cuya voluntad es malvada, ‘Pero si ef malvado fogra descubrir fos misterios de fa naturafega, su {uz se convertird en un fuego consumidor en ef interior de su alma, ef cual (e destruird y cesard de existir. $090) V CReRca 60 Segundo Comentario de un Filésofo Desconocido Nuestro filésofo considera que en todo ser existe una fuerza (el no) que aisla, separa, rompe la unidad. Pero existe también la fuerza del amor (el si) que une, religa, vence el aislamiento hostil que mantiene a los seres sepa- rados. En esto no esté, el esclarecido zapatero de Gérlitz, lejos de la protologia! de Platén, sobre todo de la no escri- ta, pues ambas acciones contrarias se originan en uitima instancia del Uno y de la Diada indefinida. Mas aun, no hay nada, nos dice Jakob Bdhme, que sea absolutamente malo, 0 que haya sido creado por la autoridad del mal (zum Regiment des Bosheit geshaffen worden), porque si bien cada cosa tiene en si, por una parte, el ser de la cole- ra que anima su vida, también tiene, por otra, un ser de la luz. Nada es tan malvado que no tenga algo de bien en si, para que pueda intentar dominar y gobernar (bezwingen) lo malo? En un hermoso himno al amor? llega a decir Boh- me que el amor es incluso mas grande que Dios: «Habla el discipulo: équé es el amor en su fuerza y virtud, en su al- tura y anchura? El maestro contesta: su virtud es la Nada y su fuerza todo lo penetra (ist durch alles): su altura es tan elevada como Dios y su anchura es més grande que Dios; 61 quien lo encuentra [al amor] encuentra todo y nada (der findet Nichts und Alles)». Al mal no hay que resistirle, como ensefia el Evan- gelio, pero si hacerle frente. La alegria consiste, para nuestro tedsofo, en luchar y en vencer, ya que Dios es eternamente victorioso: «In der Ueberwindung ist Freu- de» se dice en Mysterium Magnum: En la superacién consiste la alegria. Son también palabras del mas metafi- sico de los melancélicos, que superé su propia melancolia al sumergirse en las profundidades de lo real, en las aguas tranquilas y claras pero abisales de la Nada divina, silen- ciosa y sin Nombre, eterna generadora de Palabra, siem- pre quieta y operante, igual y desigual, viva e infi oculta en ef Mundo y al Hombre verdadero manifiesta. Ese medio para aproximarse es la Matrix, principio femenino, por asi decir, de la creacién del mundo. Asimi lado a la tierra. Representa también la inmovilidad y la materialidad (a diferencia de la Tinctur en La triple vida del hombre). Bohme habla de la wasserige Matrix [matriz acuatica] identificandola a veces con la Gebarerin [partu- rienta] de la que el mundo ha surgido. En nuestro mundo, la Matrix acudtica estd representada por el cielo, es decir el firmamento o la quinta essentia, y el limbos, o Matrix ignea, por los astros y el astrum propiamente dicho. La wasserige Matrix de la Naturaleza eterna podria entonces ser identificada con el elemento puro, la corporeidad divi- na, el paraiso o la naturaleza (en el sentido de la séptima forma de la Naturaleza divina).> 62 A todas las fuerzas que estan en Dios Padre, que emanan de él y forman en él una unidad indisoluble, Béhme le denomina Salliter o Salniter. De esta interpene- tracién de fuerzas esté hecho el mundo. Bohme lo escribe de varias maneras, como si no estuviera seguro del térmi- no, pero, intuitivamente, le parece pleno de sentido. No se trata, por tanto para Béhme del acido rico. Recorde- mos que la sal, en la alquimia de Paracelso es la potencia © el principio de solidez, de desecacién, de rigidez, de du- reza y de materialidad. 1 Salniter es, por tanto, principio de materializaci6n y de solidificacién en las potencias del Padre. El Salliter es un germen (esta concepcién del ger- men se encuentra, oculta o expresa, en toda doctrina or- ganicista) eterno que se desarrolla eternamente; eternas son sus fases, asi como eternamente simultaneas. Como Jo ha mostrado Harless (Jakob Boehme und die Alchimis- ten), el vitriolo, base del proceso metélico de los alquimis- tas, es el prototipo del Salliter de Boehme. Como dice Béhme en Mysterium Magnum: XXVIII, 70: «Porque todas las cosas han sido creadas por el Verbo ¢ introducidas en una forma. Pero, puesto que Dios es un Dios airado y colérico, un fuego devorador e igualmente un Dios de luz y de don, bueno, misericordioso y dulce, donde nada malo puede permanecer; por eso ha introdu- cido en el Fiat el fuego y la luz, el bien y el mal, en una libre voluntad donde {a voluntad puede formarse en el bien o el mal; pero ha creado buenas todas las cosas y a partir de la luz y las ha instituido en una libre voluntad para multiplicarse en la libre voluntad, para crear en el mal o en el bien» («de puiser dans le bon et le mauvais», 63 traduce Berdiaeff donde el original alemdn dice: «zu schdpfen im Bésen oder Guten»). 64 Referencias 1. Del griego protos (primero) y logos (saber), indica en el Ambito de la teologia contempordnea la doctrina que estudia las afirmaciones dogmaticas relativas a los origenes, al «principio», la creacién del uni- verso en general y del hombre en particular, su elevacién al orden so: brenatural, la caida del pecado original. El término protologia se acuiié en analogia con el término escatologla, que estudia las realidades ilti- ‘mas, no ya como término, sino como consumacién. Entre la protologia y la escatologia se da una intima conexién, en cuanto que Dios llevara finalmente a su plenitud todo lo que establecié desde e! principio. La rotologia implica una etiologia como busqueda de las causas, en cuanto que partiendo de las realidades ultimas vuelve a la rafz de las cosas, para sefialar su significado ultimo. En este sentido, la protologia no es solamente la disciplina que tiene como objeto material los orige- nes, sino la bisqueda de sentido a la luz del pasado. El presente y el futuro se pueden conocer mejor en virtud de los origenes y por otra parte el presente permite comprender en profundidad los hechos que acaecieron al principio. Asi pues, la protologia implica una concepcion particular del tiempo, para la que el pasado no es una realidad estética ¥ muerta, sino una realidad dinamica y operante, continuamente ac- tualizada en el presente y proyectada hacia el futuro, y el presente y el pasado se anticipan de alguna manera virtualmente en el pasado. 2. cf. Mysterium Magnum, XXIX, 11. 3. cf. De Vita Mentali, 26 4. XV1,9 5. Asi, al menos, en el periodo intermedio del De tribus principis. También la Matrix es presentada como fuente del espirtu (cf. De Trip i Vita Hominis, X, 104 y 105) 65 Tercera Carta Verdad absoluta y relativa MYSTERIVM MAGNVM STVPDIVM, UNIVERSAL. QOS wit, noe SSmccusemocs Stan Seensvesnts Seceis ncaa See “reenact OS Jus Sete tian heats Sie trae mar TINCTUR. Suites pechtinien baal Secor ee big. be ie, Sin, ye espana se ‘er Since ess Cpe Oercera Carta (erdad absofuta y refativa ‘oda {a ciencia def mundo se funda en que fas co- O° sas son actualmente como parecen ser, y sin em- argo, bien poco es fo que se necesita pensar para comprender {0 erroneo de fa suposicion, puesto que fa apariencia de fas cosas no depende meramente de fo que son en fa actuafidad, sino que ademds depende de nuestra propia organizacion y de fa constitucion de nuestras fa- cuftades perceptivas. (Ef mayor de fos obstcicufos que en ef camino def progreso encuentra ef estudiante de fas ciencias ocultas es of faberse desarroflado en ef fa creen- cia errénea de que fas cosas son fo que a éf fe parecen ser, y a menos que pueda efevarse por encima de esta supersticion y considerar fas cosas, no desde ef mero punto de vista relativo de su ego fimitado, sino desde ef infinito y ef Afsoluto, no sera capaz de conocer fa ver- dad absofuta, Antes de que adelantemos mas en nuestras strucciones respecto af modo practico de aproximarse a fa Guz, serd necesario que imprimas con mais energia en tu mente ef cardcter ifusorio de todos fos fendmenos ex- ternos. 69 Todo cuanto ef hombre sensuaf conoce acerca def mundo externo fo ha aprendido por medio de {as impre- siones que flegan a su conciencia a través de fos sentidos. Reciiendo repetida o continuamente semejantes impre- iones, comparandolas unas con otras, y tomando aquelfo que €f cree conocer como base para especulaciones acer- ca de cosas que no conoce, puede tomar ciertas opiniones referentes a cosas que trascienden a su poder de percep- cién sensual; pero en cuanto af cardcter verdadero o fal- so de sus opiniones con respecto a cosas internas 0 exter nas puede su opinion ser fo que es tinicamente con res- pecto a éf y con refacion a otros seres que se haflan cons- tituidos fo mismo que f; en cuanto a todos fos demas se- res cuyas organizaciones son por completo diferentes de fa suya, sus argumentos y especulaciones (égicas no en- cuentran aplicacion, y pueden existir en ef universo in- calculables millones de seres de organizacién superior 0 inferior a {a nuestra, pero por completo distinta de effa, para quienes ef mundo y cada una de fas cosas aparezcan ajo un aspecto diferente por completo, y que todo fo ve- an segin una fue enteramente distinta, Semejantes sere aun viviendo en ef mismo mundo en ef que nosotros vivi- mos, pueden no conocer nada, en absoluto, de este mundo que es ef unico concebibfe para nosotros; y poemos no- sotros no saber nada intefectuafmente acerca de su mun- do, af desear de ser este uno ¢ idéntico con ef nuestro, en ef cual vivimos. Para poder fanzar una mirada en su 70 mundo necesitamos de {a suficiente energia para arrojar de nosotros todos fos errores y preocupaciones heredados y adquiridos; debemos efevarnos aun nivel superior af def yo que se halla atado af mundo sensual por un milfar de cadenas, y ocupar mentafmente aquel {ugar desde ef cuaf podemos contemplar af mundo bajo un aspecto supe- rior: debemos morir por decirfo asi, fo cual quiere decir vivir inconscientes de nuestra propia existencia como seres humanos individuates, hasta que podamos adquirir (a conciencia de fa vida superior y mirar af mundo desde ef plan y ef punto de vista de un dios. Goda nuestra ciencia moderna es por fo tanto s6fo ciencia refativa, fo cual equivale a decir que todos nuestros sistemas cientificos ensefian tinicamente fas re- faciones que existen entre {as cosas externas y mutabfes y una cosa tan transitoria ¢ ifusoria como es ef ser humano Y que no es en realidad mds que una aparicién externa originada por una cierta actividad interna, acerca de fa cual nada sabe fa ciencia externa, Godos estos conoci mientos tan alabados y encomiados, son, por fo tanto, na- da mds que conocimientos superficiales, refiriéndose linicamente a uno, quizd, de fos aspectos infinitos, por medio de fos cuales P)ios se manifiesta, a, ignorancia ifustrada cree que su manera es— pecial de considerar ef mundo de fos fenomenos es fa linica verdadera, y se agarra desesperadamente a estas n ifusiones, que cree que son (as tinicas realidades, y a aquelfos que reatizan ef cardcter ifusorio de fas mismas, {os califica de sofiadores; pero durante tanto tiempo como se mantenga adherida a estas ifusiones, no se efevard por encima de eflas; continuard siendo una ciencia itusoria: no serd capaz de realizar ef cardcter verdadero de (a naturafeza, y en vano pedird una ciencia semejante que fe demuestre a {f)ios, mientras cierre sus ojos y aparte de fos mismos {a fuz eterna, No es, despues de todo, en manera alguna, nues- tra intencion ef pedir que fa ciencia moderna se cofoque en ef plano def Agsofuto, porque en este caso cesaria de ser refativa para fas cosas externas, y con respecto a fas mismas se convertiria en imitil, Se ha admitido que fos colores no son reatidades existentes por si mismas, sino que cierto mimero de ondulaciones de (a fue fos originan; pero este echo no es impedimento, en manera alguna, para fa fabricacién de fos cofores y ef empleo itil de fos mismos. (En cuanto a todas fas deméds ciencias externas, pueden presentarse argumentos semejantes, y no tienen por ofjeto fas afirmaciones anteriores ef desanimar fos trabajos de investigacion cientifica puramente externos, sino ef instruir a aquelfos para fos que no es suficiente un mero conocimiento superficial y externo, y también ef moderar si es posibfe, fa presuncién de todos aqueflos que creen saberfo todo, y que, encadenados a sus ifusiones, n pierden de vista fo Eterno y Real, - ffegan en su pre- suncién y vanidad ciega hasta ef punto de negar su exis- tencia misma. Se adimitird que no es ef cuerpo externo quien ve, oye, huele, razona y piensa, sino que es ef hombre interno, y para nosotros invisible, quien desempefia estas jfunciones por medio de fos drganos fisicos, ‘No existe ra~ Z6n para que creamos que este hombre interno cesa de existir cuando ef cuerpo muere; por ef contrario, como veremos después, ef suponer una cosa semejante estd en contra de fa razén, Pero si este hombre interno pierde, gracias a fa muerte def organismo fisico, ef poder de re- cibir impresiones sensibtes def mundo externo, si a conse- cuencia de (a perdida def cerebro, pierde también ef po- der de pensar cambiardn por completo fas refaciones me- diante fas cuales permanecia en ef mundo, ¥ fas condicio— nes de su existencia serdin por completo distintas de fas nuestras; su mundo no seré nuestro mundo, aunque en ef sentido absolute de fa palabra ambos mundos son sofo uno. Asi es que en este mismo mundo pueden existir un milton de mundos diferentes, con taf de que exista un mi (fon de seres cuyas constituciones difieran unas de otras; en otras palabras, sofo existe una naturafeza, pero puede aparecer quied bajo un niimero infinito de aspectos. A. cada uno de fos cambios de nuestra organizacién, ef anti- guo mundo se nos presenta segin un prisma distinto: a B cada muerte entramos en un mundo nuevo, aunque no es necesariamente ef mundo ef que cambia, sino tinicamente uestras refaciones con ef mismo fas que varian gracias a tal suceso, {QUE es fo que conoce ef mundo acerca de fa verdad absofuta? {Qué es fo que realmente sabemos? No pueden existir ni sof, ni funa, ni tierra; ni ef fuego ni ef aire ni ef agua pueden tener existencia real; todas estas cosas existen con relacin a nosotros mismos s6fo mien tras nos hallamos en un cierto estado de conciencia du- rante ef cual creemos que existen; en ef reino de fos fe- nomenos fa verdad absofuta no existe; ni siquiera en fas matematicas encontramos fa verdad absoluta, puesto que todas fas regias matematicas son refativas y se hallan {fundadas en ciertas suposiciones referentes a {a magnitud y 4 (a extension, fas cuales en si mismas no poseen mas que un mero cardcter fenoménico. Cambiense fos con ceptos fundamentales sobre fos que nuestras matematicas se apoyan, y of sistema entero necesitard un cambio completo; fo mismo puede decirse con referencia a nues- tros conceptos de fa materia, def movimiento -y def espa- cio, Son estas palabras, pura y sencillamente, expresio- nes tan s6fo para indicar ciertos conceptos que acerca de cosas inconcebibfes fiemos formado nosotros: en otras pa~ fabvas, indican ciertos estados de nuestra conciencia. 4 Si miramos un dréof, una imagen se forma en nuestra mente, fo cual equivale a decir que entramos en un cierto estado de conciencia que nos pone en refacién con un fenémeno externo acerca de cuya naturaleza real nada sabemos, pero af cual damos ef nombre de drbof. ‘Para un ser organizado de un modo distinto por com- pleto, puede no ser {o que nosotros ffamamos drbof, sino algo enteramente diferente, quizds transparente y sin so- fides material de hecho, a un millar de seres, cuyas constituciones difieran unas de otras, fes aparecera bajo mil aspectos distintos. Podemos nosotros ver en ef sof sofamente un globo de fuego pero un ser cuya facultad comprensiva sea superior podr ver en fo que nosotros flamamos sof algo que para nosotros es indescriptible, porque careciendo de fas facultades necesarias para des- cribirfo, no nos es concebibte. Ef hombre externo guarda una cierta refacion con ef mundo externo, y sofo puede conocer def mundo esta relacién externa, Algunas personas pueden objetar que debe contentarse con aquelfos conocimientos y no in- tentar en manera alguna ef profundicar mas, Esto, sin embargo, equivale a privarfe de todo progreso ulterior y condenarfe a permanecer sumido en ef error y en fa ig- norancia, porque una ciencia que depende por completo de ifusiones externas no es mds que una ciencia ifusoria. Adem, ef aspecto externo de fas cosas es {a consecuen- 78 cia de una actividad interior y a menos que ef verdadero cardcter de esta actividad interna se conozca, ef cardcter verdadero def fendmeno externo no serd en realidad comprendido, Ademds, ef hombre real ¢ interno, que re side en fa forma externa, mantiene ciertas refaciones con {a actividad interna def cosmos, fas cuales no son menos estrictas y definidas que fas relaciones existentes entre ef hombre externo y (a naturafeza externa. Ya menos que ef hombre conozca fas revelaciones que fe figan a aquet poder, en otras palabras a Qios, jamds comprenderd su propia naturafeza divina, y nunca alcanzard ef verdade- ro conocimiento de si mismo, (EI ensefiar fa verdadera refacion que existe entre ef hombre y ef infinito todo, y ef clevarle a aquel plano de existencia exaltado que debe cocupar en fa naturaleza, es y tiene que ser ef tinico y verdadero ofjeto de fa religion verdadera y de fa verda- dera ciencia. Ef hecho de que un hombre haya nacido en una cierta casa o en una cierta ciudad no indica en ma- nera alguna que tenga que permanecer alli durante toda su vida; ef fiecho de que un hombre permanezca en una condicién fisica, moraf o intelectual inferior no impone sobre ef fa necesidad de permanecer siempre en tal estado Yy que no pueda hacer ningin esfuerzo para efevarse a mayores afturas, a ciencia mas efevada que es posiéfe que exista es aquella cuyo objetivo es ef mas efevado de todos fos 76 conocimientos: y no puede existir objeto mds efevado ni mds digno de ser conocido que {a causa universal de todo bien. Qios es, por fo tanto, ef objeto mds efevado de fos conocimientos humanos, y nada podemos saber de #1 que no sea fa manifestacion de su actividad en ef interior de nosotros mismos, (btener ef conocimiento def Y6 equiva- fe a obtener ef conocimiento def principio divino dentro de nosotros mismos; en otras palabras, un conocimiento de nuestro propio yo, después de que aquel yo se haya convertido en divino y despertado a fa conciencia de su divinidad, Entonces ef Y6 interno y divino reconocerd, por decirfo asi, {as refaciones que existen entre si y ef divino principio en ef universo, si es que podemos hablar de relaciones existentes entre dos cosas que no son dos, sino que son una misma e idénticas, ‘Para expresarnos con mis correccién, deberiamos decir: ef Conocimiento Espiritual de Si Mismo tiene fugar cuando {ios reco- noce su propia divinidad en ef hombre. Todo poder, pertenezca af cuerpo, af alma, o af principio intefigente en ef hombre, se origina desde ef centro, ef espiritu. A fa actividad espiritual se debe que ef ombre vea, sienta, oiga y perciba con sus sentidos ex- ternos. En fa mayor parte de fos hombres esta fuerza espiritual ¢ interna ha despertado sé6fo fa potencia inte- fectuat y hecho entrar en actividad fos sentidos exterio- res, ‘Pero existen personas excepcionates en quienes esta 7 actividad espiritual ha (fegado a un grado mucho mayor, yen [as cuales se han desenwuelto fas facultades mas efe- vadas 0 internas de fa percepcién. Gemejantes personas pueden en estos casos percibir cosas que para fas demas son imperceptibfes, y poner en ejercicio poderes que no poseen of resto de fos mortales, Si fos ffamados sabios se encuentran con un caso practico referente a fo anterior, fo consideran como causado por un estado enfermizo def cuerpo, y fo cafifican como efecto de una “condicion pa- tologica”; puesto que es un frecho fundado en fa experien- cia de todos fos dias que fa ciencia externa y superficial, que nada conoce en absolute respecto a fas feyes funda- mentales de {a naturafeza, toma continua y equivocada- mente [as causas como efectos y fos efectos como causas. Con igual razén y con fa misma (6gica, podrian fos car- neros de un rebaiio, si uno de ellos hubiese obtenido fa facultad de hablar como un fiombre, decir de este que estaba enfermo, y ocuparse de su “condicién patolégica”, Asi es que fa sabiduria aparece como focura para ef foco; af ciego, fa (uz fe resulta tiniebas; fa virtud como vicio af vicioso; fa verdad como embuste af fafso, y en todo vemos que ef hombre no percibe fas cosas taf cual son, sino taf como éf fas imagina, Asi es que vemos que todo cuanto fos hombres acostumbran a amar bueno o malo, verdadero 0 falso, itil 0 imi, etc., ¢s, a fo mds, refativo en su sentido, 78 Puede ser asi en refacién con uno y ser por completo contrario con respecto a otro, cuyas opiniones, objetivos © aspiraciones son distintos. (Es también una consecuen- cia necesaria de este estado de cosas, ef que siempre que comienza ef fenguaje fa confusion empieza, puesto que diferencidndose siempre en algo fas diversas constitucio- nes de fos hombres, {a manera de concebir {as cosas de cada uno de ellos es siempre distinta de fas concepciones de fos otros. Esto que es verdad en fo referente a asuntos ordinarios, se hace todavia mas evidente en cuestiones refacionadas con fo oculto, acerca de fas cuales fa mayor parte de fos hombres s6fo poseen ideas fatsas, es dudoso si fa pronunciacién de una sentencia no daria tan s6fo origen a disputas y a interpretaciones falsas. las tinicas verdades que se hallan fuera def afcance de toda disputa son fas verdades absofutas, ¥ estas no necesitan ser pro- nunciadas, pues son evidentes por si mismas; ef expre- sarfas por medio def fenguaje equivate a decir fo que todo ef mundo sabe y que nadie pone en tela de juicio; ef decir por ¢jemplo, que ‘Dios es fa causa de todo bien, equivale sencillamente a que simboficemos af origen desconocido de todo bien con fa palabra “ios”, Toda verdad refativa refiérese inicamente a fas personafidades inestabfes de fos hombres y nadie puede conocer fa Verdad en ef Afsofuto, excepto aquel que efevaindose por encima de fa esfera def yo y def fendmeno 79 flega a fa region de fo Real, eterno ¢ inmutable. Ef hacer esto es en cierto sentido morir para ef mundo; 0 fo que es fo mismo, desembarazare por completo de fa nocién det yo. ef cual es tan solo una ifusion, ¥ flegar a ser uno mis- mo con fo universal, en cuyo seno ni ef menor sentimiento de separacién existe, Si estas dispuesto a morir asi pue- des penetrar por {a puerta en ef santuario de fa ciencia coculta; pero si fas ifusiones de fos mundos exteriores, y sobre todo, si fa fusion de tu propia existencia personal te atrae, en yano buscar ef conocimiento de aquelfo que existe por si mismo, y que es por completo independiente de toda relacién con fas cosas; que es ef eterno centro def cual todo procede y af cual todo welve, que es ef centro flamigero: ef Padre, a quien nadie puede acercarse mas que ef Hijo, fa Tug, fa Vida y fa Yerdad Suprema, 08080) V CRetca 80 Tercer Comentario de un Filosofo Desconocido Nos dice Mircea Eliade en su obra Lo profano y lo sagrado, cifémonos a comparar las dos experiencias en cuestion: la del espacio sagrado y la del espacio profano. Recuérdense las implicaciones de la primera: la revelacién de un espacio sagrado permite obtener «un punto fijon, orientarse en fa homogeneidad caética, «fundar el Mun- do» y vivir realmente. Por el contrario, la experiencia pro- fana mantiene la homogeneidad y, por consiguiente, la relatividad del espacio. Toda orientacién verdadera desa- parece, pues el «punto fijon no goza ya de un estatuto ontolégico tinico: aparece y desaparece segiin las necesi- dades cotidianas. A decir verdad, ya no hay «Mundo», sino tan s6lo fragmentos de un universo roto, la masa amorfa de una infinidad de «lugares» mas o menos neu- tros en los que se mueve el hombre bajo el imperio de las, obligaciones de toda existencia integrada en una sociedad industrial. V, sin embargo, en esta experiencia del espacio profano siguen interviniendo valores que recuerdan mas 0 menos la no-homogeneidad que caracteriza la experiencia religiosa del espacio. Subsisten lugares privilegiados, cua- litativamente diferentes de los otros: el paisaje natal, el paraje de los primeros amores, una calle o un rincén de la primera ciudad extranjera visitada en la juventud. Todos a1 estos lugares conservan, incluso para el hombre més de- claradamente no-religioso, una cualidad excepcional, «inican: son los «lugares santos» de su Universo privado, tal como si este ser no-religioso hubiera tenido la revela- cién de otra realidad distinta de la que participa en su existencia cotidiana. Jakob Béhme se habia autoimpuesto la dificil ta- rea de intentar traducir en términos conceptuales una intuicion fundamental que mejor se dejaba expresar en simbolos, abiertos para el entendimiento, oscuros para la raz6n, pues descubre una ley suprema que encontramos en todas las cosas: la ley de la polaridad del ser y del co- nocer; ley que él aplica en los mas diferentes dmbitos y ley para la que encuentra, ya al final de su vida, la formula més adecuada: «En el Si y en el No consisten todas las cosas» (In Ja und Nein bestehen alle Dinge)}. Los contra- rios se requieren mutuamente para revelarse el uno en el otro. El doble problema tradicional del mal y de las re- laciones entre Dios y el mundo es la gran cuestién que domina todo el pensamiento de Béhme. Tendremos que ocuparnos de esto, mas digamos ahora que lo propio en él consiste en una triple intuicién metafisica: la intuicién de una libertad que se encarna en lo real; la del espiritu ex- preséndose por medio del cuerpo; y la de una doble nece- sidad -para el ser y para el pensamiento, ya lo hemos di- cho- de una lucha y oposicién de los contrarios, cuya sin- tesis constituye la vida, pues la vida del mundo de la natu- raleza expresa la vida escondida de! mundo del espiritu. 82 De esta triple intuicién resulta, por una parte, un Dios vivo, del que el alma es un efluvio, una chispa; un Dios espiritu, que se encarna directamente en el alma es- piritual. Por otra parte, un mundo igualmente vivo donde Dios se expresa, se manifiesta y, en un cierto sentido, se encarna también’. Por eso afirma que no se puede cono- cer a Dios sin conocer la naturaleza: «¢Cémo vais a encon- trar a Dios en esos libros de teologia -solia quejarse a los tedlogos profesionales de su tiempo-, si no sois capaces de verlo en la misma naturaleza?». Para mediar en esta relacién y para explicarla, Bohme pondra, entre Dios y el mundo, un tercer medio: asi nacerd la importante idea de naturaleza eterna, entendida como fuente creadora de la naturaleza del mundo y, al mismo tiempo, como base or- ganica del ser espiritual de Dios: «Porque Dios obra de eternidad en eternidad pero no de otro modo que por su Verbo y el Verbo es Dios, es decir una manifestacién del Absoluto (Ungrund, indeterminado ~traduce Berdiaeff-). Y si el alma no pronuncia ya su voluntad personal, es la vo- luntad del Absoluto a que habla en ella: alli donde cesa de obrar la criatura, alli obra Dios. Pero sila criatura quie- re obrar con Dios, su voluntad debe abismarse (asi tradu- ce Berdiaeff; el original dice sencillamente: in Gott ein- gehen, «entrar en Dios») en Dios; entonces Dios obra con la criatura y por ella, porque la creacién entera, celeste, infernal y terrestre, no es otra cosa que el Verbo operan- te; el Verbo mismo lo es todo». 23 Referencias 1. Quaestiones Theasophicae, qu. Il, 2 2. Vida entendida como autocreacién sinérgica. «Nada hay en la natu- raleza que no sea una imagen de la Trinidad divina», escribe Bohme, ‘aunque en Aurora esta relacién entre la Trinidad y el mundo es todavia imperfecta. En cada cosa, Bohme ve la expresién de la Trinidad creado- ra. Cada cosa es una trinidad creada (cf. Aurora, Il, 48): «Ahora bien, en tun trozo de madera, en una piedra, en una planta, en todas partes, hay tres cosas, y nada puede nacer ni crecer, si una de las tres falta. En primer lugar, hay la fuerza de la que esté hecho el cuerpo... después un jugo, que es su corazén, luego una fuerza manante, olor 0 gusto, que es el espiritu de la cosa» (cf. Aurora, Ill 45, 47) 3. En Mysteriurm Magnum (LXI, 43 y 44). 84 Cuarta Carta La Doctrina Secreta wm Sala He ah Nt S, ae oor. uh a Salt msm Peps Cuarta Carta 1 Doctrina Secreta ( fundamento de fa entera Qoctrina Secreta, fundamento det cual resulta ef conocimiento de fos mds profundos misterios det universo, es tan sen- cilfo que su significacién puede comprenderta un nifio, pero en razén de su simplicidad es universafmente des- defiado y no comprendido por aquellos que anhefan fo complejo y fas ifusiones, Ama a ‘Pos sobre todas fas co— sas y al préjimo como a ti mismo, Cn conocimiento practic de esta verdad es todo cuanto se requiere para entrar en ef tempfo en donde puede uno obtener fa sabi- duria diving, (No podemos conocer fa causa de todo bien a me- ‘nos que nos aproximemos a effa; y no podemos aproxi- marnos a effa, a menos que fa amemos y que por nuestro amor seamos a ella atraidos. ‘No podemos amarfa a no ser que [a sintamos, y no podemos sentirfa a menos que exista en nosotros mismos. Para amar af bien, debemos ser nosotros misios buenos; para amar af bien sobre to- das fas cosas, ef sentimiento de verdad, ef de justicia y of de armonia deben sobrepasar y absorber a cada uno de 87 fos otros sentimientos; debemos cesar de vivir en fa esfera def yo, que es fa def maf, y empezar a vivir en ef seno def elemento divino de fa humanidad como en un todo; debe- mos amar aquelfo que es divino en fa humanidad, tanto como aqueffo que dentro de nosotros mismos es divino. Si es afcanzado este estado supremo, en ef cual habremos ofvidado por completo nuestros egos, ef intelectual y ef animaf, y en ef que gracias a nuestro amor a ‘ios nos habremos convertido en uno mismo con Dios, no existi- dn entonces secretos ni en fos ciefos ni en (a tierra que sean inaccesi6fes para nosotros. 4 Qué es ef conocimiento de {ios mas que ef co- nocimiento def bien y def mal? Dios es fa causa de todo Gien, y ef Gien es ef origen def maf, Ef maf es fa reaccion dof bien en ef mismo sentido en que fas tinieffas son fa reaccién de (a uz. EI fuego divino def cual procede fa fuz no es causa de {a menor oscuridad, pero fa {ue que radia def centro flamigero no puede llegar a manifestarse sin fa presencia de fas tinieblas, ni, sin fa presencia de fa fue, serian fas tinicHlas conocidas, Existen por consiguiente, dos principios: ef prin- cipio def bien y ef principio def maf, brotando ambos de fa misma raiz, en fa cual no existe, como quiera que sea, ‘maf alguno; s6fo reside en effa ef bien absofuto ¢ inconce- bible, Es of hombre un producto de fa manifestacién det principio def bien y unicamente en ef bien puede encon- 88 trar fa felicidad, puesto que fa condicién que necesita to- do ser para ser foie es ef vivir en ef efemento af cual su naturateea pertenece, Aquetfos que han nacido en ef bien serdin fefices en of bien; aquellos que han nacido para ef mal, nada deseardn mas que ef maf. Aquetfos que han nacido en fa (uz, 6uscardn fa fus, - fos que pertenecen a fas tinieblas, sofo buscardn {as tinieblas, Siendo ef hombre un hijo de fa fuz, no serd feliz mientras exista en su natu- valeza una sombra de tiniebfas. Ef hombre cuyo principio fundamental es ef bien no encontrard fa paz mientras exista en su interior una chispa tan séfo de maf, Ef alma def hombre es como un jardin, en ef cual existen sembradas un numero casi infinito de semilfas diferentes. Estas semilfas pueden dar origen a plantas fellas y saludables o a plantas deformes y nocivas. EL juego det cual estas plantas reciben ef calor necesario para su desarrollo es fa voluntad. Si fa voluntad es tue- na, desarrollard plantas bellas; si es mala, dard fugar a que crezcan plantas deformes. SEI principal objeto de fa existencia def hombre en esta tierra es fa purificacion de fa voluntad y ef cultivo de (a misma hasta que se con- vierta en una enérgica potencia espiritual. (EL iico me- dio para purificar (a voluntad es {a accién, y para fo- grarfo, todas nuestras acciones tienen que ser buenas, fasta que ef obrar bien se convierta en una mera cuestion 89 de costumbre cuando en fa voluntad cese todo deseo hacia ef maf. &De qué provecho seria para ti ef conocer inte- fectuafmente fos misterios de fa Grinidad ‘y of poder ha- Har sabiamente acerca de fos atributos def Togos, si en of altar de tu corazén no ardiese ef fuego def amor divino y sila Tug def Cristo no Griffase en tu templo? Gu inteti- gencia abandonada por ef espiritu que da fa vida se des- vanecerd y perecerd, y con efla perecerds ti, a menos que fa llama def amor espiritual arda en tu corazén con {a {uz de {a conciencia eterna, Si no estas en posesisn def amor hacia ef bien, mds te vale permanecer sumido en {a ignorancia, porque asi pecards ignorantemente y no serds responsatife de tus actos; pero aquellos que fa verdad co- nocen, y que fa desprecian a causa de su mala voluntad, son fos que sufrirdn, puesto que cometen un «pecado im perdonabler, conscientemente y a sabiendas, ef pecado contra fa verdad santa y espiritual, A{ verdadero Rosa- cruz, cuyo corazin arde con ef fuego def amor divino hacia ef Gien, {a (uz de éste ifuminard su mente, fe inspi- rard Guenos sentimientos y fe hard llevar a efecto buenas acciones, (No necesitard de maestro mortaf alguno que fe ensefe fa verdad, porque se encontrard penetrado por ef espiritu de sabiduria, que serd su verdadero Maestro, Todas fas ciencias y artes mundanas son despre- ciabtes y puerifes ante fa excefencia de esta sabiduria di- 90 | | | -vina. a, posesién de fa sabiduria def mundo no tiene va lor permanente; pero {a posesion de fa sabiduria divina es imperecedera y eterna. ‘No puede en manera alguna existir fa sabiduria divina sin ef amor divino, porque a sabiduria es fa unién def saber espiritual con ef amor es- piritual, de fo que resulta ef poder espirituat. Aquef que no conoce ef amor divino no conoce a ios, porque Dios es fa fuente -y ef centro flamigero def amor. Y° por esto se ha dicho que, aunque penetremos todos fos miste- rrios, poseamos ef entero saber y hagamos obras Guenas, si no poseemos amor divino, no sirve de nada, puesto que inicamente por medio def amor podemos conquistar fa inmortafidad. Qué es ef amor? Un poder universal que pro- cede def centro def cual ef Universo ha sido desenvuelto. En (os reinos efemental y animal obra a manera de fuer- za ciega de atraccidn; en of reino vegetal obtiene fos ru- dimentos de fos instintos, que en ef reino animal se desa- rroffan por completo; en ef reino humano se convierte en pasion, fa cual si obra en {a direccién debida, hacia su fuente eterna, efevard af hombre hasta un estado divino: pero si es pervertida, fo conducird a fa destruccion, En ef reino espiritual, es decir en ef def hombre regenerado, ef amor se transforma en un poder espiritual, consciente y viviente, Para {a mayoria de fos hombres de nuestra civifizacién actual ef amor no es mds que un sentimiento, 1 y ef amor verdaderamente divino y poderoso es casi desconocido entre fa humanidad, Aguet sentimiento su- perficial af que fos hombres flaman amor es un elemento semianimal, débit ¢ impotente: pero, sin embargo, fo sufi cientemente poderoso para guiar o extraviar a fa huma- nidad. Podemos efegir entre amar una cosa 0 no amarfa, pero un amor tan superficial no penetra mds alld de fos astados superficiales def alma def objeto amado. Et po- seer ef amor divino no depende de fa efeccién, es un don def espiritu que reside en fo interior, es un producto de nuestra propia evolucién espiritual, y tinicamente fos que han lfegado a aquet estado pueden poscerfo. ‘No es posite que alguien mas que aquef que ha alcanzado este estado de existencia conozca fo que es este amor espiritual y divino; pero aquel que fo ha obtenido sabe que es un po- dev omnipenetrante que, brotando def centro def corazén y penetrando en ef corazén de aquello que se ama, evoca @ fa vida a fos gérmenes de amor ali contenidos. A este Atnor espiritual, (ldmate, si te parece mejor, Voluntad espiritual, Vida espiritual, Tug espiritual, pues es todo esto y mucho mas porque todos fos poderes espirituates Grotan de un solo centro eterno, -y culminan por fin otra vez en un poder, a manera def vértice de una pirdmide de muchos fados. A este punto, a este poder, a este cen- tro, a esta (uz, a esta vida, a este todo se fe fama Dios, fa causa de todo bien, aunque fa palabra es un mero vo- cabfo sin significacion para aqueffos que no estén en po- 92 sesién de ella, y que ni siquiera pueden concebirla, pues ni sienten ni conocen a Dios en sus propios coragones, {Como podemos obtener este poder espiritual de amar, de Guena voluntad, de {uz y de vida eterna? No podemos amar una cosa a menos que sepamos que es buena; no podemos conocer si una cosa es buena 0 mala sin sentirfa; no podemos sentirfa a menos que nos apro- ximemos a effa: no podemos aproximarnos a una cosa si no fa amamos, y girariamos cternamente en un circufo vicioso sin acercarmos jamds a fa eterna verdad si no fuera por fa influencia continua det Sol Espiritual de Uerdad, que al centro def corazon humano fanza sus rayos, y atrayéndofo instintiva e inconscientemente, transforma ef movimiento circular en movimiento en es- piral, arrastrando de este modo, debido a fa «Juz de graciar, a fos hombres hacia aquef centro, a pesar y en contra de sus propias incfinaciones. Se ha dicho que {a incfinacion det hombre hacia ef maf es mas fuerte que fa que experimenta hacia ef bien, y esto es indudablemente cierto, puesto que con ef estado presente de fa evolucién def hombre, sus actividades Y tendencias animates son todavia muy fuertes, mientras que sus principios mds espirituales y efevados no se han desarroftado (0 suficiente para poseer {a conciencia de si mismos y fa fuerza consiguiente. Pero mientras fas in- clinaciones animates def fombre son mas enérgicas que 93 sus propios poderes espirituates, {a fue eterna y divina que e atrae hacia ef centro es mucho mas poderosa, y a menos que ef fombre se resista al poder def amor divino, Prefiriendo ser absorbido por ef mal, sera atraido conti- mua ¢ inconscientemente hacia ef centro de amor, Por fo tanto, ef hombre, aunque hasta cierto punto es victima indefensa de poderes invisiffes, es, sin embargo, hasta ef punto en que hace uso de su raz6n, un agente fibre: pero hasta que su razén sea perfecta no puede ser por com- pleto fibre, y su razén puede inicamente convertirse en perfecta si vibra af unisono y en armonia con fa Razén Divina (universal. EL hombre por fo tanto s6fo puede ffegar a ser completamente fibre obedeciendo fa Tey. Solo puede existir una ‘Razin Suprema, una ey Suprema, una Sabiduria Suprema; en otras pala— Gras, Un Dios, porque fa palabra ios significa ef punto cufminante de todos fos poderes, tanto espirituales como fisicos, que existen en ef Universo: significa ef Centro ‘Unico, def cual todas fas cosas, todas fas actividades, to dos fos atritutos, facultades, funciones y principios fan procedido, y en ef cual todos effos culminardn por fin. EL hombre solo puede esperar {a realizacion de su objeto mientras obre siempre en armonia con (a fey universal, puesto que (a teor'ia universalmente reconocida de fa su- pervivencia de fos mas aptos, y fa verdad absofuta de que ef fuerte es mas fuerte que ef débif, son tan ciertas en ef 94 reino def espiritu como en ef reino de fa mecéinica, Una gota de agua no puede por sus propios esfuerzos discu- nrir en sentido contrario af de fa corriente en fa cual existe, gy qué es ef hombre, con toda su vanidad y pre tensiones de sabiduria, mas que una gota en ef océano de {a vida universal? Para poder obedecer {a Jey, necesitamos apren- der a conocerla: pero gen donde puede uno esperar aprender (a {ey pura y fa fey adulterada, mas que en ef estudio de fa naturateea espiritual y material, 0 sea en sus aspectos interno y externo? Solo existe Un Tro, de cuyo estudio necesita ef ocultista, y en ef cual fa tota- fidad de fa octrina Secreta, con todos fos misterios, que conocen tinicamente fos Iniciados, se halla contenida, Es un libro que jamds ha sufrido falsificaciones ni tra ducciones erréneas; es un fibro que nunca fa sido objeto de fraudes piadosos ni de interpretaciones absurdas; es un fibro que, sin ef menor desembofso, cualquiera y en cualquier (ugar puede obtenerfo. (Esta escrito en un fen- guaje que todos pueden comprender importando bien poco cual sea su nacionafidad. ‘EL titulo de este fibro es M que significa: E{ Macrocosmos y ef Microcosmos de fa ‘Na- turaleza reunidos en un vofumen. El poder feer este fibro conrectamente exige poderfo hacer no s6fo con ef ojo de {a intefigencia, sino que es necesario ademas feerfo con ef ajo lef Espiritu, Si sus paginas son ifuminadas sofamen- 95 te por fa fria (uz de fa funa, por fa fue def cerebro, pare cerdn muertas, y aprenderemos tinicamente fo que en su superficie figura impreso: pero si fa {uz divina def amor ifumina sus paginas radiando def centro def corazén, co- menzardn a vivir y fos siete seffos con que algunos de sus capitufos estan sellados, serdn rotos, y fevantados unos ‘yelos tras otros, conoceremos fos misterios divinos que ef Santuario de fa Naturafeza contiene. Sin esta (uz divina def amor es inutif intentar penetrar en fas tinieblas en donde fos mas profundos mis terios permanecen. Aquelfos que estudian fa naturafeca con {a mera (uz externa de fos sentidos, nada conocerdn de ella mds que su mascara exterior, en vano pediran que se es ensefien fos misterios que tinicamente con fa fue def espiritu pueden ser contemplados, porque fa (uz det espiritu fia Grillado eternamente en fas tinieblas, pero fas tiniebfas no fa comprendieron. §En donde podemos esperar encontrar esta (uz def espiritu, mds que en ef interior de nosotros mismos? EL hombre nada puede conocer excepto aquetfo que ya dentro de si mismo existe, ‘No puede ver, ofr ni percibir cosa alguna externa; puede rinicamente contemplar {as imagenes y experimentar fas sensaciones a que den ugar fos objetos exteriores en su conciencia. (Jodo cuanto per tenece af hombre, excepto su forma externa, es un epito- me, una imagen, una contraparte def universo, EI hom- 96 Gre es ef (Microcosmos de fa naturaleza, y en éf se halla contenido, germinalmente o en un estado més 0 menos desarroflado, todo cuanto {a naturafeza contiene. En éf fen Dios, Cristo y of Espiritu Santo, En éf fa Fri- nidad se halla contenida, asi como fos efementos de fos reinos mineral, vegetal, animal y espiritual: 6 contiene of Cielo, ef Anfierno y ef Purgatorio: todo en éf se halla contenido, porque es fa imagen de {)ios, y G)ios es fa causa de cada una de fas cosas que existen, y nada existe que no sea una manifestacion de Dios, y acerca de fo cual pueda dejar de decirse en cierto sentido que sea {Dios o fa sustancia de Pios, res a, totalidad det universo y todo cuanto ef mismo contiene es fa manifestacion exterior de aquetla Causa o Poder interno, af cual fos hombres ffaman «ios», Dara estudiar fas manifestaciones externas de aquel poder te- Remos que estudiar {as impresiones que producen en ef interior de nosotros mismos. ‘Nada podemos conocer, sea fo que sea, fuera de fo que existe dentro de nosotros mis- mos, y por fo tanto, aun ef estudio de fa naturaleza ex- terna no es ni puede ser nada mas que ef estudio def yo, 0 en otras palairas, ef estudio de fas sensaciones internas que causas externas fan originado dentro de nosotros mismos, No puede ef hombre positivamente y en manera alguna conocer nada excepto aquelfo que ve, siente 0 percibe en ef interior de si mismo; todos sus lfamados co- 97 nocimientos acerca de fas cosas exteriores son meras especulaciones y suposiciones 0, todo fo mds, verdades refativas. Si no es posite que ef hombre conozca nada res~ pecto a fas cosas externas, excepto aqueflo que ve, siente © percibe dentro de si mismo, gcémo es posible que pueda saber nada en fo referente a {as cosas internas como no sean sus manifestaciones en su propio interior? Godos aquetfos que buscan un Qios externo, mientras que nie- gan a ios en sus corazones, fe Guscardn en vano: todos aquelfos que adoran a un rey desconocido de fa creacién, mientras ahogan af rey recién nacido en fa cuna de sus propios corazones, adoran una mera ifusion, Si desea mos conocer a ios y obtener fa Gabiduria Divina, te- nemos que estudiar fa actividad def Divino Principio en ef interior de nuestros corazones, escuchar su voz con ef oido de fa inteligencia y (eer sus palabras con fa fue de su amor divino, porque ef inico Dios acerca def cual puede ef hombre conocer algo es su propio {Dios personal, uno ¢ identico con ef Dios def Universo. En otras palabras, es ef Dios universaf entrando en refacién con ef ombre, en ef mismo hombre, y alcanzando personalidad por medio def organismo que {lamamos hombre; y ast es como Dios se convierte en hombre, y ef hombre se transforma en Dios, convirtiendose de este modo ef hombre en un Pios, cuando obtiene ef conocimiento perfecto de su 98 propio ego divino, en otras palabras, cuando ios se ha hecho consciente de si mismo. ‘yha fogrado en ef hom- Gre of conocimiento de si mismo. ‘No puede, por fo tanto, existir Gabiduria Pyivi- na sin ef conocimiento def propio Y6 divino de uno mismo, Y aquel que ha encontrado su propio ego divino se ha convertido en sabio, ‘No vayan nuestros especuladores ciemtificos y teoldgicos a ser tan presumidos como para figurarse que han encontrado a su propio y divino ego. Si fo hubiesen encontrado estarian en posesion de pode- res divinos, a fos que flaman fos hombres «sobrenatura- fes», porque han (fegado a ser casi desconocidos entre fa ftumanidad, Si fos hombres hubiesen encontrado sus pro- pios egos divinos, no necesitarian ni mas predicadores ni ids doctores, ni mas (iGros, ni mas instrucciones que su propio Dios interno: pero fa sabiduria de nuestros sa no es de Dios: procede de libros y fuentes externas y Saliofes, Aquel sentimiento def ego que fos hombres expe- rimentan en si mismos, y af cual {faman su propio yo. no es of def ego divino, es ef de su yo animal o intefectual, en ef que su conciencia se halla concentrada, y en cada frombre existen un gran mimero de variedades de estos egos 0 yoes. Estos perecersin todos, y tienen que desapa- recer antes de que ef Y6 divino, que es universaf y omni Presente, pueda entrar en existencia en ef hombre. Jos frombres no conocen a sus propios yoes, animal y semia- s 99 nimaf; de otra manera, su aparicion (es {fenaria de ho- jon principal de muchos hombres, son envidia o codi ‘ibaritismo o dinero, etc. Estos son (os poderes 0 dioses que gobiernan a fos hom- Gres y a {as mujeres, y a fos cuales fos hombres se aga- rran, a (os cuales abrazan y acarician, y a fos cuales consideran como sus propios yoes, Estos yoes 0 egos asumen en cada alma de hombre una forma que corres~ ponde a su cardcter, porque cada cardcter corresponde a una forma o fa produce. Pero estos yoes son ifusorios. Carecen de vida propia, y se afimentan def principio de vida en ef hombre; viven gracias a su voluntad, y perecen con {a vida def cuerpo o inmediatamente después. To, que en ef hombre es inmortal, aquelfo que ha existido siempre Y que para siempre existird, es of Espiritu Divino, y sofo aquelfos elementos def frombre que son perfectos y puros, y que se han unido con ef espiritu, continuardn viviendo en éf y por medio de éf Este ego divino no experimenta ef sentimiento de separacién que domina a nuestros yoes inferiores, es universal como ef espacio, no establece distincién alguna entre si mismo y cualquier otro de fos seres humanos, se ‘ve a si mismo, y se reconoce éf mismo en todos fos demas seres, vive y siente en otros, pero no muere con [os otros, porque siendo ya perfecto, no requiere ya mas transfor- maciones. Este es ef ios o Brahm, a quien tinicamente 100 puede conocer ef que se ha convertido en divino, es of Cristo que jamds puede ser comprendido por ef Anti- cristo, que lleva sobre su frente ef signo de fa Bestia, que simbofiza ef Gntefectuafismo sin Espirituaidad o {a cien- cia sin amor divino, Este Dios puede ser conocido tini- camente por medio def poder de fa Fe verdadera, fa cual significa sabiduria espiritual, fa cual penetra hasta of centro ardiente de amor que en ef propio corazén de uno existe, Este es ef centro de Amor, de (ida y de Jug, ef origen de todos fos poderes; en éf se hallan contenidos todos fos gérmenes y misterios, fuente de fa revefacién divina; y si encuentras ti fa fue que desde aquef centro radia, no necesitards mds ensefianzas, pues habras en- contrado fa vida eterna y fa verdad atsoluta, El gran error de nuestra época intelectual es ef que crean [os hombres poder llegar af conocimiento de fa verdad por mera especulacién intefectual, cientifica, filo- s6fica 0 teofégica y con séfo ef raciocinio, Esto es falso por completo, porque si Gien un conocimiento de fa teoria oculta debe preceder a fa practica, sin embargo, si fa verdad de una cosa no es confirmada, experimentada y reafizada por medio de fa practica, un mero conocimien- to de fa teoria no sirve de nada, {De qué fe servird a un fiombre ef hablar mucho acerca def amor y ef repetir a manera de papagayo fo que ha oido, si no siente en su corazon ef poder divino def amor? ge qué le servird a 101 uno ef hatfar sabiamente acerca de fa sabiduria mientras no sea éf sabio? ‘Nadie puede llegar a ser un Guen artista, miisico, soldado u hombre politico con sélo (eer libros; ef poder no es obtenido por fa mera especulacién, sino que requiere prdctica. Para conocer ef bien, tenemos que pensar y obrar ef bien: para experimentar fa sabidur'ia, tenemos que ser sabios, Un amor que no encuentra ex- presién alguna en acciones, no obtiene fuerza: una cari— dad que solo en nuestra imaginacién existe, permanecerd siempre imaginaria, a menos que sea expresada por me- dio de actos. Siempre que tiene fugar una accién, una Por fo tanto, fa préctica de Guenas acciones robustecerd nuestro amor af bien, y en donde tal amor exista, se manifestard en forma de accio- nes Guenas. reaccién es {a consecuencia, Aguel que obra maf porque no sabe cémo obrar bien es digno de compasién; pero aquel que sabe como obrar Bien, y que intelectualmente estd convencido de que debe obrar asi y sin embargo obra mal, es digno de con- dena. Es, por fo tanto, pefigroso para fos hombres ef re- cibir instruccién, en fo que a fa vida superior se refiere, durante tan fargo tiempo como su voluntad sea mata, puesto que después de saber distinguir entre ef Gien y ef imal, si a pesar de esto escogen ef sendero det mat, su res- ponsabilidad es todavia mucho mayor, Estas cartas no fuubieran sido jamds escritas si no se hubiese esperado que 102 af menos algunos de fos fectores no se fimitaran a com- prender intefectualmente su contenido, sino que entrarian en ef camino practico, cuya puerta es ef conocimiento def YO. que conduce por fina fa unién con Dios, y cuya consecuencia primera es ef reconocimiento del principio de fa Fraternidad Ciniversal de fa Humanidad, 298050) V CRaaca 103 Cuarto Comentario de un Fildsofo Desconocido Lo sensible constituye un simbolo de lo inteligible. Todos los seres son signaturas de Dios. Ahora bien, lo pri- mero que vemos, cuando nos dirigimos hacia la naturale- za, es la presencia y la lucha en ella de dos fuerzas 0 cua- lidades contrarias -«entre ambas cualidades» escribe muy a menudo Béhme-, las del bien y el mal. El bien y el mal estén en todas partes, en todas las cosas; son distintos, opuestos y sin embargo indisolublemente unidos y liga- dos, «como una [sola] cosa». Existe esta lucha y esta unién de los contrarios en todo objeto real, sin excepcién, salvo sin embargo, afiade el tedsofo, en Dios, los angeles y los demonios. Alli, no hay mas que una sola cualidad: la buena en Dios y los angeles, la mala o malvada en los de- monios. En cierto modo, la naturaleza es el terreno de batalla entre Dios y el Diablo. Saint-Martin decia: «No hay nada tan corriente como la envidia y tan raro como el deseo». Por lo tanto, el que toma consciencia del origen de esta melancolia, de este recuerdo fugitivo de una grandeza perdida, el que aspira a reencontrar su pureza primitiva es un «Hombre de Deseo». Su deseo, es el deseo de Dios. El deseo, es la raiz de la eternidad. 105 Es una via de Voluntad: entre el Destino, algunas veces ciego, y la Providencia divina, hay que escoger. Vol- verse un Hombre de Deseo, es emprender la reconstruc- cién de su Templo interior. Para edificar este Templo eter- no, se adhieren al ideal del Fildsofo Desconocido: «Con- ducir al espiritu del hombre por una senda natural, hacia las cosas sobrenaturales que le pertenecen por derecho». Para esto, es inutil acumular un saber intelectual, ya que para avanzar en la via de la reintegracién «no es la cabeza la que hay que romper, sino el corazén». En su trabajo, el Hombre de Deseo utiliza dos li- bros, Uno de estos es el «Libro de la Naturaleza» y el otro «El libro del Hombre». La naturaleza es un verdadero ‘cuerno de la abundancia para su estado actual, es el pun- to de unién de todas las virtudes creadas. Asi, todas estas virtudes divinas, ordenadas por el gran principio para co- operar en la rehabilitacién de los hombres, existen siem- pre alrededor de nosotros. La Sabiduria Divina sembré los simbolos de estas virtudes alrededor de nosotros, para llevarnos a recogerlas. También la naturaleza constituye para el Iniciado un inmenso recipiente de conocimientos. El segundo libro confiado a la meditacién del hombre de Deseo es el «Libro del Hombre». Béhme en sus Epistolas teoséficas (20, 3) nos da la clave: «El hom- bre, libro del ser de todos los seres, pues el libro en el que reside todo secreto es el hombre mismo: él mismo es el libro de la esencia de todas las esencias, pues él es la se- mejanza de la divinidad; en él reside el gran Arcanum, que solo puede revelar el Espiritu de Dios». Es para él un libro esencial. Por ello para su discipulo Saint-Martin, el hom- 106 bre es el «tinico libro escrito por la mano de Dios»; es en 61 donde se encuentran escritas todas las leyes del univer- so y «todas esas verdades importantes y fundamentales (existentes) en todos los hombres antes de existir en nin- gin libro». Es en él primero en que el hombre mismo de- be buscar. La lectura del «Libro del Hombre» desemboca entonces hacia la introspeccién y permite el regreso haci el centro del ser, el corazén. El corazén, nos dice Saint- Martin, «es el organo y el lugar donde se dirigen todas nuestras facultades y donde manifiestan su accidn; y cé. mo estas facultades estén en todos los reinos que nos constituyen, sea el corporal, el espiritual y el divino...», el corazén es el «lugar de unién y la expresién continua del alma y del espiritu». Ese regreso del ser hacia su centro, esa contemplacién interior, es la verdadera oracién, ya que, «empapa nuestra alma de este encanto sagrado, de este magnetismo divino que es la vida secreta de todos los seres», El trabajo del Hombre de Deseo provoca una tras- formacién interior, un «crecimiento espiritual», portador de una promesa de renacimiento interior. El «Viejo Hom- bre» debe ceder el lugar a un «Nuevo Hombre». Este Nuevo Hombre, una vez nacido, pasar por todos los nive- les de la evolucién, hasta lograr su completa madurez. Convertido en «Hombre-Espiritu» podré cumplir su «mi- nisterio». En Aurora (XXII, 46), el Tedsofo Teutén dice: «Pues no puedes decir édénde esta Dios? Escucha, hom- bre ciego, vives en Dios y Dios estd en ti y si vives santa- mente eres Dios ti mismo; dondequiera que mires alli esté Dios». 107 La Doctrina secreta es pues: «El auténtico cielo, porque Dios vive dentro de él, esta por doquier en todas partes, también en medio de la tierra: comprende el in- fierno [Er begreift die Hélle], en el que viven los demo- nios, y nada esté fuera de Dios; pues donde EI ha estado antes de la creacién del mundo, alli sigue estando atin, como en si mismo, y él mismo es la Esencia de todas las, esencias: todo ha nacido de El y de El procede ly lo pro- clama: urkundet von Ihme]; y por eso se llama Dios, por- que sélo El es lo Bueno, el Corazén o lo Mejor, entiende: la Luz y la Fuerza de dénde procede (urkundet] la Naturaleza».? «Quita la naturaleza y la criatura, lo que queda es Dios en siv.? Dios en si mismo no es nada mas que un si- lencio y una claridad. Con palabras del propio Béhme: «Bloss eine stille, helle, lichte Wonne ohne Wesen, und das ist die Ewigkeit ohne etwas, und heisset vor allen andern Gott: dan es ist nichts Béses darinen, und ist ohne We- sen». Traducido: «Simplemente una delicia silenciosa, cla- ra, luminosa, eso es la eternidad sin nada mas, y se llama Dios ante todo: pues no hay nada malo dentro de El, y carece de esencia»,? «Stille ohne Wesen». Silencio sin esencia y sin nombre.* «Cuando td quieres pensar en Dios, nos dice Béhme, es preciso que te representes una oscuridad que no es tal, una oscuridad que es como una nada». Se trata de una verdadera Nada de determinacién y no de las tinieblas con las que asociaremos al primer principio de la esencia divina, ya que las nociones de ti- nieblas y de luz son en Béhme nociones y realidades co- rrelativas. 108 Referencias 1. De Tribus Principiis, Vil, 21 2. De Electione Gratioe, |, 21 3. Como calma absoluta, beatitud absoluta; no es ni luz, ni tinieblas; tan s6lo una claridad y delicia infinitas: Eine reine pure Helle und Won- ne (cf. De Triplci Vita Hominis, |i, 78). No es ni bueno ni malo (cf. De Electione Gratiae, |, 3). «Ahi no se puede decir un Dios colérico, ni tampoco un Dios misericordioso, pues aqui dentro no existe ninguna causa para la célera, ni tampoco para amar algo», como escribe Jakob Bahme en De Electione Gratiae, |, 21 (la traduccién es mia) 4. En este sentido es Misterium y Arcanum. (Cf. De Triplci Vita Homi- nis, X, 44). Bohme escribe, en efecto, que no tiene nombre. (Cf. De Triplici Vita Hominis, tl, 76) 109 oO Quinta Carta Los Adeptos ‘TABULA SMARAGDINA HERMETIS. VERBA SECRETORUM HERMETIS. 112 Quinta Carta Tos Adeptos n fa contestacién a mi carta iiltima, has mar Kr tado (a opinion de que ef exponente de espiritua- fidad significando intelectualidad y moratidad combinadlas) exigido por nuestro sistema de filosofia es en exceso efevado para que ef hombre pueda alcanzarfo, y dudas ti si alguien ha llegado alguna vee a él. Permite que te diga que muchos de aquelfos a quienes fa Iglesia cristiana {fama santos, ¥y otros muchos que no fian perte- necido jamds a aquella Iglesia y a quienes se acostumbra lamar spaganose, han obtenido aquel estado, y por fo tanto han alcanzado poderes espirituales que fes fan permitido flevar a cabo cosas bien extraordinarias, (la- madas milagros, Si examinas fa historia de fas vidas de fos santos, encontrards en effas una gran cantidad de cosas grotes- cas, fatulosas y falsas, puesto que aquellos que escriben fas feyendas conocen bien poco o nada acerca de fas feyes misteriosas de fa naturateza; efos han registrado fend- menos que han tenido fugar, 0 que por fo menos se cree que han sucedido; pero no pueden effos explicar fas cau- 113 sas que fes han dado origen, y han inventado [as explica- ciones que fes han parecido mes probables 0 creibles, se- giin su manera de pensar, ‘Pero entre todos estos escom- Gros, encontrards una gran parte de verdad, fo cual viene a demostrar que aun fa misma intefigencia de personas sin ifustracion puede ser ituminada por fa sabiduria divi na, si aqueffas personas viven pura y santamente, Qerds cémo en muchas ocasiones, frailes y monjas, pobres ¢ ig- norantes, -y segin ef mundo, sin instruccién, alcanzaron una sabiduria taf, siendo consultados por papas y reyes en asuntos importantes, y como muchos de effos fograron ef poder de abandonar sus cuerpos fisicos para visitar fugares distantes en sus cucrpos espirituales, formados por (a sustancia def pensamiento, y flegaron hasta a apa~ recer en forma material en puntos remotos. Jas ocu- rvencias de esta especie han sido tan numerosas que, si feemos sus relaciones, cesardn de parecer extraordina- vias, y serd de todo punto innecesario ef mencionar estos casos, puesto que todos effos son ya bien conocidos. En fa ida de Santa Catafina de Gena, en fa de San Fran- cisco Javier y en muchos otros fibros encontrards fa descripcién de semejantes incidentes, Ja historia profana rebosa también de narraciones referentes a hombres y mujeres extraordinarios, y me fimitaré a recordarte fa historia de Juana de Arco, que poseyd dones espiritua- fes, y fa de Jacobo Boheme, ef zapatero ignorante, at cual fa sabiduria divina ifuminaba, a4 Dudamos de si puede existir nada mas absurdo que ef intentar argiir y disputar acerca de semejantes cosas con un escéptico 0 materialista que niega que sean posibfes, (EL intentarfo equivatdria a disputar acerca de {a existencia de fa fuz con un ciego de nacimiento, ni puede ningin tribunat de ciegos fallar acerca de si fa {uz existe 0 no existe. Sin embargo, ha existido Y todavia existe, y podemos darfes a fos ciegos una idea de fa mis- ma, pero no podemos probarsela cientificamente, durante tanto tiempo como permanczcan ciegos a {a razén y a fa logica, En muchos puntos def mundo han sido fas gentes degradadas hasta un punto taf por fa «civilizacion mo- derma» que ha (fegado a ser para effos completamente in- comprensiffe ef que una persona pueda verificar acto alguno, sea ef que fuera, excepto con ef objeto de ganar dinero, obtener comodidades 0 por aficién af fujo: ef vini- co mévit de su vida es ef hacerse ricos, comer, beber, dormir y volver a comer, y gozar de todo ef confort de fa vida externa, Sin embargo, semejantes personas no son Jfefices: viven on un estado de fiebre y excitacién conti- nuas, corriendo siempre tras de sombras que desaparecen en cuanto se acerean, 0 que crean deseos mas violentos hacia otras sombras, si son asimiladas y absorbidas. Pero afortunadamente, existen todavia otros en quienes fa chispa divina de espirituatidad no fia sido ve 1s {ada por fa fumareda def materiafismo, y algunos existen en quienes esta chispa se fia convertido en una flama, gracias af soplo def Espiritu Santo, emitiendo una fue que ilumina sus inteligencias y que hasta penetra sus cuerpos fisicos de un modo taf que aun un ofservador superficial puede ver que ef candcter de estas personas es extraordinario, Personas semejantes existen en distintas partes def mundo, y constituyen una GFraternidad, cuya exis tencia es conocida soto por muy pocos, ni es de desear que cualesquiera detalles acerca de esta GFraternidad sean conocidos piificamente, puesto que semejantes noti- cias no harian mds que excitar (a envidia y fa céfera det ignorante y def matvado y poner en actividad una fuerza que ningin dato causaria a fos Adeptos, pero si a aque- flas voluntades perversas que contra fos Adeptos se [e- vantaran, Sin embargo, como tui deseas conocer fa verdad, no por curiosidad frivola, sino por ef deseo de seguir of camino de fa misma, me es permitido darte fas noticias siguientes: os Hermanos de quienes habfamos, viven des- conocidos para ef mundo; fa historia nada sabe acerca de fos mismos, y sin embargo, son effos fos mas grandes de entre toda fa humanidad, os monumentos que en honor us de fos conquistadores def mundo han sido erigidos se ha- Grain convertido en pofvo: reinos ¥ tronos habrdn desapa- recido, pero estos elegidos vivirdn todavia, Gegard un tiempo en ef que ef mundo quedard convencido de fa in- dignidad de fas ifusiones externas, y empezara a estimar s6fo aqueffo que es digno de ser apreciado; entonces sera conocida fa existencia de fos Hermanos y se apreciard su sabiduria, Tos nombres de fos grandes de fa tierra estén escritos en ef povo, fos nombres de estos Hijos de fa Tue inscritos estan en ef Femplo de fa Eternidad, ¥6 te haré conocer a estos Hermanos, y podirds tui convertirte en uno de efos. ‘Estos Hermanos estan iniciados en fos misterios de (a religion, pero no vayas a comprenderme mal, ni a suponer que pertenecen elfos a alguna sociedad secreta exterior, como (as que acostumbran a profanar fo que es sagrado, por fa verificacién de ceremonias externas, y cuyos miembros se (aman a si mismos Uniciados. ‘No! Gnicamente ef espiritu de Dios es quien puede iniciar af hombre en {a Sabiduria Divina ¢ iluminar su inteligen- cia, Cnicamente ef hombre puede guiar af hombre af altar donde arde ef fuego divino, ef segundo debe (legar a of por si mismo; si desea ser iniciado, debe por si mismo hacerse digno de obtener dones espirituates, é{ mismo de- be Geber en fa fuente, que para todos existe, y de fa cual 117 nadie es exefuido mas que aqueflos que a si mismos se excfuyan, Mentras fos ateos, materialistas y escépticos de nuestra civilizacion moderna fafsean fa palabra sfiloso- {fiav, con objeto de preconizar como sabiduria divina fas efucubraciones de sus propios cerebros, estos Hermanos viven tranquilamente bajo fa inffuencia de una (uz mas efevada, y construyen un templo para ef eterno espiritu, un tempo que continuard existiendo después de que mas de un mundo haya perecido, Su trabajo consiste en cut- tivar fos poderes def alma; ni ef torbellino def mundo ex- terno ni sus ilusiones fes afectan; {een fas fetras vivientes de Qos en ef fibro misterioso de fa naturafeza; effos re- conocen y gozan de fas armonias divinas def universo. (Mientras fos sabios def mundo procuran reducir a su propio nivel intefectual y moral todo fo que es sagrado y exaltado, estos Hermanos se efevan af plano de fa {uz divina y encuentran en éf todo cuanto en fa naturaleza es Gueno, verdadero y bello. Son effos fos que no se fimitan a creer meramente, sino que conocen fa verdad por con- templacién espiritual 0 GFe, y sus obras hélflense en ar- monia con su Ge, porque effos obran bien por amor af bien y porque saben qué es ef bien, No creen que pueda un hombre convertirse en un verdadero cristiano por fa mera profesion de una cierta creencia, 0 por unirse a una Iglesia cristiana en ef sent us do fiteral de fa palabra, Convertirse en un verdadero cristiano significa convertirse en un Cristo, efevarse por encima de fa esfera de fa personalidad ¢ inctuir y poseer en ef seno det yo propio y divino de uno mismo todo cuanto existe en fos ciefos 0 sobre fa tierra, (Es un estado que se halla fuera de fa concepcién de aquet que no fo ha alcanzado; significa una condicién en fa cual uno es ac- tual y conscientemente un tempo en donde fa Grinidad ‘Divina, con todo su poder, reside, Cnicamente en esta luz 0 principio af cual nosotros llamamos Cristo, y af cual otras naciones conocen con otros nombres, podeios en- contrar nosotros fa verdad, Entra en aquella (uz, y aprenderés a conocer a fos Hermanos que en fa misma viven, En aquel santuario residen todos fos poderes y fos flamados medios sobrenaturates, por cuyo medio fa fu- manidad puede recibir (a energia necesaria para que quede restabfecido ef faz0, en fa actuafidad quebrantado, que en épocas remotas unia af hombre con fa fuente divi- na de fa cual procede. Si fos hombres conociesen tan s6fo (a dignidad de sus propias almas y fas posibilidades de fos poderes que fatentes en fas mismas permanecen, ef deseo tan s6fo de encontrar sus propios egos (es lfenaria de te- mor respetuoso, Solo existe un Dios, una verdad, una ciencia y un camino para llegar a effa; a este camino se fe da ef nombre de refigion, y por fo tanto, séfo existe una religion 119 préctica, aunque existan mil teorias diferentes. odo cuanto se necesita para obtener un conocimiento de ios esta contenido en fa naturaleza, GJodas cuantas verdades {a religion de verdad puede ensefiar han existido desde ef principio def mundo y existindn hasta que ef mundo con- cluya. En todas y cada una de fas naciones de este pla- neta ha Grillado siempre fa {uz en fas tinieblas, a pesar de que as tinieffas no fa han comprendido, ‘En algunos pun— tos esta {uz fa sido muy brilfante, en otros menos, en proporcién a fa facultad receptiva def puctfo y a fa pu- reza de su voluntad, Giempre que fa encontrado una receptividad grande ha aparecido con gran resplandor fa sido percibida en un estado mayor de concentracién segin fa capacidad de fos hombres para percibirta. Ja, verdad es universal y no puede ser monopofizada por hombre alguno, ni por ninguna cofectividad de hombres: fos misterios mds augustos de fa refigién, tales como fa Frinidad, {a caida o diferenciacion de fa ménada huma- na, su Redencién por amor, etc., se encuentran tanto en {os antiguos sistemas refigiosos como en fos modernos. El conocimiento de fos mismos es ef conocimiento def uni- verso: en otras palabras, es fa Ciencia Cniversal, una ciencia que es infinitamente superior a todas fas ciencias materiafes def mundo, cada una de fas cuafes entra torfo fo més en algin detalfe infimo de fa existencia, pero que deja a fas grandes verdades universates, en fas que toda se funda, fuera de consideracién, y hasta trata 120 quizd semejantes conocimientos con desprecio, porque sus Qjos estan cervados a fa {uz def espivitu, as cosas externas pueden ser examinadas con fa uz externa; las especulaciones intefectuales requicren fa luz de fa inteligencia, pero fa {uz del espiritu es indispen- sa6fe para fa percepcion de {as verdades espirituales, y una fuz intefectuaf sin fa ifuminacién espiritual conducird @ fos hombres af error. Aquellos que deseen conocer verdades espirituates, deben fuscar fa {uz en ef interior de si mismos, y no esperar que fa obtendrn por ninguna especie de formas o ceremonias externas; rinicamente, cuando dentro de si mismos hayan encontrado a Cristo, serdn dignos def nombre de cristianos.* sta era fa religion practica, fa ciencia yet saber de fos sabios antiguos fargo tiempo antes de que (a pala- Gra cristianismo fuese conocida; era también fa religion practica de fos primitivos cristianos, que eran gentes ifu- minadas espiritualmente y verdaderos seguidores de Cristo. Solo a medida que ef cristianismo se hizo popu- far y, por consiguiente, comprendis erréneamente ef sis- tema de refigion, fas interpretaciones falsas han suplan- tado a {as verdadevas doctrinas, y (os simbolos sagrados han perdido su significacion verdadera, Qrganizaciones eclesidsticas y sociedades secretas se ftan apropiado fas formas y alegorias exteriores; fraudes edlesidsticos misticismo fan usurpado ef trono de fa religion y de fa 12a verdad. Jos hombres han destronado a Dios, y se han cofocado effos mismos en ef trono, Ta, ciencia de seme- Jantes hombres no es sabiduria; sus experiencias priicticas haiffanse fimitadas por sus sensaciones corporeas; su [ogi- ca hallase fundada en argumentos que son fundamental mente falsos, jamds han conocido effos fas relaciones existentes entre ef Anfinito Espiritu y of hombre fin ellos se arrogan poderes divinos, que no poseen, indu- ciendo asi a fos hombres a que busquen en effos fa fue, fa cual puede tinicamente encontrarse en ef interior de uno mismo; effos engafian af hombre con esperanzas fafsas, y afetargdndofo en una falsa seguridad, fo conducen a fa perdicion, ‘Un tal estado de cosas es fa consecuencia nece- saria def poder exterior que fas modernas igfesias han alcanzado, Qyemuestra (a historia que segin una igfesia fa aumentado en poder extern, hia disminuido su poder interno. Ya no puede decir por mas tiempo: “No posco ni ore ni platar, y tampoco a fos enfermos “eyantate -y an- dav. A menos que a fos antiguos sistemas se fes infun- da una nueva vida, su decadencia es segura. Su disolu- idn es solo en exceso aparente en ef desarrollo universal de las perniciosas supersticiones del materialismo, escep- ticismo libertinaje, (No puede a (a religion infundirsele una vida nueva, dando fuerza al poder externo y autori- 122 dad material af clero; debe serte infundida en su centro mismo, EI poder central que da vida a todas fas cosas y que a todas fas pone en movimiento, es ef Amor, solo estando penetrada por ef amor su religion puede ser fuerte y duradera; una religion fundada en ef amor uni versal de fa humanidad contendria fos efementos de una religion universal, A menos que ef principio de amor sea practica- mente reconocido por fa Ugfesia no se desarroflard en su seno Cristo alguno, ni adeptos ni guias espirituales ver- daderos, y los poderes espirituates que fos cférigos pre- tenden poseer existirdn tan s6fo en su imaginacion, Cese ef clero de distintas denominaciones de excitar ef espiritu de intoferancia, desista de invitar af puetfo a fa guerra y a fa sangre, a disputas y quereflas, Reconozcan que to- dos fos hombres, pertenezcan a {a nacién que pertenez- can, ¥y profesen {a refigion que profesen, tienen un sofo origen comin, y que un solo destino colectivo es ef que les espera, y que todos effos son fundamentalmente uno, di- ferencidndose meramente en sus condiciones externas. Entonces, cuando se piense mas en ef interés de fa hu- manidad que en fos intereses temporates de fas iglesias, entonces {a verdadera igfesia recobrard su poder interno; entonces se encontrardn de nuevo en fa Iglesia adeptos, Cristos y santos, otra vee se obtendrein dones espiritua- les, y hechos milagrosos se ffevardn a cabo, fos cuales se— 123 ran mds a proposito para convencer a fa humanidad que todas fas especulaciones teolégicas acerca de que més alla def reino sensible de fa ifusién material, existe un poder més efevado, universal y divino, y que, a aquellos que estdn en posesion def mismo, ademds de darfes derecho de flamarse a si mismos divinos, fes hace realmente divinos y fes permite ffevar a efecto actos divinos. a, verdadera religion consiste en ef reconoci- miento de Dios, pero P)ios no puede ser reconocido mas que por medio de su manifestacion, y aunque toda fa na- turaleza es una manifestacién de ios, sin embargo, ef grado mas alto de esta manifestacion es fa divinidad en ef hombre. Ef hacer a todos fos hombres divinos es ef obje- tivo final de fa religion, y ef reconocer a fa Pivinidad universal (Cristo) en todos es ef medio para fograr aquet fin. £f reconocimiento de ios significa ef reconoci- miento def universal principio de amor divino, Aguel que reconozca plenamente este principio, no meramente ent a teoria sino en fa practica, fe serdn abiertos sus sentidos internos, y su mente serd ifuminada por fa Sabiduria Fspiritual y Divina, Cuando todos fos hombres hayan flegado a aquet estado, entonces fa (ue divina def espiritu ifuminard af mundo y serd reconocida det mismo modo que fa fuz def sof es universalmente vista. Entonces ef saber sustituind a (a opinion, fa fe a fa nueva creencia, y ef amor universal dominara en fugar def amor personal, 124 Entonces serdin reconocidas en fa naturaleea y en ef frombre fa majestad el Dios universal y fa armonia de sus feyes, Yen fas joyas que adornan af trono def Eter- no, joyas que conocen fos Adepios, se vera resplandecer a Gye def Espiritu, IOV CRara 125 Referencias 1. Lacarta original de donde se ha extractado lo que sigue, fue escrita por Karl von Eckhartshaussen, en Munich, el afio 1792, 2. En alemén un Cristo, significa un cristiano, y también uno que es tna encarnacién del principio de Cristo; ambas palabras son idénticas y ninguna diferencia se hace entre un cristiano y un Cristo. 126 Quinto Comentario de un Fildsofo Desconocido Al amor es la herramienta de los Adeptos, y «Sélo el amor se llama Dios, su fuerza y su poder se llama céle- Fa», nos dice Bohme en Mysterium Magnum (XXVI, 10); «La cOlera es la raiz del amor, como el fuego lo es de la luz» (XVI, 28). EI Mysterium Magnum es el Caos (de donde sur- gen la Luz y la Oscuridad, o sea, el principio del cielo y del infierno), manifestado y derivado de la Eternidad; este Principio que ahora llamamos del infierno, cuya existencia tiene origen en el propio Caos, es la base y la causa del fuego en la Naturaleza Eterna; este fuego en Dios es so- lamente un amor ardiente, donde Dios no est Jakob Béhme emplea tres imagenes para referirse al primer principio: la del lazo o vinculo (Band, ewiges Band), Asi las tres o cuatro esencias que constituyen el primer principio formarian una unidad indisoluble estan- do obligadas por un vinculo eterno; la imagen de una rue- da eternamente en movimiento, es la imagen del torbelli- No; finalmente, la imagen poderosa del fuego. En cuanto al segundo principio (luz), no hay que olvidar que se trata de un principio espiritual, y no propiamente vital. El terce- To, lo sabemos, alude a la corporeidad. 127 Queda claro que los tres Principios son igualmen- te necesarios a la constitucién de lo real, en la medida en que pueden ser considerados estados cualitativamente determinados del ser, fases de su evolucién y elementos de su estructura ontoldgica. ¢Pero qué relacién guardan con la trinidad de Personas que también se refleja en todo lo creado? Digamos simplemente que esta relacién no es del todo clara, ni siempre posible, en Bohme. Las analo- gias pueden hilvanarse, también a propésito de la consti- tucién del ser humano. Para el tedsofo el Padre, engen- drando al Hijo, se engendra a si mismo eternamente; y el Espiritu brota o emana de ambos. Ahora bien, el Padre no es idéntico, sin més, al primer principio, porque en el primer principio «Dios no es Dios». No olvidemos que Dios es el mismo en todos los tres principios de su esencia;! el Padre celeste es también el Dios bueno que vive en el segundo principio; el primero no es mas que la base oscura y dindmica de su vida, como ya hemos dicho; eternamente Dios se engendra a si mis- mo en tanto que espiritu, y este «fundamento tenebroso y oscuro», estd penetrado por los rayos de amor y de luz? Dios, acabamos de decir, es el mismo en todos los tres principios de su esencia pero es en el Hijo, y no es més, que por el Hijo (vinculado al segundo principio), que Dios es Dios.? Nos ocupamos ahora de esto, para concluir este apartado. El texto de nuevo es suficientemente explicito: «El Padre sdlo sera llamado un Dios santo en el Hijo (esto es en la fuerza de la Luz en el divino reino de la alegria, como en el gran amor y dulzura), pues ésta es su auténtica reve- 128 lacién (rechte Offenbarung), por la que es llamado Dios. En el Fuego es llamado un Dios colérico: pero en la Luz 0 en el Fuego del Amor se llama el Dios santo; y no se llama Dios en la Naturaleza de las tinieblas».4 «La Divinidad es en todas partes todo en todas las cosas, pero sdlo se lla- ma Dios segtin la Luz del Amor y segiin el Espiritu manan- te (ausgehenden) del reino de la alegria...».> Hay para Béhme dos formas de célera, Zorn y Grimmigkeit. Zorn, representa el principio negativo, al Principio fogoso, ardiente, airado que se encuentra en todas las cosas. Bohme emplea también muchas veces la expresion: Gottes Zorn, la ira de Dios. Por aparte Grimmigkeit lo utiliza como Furor, célera, ardor. Encono, fiereza, rabia, Grimm, grimmig (Colérico, rabioso) es un adjetivo que emplea mucho. Aquél que persigue el conocimiento de si mismo tendra acceso a la ciencia del mundo, de los demés seres. El conocimiento de si mismo es solamente en si que lo debe buscar. Es en el espiritu del hombre que se deben encontrar las leyes que dirigen su origen. Es preciso, en- tonces, que el iniciado encuentre su centro inicidtico, la divinidad en si, para adquirir el pleno conocimiento de si mismo. Es necesario conocer sus flaquezas para dominar- las mejor y no volver a practicar los mismos errores. Jestis Cristo decia a los hombres que no pecasen més. Hoy, los maestros piden que los hombres procuren errar cada vez menos, hasta el dia en que, habiendo encontrado su equi- librio iniciético, puedan llegar a no pecar mas. Su lucha debe ser constante, contra las pasiones, sus contrarieda- des internas y la ira. La docilidad representa la presencia 129 de Dios en el centro inicidtico; la ira representa su ausen- cia. «El hombre no puede ser integralmente libre de la ira y del pecado porque los movimientos del abismo de este mundo tampoco son totalmente puros ante el corazén de Dios; el amor y la ira siempre luchan entre sin, nos dice el Fildsofo Desconocido en su «Hombre de Deseo». ‘A este respecto, el hecho de poseer un cuerpo le parece a Jakob Bdhme muy importante. El cuerpo es co- mo una pantalla, una tabla de salvaci6n. Ya antes de la caida posela una cierta existencia propia, aunque se so- metia al espiritu y a la voluntad. Y esto quiere decir que existfa una relativa independencia de la naturaleza huma- na en relacién a su espiritu. Por ello, un acto espiritual del hombre no podia tampoco entrafiar enteramente conse- cuencias fatales para él, considerado por entero. El hom- bre es un ser que pertenece a varios mundos. Y asi como en nuestra vida actual actos cualesquiera no pueden in- fluir definitivamente en nuestra naturaleza y transformar- la, tampoco en Adan un acto pecaminoso podia destruir y agotar del todo su libertad. El ser humano no esta nunca definitivamente perdido o condenado; tampoco salvado. De ahi el empefio de Bohme, como bien sabemos, en combatir la doctrina de la predestinacién.§ También habla en ocasiones Bohme de una caida provocada por el deseo de conocer, deseo que implicaba ya una participacién. En efecto, comer el fruto del rbol, en un mundo previamente caido, lo asocia el tedsofo a un conocimiento, al despertar a cierta clase de conciencia.” 130 Podemos decir que este mundo seria para noso- tros el paraiso, si fuéramos capaces de mirarlo, antes lo hemos dicho, con ojos renovados. Subsiste entre los tres principios y fuera de ellos. Bohme dice curiosamente que el paraiso dur6 40 dias. Es claramente un numero simbéli- co, pero que nuestro filésofo puede tomar también por perfectamente real? 131 Referencias cf. De Tribus Prncipis, W, 7 cf. De Tribus Principis, W, 58 «f. e Tribus Principis, W, 32 Mysterium Magoum, Vi, 14 De Signatura Rerum, XIV, 35: De Tripici Vita Homins, 1,58 ‘ug Sex Puncta Theosophica, X, 1; Quaestiones Theosophicae, qu. X, -Mysteriurn Magnum, XV 34 Sexta Carta Experiencias Personales 132 Sexta Carta Experiencias Personates xisten en {a naturafeza misterios innumerabfes que desea ef hombre descubrir, Ja, creencia de que existen ciertas sociedades en posesion de se- cretos determinados que podrian, si quisiesen, comunicar @ otras personas que no han (legado af grado de desarro- fo espirituat de fos que fas constituyen es una creencia erronea, “EL hombre que cree que ef verdadero saber puede ser obtenido por medio de favores, en (ugar de por desarrollo espiritual, cesa de esforzarse en fograr su propia evolucion y se une a sociedades secretas 0 a igie- sias, esperando con effo obtener algo que no se merece: pero siempre ef finaf es para éf un desencanto, En ef verano de 1787, estando yo sentado en uno de fos bancos de fos jardines cercanos af castillo de (Burg en Munich, y pensando profundamente acerca de fo an- terior, vi a un extranjero de aspecto digno © imponente, Gien vestido, sin fa menor clase de pretensiones, pasedin~ dose por una de fas calles def jardin, Algo habia en éf que atrajo mi atencién; quizds fue fa tranquilidad suprema de su alma que se reflejaba en sus ojos, Su cabelfo era gris, 135 pero su mirada era tan Gondadosa que, cuando pasé por defante de mi, instintivamente ffevé fa mano af sombrero, safuddndome é también de un modo muy amable. Ne senti impulsado a seguirfe y a hatfarfe, pero no teniendo fa menor excusa para hacerlo, me contuve, y ef extran- Jjero desaparecié, Af dia siguiente, y poco mas 0 menos a fa misma hora, volvi af mismo sitio, esperando encontrar de nuevo af extranjero. Estaba alli, sentado en un banco y feyendo un fiGro; no me atrevi a interrumpirfe. (Paseé durante un rato por ef jardin, y cuando Yofvi ef extranjero ya no es— taba, Gin embargo, habia dejado encima def banco un fibro pequefio, que me apresuré a coger, esperando poder tener {a oportunidad de devotvérselo, y con effo una oca- n para conocerle, (Miré ef fibro, pero no pude feerfo, pues estaba escrito en caracteres caldeos. Solo una breve sentencia, que figuraba en fa pagina det titulo, estaba es- en (atin, {a cual pude leer, y decia: « Aguel que se fevanta temprano en busca de fa sabiduria, no tendrd que ir mury [ejos para encontrarfa, porque fa encontrard sen tada frente a su puerta». os caracteres en que estaba impreso of fibro eran muy hermosos, de un rojo muy 6ri- (ante, y fa encuadernacion def fibro era de un azul mag- nifico. Ef pape era finisimo, fanco, -y parecta emitir todos fos cofores def arco iris, a manera def ndcar. Cn 136 ofor exquisito penetraba cada una de fas hojas de aquel fibro, y tenia también un cierre de oro, Durante tres dias consecutives fui a aquel {ugar a fas doce, con fa esperanza de encontrar afi af extran- Jero, pero fue en vano, Por fin hice (a descripcion det personaje a uno de fos guardas, y fogré saber que se fe veia con frecuencia a {as cuatro de fa mafiana paseando por fa orilla def Tsar, cerca de una pequefia cascada, en un sitio flamado Prater, Gui alli af dia siguiente, y que- dé sorprendido af verke (eer otro fibro pequefio parecido al que yo habia encontrado. Me acerqué a ef y ofreci devolverte ef fibro, explicdndole como habia llegado a mis manos, pero me rogo que fo aceptase en su nombre, y que fo considerase como un regalo de un amigo desconocido. Fe, dije que no podia feer su contenido, excepto ef primer verso de fa pagina primera, a fo cual contests que todo cuanto decia of fibro se referia a fo que aquelfa sentencia expresaba, Entonces fe pedi que me explicase ef conteni- do del fibro. Paseamos un rato por fa orifla, y ef extranjero me dijo muchas cosas importantes acerca de (as feyes de fa naturaleea. Habia viajado mucho y poseia un verda- dero tesoro de experiencias. Cuando ef sof comenzs a salir, dijo: “Woy a ha- cerfe ver a usted algo curioso". Sacé entonces def bolsitfo 137 un frasco pequefio y vertié en ef agua unas pocas gotas def {iquido que contenia ¢ inmediatamente fas aguas def rio comenzaron a briflar con todos fos cofores def arco iris, hasta una distancia de mds de treinta pies de {a ori- fla, Algunos trabajadores de as inmediaciones se acer caron y se admiraron def fendmeno. Uno de ellos estaba enfermo de reumatismo, Ef extranjero fe dio algin dine- ro y ciertos consejos, y fe dijo que si fos segu dias estaria sano. EI obrero fe dio fas gracias; pero ef extranjero fe contest6: «No me des a mi fas gracias, dafas af poder onmipotente def bien», en tres Entramos en (a ciudad, y ef extranjero me dejo, citdndome para ef dia siguiente, pero sin decirme ni su nombre ni ef fugar de su residencia, Te encontré de nue- vo af dia siguiente, y supe por ef cosas de un género tal que sobrepasaron por completo todo cuanto podia figu- rarme, Hablamos acerca de fos misterios de fa naturale- za, y siempre que éf hatlaba de {a magnitud -y grandeza de (a creacién, parecia estar penetrado de un fuego so- Grenatural. Ne sentia algo confuso y deprimido ante su sabi- duria superior, y me maravillaba ef pensar como podia haber adquirido sus conocimientos. Ef extranjero (eyen- do mis pensamientos, dijo: 138 - (eo que no acaba de decidirse usted respecto a (a especie de ser fhumano en {a que clasificarme; pero yo fe aseguro a usted que no pertenezco a ninguna sociedad secreta, aunque fos secretos de todas fas sociedades se- mgjantes son Gien conocides por mi, Afiora tengo varias cosas que hacer: pero maftana fe daré mas explicaciones. ~gFiene Ud. negocios? -exclamé yo- se. semperia Cid, algiin cargo piibtico? ~ Querido amigo -contest6 ef extranjero-, ef que es Gueno siempre encuentra en qué ocuparse, y ef hacer ef bien es ef ms alto empleo que puede desempefiar ef hombre y af cual puede aspirar. Con esto me dejo, y no fe vi mas durante cuatro dias; pero af quinto me flamé por mi nombre, a fas cuatro de {a maiiana, por fa ventana de mi cuarto, y me invitd a dar un paseo con éf. (Me fevanté, me vesti, y salimos. Me dijo entonces algunas cosas acerca de su vida pasada, y entre effas, que cuando tenta veinticinco aiios habia tra- Gado conocimiento con un extranjero que fe habia ense~ fiado muchas cosas y regalado un manuscrito que conte nia ensefianzas notables, (M¢ ensefié este manuscrito, y fo feimos juntos. Jo, siguiente constituyen algunos extractos def mismo: 139 ‘(Nuevas Ruinas descubiertas def GFemplo de Galomin “Asi como fa imagen de un ofjeto puede ser vista en of agua, def mismo modo fos corazones de fos hombres pue- den ser vistos por ef sabio; Dios te bendice, hijo mio, y te permite publicar fo que yo digo, para que con effo fas gentes puedan recibir beneficios», Filiam Gitis (Hijo de fa Vid): «Uno de fos ‘Hermanos me ha ensefiado ef sendero hacia fos misterios de fa naturaleza; pero fas ifusiones que flotan a fos fados def camino han flamado mi atencién durante fargo tiem- po, y durante ef mismo he permanecido dete por fin me convenci de {a inutifidad de semejantes ifusio- nes, y he abierto mi corazén de nuevo a fos cafidos rayos dispensadores de vida def amor divino, def gran sof espi- ritual, Entonces es cuando he reconocido fa verdad de que fa posesion de fa sabiduria divina sobrepasa fa pose- sion de todo fo demds: y que aqueffo a fo cual fos hombres flaman saber, es nada, y que nada es ef hombre a menos que se convierta en un instrumento de fa sabiduria divi- na, Ja, divina sabiduria es desconocida para ef sabio def mundo; pero existen algunas personas que fa conocen, Océanos existen en ef pais en ef cuat viven fos sabios y quel que constituye fa residencia de fos hijos def error, y hasta que fos hombres hayan acostumbrado sus ojos a (a radiacion de fa (uz divina no sera descubierta fa region eon fa que aqueffos viven, ‘En su pais es donde ef templo fo; pero 140 = de fa sabiduria existe, en ef cual hay una inscripcién que dices “Este templo es sagrado, por {a contemplacién de fas divinas manifestaciones de Dios en fa naturaleza’. Sin verdad no existe sabiduria, ni verdad sin bondad. © Gondad se encuentra raras veces en ef mundo, + por fo tanto, ast fas verdades como fa flamada sabiduria det mundo no son con frecuencia mds que focuras», «Estamos nosotros fibres de preocupaciones, con (os Grazos abiertos recibimos a cada uno de fos que a nosotros vienen y que ffevan en si mismas ef sello de fa divinidad. A nadie preguntamos si es cristiano, pagano 0 judio; todo cuanto exigimos de un hombre es que se man- tenga fiel a su humanidad. Ef amor es ef (azo de unién entre nosotros, y nuestro trabajo es en pro def bien de fa fumanidad. Por nuestras obras nos conocemos unos a otros, y aquel que goza de fa mas elevada sabiduria es of que obtiene ef grado mas efevado. ‘Ningiin hombre puede recibir mds de fo que merece. ‘El amor divino fa cien- cia, a cada uno se dan en proporcién a su capacidad para amar y saber. Ja, fraternidad de fos sabios es unién para fa eternidad en fo absofuto, + fa {uz def sof de fa verdad eterna ifumina su templo, Ta, fue def sof catienta ef cristal en ef cual penetra; si se fe separa de fa fue, se enfria. Det mismo modo, fa mente def hombre penetrada por ef amor divino oftiene sabiduria; pero si se aparta de fa verdad, {a sabiduria se desvanece, Tas sociedades secretas y sec- 141 tarias han perdido fa verdad, y {a sabiduria ha desapa- recido de entre fas mismas. No aman effas af hombre més que en proporcién a como pertenece a su partido y sirve para sus intereses sectarios; eflas emplean simbofos y formas cuya significacién no comprenden, (Pe hijos de fa {uz se han convertido en hijos de fas tinicHlas, ef templo de Safomén que sus antepasados estaban construyendo, esta ahora destruido y no existe en éf piedra sobre piedra; fa mayor confusion reina afiora en sus doctrinas, Jas co- funinas def templo fan caido, y ef ugar que ocupaba ef santuario fo ocupan serpientes venenosas, Si deseas sa- ber si fo que yo digo es 0 no fa verdad, empuiia fa antor- cha de (a razén y entra en (as tinicblas; contempla fas ac~ ciones de fas sociedades sectarias cometidas durante of pasado y ef presente, y solo verds egoismo, supersticion, cruefdad y asesinato», “EL mimero de seres fumanos que viven sumidos en (as tinietas es de milfones, pero ef mimero de fos sa- Gios es muy corto. Given elfos en diferentes partes def mundo, a gran distancia unos de otros, y sin embargo se fallan inseparablemente unidos en ef espiritu, ‘Hablan ellos diferentes fenguas, y sin embargo, cada uno de ellos entiende a fos otros, porque fa fengua def sabio es espiri- tual. Son effos quienes se oponen a fas tiniebtas, y ningu- no que esté maf dispuesto puede aproximarse a su {uz, pues sus tiniebfas mismas fo destruirdn, ‘Para fos hombres 142 son ellos desconocidios, y sin embargo, dia lfegard en que {a obra que ha necesitado algunos sigfos para ser (fevada 4 cabo por fos matvados, serd en un momento destruida por effos como por un impulso def dedo de ios», «No busques fa fuz en fas tinieblas, ni en fos cora- zones de fos mafvados {a sabiduria; si te acercas a fa verdadera (uz {a conocerds, porque ifuminard tu alma», Estas notas son algunos extractos def manuscrito. Contenia muchas noticias acerca de fos Hermanos de fa Cruz y de fa Rosa de Oro. ‘No me estd permitido decir todo cuanto aprendi en ef mismo: pero en resumen, det manuscrito se desprende que fos verdaderos Rosacruces son una sociedad espirituat por completo, y que nada tie nen que ver absofutamente con cualquiera de fas socie- dades secretas conocidas en ef mundo. Ta, verdad es que no se fes puede considerar como una sociedad en ef sen- tido aceptado de fa palabra, puesto que no constituyen una corporacion organizada, ni ticnen (eyes, ni reglas, ni ceremonias, ni cargos, ni reuniones, ni ninguna de fas muchas formas que configuran fa vida de (as sociedades secretas, (Es un cierto grado de sabiduria, cuya obtencién es fo que hace de un hombre un Rosacruz, y ef que llega a aquefla sabiduria, es un iniciado ya, Ef es entonces un Rosacruz, porque comprende priicticamente ef misterio de fa rosa y de fa cruz. Este misterio se refiere a {a fey de fa evolucion de fa (ida, y su conocimiento practico 143, no puede ser comprendido séfo por medios tedricos, es- pecufativos o intefectuates, Chnitif es ef meditar acerca de cucstiones misticas que se haflan mas alld de nuestro ho- rizonte mental; imitif es ef intentar penetrar en fos miste- ris espirituales antes de que nos hayamos espirituatiza- do. Ef conocimiento practico, supone practica, y séfo puede ser adquirido por medio de fa practica. (Para o6- tener poder espirituat es necesario practicar [as virtudes espirituates de GFe, Esperanza y Caridad; fa tinica ma- nera de flegar a ser sabio es cumplir durante fa vida con fos deberes de uno mismo, Ef amar a Dios en toda fa frumanidad, cumpliendo con ef deber, constituye fa sabi- duria humana suprema, y de ésta tinicamente puede bro- tar fa Sabiduria Q)ivina, A medida que en fos hombres ef amor y (a intefigencia aumentan, fa fuerza def poder espiritual que a sus corazones efeva en energia aumenta también, ¥y sus horizontes mentafes se ensanchan, Jenta y casi imperceptibfemente dbrense fos sentidos internos, y {os fiombrres van adquiriendo mayor capacidad receptiva, y cada paso facia fo alto concede a fa visién més ancko campo. Dignas de (dstima son aqueflas sectas y socieda- des que intentan obtener ef conocimiento de fas verdades espirituates por medio de fa especulacién filoséfica sin fa practica de fa verdad. “mitiles son fas ceremonias si soto se celebran exteriormente, sin comprender su significado 14a cculto. Una ceremonia externa no tiene significacion alguna, a menos que sea {a expresién de un proceso termo que estd teniendo fugar en ef alma; de no ser asi, fa ceremontia es tan solo una ifusion y una vergiienza, Si ef procedimiento interno se verifica, ef significado def sim- Golo externo serd comprendido fiicitmente, I hecho de que (a significacion de fos simbofos no sea comprendida, y que se haya convertido en origen de disputas y diferencia de opiniones entre fas distintas sectas demuestra fa pér- didla del poder interno y que todas aquetlas sectas tinica- mente poscen fa forma muerta exterior, a base en que fa religion de sectas y sociedades secretas se funda es ef amor y fa admiracion egoista def yo. Si bien algunas personas generosas y antiegoistas pueden encontrarse entre fas sectas y fas sociedades se- cretas, sin embargo, ef verdadero sectario séfo espera obtener beneficios para si mismo, Para si mismo y por su propia salvacién es séfo por fo que ruega y reza, y si lle- ‘va a cabo alguna buena accién es con ef objeto de obtener algin premio, Por fo tanto, vemos al cristianismo dividido en algunos centenares de sociedades, sectas y refigiones di- Jferentes, muchas de fas cuales se odian y procuran per- Judicarse unas a otras, mirdndose mutuamente con des- precio, Y- vemos af clero de todos fos paises tratando de obtener poder politico y de promover sus intereses egois- 14s. tas 0 ef interés egoista de su Agfesia. Han perdido de vista af (ios Universal de fa Humanidad, y han colo cado af dios def yo en su fugar, (Pretenden effos estar en posesion de poderes divinos que no tienen, y sea cual {fuer ef poder que poseen, fo emplean para obtener bene ficios materiales para su Iglesia, Asi vemos que ef divino principio de verdad es prostituido todos fos dias y a todas horas en fas igfes que son tan soo mercados para fos que fas ocupan, FL templo def alma halfase todavia ocupado por mercaderes, ¥ de f permanece todavia excfuido ef espiritu de Cristo, Cristo, fa Juz Gniversat def Togos Manifestado, fa Gida y fa Qerdad, esta en todas partes y no puede ser encerrado ni en una Igesia ni en una Sociedad Secre- ta. Su Aglesia es ef Universo, y sus altares ef corazon de cada ser frumano en ef cual su fue es adimitida, El segui- dor verdadero de Cristo no conoce yo alguno, y no sabe fo que es un deseo egoista, (No se preocupa por ef Gienes- tar de mds igfesias que por ef de aquefa que es fo sufi cientemente ancha para contener a fa humanidad entera, sin tener en cuenta ni diferencias ni opiniones. Se preo- cupa muy poco de su safvacién personal, y mucho menos espera obtenerfa a costa de otra persona, Sintiéndose ef mismo sumido en ef amor inmortal, sabe que éf es ya in- mortal en aquel principio: sabiendo que su ego individual tiene sus raices en fa conciencia cterna de ios, bien 146 poco se preocupa dle aquef yo personal que no es mas que una ifusién hija det contacto def espiritu eterno con fa materia, (Ef verdadero seguidor de fa Tue no posce mas voluntad, pensamiento o deseo que aquello que ef Espi- ritu Chniversat quiere, piensa o desea por medio de df. Poner ef yo de uno en situacién receptiva para fa {uz divina, gjecutar fo que su vofuntad indica, y convertirse asi en un instrumento por medio def cual pueda Dios manifestar su divino poder sobre fa tierra es ef tinico medio de obtener {a ciencia espiritual y de convertirse en un Hermano de fa Cruz y de fa Rosa de Oro. i080 V CReae a7 Sexto Comentario de un Filésofo Desconocido La palabra adepto viene del latin adeptus, partici- pio de perfecto del verbo adipiscor (obtener, alcanzar), un verbo prefijado sobre apiscor (obtener, adquirir). Apiscor se forma sobre la raiz de apere (atar, ligar). Adepto tiene valor activo y pasivo, y es asi tanto el que ha alcanzado, como el que ha sido alcanzado o adquirido para una cau- sa, el que estd ligado a algo o a alguien. Asi pues, todo Adepto, todo lluminado, todo Sabio del Amor, ha tenido experiencias misticas que lo han mar- cado de por vida, volcdndolo de Hleno en la senda de la luz. Jokob Béhme tuvo un sinnimero de ellas, al punto que Angelus Silesius, cuyo nombre profano era Johann Scheffler nos decia: «En el agua vive el pez, la planta en la tierra, el ave en el aire, el sol en el firmamento, la sala- mandra debe siempre mantenerse ardiendo, y es en el corazén de Dios donde Jakob Boehme se siente en su elemento». Permitaseme citar un pasaje de profundidad sin- gular de Aurora: «Lo vi en el interior de mi mismo como tun gran abismo, pues tuve una vista completa del univer- so, como una compleja y dindmica plenitud, dentro de la cual todas las cosas estan ocultas y contenidas, pero me 149 fue imposible explicar aquello. Y aquello se abrié en mi de tiempo en tiempo, estuvo conmigo por espacio de doce afios como si hubiese estado gestandose. Después, sin embargo, el sol resplandecié en mi un buen tiempo, aun- que no constantemente, y entonces yo era incapaz de sa ber y de comprender mi labor. El hombre debe entender que su conocimiento no le pertenece sino que es de Dios que le manifiesta las Ideas de Sabiduria al alma, en la me- dida que le complace hacerlo. Me maravilla que Dios pue- da revelarse tan plenamente a un hombre tan simple y que ademds a ese precisamente le ordene escribirlo; sobre todo habiendo tantos hombres sabios, que lo harian mejor que yo. Ahora he trepado tan alto que no me atre- vo a mirar para atrds, pues temo al vértigo y ya no me res- ta mas que un pequefio trecho para llegar a la meta que mi corazén aspira. Mientras voy subiendo no siento verti go, pero cuando miro para atras y entreveo la posibilidad de regresar entonces me viene el mareo y el miedo de caer. Por lo tanto he puesto mi confianza en el Dios fuerte. No tengo sino un cuerpo el cual es mortal y corruptible. Si la luz y el conocimiento permanecen conmigo, tengo sufi- ciente para esta vida y la que sigue». La iluminacién de Jakob Bohme se desarrollé en cuatro etapas, durante su vida entera. A la edad de 25 afios, se sienta en su habitacién y el reflejo del sol sobre un jarro en estafio pulido lo hace caer en éxtasis. Le pare- ce entonces que entiende el fundamento de las cosas. En las plantas y en toda la naturaleza, detecta una divina ar- monia, El mismo afio, esta primera experiencia se confir- ma y recibe Luz y conocimiento divino por la observacién 150 de la naturaleza sobre la esencia y la virtud de las cosas. Escribe «De Signatura Rerum». Da las gracias para la ale- Bria de estas experiencias y guarda el secreto, A los 35 afios, su iluminacién continua, gana en precisién en sus visiones que le dan una impresién de ma- ravillosa Unidad en el Todo. Reconoce su misién de porta- voz del divino y escribe para comunicar su Gnosis. La cuar- ta etapa es la de su iluminacién definitiva y he aqui como 41 mismo la describe: «Yo vi al Ser de todos los Seres, la Superficie y el Abismo; vi también el nacimiento de la San- ta Trinidad; el origen y el primer estado de! mundo y de todas las criaturas. Vi en mi mismo los tres mundos —el mundo angélico 0 Divino; el mundo de las tinieblas, el origen de la Naturaleza; y el mundo externo, como una substancia manifestada de los dos mundos espirituales—. En mi interior vi esto muy bien, como en una gran profun- didad: pues lo vi directamente en el caos donde todo permanece envuelto, pero no pude hacer revelacién algu- na. De tiempo en tiempo todo esto florece en mi como el crecer de una planta. Por doce afios guardé todo conmigo, antes de poder manifestarlo de alguna forma externa. Hasta entonces, esto se abatié sobre mi, como una carga que mata o que alcanza. Escribi todo lo que pude exterio- rizar. La obra no es mia. No soy més que un instrumento del Sefior, con el cual El hace lo que desea», En el Tai Yi Jin Hua Zong Zhi (EI secreto de la Flor de Oro) dice: «El cielo engendra el agua por medio del Uno. Esto es justamente la verdadera fuerza del Gran Uno. Si el hombre alcanza ese Uno se vivifica; si lo pierde, muere, Pero aunque el hombre viva en la fuerza (aire, 151 prana) no ve la fuerza (aire), asi como los peces viven en el agua pero no ven el agua. El hombre muere cuando no tiene ningtin aire de vida, asi como los peces perecen sin agua. Por lo tanto, los adeptos han ensefiado a la gente a tener firme lo primordial y a preservar el Uno: ése es el curso circular de la luz y la preservacién del Centro. Si se preserva esta legitima fuerza, puede uno alargar su tiem- po de vida y aplicar luego el método para crear un cuerpo inmortal, fundiendo y mezclando». ‘Abraham von Frankenger en su libro «Clave 0 ex- plicacién de diversos puntos y términos principales» nos comparte un relato sobre Béhme: «Un dia mientras cui- daba de la oficina de su maestro, entré un hombre extra- fio y misterioso. Aunque pareciese no tener nada mas que algunos pequefios objetos mundanos, mostraba ser el mas sabio y noble en dote espiritual. El extrafio pregunté el precio de un par de zapatos, pero el joven Bahme no se atrevié a estipular un precio con recelo de desagradar a su maestro. El extrafio insistié y Bohme finalmente estable- ci6 un valor que consideraba ser todo lo que su maestro posiblemente esperaria obtener por los zapatos. El extra- fio los compré inmediatamente y partié. A una pequefia distancia, el misterioso hombre paré y grité en voz alta: “Jakob, Jakob, sal fuera”. Con sorpresa y espanto, Bohme salié de la casa. El extrafio hombre fij6 sus ojos en los grandes ojos del chico que brillaban y parecian llenos de luz divina, palmoted la mano derecha del chiquillo y se dirigié a 61 diciendo: “Jakob, tu eres pequefio, pero serds grande, y te volveras otro hombre, tan grande que el mundo te admiraré. Con todo, sé piadoso, teme a Dios, 152 reverencia su Palabra. Lee atentamente las Santas Escritu- ras, donde tendrés consuelo e instruccién, pues debes enfrentar mucha miseria, privaciones y persecuciones, pero sé valiente y persevera, pues Dios te ama y tiene mi- sericordia de ti”. Profundamente impresionado por la pro- fecia, Bdhme torné atin més intensa su busqueda de la verdad. Finalmente su trabajo fue recompensado. Duran- te siete dias permanecié en una condicién misteriosa, pe- riodo en el que le fueron revelados los misterios del mun- do invisible». Nos advierte Eckartshausen: «él es entonces un Rosacruz, porque comprende practicamente el misterio de la rosa y de la cruz. Este misterio se refiere a la ley de la evolucién de la Vida, y su conocimiento practico no puede ser comprendido sdlo por medios teéricos, especulativos O intelectuales». 153 Séptima Carta Los Hermanos Seéptima Carta os Hermanos def Circufo Chterno de fos Hermanos, te comu- nicamos fo siguiente: no preguntes quiénes son fas personas que han escrito estas cartas; fuzca ef valor de fos escritos por sus propios méritos. Considera ef espiritu con ef que estan escritas y no meramente fas palabras en eflas contenidas. ‘No nos mueve motivo egoista afguno; es {a fuz que dentro de nosotros existe fo que nos instiga a obrar, ‘Es esta (uz interna fa que nos impulsa a escribirte, {Yy muestras credenciafes son fas verdades que poseemos, que serdn faicifmente reconocidas por todos aqueflos para quienes fa verdad es todo. Ge fas comunicaremos en fa medida en que seas capaz de recibirfas, y estas en fiber tad de aceptar o de no aceptar fo que te digamos; porque fa Sabiduria Divina no cama por admision, es una {ue que Griffa con tranquifidad eterna, y que espera pacien- temente ef dia en que es reconocida y se {a admite. cp ara satisfacer tu deseo de oftener noticias acerea ‘Nuestra comunidad ha existido desde ef dia pri- mero de fa creacién' y continuard existiendo hasta ef uil- timo; es fa Sociedad de fos Hijos de fa Juz y sus miem- 187 Gros son aquellos que conocen fa fuz que Griffa en ef inte- rior y ef exterior de fas tinieblas; nosotros conocemos fa naturaleza def destino def hombre; nosotros tenemos una escuela en fa cual fa misma Sabiduria Divina es ef Meestro, y ella enseiia a todos aquelfos que desean fa verdad, por fa verdad misma y no meramente en razon de cualquier Geneficio mundano que pueda resultar de su posesion. os misterios explicados en aquella escuela, se refieren a cada una de fas cosas que es posibfe conocer con respecto a ios, a fa Naturateza y af Hombre: to- dos fos antiguos sabios han aprendido en nuestra escuela, y ninguno ha aprendido jamds fa sabiduria en otro fugar, Entre sus miembros, fos fiay que son hiabitantes tambien de otros mundos distintos de éste. Ellos estan esparcidos por ef universo entero pero un Espiritu Ginico es quien fos une, y fas diferencias de opiniones entre effos no exis- ten, Godos estudian un sofo fibro, y ef método de estudio ¢s para todos ef mismo. Nuestra sociedad se halla compuesta de Elegi- dos, 0 sea de aquelfos que buscan {a {uz y que son capaces de recibirfa, y aquel que posee fa mayor receptividad para aquella {uz, es nuestro Jefe. Nuestro punto de reu- ntién es conocido intuitivamente por cada miembro, y fa- cifmente afcanzado por todos, importando bien poco ef fugar en donde residan, Estd muy cerca, y sin embargo se hatla oculto a fos ojos def mundo, y nadie puede en- 158 contrarfo como no sea un iniciado, Aguellos que estén maduros, pueden entrar; aquelfos que no fo estan, tienen que esperar. estra orden tiene tres grados. Af primero se Afega por ef poder de (a inspiracion divina, af segundo por medio de {a ifuminacion interior yal tercero y mas efe- vado, gracias a fa contemplacién y fa adoracién, En nuestra Gociedad no existen ni disputas ni controversias, ni especufaciones, ni sofismas, ni dudas, ni escepticismos, Yaquel a quien se fe presenta fa mejor oportunidad para hacer ef bien, es of mds feliz entre nosotros. ‘Estamos en posesion de fos misterios mas grandes, ¥ sin embargo, no somos ninguna Sociedad Secreta, porque nuestros se- cretos son un fibro abierto para cada uno que se encuen- tre en disposicion de leer en él, (EX secreto no es debidlo a tener nosotros poco deseo de ensefiar; débese a fa debiti- dad de aquellos que piden que se fes ensefic, Nuestros secretos ni pueden ser comprades por dinero alguno ni pueden ser piibficamente demostrados; son comprensibtes Uinicamente por aqueffos cuyos corazones son capaces de recibir sabiduria y amor fraternal y en quienes estos po- deres han comenzado a despertar, Aquel en quien ef fuego sagrado ha comenzado, es feliz y estd contento, €f percibe fa causa de fas mise rigs humanas y fa necesidad inevitabte det mat y de fos sufrimientos: su vision clara (e permite ver ef fundamento 159 de todos los sistemas refigiosos y reconoce a estos tiftimos como modificaciones de verdades relativas, que no han entrado todavia en equilibrio gracias a no haber obtenido ain fos conocimientos necesarios para ello. Ja, fumanidad vive en un mundo de simbofos, cuya significacion no es comprendida todavia por mu- chos; pero se acerca ef dia en que ef espiritu viviente que encierran estos simbofos, sera conocido en general y re- velados fos sagrados misterios. Perfecto conocimiento de Dios, perfecto conocimiento de fa naturafeea y perfecto conocimiento def hombre, son fas tres fuces que sobre of aftar de fa verdad ifuminan ef santuario def templo de fa sabiduria Existe s6fo una religion fundamental y una fra- ternidad universal tan solo. GFormas externas, sistemas y asociaciones refigiosas, todo son cascaras bajo fas cuales una porcién de fa verdad permanece oculta, y estas cosas externas son iinicamente verdaderas en fa medida en que representan {as verdades que en su interion encierran, Son necesariias para todos aquelfos que no han obtenido todavia ef poder de reconocer fa verdad invisible ¢ in- forme, a menos que un simbolo fa represente, y ef hacer fes comprender poco a poco que fa verdad, aunque para ellos invisible, existe, es dar {ugar a que en effos nazca esta creencia que servird a manera de base desde (a cual su fe, 0 sea su conocimiento espiritual, podra comenear a 160 desenvotverse: pero si {as formas externas de un senti miento refigioso representan verdades internas que no existen en aquef sistema, entonces no representan mds que mojigangas desvergonzadas, Existen tantos errores como formas y teorias existen, porque fas teorias pueden ser s6fo refativamente ciertas, y siendo infinita fa verdad absofuta, no puede ser circunscrita a una forma fimitada, os hombres han tomado equivocadamente fa forma por ef espiritu, of simbofo por fa verdad, y de esta equivoca- cidn han Grotado errores infinitos. Estos errores no pue- den ser corregidos por medio de denuncias, ni con ar- dientes controversias, ni asumiendo una actitud hostit contra aquellos que viven en ef error; fas tiniebfas no pueden ser desvanecidas combatiéndotas con armas; es fa {uz quien acaba con effas, y alli donde entra ef saber, cesa {a ignorancia, En este siglo presente, que acaba de comenzar, aparecerd fa fus... Cosas ocultas durante siglos serdn conocidas, muchos velos serdn descorridos, y serd reve- fada fa verdad que existe en a forma y mds alld de efla; fa humanidad como un todo se acercard mds a ios. ‘No podemos decirte afora por qué tendrd {ugar esto en este siglo; nos fimitaremos tinicamente a decir que para cada una de [as cosas existe su tiempo y su fugar correspon- diente, y que todas fas cosas en ef Uiniverso se halfan re- guladas por una fey divina de orden y de armonia, ‘Pri- 161 mero vino ef simbofo que contenia fa verdad, vino des- pués fa explicacion def simbofo, y después de esto, fa ver dad misma serd recibida y conocida; no de otra manera a un drbof se fe ve y se fe percibe después que de fa semitla ha brotado, siendo fa semifla ef simbofo en ef cual su en- tero cardcter permanecia sintetizado, Nuestro deber es prestar ayuda af nacimiento de fa verdad, y abrir fas cdscaras en fas cuales fa verdad se halla contenida, rea- vivando en todas partes fos jerogfificos muertos. Hace- ‘mos nosotros esto, no por nuestro propio poder, sino gra- cias af poder de fa Tug, que obra en nosotros a manera de instrumento, “Nosotros no pertenecemos a secta alguna, no te~ nemos otra ambicion que satisfacer, no deseamos ser co- nocidos, ni somos de aquellos a quienes disgusta ef pre- sente estado de cosas en ef mundo y que desean gobernar para imponer sobre fa humanidad sus opiniones. ‘No existe persona ni partido afguno que influya sobre noso- tros, ni esperamtos premio personal por nuestros trabajos. “Poscemos una Tug, que nos permite conocer fos miste- rios mas profundos de fa ‘Naturafeza, y un Fuego po- seemos que es ef que nos alimenta, -y por medio def cuat podemos obrar sobre todas cuantas cosas en fa naturateza existen, Poscemos fas cfaves para todos fos secretos, y ef conocimiento def {azo que une nuestro planeta con fos otros mundos. (Nuestra ciencia es una Ciencia Cniver- 162 sal, porque abraza ef universo entero, y su historia co- mienza con ef dia primero de (a creacion. Estamos en posesion de todos fos antiguos fibros de sabiduria, Gyodo en [a naturafeza se halla sujeto a nuestra voluntad, por- que nuestra Yofuntad es una con fa del Espiritu Univer- sal, que es fa potencia motrie def universo entero, y ef origen eterno de toda vida, (No necesitamos de informe afguno, ya sea de hombres, ya sea de libros, porque tene~ mos ef poder de percibir todo cuanto existe, y ef de feer en ef fibro de (a naturafeea, fibro en ef cual no existen errores, En nuestra escueta se ensefia todo, porque fa Juz que ha producido todas fas cosas es nuestro Maes- tro, Podemos hablarte de fo mas maravilloso que co- nocemos nosotros, fo cual estd tan por completo fuera det afcance aun def fitésofo mds erudito de nuestros tiempos como fo est ef Sof de fa GFierra; pero que esta tan cer- cano a nosotros como fo esta fa {uz def espiritu det cual emana; pero no es nuestra intencién ef excitar tu curio- sidad. Descamos crear dentro de ti fa sed de sabiduria y cf hambre de amor fraternal, a fin de que puedas abrir tus ojos a fa fue, y contemplar por ti mismo fa verdad divina. (No nos corresponde a nosotros ef acercarnos a ti Y abrir tu entendimiento; es ef poder de {a verdad misma ef que entra en of corazdn; es ef desposado divino def af- ma quien (fama a fa puerta, y muchos son fos que no fo 163 quicren admitir porque se encuentran sumidos en fas ifu- siones de (a existencia externa, &Deseas flegar a ser un miembro de nuestra Sociedad’? Si es asi, penetra en tu corazon, 4 Peseas conocer a fos Hermanos? Si es asi, aprende a conocer a fa divinidad manifestandose por si misma dentro de tu propia alma, Busca dentro de ti aquetfo que es perfecto, inmortal y no esta sujeto a cambio alguno, y cuando fo hayas encontrado, habrds entrado en nuestra Sociedad y nos conocerds a nosotros, (En nuestro circulo no pueden admitirse imperfecciones de ningin género, y antes de que puedas entrar en éf tienes que arrojar de ti todas fas imperfecciones de tu naturateza, Tos efementos corrupti- les de tu interior deben ser consumidos por ef fuego def Amor Divino, Pebes ser bautizado con ef agua de fa verdad, y estar revestido de una sustancia incorruptibte que es producida por pensamicntos puros, EI interno sensorium debe ser abierto a fa percepcién de fas verda- des espirituates, ¢ ifuminada fa mente por fa sabiduria divina, Entonces se desarrollardn dentro de tu propia alma grandes poderes, ahora para ti desconocidos, y po- drds entonces vencer ef maf, Gu entero ser serd restau- rado y transformado en un ser de (ue, ¥y tu cuerpo servi- 1rd de mansion para ef espiritu divino. Preguntas ti, {cuales son nuestras doctrinas? ‘No tenemos ninguna para procfamar, porque cualquiera 164 que sea fa que presentemos, no puede ser para ti mas que una opinién dudosa, durante tanto tiempo como carezcas def conocimiento de ti mismo. Este conocimiento tiene que ser obtenido por medio de (a instruccién externa y debe ir desarrollandose dentro de ti mismo, Gnterroga at espiritu divino en tu interior, abre tus sentidos internos a a comprensién de fo que dice, y contestard a tus pregun- tas. GFodo cuanto podemos hacer es darte algunas teorias para que fas consideres -y examines. ‘No para que fas creas meramente porque proceden de nosotros, sin exa- minarfas antes y quedar de effas satisfecho, sino para que puedan servirte a manera de jafones y seiiales durante tus excursiones por ef faberinto def examen propio. ‘Una de fas proposiciones que deseamos someter a tu consideracién es que fa fumanidad, como un todo, no serd feliz de un modo permanente hasta que haya absor- Gido ef espiritu de fa sabiduria divina y def amor frater- nal. Cuando esto tenga fugar, fas coronas de fos que rigen ef mundo serdn razn pura y no adulterada, sus cetros serdn amor; serdn ungidos con poder para fibertar a fos puetios de fa supersticion y de fas tinieblas, y fas condi- ciones externas de fa humanidad mejorardn después de que haya tenido ugar ef perfeccionamiento interno. Te, pobreza, ef crimen y fa enfermedad desaparecerain en- tonces. 165 Otra proposicion es que una de fas causas por {as que no son fos hombres mas espirituales ¢ intefigentes, se debe a fa groseria y densidad de (as particulas materiates que componen sus cuerpos, que impiden {a fibre accién def elemento espiritual en elfos contenido, y que cuanto mds groseramente vivan, y cuanto mas se dejen domin por fos placeres sensuales, animafes y semianimates, tanto menos serdn capaces de fanzarse en pensamiento a fas regiones superiores def mundo ideat y de percibir fas eternas realidades def espiritu, (Gra fas formas fumanas que por fas calfes encuentras: repletas de carne lena de impuresas animates y con ef sello de fa intemperancia y de {a sensuatidad impresos en sus rostros, y pregitate a ti mismo, si estdn 0 no adaptadas para fas manifestacio- nes internas de (a sabiduria divina, ambien decimos nosotros que espiritu es sus- tancia, realidad. Sus atributos son: indestructibilidad, impenctrabiidad y duracion, Materia es una agregacion, que produce fa ifusion de fa forma; es divisiffe, penetra- Ble, corruptible, y estd sujeta a cambios continuos. “EL reino espiritual es un mundo indestructiffe actuaimente existente, cuyo centro es ef Cristo (ef logos) -y sus habi- tantes son poderes conscientes ¢ intefigentes: ef mundo fisico es un mundo de ifusiones, que no contiene verdad absofuta alguna, Cada una de fas cosas existentes dentro def mundo externo son séfo refativas y fenoménicas: es 166 este mundo, por decirfo asi, fa pintura sombria def mundo interno y real, producida por fa fue def espiritu viviente que obra en ef interior y en ef exterior de fa materia animada, intefigencia inferior def hombre toma sus prestadas def reino siempre inestatfe de fo sensual, y hallase, por fo tanto, sujeta a un cambio continuo; fa inte- figencia espiritual def hombre, 0 sea su intuicién, es un atributo det espiritu, y por fo tanto inmutable y divina, Cuanto mds etéreas, refinadas y movibles sean fas parti- culas que ef organismo fisico def hombre constituyen, con tanta mayor facifidad penetrard en effas fa (uz divina de (a inteligencia y fa sabiduria espiritual, Un sistema racionat de educacién tiene que fun- darse en un conocimiento de fa constitucién fisica, psi- quica y espirituat def hombre, ¥y serd uinicamente posibfe ef dia en que sea conocida por completo fa entera consti- tucién def hombre, y no meramente ef aspecto material de fa misma, sino ademds su aspecto espiritual, I aspecto externo de fa constitucién humana puede ser estudiado valiéndose de métodos externos, pero ef conocimiento de su organismo invisible puede séfo ser obtenido por medio dle fa introspeccién y def estudio de si mismo. Ef mas im- portante consejo que tenemos para darte es, por fo tanto; 167 ABRENDE A CONOCER, FUPROPIO IO as proposiciones anteriores son suficientes para que {as medites y examines a fa fue def espiritu, hasta que recibas mas ensefianzas. 8080 V CRata 168, Referencias 1. Se dice que aquellos Hijos de Manu, Nacides de la Mente que no procrearon, y cuya misién fue instruir a la humanidad, formaron la primera Sociedad Oculta, y que todos los Adeptos, desde entonces, trazan su descendencia 3 uno y a otro de los Hijos de la Mente del Pri- ‘mer Seftor. 169 Séptimo Comentario de un Fildsofo Desconocido Eckartshausen establecié que el hombre vive en las tinieblas, pero desde el principio matiza aclarando que la razén le revela que una naturaleza superior dormita en su fuero interno. «un rayo luminoso penetra a través de la nube de las tinieblas, pero no ilumina todavia, en toda su pureza, nuestra razdn y nuestro corazén». Ese rayo lumi- noso, por supuesto, no puede provenir sino de la Luz del mundo, Jesucristo, que debe edificar su Iglesia interna en el corazén del hombre. Para lograrlo, Eckartshausen nos ensefia que hay dentro de nosotros un «ojo» dispuesto para percibir esa luz, pero que después de Ia caida en el mundo material de los cinco sentidos, este ojo se cerrd, ocultdndole, con una nube que le es necesario disipar, el templo que debe reci- birle: «Quien conoce ese érgano y sabe la manera de apropidrselo o entrar en contacto con él, posee el poder magico sobre la naturaleza entera». «En los dominios de la naturaleza material y co- rruptible, la mortalidad esconde la inmortalidad; ast, la materia corruptible y perecedera es la causa de nuestro estado miserable. Para que el hombre sea liberado de esa afliccién, es necesario que el principio inmortal e inco- am rruptible que estd en su interior se exteriorice y absorba el principio corruptible, a fin de que la envoltura de los sentidos sea destruida y que el hombre pueda aparecer en su pureza original». Hay tres grados sucesivos en la apertura de nues- tro sensorium espiritual: 1. El primero s6lo nos eleva hasta el plano moral y al mundo trascendental, y opera en nosotros a tra- vés de impulsos interiores llamados inspiraciones. 2. El segundo grado, que es mas elevado, abre nues- tro sensorium para recibir lo espiritual y lo inte- lectual; en este grado, el mundo metafisico actiia en nosotros a través de iluminaciones interiores. 3. El tercer y mas alto grado, abre totalmente al hombre interior. Nos revela el reino del espiritu y nos hace susceptibles de experimentar, objetiva- mente, las realidades metafisicas y trascendenta- les. Asi como en la Séptima Carta, la Hermandad nos dice, nuestra orden tiene tres grados: 1. Al primero se llega por el poder de la inspiracién divina, 2. Alsegundo por medio de la iluminacién interior y 3. Al tercero y mas elevado, gracias a la contempla- cién y la adoracién wm. eDeseas llegar a ser un miembro de nuestra So- ciedad? Si es asi, penetra en tu corazén. éDeseas conocer a los Hermanos? Si es asi, aprende a conocer a la divini- dad manifestandose por si misma dentro de tu propia al- ma. La humanidad, como un todo, no serd feliz de un mo- do permanente hasta que haya absorbido el espiritu de la sabiduria divina y del amor fraternal. Una de las causas por las que no son los hombres mas espirituales e intel gentes, se debe a la groseria y densidad de las particulas materiales que componen sus cuerpos, pues espiritu es sustancia, realidad. Sus atributos son: indestructibilidad, impenetrabilidad y duracién. La inteligencia inferior del hombre toma sus ideas prestadas del reino siempre ines- table de lo sensual, y hdyase, por lo tanto, sujeta a un cambio continuo; la inteligencia espiritual del hombre, 0 sea su intuicién, es un atributo del espiritu, y por lo tanto inmutable y divina. Un sistema racional de educacién tiene que fun- darse en un conocimiento de la constitucién fisica, psiqui- ca y espiritual del hombre, y seré unicamente posible el dia en que sea conocida por completo la entera constitu- cin del hombre, y no meramente el aspecto material de la misma, sino ademas su aspecto espiritual. En el coraz6n del templo, que también es el cen- tro de toda circunferencia operativa, arde el fuego nuevo, cuya luz creada, segiin prescripciones muy precisas, sim- boliza el Espiritu. Sigamos en este particular la leccién de Saint- Martin: «Las formas son el asiento del vehiculo de fuego 73 que las anima, sobre ellas es donde ejerce todas las facul- tades innatas en él; este vehiculo sirve él mismo de asien- to a un espiritu elemental que le acciona y le dirige para llevarle a producir su efecto; este espiritu elemental no actiia sino por orden de un espiritu superior y éste por orden de la Divinidad. E! espiritu elemental es pues el asiento del espiritu superior, y por la misma raz6n el espi- ritu superior es el asiento de la Divinidad. Encontramos perfectamente en nosotros esta cadena y esta armonia. Esto es lo que debe hacernos concebir la razén y la utili- dad del fuego nuevo en los trabajos. Este fuego no es, asi como toda especie de vehiculo, sino un asiento y el recep- taculo de un espiritu; pero como no nace ni un solo ser corporal que no esté rodeado enseguida por un espiritu malo, se saca un fuego nuevo que no haya sido todavia manchado, se le preserva incluso de la mancha con la in- tencién, la palabra y el ceremonial, y por este medio este fuego llega a ser el asiento de un espiritu bueno que nos sostiene, nos ilumina y nos dirige en nuestras operaciones». «Venid -dice la oracién del fuego nuevo- espiritu santo, rodead el fuego que os es dedicado para ser vues- tro trono dominante sobre todas las regiones del mundo universal. Dominad segin mi pensamiento, en mi muy particularmente y en los prosélitos reunidos aqui conmi- £0; alejad de este circulo todo espiritu de error, de preva- ficacién y discordia, para que nuestras almas puedan aprovecharse del fruto de los trabajos que la Orden da a todos aquellos que son dignos de ser penetrados por vosotros»,” 174 dEn qué consiste el érgano de percepcién de la verdad? éQué hace al hombre capaz de recibiria? La sim- Plicidad del corazén; pues la simplicidad sitéa el corazon en una posicién adecuada para recibir con pureza, el rayo de la razén, que organiza el coraz6n para recibir la luz. Desarrollar el sensorium es «la verdadera edificacién del templo» que consiste en destruir la miserable cabafia adémica y construir el templo de la divinidad. Cuantos més érganos tiene un cuerpo para la recepcidn, desarrollo y propagacién de influencias diversas, mas rica y perfecta es su existencia, pues tiene mayor potencial vital. La aper- tura de este sensorium espiritual es el misterio del hom- bre nuevo, el misterio de la regeneracién y de la unin més intima del hombre con Dios; éste es el fin mas eleva- do de la religion, aqui abajo, de esta religién cuyo fin mas sublime es unir a los hombres con Dios, en espiritu y ver- dad. Nuestro mundo sigue siendo el Paraiso, y asi se nos mostrarfa si supiésemos verlo, si nuestros ojos fueran nuevos. Pero se trata también de un lugar tenebroso. El ser humano vive «en un mal albergue», escribe Jakob Béhme, lo que recuerda a Santa Teresa: la vida es una ma- la noche en una mala posada. Pero, en la superacion esta la alegria, he aqui una de las claves de la doctrina de Béhme. Cada uno de nosotros lleva en si mismo, afirma, el paraiso y el infierno, su propio Dios y su propio Satén. Esto me hace evocar el célebre pasaje, antes citado, de Lao- Tsé: «Todos los seres llevan a espaldas la sombra y en bra- zos la luz»? us «En mi mismo estaré el paraiso: todo lo que Dios Padre tiene y es, debe aparecer en mi, como una forma o figura del divino mundo esencial».* Aqui se prefigura a Angel Silesio. Tenemos el poder de transformar la natura- leza y de cambiar el mal en bien («und das Bése in ein Gutes zu setsen») en la medida en que nosotros mismos antes nos hayamos transformado. Realizando el ser hu- mano lo que tiene de mas personal y profundo es como alcanza su propia perfeccién y su meta: encarnar y expre- sar a Dios:® «Die Sele mag nicht Gott sehen, als nur in ih- rer neugeborenen Bildniss, nur durch und in Jungfrau Sophien» [EI alma no puede ver a Dios sino es en su ima- gen renacida, solamente en y a través de la virgen Sofia].® 176 Referencias 1. Louis-Claude de Saint-Martin, “Instruccién sobre la sabiduria y a continuacién instruccién sobre otro plano”, publicado por Robert Ama- dou en Presencia de Lovis-Claude de Saint-Martin, Tours, Sociedad “ligérienne de philosophie”, 1986, p. 70. 2. Louis-Claude de Saint-Martin Op.Cit. 3. Tao Te Ching, 42 4. cf, De Signatura Rerum, XII, 13, 5. Hemos venido a decir hasta ahora que, en la medida en que Dios osea una naturaleza y un cuerpo, puede engendrar la Imagen del mundo, que de algin modo se le oponga. Este cuerpo magico de Dios que lo expresa y lo encarna, al igual que para Bahme todo cuerpo ex- presa y encarna al espiritu, es también uno de los multiples aspectos de la Sabiduria divina (ct. Sex Puncta Mystica, V, 11) 6. cfMysterium Magnum, Ul, 10 7 Sobre la Orden Rosacruz AMORC Esta obra ha sido publicada por la Gran Logia de la Ju- risdiccién de Lengua Espafiola para Europa, Africa y Australasia de la Antigua y Mistica Orden de la Rosa-Cruz, mundiaimente conocida bajo las siglas de «AMORC». Esta reconocida en todos los paises donde tiene libertad para ejercer sus actividades co- mo una Orden filoséfica, inicidtica y tradicional que desde hace siglos, perpetia bajo forma escrita y oral, el Conocimiento que le han transmitido los sabios det antiguo Egipto, los filésofos de la Grecia antigua, los alquimistas, los templarios, los pensadores iluminados del Renacimiento y los espiritualistas mas eminentes de la época moderna. También conocida bajo fa denominacién «Orden de la Rosa-Cruz AMORC», no es una religién ni constitu- ye un movimiento socio-politico. Siguiendo su lema «La mayor tolerancia dentro de la més estricta independencia», la AMORC no impone ningtn dogma, sino que propone sus ensefianzas a todos los que se interesan Por lo mejor que ofrece a la humanidad el misticismo, la filoso- fia, la religion, la ciencia y el arte, a fin de que pueda alcanzar su reintegracién fisica, mental y espiritual. Entre todas las organi- zaciones filoséficas y misticas, es la Unica que tiene derecho a utilizar la Rosa-Cruz como simbolo. En este simbolo, que no tiene ninguna connotacién religiosa, la cruz representa el cuer- 179 po del hombre y [a rosa, su alma que evoluciona al contacto con el mundo terrenal. Si desea obtener informacién mas concreta sobre la tra dicién, la historia y las ensefianzas de la AMORC puede escribir ala siguiente direccién y solicitar el envio det folleto titulado «El Dominio de la Vida». ‘Antigua y Mistica Orden de la Rosa-Cruz C/ Flor de la Viola 16 - Urbanizacién «E! Farell» 08140 Caldes de Montbui (Barcelona) ESPANA 180 Antigua y Mistica Orden de la Rosa-Cruz Gran Logia Espafiola Ci Flor de la Viola 16 - Urb. «El Farell» 08140 Caldes de Montbui Barcelona (Espafia) Tel.: 93.865.55,22 Fax: 93.865.55.24 www.amorc.es info@amorc.es . eo Ediciones Rosacruces, S.L. Coleccién Rosa-Cruz Ediciones Rosacruces, S.L. Apdo. de Correos 199 08140 Caldes de Montbui Barcelona (Espafia) Tel.: 93.865.55.22 Fax: 93.865.55.24 www.edicionesrosacruces.es info@edicionesrosacruces.es

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