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Este informe recoge ‘nacional dee nterio nt la ptt colectiva de un grupo inter- ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD SERIE DE INFORMES TECNICOS No 297 CUESTIONES DE HIGIENE DEL MEDIO RELACIONADAS CON LA ORDENACION URBANA Y LA URBANIZACION Informe de un Comité de Expertos de la OMS ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD, GINEDRA 1965 COMITE DE EXPERTOS EN CUESTIONES DE HIGIENE DEL MEDIO RELACIONADAS CON LA ORDENACION URBANA Y LA URBANIZACION Ginebra, 23-29 de junlo de 1965 Miembros Sr. M. P. C. Rose, Sanitary Engineer, Executive Director and Chief Engineer, Cal- ceutta Metropolitan Planning Organization, Calcuta, India (Relator) Sr. R. Casanevs, Ingeniero Sanitario, Director de la Planifcaci6n, Ministerio de Obras Pablices, Santiago, Chile Sr. C, de Cler, Urbanista, Jefe del Departamento de Urbanismo, Ministerio de la Construccibn, La Haya, Paises Bajos Profesor R. H, Hazemann, Inspecteur général honoraire de la Santé publique et de 1 Popuiation, Professcur & PInstitut dUrbanisme, Paris, Francia Sr. P. E, A, Jonson-Marshall, Town Planner, Lecturer in Town Planning, Depatt- ment of Architecture, University of Edinburgh, Edimburgo, Escocia Dr. J. A. Logan, Sanitary Engineer, President, Rose Polytechnic Institute, Terre ‘Haute, Ind., Estados Unidos de América (Presidente) Sr. H. MNara, Iagonioro Principal, Jefe det Servicio de lx Construccién, Minis. terio de Obras Pablicas y Vivienda, Tunez Dra A. S. Perockaja, Inspectora principal, Servicio de Urbanismo, Ministerio de ‘Sanidad de la URSS, Mose, URSS (Pcepresidenta) Representante de las Naciones Unidas Sr. E, Weissmana, Subdirector, Direccién de Asuntos Sociales, Subdireccion de Vivienda, Construccién y Planificacion, Organizacion de las Naciones Unidas, Nueva York Representantes de organizaciones no gubernamentales: Se. F, Cotter, Unia Internacional de Autoridades Locales, La Maya, Palses Bajos Sr. M. Saugey, Uniga Internacional de Arquitectos, Pars, Francia Secretaria Profesor M. S. Goramossov, Director Adjunto, Instituto A. N Sysin de Higiene ‘General y Municipal, Mosca, URSS (Consuitor) Sr. J. N. Lanoix, logeniero sanitario, Jee del Servicio de Saneamiento y Vivienda, Oreanicacién Mundial de la Salud, Ginebra, Suiza (Secretaria) © Organizacién Mundial de Ia Salud 1965 Las publicaciones de la Orgenizacién Mundial de la Salud estin acogidas a Is pro- teccidn prevista por las disposiciones sobre reproducci6n de originales del Protocolo 2 ‘dela Convencion Universal sobre Derecho de Autor. Fllo no obstant, los organismos fubernamentales, las sociedades culturales y eientificasy las asociaciones profesionales Dueden reproducirillstraciones, datos o extractos de esas publicaciones sin necesidad fe pedir autorizacion a Ia Organizacién Mundial de la Salud. {Tas entidades interesadas en reproduciro traducie integramente alguna publicacion ela OMS deberin solicitar la oportuna autorizacién de Ia Division de Servicios de Edicién y de Documentacién, Organizacion Mundial de la Salud, Ginebra, Suiza. La Organizacién Mundial de la Salud dara a ofas solicitudes consideracién muy favorable. INDICE Pising Introduccion . 6 1. Consideraciones generales 8 11 Magnitud det problema... - ° 1.2 Planitcacion e higiene del medio 2 1.3. Objetivos 4 1.4 Accién polivatente 8 1.3 Conservacign de recursos 16 1.6 Posibildades de acci6n 0 1.7 Necesidad do inversiones de interés social 18 2. Resebadelos problemas de rhanismo y ordensciéa urkana 19 2.1 Objetivos y principios 0 2.2 Niveles do planifacién 2 23. Critrios . 4 2.4 Organizacion | | 2 2.5 Algunos ejemplos 2% 3. Problemas de higiene del medio, 2 3.1 Abastecimiento de agua 2 3.2 Bvacuacién higiénica de desechos 39 3.3. Sistemas de desagle 40 34 Recapitulacin de los principios aplicables al abustei ‘miento de aga, la evacuacion de desechos y los sistemas dedesagic. 2. Peer 4 3.5 Desechos séidos y contaminaciin del suelo 2 3.6 Comaminacion del aire penne cae 3.7 Resgos ocasionados por ef empleo de las radiaciones Fonizantes en las zonas urbanas.. 2... 46 3.8 Viviendas y espacios libres a 3.9 roblemas especiales relacionados con los estableimien- tos de salud publica, eee cnes) 3.10 Lucha contra'los vectores 55 3.11 Ruidos y vibraciones 57 4. Administracién c 58 4.1 Coordinacién de tos programas sanitarios urbanos. . 60 4.2 Administracion sanitaia. eee 6 4.3 Consideraciones generates | @ 4.4 Aspectos juridicos . 6 4.5 Recomendaciones 6 5. Investigaciones. 6 6. Ensehanza y formacién profesional n 7. Sugerencias acerea de los servicios consultives y de asesora- rmiento wenieo. B Org. mund. Salud Ser. Inf. t6en., 1988, 297 CUESTIONES DE HIGIENE DEL MEDIO RELACIONADAS CON LA ORDENACION URBANA Y LA URBANIZACTI Informe de un Comité de Expertos de Ia OMS. El Comité de Expertos de la OMS en Cuestiones de Higiene del Medio relacionadas con Ia Ordenacién Urbana y la Urbanizacién se reunié en Ginebra det 23 al 29 de junio de 1964. En su alocucién inaugural, el Dr. P. Dorolle, Director General Adjunto de la Organizacién Mundial dela Salud, después de dar la bienvenida a los participantes y a los representantes de las Naciones Unidas y de dos organizaciones no gubernamentales, resumié las razones por las que se habia convocado la reunién y expuso lt evolucién histérica de la colaboracién internacional en materia de sanidad, vivienda, urbanismo y planificacién regional. El Dr. Dorolle se refirié a los problemas de higiene del medio planteados actualmente en las ciudades de muchos paises adelantados y subray6 la necesidad de que las autoridades sanitarias de las zonas en vias de desarrollo eviten los errores cometidos cen el pasado en los paises mas evolucionados y estén en condiciones de asumir a ese respecto las responsabilidades que les incumben. Del interés de la OMS por esos problemas dan prueba evidente los informes del Comité de Expertos en Administracién Sanitaria y del Comité de Expertos en Higiene de la Vivienda,¢ en los que se tratan cuestiones estrechamente rela- cionadas con los asuntos que han de examinarse en la presente reunién Ha de tenerse en cuenta asimismo que la OMS participa en un programa internacional de accién concertada en materia de vivienda, construccién y planificacién, emprendido por las Naciones Unidas y los organismos especializados para prestar ayuda a sus Miembros. E1 Comité cligié Presidente al Dr. J.A. Logan, Vicepresidente al Dr. A.S. Perockaja y Relator al Sr. P. C. Bose, 8 Org. mund. Salud Ser. Inf. thon, 1963, 280. 2 Org. mund. Salud Ser. Inf. técr, 1961, 228. 6 IGHENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA INTRODUCCION La OMS se ha mostrado consciente desde su fundaci6n de la importancia 4que revise en todos los paises la relacin entre la salud y el saneamiento, de tna parte, y el urbanismo y la planificaciOn, de otra. En julio de 1948, la Primera Asamblea Mundial de la Salud adopt6 una resolucién en la que se recomendaba que se intensificase la colaboracién con Ia Comisién de Asun- tos Sociales, Ia Comisién Econémica para Europa y otras comisiones regionales de las Naciones Unidas, especialmente en relacién con la higiene de la vivienda, y que se tratase de obtener una representacién adecuada ‘en todos los proyectos internacionales de urbanismo y planificaci6n rural © de mejoramiento de la vivienda.t En cumplimiento de esa resolucién, el Consejo Ejecutivo, en su segunda reunién celebrada en noviembre de 1948, autoriz6 al Director General para que tomase las disposiciones oportunas a fin de participar en el programa de vivienda, urbanismo y planificacién rural de las Naviones Unidas En el informe del Comité de Expertos en Saneamiento del Medio, convocado por la OMS en 1949, figura el parrafo siguiente 4 E1 Comité ha tomado nota de que la Primera Asamblea Mundial de la Salud ha utorizado a In OMS para establecer un cuadro de expertos en higiene de la vivienda yy urbanismo formado pot un pequeno grupo de miembros correspondientes. Ese grupo puede ser de gran utiidad para formula recomendaciones sobre higiene de la vivienda Y sobre los métodos y procedimientos para evalua las condiciones que aquélla ha de Teanir, asi como para determina los progresos realizados eo un pals. Ademds, seria el mayor interés que ese grapo preparase una rlacién de ls prieipios de salud publica y de los procedimientos admiistrativos que han de observarse en la inspeceién sani- {aria de los programas de urbanismo y de planiicacin rural. Por ejemplo, todo proyecto de urbanizacién o de parcelacin de terrenos para Ia construccion ha de ser aprobado por las autoridades sanitarias competentes »#* Diez afios més tarde, las posiciones adoptadas por la Asamblea Mundial de la Salud y el Consejo Ejecutive quedaron reforzadas por las resoluciones EB21.RI5 (enero de 1958) * y EB27.R22 (febrero de 1961), en las que el Consejo Bjecutivo declara que la OMS ha de participar en la mayor medida posible en los programas de accién concertada que en materia de vivienda y de urbanismo han emprendido las Naciones Unidas y los organismos fespecializados. Con objeto de coordinar esas actividades, se establecié en 1958 un grupo de trabajo interorganismos compuesto de representantes 2 Actes off. Org. mond. Santé: Off. Ree. Wld Hlth Org., 1948, 13, 324 (resolucion WHAL39), © Ong. mond. Santé Sér. Rapp. tech. ; Wid Hlth Org. tech. Rep. Ser, 1950, 10, 18. 8 Act. of. Org- mund. Salud, 1988, 83, 10, 8 det. of: Org. mund. Salud, 1961, 108, 9. INFORME 7 de las Naciones Unidas, la FAO, la OIT, la OMS y la UNESCO. La accién de las Naciones Unidas reviste en particular las formas siguientes : 1D Asistencia a los gobiernos en investigaciones y estudios bésicos relacionados con Ta urbanizacion, i) Asistencia en [a planifcacién municipal y regional. Sil) Asistencia en la solucién de problemas de administracién pablica en materia de urbanizacion. iv) Asistenc ion civics en Ia organizacién y expansién de servicios comunales y participa: La educacién, la informacién y la formulacién de recomendaciones son los elementos esenciales de la ayuda prestada a los érganos politicos, ‘econémicos, técnicos y sociales de los gobiernos para que éstos preparen y pongan en practica programas de vivienda y urbanismo. En 1962, el Consejo Econdmico y Social de las Naciones Unidas establecié un Comité de Vivienda, Construccién y Planificacién, al que incumbe una funcién direc- tiva en cuanto se refiere al mejoramiento de las condiciones generales de vida y a la creacién de un medio fisico propicio al progreso econdmico y social, Atendiendo la peticién del Consejo Ejecutivo,* la OMS coopera sin reservas con ese Comité. La Organizacién Internacional del Trabajo colabora por su parte en los programas de formacién profesional en la rama de Ia construccién y en las actividades destinadas a intensificar 1a productividad de las empresas constructoras. La OIT presta asimismo atencién particular a las coopera- tivas de construccién y a las viviendas para trabajadores, Para contribuir al mejoramiento de la vivienda, la Organizacién de las Naciones Unidas para la Agricultura y Ia Alimentacién trata sobre todo de fomentar el empleo de productos forestales en la construccién y fa Jos servicios de expertos en economia doméstica para la planificacién de viviendas familiares. Se deben a la Organizacién de las Naciones Unidas para la Educacién, la Ciencia y 1a Cultura diversos estudios sobre problemas sociales relacio- nados con la vivienda y el desarrollo urbano. La UNESCO ha emprendido ademés un amplio programa de investigaciones sobre edificios escolares y se ocupa de Ia formacién de personal procedente de los pases de Asia que carecen de institutos nacionales de construccién. ‘Tres de las organizaciones no gubernamentales que mantienen relaciones oficiales con la OMS se interesan especialmente en los problemas rela- cionados con el urbanismo y Ia planificacin del medio fisico 4@) la Pederacién Internacional de Vivienda y Planificacién (FIVP) ; + Documento de las Nasiones Unidas E/CN.S/351, 14 de febrero de 1961 2 et. of. Org. mun Salud, 1963, 124, 25 (esolusion EBSI.R&6), 8 FIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA 5) 1a Unién Internacional de Arquitectos (UIA) ; ©) la Unién Internacional de Autoridades Locales (UIAL), Esas organizaciones han presentado documentos de trabajo al Comité de Expertos y dos de ellas (la UIA y la ULAL) han enviado representantes a la reunién. 1. CONSIDERACIONES GENERALES Tal vez ninguno de los problemas actualmente planteados @ la humani- dad sea tan inquietante como el del crecimiento desmesurado de las ciudades, En casi todos los paises la poblacién aumenta a un ritmo sin precedentes, principalmente en las zonas urbanas. El rapido desarrollo de las grandes ciudades no obedece necesatiamente alas preferencias de la poblacién, sino mis bien a las condiciones ventajosas ‘que aquéllas parecen ofrecer para la produccién industrial. Antes de terminar el presente siglo, la poblacién mundial sera més del doble de la actual. Durante el mismo periodo, cl aumento de la productividad agricola permitiré probablemente que una proporcién del 8 al 12.% de los habitantes de cada pais baste para atender Ia totalidad de las necesidades alimentarias.. Es pues de prever que prosiga el presente éxodo rural y que los tres mil millones de habitantes que habrin engrosado la poblacién mundial hacia fines del siglo vivirin en su mayoria en ciudades. No es facil por lo tanto que la vida urbana, con todas sus dificultades, deje de ser un problema de actua- lidad. Esa urbanizacién intensiva de los grupos humanos, cualquiera que sea su grado de desarrollo, es a la vez motivo de satisfaccién y de inquietud. De satisfaccién, porque ofrece mayores posibilidades de miejorar el nivel de vida, la instruccidn, las condiciones de la vivienda, las relaciones sociales y la salud publica. De inquietud, por la explotacién excesiva de los recursos de tierra, aire y agua, por la mas fécil propagacién de las enfermedades y ‘por los riesgos que para la salud presentan los ruidos, el hacinamiento y Ia degradacién general del medio fisico y social. Pese a esas graves amenazas, cabe esperar que la humanidad realice en los proximos afios progresos sin precedente. Por primera Nez en la historia, esta ef hombre en condiciones de dominat el medio y de hacer que todos sus semejantes se beneficien de los adelantos cientificos y técnicos que se reflejan en la ensefianza, la medicina, la indus- tria y la agricultura. Nunca habia sido tan intensa y tan amplia como hasta ahora la preocupacin por el bienestar y por la condicién del hombre. Cierto es que el desarrollo econémico y social suscita problemas de enorme ‘magnitud, pero las sociedades humanas disponen hoy de medios suficientes para abordarlos. INFORME 9 La organizacién de un gran centro urbano exige un esfuerzo racional de estudio y de planificacién en gran escala. Teniendo en cuenta la gran diversidad de organismos que han de participar en un trabajo de esa natura- leza, conviene asegurar entre ellos la debida comunicacién y lograr que todos cooperen para alcanzar los objetivos comunes. Sera necesario ademas [prestar toda la atencién debida a la salud piiblica, a Ia seguridad, a la como- didad y al bienestar, asi como al desarrollo de las posibilidades estéticas, econémicas, sociales y culturales. Es indispensable a ese efecto que los ser- vieios competentes colaboren con los encargados de las carreteras, las, obras piiblicas, la renovacién urbana, la higiene del medio, los hospitales, Ja enseftanza, la accidn social y con los promotores de zonas comerciales, industriales y residenciales 1.1 Magnitud det problema La poblacién mundial experimenta un crecimiento anual de 50 a 60 millones de personas ; en el afio 2000 habré aumentado en una proporcién, de 251% respecto de 1950. Ese crecimiento es especialmente intenso en las ciudades, y en particular en las zonas urbanas ya superpobladas. Ese aflujo de poblacién impone una pesada carga a las autoridades responsables de la vivienda, de la higiene del medio, de los transportes, etc. ; no es pues infundado suponer que el problema de las grandes aglomeraciones urbanas serd el mas considerable de cuantos haya de abordar el hombre en la segunda mitad del presente siglo En el curso de una conferencia de expertos en urbanismo, organizada en Estocolmo el afio 1961 por las Naciones Unidas y el Gobierno de Suecia en colaboracién con la OIT, la UNESCO y la OMS, se resumié la situacién en los siguientes términos 4 Nuestro mundo esté experimentando una transformacion radical; Ia vida agricola y rural deja paso a formas muy complajas de organizacion wrbana, en las que la indus- ‘tia constituye la principal fuente de ingresos de grupos cada ver mis numerosos. Una poblacién agricola mas reducida produce en la actualidad un volumen mayor de alc rentos ; en consecuencia, Ia « presién» de los excedentes de poblacign rural y la ‘¢atraccién » ejercida por la esperanza de obtener en la ciudad empleos mis estables, rcjores posibilidades de instruccion y otras ventas sociales, especialmente en los palses en vias de desarrollo, provocan un éxodo rural eada ver mis acentuado. Al propio tiempo, los progretos tenicos realizados en Ia industria, en Ia produccién de energia ‘en lor transportes permiten con frecuencia obtener igual rendimiento con wn mano {e obra mis reducida, con lo que las poblaciones ya urbanizadas de los pases de econo- ‘mia mas adelantada adquieron una gran movilidad. El resultado do ese proceso es la cemigracién del eampo y de las pequeias ciudades yaralizadas a las grandes aglomerae cones urbanas © de una zona urbana a otra. Otro movimiento simultaneo es el de las Tamlias con ingresos elevados que sbandonan los barrios cetartlados del centro de las ciudaces para instalarse en nuevas zonas suburbanas. 1 {x0do rural no es un fendmeno nueva, pero el éessrrollo acelerad de las ciudades ¥ de Ing grandes aglomeraciones urbanas en todos los pulses c= un hecho reciente y de 10 IGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA ‘muy particulares caracteristias. Entre 1800 y 1980, el nimero de personas que viven fn ciudades de mis de 100.000 habitantes pass de 16 millones a cerea de 314 millones, (decir, se ha hecho veinte vooes mayor en un periodo de 180 aos. La poblacién mundial bla su niimero cada 23 afos, y Ia mayor parte de es poblaciéa suplementaria se concentra en zonas ya urbanizadas, en especial en los grandes centros urbanos. Esa répida evolucién demogrifica influye nocivamente tanto en el medio rural como en el medio urbano. El hacinamiento fisco y la deterioracion so extienden a nume- +os0$ sectores en un proceso que parece desafiar todos los esfuerzos de mejoramiento ¥ que plantea problemas en apariencia insolubles de planificacién, organiracion y finan- ciamiento. Las conseeuencias materials y sociales de ese proceso som las malas condiciones de Ia vivienda, Ia insuficiencia de los servicios colectivas, Ia falta de servicios de sana: miento, la dificultad del trfco urbano, Ia suciedad, la misera, la enfermedad y distinias formas de inadaptacion de los grupos o do los individuos. Numerosos inmigrantet no gan a integrarse en la colectvidad urbana y en sus instituciones y, en muchos pases, se multiplican en torno a centros urbanos de todas las dimensiones los barrios de ‘chabolas » que legan a albergar en ocasiones a la mitad de la poblacion. Los recursos econémicos y técnicos indispensables para poner romedio a ete estado o cosas son enormes, incluso para lo palses econdmicamente adelantados. Ela India, por ejemplo, las surmas que seria necesario invertir para alojar debidamente a Ia pobla- cién que se incorporaré @ las ciudades de mis de 100 000 habitants en los 25 alos ante- Flores a 1975 ascenderd como minimo a § 22 000 000, es decir, cuatro veces mis de lo que l Banco Internacional de Reconstruccion y Fomento ha podido prestar a sus miembros en sus decistis afos de existoncia. Seria necesaro otro tanto para la organizacién de lor servicios coletivs, de los transporte, ete. En 1954 se caleul6 en Latinoamérica que haria falta invertir anvalmente $ 1400 millones durante treinta allos para eliminar el retraso de la construccién de viviendas, prescindir de 1s vies ediicios y poder alojar ale nueva poblacién. Ha de afadirse a esa suma él coste de insialacién de los servicios colectivos, que puede ascender a $ 1100 por cada nuevo individuo incorporado a la ‘poblacién urbana. Segin los eélculos de las Naciones Unidas, hay en los palses menos Adelantados unos 150 millones de familias que seria necesarioalojar en mejores viviendas + en los pales de gran desarrollo industrial sigue habiendo un retraso de unos 30 millones 4e viviendas. >? El aflujo repentino y sin precedentes de poblacién rural a ciudades mal preparadas para absorberla puede alcanzar en los paises en vias de desa- rrollo proporciones catastroficas.en los diez o veinte afios proximos. La aglomeracién de gentes mal nutridas y con escasa capacidad de asegurar su subsistencia acentiia el peligro de propagacién de las enfermedades, sobre todo en las regiones tropicales y subtropicales. Las posibilidades de desastre son, en efecto, mucho mayores que las que trajo consigo hace un siglo la revolucién industrial. La particular inminencia del peligro se debe, en primer término, a las diferencias de clima entre Ias zonas templadas y las tropicales y subtropicales y, por consiguiente, a la intervencién de istintos vectores de enfermedad ; otra razén de no menor importancia es la inguficiencia de la accién educativa en los paises que estén adquiriendo la independencia, Naciones. Unidas (1963) Metropolitan planning and development, Nueva York (docamento’ ST/TAO /Set.C)6!), pagina xi. (Praduceion provisional de Ta Secretaria de ls OMS). INFORME n Cabe objetar que en el estado actual de los conocimientos técnicos es posible hacer frente a cualquier situacién epidémica, pero Io cierto es que actualmente se carece de profesionales competentes, incluso para atender a los problemas cotidianos planteados en las colectividades en expansién de los paises més adelantados. No hay duda de que los problemas de higiene y salud publica de las grandes aglomeraciones urbanas son bien conocidos, por lo que podria parecer initil efectuar investigaciones mais detalladas sobre el particular. Tal conelusi6n seria, sin embargo, errénea, No ha de olvidarse, en efecto, que en todos esos problemas el coste es un factor de limitacién de importan- cia decisiva. No se trata, pues, de encontrar un método de accién, sino un método factible, es decir, una solucién que, desde el punto de vista econd- ico y operacional, esté al aleance de la poblacién que es necesario proteger, no exceda la capacidad financiera y administrativa del pais interesado 0, en todo caso, no exija una ayuda financiera y material superior a la que Ia comunidad internacional puede y desea prestar Quienes picnsan que a la larga todos los obstaculos quedarin superados gracias a los descubrimientos de la ciencia no dehen olvidar que la aplica- cin prictica de esos conocimientos es una empresa técnica, que no sélo exige preparacién cientifica, sino capacidad para emplear debidamente los recursos humanos, financieros y materiales. En efecto, es sumamente dudoso que la técnica legue a evolucionar nunca con tanta rapide, como Ia ciencia. Teniendo en cuenta el enorme volumen de poblacién que es necesario integrar en las zonas urbanas de las modernas sociedades industriales, sor necesario disponer de servicios municipales de una magnitud desconocida hasta la fecha. Segtin los datos dados a conocer el aiio 1955 en la publica- ci6n United States Municipal News (basados en la situacién de los Estados Unidos en ese momento), la incorporacidn de cada nuevo grupo de 1000 habi- tantes a un centro urbano exige los siguientes requisitos :? a) 48 salas de clases primarias y 3,6 salas de clases secundarias ; 5) un presupuesto escolar adicional de $ 114.000 por aio aproximada- mente; 6) alrededor de 3,5 hectdreas para escuelas, parques y terrenos de juego ; ) unos 378 m® de agua por dia, es decir, mas de 135 000 m? por afto €) nuevas calles que sera nevesario conservar, limpiar, desembarazar de la nieve, y de las basuras y desechos, sin contar trabajos de revesti- miento de calzadas y acetas y la instalacién de sistemas de desagtie para el agua de Hluvia, 1 Tomado de: US Munic. News, 1955, 22, 16 (nimero de agosto. 12 HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA ‘f) aumentar los efectivos de la policfa en una proporcién de 1,8; ‘g) aumentar loc efvctivon de fon bomberos en. 1,5 ‘h) eréditos suplementarios para la remuneracién de nuevos empleados en distintos servicios (obras publicas, parques, sanidad, impuestos) ; 4) wna cama de hospital ; J) 1000 voltimenes en las bibliotecas ; K) una parte de celda de prisién ; 1) un gasto aproximado de $ 65000 para combatir la contaminacién del aire; ‘mi sobre la base de 135.000 m* de agua utilizados al afio, sistemas de evacuacién y tratamiento para 77 kg diarios, es decir, 28 toneladas anuales de contaminantes organicos del agua (DBO) 0 300 instalaciones de pozos sépticos de lixiviacién. 1.2. Planificacién ¢ higiene del medio Uno de los hechos més alentadores registrados en el curso de los éiltimos afios es, sin duda alguna, la racionalizacién de los esfuerzos de desarrollo econdmico y social, es decir, la planificacién econémica, social y fisica a largo plazo. El empleo de técnicas de planificacién esta’ en la actualidad muy extendido en las administraciones nacionales, regionales y locales. Desgraciadamente, en lo que respecta a las ciudades y a las zonaé urtanas, la planificacién ha tendido hasta fecha reciente a resolver problemas inme- diatos mis que a establecer programas eficaces para el porvenit ‘Una de las deficiencias que entorpece especialmente la actividad de los, responsables de la ordenacién de las grandes aglomeraciones urbanas del mafiana es la falta de critetios generales de orientacién. Esos grandes centros urbanos han de concebirse como un todo orgénico, en el que operan factores sociales, politicos y econémicos, cuyos mutuos influjos es preciso analizar. A ese respecto, incumbe a los servicios de salud piblica una importante responsabilidad. Para que el trabajo de los planificadores sea eficaz €3 necesatio que los servicios competentes fijen los requisitos minimos en materia de higiene del medio y faciliten las normas y orienta- ciones pertinentes. Las normas de planificacién han de estar estrechamente basadas en las normas sanitarias. En efecto, el problema que los planifica- dores han de abordar es, en ultimo término, un problema de higiene del medio. Para ctear y conservar un medio saludable, especialmente en las zonas urbanas, donde los problemas de higiene del medio son mas graves, es indispensable contar con el concurso de especialistas en las distintas ciencias sociales, bioldgicas y fisicas que estudian los aspectos sanitarios de la INFORME 3 relacién entre el hombre y su medio Tiene particular importancia, desde ese punto de vista, la higiene del agua, del aire, de los alimentos, de los ‘medios de transporte, dela vivienda y de los lugares de diversion y trabajo, No sélo es necesario satisfacer cuantitativa y cualitativamente las necesi- dades bisicas, sino eliminar en las debidas condiciones tos desechos, sélidos, liquidos 0 gaseosos de las actividades cotidianas, pues de Io con- trario las enfermedades encontrarian un terreno abonado para su propa- gacién. En los afios transcurridos desde que terminé la Segunda Guerra Mun- dial los gobiernos han ido comprendiendo que el medio mas eficaz de labordar los problemas urbanos consiste en una accién concertada ¢ inte grada de planificacién econémica, social y fisica. La sola planificacién econémica es insuficiente e incluso el logro de sus objetivos puede verse comprometido si no se atienden detidamente las necesidades basicas en materia de salud piiblica, de higiene del medio, de vivienda, de instruccién y de asistencia social. La planificacion fisia, seein la eplican las autoridades centrales y municipales de algunos de los paises mas adelantados, exige la colaboracién de numerosos organismos nacionales y locales. Se trata de ‘un proceso continuo, que alcanza su eficacia mayor en el plano regional Yy que deberd coordinarse estrechamente con otros aspectos fundamentales Ge las actividades de desarrollo, como la salud publica y, en particular, la hiigiene del medio. Muchos paises en vias de desarrollo no han adoptado todavia una politica nacional de planificacién urbana o regional y carecen de servicios de planificacién fisica tanto en las administraciones centrales como en las municipales El estudio de los problemas de salud piitlica relacionados con el ereci- rmiento de las ciudades y Ia ordenacién urbana, especialmente en los paises cen vias de desarrollo, revela que las cuestiones mas urgentes son las de higiene del medio. Esa es también la conclusin de las encuestas practi- ceadas recientemente por las Naciones Unidas y los organismos especiali- zados en diversas regiones. Esos problemas se deten concretamente a la insuficiencia de los sistemas de abastecimiento de agua y de evacuacién de desechos, a la insalubridad de las viviendas y de las zonas residenciales, 2 Ja mala eleccién del emplazamiento de esas zonas y de las fabricas, y a la contaminaci6n del medio por agentes quimicos y microbiolégicos nocivos. Entre otros problemas estrechamente relacionados con los enumerados cabe citar la delimitaci6n de nuevas zonas, la renovacién urbana, Ia utili zacion de tierras, las normas de parcelacién, la creacién de escuelas y 7 Seguin Ta 50, 312-313) la seldn sanitaia basiea ha de desarollase en los cuatro sectoressignien” merican Public Health Association (véase Amer. J. publ. Hith, 1960, 1. Asegurar las condiciones indispensables para la subsistencta ; 2. Prevenir as enfermedades y lat intoxicaciones; 3. Mantener un medio que favorezca las actividades humanas 4 Garantizar el Bienestar y la alegria de vvie.» 4 HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA. parques, la circulacién de vehiculos, etc. Todas esas cuestiones son de la mayor importancia para las administraciones sanitarias, aun cuando nin- ‘guna de ellas sea de su competencia exclusiva. Los organismos sanitarios nacionales, especialmente en los. paises en vias de desarrollo, tienen pues ocasién de tomar iniciativas y de desem- peiiar un importante papel en las diferentes fases de los trabajos de orde- nacién urbana ; deberén, por lo tanto, estar preparados para colaborar en la planificacién del medio social y fisico con las autoridades nacionales, regionales y municipales. Es posible que para ello necesiten a veces intensi- ficar sus actividades de saneamiento o darles nueva orientacién, ademas de instruir a su personal en disciplinas que hasta ahora no estaban comprendi- das en su formacién. Sera necesario asimismo que mantengan relaciones profesionales y administrativas estrechas con otros servicios oficiales, con los especiatistas en planificacién social y fisica, con los organismos encar- gados de la construccién y la vivienda, con el personal docente, con los departamentos de obras piiblicas y con los servicios juridicos. Las diferen- cias en el planteamiento técnico son en este caso menos importantes que la coordinacién de las actividades de todos los servicios enumerados en un esfuerzo de expansién paralela y de mutuo reajuste. 1.3 Objetivos En general, los especialistas en higiene del medio se han preocupado hasta ahora més de solucionar dificultades particulares que de resolver los grandes problemas de planificacién. Ser nevesario, sin duda, efectuar ‘todavia investigaciones para resolver un gran ntimero de cuestiones téenicas, pero lo que sobre todo importa es dar aplicacién prictica a los conoci tos ya adquiridos. Las posibilidades de aplicacién practica se ven con frecuencia limitadas por insuficiencias en la legislacién y en la cooperacién entre los departamentos oficiales, por falta de créditos 0 por Ia incompren- sin de a poblacién. La planificacién de las actividades de higiene del ‘medio exige un detenido estudio de las relaciones mutuas entre los factores sociales, politicos, econdmicos. y psicolégicos. Los responsables de los servicios de higiene del medio han de intensificar por lo tanto su colaboracién con los representantes de una gran variedad de disciplinas en la soluci6n de los problemas metropolitanos. Al propio tiempo, resulta cada vez més dificil para los urbanistas analizar y orientar el desarrollo de las grandes aglomeraciones urbanas sin la coiaboracién de expertos en el estudio y la modificacién del medi Es por lo tanto indispensable establecer una cooperacién y coordinacién ‘mayotes entre planificadores y especialistas en higiene del medio. La actividad de unos y otros tiene por objeto la salud y el bienestar de la poblacién, pero es significative que en ambos casos se parte del principio de que es mejor prevenir que curar. Esa identidad de criterios permite INFORME 1s esperar que, gracias a la accién positiva y coordinada de ambos grupos, Jas poblaciones urbanas puedan disfrutar en el porvenir de un medio mas favorable ‘Aunque algunos miembros de la administracién piblica se han pre- cocupado siempre de fijar objetivos precisos a los servicios correspondientes, ‘sa preocupacién ha sido mucho menos frecuente de lo que hoy se considera necesario. En un gran niimero de paises los planificadores siguen plantéin- dose todavia cuestiones como las siguientes :;, Cul es Ia finalidad que perseguimos ? , Hemos formulado con claridad nuestros objetivos ? Estin justifieados? ; Son realizables ? ; Es necesario que lo sean ? ;, No estamos simplemente «colaborando con lo inevitable»? Nos incumbe fijar nuestros propios objetivos o hemos de adoptar los que deciden los érganos legislativos ? Ese tipo de reflexién empieza a dar sus frutos. Poco a poco, se llega a comprender la utilidad de legar a un acuerdo sobre los objetivos comunes y Ia importancia de hacer conocer a los profanos, en particular a los posibles beneficiarios, los programas y los objetivos con ellos perse- guidos. Para quedar auténticamente integrada en los planes generales, la plani- ficacién del medio ha de orientarse en funcién de objetivos extremadamente precisos. Es indispensable a eso efecto conocer a fondo no sélo los princi- pios basicos de la higiene del medio, sino también los métodos y el proceso de la planiticacién, Las normas sanitarias han sido de gran uiilidad para establecer las Iineas generales de Ia planificacién ; hay que tener en cuenta, sin embargo, que los sutiles efectos ejercidos sobre una colectividad por la accién prolongada de bajas concentraciones de contaminantes han modificado répidamente el caricter de Ia evaluacién epidemiolégica, Es con frecuencia imposible establecer una relacién directa de causa a efecto entre la contaminacién y el estado de salud. Los especialistas en higiene del medio deben en ese caso recurrir a elementos de su experiencia anterior ya su recto sentido de la realidad para apreciar Ia situacién. Las actividades de planificacién det medio no han de limitarse a la previsién de les enfermedades, sino tratar de crear condiciones duraderas de comodidad, eficacia y bienestar general. Se considera a veces que eso objetivos corresponden en buena parte a la « estética » ; sin embargo, es sorprendente comprobar hasta qué punto la poblacién entiende que «se relacionan con la salud » 1.4. Accién polivalente El tema que ha vuelto con mayor reiteracién en el curso de los debates del Comité ha sido el de la necesidad de actuar con una gran amplitud de crtiterios, teniendo en cuenta la multiplicidad de sectores que pueden resultar beneficiados por la planificacién del medio. Para que la planifica- cin resulte satisfactoria ha de ser total y perseguir abjetivos a largo plazo ; 16 HIGIENE DEL, MEDIO Y ORDENACION URBANA planificar es prever con la mayor precisién posible las ventajas e inconve- nientes de cada una de las medidas adoptadas Parece, a primera vista, que la regulacién y el acotamiento de las tierras seria suficiente; sin embargo, es necesario incluir los problemas relacionados con el aire y el agua. Los tres elementos intervienen en medida diferente en la calidad de los « espacios libres » y han de utilizarse del modo que mejor convenga a los intereses de Ia colectividad. Sera necesario reservar terrenos (y en menor medida extensiones de agua) que se utilizarin con fines recreativos y como complemento estético de las zonas edificadas. Esos terrenos, debidamente cubiertos de arbolado, pueden servir de barreras de proteccién contra los ruidos, las vibraciones y demés efectos desagra- dables de ciertas actividades ; convertidos en zonas verdes sirven para deli- mitar la superficie urbana, para conservar el paisaje natural y los sectores agricolas, y para contener la expansién. Todavia no se han explotado a fondo las multiples posibilidades de utilizacién de los espacios libres. Se ha sugerido asimismo la necesidad de concebir con criterio més ima- ginativo las diversas finalidades a que pueden responder Ios edifcios esco- lares y ottos edificios piiblicos, los hospitales y sus jardines, e incluso las zonas ocupadas por cementerios que, en las grandes ciudades, tienden a ‘ocupar tna superficie cada vez. mayor. 1.5 Conservacién de recursos Si no se quiere privar a las generaciones venideras del patrimonio que por naturaleza les corresponde, seré necesario en numerosas.regiones combatir de inmediato la contaminacién en gran escala del aire, de la tierra y del agua. Sera preciso al propio tiempo eliminar las posibilidades de contaminacién y deterioracién del medio en el porvenir. La contaminacién, que es a todas luces el elemento mas destructive de nuestros recursos naturales, reviste formas diversas. En extensas zonas de todos los paises, Ia contaminacidn de la tierra por las exeretas y las aguas residuales representa una amenaza directa para la salud. También quedan inutilizadas vastas superficies de terreno por los desechos de las minas, las explotaciones industriales abandonadas, la descarga no regulada de basuras y residuos, la erosién, las canteras de arena y de grava, etc. La contaminacién del agua es tal vez la mas ficil de reconocer. Los recursos hhidréulicos deberian explotarse normalmente en beneficio de las indus- trias, de la produccin de energia, de los transportes, de la agricultura, de las colectividades y de los individuos ; sin embargo, con demasiada frecuencia, prevalecen los intereses egoistas de tal o cual sector, dando lugar a dafios irreparables. La contaminacién atmosférica sélo reviste auténtica gravedad en cicrtos lugares; de todos modos, no debe olvidarse que el aire es un recurso mundial que importa conservar, puesto que se utilizaré.perpetuamente. INFORME 7 En lo que respecta a la conservacién de los recursos fisicos, el Comité entiende que, en general, la contaminacién debe combatirse en su origen. En efecto, es siempre mas eficaz prevenir que curar. 1.6 Posi iades de accién Entre las posibles medidas para mejorar sisteméticamente los programas de higiene del medio, cabe distinguir las que dependen de los individuos ¥y grupos de ciudadanos, de los establecimientos de ensefianza superior, centros de investigacién y organizaciones profesionales y, por iiltimo, de los organismos gubernamentales, intergubernamentales € internacionales. Los poderes piiblicos deberan prestar particular atencién a los siguientes principios basicos de higiene del medio en relacién con la ordenacién urbana :* 4 Establecimiento de una politica saniteria nacionl que preste atenciéa prior taria a los problemas planteados por el desarrollo urbano (hacinamiento, malas cond clones de vivienda, insalubridad, escasa alimentacion y riesgos graves para la salud fisica y mental de'una parte muy considerable de la poblacié) +) Partcipacién del personal administrativo y téenico de los servicios sanitatios nla planificacin fsia y general de las ciudades y de las grandes aglomeraciones urbanas, esde las primeras fases de ln preparacion de los planes ©) Representaciin adocuada de la administracién saniteria en cl departamento 0 ‘ministerio responsable de la poltica de planifcacisn y ordenacién urbana, afin de que las comisiones competentes comprendan expertos en salud publica e higiene del medi. 4) Asignacion de créditos suficientes a Ios servicios sanitarios como parte de la politica de inversiones de las zonas metropolitanas y del conjunto del pas 2) Coordinacién entre los servicios suoitaios y lot demés servicios piblicos ea las ciudades y en las zonas periféricas. {f) Estudio detenido de las consecuencias sanitaies y sociales de Ia urbanizacién, ‘especialmente en el caso de os inmigrantes 2) Establecimionto de'una politica saniteria equilirada para las zonae urbanas y rurales. Enel plano local, las actividades de higiene del medio deben extenderse a la totalidad de la zona, habida cuenta de las diversas caracteristicas econdmicas, fisicas, sociales y psicolégicas de Ia misma. Se procurard en especial que queden debidamente integrados todos los programas empren- didos en la zona por los diferentes servicios de Ia administracién publica. Es preciso asegurar la continuidad de las operaciones de planificacién ¥ prever una evaluacién periddica de los planes, asi como su revisién en caso necesario, Toda zona metropolitana debe disponer de un servicio permanente de planificacién de las actividades de higiene del medio que abarque toda * Naciones Unidas (1963) Mesropoltan planning and development, Nueva York (doce mento S1/TAO/Ser.C)64), pag. $2. (Traduccion provisional de la Secretaria dela OMS.) 18 HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA la zona, con la plantilla y el presupuesto suficientes para desempefiar debidamente sus funciones. Si existe un organismo con autoridad general sobre la zona de que se trata, el servicio de planificacién puede formar parte de aquél. Las asociaciones civicas y profesionales, las universidades y los centros de investigacién podrén colaborar en la formulacién de los objetivos y en Ja eleccién entre as diversas soluciones aplicables alos problemas plantea- dos. Es de la mayor importancia que la poblacién comprenda bien lo que se hace, pues nada eficaz puede Hlevarse a cabo sin su concurso. Resulta indispensable, por lo tanto, establecer un programa educativo sobre plani- ficacién e higiene del medio en general y sobre planes y programas con- eretos. Parece, en fin, que hay un amplio margen para extender la cooperacién internacional en las actividades consideradas. La Organizacién Mundial de la Salud recoge y difunde amplismente numerosas informaciones sobre la evolucién de las técnicas sanitarias y podria hacer lo mismo en lo que respecta a las cuestiones de la vivienda y de la ordenacién urbana. El Comité considera extremadamente acertadas las medidas que han adoptado en ese sentido el Consejo Econémico y Social de las Naciones Unidas, la OFT, la OMS y la UNESCO. 1.7 Necesidad de inversiones de interés social El periodo 1960 a 1970 ha sido proclamado « Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo ». Mientras que Ia poblacién mundial experi- menta todos los afios un aumento del 2 al 3%, se espera que a fines del Decenio la tasa anual de aumento del producto nacional bruto en los paises en vias de desarrollo Ilegue al 5%. No faltarén sectores donde em- plear los excedentes de riqueza, que se destinarin a Ia elevacién del nivel de vida, a la agricultura, a la vivienda, a la industria, a In produccién de energia, a la ensefianza, a los transportes, ete. Sin duda alguna, ser nece- sario prestar atencién prioritaria a las necesidades de las colectividades urbanas. El Comité hizo suya la opinién expresada en 1960 por el Comité de Expertos de la OMS en Administracién Sanitaria : “su los sevicios de sanidad estimulan en cierta medida el aumento de la producciéa 4e igual modo, aunque quiz menos directamente, que el capital productivo, por lo que los érganos encargados de la planifieacién debe considerar como una inversion los fondos destinados a esos servicios. » > Los economistas han designado con el nombre de « inversiones de interés social » los créditos destinados a los servicios piiblicos de base : § Ong. mund. Salud Ser. Inf. séen., 1961, 215, 9. INFORME 19 ‘mantenimiento de la ley y el orden, enseianza, transportes, comunica- ciones, produccién de energia, salud piblica, abastecimiento de agua, alcantarillado, desagiie y lucha contra los vectores, evacuacién de desechos Y residuos, vivienda, ete. Desde el punto de vista del desarrollo cconémico, las inversiones de interés social no son un fin en si mismas, sino que consti- tuyen un gasto bésico para faclitar el apoyo necesario a las actividades directamente productivas, como Ja mineria y Ia industria? 2. RESENA DE LOS PROBLEMAS DE URBANISMO Y ORDENACION URBANA El desplazamiento de la poblacién rural a las zonas urbanas sigue apro- ximadamente el mismo ritmo que la mecanizacién de la agricultura. La resin que ejerce el excedente de poblacién rural, las mayores posibilidades de empleo en a industria y el mejoramiento de los servicios escolares, médicos y culturales en las ciudades han provocado, tanto en los paises en vias de desarrollo como en los mas adclantados, movimientos migratorios cada vez mas intensos hacia las zonas urbanas ¢ industriales. Ese fenémeno, que ha coincidido con un aumento sin precedentes de la poblacién mundial, plantea un problema casi insoluble en las zonas metropolitanas. Esa rapida evolucién perjudica a la vez a las zonas rurales y a las urbanas (especialmente en Africa, Asia y Latinoamérica) pero resulta particular- mente grave en las ciudades. Los sintomas fisicos y sociales son abundan- temente conccidos : congestién y deterioro de los edificios ; hacinamiento bumano ; malas condiciones de vivienda e insuficiencia de los servicios colee- tivos ; proliferacién de los barrios pobres y de las zonas de chabolas ; escasez y mala calidad del agua ; falta casi total de servicios de recogida climinacién de desechos ; emplazamientos defectuosos, carentes de protes- cién contra las inundaciones y sin canalizacién de Tas aguas de superficie ; desorganizacién social y aparicién de diversas formas de inadaptacién, Logan, J. (1960) Amer. J. trop. Med. Hyg. 9,469. * Dieterich, B. H. & Henderson, J. M. (1963) Situaciin y necesidades de los ser cios urbanos ie abastecimlento de agua en serena y cinco palses en desarrollo, Ginebra, ‘OMS, pagina 20 (Cuadernos de Salud Publica, NY?) INFORME 35 En numerosos paises en vias de desarrollo, donde los distintos sectores de la produccién se disputan los suministros de agua disponibles, el abastecimiento piblico de agua no recibe toda la atencién necesaria por no haberse establecido un orden de prioridades ni un plan general de base. Para distribuir adecuadamente dichos suministros en el plano regional es necesatio un inventario previo de las reservas de aguas de superficie y de aguas subterrdneas. Ser necesario prever el consumo de las ciudades con arreglo a un orden de prioridad fijado al establecer el plan general de desarrollo econsmico y social. Los encargados de la pla- nificacién metropolitana deben insistir en Ia importancia esencial del abastecimiento de agua de las zonas urbanas, donde el agua se destina a una gran diversidad de fines : domésticos, comerciales, industriales, piblicos y recreativos. El inventario de las reservas de agua de una regién presupone la cexistencia de un organismo regional de planificacién, Muchos paises carecen de ese tipo de organismos ; en tales casos los gobiernos han de practicar las, oportunas encuestas como parte de la politica nacional de abastecimiento de agua. 3.1.3 Consersacién del agua Teniendo en cuenta que los recursos no son ilimitados, sera necesatio prever en muchas regiones el empleo repetido de las mismas aguas. Las colectividades situadas a lo largo de un curso fluvial pueden verse obligadas a aceptar y tratar (con crecientes dificultades y gastos) el agua ya utilizada rio arriba ; en otros casos se recogerin las aguas residuales a fin de teatar- las y volver a distribuirlas para fines industriales o agricolas, En numerosos paises, las industrias utilizan abundantemente el agua no potable. Tambien se recurre con frecuencia al empleo repetido de las mismas ‘aguas, que se retienen en estanques abiertos. La concentracién 0 la com- posicidn de los desechos industriales obtenidos de ese modo pueden exigit un tratamiento muy intenso antes de Ia descarga en los sistemas urbanos de alcantarillado, en los rios, lagos naturales, etc. En ciertos casos puede ser titil conservar las aguas de lluvia para recons- tituir la capa fredtica o para utilizarlas con fines recreativos. Es preciso estudiar con mayor detenimiento ese aspecto de la cuestion, eben explorarse todos 1os métodos practicables de conservacién det agua, en particular su empleo industrial en ciclos cerrados, su sustitu por el aire en los sistemas de refrigeracién y la prevencidn de las pérdidas y despilfarros, que representan con frecuencia una proporcién considerable del agua tratada, Para el bienestar de una colectividad es indispensable disponer de agua en abundancia ; ahora bien, importa frenar los abusos mediante el empleo de contadores, grifos de resorte, dispositives de eva- cuacién que puedan regularse, etc. 36 HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA 3.1.4 Interdependencia del abastecimiento de agua y de la evacuacién de aguas residuales en las zonas urbanas Ademés del abastecimiento de agua, es de la mayor importancia, para completar el ciclo, prever un sistema de alcantarillado y de evacua- cidn de aguas residuales. Se ha comprobado en numerosos casos que lt salud de una colectividad puede quedar expuesta a nuevos y graves peli- gros ocasionados por la presencia de aguas cenagosas o residuales o de infitraciones cuya evacuacién no se ha previsto debidamente. Los sis- temas cerrados de alcantarillado son indispensables para eliminar esos riesgos y evitar la contaminacidn del suelo y de la capa fredtica. La expan- sién industrial ha hecho aumentar considerablemente el volumen de residuos que es necesatio tratar para combatir la contaminacién del suelo o las aguas donde se depositan los desechos. Los centenares de productos quimicos que se emplean en la actualidad, muchos de los cuales pueden tener efectos nocivos, exigen un cuidado particular y técnicas de trata- miento perfectas. La falta de sistemas de alcantarillado y de instalaciones de depuracién de aguas residuales es en muchas agtomeriiciones urbanas la causa principal de la propagacién de enfermedades transmisibles, como el célera, a fiebre tifoidea, la diarrea, la disenteria, la filariasis, las ficbres hemorrigicas, Ia hepatitis infecciosa, etc. Las fuentes y las reservas de agua de un pais son una inapreciable riqueza que es necesario proteger y conservar. Por consiguiente, es preciso combatir Ia contaminacién del agua y del suelo en beneficio general de la poblacién, y de los diversos usuarios (abastecimiento urbano, industria, agricultura, centrales hidréulicas, actividades recreativas, etc.). El creci- miento demografico de las zonas urbanas y la industrializacién hacen que la contaminacién vaya en aumento en todos los paises. Antes, Ia dilucién permitia solucionar satisfactoriamente et problema en las regiones donde la poblacidn era escasa y se utilizaba poca agua; pero hoy dia el trata- miento eficaz y sistemitico de las aguas residuales es una necesidad univer- sal. 3.1.5 Posibilidades de amorttzacién La instalacién de sistemas de abastecimiento de agua y alcantari- lado exige inversiones muy considerables que pueden y deben ser amor- tizables. Desde ese punto de vista, dichas inversiones difieren de otros gastos de infraestructura costeados por la administracion piiblica (carre- teras, escuelas, hospitales, etc.). Esa posibilidad de amortizacién es de la mayor importancia, pues permite justificar los considerables desembolsos, ‘que, por lo general, es necesario eféctuar. Las tarifas del agua y los impues- tos Sobre alcantarillado han de calcularse de modo que sea posible obtener los fondos necesarios para el funcionamiento y conservacién de esos servi- cios y la amortizacién de las inversiones. Se recomienda vivamente que 1a INFORME 37 distribucién de agua, la evacuacién de desechos y el tratamiento de aguas residuales se consideren como servicios a eargo del consumidor, al igual aque la electricidad, el gas 0 el telefono. ‘Los grupos econémicamente débiles han de disfrutar también de las ventajas del agua cortiente y de los sistemas de alcantarillado, a ser posible ‘mediante el pago de cantidades simbélicas. Convendr en esos casos que la rmunicipalidad reembolse a las compaiias interesadas una proporcidn equi tativa de la-diferencia. Los servicios de abastecimiento de agua y de alean- tarillado con autonomia financiera y auto-amortizables han sido siempre los que han dado resultados mejores y funcionado con eficacia mayor. a recaudacién de los impuestos de aleantarllado resulta mis fécil en Ja prdctica mediante un aumento proporcional de las tarifs de agua. 3.1.6 Planes a largo plazo En numerosos paises, independientemente de su grado de desarrollo, ‘el crecimiento de las ciudades ha sido tan rapido que los sistemas de abaste- cimiento de agua y de alcantarillado resultan insuficientes. Para evitar esa situacién critica, es indispensable preparar planes a largo plazo desde Jas primeras fases de la ordenacién urbana. Esos planes se pondran en prictica gradualmente, a medida que la ciudad se extiende. Se ha compro- bado en muchos casos la posibilidad de realizar economias importantes si se planifica la red de servicios colectivos (en particular las instalaciones de abastecimiento de agua, alcantarillado y desagiie) antes de parcelar los terrenos. El desarrollo de una ciudad obliga con frecuencia a instalar nuevas tomas de agua o nuevos sistemas de tratamiento, que deberin haberse previsto con anticipacién suficiente para que queden debidamente integrados en el programa en curso. 3.1.7 Cantidad y calidad det agua ‘Una ciudad ha de estar continuamente abastecida de una cantidad suficiente de agua potable, que se distribuiré a presién satisfactoria. Se recomienda que el agua responda, como minimo, a las normas establecidas por la OMS para el agua potable ;* las autoridades de los grandes centros ‘urbanos han de dar ejemplo al resto del pais procurando que el agua sea de la mejor calidad posible. La experiencia enseiia que la distribucién irregular intermitente o mantenida a baja presién aumenta el riesgo de contaminaciGn y por consi- guiente de propagacién de enfermedades transmitidas por el agua. El Comité recomienda encarecidamente que se evite toda irre volumen o en la presién del agua suministrada. * Organizacion Mundial de la Salud (1968) Normas Imernacionales para el Agua Potable, Ginebra (raduecin de la segunda edicién ingles). 38 HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA En muchas ciudades se distribuyen dos clases de agua (una de calidad satisfactoria y otra de calidad dudosa) ; el Comité desaconseja enérgica- ‘mente esa prictica por considerar que las posibles mezclas constituyen una srave amenaza para la salud. Se ha comprobado que en tales circunstancias Ja poblacién recurre abundantemente al agua de calidad dudosa para todos os usos domésticos distintos de la bebida, lo que constituye un grave riesgo. (Esta observacién no tiene validez cuando una extremada penuria obliga a utilizar para ciertos fines el agua de mar o un agua muy mineralizada ; por supuesto, deberdn extremarse en esas circunstancias todas las precauciones para evitar las mezclas.) En principio, toda persona debe disponer de la cantidad adecuada de agua potable para el uso doméstico. No sera posible en muchos casos facilitar agua corriente a todas las viviendas, particularmente en los paises en vias de desarrollo, cuya poblacién urbana ocupa en gran parte aloja- ‘ientos provisionales o chabolas. Se recurrira entonces, segiin las eircuns- tancias, a la instalacién de fuentes puiblicas o de grifos en los patios de las viviendas. Es necesario disponer ademas de un volumen suficiente de agua a Ja debida presién para los servicios de extincién de incendios. La consi- guiente reduccién de las primas de seguros contra incendios deberd tenerse en cuenta al estudiar las posibilidades de amortizacién del sistema de abastecimiento de agua, En lo que respecta a los planes de desarrollo urbano, seré necesario tener en cuenta las cantidades de agua necesarias, ast como su calidad y el funcionamiento regular de los servicios de distribucién. El aseo personal, cl lavado de ropa, ete., exigen grandes cantidades de agua ; la escasez de reservas no beneficiard nada a la salud publica, cualquiera que sea la calidad dl agua. 3.1.8 Conservacién y funcionamiento La conservacién y correct funcionamiento de las instalaciones son condiciones esenciales. La experiencia demuestra que el método mas cficaz es el de la centralizacién de los servicios. En una aglomeracién urbana compuesta de varias municipalidades, resulta mas econémico estable- cer un servicio nico de agua y alcantarillado encargado de las compras, reparaciones, etc., que organizar varios servicios municipales independien- tes. Desde el punto de vista financiero, la centralizacién permite ademas recurrit con cardcter permanente a los servicios de ingenieros y técnicos de gran competencia, Todos los servicios piiblicos de una zona metropolitana pueden agru- parse en un solo organismo central. Han sido alentadores los resultados obtenidos en una aglomeracién urbana, donde la conservacién y funcio- namiento de los diferentes servicios (agua, alcantarillado, electricidad INFORME 39 ¥ teléfono) dependen de un solo organismo. Convendria estudiar la posible aplicacién de esa formula en otros lugares. Se dan casos en que la insuficiencia de los suministros de agua es mas aparente que real; la instalacién de contadores ha bastado en esos casos para reducir sensiblemente el consumo. Los datos facilitados por diversos paises demuestran que las autoridades han logrado por ese sistema reducir el abuso y ol despilfarro del agua. La instalacién de contadores puede ser decisiva para la conservacién del agua, y por fo tanto, se recomienda la generalizacién progresiva de su empleo en todos los paises en vias de Gesarrollo, siempre que tal medida esté justticada desde el punto de vista 3.1.9 Investigaciones y meforas El Comité ha insistido en la necesidad de intensificar las investigaciones y estudios sobre abastecimiento de agua con objeto de aumentar Ia eficacia de los sistemas existentes y encontrar nuevos métodos especialmente apli- cables en los paises en vias de desarrollo. Convendrla que un mayor niimero de paises reconocieran y admitieran la funcién rectora que. incumbe a la OMS en lo que respecta a Ia coordinacién de las investigaciones, el inter- cambio y la difusiOn internacional de informacién y la asistencia a progra- mas de investigacién, estudios de nuevas instalaciones y proyectos piloto. Hay que hacer todo lo posible por fomentar y ampliar las industrias locales que pueden producir materiales para los sistemas de abastecimiento, alcantarillado y desagiie, a fin de reducir los costos y economizar divisas, 3.2. Evacuacién higiénica de desechos Los sistemas de alcantarillado constituyen el medio mas eficaz de eva- cuacién de exeretas humanas y aguas residuales en las zonas residenciales, comerciales ¢ industriales. Es preferible, tanto por razones econdmicas como sanitavias, disponer de dos redes de alcantarillado independientes, tuna para las excretas y las aguas residuales y otra para las aguas de Iluvia. Cabe en ciertos casos establecer un sistema tinico de recogida (y a veces de tratamiento) a condicion de que esté plenamente justificado por razones de tipo financiero y se tengan en cuenta los factores de cardcter sanitario. EI establecimiento de dos sistemas independientes puede hacer que las instalaciones de tratamiento resulten mas ccondmicas. Para prevenir la ‘contaminacién del agua y del suelo, es necesario instalar en las grandes aglomeraciones urbanas sistemas de alcantariliado, estaciones de depura- ‘cin de residuos liquids y colectores para las aguas de lluvia. El grado de depuracién depende de numerosos factores locales, en particular de la ilucién y del empleo ulterior de las aguas en que se depositan los desechos, 40 HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA Sin duda alguna la inversiones necesarias para la instalacién de sistemas de alcantarillado y depuracién son muy elevadas, pero se conocen casos en que el financiamiento quedé asegurado mediante préstamos a interés redu- cido y reembolsables a largo plazo. En el curso de los diez iltimos afios, la industria ha utlizado centenares de nuevos productos quimicos que resisten a los procedimientos tradi nales de depuracién de aguas residuales ; esas sustancias constituyen una grave amenaza de contaminacién, En ese sentido, tienen particular importan- cia los detergentes que representaban, hasta hace poco, un grave peligro, tanto para las aguas subterrineas como para las aguas de superficie por contener sustancias quimicas indestructibles por procedimientos.biol6- sicos. El Comité ha tomado nota con satisfaccién de que se ha generalizado el empleo de detergentes nuevos susceptibles de degradacién por medios biolégicos. Se han emprendido en diversos paises investigaciones encae minadas a adoptar métodos de depuracién mis eficaces. El Comité reco- mienda que la OMS siga reuniendo y difundiendo informaciones acerca de Jos tiltimos adelantos en materia de tratamiento de aguas residuales y dese- ‘chos industriales. En esta esfera, conviene sacar partido de los recientes progresos téenicos ¥, Sobre todo, fomentar el empleo de métodos simples de depuracién, como los estanques de estabilizacién de desechos. La experiencia ha permitido comprobar que ese método es sumamente prometedor y merece ser estu- diado por la OMS y sus Miembros, especialmente en las regiones en vias de desarrollo Conviene, en fin, que las autoridades de los grandes centros urbanos consigan que las empresas industriales asuman Ia responsabilidad del tra- tamiento de sus propios desechos, de conformidad con las normas estable- cidas por los Srganos oficiales competentes. A ese efecto, las empresas pueden instalar sus propias estaciones de depuracién o concertar los opor- tunos acuerdos con el servicio local de alcantarillado. 3.3 Sistemas de desaglle El Comité ha reconocido undnimemente la necesidad de establecer sistemas adecuados de desagtic en las zonas urbanas para la evacuacién de desechos y de las aguas de Iuvia. En algunas ciudades se han instalado sistemas de abastecimiento de agua sin prestar la debida atencién a la eliminacién de las aguas residuales, lo que ha dado lugar a una intensa contaminacién del suelo y del agua y a los consiguientes efectos nocivos para la salud. El abastecimiento de agua, el alcantarillado y los sistemas de desagtie han de considerarse como servicios interdependientes, cuya instalacién coordinada ha de quedar prevista en los planes generales de ordenacién urbana. INFORME a 3.4. Recapitulacién de los principios aplicables al abastecimiento de agua, Ta evacuaciOn de desechos y Tos sistemas de desagiie 4) Cada pais ha de tener una politica nacional de aguas, asi como un sistema coordinador de las actividades de los numerosos organismos que se interesan en los diversos empleos de! agua b) Sera necesario efectuar encuestas completas acerca de todos los recursos de agua de un pais, a fin de disponer de un inventario general en el que queden articulados los recursos regionales, Conviene que esas encues- tas se efectiien sobre unidades geogrificas y no sobre distritos administra- tivos. 6) El abastecimiento de agua en las grandes ciudades es un factor de importancia decisiva para la salud piiblica y el desarrollo econémico de la ‘mayoria de los paises, y en particular de las regiones en vias de desarrollo. Por consiguiente, cuando se estudia la distribucién de los recursos de agua ¢s indispensable prestar atencién prioritaria al abastecimiento de las zonas urbanas, d) La planificacién a largo plazo del abastecimiento de agua, los siste- mas de alcantarillado, el tratamiento de aguas residuales y las instalaciones de desagiie, debe formar parte integrante de todo plan general de ordena~ cién urbana 6) El abastecimiento de agua, la instalacién y funcionamiento de sistemas de alcantarillado, el tratamiento de aguas residuales y, en la medida de lo posible, las instalaciones de desagiie, deben considerarse como servie cios pliblicos financieramente auténomos y antiamortizables, Jf) Las zonas urbanas han de estar continuamente abastecidas de cantidades suficientes de agua potable distribuida a la presién adecuada y sin que se produzcan irregularidades en ninguno de los sectores del servicio. Fl agua suministrada debe responder a as normas internacionales reco- mendadas por la OMS para el agua potable.* 2) Es importante que el servicio de abastecimiento de agua, aleanta- rillado y desagtie dependa de un solo organismo de cardcter regional, es decir que muchas veces la zona confiada a dicho organismo no coincidiré con las subdivisiones administrativas del territorio. Ese organismo podré estar integrado en la administracién metropolitana (cuando ésta existe) © funcionard independientemente (asumiendo, ademés de las mencionadas, otras responsabilidades de alcance regional) fh) La OMS debe seguir actuando como organismo internacional eneargado de reunir y difundir informacién sobre las cuestiones relacio- nadas con el abastecimiento de agua, el alcantarillado, el tratamiento * Organizacion Mundial de 1a Salud (1964) Normas internacionales para ef agua ‘potable, Ginebra (tradvccién de la segunda edicion ingless) a HIGIENE DEL MEDIO ¥ ORDENACION URBANA de aguas residuales y los sistemas de desagiie. En los casos que sea nece- sario efectuar con urgencia nuevas investigaciones, la OMS habré de estimular a los organismos locales, 0, de ser posible, patrocinar los estue dios necesarios. 3.5 Desechos s jos y contaminacién del suclo La evacuacién de desechos sélidos (basuras y desperdicios) es una operacién muy costosa que presenta una importancia considerable desde el punto de vista de la salud publica. En un mundo moderno en plena expan- si6n, el volumen de ese tipo de residuos va continuamente en aumento. ‘No se trata s6lo de restos de alimentos, papeles, latas de conservas, botellas Y¥ residuos vegetales, sino de muebles rotos, cascotes, ete. Si no se toman jas medidas necesarias para climinar esas inmundicias, se fomentardn los criaderos de roedores y moscas; ademas, ese tipo de residuos presentan un aspecto desagradable y desprenden olores nauseabundos. Es indispensable recoger las basuras con rapidez y regularidad y eliminarlas de modo higi En cualquier caso, la fOrmula empleada ha do reunie las condiciones sanitarias ‘Optimas que sean compatibles con las posibilidades fnancieras. La recogida y elimi nacion de desechos puede logar a costar al aio US $ 10 por habitante, Ahora bien, las defciencias de ese tipo de servicios pueden Hegar a ser mucho més costosas, En ‘efecto, se legaria a cifras exorbitantes si se hiciese Ia suma de toJos los gastos a que ddan lugar dichas deficieneias = honorarios médicos y coste de lot medicamentos, datos ‘eausados por los incendios o por los roedores,pérdidas originadas por la contaminacién, 4el aire y del agua, sumas invertidas en distintas medidas de luche (insecticilas, rato- neras y Venenos), emuneracion de distintos expertos, tc.» La recogida, transporte y eliminacién de desechos sélidos son problemas ‘cuyo estudio incumbe a los servicios de ordenacién urbana. Seré necesario reservar con esa finalidad terrenos especiales para atender las necesidades inmediatas sin olvidar Ins previsibles. También se pueden utilizar los dese- ‘chos sélidos como material de relleno en tierras bajas, marismas, zonas costeras, canteras 0 minas abandonadas, etc. ; se ha recurrido en muchas ‘ocasiones a esa solucién sin que se hayan producido graves molestias ni riesgos para Ia salud. En cambio, si las basuras y otros desechos s6lidos se descargan desor- denadamente en vertederos ai aire libre, a Jo largo de las carreteras, 0 en solares, es ficil crear una fuente importante de contaminacién del agua del suelo. Conviene a ese respecto ejercer una vigilancia mas rigurosa. El Comité ha seftalado la importancia de organizar el transporte de basuras del modo mis eficaz e higiénico posible (especialmente en los + Rogus, C. A. (1962) The solid waste problem. Fa: Environmental engineering ‘and metropolitan planning, Evanston, Il, Northwestern University Press, p. 123. INFORME a3 pafses tropicales), a fin de evitar la propagacién de enfermedades como la fiebre tifoidea, la peste, Ia disenteria, el célera, ete. El Comité no ignora que un servicio bien organizado de esa naturaleza representa para las autoridades municipales una pesada carga financiera, habida cuenta del elevado costo de las operaciones y la falta de compensaciones financieras (osu insignificancia. Los gastos de transporte suponen, aproximadamente, ‘un 70 % del caste total de Ia evacuacién de basuras. En las grandes ciudades convendré fijar las horas de recogida y transporte de modo que se dificulte lo menos posible el trifico y no se cause incomodidad a la poblacién ; sera necesario, con la misma finalidad, escoger convenientemente los lugares donde tendri lugar Ja evacuacién final. También debera estudiarse el itine- rario de los vehiculos de transporte de basuras, a fin de que éste se efectiie con la mayor rapidez. Fl Comité ha examinado los diversos métodos utilizados para la eli- minacién de desechos s6lides (incineracién, preparacién de abonos, utili- zacién como materiales de relleno, desmenuzamiento y evacuacién por el aleantarillado y descarga en el mar 0 en terrenos escogidos al efecto). El Comité reconoce que la preparacién de abonos oftece particulares ventajas, ‘pues permite obtener subproductos tiles ; sin embargo, no se atreve a recomendar a ese respecto ningiin sistema particular a causa del coste de los transportes, factor especialmente importante en las grandes ciudades. Las autoridades municipales deben, pues, estudiar a fondo la incineracién 0 el desmenuzamiento y eliminacién por el alcantarillado. Conviene que los planificadores y los ingenieros estudien minuciosamente cada caso a fin de adoptar el procedimiento mas eficaz, tanto a corto como a largo plazo.* ‘Los desechos sélidas pueden dar lugar a contaminacién de la super- ficie del terreno, del subsuelo, del agua y del aire. Al estudiar ese aspecto de la cuestién, se ha comprobado que el problema presenta particular gravedad en el cinturdn suburbano de muchas ciudades de las regiones del Pacifico Meridional y Occidental, Africa y Latinoamérica donde los secvi- cios sanitarios de base son insuficientes. Son numerosos los lugares donde a contaminacién del suelo se debe a las infiltraciones 0 descargas de petrleo ¥ de diversas sustaneias quimicas. En muchos de los paises mas adelantados, ios residuos industriales y el material de las instalaciones abandonadas representan una amenaza particularmente peligrosa aunque menos visible. La extraceién sin control de grava 0 de arena y los terrenos de las minas plantean también importantes problemas. El empleo abusivo de insecticidas y plaguicidas aumenta cada vez més los riesgos de contaminacién del 2 Gotaas, H. (1956) Composting sanitary dsposal and reclamation of organte wastes hay tradvecin francesa), Ginebra (World Hoalth Organtzation: Monograph Series, No. 3D). 1 American Publie Works Association (1963) Proceedings of the National Conference on Solid Waste Research, Chicago, 4 HIGENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA suelo ; el Comité recomienda encarecidamente que se tomen las debidas precauciones para el empleo de esas sustancias ‘Otta de las cuestiones de mayor importancia, entre las examinadas por el Comité, es la de Ia eliminacién de los materiales radiactivos utili- zados en las investigaciones médicas o industriales, ast como de los dese- chos de las centrales de energia at6mica y de los reactores nucleares. El tratamiento y eliminacién de esos productos residuales exige la adopcién de las méximas precauciones por el peligro que presentan para el organismo hhumano, las plantas y los animales. Seré necesario efectuar investigaciones més detenidas para adoptar medidas practicas de seguridad. En cualquier ‘caso, la evaluacién final de los materiales radiactivos deberd efectuarse en Iugares alejados de las zonas habitadas. El transporte se hard en camiones y recipientes especiales y los desechos radiactivos se enterrarin a cierta rofundidad, siguiendo las normas fijadas a ese efecto por las comisiones de energia atémica de cada pais. Los servicios encargados de la eliminacién de desechos sélidos deben tener siempre presente la conservacién del suelo y colaborar con los espe- cialistas en esa disciplina. Los productos residuales sélidos pueden servir para recuperar tierras, prevenir la erosiOn, evitar determinados tipos de contaminacién y proteger sectores importantes de terreno. 3.6 Contaminacién del aire Motivo de grave inquietud para los gobiernos y para los organismos nacionales ¢ internacionales es el considerable aumento de la contaminacién atmosférica a que ha dado lugar la revolucién industrial ; en fecha més reciente han causado particular alarma Ins elevadas tasas de mortalidad registradas con ocasién de episodios bien conocidos, como los de Londres (1952), Donora, Pa., Estados Unidos de América, (1948), Poza Rica, ‘México (1950) y el Valle det Mosa, Bélgica (1930). Resulta cada vez més dificil evaluar él alcance del problema a causa del gran niimero de conta- minantes que pueden dar lugar a productos intermedios nocivos para el hombre y para los vegetales. En los climas templados, la contaminacién del aire se debe principal- ‘mente a los combustibles fosies tradicionales utilizados para fines diversos : produccién de energia, calefaccién (particularmente en las viviendas) y transportes. Ciertos.procesos industriales pueden ser también fuente de contaminantes especialmente peligrosos. Todas esas formas de contamina- cién van en aumento a medida que se intensifican las necesidades de ener- 2 Barker, K. y col. La contaminacién de la atmésfera, Ginebra (Organtzaclin Mundial dela Salud: Serie de Monografia, N° 46) + Comité de Expertos de la OMS en Sancamiento {el Medio (1958), 57 informe, Organizaciin Mundiol de la Salud Ser. Inf. ten 1ST INFORME 45 gia, se extiende el empleo de vehiculos de motor y se acentiia Ia concen- tracién de la poblacién y de las empresas industriales en las grandes aglo- meraciones urbanas, que pueden quedar convertidas en auténticos sectores de contaminacién atmosférica. Sin embargo, la intensidad de la contamina- cién suele depender de condiciones meteorolégicas especiales, que pueden ser 1asgo caracteristico de las zonas de que se trate o darse en ellas en con- tadas ocasiones. La consecuencia mas inmediata y sensible de ese fenémeno cs ¢l aumento, del mimero de defunciones en los periodos en que la intensidad de la contaminacién se combina con las inversiones de temperatura ; las tasas de mortalidad son entonces particularmente elevadas entre Jos ancianos yy los impedidos. Hay también una relacién indiscutible entre ef estado de Jas personas que padecen enfermedades de las vias respiratorias y la pre- sencia de determinados contaminantes en la atmésfera. Todavia mas importante es que se ha demostrado mediante estudios epidemiolégicos que la contaminacién de la atmésfera urbana puede ser tuna de las causas de la bronquitis erénica. Hay también numerosos indi- cios de la deterioracién general de la salud en las grandes ciudades donde la contaminacién atmosférica aumenta de continuo. La contaminacién del aire tiene asimismo consecuencias econémicas que pueden ser objeto de evaluacién precisa. Influye, por ejemplo, en Ia visibilidad, lo que tiene a veces consecuencias muy desfavorables para os medios de transporte. También deteriora la vegetacién y puede poner en peligro cosechas de gran interés cconémico. Sus efectos nocivos se extienden, en fin, a todo tipo de bienes. En muchos paises se estin adoptando medidas técnicas, juridicas, administrativas y educativas a fin de prevenir 0 combatir la contaminacién atmosférica ; sin embargo, Ia verdadera solucién del problema reside en la ordenacién adecuada de las grandes aglomeraciones urbanas. Cabe, a ese respecto, formular las normas siguientes : @) El emplazamiento de las nuevas ciudades deberd decidirse después de un estudio minucioso de la topografia y de las condiciones meteoro- Iogicas locales. 5) El emplazamiento de las fabricas que emplean materias primas © aplican procedimientos industriales que pueden producir contaminantes atmosféricos deberd clegirse de modo que el riesgo de contaminacién sea minimo, ©) En las ciudades satélites (barriadas de dormitorios) habré de limi- tarse rigurosamente el empleo de combustibles que produzcan contami- antes, d) Deberd disponerse de zonas verdes y espacios libres para facilitar la dilucién y la dispersién de los contaminantes inevitables. 46 HIGIENE DEL MEDIO ¥ ORDENACION URBANA @) Para reducir la contaminacién ocasionada por los combustibles {ésiles tradicionales conviene fomentar el empleo de la energia hidro- cléctrica, la energia nuclear y el gas natural para fines industriales y domés- ticos. Jf) Conviene multiplicar las instalaciones centrales que faciliten cale- faccién y agua caliente a distritos enteros. 8) La regulacién del tréfico es de particular importancia en los barrios residenciales, pues los vehiculos de motor son una de las principales fuentes de contaminacién. Conviene, ademés, establecer los métodos adecuados para eliminar 0 reducir la emisién de contaminantes de los motores de combustién interna Todavia no esté enteramente perfeccionada la técnica de los estudios de microclima. Su mejoramiento es una necesidad imperiosa, pues pueden ser de gran utilidad para la ordenacién urbana, segin demuestran abun- dantemente los resultados obtenidos en la URSS y en otros paises. ‘Ain no se ha encontrado una solucién definitiva para el problema de Jos alergenos transportados por el aire, pero es posible mejorar la situacién mediante la planificacién del medio fisico, la lucha contra el polvo y los hhumos, ete, Fl Comité entiende que en esta forma de contaminacién, como en las demas, Io importante es combatir las causas 3.7. Riesgos ocasionados por el empleo de las radiaciones ionizantes en las zonas urbanas Son sobradamente conocidos los riesgos que encierran para Ia salud las radiaciones ionizantes de distinto origen (rayos X, isétopos radiactivos, reactores nucleates, ete.). Se ha procurado con éxito considerable proteger a los enfermos (en los casos de radiodiagndstico o tratamiento radiolégico), a las personas expuestas a Ia irradiacién por motives profesionales y al conjunto de la poblacién. Las normas generalmente aceptadas acerca del empleo de estructuras blindadas, la concentracién de isétopos radiactivos en ef aire y en el agua y los métodos de trabajo son muy rigurosas. En la mayoria de los casos los programas de proteccidn radiolégica tienen carcter nacional y su ejecucidn incumbe a las autoridades sanitarias que actian en ‘cooperacién con otros servicios oficiales. Sin embargo, Ia distribucién de las responsabilidades varia considerablemente de un pais a otro.! La proteceién contra las radiaciones es, a todas luces, un problema ‘que han de tener en cuenta los responsables de la ordenacién urbana. Desde hace algunos afios se utilizan los reactores nucleares para producit sustancias radiactivas, electricidad 0 calor, y su empleo con dichos fines + Comité de Expertos de a OMS en Radiaciones (1962), Organizacién Mundial deta Salud Ser. Inf. téeny 284. INFORME 4 va en aumento, CuestiOn importante, cuya responsabilidad incumbe a los planificadores, es la de determinar si conviene o no instalar los reactores y los servicios téenicos anexos en las ciudades o en su proximidad. EI peligro de los reactores mucleares para la poblacién proviene de los desechos radiactivos que contaminan el aire, el agua y cl suelo, La expe- riencia ha permitido demostrar que es técnicamente posible, en condicio- nes normales de funcionamiento, mantener la emisién de contaminantes @ niveles mas bajos de los prescritos ; ahora bien, cuando los reactores se instalan en la proximidad de centros muy poblados, Ia adopeién de las pprecauciones indispensables puede resultar extremadamente costosa. ‘Ademés, por muchas precauciones que se tomen, siempre pucde producirse ‘un accidente que dé Ingar a una extensa y nociva contaminacién radiactiva del medio. En Io que respecta a los reactores no destinados a la produccién de clectricidad y Ias instalaciones para el tratamiento de sustancias radiactivas, el Comité considera que no hay ninguna razén convincente para situarlos ‘en las grandes aglomeraciones urbanas o en su proximidad. Convendrd, por el contrario, instalarlos en zonas alejadas y de escasa densidad de pobla- En cambio, pueden existir razones téenicas 0 econdmicas que aconse- {jen la instalacién de los reactores generadores de energia en las ciudades 0 en sus alrededores; no obstante, en cada caso deberd prestarse atencidn prioritaria a las cuestiones relacionadas con la salud publica. La posibilidad de instalar un reactor en una localidad muy poblada dependera de diversos factores, a saber : estructura y blindaje del reactor, caracteristicas metcoro- ligicas, geol6gicas y topogriticas de In zona, habitos alimentarios de la poblacion y sistemas empleados para la evacuacién de desechos liquidos y solidos. Las autoridades competentes s6lo deberdn otorgar las licencias e construceién y explotacién después de haber analizado todos los fac- tores pertinentes y 2 condicién de que se haya establecido previamente un plan detallado de las medidas de urgencia en caso de avcidentes. La proteceidn contra la irradiacién por rayos X o por sustancias radi- activas utilizadas en la medicina en la industria (con inclusién de Ios trabajos de investigacién) no incumbe a los responsables de la ordenacién urbana, Esa proteccién puede asegurarse en los lugares donde se emplean métodos radiolégicos aplicando las medidas recomendadas respecto a licencias o registros e inspeccién en el cuarto informe del Comité de Expertos. de la OMS en Radiaciones.* ‘Sin embargo, los planes de ordenacién urbana pueden contribuir consi- derablemente a reducir In exposicién a tas radiaciones ionizantes. La ‘medida mis eficaz a ese respecto es la formulacién y promulgacién de leyes, rnormas y reglamentos apropiados y el empleo de personal competente 3 Org. mund. Salud Ser. Inf. téen, 1963, 284, 48 HIGIENE DEL MEDIO ¥ ORDENACION URBANA capaz de establecer un programa adecuado de proteccién y de velar por la observacién estricta de las normas adoptadas. Para reducir efectivamente al minimo los riesgos innecesarios, todas las fuentes de irradiacién, y en particular los métodos de radiodiagnéstico deben ser objeto de una vigi- lancia rigurosa. Ahora bien, un programa eficaz de proteccién contra las radiaciones no puede ser exclusivamente negativo ; por el contrario, debe favorecer las numerosas aplicaciones titiles de la energia nuclear y de las radiaciones ionizantes en la medicina, la industria y la educacién, redu- ciendo a la vez los riesgos de exposicién innecesaria mediante el empleo en instalaciones adecuadas del instrumental mis moderno y de mejor calidad y recurriendo a las técnicas mas perfeccionadas, cuya aplicacién se confiaré a especialistas de gran preparacién y experiencia. Se trata, en realidad, de lograr el equilibrio entre los riesgos y las ventajas de la aplicacién de las radiaciones con fines précticos. Teniendo en cuenta que toda exposicién a Jas radiaciones ionizantes encierra un cierto riesgo, es previso tratar de reducir las dosis individuales de irradiacién a fin de que no quede mas que una infima posibilidad de lesiones somiticas importantes, como las Teucemias 0 los tumores dseos. Los efectos inevitables (reduecién de la expectativa de vida o deterioracién genética) han de mantenerse @ un nivel tan bajo que sea posible considerarlos como insignificantes y, por decirlo asi, perdidos en la masa de los demés riesgos inherentes a la civilizacion moderna. Nuestros esfuerzos por aumentar las posibilidades humanas de gozar de una vida larga, sana, feliz y productiva, no serén completos si no exa- minamos en su justa perspectiva y con la debida atencién cuanto amenaza cl bienestar de la humanidad; importa, a ese respecto, beneficiar en la ‘mayor medida posible al individuo, a la sociedad de que forma parte y a las, generaciones venideras. Tal vez con mayor razén que en otros casos, la contaminacién por radiaciones ionizantes debe combatirse en su origen a fin de reducir al minimo los posibles riesgos para la salud. 3.8 Viviendas y espacio libre* Ya no es posible hoy dia concebir la construccién de viviendas como un fin en si, pues estd estrechamente ligada a los planes de ordenacién urbana y depende, como elemento de la planificacién regional o interregio- nal, de la politica econémica, social y cultural de los gobiernos. ‘Una vivienda no es sélo un lugar donde cobijarse. Las caracteristicas fisicas del alojamiento son sin duda importantes, pero es necesario asimismo tener en cuenta diversos factores psicolégicos, como la intimidad del + Se completan en la presente seccién las observaciones formuladas en el primer informe del Comité de Expertos de la OMS en Higiene de la Vivienda (Org. mund. Salad Ser. Inf. téen., 1961, 225), partcularmente en lo que fespecta a los problemas sociales ya los twastormos mentale INFORME 49 individuo y las relaciones de los miembros de la familia entre si y con el exterior. Un problema de tal complejidad sélo puede solucionarse mediante la colaboracion de numerosos especialistas : arquitectos, ingenieros sani- tarios, médicos de los servicios de salud publica, sociélogos, economistas, psicdlogos, ete. Los arquitectos y los expertos en ordenacién urbana no pueden disponer correctamente ¢l interior de las viviendas 0 su configu- racién externa (ni determinar los medios de comunicacién fi logica entre los grupos) si carecen de informacidn suficiente acerca de los, problemas de cardcter fisico, social y mental de los individuos y de las familias. El Comité de Expertos de la OMS en Higiene de la Vivienda, reunido en Ginebra en junio de 1961, insistié en la nocidn de « medio residencial », designacién en la que se engloba « ademas de la estructura material que el hombre emplea pata cobijarse, sus dependencias, es decir, todos los servi= cios, instalaciones y dispositivos necesarios o convenientes para el tienestar social y Ia salud fisien y mental del individuo y de la familia ».? Las inme- diaciones de los edificios de habitaciOn constituyen fo que suele llamarse el barrio © microdistrito, a fin de distinguirlas de la vivienda propiamente dicha. Es evidente que su inclusién en los estudios y andlisis relativos ‘a la vivienda aumenta In complejidad de éstos ; pero, un estudio sobre vivienda que prescindiera de esos factores no se ajustaria a la nocién de lo que Ia OMS entiende por salud, es decir « un estado de completo bienestar fisico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfer= medades ».? En la mayoria de los paises, particularmente en Ios que se encuentran en vias de desarrollo, el mejoramiento de la vivienda cxige Ia adopcién de medidas urgentes. Esa nevesidad obedece al enorme crecimiento de la poblacién mundial, especialmente en las zonas urbanas. Las ciudades no pueden esperar indefinidamente a que se establercan criterios 0 normas estrictas de ordenacién urbana, Por consiguiente, la administracién, pblica ha de estimular Ja construccién de viviendas que ofrezcan un minimo de comodidades en la medida en que lo permitan los recursos ‘econémicos, y esforzarse a la vez por alcanzar, lo mas répidamente posible, los niveles superiores que constituyen el objetivo final establecido por las atutoridades sanitarias Un medio residencial saludable es el que permite el desarrollo fisico, menial y social de una familia. Es ése un otjetivo esencial en funcién del cual ha de concetirse la organizacién y funcionamiento de las instalaciones ¥ servicios piiblicos : servicios administrativos, escuelas, centros sociales, médicos, reereativos y culturales, locales comerciales, espacios libres, © Org. mund. Salud Ser. Inf. téen. 1961, 228, 7 * Organizacién Mundial de la Salud (1963) Documentos Bésicos, 14 ed, Ginebra pégina 1 50 JHENE DEL. MEDIO Y ORDENACION URBANA medios de transporte, abastecimiento de agua, alcantarillado, evacuacién de desechos, desagile, gas, electricidad, teléfono, etc. Los barrios residenciales deben estar protegidos contra todas las fuentes de contaminacién del aire, del agua y del suelo, y contra todo lo que diffculte la ventilacion y la insolacién. Estarén también protegidos contra el ruido, forma particularmente perniciosa de la « contaminacién » del medio. El Comité ha tomado nota con interés de la publicacién de la OMS sobre los accidentes del tréfco. Los accidentes de todo tipo son causa cada vez més importante de muertes y de distintos tipos de invalidez en todos Jos paises; las viviendas, al igual que las carreteras, pueden concebirse de modo que el riesgo de accidente quede limitado en la mayor medida posible, Conviene en particular proteger a los nifios y a los ancianos mediante una planificacién correcta de las viviendas, bioques de edificios, escuclas, calles, carreteras, autopistas, etc. 3.8.1 Espacio habitable Independientemente de los elementos externos (condiciones atmosfé- ticas, abastecimiento de agua, alcantarillado, zonas verdes, sistemas de desagiie, etc.), la calidad de una vivienda depende del espacio disponible y de su distribucién, de los materiales de construccién y de la ejecucién de los trabajos, del aislamiento técnico y la insonorizacién y, por diltimo, de Ia medida en que las normas de construccién faciliten de echo la como- didad de ta familia, fa intimidad de cada uno de sus miembros y la armonia de la vida en comin El espacio vital no depende s6lo de la superficie de los locales, sino de su forma y yolumen. En el cileulo del volumen por individuo intervienen diversos factores, a saber : superficie del suelo, altura del techo, niimero y dimensiones de las ventanas, temperatura, iluminacién, ete. No cabe pues establecer a ese respecto normas precisas, porque siempre seri necesario fener en cuenta distintos factores psicolégicos y fisicos, asi como las cos- tumbres y el contexto cultural y social. 3.8.2 Casto de la construcclin La industria de la construccién es uno de los sectores que oftece mayores posibilidades de innovacién e intensificacién de la productividad, habida ‘cuenta de los distintos clementos sobre los que es posible actuar : organiza- 1 Norman, L. G. (1962) Los accidenter del trifico : epldemiologia y prevencisn, Ginebra, OMS (Cuadernos de Salud Piblica, N° 12) * Comité de Expertos dela OMS en Higiene de la Vivienda (1961) Org. mund. Salud Ser. Inf teen, 228, 18, seecion 2.2. INFORME 5 cién, planifcacién, equipo, normas de construccién, materiales nuevos y financiamiento. Si se considera la totalidad de los gastos que representa para Ia colec- tividad, la construccién de grandes bloques multifamitiares tal vez no pase de ser una economia ilusoria. En los inmuebles gigantescos, el individuo puede sentirse aplastado y llegar a padecer trastornos_psicopatolégicos ‘ocasionados por la promiscuidad y el anonimato. La disminucién de Ja actividad productiva y los gastos médicos a que dan lugar esos problemas anulan con frecuencia las economias inicialmente realizadas en los costos de la construccién. Seria del mayor interés efectuar investigaciones y encues- tas sobre el particular. 3.8.3. Segregaciin En otras épocas era necesario separar o aislar determinados grupos de poblacién a causa del peligro de epidemias. Fsa precaucién apenas es necesaria en Ia actualidad gracias a los progresos de Ia medicina preventiva y curativa. Empiezan a manifestarse, en cambio, nuevos tipos de segrega- ‘cién : por situacién econdmica, por profesién, por edad, por niimero de hijos, por estado de salud (envio sistematico de los enfermos a los hospitales, aun cuando en muchos casos el tratamiento a domicilio, sin ruptura de la vida familiar, podria ser igualmente eficaz), etc. Es natural que la madre se ocupe de su propio hijo, cuando es materialmente posible, como es tam= bign normal que los nifios y las personas de edad vivan juntos. El estudio y esclarecimiento de esos problemas redundaria sin duda en beneficio de la salud mental. 3.8.4 Espacios libres La planificacién de espacios libres para las actividades recreativas y el descanso es un elemento integrante de un problema mas general : la pro- teccién del equilibrio de fa naturaleza, La salud fisica y mental del hombre depende en considerable medida de Ia proteccidn del patrimonio natural, To que exige a su ver una planificacién cuidadosa, ‘Todo descuido a ese respecto se paga de una forma u otra: contamina- ccién de uno de los cuatro elementos esenciales (agua, aire, Iz o tierra), 0 redueciGn de la produccién agricola al alterarse el equilibrio del suelo por desaparicin de Ia riqueza forestal, erosién, monocultivo, agotamiento © contaminacién. Uno de los aspectos principales del problema con que se enfrentan las colectividades urbanizadas e industrializadas que tratan de adaptarse a un mundo complejo, mecanizado, dominado por una actividad ininterrumpida y abrumadora, es la desintegracién de las sociedades tradicionales y la formacién de nuevas estructuras sociales todavia mal conocidas. La impre- sién de soledad (y tal vez de monotonia) que se experimenta en ese medio 2 HIGIENE DEL, MEDIO Y ORDENACION URBANA puede dar lugar a estados de tensién nerviosa que conducen a la pasividad © a la delincucncia, a las neurosis o a las enfermedades psicosomiticas: El contacto con la naturaleza tiene efectos tranquilizantes y consola- dores que se aprecian mejor en los momentos de diversién y descanso, El disfrute activo 0 pasivo de esos beneficios, individualmente o en grupo, no debe ser una excepcidn ; por el contrario, deberdn estar constantemente al aleance de todos en las inmediaciones del hogar, en las calles y parques, en el interior del microdistrito y en el conjunto orgiinico que han de formar la ciudad y el campo circundante. Desde ese punto de vista, los espacios Tibres constituyen un capital viviente que se transmite de generacién en generacidn y es patrimonio de toda la humanidad. Importa no malgastar ‘se patrimonio por imprevisién o falta de conciencia de su valor. 3.8.5. Importancia de los espacios libres para la salud ‘Ademés de la funcién vital de las plantas en la oxigenacién del aire yen la absorcién del gas carbénico, los espacios verdes presentan un interés directo para el experto en ordenacién urbana por las razones siguientes : @) Proteccién. Las zonas verdes constituyen una barrera viviente entre los sectores residenciales y los industriales, protegen contra los ruidos ¥ los gases de los vehiculos de motor, limitan la expansin de la superficie edificada y separan entre sf Ios distintos sectores urbanos. No son barreras rigidas ni pantallas para disimular ciertos aspectos desagradables ; protegen en cambio contra la difusin indeseable de ruidos, polvo y humo, asi como contra el viento y el frio y el calor excesivos. Al regular el microclima reducen los riesgos de la contaminacién.? b) Recreo. Es necesario disponer de espacios para una gran variedad de actividades recreativas. Los nifios de corta edad necesitan jugar en las proximidades del hogar; los mayores, que por lo general prefieren los Juegos ruidosos, han de contar con terrenos no demasiado alejados de Ta vivienda familiar. Se olvida con frecuencia a los adolescentes (13 a 19 afios) y a los j6venes adultos que necesitan también superficie adecuada para ‘expansionarse y practicar diversos deportes. Se reservarin otros terrenos para actividades recreativas de carécter 1s pasivo en los alrededores de las escuelas, guarderias, hospitales y centros sanitarios. Los parques y otras instalaciones especiales permitirin disfrutar de calma y tranquilidad.? + En el quinto informe del Comité de Expertos de In OMS en Adminiscaci6n Sani- taria (Org. Mund. Salud Ser. Inf. ten. 1963, 250), s hace notar que la reduccion cons {ante de las zonas verdes ha alterado ei microctima de las ciudades (pégina 8) y se reco- ‘mienda Ia planifiegcidn regional para asegurar un medio salubre (pagina 35). * Enel cuarto informe del Comité de Expertos de la OMS en Administracion Sanitaria, (Org. Mund. Salud Ser. In. téen, 1961, 218) se mencionan especialmente las sctivi= (pagina 31), INFORME 3 La existencia de espacios libres es una necesidad cada vez mas urgente en 1 plano regional, nacional e incluso internacional; puede tratarse de zonas organizadas por el hombre (campos de golf, lagos, campos de vacaciones), de terrenos cultivados, parques, cotos de caza, bosques, etc. Interviene a ese respecto un factor sociol6gico importante : la civilizacién implica el dere- cho a las actividades recreativas y el disfrute de los medios correspondientes. ‘La expansidn sin precedente de las grandes concentraciones urbanas ha hecho que la disponibilidad de espacios libres sea una necesidad imperiosa. La proteccién y conservacién de los recursos naturales y de los espacios libres suelen exigit la intervencién del Estado. La accién de éste no hha de ser exclusivamente conservadora ; deberd crear nuevas reservas naturales, espe- ccialmente en las regiones aisladas, y evitar la destruccién arbitraria de la riqueza forestal, la fauna salvaje y otras riquezas naturales. En ese tipo de actividad, la administracién pilblica deberd obtener cl concurso de la pobla- cidn, tanto urbana como rural, mediante campaiias educativas que movi- licen la opinién pablica. Las zonas verdes, 10s paseos arboladas y los espacios libres de todo tipo enlazan légicamente el hogar, la vecindad y la aglomeracién urbana ‘con el campo circundante ; deberdn ser uno de ios rasgos més visibles del mapa metropolitano y de la ciudad misma. Es necesario proveder de inmediato a la planificacién de esas zonas y espacios, pero deberin efec- tuarse al propio tiempo investigaciones que permitan evaluar con mayor precision los efectos de los distintos tipos de espacios libres, cuya confi- ‘guracion es susceptible de una infinidad de variantes, ast como sus ventajas psicolégicas y econdmicas. 3.8.6 Conclusions relativas a la vivienda y a los espacios libres En las piginas que preceden, se ha prestado atencién particular a las ventajas intangibles que se obtienen de un medio salubre, de las zonas verdes y de los espacios libres. Es ese un sector donde la colaboracién entre los especialistas en ordenacién urbana y en higiene del medio puede ser particularmente fructuosa. Es imposible expresar en términos matematicos los criterios psicolégicos aplicables a las condiciones de la vivienda 0 a la necesidad de zonas verdes, pero ello no resta ni realidad ni importancia a ambos factores. El crecimiento demogrifico, la expansién de las ciudades, la reduceién de espacios libres y su deterioracién frecuente hacen de las correspondientes actividades de planificacion una necesidad urgente. 3.9 Problemas especiales relacionados con los establecimientos de salud piiblica Incumbe a las autoridades sanitarias decidir por si mismas acerca de la ordenacién interna de sus instituciones (hospitales generales y especializa- dos, centros sanitarios, dispensarios, policlinicas, centros de maternidad, 54 IGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANIA etc); sin embargo, deberén colaborar con los servicios de planificacién regional y de ordenacién urbana para elegir Jos emplazamientos mas apropiados. En algunos paises se tiende a planificar los servicios sanitarios en todos los planos : en el plano focal en Io que respecta a ciertos servicios medico- sociales, en el plano regional en el caso de los hospitales y en el plano nacional en cuanto se refiere a la preparacién, ejecucién y evaluacién de los proyectos a largo plazo. El emplazamiento de las instituciones sanitarias ¥ la relacién entre los distintos tipos de establecimientos de esa naturaleza Plantean numerosos problemas que es necesario tener en cuenta al preparar el plan general. Los centros destinados a atender las necesidades ordinarias de la poblacién (policlinicas, dispensarios antituberculosos, dispensarios psiquitricos, centros de higiene maternoinfantil, casas cuna y guarderias) deben estar situados de modo que cada uno de ellos pueda servir a un sector residencial. Esos servicios ocupan por lo general poco espacio y por tal raz6n no suelen plantear dificultades graves a los planificadores En el caso de los hospitales generales, el problema es mis complicado y ha sido ya objeto de abundantes discusiones. A juicio del Comité, es inecesario tener en cuenta los siguientes puntos esenciales : a) en el hospital general moderno tienen cada vez importancia mayor los servicios de con- sulta externa, por lo que el hospital ha de ser de fécil acceso para la pobla- cidn por él atendida y no debera construirse en ningtin easo fuera del casco uurbano ; 6) la capacidad del hospital general no ha de ser demasiado redu- cida (el minimo recomendado es de 200 camas), pero no ha de olvidarse tampoco que los establecimientos demasiado grandes plantean problemas especiales ; ¢) aunque los hospitales ocupan una superficie considerable, Jos espacios libres que rodean a los edificios pueden utilizarse como parques © zonas verdes. La utilizacién de los establecimientos sanitarios (hospitales, polilinicas, eentros de salud piiblica, ete.) para actividades docentes puede plantear problemas especiales que exigen un estudio cuidadoso. Los hospitales ya no representan un peligro para la poblacién que reside en sus inmediaciones ; sus aguas residuales, por ejemplo, contienen bastantes antibisticos para neutralizar los microorganismos que pueda haber en ellas. Por otra parte, los isétopos radiactives s6lo se emplean en dosis débiles y siguiendo pautas muy rigurosas que excluyen toda posibilidad de efectos nocivos para la poblacién. La integracién del hospital general en Ia estructura urbana no tiene por qué causar dificultades de importancia a los planificadores ; esa inte- gracin permite a los ciudadanos recurrir con mayor comodidad y de modo mas racional a los servicios ofrecidos en dichos centros. En conse- ‘cuencia el Comité se ha pronunciado en favor de dicha formula. En lo que Tespecta @ los centros especializados (hospitales psiquidtricos, sanatorios antituberculosos, casas de convalecencia o de rehabilitacién, centros de INFORME 55 hospitalizacién prolongada, instituciones para invilidos), conviene prever espacios suficientes, 1o que puede hacer aconsejable su emplazamiento fuera de los micleos urbanos. Ello no obstante, sera necesario que se cumplan los dos requisitos siguientes : a) existencia de medios de trans- porte, practices, frecuentes y econdmicos, a disposicién de los enfermos, los visitantes y el personal ; b) posibilidad de que dichos establecimientos puedan utilizarse ulteriormente para otras actividades médicas, habida cuenta de la evolucién de las necesidades, por lo que su distancia del centro urbano no ha de ser excesiva ni su arquitectura demasiado especi lizada. EI Comité recomienda que la OMS emprenda un estudio sobre el empla- zamiento de las instituciones sanitarias a fin de reunir sobre ese particular Ja documentacién necesaria y establecer criterios para In integracién de ichos servicios en los planes generales de ordenaci6n urbana. 3.10 Lucha contra Ios vectores ‘Una ordenacién urbana bien entendida puede ser de decisiva importan- cia para combatir algunas de las principales enfermedades del hombre. La organizacién eficaz de la recogida, transporte y eliminacion de las basuras domésticas y de otros desechos sélidos impedira Ia proliferacién de las moscas en las viviendas ; la instalacidn de sistemas de alcantarillado ¥ de desagiie de aguas de superficie reduciré los criaderos de mosquitos ; Ja buena construccién de 10s alojamientos impediré que aniden en ellos los roedores, las pulgas, las chinches, las chinehes americanas (Triatoma) y las cucarachas. En cambio, si la lucha contra los veetores no queda pre- vista en los planes de ordenacién urbana, serd facil que aparezcan focos de infeccién, la morbilidad consiguiente acarrearé la pérdida de horas de trabajo y seré necesario invertir sumas considerables en medidas de tipo correctivo. Examinaremos, por via de ejemplo, las relaciones entre la urbanizacién, la reproduccién de mosquitos y Ia creciente prevalencia de la filariasis bancroftiana, EL intenso éxodo rural ha planteado diversos problemas de considerable importancia en Ins grandes ciudades de las zonas tropicales y subtropicales. El alojamiento de esa poblacién de emigrantes no es nada facil, sobre todo si se piensa que esas ciudades y sus arrabales suelen estar mal abastecidos de agua y carecen de instalaciones sanitarias y de sistemas de desagiie 0 sélo disponen, cuando més, de mecanismos muy rudimentarios de recogida y eliminacién de aguas residuales y no tienen por lo general servicios de evacuacién de desechos s6lidos En muchos casos, el temor a las enferme- dades transmitidas por el agua ha sido una de las principales razones que khan movido a las autoridades a instalar sistemas de abastecimiento de agua potable; sin embargo, apenas se han tenido en cuenta los peligros que 56 HIGIENE DEL MEDIO ¥ ORDENACION URBANA. encierra la evacuacién defectuosa de las aguas residuales, especialmente cen lo que respecta a las enfermedades transmitidas por insectos. En algunas regiones, en particular en algunas de las grandes metrépolis, esa amena7a se ha convertido ya en una realidad ; en efecto, el mosquito Culex fatigans, vector de la filariasis bancroftiana, se ha multiplicado con extraordinaria rapidez. Ese insecto se ha establecido en las ciudades y se ha adaptado al medio urbano explotando en su favor las caracteristicas de éste. Es ese vector el més favorecido por el proceso acelerado de urbanizacién e indus- trializacién, Los eriaderos que le facilita el hombre le son tan favorables que puede afirmarse que existe hoy una correlacién positiva entre la den- sidad de dicha especie y la de la poblacién urbana. Los criaderos de Culex {fatigans son principalmente las aguas muy contaminadas donde las larvas sacan el maximo partido de los contaminantes orginicos caracteristicos de los medios urbanos insalubres. El mosquito tiene Ia habilidad de buscar abrigo en las viviendas, con gran frecuencia en lugares donde el trata- miento con insecticidas resulta dificil. Se nutre de sangre humana que le sirve para la maduracién de sus huevos. La proliferacién de C. fatigans en los centros urbanos donde los medios de evacuacién de aguas residuales son insuficientes y donde existen portadores humanos de filarias ha dado. lugar a un expeciacular aumento de la prevalencia de la filariasis bancrof- tiana en numerosas regiones. En la India, por ejemplo, se calcula que en 1953 vivian en zonas de propagacién de la filariasis 25 millones de personas ; en 1960, esa cifra habia aumentado a 64 millones. En una gran ciudad de Asia Sudoriental el niimero de casos de filariasis se ha multiplicado por siete en un periodo de 20 afios. Ese fenémeno ha de atribuirse tanto a los factores propios de la urbani- zaci6n y de la industrializacién como a las earacteristicas particulares del ‘mosquito. Entre los primeros, tiene especial importancia el mayor consumo de agua para fines domésticos e industriales. Ese aumento del consumo de agua no seria perjudicial en sf, siempre que se hubiesen tomado las dispo- siciones oportunas para la eliminacién de aguas residuales, cosa que rara- mente sucede en las condiciones de rapido crecimiento urbano caracte- risticas de la mayoria de los paises en vias de desarrollo, Por otra parte, los procesos de urbanizacién e industrializacién exigen el empleo de agentes quimicos modernos contra todo tipo de insectos nocivos. Ese factor favorece comsiderablemente a un insccto como C. fatigans, que desarrolla répida- ‘mente cepas resistentes, incluso en sectores donde todavia no se ha iniciado realmente la aplicacién en gran escala de insecticidas. La solucién del problema reside en wiltimo término en la construccién de sistemas adecuados de alcantarillado y desagiie. Desgraciadamente, el costo de esas instalaciones esté por el momento fuera del aleance finan- ciero de la mayor parte de los pafses interesados. Cabe, sin embargo, obtener resultados bastante satisfactorios mediante la instalacién de desagiies para la evacuacién de las aguas de superficie, la recogida eficaz, INFORME 37 de excretas y la organizacién adecuada de servicios locales de limpieza. Los municipios y otras autoridades deben prestar atencién prioritaria la adopeién de esas medidas. Es evidente, asimismo, que los servicios de higiene del medio han de ‘concebirse como un todo perfectamente integrado. Organizar el abasteci- rmiento de agua potable sin prever al propio tiempo la eliminacién de aguas residuales es correr el riesgo de crear una situacién que puede llegar a ser perjudicial para el individuo y obligar a las autoridades nacionales y locales fa hacer gastos enormes ¢ innecesarios. Por consiguiente, el Comité reco- ‘mienda que se otorgue la mayor prioridad a la proparacién de planes ajustados a los criterios precedentes, particularmente en las ciudades que, a consecuencia de una urbanizacién répida, suften de hacinamiento, no disponen de buenas viviendas y carecen de las instalaciones sanitarias basicas. 3.11 Ruidos y vibraciones ‘Una de fas tareas més importantes de los arquitectos, los constructores, tos experts en aciistca y el personal de salud piiblica es conseguir que, en el medio urbano y en las viviendas, los ruidos y las vibraciones no sobre- pasen un nivel aceptable. Es sabido que ambos fenémenos ejercen efectos perjudiciales sobre numerosos érganos del cuerpo humano, y en particular sobre el sistema nervioso. Las principales fuentes de ruido en as ciudades son el trifico (auto- miéviles, trenes, tranvias, etc.), las fibrieas y los aeropuertos ; son también importantes los ruidos procedentes de la vecindad y de las calles 0 los ccasionados por Jos vehiculos utilizados en cl microdistrito y por las pequefias instalaciones (por ejemplo, talleres de reparacidn), asi como los a las caracteristicas de las viviendas, es decir a defectos de in o de insonorizaciéa. ‘La intensidad de los ruidos varia considerablemente ; segiin los estudios médicos efectuados sobre el particular, incluso cuando ¢s relativamente ébil (35 a 37 decibeles), puede ejercer una profunda influencia en el funcio- namiento del sistema nervioso. Ademés, el ruido agrava Ja evolucién normal de las enfermedades cardiovasculares y neuropsiquidtricas y puede provocar trastornos de la audicién, que legan a veces a la sordera total. Incluso cuando su intensidad es baja, los ruidos tienen efectos particu- armente nocivos en las grandes aglomeraciones urbanas donde el trifico y la industria estin muy desarrollados, ya que es muy elevado el ntimero de Personas de todas las edades (adultos y nifios, enfermos y sanos) que ‘quedan continuamente expuestos a su accién. Ese riesgo es cada vez mayor, ‘8 medida que crecen las eiudades y aumenta la intensidad de las vibraciones y ruidos, $8 HIGHNE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA Es pues de la mayor impottancia adoptar las oportunas medidas pre- ventivas, que podrian clasificarse como sigue @) medidas generales : instalacién fuera del perimetro urbano de las Sabricas particularmente ruidosas, los acropuertos, los campos de aterrizaje para helicépteros, las estaciones y enlaces ferroviarios, las autopistas, ete); 3b) Perfeccionamiento de los procedimientos industriales y de la insta- lacién de las fibricas a fin de reducir los ruidos y las vibraciones ; empleo de silenciadores en los automéviles, motocicletas, ete. ©) Mejoramiento de los firmes y pavimentos de carreteras y calles ) Creacién de zonas verdes en cada sector residencial. 6) Mejora de los métodos de insonorizacién Jf) Adopeién de reglamentos administrativos para limitar la intensidad de los ruidos de fondo en el medio urbano. A juicio del Comité seria conveniente que los paises colaborasen estre= chamente en la organizacién de estudios ¢ investigaciones acerca de la influencia de los ruidos y de las vibraciones sobre la salud y el bienestar de la poblacién urbana. El Comité reconoce asimismo la importancia de una intima cooperacién entre los expertos en ordenacién urbana y en higiene del medio a fin de combatir y reducir al minimo los ruidos y vibraciones en el medio urbano, |. ADMINISTRACION La coordinacién y la ejecucién de los plines de ordenacién urbana resultan entorpecidas con frecuencia por una excesiva divisin de funciones, que dificulta la distribucidn racional del trabajo entre los diversos sectores de la administracién publica y otros organismos o entidades interesados en cl problema. Una de las principales dificultades reside en el hecho de que las administraciones nacionales y locales no conciben la zona urbana como una entidad unitaria desde los puntos de vista geogratfica, social y econd- mico. En consecuencia, distintos servicios centrales 0 locales inician a €8 programas independientes, sin la coordinacién indispensable para el ito de os mismos. Por lo general, no es la autorizacién oficial lo que falta ; en efecto, los érganos legislativos y ejecutivos del Estado, los minis- terios y los organismos locales, subordinados 0 auténomos, estin facultados ‘en diversa medida para intervenir en el tipo de programas que nos ocupa. ‘Todo parece: provenir de no reconocerse plenamente que en las ciudades * Naciones, Unidas (1963) Mevropolian planning and development, Nueva York Gocumento ST/TAO/Ser.C)64), pagina xi INFORME 9 modernas la interdependencia de los problemas econémicos y sociales es tan grande que ningun proyecto puede levarse a buen término en un sector determinado si carece de la debida vinculacién administrativa con la accién emprendida en Jos sectores restantes. Todo conjunto urbano debera ‘pues considerarse como una unidad indivisible a los efectos de la accién administrativa, de la planificacién y del desarrollo El procedimiento de adopcién de planes plantea otro problema admi- nistrativo. Ese procedimiento varia en los distintos paises, pues incumbe a cada administracién fijar el mecanismo de aprobacién oficial del plan ¥ de introduccién ulterior de modificaciones. A juicio del Comité, es suma- ‘mente importante lograr que la poblacién participe en la mayor medida posible en la preparacién y adopcién del plan de base. Los que han de ser fen tiltimo término beneficiarios del plan no s6lo han de comprenderlo y aceptarlo, sino aportar su apoyo y entusiasmo. Un plan concebido con cierta audacia despierta con frecuencia en la colectividad fuerzas ¢ inicia~ tivas cuyos frutos suelen ser muy superiores a los oficialmente previstos. La ejecucién de un plan de ordenacién urbana es un proceso costoso y complicado: para ef que existen diversas formulas de organizacién y financiamiento. En las economias de planificacién centralizada es et Estado 1 que toma la iniciativa de los grandes proyectos ; ahora bien, la ejecucién de los trabajos incumbe a las autoridades locales, que han de encargarse asimismo de la organizacién de los servicios colectivos y de la construccién de viviendas y otros edificios. Las propuestas de extensién urbana presen- tadas por las autoridades locales se someten al examen y aprobacién de un organismo central de planificacién. El ritmo de los trabajos, su alcance y las asignaciones de fondos quedan establecidas en un plan nacional de desarrollo econdmico, que In administracién central prepara en cola- boracién con as autoridades regionales y locales. En las economias de empresa privada, donde la mayor parte de los terrenos y de los biencs pertenecen a particulares, puede ser necesaria una intervencién de la administracién publica para estimular el desarrollo urbano, colaborar en él o ponerlo en marcha. Asi sucede, especialmente, cuando la accién prevista supone el jercicio de poderes de que sélo dispone la administracién piblica o cuando se trata de trabajos de interés social que los promotores o propietarios privados no emprenden pot no ser renta- bles o por exigir capitales demasiado elevados que no pueden reunir con facilidad. En los sistemas de economia privada, la adquisicién de terreno es una de las principales partidas de gastos de los proyectos de desarrollo regional 6 urban. En muchas ocasiones, la especulacién hace aumentar conside- rablemente el coste de los proyectas ; por eso, las autoridades de algunos paises constituyen reservas de terrenos para facilitar la expansi6n ulterior de las ciudades. En Estocolmo, Copenhague y Amsterdam, por ejemplo, casi todos los terrenos,no ocupados, tanto en él interior de la ciudad como 0 HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA cen la perferia, son propiedad del municipio. Esté sistema tiene la ventaja de que permite utilizar racionalmente los terrenos, frenar Ia especulacién y evitar el aumento excesivo del costo de los proyectos. En otfos.casos, la administracién pablica trata de conseguir que el precio de los terrenos no sobrepase un limite razonable adoptando diversas medidas legislativas : control de precios, limitacion de la construcsién, reglamentacién de par- elas, adquisicién de derechos de extensién, impuestos sobre los beneficios obtenidos en Ia venta de solares, permisos de construccién obligatorios, creacién de ciudades nuevas, control a través de diversas formas de finan ciamiento y distintos estimulos como la imposicién de eargas fiscales sobre los terrenos no utilizados y exencién de impuestos para los inmuebles de construccién reciente. 4.1 Coordinacién de los programas sanitarios urbanos Para facilitar las actividades generales de ordenacién y desarrollo de Jas grandes ciudades, el Comité sugiere cinco métodos cuya aplicaién simul- tanea permitiré coordinar los distintos elementos de los programas sani- tarios urbanos desde cl triple punto de vista de su administracién, su finan- ciamiento y su ejecucidn, a la vez que ayudara a armonizar la accién sani- taria y los proyectos emprendidos en otros sectores esenciales del desa- rrollo: @) Coordinacién en el plano urbano de los programas, instalaciones ¥ servicios sanitarios, tanto nacionales como locales (hospitales, y servicios ‘médicos ; abastecimiento de agua y alcantarillado ; lucha contra Ia conta- minacién del aire, el agua y el suelo, etc.). Esa coordinacién se asegurard en las tres fases de preparacién de planes, ejecucién de proyectos y funcio- namiento de los servicios. ') Fstrecha colaboracién entre los diversos organismos encargados del plan sanitario urbano y los responsables de otros sectores del desarrollo econémico y social a fin de escalonar debidamente las operaciones y pres- tarse mutua asistencia. ©) Consideracién adecuada de los imperativos sanitarios en los planes de ordenacién urbana. ) Representacién de las autoridades sanitarias en los organismos de planificacién regional y central, a fin de que aquéllas participen en la evaluacién de las necesidades sanitarias a corto y largo plazo, en el establecimiento del orden de prioridades a que han de ajustarse las activi- dades de desarrollo y en la disttibucién de los recursos financieros dispo- niles. ©) Participacién de representantes de otros sectores en Ia preparacién de los programas de higiene del medio. Con demasiada frecuencia esos INFORME 6 programas quedan confiados exclusivamente a los servicios sanitarios ; conviene, sin embargo, al preparar y evaluar dichos programas, contar ‘con el concurso de los planificadores y de representantes de la poblacién. 4.2. Administracién sanitaria El Comité hace notar la importancia de la funcién administrativa en ol estudio, ejecucién y evaluacién de los planes de ordenacién urbana. En lo que respecta a la administracién sanitaria, el Comité hace suya la opinion de uno de los comités de expertos de Ia OMS,1 que ha establecido a ese respecto los seis criterios basicos siguientes : 1) Compromiso contraido por las autoridades nacionales 0 regionales de proteger a toda la poblacion contra los resgos de enfermedad y especialmente contra las enferme- ‘dades transmisibles, de impodir los suftimientos initiles y de ayudar a la poblacion = \iviry a dstratar de una vida sana, Para ello, los poderesejectivo y legislative del pals habran de tomar las oportunas disposiciones consttucionales, legislativas o reglamen- tarias, Esta obligecion legal de los poderes publicos en materia de sanidad responde a ‘un derecho fundamental de todos los pueblos. 2) Creacién de cuadros administratives adccuados en el propio gobierno central ¥y en cade una de las prineipales zonas urbanas o de instituciones de administraion focal andlogss a las establecidas con otros fnes. Ello requlere también la promulgacion de cisposiiones legisltivas © de decretos por los que se organicen los servicios de la fdministcacion central o local, s¢ definan las responsabilidades y atrbuciones de los funclonarios respectivos, se autorice la publicacion de reglamentos o normas de salud publica que tengen fuerza de ley y obliguen tanto a la poblacién como a los funcionarios, se prevea el financiamiento de los servicios sanitarios. 3) Nombramiento de personal preparado para cjercer las necesaras funcones de salud piblica, velar por la aplicacion de las disposiciones y reglamentos vigents, educar fla poblacion, seguir de ceca la evolucin de Tos problemas sanitaios y estar cispuesto fn todo momento a hacer frente a las situaciones de urgencia que se planteen en materia Ge senidad. Fsto no sOlo supone la contratacidn de personal competente de todas las fateporias, sino también la formacion de ese personal, sobre todo cuando escasea. 4, Adopcién de disposiciones de orden financiero para iniciary sostener el programa sanitario. A’ ese fin dra menester inclu ls eréditos pertinentes en el presupuesto anual Y atender los gastos de mantenimiento de los centros sanitarios, de Tos hospitals, dix Densarios, centros de formaciSn, insitutos de investigaciones, ete. asi como los de {odes las actividades do salud publica que son de Ia incumbencia de las autoridades 5) Partiipacién directa de los altos funcionarios de salud publica en la preparacin de les planes eeondmicas nacionales y de los presupuestos anusles y extraordinarios y, desde el primer tmomento, en el establocimiento de todos los programas importantes de desarrllo, como son, por ejemplo, la ereacién de nuevas ciudades, Ia construccion ‘de viviendas en gran escala y elestablecimiento de nuevas industria, Asimismo, en las ‘acministraciones locales 0 regionals, las autoridades locales de salud publica deberan participar en todos los programas ¥ proyectos que tengan relaciin con la viviends, El abastecimiento, de agua, el stneamiento, Ia ordenacion por zonas, la cjecucién de srandes obras pblicas y los parques y zonas de reereo, 3 Org. Mund. Salud Ser. Inf. ten, 1963, 250, 26. e HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA Seré necesario a esc fin promular las disposiciones leislativas necesarias para {mponer esas obligaciones a [os funcionarios de salud publica y habilitarlos para form parte de las juntas y comisiones de los organismos centrals y locales oficialmente encat= tdos de establecer los planes y tomar decisiones sobre los nuevos proyectos guber= ‘namentales de inversin de capital ©) Fomento ininterrumpido de los contactos directos entre el personal de la adi nistracion senitaria y Ia poblacién. Fstos contactor tendran tres Objtivos princ En primer lugar, educar a la poblacion en las euestiones de salud y de higiene, afin de ‘que ésia conozca cada vez con mds claridad sus necesidades sanitaries, mejore sin cesar sus tbitos de hisiene poblies y privada y prepare asi una vida mejor a las préximas ageneraciones. El segundo objetivo es conseguir Ia colaboracién inteligente de la pobla- ‘ign y de todos aquellos a quienes se ditigen los reglamentos promilgados; la compren- si6n y Ia colaboracin del publico no sélo hacen que la administracion sea menos cos tosa para el gobierno, sino que aumentan ademés la eficacia de los diversos programas El tercer objetivo es poner Ia administeacion sanitaria en condiciones de seguir de cece tn evoluclén de tas necesidades y de los deseos de la poblacién que, en definitiva, es 4uien ha de beneficiarse de los programas. Los contactos estechos y el ibe intercambio de impresiones, ademas de beneficier al pablico son erencales para el senitario. Uns e las principales razones que aconsejan delegar ciertas responsabilidades y funciones on Jas administraciones sanitariasregiontles y locales, asi como en las oficinas y cen ‘wos locales es precisamente estimular esa esirecha colaboracién entre los profesionales Y Ia poblacion.» 4.3. Consideraciones generales Cabe recurrir al establecimiento de diversos tipos de organismos para asegurar la cooperacién entre los distintos componentes de un complejo urbano. Sin embargo, la utilidad de dichos organismos suele ser relati- vamente escasa desde el punto. de vista administrativo, pues ningun orga- nismo cooperativo tiene en su conjunto eficacia mayor que la alcanzada por el més débil de sus elementos esenciales. Aun ast, ese sistema ha sido util para reunir documentacién, facilitar los contactos entre las colee- tividades interesadas y dar ejemplo de las ventajas de una accidn concertada. Por ejemplo, la Interstate Sanitation Commission, que establece las normas aplicables a las aguas del puerto de Nueva York y efectisa las inspecciones Pertinentes, permite a los Estados de Nueva York y Nueva Jersey y a la ciudad de Nueva York colaborar eficazmente en la lucha contra la conta- ‘minacién Es dificil recomendar una férmula administrativa de validez universal para resolver los problemas sanitarios de las grandes ciudades. El sistema ‘mas simple y ms eicaz seria, por supuesto, someter toda la zona interesada a una sola autoridad politica. No parece, sin embargo, que esa férmula sea realizable en lo inmediato. Conviene, por el momento, fomentar el establecimionto de organismos cooperativos. Los representantes de los dis- tintos sectores del complejo urbano deben reunitse, siempre que sea posible, para estudiar en comiin los problemas de higiene del medio, Si se insiste en Ia importancia de los problemas sanitarios en lugar de tratar de modificat INFORME 6 las estructuras administrativas, ser posible crear un clima de colaboracién ténica que reducira el temor a las interferencias politicas. Cuando los representantes de las distintas jurisdicciones se acostumbren a examinar en comiin problemas concretos es fécil que tiendan a establecer mecanismos de cardcter permanente para intensificar Ia cooperacién. Serd. posible ulteriormente establecer un plan para la totalidad de la zona urbana, aun cuando su aplicacién de conjunto exija como requisito previo la apro- acién independiente de cada una de las jurisdicciones interesadas. Los problemas son a veces de tal magnitud y alcance que la administracién central debe intervenir para fijar ciertas normas minimas. La existencia de ‘organismos de planificacién sanitaria para las zonas urbanas ha sido de gran utilidad en los Estados Unidos; dichos organismos han permitido velar or Ia aplicacién de los reglamentos federales y han orientado a las comi- siones federales acerca de las cuestiones de salud publica. ‘También se ha intentado, por lo general bajo la presién de poderosos factores econémicos, extender la planificacién regional a zonas de super- ficie mucho mayor que la de un complejo urbano. En ocasiones, ese tipo de iniciativas ha tenido el apoyo de las autoridades federates (en el caso de la Tennessee Valley Authority, por ejemplo) ; pero otras veces, son los ‘grupos industriales los que han iniciado y animado ese tipo de proyectos. La Tennessee Valley Authority ha atendido debidamente los aspectos sanitarios, pero éstos se descuidan con frecuencia en los programas so: tenidos por la industria. Por supuesto, no cabe en esos proyectos preseindir de la acciGn sanitaria, que deberd incorporarse en todos los trabajos de planificacién regional. 4.4 Aspectos juridicos Las disposiciones juridicas han de tener la flexibilidad suficiente para ‘que las distintas entidades politicas interesadas colaboren siguiendo las pautas administrativas que consideren apropiadas. Por ejemplo, la legisla- cién puede autorizar Ia anexién de tertitorio por el micleo urbano en expansién ; en tal caso, también debera ser posible establecer distritos ‘especiales para el abastecimiento de agua y Ia evacuacién de desechos liquidos. Independientemente de que las distintas colectividades locales deseen 0 no conservar el derecho de veto sobre todos los proyectos recomen- dados, las administraciones provinciales o municipales deberdn crear juntas y comisiones con autoridad sobre todo el complejo urbano. Las disposi- ‘ones juridicas encaminadas a favorecer la integracidn de las jurisdicciones politicas son en principio aconsejables, siempre que el logro de ese objetivo no sea motivo de resentimientos o luchas que impidan establecer entre las diversas zonas la colaboracién indispensable, Uno de los medios juridicos a que se recurre con mis frecuencia para facilitar la adaptacién de los mecanismos administrativos a los problemas 64 IGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA de las grandes ciudades consiste en dejar a las autoridades locales y regio- nales Ja facultad de transferir entre ellas diversas atribuciones. En los Estados Unidos, por ejemplo, las funciones y responsabilidades de los servicios sanitarios municipales sueten concenirarse en la administracién de los condados. Es posible que la causa inicial sea la insuficiencia de los presupuestos municipales; en cualquier caso, la medida est4 plenamente |justificada, pues supone el reconocimiento de la importancia de los proble- ‘mas sanitarios al nivel de una unidad administrativa mas extensa, 4.5. Recomendaciones El Comité formula las siguientes recomendaciones : @) Los gobiernos deberin examinar su politica y programas de desarro- lo nacional y cerciorarse de que en ellos se concede importancia suficiente a los distintos aspectos de la ordenacién urbana. Deberd examinarse en particular la eficacia de los organismos responsables de 1a higiene del medio, a fin de lograr que los problemas sanitarios se tengan debidamente en cuenta en la planificacién y ejecucién de los programas de extensiSn urbana y en el funcionamiento de los correspondientes servicios. 4) En un buen mimero de paises, tas funciones gubernamentales, directamente relacionadas con el desarrollo urbano y regional (ordenacién urbana y planificacién regional, construccidn de viviendas, abastecimiento de agua, ingenieria sanitaria, ete.) dependen de distintos, ministerios 0 departamentos oficiales, lo que entorpece la indispensable coordinacién de los programas, particularmente en lo que se refiere a la adecuacién de los mismos y al escalonamiento de las operaciones. Asi, se conocen zonas donde se ha iniciado el desarrollo urbano sin haber previsto al propio tiempo el abastecimiento de agua, la instalacién de sistemas de alcantarillado y la organizacién de servicios docentes y sanitatios. En consecuencia, él Comité recomienda que se confie a un ministerio o depar- tamento central la responsabilidad de coordinar e integrar (y, si procede, de ejecutar) los planes de ordenacién regional, particularmente en los sectores cuya importancia y alcance sobrepasa los limites territoriales de las colectividades interesadas (transportes, emplazamiento de fébricas y viviendas, abastecimiento de agua y alcantarillado, utilizacién y explota- ccién de terrenos, ensefianza, sanidad y actividades recreativas) ©) El éxito de ta planificacién urbana y regional depende en gran medida de la aplicacién de una politica eficaz de ordenacién inmobiliaria, Sera necesario en ese sentido eliminar las dilaciones con que todavia tro- pieza la adquisicién de terrenos a consecuencia de la lepislaci6n de numero- 308 paises (particularmente en los antiguos territorios coloniales); se debe- +n impedir asimismo las expropiaciones abusivas y se indemnizara por las mejoras introducidas en los terrenos. INFORME 65 4) Los medios legislativos, financieros y administrativos aplicables a la ordenacién urbana son muy numerosos y Varian considerablemente en los distintos paises. Cada gobierno habré de determinar los que responden mejor a sus necesidades particulares. Ahora bien, una medida administrativa de la mayor importancia es la de prever desde el primer momento la eva- Tuacién objetiva de los resultados a medida que progresa la ejecucién de los planes, Podrd encomendarse al organismo planificador no sélo Ia coordinacién de Jos distintos sectores del programa general, sino Ia evalua- cién objetiva de los resultados obtenidos. Gracias a ese procedimiento, seré posible modificar de continuo los planes de ordenacién urbana en funcién de los nuevos adelantos y adaptarlos dinamicamente a fa evolucién de las circunstancias. 5, INVESTIGACIONES ‘Aun reconociendo Ta necesidad de efectuar con urgencia ciertas inves- tigaciones, el Comité considera que se dispone ya de un caudal suficiente de conocimientos cientificas, téenicos, econémicos y administrativos para proceder de inmediato a Ia ejecucién de programas eficaces de higiene del medio Por desgracia, se padece en este sector Ia falta de informacién habitual. Muchas veces los resultados de los estudios 0 de las investigaciones no se difunden bastante dentro del mismo pais en que se han realizado y, por supuesto, no Megan a otros paises. Ademas, muchos datos se recogen en informes redactados en un lenguaje sumamente técnico que limita mucho su circulacién, pues apenas esta al alcance de los ingenieros o de los admi- nistradores que podrian dar aplicacién prictica a los resultados de las investigaciones. ‘La cooperacién entre planificadores, ingenicros, médicos y expertos en administracién es por desgracia Ja excepeidn y no la regla. Por ese motivo, el Comité ha tomado nota con satisfaccién de que el Comité de Vivienda, Construccién y Planificacién del Consejo Econdmico y Social de las Nacio- nes Unidas adopts en su primer periodo de sesiones, celebrado en 1963, tuna resolucién acerca de la posible creacidn, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, de un centro internacional de documentacidn en materia de vivienda, construccién y planificacién.1 Ese centro coordinaria las inves- tigaciones realizadas en todo el mundo y la OMS participaria activamente ‘en sus trabajos en los sectores relacionados con la salud. 1 Naciones Unidas, Consejo Econdmico y Social (1963) Informe sobre fa primera reuniin det Comité de’ Viienda, Consiruccign )Planifcacién (Documentos oficiales, 56" periodo de sesiones, Suplemento N° 13), Ginebra, pag. 24 (Documento N° £/37 9/Rev-1) 66 HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA El Comité reconoce que todavia es nevesario esclarecer numerosos pro- blemas relacionados con la influencia del medio sobre la salud fisica 0 mental del hombre. Tales problemas van desde los efectos de la contami- nacién del aire, del agua y de los alimentos hasta las consecuiencias sani- tarias de la aplicacién de nuevos medios téenicos (laser, radar, etc.). El ‘Comité se felicita de que la OMS haya decidido reunir en fecha préxima un Comité de Expertos sobre la modificacién del medio y sus consecuencias para Ia salud publica ; las conclusiones de dicho Comité seran, sin duda, del mayor interés para los planificadores y los expertos en higiene del medio, A juicio del Comité seré necesario efectuar investigaciones sobre los puntos siguientes @) Estudios de alcance regional sobre los recursos naturales del medio uurbano. Se determinarin en dichos estudios diferentes factores, a saber cantidad y calidad de las aguas subterrdneas y de superficie; posibilidades regionales de neutralizar la contaminacién del agua, del aire y del suelo ; naturaleza, caracteristicas topogrificas y extensién del tertitorio dispo- nible ; recursos atmosféricos, etc. Deberd tenerse en cuenta Ia gran variedad ‘de necesicades que habriin de atenderse con dichos recursos a fin de disponer de una base para proyectos ulteriores, 4) Perfeccionamiento de los criterios de higiene del medio en que ha de fundarse la planificacién a largo plazo. Conviene disponer de informa- cidn detallada sobre los siguientes factores : efectos fisicos y psicolégicos del ruido y las vibraciones ; caracteristicas del medio externo ¢ interno de las viviendas y demés edificios ; importancia de las actividades recreativas y de la estética urbana ; consecuencias de fa urbanizacién desde el punto de vista de In morbilidad, particularmente en lo que se refiere a los tras- tornos mentales. ©) El Comité hace notar Ia importancia de los proyectos piloto, que combinan la teoria y Ia accién préctica, para el progreso del arte y la ” En los programas de ensefianza y formacién del personal de todas las categorias han de incorporarse elementos de una gran variedad de disci- plinas. En lo que respecta al personal directivo, es necesario que los estu- dios de higiene del medio incluyan cursos sobre ordenacién urbana ; con criterio andlogo se organizarin los programas para urbanistas. La orga- nizacién de cursos para graduados en ambas materias parece muy conve- niente, cuando no indispensable. El interés demostrado en ese sentido por algunas universidades, en los Estados Unidos por ejemplo, permite esperar importantes y duraderos resultados. Seria muy conveniente, en el caso del personal superior actualmente cempleado en las administraciones sanitarias nacionales y locales, organizar cursillos, cursos de perfeccionamiento, seminarios y précticas de una a dos semanas de duracién. Resultaria asi mucho mas facil precisar los objetivos de la accién sanitaria en los planes de ordenacién urbana. Al propio tiempo, la colectividad « huésped », que serviria como terreno de formacién pric: tica, resultaria beneficiada por la minuciosa evaluacién de sus problemas de higiene del medio y urbanism. ‘Teniendo en cuenta la ripida evolucién de los conocimientos de higiene del medio, es indispensable organizar cursos de perfeccionamiento para el personal directivo de los correspondientes servicios. En algunos de los paises mas adelantados las administraciones sanitarias de criterio progre= sivo consideran ventajoso reservar cada aio para dicha formacién un periodo determinado. Interesa también organizar viajes de estudio a fin de que el personal nacional tenga ocasién de conocer los métodos aplicados en otros paises. La OMS podria encargarse en el plano internacional, siempre que se cuente con los fondos necesarios, de patrocinar la orga- nizacién de seminarios interregionales consagrados al estudio de los métodos seguidos por los departamentos de sanidad y urbanismo de ciertos paises en el mejoramiento y regulacién racional de la expansién urbana. * Org. mund. Salud Ser. Inf. téen. 1963, 250, 35. INFORME B En los paises donde eseasean los especialistas de gran competencia es necesario preparar personal de categoria menos clevada que ascgure el funcionamiento de los servicios de base. Las administraciones sanitarias de ciertas zonas urbanas han tenido que establecer escuelas, con o sin ayuda exterior, para personal encargado de inspeccionar las fuentes de conta- minacién y de irradiacién, asi como las condiciones de la vivienda. Si resulta imposible ensefiar a esos inspectores todas las técnicas necesarias, sera posible darles por lo menos la instruccién suficiente en cada sector para que reconozcan las situaciones en que habran de recurrir a la ayuda de los expertos. El Comité ha hecho un examen sucinto de los problemas relacionados ccon la concesién de becas de la OMS y de las Naciones Unidas para la for- macién en el extranjero del personal de los servicios de higiene y plani- ficacién ; ha tomado nota asimismo del informe preparado en 1960 por un Grupo de Estudio de la OMS sobre Evaluacién de las Becas de Estudios y de Perfeccionamiento. En lo que se refiere a la planificacién fisica, el Comité ha quedado enterado de que, segiin demuestra 1a experiencia de los servicios competentes de las Naciones Unidas, no conviene enviar al extranjero para seguir estudios sobre planificacién urbana o regional a perso- nas j6venes e inexpertas ; por el contrario, deberd escogerse con esa finalidad ‘a funcionarios que cuenten ya con una considerable experiencia. 7. SUGERENCIAS ACERCA DE LOS SERVICIOS CONSULTIVOS Y DE ASESORAMIENTO TECNICO El Comité ha podido comprobar, con gran abundancia de datos, que muchas de las actividades pasadas y presentes de la OMS en materia de dministracién sanitaria ¢ higiene del medio han contribuido y siguen contribuyendo directamente al mejoramiento dela salud y de las condiciones del medio en las zonas urbanas. Ast sucede en el caso de los programas actuales de abastecimiento piiblico de agua y de lucha contra los vee- tores "Ahora bien, los paises en Vias de desarrollo necesitan especial ayuda para impulsar las actividades de higiene del medio como parte de los programas generales de ordenacién urbana. La OMS podria ofrecer @ sus Miembros servicios consultivos ¥ de asesoramiento tévnico en ejecucién del programa de accién ioternaciozal concertada emprendido por las Naciones Unidas y los organismos especializados en materia de vivienda, construcci Planificacién. Los objetivos de dicha asistencia que se faciitaria a petici6 de los gobiernos podrian ser los siguientes: 2 Org. mund, Salud Ser, Inf. téen-, 1960, 186 ” HIGIENE DEL MEDIO Y ORDENACION URBANA @) Formulacién de principios aplicables a la planifieacién y desarrollo de los grandes centros urbanos, '6) Preparacién de programas en los distintos sectores de la higiene del medio que pueden interesar desde el punto de vista de la planificacién regional y urbana : planes generales para la instalaci6n en toda una regién © en un complejo urbano de sistemas de abastecimiento de agua, alcanta- rillado y evacuacién de aguas residuales, lucha contra los veetores, etc. ) Formulacién de leyes y reglamentos sobre cuestiones relacionadas con la vivienda, la construccién y la planifcacién, las instalaciones higié- nicas, Ia prevencidn de incendios, las normas sanitarias, la proteccién de los recursos hidraulicos, la reduccién de ta contaminacién atmosférica y de la exposicién a tas radiaciones, la limitacién de las construcciones, ja renovacién urbana y la administracién de las parcelas 4) Estudios y encuestas sobre los recursos necesarios para poner ‘en préctica los programas (con inclusién de los aspectos fiscales y econd= ‘micos de los programas de higiene del medio) @) Establecimiento en tas administraciones sanitarias y en los orga nismos de planificacién de los mecanismos indispensables para Ia prepa- racién de los programas y la administracién y diteccién de los trabajos. J) Formacién de personal con participacién de expertos en diversas disciplinas 4) Estudio y evaluacién continuos de los programas con objeto de mejorar los métodos de planficacién, ejecucién y gestién administrativa. i) Proyectos piloto de ordenacién urbana emprendidos con la cola- boracién de las Naciones Unidas y de los organismos especializados.

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