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Instrucciones:

  Recortar cada texto y pegarlo detrás de cada lámina.

Lámina 1

Había una vez una casita en el bosque donde vivían tres


osos: el gran oso papá, la mamá osa y su hijo osito. Una
mañana, mientras se enfriaba la leche del desayuno,
salieron a dar un paseo por el bosque.

Lámina 2

Mientras estaban fuera, Ricitos de Oro, una niñita que había


desobedecido a su mamá y se había perdido en el
bosque, vio la casita y entró.
Lámina 3

Tenía hambre y estaba muy cansada. En la pequeña


habitación, Ricitos de Oro vio una mesa y sobre ella, tres
tazas de leche. Primero probó la leche del papá, pero la
encontró muy caliente; luego probó la leche de la mamá
y la encontró muy fría. Después probó la leche de la taza
pequeña, la encontró muy rica y se la tomó toda.

Lámina 4

Como estaba muy cansada, Ricitos de Oro se quiso sentar.


Vio tres sillas y se sentó primero en la silla más grande y
le pareció muy dura; después se sentó en la mediana
pero era muy suave y por último se sentó en la silla más
pequeña, que no era ni muy dura ni muy blanda y ésa le
gustó. Pero Ricitos de Oro pesaba demasiado y la silla se
rompió en mil pedazos.
Lámina 5

Entonces, Ricitos de Oro subió por la escalera y vio las camas


de los ositos. Primero ensayó la del papá, pero la encontró
muy dura; luego la de la mamá, pero era muy blanda;
finalmente probó la del osito y le pareció tan cómoda que se
metió debajo de las sábanas y se durmió.

Lámina 6

Cuando los tres ositos regresaron del paseo vieron que la


puerta estaba abierta. Entraron rápidamente a la casa y el
papá exclamó: - ¡Alguien probó mi leche! – Mamá osa dijo:
- ¡Alguien probó mi leche también! - Entonces el osito, al ver
su taza vacía, exclamó: - ¡Alguien se tomó toda mi leche!-
Lámina 7

Poco después, el papá vio su silla y dijo: ¡Alguien se sentó en


mi silla! Mamá osa, al ver su silla, dijo: ¡Alguien se sentó en la
mía! Y cuando el osito vio su silla gritó tristemente: -¡Alguien
se sentó en mi silla y la rompió!

Lámina 8

Entonces, subieron la escalera y papá oso exclamó: -¡Alguien


se acostó en mi cama!- Mamá osa dijo a media voz: -¡Alguien
se acostó en la mía, también!- ¡Y en la mía hay alguien
dormido!- gritó el osito.
Lámina 9

En ese momento, despertó Ricitos de Oro y cuando vio a los


tres osos, saltó de la cama y bajó corriendo la escalera, salió
de la casa y se fue rápidamente a la suya, prometiendo
nunca más desobedecer a su mamá.

Lámina 10

Mientras tanto, el papá oso arregló la silla, la mamá oso


calentó más leche y se sentaron los tres a tomar su
desayuno.

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