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rE oe City te Bose Cee crest Coase ae ee aay pea atte sates del cine, la heuer ones ieee on Cierra Cease : Ce Tee ee ee Co ogee agen oie LUnivensitar D¢ GiRows or VI. FEMINISMO Y CRITICA LESBIANA: gUNA IDENTIDAD DIFERENTE? Meri Torras Si bien es cierto que la presencia de la(s)crftica(s ‘ho que desear en el sistema: competencia o, uun/a alumno/a con la miltiplo de eer. a conjunto de la 121 Critica (feminista) lesbiana Critica ferminisea —y el indice de este libro ast lo recoge— es que no hay una sola re critica feminista, sino que en realidad la diversidad staciones y aproximaciones que conviven bajo este epl- grafe, a menudo de forma contradictoria y en tensién, ha llegado a desbordarlos limites de la etiqueta; quiero decir que amenudo no sabemos dénde colocar las lineas divisorias, las fronreras de salva- guarda... y esto esuna gran suerte. ,Dénde acaba la critica ferninista comienza la critica psicoanalitica?, por ejemplo... 0 gla Critica marxista y la deconstruccién...? Creo que el poder vital del feminismo radica en esta hendita capacidad de travestismo confusionario (en el buen sentido de la palabra, que es el fértl) que acaba por establecer una continuidad entre una corriente erftica en principio ajena (marxismo, psicoandlisis..)y el feminismo, de modo que ambos crecen y se prolongan juntos, dibujando trayectorias inseparables, aunque puede que diversas, pero que pronto hacen imposible poder hablar de marxismo, por ejemplo, sin tener en cuenta las aportaciones que el feminismo ha realizado dentro y fuera del marxismo. En esta misma Ifnea, lacritica feministalesbiana ha contribuido desde siempre a sacudir ya problematizar Ia critica feminista y sus Por eso, recurriendo al esquema que dibuja Sally Mune ), querrfa reflexionar sobre cudles son las amistades peligrosas (que como veremos hay quien considera malas compafilas) de la 122 critica feminista lesbiana, si es ésta la etiqueta que acordamos que queremos aplicar. Munt ya advierte que una situacién como ésta coloca la teorfa critica lesbiana en un estado de sitio, rodeada por ireas de -nto més aceptadas por lasinstituciones académicas (aun- «que en el caso del sistema universitario de nuestro pats bastaria con advertir un poco mds aceptadas académicamente). Este esquema que dibuja Munt nos puede ser de utilidad en aras de buscar la especificidad de la teorfa critica feminista lesbiana frente ala critica género denunciando la ceguera que ha mostrado el poder hegems- nico al zespecto, la critica eminista lesbiana incorpora y desarrolla una reflexidn critica sobre la sex sobre, sino también en a sexu: sexualidad, entendiéndola tanto como una prictica erdtico-sextal como una postura politica. Si bien el ferninismo lesbiano establece su diferencia a partir de la sexualidad como categoria de andlisis, Estudios lesbianos Estudios gays Estudios de/sobre yrlesbianos | \ ‘mujeres 5S A ‘Teorfa sexual Critica ferinista Teoria critica 123 «esta categoria conlleva —como ha sucedido y sigue sucediendo con la de género— una problematica afiadida. Dicho de otro modo, fijamos la particularidad de la eritica (ferninista) lesbiana en una categoria —Ia sexualidad—que sin embargo no podemos determi- nar de forma precisa e inequivoca. Qué significa seeualidad Catherine MacKinnon desvela —no sin cert tabiies sociales que envuelven la concepcién de la sexualidad; pre- juicios (en sentido etimolégico) a los que hay que enfrentarse, por supuesto, a la hora de centtar una corriente critica y todo su para- digma en esta controvertida categoria: Se supone que el sexo es a la vex demasiado individual y de- ‘masiado universalmente trascendente para eso, Sugerir que lo sexual podria tener continuacidn en algo que no sea el propio ‘sexo —algo como la politica— es muy poco frecuente, se con- so entre ls feministas. Es como si la sexualidad la trajeralacigitefia, (MacKinnon, 1995, pp. 229- 230) Tal vex en negativo, y de la mano de MacKinnon, podamos imos a pensar una dimensién amplia del término con «su, continuaciény La sexualidad no se limita alo que se hace por placer en la cama © como acto reproductivo ostensible, y no se refiere exclusiva- ‘menteal contacto genital, ala excitacidn nia ls sensaciones, ni e termina en el sexo-deseo, en la libido ni en el eros. La sexua- idad se concibe como un fendmeno social mucho més amplio, nada menos que como la dindmica del sexo entendido como jerarquia social, y su placer es la experiencia del poder en su forma con género. (pp. 14-15) Con la comparacién entre género y sexualidad como catego- ras de diferencia he querido esbozar, a propésito, un paralclismo al que tendremos que volver cuando consideremos la etapa inici de la critica feminista lesbiana. De hecho, el mismo abanico de opciones que ha hecho posible entender la feminidad dentto de los 124 feminismos como esencial (sexo) 0 como consttucto histérico (gé- nero) y después, con Judith Butler, deconsteuir esta oposicisn mostrando que el binomio que la sostiene, natura/cultura, es una dualidad que solamente tiene existencia en la cultura y, por lo tanto, no hay nada previo a la cultura, ha estado presente en la(s) ica(s) eminista(s) lesbiana(s) que ha(n) entendido/entiende(n) la sexualidad como diferencia esencial (biolégica, natura...), como diferencia construida historicamente e, incluso, como una opcién politica. @Diferente porque es distinta?... La erica femninista lesbiana nacié al mismo tiempo que la critica feminista; sus primeras revelaciones piblicas tuvieron lugar en las décadas de los afios sesenta y setenta, durante la que se ha denomi- nado la segunda ola del feminismo, Estas primeras manifestaciones obedecian, principalmente, aun doble objetivo: salir de lai id y romper el silencio en el que el patriarcado sumia la dad lesbiana, Constiruye el inicio de lo que se denomina «salir del armario» (coming ows of the else); vencer el miedo al rechazo, la ‘marginacién y/o la represin social (y personal) y atreverse una vida como lesbiana. Proliferaron, pues, los testimonios de mujeres que se esforzaban en decic: inefable, lo indecible y, por tanto, lo inexistente, Biddy Martin (1994) subraya de qué modo estos relatos personalescont (y contribuyen) a forjar una consciencia de comunidad. La autoestima, la identidad y el sentido de la comu las lesbianas han dependido de manera fundamental de una narracién aucobiografica o una historia comunes, la historia del grupo. Esta escritura autobiogréfica sirve unos propési- 10s especificos en las (no siempre sincrénicas) historias de la comunidad y de las mujeres individuales que las escriben 0 een, y pretende dar una coherencia y una legitimidad a la identidad lesbiana que posibilice la accién ual y so- (p- 343) 125 Bl esfuerzo de estas mujeres que se autopresentaban piblica- mente como lesbianas queria ir mas allé de configurar tin relato autobiogrifico personal a propésito de cémo me convertien lesbia~ 1na 0 cémo puse una lesbiana en mivvida y difundirlo piblicamente. Desde el principio se intenté establecer una perspectiva lesbiana unificada que implicaba encontrar aquellos elementos constituti- vvos de una identidad lesbiana colectiva. En breve, quetian encon- trar la respuesta a la pregunta que se consideraba clave en aquel momento de afirmacién: ¢Quién es lesbiana? Qué significa ser lesbiana? ;Qué es una lesbiana? TIntentemos, pucs, responder a la pregunta del millén: (Una mujer que quiere a otra mujer? {Una mujer que ama a otra mujer? Una mujer que desea a otra mujer? {Bs suficiente que esto ocurta a lo largo de su vida solamente con una mujer o tiene que ser mas de una para que sc la considere lesbiana? {Cudntas? {Una, dos, ites... por aquello de que a la tercera va la vencida? ;Bs suficiente con que la(s) quiesa/ame/desee o es necesario que mantenga con ella(s) una relacién sexual-genital para convertise, revelatse, des- cubritse o simplemente poderse considerar una lesbiana? De nuie- vo, ;cudntas relaciones sexuales-genitales debe mantener... {Una, dos, tres? Una lesbiana, gpuede quererfamar/deseat y/o mantener relaciones sextales con un hombre (persona que vive en un cuerpo sexuado en masculino)? ¥ silo hace, gdeja de ser una lesbiana 0, al ‘menos, una lesbiana cauténtican? Un personaje de la pelicula Go Fish, de Rose Troche, se ve sometida a una especie de juicio suma- imo porque ha osado practicar el sexo con un hombre. Daria se grupo de mujeres lesbianas que actiian a modo de wunal. He querido transcribir el dislogo porque no Dlatia]— {Te da asco o te da miedo? T—No te hagas llamar algo que no eres. D— Site refieres a que no me haga llamar lesbiana, es lo que soy. T— Mi defini n de lesbiana no incluye a los hombres. 126 ‘T— {Cémo vamos a establecer una identidad si las esbianas Jo hacen con tios? D— Quid nos haga falta. T— (cortindola) {Que nos echen un polvo? D_—No hablamos de compromiso sino de sexo; silo de sexo. T—No existe eso de sdlo sexo. T—Siteacuestas con hombres quiero saberlo antes de acostar- me contigo. D— ;No os acostéis con mujeres que se lo han h T—No hablamos del pasado sino de ahora. D— ;Cudnto tiempo tiene que pasar antes de que recupere mi condicién de lesbiana? T— No me acuesto con mujeres que se ac ‘TX Habéis tomado precauciones? D— jCuindo fue la ultima vex que las tomasteis? T— La tiktima ver. que k D— gAlguien m: T— No puedes hacer esto, D— Vamos, es amigo mio. :A qué viene tanta historia? Las mujeres son mi vidas amo a las mujeres. T— Pero no puedes vivir sin esa pola D— Que te follen! - ‘T— Me gustaria saber por qué lo hizo. D— Se me olvidé por un momento que la Gran Hetmana estaba mirando. “T— Sigo sin entender qué tiene de malo. T— Si. es posible que se considere bisexual. T— Pues que lo diga. D— No lo soy, soy una lesbiana que ha follado con un tlo. T— Eso no existe. D— Me he acostado con wn hombre. Si un marica se acuesta con una mujer ¢s que estaba aburrido, borracho o solo. Si una lesbiana se acuesta con un hombre toda su vida pasa a estar bajo sospecha, Eso es una gilipollez, Le esis dando a los hombres de- masiada importancia. ‘T—Te inventas excusas para ocultar tu deseo por los hombres. Por qué no vives tu vida como quieresy no tehaces llamar lesbians? 10 con tfos? stan con tios. 17 T— Si, a nadie le importarfa con quién te acostaras site hicieras llamar lo que eres. ‘D—;Por qué no me dais una pista sobre lo que soy? Me encan- tarfa saberlo. ‘T—Hace falta acostarse con un fo un dererminado niimero de veces enn perfodo de tiempo para que se cuestione tulesbianismo, T— Creo que es cues . T—No creo que sea una auténtica bollera (dyke) T—No es lo bastante fuerte para serio T— Que haga lo que quiera pero yo no saldria con ella, D—Nunca saldria con alguien van cerrado T— 1A todas las mujeres con las que te acuestas les cuentas con cudntos hombres te has acostado? que todas vosotras. No digo que la cantidad sea mejor que la dad, pero es més dificil mantener la identic para una lesbiana soltera que para la que tiene una relacién estable desde hace doce afios. ‘T— Las mujeres con las que te acuestas no saben con quién lo lades tendria de que una mujer se fueraacasa «Deberfas saber que hace poco me acosté con T— Muy pocas. D— Exacto. ‘T— Serfa una falta de honradez no contérselo. D— ;A quién le inceresa saber con cusinta gente se ha acostado la persona con la que esti? T— No sé, hay quien lo deja por eso. ‘T— Y cémo podra estar segura de que no volverfa a pasar? D— Yo no engafio a la gente. T— Por qué actudis como si fuese el fin del mundo porque se ha acostado con un imbécil? 128 T—No soporto imaginérmela follando con un tio. T— Si no significa nada, gpor qué se siente culpable? ‘T—Disfrutaste, eh? D—No estuvo ms TH le cortiste? D—No. T— Seguro que él D—Nol ‘T— ;Por qué D—Sexo. para tener un orgasmno. lo hiciste, entonces? La secuencia plantea un conflicto, lo pasea por el borde del la ver, de lo udramatico» (puesto que la conversacién preg a ficil de responder y en la vi demasiadas contemplaciones ni problemas, constituye un campo dde debate que ni tan siquiera en la actualidad —afortunadamente, afiadirfa yo— se ha conseguido resolver en el seno mismo de la critica (Fe lesbians. Y decfa que afortunadamente porque para m{ este debate constituye una de las Fuerzas mds atractivas de la critica lesbiana, puesto que sélo alli donde hay conflicto e+ po- sible que surja el cambio, De forma contundente y efectiva, una frase de Nicole Brossard recoge el doble filo de la indefinicién conceptual de un término ala ver tan socialmente definido: ‘Una Jesbiana que no reinventa la palabra ¢s una lesbiana en proceso de desaparicidn»; lo que me lleva a otra frase igualmente maravillosa de esta escritora canadiense: «Escribo en defensa propiax. La(s) lesbiana()escribe(n) en defensa propia, en la arena de combate del ‘que siempre dice mas y menos de lo que queremos decir, sgresemos a los afios setenta y a la aparicién de testimo- de lesbianas que procuran descubrir qué es lo que las hermana, clclemento que comparteny que ellas creen marca de forma deter- ‘minante sus vidas, su manera de estar en el mundo y de ver el ‘mundo, aquello que las identifica como lesbianas, que las hace 129 poseedoras de una identidad diferente (en el sentido de distinta) de las otras mujeres, Ademis, estas mujeres—y aqué entra en juego la cuestidn politica —no creen que el hecho de vivir una vida lesbiana afecte tinicamente su comportamiento privado, sino que creen que trasciende (o tiene que trascender y por eso se manifiestan como lesbianas) a la vida puiblica. No hacen més que llevar ala préctica el farnoso eslogan de «Lo personal es politico», que tan productive resuleé a partis de la segunda ola feminista Por consiguiente, el alcance de la pregunta que he planteado antes crece por momentos: zAfecta la preferencia afectiva y sexual (considerando que se trate de una preferencia) la forma de vivir, pensar, actuar? ZY Ie forma de leer y escribir? Existe una estérica lesbiana particular, diferente? {Qué convierte un texto en un texto lesbiano? El tema? ;La autora? (Qué convierte una aurora en ‘una autora lesbiana? ;Su vida privada? ;Sus confesiones pablicas? Guillem Viladot cuando conté en Simetria una historia de amor centre una psiquiatra y una paciente se convirtié tal vez para siem- pre o sélo transitoriamente en un autor lesbiano (1)? gO deberia decir aurora lesbiana? Pero, entonces, zpor qué Patricia Highsmith prefirié publicar en el afio 1952 The Price of Sale (después Carol) bajo pseudénimo para eviearse —segtin lla—Ia etiqueta de sescri- tora de libros de lesbianismo»? ;El pseuddnimo la convierte mas 0 menos en una autora de libros lesbianos/lesbiana? (..) cuando se publicé Extrafios en un tren y poco después la compré Alfred Hitcheock para hacer una pelicula, mis editores y mi agente me aconsejaron: «Escriba otto libro del mistio sénero y asi reforzard su reputacién como...» Como qué? Ex ‘rafos en un tren se habia publicado como «Una novela Harper de suspense», en Harper & Bros ydela noche ala mafiana yo me habia convertido en unaescritorade ssuspensev. Aunque, en mi opinién, Exirafios en wn tren no es una novela de género, sino simplemente una novela con unabistoria interesante. Siescribla ‘una novela sobre relaciones lesbianas, me etiquetarfan enton- ces como eseritora de libros de lesbianismo? Era una p dad, aunque tambien era posible que nunca més tuviera la ins- piracidn para escribir un libro asf en toda mi vida. Asi que decid 130 presentar el libro con otro nombre. En 1951 ya lo haba escrito, No podfa dejarlo en segundo plano y ponerme a escribir otra cosa por el simple hecho de que las razones comerciales aconse- jaran escribir otto libro de wsuspense». (p. 11) Highsmith concluye el prélogo, escrito en elafio 1989 para una reedicién del libro, conla siguiente afirmacién: «Me gustacvitat las etiquetas pero, desgraciadamente, a los editores estadounidenses lesencantan» (p. 12). Tal ver desde el claroscuto de esta tiltima frase podrfamos leer la cita anterior a mi juicio minada de trampas. En primer lugar, en este referise a las etiquetas preferidas pot los editores estadounidenses, Highsmith aparentemente no evita lasetiquetasa las que pretende referirse .os ouna autora lesbiana? Son etiquetas diferentes, por supuesto, y me inclino a pensar que en 1952 (€ incluso hey en dia) hubiera prevalecido la segunda. Y Highsmith me temo que lo sal De este modo, en 1989 cuando la situacién es dlistinta para ella, Highsmith vuelve a evitar la etiqueta y, ala ver, jn, pone de manifiesto la absurdilad de la econ toda probabi- viade transferido sin solucién de continuidad de su obra a su persona Pero la cosa no termina aqui: la referencia a Extraifos en wu tren, ste primera novela, para contarnas cémo fue encasillada —«;Como qué»— dentro del género de suspense tiene miga, ya que la crama de este texto, que gira alrededor del encuentro de dos hombres —Bruno y Guy—en un tren y las consecuencias que este fortuito encuentro conlleva, esté imbuida de alusiones criptogays (y no tan cripto), especialmente en relacién con el personaje de Bruno. Ahi reside la ironfa; Strangers on a Train fue publicada como una novela ‘Harper de suspense y convirtié a su autora en una autora de suspen- se pero tambien la habrfa podido convertir en una autora libros gays (2) porque el texto toca, y sin demasiados reparos, el tema y, en efecto, es una novela con una historia interesante. No cabe la menor duda. 131 Eten viene reaioneda con intent de aponder ale egunta ;qué convierte una autora en una autora lesbiana 0 —si feist “avuns sora di flees lnkianad Lael waadicetn pregunca a qué converte un libro en un libro lesbiano? Una de las posibles respuestas serfa su autora, con Jo cual el argument convertiria en circular, Otra posible respuesta serfa el tema, lo qu nos obligarfa a revisar seriamente los procedimnientos que intervie~ nen en la determinacién del tema o los temas de una obra y descu- brit que si una novela con una historia interesante se convierte en tuna novelade suspense yno en.una novela gay noes porque un tema (y no o1o) emerja nacuralmente y directamente de las paginas del libro sino que la clasificacién por temas y por géneros de las obras literarias es fruto de un ejercicio de pureza y discriminacién que dice ms de c6mo se han leido y se leen las obras queno de las obras, que en si mismas son mudas. Completamente mudas. Pero sigamosadelante... ;qué pasa con nosotr@s? Las profesoras de teorfa de la lierarura, flologia, critica literaria lireratura com- parada... que sean o se consideren lesbianas, tienen que ejercer su trabajo de forma particular o,al menos, algo diferente? L@salumn@s ue reivindiquen su diferencia y pro- idad si—porejemplo—asisten aun ceratura europea contemporéneas donde no aparece ni uun/a solo/a autor/a gay y, ni mucho menos, se trata el cema en ninguna de las treinta lecturas obligarorias? ;Serfa lo mismo si en este mismo «nefasto» programa de curso de literatura europea con- temporsnea alguien protestara porque no se incluye ni un/a solola coco que excalba a eats jon sell hay secs dob creinta que lo hacen en castellano? ¢No implican ambos casos una discriminacién ejercida desde el poder académico? ;En qué se ferencian y en qué se parecen estas dos discriminaciones? ;Ser‘an, en tados los casos, inter les? Como un torrente, un voledn, una catarata, un géiser... todas estas preguntas (y més) aparecieron desde el inicio ligadas a las iciones de la critica feminista lesbians. Y siguen vigences hoy en dia. Lo que ha cambiado es la manera como se cree que hay Zimmerman mira hacia atrés y advierte que en los afios setenta la discusién a propésito de la existencia de una realidad lesbiana co- lectiva venta repleta de metéforas de visibilidad? La experienc: lesbiana era considerada como un sinénimo de poseet el conoci- miento necesario que permitia que alguien hablara como lesbiana, en nombre de todas las lesbianas, en la busqueda de esta identidad colectiva, de esta manera de vivir particular que presuntamente comparten todas las lesbianas. Este planteamiento comporta una serie de presupuestos que en la década de los ochenta serén puestos en tela de juicio, tal y como més adelante demostraré. En realidad, las operaciones que en un principio caracterizaron {a actividad de la critica lesbiana son paralelas a las que llevaba cabo Ia critica ferninista, Aquellas mujeres que en los afios setent: se confesaron o declararon lesbianas, salieron del armario y se-hi- cieron visibles como lesbianas, puiblicamente, se ocuparon igual- mente de recuperar una genealogia dela historia lesbiana mediante Ja quellevar a cabo un doble proceso: por un lado criticar y subver- ‘el canon hegeménico masculino, pero también el posible canon alternativo de lacritica feminista cuando dejaba de incluir textos de cscritoras lesbianas, doblemente silenciadas, como mujeres y como lesbianas, Ast, de la aproximacién critica lesbiana surgia también, un canon alternativo que podia intentar establecerse inde- pendientemente (minicanon) o bien modificar el canon ortodoxo, afadiendo nombres y obras de autoras lesbianas 0 releyendo textos ‘candnicos desde una perspectiva lesbiana.? Por otto lado, la critica feminista lesbiana invirtié gran parte de sus esfuerzosen analizarlas imagenes de las lesbianas en os productos artisticos, especialmente en los literarios, fueran o no escritos por auroras que se autodeno- ‘minasen lesbianas. Un texto emblematico de esta doble operacién, muy interesante confront exe ae la propia autora errbies die a 3 Enlosectenase le Bonaie Zimmermas cone que tector de a nas en else ‘psa por eustianareleancep del valor lea. 133 ro de Faderman (1985) que tiene un riculo igerente pero que, ala ver, también evita—al menos enel et la ctiqueta: Surpassing the Love of Men. Romantic Priendibip and Love Between Women from the Renaissance to the Present. Learns, jén que hace del término lesbiana: fs (Eltérmino) slesbianay deseribe una relacién en la que los afec- tosy las emociones mas fuertes entre dos mujeres se dirigen de ina hacia la otra. El contacto sexual puede ser, en mayor 0 menor grado, una parte de la relacién, o puede estar completa- mente ausente. Las dos mujeres prefieren pasar la mayor parte de su tiempo juntas y comparten la mayor parte de los de sus vidas con fa otra. (pp. 17-18) La tendencia aglutinadora y generalizadora que muestra la de- finicidn de Faderman del concepto de lesbiana no ha deentenderse necesatiamente como una falta de compromiso sino que puede ser fruto de una estrategia politica en busca de la identificacién de las jeres con el lesbianismo; una estrategia iniciada i dad por las llamadas pioneras del lesbianismo politico, como Charlotte Bunch cuando, en un articulo de 1972 titulado eLesbians n Revolt», afirmaba: Lalesbiana, la mujer identificada con otra mujer, se comprome- te con las mujeres no sélo como alternativa a las opresivas rela- ‘ones masculino/femenino sino primariamente porque ama a Jas mujeres. Consciente o inconscientemente, con sus actos, la lesbiana se ha dado cuenta de que dando apoyo y amor a los hombresen ver delas mujeres perpettia el sistema que le oprime. Si las mujeres no se comprometen entre ellas, en. compromiso Que incluye el amor sexual, nos negamos a nosorras mismnas él amory el valor tradicionalmente otorgados alos hombres. Acep- mos nuestro estatuto de segunda clase. Cuando las mujeres dan sus energias primatias 2 otras mujercs, entonces es p oncentratse plenamente en la construccién de un movimiento para nuestra liberacin. El lesbianismo identificado co’ tes es, pues, més que una preferencia sexual; es 134 politica. Espoliica porquelarelacionesentre hombresy mutes eon telaciones politicas; implican poder y dominio. P Ie lesbiana rechaza activamente esa relacién y escoge 2 las mi jeres, desaffa el sistema politico establecido, (Traducido y ce do por Rivera, 1994, p- 123) El texto que ha creado més controvers [Adrienne Rich, Se trata de un artieulo fa revista Signs, en el afio 1980, con el rosexualicy and Lesbian Existence», que permite la oerosexualidad obligatori ya ls vez compulsiva que no aguanst petduccién, La aportacién de Rich era, como deja entrever el titulo, en una doble vertiente. En primer lugat, el concepto de heterorexualidad obligatoria de Rich entiende la heterosexvalidad como una imposicién por parte ret titucién patriarcaly, es en este sentido que advierte Rich fque es necesaio analizarl, como obligatoriedad politica no como qecei6n, opeién o preferencia Es decir las mujeres no eigen pra” cee hererosexualidad sino que se les impone como natural, a iyeotas adecuaday pertinente desde una ideologéatécia, eectiva, scbre todo porque acta desde una aparence neutralidad, esto, de forma imperceptible, El sézmino de Ri mo lesbiano, para advert ar y denunciar las as heterosexistas patriarcales que se reproductan dentro del feminis no, con la voluntad de introducic la diferencia cenradaen ase idad dentro de la diferencia de género. Porlo que se refiere ala exstercia lesbiana, Rich opra por usar este sintagma y desechar el término lesbianism: He decidido usar los términos existencia lesbiana y ¢ Lsbiano porque la palzbra lesbianismo tiene un itdovs, Beitencia ksbiana sagiere tanto el hecho de la pre- sencia historica de las lesbianas como nuestra continua crea dl significado de esa existencia. Quiero decie que el término continuum lesbiano incluye una gama —a lo largo de ‘Te cada mujer y alo largo de la historia— de experiencia iden- freadacon mujeres; nosimplemente el hecho de queunar hha tenido o ha deseado conscientemente una experiencia sexual genital con otta mujer. Silo ampliamos hasta acoger muchas nds formas de intensidad primaria entre dos o més mujeres, jncluido el compartir una vida interior rica, la solidaridad contra la tirania masculina, el dar y recibir apoyo préctico y politico (..) empezamos a captar bocanadas de la historia y de Ja psicologia femeninas que han estado fuera de nuestro alcance a consecuencia de las limitadas definiciones, clinicas en su ma- yorla, de slesbianismon. (Citado y traducido por Rivera, 1994, pp. 136-137) Rich convierte el continuum lesbiano en wn lugar de resisten- cia, una posicién de cuestionamiento de a heterosexualidad obligatoria, el modelo de relaciones intersexuales que sostiene el pattiarcado, La definicidn que hemos visto anteriormente de les- hana, establecida por Faderman procederia de este postulado de Rich y asumiria la misma o parecida voluncad integradora ;Cules son las posibles ventajas y desventajas de esta opcién. aglutinadora que fue conforméndose a lo largo de la década de los setenca? Qué reacciones suscit6? Para ser incluida en el continuum lesbiano de Rich no hace falta autodefinirse como lesbiana (basta admicir participar en este continuum entre mujeres), de la misma forma que, tal y como define el término, ¢s facil pertenecer a la categoria que establece Faderman. Estas faceiones expandistas de la critica lesbiana del principio corren el peligco de diluir una presunta identidad lesbiana que const tuye, al mismo tiempo, el objetivo politico de su reivindica- cidn. El término se ve desposefdo de su particularidad, del sen- tido discriminador para el que, paradéjicamente, surgié dentro del ferninismo y en tensién con él: si todo el feminismo, en tanto que se muestra resistente y cuestiona el patriarcado (y por lo tanto también la heterosexualidad como imposicién) se con- vierte inmediatamente en critica feminista lesbiana y todas las mujeres entran a formar parte de ese continuum lesbiano, en~ tonces :qué sentido tiene Ia existencia de una crftica feminista lesbiana diferentede ica feminista tous cour dicar o para qué reivindicar una identidad particular ligada a una 136 ‘una mujer y una lesbiana Jas lesbianas son mujeres? Las primeras manifestaciones dela erftica lesbians suponen una cvolucién estrechamente relacionada con la eritiea fe Como lesbiana, quiere marcar una diferencia respecto alas ferninis- tas heterosexuales y por eso recorre a las mismas operaciones usa el feminismo (bisqueda de una genealogia, crtica de las imé- genes de..., cuestionamiento del canon, la denuncia de los ol dos...) en el intento de hacerse visible; por otro lado, la ex politica del smo acabé capacidad reivindicativa de esta diferencia al identificar lesbiana con mujer. vO. idiferente porque difiere? La década de los ochetita supone un ataque ala idea de la posibl Eerie i Serre earns pee ie lesbiano unificado) y el proceso me interesa porque ha llevado a resicuar la lesbiana como un lugar de enunciacién, Las referencias de idad de la primera etapa se ciforas de ubicuidad, esto ¢s, posicionales: ya no importa lo que se ve sino el lugar desde el que se abla, y que éste no es el nico lugar posible, ni tiene por qué ser uno para toda aquellla quese declare lesbiana en un momento determinado. Ni cuando nos lo proponemos pode- ‘mos hablar como representantes representativas de una categoria abstracta: mujer, lesbiana... Gayacri Ch. Spivak advierte que nues- two yo puede ocupar diversas posiciones: escar lesbiana es una mas siquieca la que me caracteriza. No hay una identidad totalizadora del yo, ni un yo unificado. Bl otro est en mt y debo saber y poder 4. Monique Wietig afm en Tie Srvighs mujeres, porque esa Tura de homie radu conctecia del Ser muje pete siempre en claciSn con hombre 137 resen los queconmds omenos consciencia puedo mente est PO- reconocer loslugat ‘ccupar, ocupo o puedo estar ocupando. Evi ficiones de mi yo no son cspontineamente do separar mi con‘ ‘gn de occidental o de mi condicién de blanca, por ejemplo? ‘hablo como lesbiana (suponiendo que yo sepa qué es) o qutera ¥ ssuma hablaros como lesbians, entonces dejo de hablaros come Tarp? Si yo hablo,como alguna cosa, puedo evict el riesgo del ruelalicme? Es obvio que no re queda mas remedio que asumi~ fo, correr coneste riesgo de forma consciente, Por motivos politicos ppodemosrecorer alos esencialismosestatépicos otic (pare eat la etiquetade Spivak), pero la propia Spivakadvierte que ano S nde que plantearios desde qué lugar hablamos, debemos pregun- eumoe deste qué lugar nos escuchan y c6mo nos escuchan, cul es {T servicfo que hacemos al poder hegeménico hablando como re~ presentances paradigmdsicos de una categoria concret reivindi, Pitido esta diferencia y ser autoconscientes de lo que reproducimos cae tremos el ciesgo de reproducir con ella, Solamente desde esta ible desarticular el engranaje de excl camino lo habla sefialado Rich, Ja etiqueta y fs identidad lesbiana dentro y fuera als ver jerdrquica (y de salvaguarda) que hace ‘Pero de las aportaciones de Fuss, junto con dibles —como Judith © Eve K. Sedgwick — se trata en otro capftulo.’ Baste afiadit (que las alanaas que a establecido esta cortiene (lesbians) Wederna) con los gays (chombrese) y con la queer theory io sobre todo de algunas femi diigo Andis El presente libro trata de la fragmentacién de la comunidat lesbiana aconsecuenciadelosat te Mientras en loranorstema ln ideas elf parcandominas a plc bina, ea laramente alo largo de los ochenta. En la mi retomaban los modelos exolégicos que las fei sc habian empefiado en ctradicar, se nos tildaba de estar en contr de seo, de poltcamente corrects de satedictn, de idealists, Muchas Feminisas lesbians que consideraban lad lesbiana como su he fieron que a¢ aucotraslesbanaslasvieran ahora como ua minorl exter tay muy impopular.A principios de los setenta fueron just mente las feminists lesblanas quienes oxganizaron el tipo dé la constitucién de una comunidad lesbia- de derechos para las lesbianas (de he Jos homosexuales) leeovirnt peers vez son las feministas por lo 0s, el aborto y el : ‘hoy su feminism ean separa eine partimientos herméticamente sellados. (1996, pp. 14-15) cita es larga pero pea, puesto que an letra de a istria de Ica Feminist lesbian heocupadoen este capitulo) y, por idad que siente Jeffreys de noe i feminismo lesbiano verdadero —un tanto prescriptivamente, me temo— de la amenaza que supone para clla la aceptacién de segtin qué modelos de lesbiana, con segiin qué précticas carac- terfsticas, El yo toralizador se ha desintegrado; s6lo quedan los pedazos, «La lesbiana ya no es la esbiana» (Rivera) porquc es la tinica forma de poder seguir siendo la lesbiana. Ante eo, se me ocurren dos opciones: o bien callar, puesto que no hay una esencia lésbica di- ferenciableyy diferenciada que pueda constituir una identidad idén- icilmente se desembocaré de sauevo en la invisibilidad y la exiseencia proscrita dentro de los armarios, cajones y archivos, o bien asumie el riesgo de tin esencia- lismo estratégico, autoctitico y que incorpore un sentido de lugar desde dénde se habla y de trayecto desde dénde se viene y ha dénde se va; lo que implica multiplicar la categorla de diferencia, incorporando elementos autobiogréficos asi como la consciencia de que rodo sucede en el lenguaje. Ellenguaje estructura la realidad y la literatura y todos, absolu- tamente todos los mundos posibles se forjan desde el lenguaje y en el lenguaje. Cualquier posible transformacién tiene que pasar por el lenguaje. Y en ello trabajamos. Bibliografia ANZALDUA, GLORIA (1987), Borderlandilla Frontera. 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