Ramrez Rivera Bianca Pamela

Londres y el Tmesis en el siglo XIX

En este pequeo escrito, describir las condiciones fsicas e higinicas en que se
encontraba el ro Tmesis en el siglo XIX, as como la repercusin que esto tuvo
en la vida de los londinenses.
Las condiciones fsicas del Tmesis son que este se ubica al sur de Inglaterra,
posee poco ms de 300km. de longitud y pasa por los condados de
Gloucestershire, Eton, Oxford y Londres, para desembocar en el Mar de Norte. En
el siglo XIX, constitua la principal fuente de agua potable para la ciudad.
Para el siglo XIX, las condiciones higinicas en que se encontraba el ro Tmesis
eran poco ms que deplorables, ya que prcticamente todos los desechos de los
habitantes de Londres iban a parar al ro. Entre estos desechos se encontraban
los orgnicos humanos, los materiales (principalmente lo desechado por los
curtidores), animales muertos e inclusive cadveres humanos. Adems, los
conductos del drenaje (a nivel del piso) tambin desembocaban en el ro, llevando
toda clase de agua y materia.
As pues, el Tmesis despeda un hedor terrible que invada las calles de Londres.
El olor emitido por el ro era tan insoportable que, para evitar que este ingresase a
la Cmara de los Comunes, se empapaban lienzos en xido de calcio y se
colocaban en las ventanas del lugar.
Las consecuencias que estas condiciones deplorables tuvieron en la poblacin
fueron diversas. Debido a que el ro era la principal fuente de abastecimiento de
agua potable para los londinenses (extrada a travs de pozos conectados al
Tmesis), el consumo de estas aguas viciadas hizo que la poblacin enfermase
principalmente de clera. Y debido a que en este siglo no se conectaban las ideas
del consumo como causa de la enfermedad, este no disminuy
Finalmente, con el fin de eliminar el hedor que provocaban las aguas que
transitaban por el drenaje a nivel de piso, se entubaron. Dicha tarea se hizo
encerrando las corrientes de agua entre conductos de ladrillo, hasta que
desembocasen en el ro. Si bien estas acciones provocaron la disminucin del
hedor en las calles, el Tmesis no fue entubado, conservando as este
desagradable olor del ro