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Los tres problemas clasicos por Santiago Fernandez, COP de Sestao Dice el historiador matemdtico Morris Kline (1) que: “La reconstruccién de la historia de la matemdtica griega, basada en las fuentes originales, ha resultado una tarea gigantesea y complicada.” En efecto, la mayorfa de los conocimientos mateméticos griegos provienen de dos comentaristas: Proclo (410-485 d. J.C.) y Pappus (siglo II d. J.C.), ademas se disponen de pequefitsimos fragmentos citados por Simplicio (primera mitad del siglo VI d. J.C.) y tomado literalmente de “La Historia de la Geometria” de Et demo; existen fragmentos de Arquitas recogidos por los mateméticos alejandrinos y por diltimo han resultado de enorme valor para la historia de la matemética griega los escritos de los filésofos griegos y especialmente los de Platén y Aristételes, Lo que estamos en condiciones de afirmar, de acuerdo a las fuentes disponibles, es que: Hacia el siglo V a. J.C. comenzaron a circular por la Grecia antigua una serie de problemas que cautivaron a los matemsticos de la época. {Cémo surgieron?. Hay muchas historias detrds de los mismos, pero seguramente su origen se encuentre relacionado con el afin de solucionar problemas andlogos a otros, que ya fueron solucionados anteriormente. 8 82 Los tres problemas clésicos Entre los muchos problemas planteados en este contexto hay tres que traspasaron Ja “barrera del tiempo” e interesaron de manera especial a los cientificos griegos, nos referimos a: el problema de la cuadratura del cfreulo, el problema de la triseccién del éngulo y el problema de la duplicacién del cubo. El enunciado de los tres problemas cs distinto, si bien los tres pertenecen al ambito geométrico, pero curiosamente, los tres estin ligados a un mismo destino y desenlace. ENUNCIADO DE LOS TRES PROBLEMAS Utilizando tnicamente regla y comp: 1) Dado un cubo cualquiera, construir otro cubo de volumen el doble del anterior: duplicacién del cubo Z| a= (20) 2) Dado un fingulo cualquiera, construir un dngulo que sea la tercera parte del Angulo dado: triseccién del Angulo Loi -Len 3) Dado un cfrculo cualquiera, construir un cuadrado que tenga el mismo drea gue el circulo: cuadratura del circulo 83 Como puede observarse, estos tres problemas surgen de manera natural si tratamos de generalizar los que a continuacién se proponen: Util 1) Dado un cuadrado cualquiera, construir otro cuadrado de area el doble del anterior: duplicacién del cuadrado. indo Gnicamente regla y compas: 2) Dado un Angulo cualquiera, construir un dngulo que sea la mitad del dngulo dado: biseccién del angulo. 3) Dado un poligono cualquiera, construir un cuadrado cuya drea sea igual a la del polfgono: cuadratura del poligono, La solucién de los mismos es elemental, tan s6lo son necesarios los conocimientos de: teorema de la altura y el teorema de Pitdgoras, asf como la medida del dngulo inscrito en una circunferencia. 84 Los tres problemas clasicos Una vez examinados los esquemas y razonamientos anteriores, Hegamos a una serie de conclusiones ciertamente interesantes. Asi, la figura 1 resuelve de manera inmediata el problema de 1a duplicacién del cuadrado, Las figuras 2, 3 y 4 nos muestran la manera de cuadrar el rectingulo de dimensiones a y b mediante el teorema de Ia altura. La figura 5 nos sugiere la manera de cuadrar un tridngulo cualquiera. Mientras que las figuras 6 y 7 nos dan la pauta para cuadrar un cuadrilatero cualquiera y nos deja a las puertas de cuadrar cualquier polfgono convexo, Podemos, por tanto, recapitular y decir que: son cuadrables tos tidngulos, los rectingulos, los cuadriléteros, pentégonos, ...y en general cualquier poligono. Asi, estamos en condiciones de preguntarnos: {Por qué no va a ser cuadrable un efrculo? Ademés, Hipécrates de Quios (470-400 a. J.C.) demostré que ciertos 85 trozos de cfrculos amados /hinulas son cuadrables. En particular, obtuvo que las siguientes Idnulas son cuadrables: © BEA arco de circunferencia con centro en C © BFA arco de circunferencia con centro en O area linula rea cuadrado 2 86 Los tres problemas clisicos © ABC arco de circunterencia con centro en E * ADE arco de circunferencia con centro en O rea hinula rea tridngulo rectingulo 6 Ss b 7 Q Lm. x e a 7 Por tanto: {Qué raz6n habria para no ser cuadrable todo el cfreulo? En definitiva, {Qué podria fallar en ef paso de lo particular a 10 general? Para mi, el problema més interesante fue el de la duplicacién del cubo. El deseo de buscar dos medias proporcionales entre dos valores dados pudo ser su origen, esto es: dados a y b, calcular dos valores xx € y, tales que verifiquen las siguientes relaciones: a@_n_y ey 6 87 En el caso particular de que & = 2a, obtenemos que el valor de « es el valor del lado del cubo que estamos buscando. Nos surge por tanto, la siguiente pregunta: {C6mo construir los valores 2 € y medias proporcionales entre los valores a y 2a? El concepto de introducir dos medias proporcionales « e y entre los valores a y 2a darfa lugar a las siguientes igualdades: Una de las respuestas mds sorprendentes es la que present6 Arquitas de Tarento (430-365 a. J.C). Dice Arguitas que: 1a interseccién de un cilindro recto, un cono circular y un toro da como solucién un punto que justamente tiene como coordenada el valor que resuelve el problema de la duplicacién del cubo. 4Cémo se le ocurtié a Arquitas semejante ingenio? La idea central de la construceién propuesta por Arquitas se basa en la divisién adecuada dentro del triéngulo rectingulo ABC. Si lamamos AE = a y AC = 2a, 88 Los tres problemas clasicos al ser semejantes los tridngulos ABC, ADB y AED, se verifica que siendo AB =y y AD = «. Por tanto, la ingeniosa construccién tridimensional esconde un problema bidimen- sional que es el siguiente: dados los segmentos AC=2 y AB=a, construir el tridngulo que se muestra en la figura, donde AD es la solucién del problema de la duplicacién del cubo. Ante esta sorprendente construccién surge una pregunta inguietante: Fue Ar- quitas capaz de resolver el problema de la duplicacién del cubo de manera sintética, o bien conocfa de alguna manera un método basado en coordenadas? Menecmo (374-325 a. J.C.) atacé el problema de forma diferente; para él las relaciones le Hevaron a las siguientes condi que, como sabemos, las dos primeras corresponden a ecuaciones de pardbolas, mientras que la gltima ecuacién es una hipérbola. 89 EI gran Apotonio de Perga (262-190 a. J.C.) también dedic6 un tiempo a re- solver el problema de la duplicacién del cubo; él encontr6 una solucién original y relativamente simple, se basa en la siguiente construccién: 1) se sitda un reeténgulo OADB sobre los ejes, de lados a y 2a, 2) se obtiene el punto medio del rectingulo, le amamos C, 3) construimos los puntos Xe ¥ de tal manera que el segmento XY contenga el punto D, ademas X esté en la recta que sostiene al segmento OA e ¥ esté sobre la recta que sostiene a OB. Por iiltimo, se ha de verificar que cx =CyY, En estas condiciones, Apolonio afirma que: el valor de los segmentos AX = x y BY =y son las medias proporcionales entre a y 2a (la demostraciGn se puede realizar por varios procedimientos, uno de ellos es la aplicacién conjunta del teorema de Thales y de la proposici6n II1,35 perteneciente a “los Elementos” de Euclides). En este breve resumen no podemos olvidarnos de la concoide de Nicomedes (vivid en el siglo Il a, J.C.) y de la cisoide de Diocles, comtemporineo de Nicomedes; las dos son dos curvas notables y ademas capaces de resolver el problema de la duplicacién del cubo. Concoide 90 Los tres problemas clAsicas La triseccién del Angulo también nos presenté curvas maravillosas y en las que subyace el enorme ingenio matemético; entre todas ellas merecen especial dis- tincién la cuadratriz de Hipias y la espiral del genial Arquimedes de Siracusa (287-212 a. J.C). La cuadratriz es una curva que se genera al unir las sucesivas intersecciones de la recta AB cuando gira uniformemente sobre el punto A hasta llegar a la posicién DA, y de la recta BC que se desplaza uniforme y paralelamente hasta Tegar a la posicién DA. Como puede observarse es una curva continua BFLG, obteniendése el punto G por continuidad. Este breve resumen no estaria “completo” si nos olvidésemos del problema de Ta cuadratura del cfrculo, Sin duda fue el mds famoso de los tres problemas, se convirtié en un fabuloso rompecabezas. Tavo dos vertientes: una aproximada, que condujo a problemas de rectificacién de curvas, y en particular de la cir- 31 cunferencia; aqui se sittian métodos altamente ingeniosos para calcular con una precisién asombrosa; cabe citar el procedimiento ideado por Specht en 1836. Cal- cula en niimero 7 con exactitud hasta la quinta cifra decimal; en efecto, segin su procedimiento, + toma el valor de 3.1415919 frente al exacto 3.1415927, En la vertiente exacta el recorrido es dificil de resumir, no obstante tuvo unos hitos wanscendentales en su caminar a lo largo de unos dos milenios. A finales del siglo XVIII I. Lamber y A. Legendre demostraron que el niimero 7 no es racional; més tarde, en 1882, F. Lindemann en una memoria publicada en los Mathematische Annalen demuestra - siguiendo un proceso similar al descubierto por C, Hermite en 1873 respecto a la trascendencia del ntimero e - que también el niimero m es transcendente. En 1893 D. Hilbert realiz6 una demostracién mucho més sencilla de la transcendencia del nimero 7. Wantzell pone fin a la aventura de los tres problemas, asi enuncia un famoso teorema que leva su nombre: Un mimero real ¢3 construible con regla y compés si verifica dos condiciones (ademds son necesarias y suficientes): 1) el niimero es algebraico sobre Q; 2) el polinomio irreducible que le contiene como raiz es una potencia de 2. Este resultado pone fin a la tremenda polémica, demostrando sin ninguna duda, que los tres teoremas son irresolubles en las condiciones expuestas al inicio. Después de este breve recorrido hist6rico por los wes problemas, nos surgen varias cuestiones: a) ¢Llegaron a intuir los griegos la imposibilidad de los problemas? b) {Conoefan el método de las coordenadas? BIBLIOGRAFIA [1] Kline, M., EI pensamiento matemAtico de la Antigiiedad a nuestros dias, 1, Ed, Alianza Universidad, 1992, 92 Los tres problemas clésicos [2] Boyer, C., Historia de las matemdticas , Ed, Alianza Universidad Textos, 1986. (3] Heath, T., A history of Greek from Thales to Buclides, Dover. [4] Knorr, W-R., The Ancient Tradition of Geometric Problems, Dover, 1993. [5] Courant, R. y Robbins, H., ;Qué son las Matemdticas ?, Ed. Aguilar, 1971.

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