encontr ayer, y antes. El gento me fue indiferente, enajenado y veraniego. Fueron perfiles altivos que anduvieron sobre grises trmites esos muchos nombres hablantes, presos de la equiparacin fsica y mutua. Esquiv sus pasos y sus bolsas; evad todo enfrentamiento transente y visual que se me apareci; ca en una desolacin atestiguada por muchos y sufr los pensamientos apartados de mi independencia caminante. Fui un buscador que surc el estropicio continuo de la rutina pasante; fui el peatn inadvertido y comn a quien nadie pudo malograrle el hechizo de la soledad. Fui integrante de esas masas ambulantes, ftiles y libres. Trat de no tropezar con nada ni nadie, navegando en el desorden de un mbito que nunca fue mo, con un tiempo distinto, ajeno a todo apremio; desatento de la charlatanera reinante, desapercibido en el estruendo. Fui un resultado de aparicin, un espectador de espectadores. A las mismas personas que encontr hoy encontr ayer, y antes pero a vos no pude encontrarte y no s hasta cundo ser, por eso, una cifra humana entre todas las dems.