0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
12 vistas2 páginas
esos calientes-hombres-modelo. Ropa nueva. Corte de cabello. No más carbohidratos. Vino no cuenta, añadió, instándome a tomar otro sorbo. Me río de su entusiasmo. — ¡Alto ahí! No habrá ninguna acción modelo en mi futuro, le aseguré. No necesitaba un boleto de ida a la ciudad Corazón Roto. No, gracias. Aún así, no pude evitar pensar en Ben Shaw de nuevo. Esos ojos intensos y atractivos, sus labios carnosos
esos calientes-hombres-modelo. Ropa nueva. Corte de cabello. No más carbohidratos. Vino no cuenta, añadió, instándome a tomar otro sorbo. Me río de su entusiasmo. — ¡Alto ahí! No habrá ninguna acción modelo en mi futuro, le aseguré. No necesitaba un boleto de ida a la ciudad Corazón Roto. No, gracias. Aún así, no pude evitar pensar en Ben Shaw de nuevo. Esos ojos intensos y atractivos, sus labios carnosos
esos calientes-hombres-modelo. Ropa nueva. Corte de cabello. No más carbohidratos. Vino no cuenta, añadió, instándome a tomar otro sorbo. Me río de su entusiasmo. — ¡Alto ahí! No habrá ninguna acción modelo en mi futuro, le aseguré. No necesitaba un boleto de ida a la ciudad Corazón Roto. No, gracias. Aún así, no pude evitar pensar en Ben Shaw de nuevo. Esos ojos intensos y atractivos, sus labios carnosos
Busqu en el cajn de debajo de mi escritorio un rollo de toallas de papel de emergencia que guardaba all. Estaba esperando a que se fueran antes de que fuera a toda velocidad con mis manos y de rodillas para limpiar el desastre. Pero ellos parecan estar tomndose su dulce tiempo. No poda or la conversacin, pero sus posturas eran tensas y hablaban en susurros. Cada vez que pensaba en la forma en que l me haba mirado a los ojos, mi corazn daba un salto raro. Haba cierta profundidad en este hombre, una que su belleza mantena oculta. Dudaba que la mayora de la gente escarbara sobre la superficie. Aunque, raramente, yo quera conocerlo. Era un pensamiento estpido y no tena idea de dnde vena. Quiz era mi educacin, la hospitalidad surea o algo as. Pero quera cuidar de este hombre, suavizar esa peq uea lnea de preocupacin en su frente. La profundidad y la complejidad en sus ojos que me haba n mantenido cautiv a por un momento demasiado largo. Como si mis pensamientos lo hubieran atrado y s acado de las garras de Fiona, Ben sali con pasos largos de la oficina y dud en mi escritorio. Te quemas te? Su pregunta tom un momento en resonar. Oh, s, mis piernas. La humillacin haba bloqueado el dolo r. Pero ahora que lo mencionaba, me di cuenta de que estaban hormigueando donde haban sido salp icadas con el agua hirviendo. Con su mirada tan intensa sobre la ma, me tom un momento recordarle a mi boca cmo funcionar apropiadamente. Slo las piernas. Tartamude. Brillante. Pon a un hermoso hombre fr ente a m y me convierto en una idiota trastabillante. Este trabajo no tena buenos presagios para mi autoestima. Pgiina 24 Sus ojos cayeron hacia mis desnudas espinillas y olvid todo acerca de la quemadura. Fiona apareci, dejando caer una barra de labios dentro de su bolso de mano Fendi. Esa cosa costaba ms de lo que yo ganaba en un mes. Ella levant su barbilla, oliendo el aire. Qu es ese olor? su cara se retorci con repulsin. Mir a Ben y luego a m. Todo lo que poda oler eran los obsequios cocinados que hacan la boca agua, emanando del recipiente sobre mi escritorio Huele como a azcar procesada. las lnea s de su ceo se profundizaron en la boca de Fiona. Cocin muffins de arndanos para la oficina . abr la tapa y la mayora de la deliciosa esencia sali flotando, recordndome que mi estmag o se haba perdido el desayuno en remplazo de tomarme el tiempo para vestirme con algo presentable y alisarme el pelo. Querr uno antes de los ponga en la pequea cocina? La mirada de B en baj al suelo cuando intent esconder una sonrisa. Fiona me mir como si fuera una inestabl e mental, como si estuviera tratando de servirle una pila de estircol en vez de un muffin d e arndanos hecho en casa. Cul era su problema? Supongo que mi gesto de buena voluntad fue una idea tonta.
Inhal y levant mi barbilla. Estaba malditamente orgullosa de mis muffins. Pero la
mirada de desdn goteando de la carnosa boca roja de Fiona me dijo instantneamente que traer bien es cocinados a una agencia de modelos, era como matar a un cachorrito. Lentamente, Fiona gimi y se fue con pasos largos. Baj la mirada a mis piernas quemadas y salpicadas de t y mi confianza cay hasta ab ajo. Hey, Chica de los Muffins de Arndanos la voz de Ben era baja y autoritaria, atrayendo mis ojos hacia arriba para mirar los suyos. Me fij con esa mirada sexy Asegrate de poner un poco de hielo en tu que madura su expresin era coqueta y amable, incluso si su preocupacin estaba fuera de lugar. Formar palabras no era posible en ese momento, pero me las arregl para asentir. B en sigui a Fiona, rindose por lo bajo. O risitas Pgiina