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6 Elhorzone Poslsco Scumuor, Peter J, “Un sistema de cultivo intensivo en la cuenca del rlo Nautla, Vera- cuz”, en Bolen watt, 2a, época, nim. 20, México, was, 1977, pp. 50-60. Scam, Oto, “Consideraciones histricas acerca de las lenguas indigenas de Tabas- ‘o", en L, Ochoa (coord), Olmacas y mayas en Tabasco. Cinco acercamientos,Villa- hermosa, Gobierno del Estado de Tabasco, 1985 pp. 113-127. Serie Arqueologia. Ssmeesses-PEax, Guy, “Los origenes del volador y el comelagatoazte", en Huaxtecos y totonacos. Una antologia hist6rico-cultural, pesentacin,introduccion y seleccion de textos de L Ochoa, México, Consejo Nacional para la Cultura ylas Antes, 1989, pp. 83-96. Regiones, ; Los indios huastecos", en Huasxtecos y totonacos. Una antologia bistrico- ‘cultural, presentaciGn, introduction y seleccién de textos de 1. Ochoa, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1989, pp. 187-205. Regiones. "Ancient Sources on the Huastec’, en G, Ekholm e 1. Bernal (eds), Handbook ‘of Middle American Indians, vol. 11, Austin, University of Texas Press, 1971, pp. 582> 602 (parte 2). La Huasteca et la Frontidre Nord-Est de la Mésoamerique", en Actes du XLlle ‘Congres International des Américantstes, vol. 8, Pati, 1979, pp. 7-157 ‘Tari ZeteNo, Carls de, Paradigma apologético y noticia de la lengua buasteca, edicién de R. Acta, esniia hibliografico y notas de R, Montejano y Aguifiaga, MExico, UNAM, Instituto de Investigaciones Filol6gicas, 1985, Gramaticas y dicionatios: 3. ‘Torquenaba, Fray Juan de, Monarguia Indiana, edici6n preparada por el Seminario ‘para el Estudio de Fuentes de Tradicién Indigena, M. Le6n Portilla (coord,), Méxi- C0, tNAu, Instituto de Investigaciones Hist6ricas, 1975. Serie de Historiadores y Cro nistas de Indias, 5 ‘Toussatst, Manuel, La conguisa de Panuco, México, El Colegio Nacional, 1948. ‘Wituans Gancta, Roberto, “Btnogralia prehispanica de la zona central veracruzana”, en Davalos e I. Bernal (ed,), Huasteces, totonacos y sus vecinos, Revista Mexicana de Estudios Antropolégicos,E.t. xii, ims. 2-3, México, Sociedad Mexicana de Antro- pologta, 1953, pp. 157-161, |WinkeRson, Jeffrey, ~Presencia huasteca y cronologia cultural en el norte de Veracruz Central, México", en Huaxtecos » foronacos. Una antologia bistrico-cultural, pre- sentacion, intsoduccion y seleccién de textos de L. Ochoa, México, Consejo Na- clonal para la Cultura y las Antes, 1989, pp. 257-279. Regiones. Wire, Nicolds, véase Annimo, Bpistolario de Nueva Esparia, 1942 La zona oaxaquefia en el Posclasico Ernesto Gonzélez Licén* y Lourdes Mérquez Morfin** Introduccién 1a zona oaxaquefa fue poblada por diferentes grupos étnicos, muchos de los cuales perduran hasta nuestros dias. De ese conjunto pluriétnico que com- prende esta extensa regi6n, resaltan los mixtecos y zapotecos por ocupar los mayores tertitorios, y por la continuidad y compejidad de su organizacién so- ‘ial, politica y econémica, que se revela en la grandeza de sus ciudades y cul- ‘ura material. En la zona oaxaquenta, a igual que en otras partes de Mesoamerica, la infor- ‘macién més completa, abundante y detallada disponible sobre las culuras i sgenas prehispanicas, corresponde al horizonte Posctisico. Mis precisamente a las culturas que estaban vivas al momento de la legada de los espanoles y que les tocé el impacto de la Conquista y posterior dominacién colonial. Por las caracterstcas tan montafiosas de la regién, los pocos valles existentes ofre- ‘fan las mayores ventajas para producir alimentos y construir ahi sus ciuda- des. E Valle de Oaxaca, ubicado més 0 menos en el centro del actual estado de ‘Oaxaca, fue el lugar donde se desarrollaron los zapotecos, mientras que los, mixtecos ocuparon la parte oeste de Oaxaca, sureste de Puebla y este de Guerrero. Sin considerar de momento las descripciones hechas por conquistadores, religiosos y viajeros hasta antes del presente siglo, sino las que ya tienen un rigor mas académico, podemos decir que en las tiltimas siete décadas se han ‘Arquslog, investor del Masco Nacional de Anropogi de a, México “snropéog ise, profesor dea Disa de Esta de Posrago dea Esch icin de Arto pologite Hata, Mesa "a region macs se calcula en 4.00, ln donde actualmente ven unos 800 matecos gan dos en 130 mune 8 EorizonePosclsco Hevado a cabo un buen nimero de estudios sisteméticos sobre las culturas ue habitaron la zona oaxaquena en época prehispinica. Desde diferentes osiciones tedricas, aplicando metodologias y técnicas también distintas, arquedlogos y otros cientficos han tratado afanosamente de describir e inter- pretar los aspectos més relevantes de los grupos humanos que habitaron tan extensa Area ‘A medida que retrocedemos en el tiempo buscando mas informacién, ésta se vuelve escasa y fragmentada. En términos generales podemos decir que la informacion procede de tres fuentes principales: 1. Arqueolégica, a partir de los estudios de los restos materiales de esas cculturas, ya sean sus viviendas, edificios administrativos 0 templos; artefactos ¢ implemenos de trabajo; adomnos, restos 6seos y ofrendas funerarias, asi como de los restos de fauna y de flora asociados. La informacién relacionada a su organizacion politica y econémica, a nivel de regin o de sitio, proviepe prin- ipalmente de los recorridos que los arqueslogos hacen en grandes areas, Estos estudios enfocados a conocer el patrén de asentamiento de cierta exten- si6n territorial, a veces delimitada por elementos geageificos, permiten, en cocasiones, establever las distintas jerarquias y relaciones comerciales que hubo entre los sitios que ocuparon una zona durante cierto tiempo. Aunque a otra escala, lo mismo se hace para estudiar la distribuci6n interna de una aldea 0 centro urbano, Para conocer el desarrollo socioeconémico de sus habitantes y otros aspectos de caricter social, como procesos de estratificacin 0 sus cos- ‘umbres funerarias, se usan més los estudios de unidades habitacionales. Otros aspectos igualmente importantes, como el mitol6gico y religioso, han sido también estudiados con base en las limitadas evidencias existentes en este- las, cerimica y documentos pictogrificos prehispénicos. 2. Binohist6rica, como complemento de la informacion basica recuperada con técnicas arqueolégicas, esta la que aportan las crénicas, descripciones y relatos del periodo colonial. Hechas por religiosos, militares y personajes de ‘muy diverso origen, formacién ¥ motivacién, permiten una primera aproxima- Ci6n al momento del contacto de las culturas indigenas vistas por la europea.? 3. Lingiistica y etnografica. La primera, a través de reconstruir cémo de grandes familias linguisticas del pasado se deriv6 en las lenguas actuales. La segunda, estudiando relaciones de parentesco, variedades de comercio y pau- ‘Como eeplo pademos mencinar as Relaciones Garris digo x, que Fron ences con ‘siindiee 37 pens evade po el Cosep de das stata spins esas Se Ames ae [SY 88 as lac Gres ddr corey ene es eres Se pcs Se EmestoConsles Lin y Lauds Mirquez Morin # La zona axaquea ene oslisico 38 tas de comportamiento social entre muchos otros aspectos en grupos indlige- nas contempordneos, que permitan entender un poco més @ los grupos pre- hispanicos. ‘A pesar del importante esfuerzo realizado por gobiernos, instituciones € investigadores, y del apoyo que la moderna tecnologia ofrece, todavia no hay la informacién necesaria, especialmente sobre la cultura mixteca, mientras que la zaporgca del Valle ha sido mucho mas estudiada. Aunque los resulta dos de los trabajos hechos en la regién mixteca son cada vez mis abundan- tes, todavia son incompletos y dificiles de comparat. Las preguntas hoy en dia son también mas ambiciosas. Actualmente la arqueologia no se conforma sélo con saber quién, donde y cudndo; es decir, sdlo con identificar las cultu- ras 0 pueblos que poblaron qué regidn y durante cudinto tiempo, con descri- bir los templos, palacios y viviendas de sitios monumentales y modestos, la tipologia pormenorizada de toda clase de artefactos lticos o las formas, esti- los y decoraciones de las cerimicas descubiertas, como tampoco la simple Panney Te Ear Neaamercan Vilage EiestoGonzle Lin Lourdes Mirquez Morin # La zona oxaqueiaen el Poscisico n aldea se mantenia una gran cohesiGn y unidad de grupo, formando cada una de ellas una entidad tnica y diferente (véase figura 2) Para el periodo mas temprano no existia una diferenciaci6n social, eco- némica 0 politica, lo que implicaba e! mismo estatus para todos los miembros de la comunidad. Habia una cierta especializacién de la producci6n: algu- ‘nos individuos se dedicaban a la produccién de textiles, otros ala cerimica, la construccién, la caza, la pesca o la agricultura. ‘Al llegar al periodo Preclisico superior (Fase Ramos 500 aC-300 dC), los mixtecos mantenian el mismo patron de organizacién social con base en los grupos domésticos, pero tenian ya una divisin del trabajo més compleja. ‘Algunos individuos se empezaban a especializar en ciertas labores y habia mayor variedad en la producci6n. Para esos momentos existe ya una desi- sgualdad social mas formal al interior de las comunidades; la presencia de una elite administrativa y sus ayudantes de menor rango social, aunque no cexistfa todavia un lider supremo pues el control era ejercido por medio de un ‘consejo de ancianos que representaba a las familias dirigentes de las aldeas y barrios. En la regiGn mixteca, para el periodo Clisico (Fase Las Flores 300-800 d0), aunque tenian una organizaci6n politica a nivel de Estado, ésta no implicaba Ja centralizacién de todas las funciones que lleva a cabo Estado o sus institu- ciones econémicas, sociales y politicas tal y como sucedié con otras culturas mesoamericanas, con grandes ciudades aglutinarias del poder politico: Teot- huacan, Tenochtitlan, Tikal o Monte Alban, Sin embargo, habia asentamientos de cierta magnitud en la regi6n mixteca como Cerro de las Minas, Huamelul- pan, Yucuita y Yucufudahui (véase figura 3). Los mixtecos habjan alcanzado un alto nivel de creacién artistica y cul- tural, pero sin llegar a una unidad politica entre ellos." Habia ciudades de diferente rango que estaban divididas en barrios, cada uno con una familia de alto estatus. La poblacién mixteca en este periodo parece haber presentado, desde un punto de vista general, una division social en dos clases contrastantes: por tn lado, los dirigentes y la nobleza, que constituian un pequeio grupo, y por el otro, la masa del pueblo, Estas dos clases a su vez tenian diferencias ‘tau conesponden a secvenciaregonal dea Mea Ala, en a que fata que considera tam tiga as ass oamepan yl Cente el 40 a y $0 J Par la Maca Bate divide en ase Node (G00 a¢-100 dO) y Fase Nuibe G00 G0), qoedahdo un perodo de 210 aos ante amos, todavia sin Slr bs vale cently de Oaxaca equals es peiodos Monte Asn I I-A, HIAy IBV (aoa Spores, Tbe Mle. pp. 78 a horizon Poscisico ‘ 1A Sen cot coogi thio J Seen f 2 ee Figura 2 1s aldeas en e horzonte Preclisico. Oxteorio Figura 3, Los cents urbanos en el horizonte Cisco, internas; la aristocracia podia ser dividida en dos partes: la casta gobernante y los nobles que servian como administradores, asistentes y supervisores. TTenian derecho a recibir tributo y servicios de un sector de la poblaciGn que les era asignado y tenfan esclavos. La base de la sociedad estaba formada por la gente comin: agricultores, comerciantes, artesanos ¥ el grupo de terrazgue- ros, sirvientes y esclavos. Los comerciantes ocupaban, como en otras cul- turas mesoamericanas, un lugar importante en fa vida diaria, Hasta el momento no existen evidencias de una clase militar. fmeso Gonslez Lich y Loves Mirquer Main a zona oaxaqueti ene Posclsico a Los sacerdotes procedian tanto de la clase comtin, como de la nobleza. A pesar de tener ocupaciones muy especificas y distintas de las del resto de la poblacién, parece que no eran parte de una clase especial, pero eran selec: cionados por el rey desde que eran nifios para recibir un adiestramiento especial en los menesteres religiosos. De_una manera esquematica podemos visualizar a la sociedad como una pirimide donde el pice estaba formado por un grupo reinante privilegiado, compuesto por el gobernante del lugar, su pareja, sus hijos y quiz sus padres. En el rango inferior siguiente, un grupo mas amplio y flexible de personas de Ja nobleza, de tamafo indeterminado, pero relativamente pequeho. En la es- cala inferior, la gran masa de macehuales y un ntimero menor de terrazgue- tos granjeros, sirvientes y esclavos que cuidaban la tierra y las casas de los ‘gobernantes y de la nobleza. Los macehuales eran los labradores y los tribu- tarios; quiza entre ellos habia cierta estratificacién, pero no se encuentran. datos de que hayan sido jerarquias hereditarias. ‘Algunos investigadores han sugerido que otro de los modos de adquirir cieito estatus social cra por medio de los oficios de curandero, pantera 6 hechicero. Sin embargo, toda esta gente puede ser considerada como cam- pesinos que a veces desempeftaban distintas funciones. El grupo mas bajo en. Ia escala social lo formaban los esclavos, que podian ser enemigos captura- dos en alguna guerra, obtenidos a través de la compra o en la misma comu- nidad entre aquellos individuos que hubiesen infringido alguna falta que ‘ameritara su clasificacin como esclavos. Por ejemplo, en la Relacion de Teco- mastlabuaca se dice: *...y los que derivan deudas y no tenian de qué pagar ‘s¢ los daban por esclavos perpetuos y se servian de ellos o los vendian [...1 o sactificaban 0 hazian de ellos lo que querian."® ‘Visto asi, encontramos a |a sociedad mixteca dividida en cuatro grupos que son significativos, cuando se trataba de la realizacion de diferentes ever tos como el matrimonio, las ceremonias, la adquisici6n de bienes y propie- dades, la libertad y la esclavitud. No hay evidencias de la existencia de clanes o de otro tipo de organi- zaci6n unilineal mas allé de los confines del propio territorio dominado por un seftor o rey. Los lazos fuertes del parentesco no Ilegaban més allé de los limites de la comunidad. Incluso en la circunstancia de una consolidacién de las comunidades a través de la herencia y de los matrimonios reales, no 2 Apud, Degen, a Mea... 13 m throne Poss cexisten evidencias de extensiones de la autoridad, ya que el sistema era pa- tilocal Cada comunidad, reino 0 cacicazgo era visto como tna entidad pola, con ciertaautonomia e independencia, con ligas flexibles y esporidicas entre elas. Puede ser que algunos ancestos de cieros linaes fueran venerados por varias de ls familias reinantes, pero la unidad social de los mixtecos, para el hor- zonte Posclisico, era la familia extensa y la comunidad, Los reyes tenfan sis- temas de lina y parentesco diferentes de los nobles y ms ain del comiin del pueblo.® los descendientes eran considerados de manera bilateral por la clase rei ante, a igual que las herencias de las propiedades y los ttulos. El var6n mas Viejo era el que seguramente reciba la mayor consideracién, Tanto las mujeres como los hombres podian acceder ala herencia real, aun cuando en algunos documentos del siglo xv se aprecia cient inclinacién por la nea masculina Exist una marcada distincién en las formas matrimoniales entre los dis- tints grupos sociales. La endogamia,o sea, el matrimonio entre los miembros de la misma comunidad, era la norma para la mayoria de los mixtecos. Pot Jo que respecta ala clase gobernante la regla eran los matrimonios que guar- daban las jerarquias sociales; los hijs de reyes con los hijos de otros reyes, los nobles con mujeres también nobles, los principales con mujeres de igual rango, manteniendo en la mayoria de los casos la patrilocalidad.* En el Co- dice de Yanbuitlan encontramos ejemplos de casamientos entre parientes, lo cual parece haber sido muy comin entre las personas de este pueblo. Los ‘casos mas interesantes son los de las genealogias reales de Tilantongo, uno de los sitios mas importantes de la Mixteca y reino del famoso guerrero “8 Venado, Gara de Tigre’ y de otras pueblos cercanos.” Habian tres tipos bisicos de matimonios entre parentes:parientes parale- los, eruzados e inmediatos. Ls dos primeros eran los més comunes, Los de parientes inmediatos eran escasos, por lo que podemos considerarlos como excepciones. Existe el caso de casamiento entre medios hermanos. En ocasiones, en la parte mis antigua de la genealoga, se pueden reco- nocer uniones matrimoniales entre individuos de dos grupos distintos, por woe ote aa ee ree Hemera, i general de ios hecbes,., a, p. 9. “ ler feso GoailezLicin y Lures Miquez Moin La zona oaxauetia ene osclsco B ejemplo, los invasores de Apoala y Achiutla (descendientes de érboles) con Ja gente del lugar (descendientes de la tierra). or lo que respecta a los casamientos entre individuos con parentesco inmediato 0 de primer grado, es uno de los aspectos caracteristicos de las, dinastias mixtecas, Entre hermanos por padre y madre se han encontrado cuatro casos entre los descendientes del gran conquistador “8 Venado, Garra de Tigre”. El. primer matrimonio fue entre dos hijos de 8 Venado y se ha supuesto como consorte a su cuarta esposa. El hombre se llamaba 8 Movi- miento y la mujer 8 Yerba, ambos nacidos después del ao 1060 dC. En el segundo se trata de dos bisnictos de 8 Venado, llamados 8 Caha, rey de Tilan- tongo, y su hermana, 5 Conejo, los dos primogénitos de su sexo. Esta pareja naci6 en el siglo xi. El tercer y cuarto matrimonios fueron los de los reyes de Tilantongo y los de Teozacualco, que correspondian a la sexta genera- cin de 8 Venado; el de Tilantongo fue e! hijo mayor, llamado 12 Caita, que se cas6 con su hermana mayor, 3 Tigre. El rey de Teozacualeo, 12 Casa, también ‘ea hijo mayor y se cas6 con su hermana menor, llamada 11 Lagarto. {os motivos que indujeron a estas dinastias a los matrimwnios con parien- tes inmediatos no son muy claros; sin embargo, se supone que se realizaron por asuntos de caricter econémico y politico, como reforzar alianzas, ganarse ‘un enemigo, acceder a recursos de otros terrtorio. Entre los mixtecos era comiin tener varias mujeres; sin embargo, s6lo la primera mujer de los caciques era Ia legitima y sus hijos los tnicos herederos del cacicazgo; las otras mujeres eran s6lo concubinas elegidas entre los nobles y estaban al servicio del seftor para todo lo concerniente a su aten: cin, cuidado, alimentaci6n y vestido.* De acuerdo con el cronista Herrera fuera de esta mujer (..] tenfan otras por mancebas, hijas de caballeros, tenigndolo por gran favor, las daban desde nifas [..] no tenian manceba ‘a muger casada, i después de haver tenido hijos en las mancebas, las ca saban con caballeros 0 mercaderes i nunca ms llegaba a ellas, ni las veian: ocupabanse en hilar los vestidos del cacique ila cacica, en guisar de la comida, i acompafiar la seftora, i servirla, como esclavas, por lo cual las querian bien, aunque munca faltaban ocasiones de celos.” pase, ecg y pares." p. Here's, Mita goneal de ox bcos. p98 i Elhorizonte Posclésicn Organizacién polltica Durante el horizonte Posclasico, la Mixteca se encontraba dividida en una serie de ciudades-estado 0 seftorios constituidos por cada uno de los pueblos y-de sus comarcas aledaftas, Algunos estaban agrupados en una serie de pro- vincias, mientras otros permanecian independientes. Entre los sefiorios ms grandes se pueden mencionar a Coixtlahuaca, Tilan- tongo, Tlaxiaco y Tututepec. Estos sefiorios, descritos también en la literatura Como feinos, tenian sus sedes en las cabeceras o ciudades mas importantes de ‘su propio territorio. La jerarquia, independencia y relaciones entre cada reino residfa en diversos factores como podfan ser su ubicacién, fuerza armada 0 importancia religiosa (véase figura 4). El poder de los sefiorios se afirmaba por medio de alianzas, casamientos Y guerra. Existian convenios entre los caciques, quienes se intercambiaban rotecci6n y seguridad por tributos, pero existia una gran autonorhia interna en las comunidades. Los reinos mixtecos eran confederaciones de seftorios auténomos y con ‘exos flexibles e inestables, de acuerdo con las conveniencias y circunstan- cias particulares de cada seiorio. ‘Tututépec fue el reino més poderoso de la Mixteca de la Costa. Se extendia Por més de 200 km a lo largo de la costa del Pacifico, desde el actual estado de Guerrero hasta el puerto de Huatulco. Tututépec ejercié dominio sobre varios pueblos cuya composicién étnica era contrastante, como fueron los ‘amuzgos, los mexicanos y los zapotecos. Existia,y atin existe, una diversidad étnica y lingiistica, aumentada por las diferencias geograficas en que se subdivide la region. Aunque hay algunos autores que consideran que las comunidades podian mantener una solidari- dad 0 cohesién como mixtecos; incluso algunos cronistas consideran que se trataba de una verdadera nacién.” De hecho, el nombre mixteco se utiliza para denominar al grupo lingtis- tico, la region y el estilo artstico producto de la cultura mixteca, sobre todo en objetos cerémicos, pero debe hacerse notar que estos aspectos no son coin- Cidentes ni hemogéneos, variando cronolégica y espacialmente.® Dahle, ta Mica. pp. 168169 Danke, la Maca i jifte 9 uno de los aspects de mayor controvesa, ya que fecentement se confunden el eo la resin yl grupo érco. Para mayor informacen consi Schivelzon, fl complgs angulosa Puabia Stone, Ape of be Maeca-Publa Sle and Mestec and Cental Meccan Cute ik Seater eto Gonz Lit y ours Myer Mota «La zona oaxaquetia ene Poslsco 1 & (> Mecatinoa —~) worth ints So ino iver Noone oe an Dh Ou cage Figura 4, Los seiorios en el horizonte Posclisic. Ala cabeza de cada pueblo estaba un cacique que habia heredado el po- der. Bra la maxima autoridad, Para ejercer sus funciones era ayudado por asistentes, consejer0s y regidores; todo el aparato se apoyaba para su practi- ‘caen un cuerpo de leyes impuestas por la tradici6n. El cacique era el juez y jefe supremo en la guerra. Entre sus funciones estaba la de elegir a los sacer- asu eros. 5 sven con ls Relaciones gengrijicas, documentos senerados en el silo x con el fn de que las atordudes de lt metrpoliconocieran mas sus dominios (recursos naturales, hibits, costumbes, poblacion, lengua, eee tera), sabemos que existian varios tipos de organizacién politica y que € poder residia de manera distinta dependiendo de cada comunidad. Por ejem- Plo, en algunos de los seforos el gobierno era ejecido po el cacique sn ningéin aparato gubernamental aparente, como en Nochixtén, Los Almo- loyas, Mitlatongo, Tamazola, Teozacualco, Los Peftoles, Zacatépec y Cahui- tlan; pero en la realidad debieron haber contado con una organizaci6n no tan “ime scverdo con la Relacn de ,Juxtlabuaca, otros pueblos, en particular Jos de Ia zona occidental, como eran los amuzgo-mixtecos y los mixtecos ppuros, estaban gobernados por el cacique, quien ocupaba a sus parientes ‘como intermediatios. “npahigen, La Mécwc..,pp. 7017 78 horizon Poca la Mixteca Baja se encontraba gobemada por el cacique y un consejo for mado por principales y sacerdotes. Ejemplos del gobierno por parte de con- sejos de principales se encuentran en los sefiorios de Chila, Petlalcingo y Piaztla, mientras que Acatlan e Icxitkin tenfan consejos de sacerdotes. Por lo comiin los miembros del consejo eran personas con experiencia, de cierta edad y que habian llegado a ese puesto después de haber desem- petiado varios cargos pablicos. Laguera La guerra jugs un papel distinto dentro del desarrollo sociopolitico del pueblo mixteco. En una primera etapa parece haber tenido una funcién de asen- tamiento y resguardo de un territorio, a veces ya ocupado, lo que implicaba Un triunfo. Después vendria la etapa de defensa de ese lugar en contra de pueblos vecinos 0 de otros llegados de tierraslejanas, como en el cago de los mexicas y en su momento de los zapotecos, que de iniciarse como guerra defensiva después se tomé en guerra de conquista. Al tevisar la historia de Ios mixtecos, se tiene la impresién inicial de en contrarse con un pueblo muy proclive a la guerra, pues las leyendas y cédi- ces narran batallas y defensas de unos reinos contra otros. Se relatan diversas victorias de la Mixteca por los seiiores de Apoala; se habla de los guerreros miticos de Dzahuindanda de Achiutla, y se pinta la gran alianza de 112 reyes y caciques bajo el mando de 8 Venado Garra de Tigre y sus expediciones hacia el lejano pais de los Reyes Rojos. Motivo de guerra podia ser el asegurar la hegemonia politica de una regi6n o el control de ciertas rutas de comercio. Fjemplo de lo anterior es Teozacoalco, estratégicamente ubicado en un valle surcado por un rio y entre las tierras arables de la Mixteca Baja y la poderosa ‘comunidad de Tututépec; era la puerta de entrada para productos como ce- rimica, algodén, plumas, textiles, cobre, turquesa y oro, entre otras mercan- cias procedentes de la costa que podian ser enviados al Valle de Oaxaca o la Mixteca Alta Hacia el final de la época prehispdnica, Tilantongo era el Estado mas po- deroso en la Mixteca, aunque arquitect6nicamente no revelara mucho. Su poder provenia principalmente de un sistema de alianzas a nivel regional reforzado por el liderazgo de 8 Venado que rompi6 la unién que habia entre {Dahir la Mea. 9.373 “bane, Za ea. Ene Gonzi Licén y Lous Marquez Min + La zona oaxaquetaen el Posclsico ” 1 grupo o fraccién mixteco conocido como “el bulto blanco y rojo" e influyen- tes gobernantes del Valle de Oaxaca, reforzado por los cuidadosos arreglos ‘matrimoniales que realiz6 entre sus hijos y adversarios politicos. Lareligion El pueblo mixteco era un pueblo religioso; de manera similar a otros pueblos ‘mesoamericanos era politeista. Cada comunidad tenia una deidad del lugar 0 dios principal, asi como otras deidades para las diferentes circunstancias de la vida cotidiana, Habfa dos clases de ceremonias, las familiares 0 indivi- dduales y las colectivas. Cada lugar tenfa un adoratorio o templo, y usaban las ccuevas y las cumbres de los cerros para efectuar las ceremonias. Practicaban ceremonias y ritos relacionados con la agricultura, Muchos de los ritos eran efectuados por cada familia o de manera individual. Las cere- ‘monias consistin en la colocacién de ofrendas, que podian ser plantas, velas, licor, etcétera. Algunas veces se ofrendaba un ave, copal, 0 un perro, como se ha comprobado en algunas cuevas donde se localizaron este tipo de res- tos, También se hacian autosacrificios El uso de las cuevas como lugares sagrados donde se efectuaban cere- monias religiosas esta bien documentado en varias partes de Oaxaca y tam- bién fue comiin en la Mixteca. Se les asociaba casi siempre con lo sobrena- tural y se creeia que era la morada del Dios del Rayo, el cual proveia del viento y las nubes antecediendo la lluvia como elemento vital para la sobrevi- vencia. Sin duda alguna, la cueva més importante para los mixtecos era la de Apoala, de la cual segiin la leyenda ellos tuvieron su origen, surgiendo del subsuelo por medio de un arbol: Al inicio, los dioses moraban una altiva peita que domina el bellisimo valle de Apoala en la Mixteca Altay un dia decidieron crear el Yutatnoho 0 Rio de los Linajes, que hicieron surgir de las entrafias de la tierra. Su torren- te sirvi6 para fecundar y alimentar dos frondosos Arboles que los propios dioses habian plantado a sus orillas. De estos érboles majestuosos, drboles sagrados, nacieron los primeros caciques, var6n y hembra, de cuya estir- pe surgié la noble nacién mixteca.® “con respeco als uch entre fccones pelts mites, véseBylnd y Pb, “Poltica facons..”, pp. 117.126 ‘Surg, Geng decrpin 1p. 24 80 iors Poses Los sacerdotes, la mayoria de las veces, eran los encargados de hacer las ofrendas a los dioses en las distintas festividades. El panteén mixteco con- sistia, como ya mencionamos, de! dios principal del lugar 0 dios local; en segundo término las deidades para los distintos oficios y para ocasiones especiales, Las deidades generalmente llevaban nombres calendiéticos, con un so- brenombre; eran representadas por idotos de piedra, barro, oro o madera, fabricados en distintos tamaiios. Al parecer a veces no se trataba de dioses dife- rentes, sino de advocaciones. En su mayoria eran antropomorfos como los de ‘Yanhuitlan, que se dice que eran hombre y mujer. También habia casos de idolos zoomorfos. En el Cédice Vindobonensis se aprecia la manera en {que los mixtecos concebfan su universo, compuesto por nueve cielos; en el noveno cielo moraban las parejas mas antiguas de dioses, algunos sin nom- bre calendaico ademis de la pareja divina de nombres Dios 1 Venado y Diosa 1 Venado, representados en el Vindobonensis, con una Culebra de Tigre y tuna Culebra de Le6n 0 Coyote. “Bn aquel tiempo, fingen los Indios que aparecieron visiblemente un Dios, que tuvo por nombre'tino Ciervo, ¥ por sobrenombre Culebra de Le6n; y una diosa muy linda y hermosa que su nombre fue Uno Ciervo, y por sobrenombre Culebra de Tigre." bos mitcosusban if calendario rua de 260 dias y un calendario solar de 365 dias, aunado a ciclos de 52 afios. Evidencias de la utilizacion de estos calendarios se encuentran en sitios como Huamelulpan y Yucunudahui, desde cuando menos el 250 dC. El afio de 365 dias era llamado por los mix- tecos Cuiya, y se dividia en 18 meses de 20 dias cada uno, mas los 5 dias que completaban el ciclo. a escritura de la regién mixteca ha sido relacionada con la de la vecina regidn de Puebla-Tlaxcala; sin embargo mantiene sus caracteristicas propias. 'Ademés de las representaciones de escritura mixteca que se encuentran en las estelas, objetos de cerimica, madera y hueso entre otros, destacan las realizadas en documentos pictogrificos sobre piel de venado, corteza vege- tal y lienzos (llamados comuinmente cédices). De los més importantes po- ‘demos mencionar el Vindobonensis, Becker Iy I, Zouche-Nuttall, Colombino y Selden Ty Il, De tan importantes documentos grificos de la historia mixte- a, s6lo se encuentra en México el Colombino, mientras que el Vindobonen- sis, junto con el Gédice Becker IyITestén en Viena, Austria; el Zouche-Nuttall, “carci, Orgone lt indies del Neo Mando Pas Occidental into Conzilez Lic y Lous MSrquer Moin # La zona oaxaqueta ene Poslsico a ‘enel Museo Britinico en Londres; el Bodley 2858 y el Selden I 11, en la blioteca Bodleiana de Oxford. Otros documentos importantes son el Mapa de Teozacualco, en Ausin, Texas y el Lienzo de Ibuitlan, en el Museo de Brook- In, Nueva York.” Principalesciudades 0 centros urbanos Los primeros,asentamientos mixtecos se ubicaron en los lugares més ade ‘euados para obtener 108 recursos de subsistencia necesarios: los valles, los, Iugares cercanos a los rfos 0 los sitios que proporcionaran cierta garantia para Ia agricultura. Por lo que se conoce hoy en dia, existian comunidades peque- fas en Ia etapa aldeana, que mantenian nexos con sus vecinos, ya fuera de tipo familiar 0 alguna clase de alianza. Los primetos centros urbanos durante el horizonte Preclasico mantenian ‘una poblacién que oscilaba entre los 500 y los 3,000 habitantes, dependien- do de las condiciones ecol6gicas de cada sitio. En la Mixteca no habia un centro de poder politico del tipo del que debe haberse ejercido en Monte Abin para los valles centrales. Las comunidades mixtecas prehispanicas se encontraban ubicadas cer- canas unas de otras; en promedio habia alrededor de 30 km entre ellas, lo que equivaldria a unas 8 0 10 horas de camino a pie. Por ejemplo, ciudades como Cerro de las Minas estaban separadas de Diquiyti 0 de Yatachio en esa proporcién, al igual que Tejupan y Cerro Jazmin, Yucuita y Monte Negro, Monte Negro y Huamelulpan. Incluso habia ciudades que se encontraban ‘mucho mis prOximas, como era el caso de algunas de las ubicadas en el Valle de Nochixtkin, como Cerro Jazmin, Yucuita y Etlatongo. La localizacién de estos asentamientos ha hecho pensar a algunos espe- cialistas en la posibilidad de un tipo de control politico surgido en cierto radio de accién, por alguno de los centros urbanos. Esta distancia pudo ser pprictica para reunir a las comunidades en algunas festividades, en el dia de ‘mercado 0 para participar en cualquier otra actividad. 1a construccién durante el horizonte Clasico de varias ciudades en la parte alta de las montafas 0 de los cerros, se menciona como indicador de Cconflictos entre los centros urbanos tempranos; por ejemplo: Yucuhudahui, Cerro de Las Minas, Diquiyti y Monte Negro. Estos sitios tienen una posicién ‘Pa una rein extensa de los mansros mixes, inca ren de proces yubicacion cual cnstese Cato Rivery mings. l 2 PP 75. 82 thoviaonePocisco estratégica al dominar visualmente todos los alrededores, lo que posibilitaria ‘una mejor defensa de la ciudad en caso requerido, En sitios como Yucuita se han encontrado enormes muros de piedra al este del lugar, quizé para prevenir el acceso al sitio por esta parte, y asi con- trolar la entrada por medio de escaleras y tineles especiales. Al parecer, como se mencion6 anteriormente, las comunidades mixtecas se mantenfan en competencia, sus ligas 0 relaciones eran inestables, y habia grandes conflictos por el poder y el prestigio. El patrén de asentamiento de estos sitios vari6: en Monte Negro, Yucuitu- dahui y Cerro de las Minas, los edificios principales fueron construidos en las ccumbres de los cerros 0 montafias, a lo largo de las cordilleras y en platafor- ‘mas hechas artficialmente, y el area residencial se encontraba sobre las terra- zas de las laderas, En los centros urbanos de cierta magnitud, los edificios eran hechos preferentemente de piedra, como en Yucuita y en Diquiys, donde'ademds, Jas condiciones geol6gicas hacian accesible la obtencién del material; en ‘otros casos, se usaba piedra sélo para el arranque de los muros que se con- tinuaban de adobe; en ambos casos eran posteriormente recubiertos con un aplanado de estuco. ‘Como apuntabamos anteriormente, la definicién de la cultura riuinie ‘como un elemento originario de la zona de Cerro de las Minas, region de la Mix- teca Baja, durante el Clasico tardfo, fue bastante significativa, pues el rea cercana a la actual poblacién de Huajuapan de Leén ha sido histéricamente habitada por grupos chocho-popolocas y mazatecos. Exploraciones arqueo- 6gicas llevadas a cabo en los ikimos afios en Cerro de las Minas han ubica- do, dentro de la Fase Ramos (500 aC-100 dC), un estilo denominado Nudée, que podria ser el antecedente del Nui. 1a definici6n de esas caracteristicas, como antecesoras de un estilo artistico due identifica lo mixteco, podria ayudar a aclarar el origen del estilo Mixteca- Puebla, y también algunos aspectos del grupo étnico conocido como mixteco. Existe toda una pokémica en tomo al estilo artstico denominado Mixteca- Puebla, que al parecer pudo haber sido compartido por los varios hablantes, de lenguas mixtecas alos que John Paddock llama tetlamixtecos, y cuya dis- tribucién no se restringié al area mixteca, sino que se le encuentra en otras, Se crce que la clus Nulhe Norel6 en Cisco ene 400 y 800 JC Para un plantearieno de tema ease Paddock, “Ostacs in Ancient Meson, pp 176-20, Moser, ue Wri and congo te Maseca Bae ast GonzlezLicén y Lue Mirque Morn # La zona oaxaqueta ene Pocisico 83 aonas, en especial en Puebla y Tlaxcala, Las caracteristicas mas generales de «ste estilo son la manufactura de cédices y trabajos muy destacados en ce- simica, hueso, piedras preciosas y metal, en especial, el oro.” Uno de los aspectos culturales propios de los mixtecos se refiere a sus costumbres funerarias. En la zona era comin la utilizacién de tumbas para los individuos de cierta jerarquia. La reutilizacién de las tumbas es un ele- ‘mento constante en esta sociedad. En la exploracién de dos tumbas locali- zadas en el sitio de Cerro de las Minas se pudo constatar este hecho. Ciro elemento importante a considerar fue el estudio osteol6gico. El and- lisis de la serie esquelética, que est compuesta por restos de mas de 44 indi- viduos, mostré que 17 sujetos procedian de los siete entierros explorados; 12 dela Tumba 4 y tres de la Tumba 5. En el relleno de la Tumba 5, ademas, se identificaron como minimo cinco individuos adultos y siete subadultos, lo que nos habla de la reutilizacién de estos lugares como una préctica comtin para esta poblacién. La invasion mixteca de los valles centrales 1a invasién mixteca de los valles centrales ocurre como parte de un’ proceso de expansién y conquista por este grupo, que ocurrié durante un periodo largo, a partir tal vez. del siglo xm ‘Joseph Whitecotton ha planteado que: El ascenso de los Estados mixtecos seftala el comienzo del Posclisico en Mesoamérica y el arribo de un tipo particular de Estado militarsta basado cen el tributo y la conquista. La sociedad mixteca posclésica implicé una transferencia de poder politico de lo que eran gobernantes teocraticos a seores guerreros seculares, aun cuando su cultura estaba construida sobre los restos de la herencia clasica.»* ‘Aun cuando la transferencia del poder pudiera ser que no siguiera ese esquema de desarrollo, lo cierto es que el Posclésico, en general, fue un hori- zonte de expansién y conquista. Las hiptesis al respecto son varias: se aduce que el crecimiento demogrifico y la presi6n sobre los recursos alimenticios levaron al grupo mixteco al militarismo como una via de solucién al “dilema ‘whiccto, Ls 2apotecos.. pp. 15106 ‘ote ese malo teco vena Came, A Theory the Org of be Sta: Sanders y Webster, “The Mesoaneran ibn Tadton’-y Banton, "The Ecological Perspective ene cs 4 El horizonte Poscléseo ecol6gico".* Se argumentan también desajustes politicos con un vacio de poder al caer los “imperios clasicos", que llev6 a la btisqueda de nuevas bases de poder politico. La pugna por el dominio de nuevos territorios es otro de los argumentos, 0 el sojuzgamiento de pueblos a través del tributo. El estudio de algunas fuentes primarias como los cédices Vindobonensis y Nuttall, asi como las Relaciones geogréficas, nos indican que muy proba- blemente las alianzas matrimoniales entre miembros de culturas diferentes, fueron el antecedente o el camino para asegurar las conquistas;siguiendo esta costumbre, los mixtecos penetraron en el Valle de Oaxaca. De acuerdo con la Relacién de Cuilapan y la Relacion de Teozapotian, que es el actual Zaachila, sabemos que los mixtecos entraron al valle alrededor del afto 1280 En ese afto ocurrieron dos enlaces matrimoniales entre personas de las dinastias mixtecas y los zapotecos. La pareja del primer matrimonio estuvo formada por una mujer mixteca y un seftor de Teozapotlan (Zaachila). Fl ‘segundo matrimonio se efectué entre la hermana de la esposa del Sefior de Teozapotlan y un noble mixteco pocos afios antes de la llegada de los espaiioles. El resultado de esta unién produjo que Cuilapan fuera cedido a la ‘nueva pareja que se estableci6 en ese sitio, por lo que muchos mixtecos acudieron.* Los mixtecos a los que se alude en las Relaciones geogrdficas procedian de Los Almoloyas, que se ubican en la Mixteca Alta, al noroeste de Yanhuitlan De acuerdo con varios c6dices prehispanicos mixtecos, asi como con la documentacién colonial, Alfonso Caso encontré relaciones entre las personas de Cuilapan y las de Yanhuitlan, Mas atin, le fue posible relacionar a los per- sonajes mencionados en los documentos con individuos representados en las tumbas de Zaachila, con lo cual qued6 establecido el valor de los cédices como documentos hist6ricos de importancia.* AA partir del estudio de la Relacion de Cuilapan se conoce su nombre original, Sayucu, que quiere decir “al pie del cerro”, La poblacién mixteca asentada en ese sitio, extendi6 su influencia por el Valle de Oaxaca, en el que fundaron nuevas poblaciones, donde antes habia zapotecos. Incluso domi- naron varios pueblos a los que le impusieron el pago de tributos, Existen discrepancias en cuanto a la fecha en la que tuvieron lugar estos hhechos, ya que las fuentes difieren en el dato, pero parece ser que se trat6 de lun evento cercano al momento de la llegada de los espafoles. whtecoon, Ls spot. p10 "Bulow "Dos elcome antigas del pueblo de Cupane de Oaxaca p. 28, ‘Ciso Fiery enon Fimo Goailez Lit y Lourdes Mquer Moin La zona ooxaguei ene Posclsico 85 las investigaciones efectuadas han revelado que los mixtecos de Cuilapan habian expulsado de Zaachila al sefor zapoteco, quien se refugi6 en Tehuan- tepec, region que él mismo habia dominado antes. Estas circunstancias forman parte del mismo proceso de organizacién politica y social, donde a través del parentesco se efectian alianzas con el fin de adquirir mas poder y conquistar nuevos lugares. De tal manera que la forma en la cual se llevé a cabo la expansién mixteca en el valle fue a través del desplazamiento del gobernante zapoteco para apoderarse de la autoridad politica. Posteriormente convivieron mixtecos y zapotecos, residiendo en los distintos barrios y continuamente estaban en pugnas. De acuerdo con Burgod, el sefior de Zaachila mantuvo una alianza con los mixtecos con el fin de conquistar a los mixes y a los huaves del Isto de Te- Iuantepec, pero hubo problemas en cuanto a la reparticin del botin, en este aso del terrtorio conquistado. Los mixtecos manifestaron su descontento y declararon la guerra a los de Zaachila, a quienes derrotaron ¢ hicieron hui.* En las poblaciones cercanas a Cuilapan habia simultineamente bartios de mixtecos y de zapotecos, euyos integrantes realizaban matrimonios entre si formando alianzas, al igual que se declaraban la guerra. En este sentido man tenian el mismo patron Ge comunidades un tanto inestables de la Mixteca, y de nexos débiles, donde los lazos se formaban y deshactan dependiendo de cada circunstancia. {Los mixtecos también fundaron algunos asentamiéntos en la regién que actualmente ocupa la ciudad de Oaxaca, ditigidos por jefes elegidos por el sefor de Cuilapan. Este grupo extendié su dominio hasta el valle de Fila, dominando quiza a la poblacién de Huitzo, en esa regién, Sobre la ocupacién mixteca en lugares como Mitla y Teitipac en el Valle de Thacolula, la documentacién es confusa, pues en alguna se afirma que los rmixtecos los sometieron, en otras que solamente les pagaban tributo, que de cualquier forma es un tipo de ejercicio del dominio poltico. La informacién es mucho més dificil de analizar pues para esos afos, la influencia y las rela- ciones con los mexicas motivaban luchas por el sojuzgamiento de los pue- blos a través de tibuto, que fue una de las caracteristicas de la politica mexi- ca hacia los otros grupos mesoamericanos. Lo anterior implica que las luchas y las alianzas se libraban no solo entre los pueblos originales del area de Oaxaca, sino con grupos venidos de “Iejanos sitios’ con afanes de conquista y dominio, como era el pueblo mexica ‘stung, Gogifca descr, vo. pp 395356, % hvizote Poscisico La evidencia arqueolégica En cuanto a la influencia mixteca en los valles centrales, uno de los hechos més contundentes esti representado por el hallazgo arqueolégico del contenido de la Tumba 7 de Monte Alban. Dicha tumba, de arquitectura zapoteca, en la capital de esta cultura, produjo en su momento toda una controversia al ana- lizarse los objetos de su interior y encontrar obras de excelente manufactura y alto estatus usadas por los gobemantes mixtecos. Proiferaban las mas bellas iezas hechas de oro y plata, hermosas vasijas; lujosas joyas para el adorno corporal como brazaletes, orejeras, anillos, diademas, collares y narigueras, +huesos de jaguar tallados con el més puro estilo de los cddices; restos éseos hu- ‘manos de cuando menos nueve individuos entre los que sobresale un erdineo con aplicaciones de turquesa, concha y obsidiana; copas de alabastro y cristal de roca; multitud de pequeias conchas, coral y obsidiana.* tras dos tumbas, éstas localizadas en Zaachila por Roberto Gallegos, indi- ‘caban claramente la presencia mixteca en el lugar. No sélo se trataba de obje- tos confeccionados con las técnicas y formas puramente mixtecas, sino que la decoracion de lay paredes con base en pintura, representaban personajes identificados en los cédices mixtecos, como eran los sefiores 9 Flor y 5 Flor. Este tltimo personaje es mencionado en el Cédice Nuttall, como bisabuelo del seftor 6 Agua “Rayas de Colores” de Yanhuitlan. El sefior 6 Agua habia ca- sado a su hija con 8 Venado “Serpiente de Fuego’. Las investigaciones hechas en Zaachila pueden ser indicativas para fechar el contenido de la Tumba 7 de Monte Albin, como correspondiente a finales del siglo xv 0 en el siglo xv. En una tumba explorada en Huitzo, en el Valle de Etla, también se en- ccuentra la presencia del estilo mixteco, en particula'en las jambas que deco- ran la tumba, de apariencia muy similar a las encontradas en Tilantongo en la Mixteca Alta, al igual que la fina cerdmica policromada, explorada junto a los restos dseos de varios individuos. A pesar de su contenido identificado como imixteco, la tumba guarda rasgos también zapotecas. Huitzo tuvo una ocu- pacién zapoteca muy prolongada que se inicia en la Fase San José en el Pre- clasico; aproximadamente 18 siglos después, en el Posclisico, fue ocupado por los mixtecos.” ‘Par una descipcin mis ampla del contenido ysgnliicado de esa umba,véase la obra de Alfonso aso, Hs de onl Alb, ‘SGalegos lr’ 9 Floren Zaably Paddock, Lord § Bowers Fay. ‘Manner “The Otmec andthe Valley of Oaac” pp 8758 Wheaton, Las zaps... pp. 112195 ‘Most, “smb I del bar del Rosa, Hutao, Ontier pp 41-47 Emeo Gonzilz Lin y Lous Mirqer Morn # La zona oaxaqueia en el Pocisico a Para lugares como Mitla y Yagul, en el valle de Tlacolula también se han re- gixrado evidencias de influencia mixteca, ya sea en la decoraci6n de algunos sitios, 0 por el hallazgo de objetos con la manufactura del estilo mixteco.* Conclusiones FlPosclisico fue un horizonte en que los grupos en el poder estaban luchan- do por crear ina hegemonia a través de la formacién de unidades politicas mis estables y duraderas que aseguraran la permanencia en el poder. Las co- nexiones entre los grupos no s6lo cercanos en un cierto rango, sino con gru- pos alejados de cada centro politico, se hacian cada vez. mas extensas, tor- nando complejas las relaciones, tanto dentro de cada comunidad, como en elexterior. Existian conflictos armados entre las comunidades mixtecas de un area, asi como conflictos mayores con los mexicas, y entre los pobladores de la Mixteca Alta y los de Tututépec, que motivaron una tendencia expansionista Yun aumento del militarismo. Incluso habia comunidades como Yanhuitlan ‘que gobernaban entre 25 y 30 poblaciones en cierto momento, aunque la caracteristica que predomin6, como en otras circunstancias, fue la inestabil dad y temporalidad del dominio. Las comunidades mantenian gran autonomia e independencia; los lazos y nexos se afianzaban y rompian con cierta facilidad. ‘Quiz una de las caracteristicas significativas de la cultura mixteca fuera su falta de unidad politica, generando diferentes estilos cerdmicos, sistemas constructivos y patrones urbanos, lo que dificulta su identificacién arqueo- 16gica. En este sentido seria realmente trascendente un estudio antropofisico de los restos éseos que tuviera como objetivo caracterizarfisicamente a los grupos mixtecos y zapotecos, que ayudara a resolver muchas de las interro- gantes acerca del tipo de influencia ejercido por cada uno. Se trat6 solamente de aspectos culturales difundidos, imitaciones de estilos artisticos, comercia- lizacin de productos, o hubo una presencia real yfisica del grupo mixteco en el Valle de Oaxaca, desde cuéndo y en qué sitios. Igualmente podria quedar definido el estilo cerémico mixteco, diferente al de Cholula y regién poblana. ‘Como menciondlbamos en la introduccién de este capitulo, la mayor parte de Ia informacién disponible acerca de los mixtecos prehispanicos corres- ponde al Posclisico, y de estos datos se han tenido que inferir los periodos ‘weal y Gamo, age el placid fs st pats. 88 [hosizone Pscisico anteriores, Este hecho, poco conocido, ha influido para que en general se con- sidere erréneamente a los mixtecos como una cultura tarda dentro del concier- to mesoamericano, Seré necesario que se leven a cabo mayores investigaciones én sitios tempranos de la Mixteca, que permitan balancear el conocimiento general sobre esta cultura. No obstante lo anterior, los mixtecos fueron un pueblo que supo adaptarse a su medio ambiente, que a través del comercio, primero, y de la fuerza militar, despué amplias regiones, Sus dirigentes, adornados con los objetos mas finos y delicados, se hacfan tratar con gran respeto y reverencia. Su destreza en la manufactura de obje- tos de diferentes materiales, entre los que sobresalen el oro y la turquesa, los destacé como de los mejores artesanos de toda Mesoamérica. Al final de la €poca prehispinica, una vez dominados por los mexicas, fueron obligados a pagar tributo, mucho del cual, como ha podido ser comprobado durante las eexcavaciones del Templo Mayor de Tenochtitlan, consistia en objetos'suntua- ros que eran oftendados a diferentes deidades, y depositados a su vez al pie de sus templos o altares. 5, obtuvo lo necesario para dominar Bibliogratia ‘Acuna, René, Relaciones geogrdficas det silo xv: Antequera, México, was, 1984. 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