Está en la página 1de 12
a arts DE Le SIGUE LA GUERRA COLOMBIA DEBATE VALLENATO: SAMPER SE BAILA A GOSSAIN ELLY 3. CARTA DEL DIRECTOR & ENTRE NOSOTROS: 8 SIETE DIAS. 14 UN GENERAL EN LA CIMA. Rompiendo «l mutismo que ca. racterizaa los militares, Ramén Emilio Gil, ministro de De fensa (¢,), habl6 con CAMBION6, 2T QUE PARTIDO, O15, Cémo vivié ef Tucho Ortiz, disestor téenico del Comulus, fos cuatro minutos que Hevazon a su equipo ala gloria, al itbol profesional colombi 20 UN DEBATE BIEN LEGAL. La polémica que se zener) por el aniculo de CAMBIOIS sobre la legalizacidn de la droga lo- vant6 ampolias, escaloftios y muchas voces de apoyo. 22 LA TENAZ SURAMERICANA. Bogota se ahoga en un océano de basuras, coniaminacién, inseguridad, huevos, apati, bu rocracia, ranconcs... nos lievé el Chiras ;Auxilio! 24 CONGRESO. Unas di eal y otras de arena, pero 26 VIENDOLO BIEN. Mapa genético. Por Patricia Lara 'SOCIEDAD 28 PIQUERIA, Duelo de acordeones: Gossain versus Samper. ‘30 EL PRECIO DE LA NAVIDAD. Hay para todos los bolsllos. 32 GENTE ANTICORRIDA. Un grupo de skinheads exo PORTADA ‘Autoretrat: Bemardo Atberto Pena. 34 JA, JA, JAL La risa es la mejor arma para combatir las tristezas, las de- presiones y recientemente se descubrié que ¢s el mejor an- idoto contra las enfermedades. En Colombia el humor tie rnc una larga tradicion y se ha convertido en un paliativo de Jos males que vive el pais. Ua aticulo para morinse de ta 46 CAMINO DE BELEN. En cl teritorioisrali sigue la lucha 52 DIEZ ANOS DE DEMOGRACIA. Y los argentinos felices ‘53 AFREIR MILITARES, Eduasdo Frei, nucvo presidente chileno. ‘54 AGATTAS. Se aprobs el acuerdo para suprimir aranccles. 58 COSECHANDO VIDA. Cerca de Magangué estin «sembran- do» peces para sobrevivi, ‘SALUD G0 RECUPERAR LA ILUSION. Novedesos métodos para comba- tir y remediar Ia impotencia masculina 62 AGUZATE QUE VIENE LA FERIA. El proximo sibado se prende Ia rumba en Cali, Recuerdo de quienes In convirtie- ron en lo que es hoy: Richie Ray y Bobby Cruz. 71. PERFIL. La estrategia de Salvo Basile para hacer de todo. 72 NAVIDAD MUSICAL. El salpicén disquero de fin de aio. 74 RESENA. Libros hisioricos, un «Numero» mas y Phil Collins, 76 CARAS. Mis sobre Ia television y un futbolista desconovido. 81 HUMOR. Juan Ballesta, 82 ULTIMA PAGINA. Por Antonio Caballero. Lieeé. El Papel de la ¢ WWW.maroncucn GERMAN HERNANDEZ E SABE ALGUIEN EL ULTIMO Pd chiste de Pablo Escobar? No- otros no... todavia, Pero es AQ), ity probable que hoy. 2 des ‘semanas escasas de su muerte, aluin umorista anénimo y3 inayn sazonado un par de ellos yy esté a punto de dorarlos y servirlos en la esa de los hambrientos colombianos Ganas de coeinarlos por lo mens no fal- tan: cuando sucedié la tragedia de Arme- 10 0 la del Palacio de Justicia, hace ocho aos, varios crucles ¢ iepetibles apuntes callejeos brotaron casi por generacién espontinea y de una u otra forma Ilegaron a Ja miayoria de los 60 millones de orejas, atentas al menor asome de humor. Y aunque se trataba de cuentos duros, tristes, patéticos, casi ninguno de aquellos lbules auditivos porcci6 resistirse a cs- ‘cuchar al menos el comienzo, En los il mos tiempos, que no han sido para sonri sas, ha surgido en el pais una increfble ca- pacidad de tratar de reirse hasta de sus propios dramas: de conver la tragedia en comedia gracias a las palabras magicas de algiin chispazo ingentoso. LI que esté libre de culpa, bien puede arrojar el pri- mer chiste Le verdad es que con esta cierta dosi de cirismo, de ironia, easi de desencanto parece estar elaborado el que puede deno- {De qué nos El humor actual de Ia Ironia y el escepticismo, mas negro que el negro Palomino, indica que nos gusta reirnos de nuestros males minarse nuevo hu- mor nacio- nal. «Descu- brimos que la gente se rie de sus ma- Tes», dice Hemin Peléez Restrepo, direc- tor de La Luctémnaga, el programa radial de mayor éxito en este ao. «Escribimor con Ia deliberada intencién de subvertir sensibilidades y ofender sanas concien imi- fando a cuanto personaje politico se le ccurrié y, contrariamente a lo espera- do, nadie le dijo nada, nadie protest. Todo lo contrario. Para los politicos estaba out no salir en «Zoociedad, {QUE hizo posible que Colombia, 6 al menos sus autoridades, en menos de diez afos, hubieran cambiado de actitud? «Zoociedad» no habia inven- tado nada nuevo. Este tipo de humor irreverente con los principes y los magnates es cotidiano desde hace bbastantes aflos en Ia televisidn de na- ciones civilizadas como Gran Breta- fia, Francia, Italia o Estados Unidos. ‘Ademis, en la prensa escrita (desde el Chapinero y Alternativa hasta los ‘grandes diarios de circulacién nacio- nal) siempre tuvieron cabida humoris- tas que tocaban a los politicos y a los dduefios del poder. La novedad radicé fen que era posible hacerlo ya no para ‘unos pocos cientos o miles de lectores sino ante millones de televidentes. Ya no era un humor destinado a la élites que leen las piginas editoriales de los diarios o los articulos de las revistas, especializadas sino a grandes segmen- tos de la poblacién. Hoy es comiin ver el «estilo Zoo- ciedad en los noticieros de television y humor politico de gran calidad en espacios que se caracterizaban por ha- cer costumbrismo, Del «habia una vez un antiogueilo, un costefio y un ca- chaco» se pas6 al «cierta- mente... como quiera que», pan de cada dia en «Sibados Felices», «No me lo cambie», «La lu- cigmaga» y los espacios matinales de las estacio- nes de radio juveniles. Del humor que se burla de las minorias ét- nicas y de las costumbres regionales (es decir, de los andnimos, de los des- poseidos) se pas6, por fin, al que ataca, asi sea de lado, a quienes deten- tan el poder. Algo cam- bi, y para bien, en el hu- mor en Colombia, =m EA “La Luclémagar: una manera divertida de mostrar la dura y cruel realidad al pals. La sociedad, segtin se podria deducir de aquel hecho, busca en el humor actual tuna manera de subvertirel orden, Pero un orden en el que, paradéjicamente ya no cree. «Ahora hay mucho imitador de vo- ces de los politicos —afirma triste Monte- cristo—, cuando antes ni siquiera se aceptaba hablar de un presidente o un se- nador: eso era un sacrilegion. Pero para Guillermo Diaz Salamanca, un sacrilego que imita desde el presidente hasta un aprendiz de sicario, pasando por dofia Tera y ¢l alealde de Bogots, el suyo es un arte en la medida en que no sélo falsifica las voces de sus personajes, sino ahora puede meterse en su propio cerebro, en su conciencia. «Mi sefiora es la tnica'mujer cen el mundo que se acuesta con 20 pers nas distintas en una sola noche», dice. No obstante, la verdadera y"novedosa virtud de Diaz Salamanca —ei mejor imi- tador del momento— radica, segin sus compafieros, en la improvisacién. «Los ‘humoristas tradicionales como Hugo Pati- fio por ejemplo —afirma Edgar Artun- duaga, el seior Velandia de La Luciérna- ‘ga— hecesitan siempre los servicios de un libretista. En nuestro programa, en cambio, no se hacen libretos: nos encon- ‘ramos a las seis de la tarde y empezamos a trabajar con las noticias del dia» 1 personaje imitado que més Be gusta —y al que ms Ie solic tan cufas pagadas en su sec- r cién— es Alberto Piedrahita Pacheco, un popular comenta~ J} risia deportivo que tiene fama Ge ser mas bravo que un aji de vikingo, Se ha detectado que cuando Diaz Salamanca Io imita se produce el mayor indice de sintonia sobre todo porque su actuacion siempre es lade exigit respues- tas a los chanchullos y a las movidas chuecas de cada dia. Y finalmente para reimos de nuestra propia desgracia Ello ha obligado a los dems humoris- tas a replantear sus situaciones eémicas Incluso un programa como No me lo cam- bie, diseBiado en un comienzo como revis- ta de variedades, incluye ahora secciones de imitadores de politicos y bromas sobre Jos males nacionales, Hay que anotar sin ‘embargo que esta modalidad de mamarle gallo a la clase dirigente no @s nueva, aunque antes no parecia ser tan atrevida, En 1789, por ejemplo, habia un personaje que era como el Jaime Garzon de a &poca: se Tamaba Pachito Cuervo, y, como Garzén, exa un hombre plebeyo pero dadotado de talento particu lar para hacer pegaduras, contar cuentos y divertir la gente», seguin afirma el historiador costumbrista José Maria Groot, Su fama Hegé a ser tal, que un dia el virtey José de Ezpeleta—el presidente Gaviria de la Epoca— lo invité a Palacio solamente para conocerlo. La risa incita la producelén orgénica de sustancias analgé- La esposa del virrey, doa sicas y estimulantes. Maria de la Paz —Ia Ana Milena de la época— le dijo que llevara también a su mujer, pues queria conocer- la. El picaro Pachito le contest6 que a él no le gustaba sacarla «porque era sorda como un guardacantén y habia necesidad de hablarle a gritos». Pero le aseguré que de todas maneras la convidaria, De regreso a su casa le dio la noticia a su mujer, pero le inventé también que la sorda que una tapia. Al suando fueron al palacio, la tito Cuervo salud6 a gritos ala virreina, mientras que ella, que pen- saba que Ia otra hablaba asi por la sorde- ra, le contest6 con verdaderos alaridos vi- rreinales. «La sefiora de Cuervo, a su vez, -y6 lo mismo de la virreina, y sentadas ambas se gritaban a cual més», recuerda el historiador Groot. La algarabia lleg6 al punto de que el propio virrey Ezpeleta tuvo que irrumpir en el recinto para averi- ‘guar qué pasaba no s6lo en el corazén del poder, sino en su cocina. «Pues que la se- fiora es sorda y hay que hablarle recio», dijo dofia Maria de la Paz. «jVuecencia c$ la sordal», replicé la otra, Lo que si- guid, desde Iuego, fue una carcajada ge~ neral —presidida por el virrey— tan pronto se supo que todo era una broma «El nico que no se reia era Pachito Cuervo, que a todas estas se mantenia se- rio como un palo», afirma Groot. Alo largo de la historia debieron exis- tir —sobre todo durante la Patria Boba— ‘muchos humoristas como aquel simpatico Pachito. Sin embargo, la escasez. de me- dios de comunicacién —y de asesores de imagen— no permitié nunca que su talen- to se divulgara. Pero més alli de los per- sonajes anecdéticos, con su fina manera de subvertir el orden ayudados hasta por un par de viejas sordas, puede decirse que el pais fue creciendo dividido en numero- sas vertientes humoristicas —Ia antioque- fa, la bogotana, la costefa, la pastusa—, cada una de las cuales adquirié una iden tidad regional propia. Los paisas, por ejemplo, crearon una de las principales formas de humor en la que, sospechosa- mente, siempre el triunfador es un antio- quefio, Los bogotanos se llevaron el ho- nor de hacer una propuesta de gracejos fi- nos con elementos netamente urbanos. ‘Al costefio se le asocié con la dichara- chera manera de vida y con una pe- my «Mi mujer se acuesta con 20 personajes en una sola noche», afirma el imitador Guillermo Diaz S. TIO: PEPE Rava sieive) natural TULSA 7d de Se Seams tN a we Importado por Fa aero ke Wa thee “ reza por el trabajo, mientras que el pastuso tuvo la desventura de adquirir el estereotipo de «tonto» existente en todos los paises del mundo. Daniel Samper Pizano, que eseribié un sesudo ensayo sobre el humor nacional en la Nueva Historia de Colombia (no con- fundir con La HistBria de Co- Jombia, su titima obta) diferen- cia sin embargo lo que es el «chiste regional tipico» de lo que son «las formas de humor regional. A su juicio existen s6lo tres modos de ser humoris- ticos principales en Colombia, que corresponden a tres dreas es” peefficas: la regién paisa, Ia re- gidn de la costa Atlintica y la de Bogoté. Y la primera, a la que pertenece Montecristo, es a més importante, «Muchos chistes y formas cémicas, que constituyen parte del archivo nacional colee- Ls tivo del humor, provienen real- mente del humor antioqueiio; in- corporados al folclor general, han acaba- do por perder la marquilla de Origen. ssa ha influido notablemente en el desarrollo del humor co- Tombiano. El paisa, en efecto, es astuto, ganador, ingenioso, francote, hiperbélico y mai hablado, ‘pero sobre todo po- pular. «Dicen que antioqueiio no se vara, EL sf se vara, pero lo bonito es como se desvaray, asegura Agustin Jaramillo Lon- dofo, quien se ha dedicado a recopilar las més divertidas angedotas de esa regién en el libro El testamento del paisa La vertiente humoristica antioquefia se distingue por dos elementos, uno de contenido y otro de técnica: Ia eseatologia ¥y la exageraci6n. El primero es asombro- so. «Cualquiera que conozea bien el fol- clor antioquefio —afirma Samper— se sorprenderi por ejemplo de la ausenecia de a fuerte tradicién e6mica pai- | | «PACHITO» CUERVO. Este mamage- llista del siglo XVIII no respetaba ni si- quiera a los virreyes. No habia radio ni television, pero los eronistas de la época dejaron consignadas para la posteridad sus inigualables chanzas cachacas. JORGE POMBO. Uno de los tantos hu- ‘moristas de la «Gruta Simbélica», quie- nes desarrollaron los chascarrillos y los vversos cojos. Fucron los antecesores de! humor en la prensa escrita, que tuvo grandes exponentes en Fray Lején y Ale fonso Castillo Géme7, entre ottos. <« CEBALLOS. Uno de los grandes humoristas de la radio y, tal vez, el primer cuentachistes de la era del pe- riodismo electronico. FRAY LEJON. Su columna «Buenos Dias», en El Tiempo, fue durante muchos af lectura obliga de miles de colo -«MONTECRISTO». Desde 1943 hasta Ja fecha, este humorista antioquefio ha hecho reir a millones de colombianos con sus ocurrencias y personajes. Todo un simbolo del humor colombiano, ‘A ver, jlas pildoritas para adivinat!... A diez centa- vos pildorita y el que las come se vuelve adivino. Mientras més Hleve, més fécil adivina, Aqui dos para el caballero, cinco para la seforita, una para el joven, «Cuando ya casi acababa dde venderias, grit6 uno del pi blico: —;Paisa ladrén! jEsto lo que es, es pura caca de chivo! —jBfectivamente, sefiores y sefioras! —dijo el paisa— {Miren qué prodigio! Aqui hay luno que ya comienza a adivi- nat La otra caracteristica del hhumor paisa es la exageracién. Ellas han hecho escuela en todo el pais y su popularidad es lg tanta, que no esta lejano el dia B en que algiin paisa varado tas, i recoja en una antologia, Estas son, por ejemplo, algunas exa- geraciones cldsicas: Mas ordi- nario que una monja con guayos... Mas peligroso que un caldo de anzuelos... Mis facil elevar una cometa de adobe... Mis feo que uno cagando y otro mirando. Més largo que una semana sin carne... Mis cansén que una visita con pecueca.. Mis perdido que el hijo de Lindbergh... Mis fiio que nalga de tullido... Mas traba- {joso que sonarse con guantes de boxeo. Mis caido que teta de gitana... Habla més que un perdido cuando aparece... Mas aburrido que mico recién cogido... ‘Aungue el humor paisa ha sido el mas ‘extendido en el pais —incluso sin que los ccolombianos lo sepan—, el ms caracteri- zado y reconocido por sus peculiares no- tas es el bogotano. El habitante capitali- no, en efecto, se tiene a si mismo como ingenioso, sarcastico e iustrado, y gracias al proceso de urbanizacién —que hizo de ‘Bogota primera ciudad modema de Co- Tombia— su humor se ha hecho mas uni- versal. Ya no es la diferencia, por ejem- LOS CHAPARRINES. En la edad de oro, de los transistores, este trio desarrollé el arte de os squeiches radiales. EVERT CASTRO. «1 coloso del humo- rismo> ha marcado durante décadas la ra- dio en Colombia y, en menor grado, en televisi6n, Se destaca por su estilo fino y elogante ‘LOS TOLIMENSES. Humoristas y fol- cloristas, los Tolimenses les agregaron el ‘componente musical a sus situaciones € historias, en las que casi nunca faltan los chistes de doble sentido. HUMBERTO MARTINEZ SALCEDO. Ei «maestro Salustiano», a través de progra- mas radiales como «El corcho» y «El pe~ plo, entre el habitante de la ciudad y el del campo —conocido como calentano 0 corroncho—, sino la diferencia entre va- rios personajes nacidos en la misma urbe pero separados por clases sociales, econd- micas y educativas: el cachaco, el gamin, el lobo, el mafioso. | Son varias las caracteristicas que de- | finen el humor bogotano. El juego de pa- | labras es una de ellas, y proviene del | auge mismo de los circulos literarios del | siglo XVIII. A don Francisco A. Rodri- guez (1755-1817) se le recuerda por sus malabares con los retruécanos y los c Jamboures, lo mismo que a don Franci co Javier Caro, el otro de los fundadores del humor verbal bogotano. Pero fueron los versos las herramientas més jocosas de la capital, siendo muy famosos por ejemplo los que se publicaban en 1849 en El Alacrén, un periédico satirico de «los cartacachacos» (cartageneros bogo- tanizados) Joaquin Posada y German Gu- tirrez de Piferes. Sin embargo, el apogeo del chascarri- Ilo fue la Gruta Simbélica, agrupacion de los poetas protagonistas de la bohemia ca- pitalina de fines del siglo XIX y comien- 70s del XX. «De su seno —asegura en su ensayo Daniel Samper— proceden mu- — y Alfonso Castillo Gémez —ere- ador del conocido Diccionario zurdo- Hoy todavia aparecen algunos rastros de quel humor en diarios de circulacién na- cional, a manos de corresponsales que en- vian sus colaboraciones en forma de car- tas al director. Asi lo hacen Tizor en EI Tiempo y Sareb en El Espectador. reque», y como libretista y actor de Séba- dos Felices, le dio mas profundidad y contenido al humor en radio y Tv. Suce- sores de su estilo son los integrantes del «Manicomio de Vargas Vib». De la es- cuela de «Sébados felices» surgicron ver- daderos maestros, como «eringan, «el flaco» Agudelo y Enrique Colaviza ALICIA DEL CARPIO. Creadora y di- rectora de «Yo y tin, la mejor comedia de la historia de la television colombiana, De su programa surgieron, entre otros, «el gordo» Benjumea, «Don Chinche» y «cl culebro». ‘«DON CHINCHE». Su personaje apare- . | humor bogotano, ademés, se diferencia del paisa en que Se ampara en eufemismos ¥ r dobles sentidos antes que en elementos escatolégicos. MMR = Tacpoce veccrtoeten ahs mor paisa 0 en el costefio re- ferencias cultsias, que si abundan en el bogotano. Pero la caracteristica que mis mareé al gracejo capitalino es la del re- pentismo. La respuesta rapida y contun- ente, muchas veces engarzada en un juego’ de palabras, es un atributo muy | apreciado en la universidad de la gracia bogotana. Una angedota del Runcho Ger- min Ortega puede mostrar muy bien el recurs: é se encontraba apoyado contra Ia pared, tomando un trago y mirando bailar en una fiesta bastante aburrida, Una dama de discutibles atributosfisicos que habia permanecido toda la noche Sentada en el sof, por falla de parejos, Vio que a ocasion'y la victima eran pro- Picias. Incompordndose, se acered al run- ho y, para ponerle tema de conversa- cin le pregunt Y usted,jde cules Ortegas es? «A To que respondié cortante el run- cho, adivinando para dénde iba I dama: "De los Ontezas que no bailan La mis interesante de las caractrist- cas del humor capitalin, sin embargo, es su visién de los problemas del ser y dela Vida, «Actituds filos6fico-existencialesn, en opinion del propio Samper, quien defi- ne asi este tipo de humor: «Se trata — dice de una visin generalmente escép- tica, amarga, a veces negra de la vida, no desprovisa en clertos casos de toques st- ‘Los Chaparrines»: héroes del humor en. la hora en que ne habia noticieros de Tv. i con variado éxito gran cantidad de acto- res de teatro y television DAVID SANCHEZ JULIAO. Exponentes del humor literario costefio, que nace en los relatos que se transmiten por via oral. Tuvo un largo cuarto de hora a finales de los setenta con historias tan recordadas como «el flecha», JAIME GARZON. Cabeza visible de «Zoociedad, el programa de television que reactivé la satira politica en Colom- Bia. No fue el primero (Hugo Patio ya imitaba ex presidentes), pero con Jaime Garzén volvieron los imitadores de hom- bres piblicos, de los cuales el més desta- cado es Guillermo Diaz Salamanca, rrealistas». Asi es el siguiente chispazo de Eduardo Ortega: Pienso cuando estoy fumando ‘que todos vamos al trot, que la vida es un chicote que 36 nos eta acabando Si en el momento nefundo Dios me llega a pregunta —aQuiere usted resucitar? le diré echdndole el humo: —Mil gracias, Senor, no fumo porque acabo de botar. Pero quizas el mejor exponente de esa acttud filos6fico-humoristca bogotana es José Asuncién Silva. De él es el poema Iailio: lla lo adoraba, y ét la adoraba. —4Se easaron al fn? —No, senor ellasecasé contro. | —¥emurié de suprir? | No, senor, de wn abort | —¥é el pobre, epuso asuvidafin? | —No, sor: se cs6 seis meses antes | | del matrimonio de ella y es fliz. La evolucién de esta caracteristica medio existencial puede ser el resultado de la que se encuentra de moda en el hu- mor actual. Uno de los precursores de | este género negro y surrealista es por | ejemplo Antonio Caballero, caricaturista y esctitor nacido en 1945, et 7 Uno de los precursores de este género negro y surrealista es el propio Antonio Caballero Evert Castro, -el Coloso del Humorlsmor fue el plonero de las voces Imaginarias en radio. cuya proverbial acidez es bien conocida. Entre las jévenes generaciones, untadas por este tinte cercano al azabache, se en- cuentran Eduardo Arias y Karl Troller — autores del ya famoso panfleto under- ‘ground llamado Chapinero— y el mismo Jaime Garzin, fundador del Movimiento Rotundo Vagabundo. En Medellin, sin embargo, existe un grupo que sigue estos ‘mismos parimetros: el de la revista Fri- volidad, cerrada hace unos afios por fisi- ‘eas amenazas de la mafia. Tampoco podi- ‘an faltar, en este rengl6n, otras manifesta- ciones modemas iguales pero diferentes: los del programa de television La Tele — ‘con Santiago Moure y Martin de Francis- €0 a la cabeza— y todos los lunsticos que conducen programas radiales de rock como La locomotora o El zooldgico de la r" parece haber pasado inadverti- do en Ia historia _humoristica Gel pais, pero no es asi Ha lle- gado al piblico sobre todo a través de sus principales eseri- tores —Gabriel Garcia Mar- quez, Alvaro Cepeda Samudio 0 David Sanchez Juliao—. La razén es sencilla Las caracteristicas narrativas del humor costefio se expresan mejor mediante gé- neros como el cuento, la novela o el rela- to, y por eso los mejores ejemplos de la vertiente humoristica de la costa Atténtica estin relacionados con la literatura: es un humor que disfruta més con la deserip- ‘cin que con el desenlace mismo. Con un detalle adicional, que no aparece ni en el humor paisa ni en el bogotano: la dimen- in y potencia de los érganos sexuales. Sobre estas tres columnas —la antio- «quefia, la capitalina y la costefia— se de- saroll6 la historia del humor en Colom- bia. Con la llegada de Ia radio vinieron los primeros cuentachistes: el tocayo Ce- ballos —un manizalefio cuyo nombre ver- dadero era Pompilio—, que se inici6 en | humor costefio, por su parte, El modelo Le Man 100 fue especialmente «reado para celebrar el Centenario de ‘Waterman, un siglo después de que Monsieur baste ‘Sus finos detalles primera pluma 0 Fuente del mundo te” le dana Le Man 100 una apariencia y una texura que lo Sélo Waterman re ofrece un barr de bronce, elaborado de una sola pieza Cada puma, La diferencia es esmeradamente inmediatamente fecha a mano, palpable. os el resultado de quince operaciones manuales que le proporcionan una personalidad Rhodium, tinea ‘mds precado que loro, os utilizado en el acabado de su pluma eat p ATERMAN _ De venta en joyertas de prestigio. Historia 0 histeria Leccones de Hsia Colombiana, Darel Samper Pzano, El Ancora Etre, 1993. |A MAS HETERODOXA & 100- noclasta salida de Daniel Samper es este libro es- ‘rite en bogotano, por un escritor bogotano, con hu- BI mor bogotano y como he- cho contra el angustiante stress que hoy padecemos los kacha- ‘os, vor tayrona segin El estilo periodistico y fluido del autor nos va envolviendo y es cuan- do la sonrisa aflora y se descuelea el teléfono para comentarle al amigo: «{Cémo te parece este loco del Sam- per? Que dizque el blasén del festival de cine de Cartagena iba a ser la ima- gen de un perro alano —galgo des- cendiente del famoso Leoncico, es- pecializado en atacar a sus victimas por detrés, como su nombre lo indi ca— por haber mordido el ‘antanas' del presunto violador de una tia de la india Catalina, idea que se des: carté de plano, de- jando al fin la imagen de la india como simbolo, porque ya existia, el Festival de Cannes. Uno se sumerge en lo profundo de se- mejante magma, que bien hubiera podido titularse «Los XXXIX rollos festivos» para estar a la moda. Pero ‘cuando se sobreagua, la risa va amai- nando. Entonces, a lo tinico a que se aspira es a que los mamertos no va- ryan a tomar semejante texto para en- Sefiar historia en el futuro. Tal extravagancia se refiere a la Histeria, que no a la Historia Patria, aunque por ella caminen bufones y truhanes, andando las mismas rutas de los Proveres y de los Héroes. Des- de Tuego, asi no es la Historia. Mal estaria asumir con gravedad semejan- te tomadura de pelo. Por el contratio, el libro es una original visién jocosa y deformada de ciertos episodios tra- dicionales colombianos, observados con gracia, agudeza y picardia desde el foco de la caricatura, de la broma, de la sitira y del chiste. ‘Sin duda, algunos criticarin con en- ccono este gracioso libro. Lo que sucede es que la obscenidad y la falta de sindé- resis estén slo en las mentes cerradas de quienes no aprendieron arelr. Daniel Samper. 1933 y que luego erearfa La hora de la simpatia en la emisora Nueva Granada, fue un pionero. Era un hombre muy popular y famoso por- «que siempre tenia el apunte engat ado en la lengua, El dia de su reti 10, por ejemplo, declaré que habia cambiado de actividad. «Ahora tra- bajo para Bavaria —dijo—. Como consumidor». Otros contemporineos radiales suyos fueron Hernando el Chato La- torre, quien importé de Cuba —euando habia relaciones tan fuer- tes como ahora— los esquemas de El tremendo juez y la tremanda cor- te, y Rail Echeverry, autor de El ‘granero de la esquina. Algunos in- telectuales también incursionaron en aquellos primeros pasos que daba el hhumor radial. Es el caso de Victor Mallarino y Otoniel Contreras, quie~ nes probaron suerte en los afios cua- renta con Hogar, dulce hogar. Jalme Garzén: asesor de humor. cro sin duda el que mis [)) ba geiece su uti, ravi a Ja influencia del humor an- tioquefio, ha sido Montecris- to, Su ingreso en ta radio fue en 1943, cuando intent6 pre- sentarse como cantante y ter- ‘miné contando cuentos y haciendo dester- nillar de Ia risa a un auditorio de Cali. «Yo vengo de un pueblo tan chiquito — dijo— que el Sefior Caido tiene que estar parado». Comenzaba asi la época dorada del ‘humor regional. En 1954, un par de bulli- ciosos y alegres compadres embutides en alpargatas se tomaron los micr6fonos ra- diales: Emeterio y Felipe, Los Tolimenses. Su reinado también fue exi- tos0, pero este afio su especticulo, que se transmitia en la cadena RCN, tuvo que ser interrumpido. Algunos achaques de salud del compadre Emeterio han obligado a Lizardo Diaz —el compadre Felipe— a largarse con su musica a otra parte. Ahora 3 «Chapin ‘a Zoocledad, det se presenta en especticulos pablicos en varias ciudades. Pero solo. El proceso de urbanizacién de Ia capi- tal comenz a reflejarse en los afios mara- villosos de los sesenta. Un dia, alas ocho de la mafiana, aparecié La escuelita de doa Rita. «Era una simpética ridiculiza- cidn de las maestras», recuerda hoy Efrain Jiménez, Calvete, quien en esa época re- presentaba a un bobo vivo. «Era una vil- vvla de escape para los problemas de vio- Jencia que tenia el pais», dice Calvete, hoy ‘ya bastante crecidito en su oficina de la Jefatura de Operaciones de Caracol. Tam- bién recuerda que La escuelita tocé alg nas veces problemas sociales. «Una mafia- 1a criticamos al Gobiemo, y el propio pre- sidente Carlos Lleras Restrepo telefoned a Caracol y ordend suspender a La escueli- ‘a, Sin usar su famoso y exacto reloj ‘Al mismo tiempo surgieron Victor, Mario y Augusto, Los Chaparrines, pe- ‘quefios de estatura perro gigantes en risas. ‘Estudlante vagor a

También podría gustarte