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La luz indirecta La luz se nombra la sombre de la luz vives, Bernard de Clairvaux Recuerdo todavia el asombro que sent! cuando vi por pri- mera ver las pantallas de video en lugar de los espejos en los andenes del metso... Bs cierto que poco después de 1968 habamos asist- ddo a la aparicién de cémaras de vigilancia a la entrada de las escuclas superiores, de las universidades, as{ como a la iracién de este nuevo equipamiento para el control de s bulevares y plazas de la cay jn indirecta de Un entorno dom suficiente con la mera luz elécti izaciGn acelerada de este género de equipamien- ja cada vez més la cémara de video y su monitor Liquid con grandes ventajas por un monitor de vi “cdi de las imiigenes grabachs, n w iComo no percibir en esto el cargcter esencial del Video? No se trata ya de la reprerendaceén més © menos actuilizada de un hechs dela presentaci6n en di ante electro-épico, aparente de lo real, 4 cos.) os comunes, sin n, su dispersién en obj ninguna relacién con ct esp relevisada. Quin se preoeupa hoy por los cables de lométicos? ;Quién se preocuparé maiiana por Por tanto, es Kbgico g gin espacio de representacié sino sd) Aldar espacio que el de su yde un monitor a su vee integra- a forma disueltos, en otros apa- n-ninguna relacién con la repre- iva © cinematogrifica, hos preocupamos de im tablero de mandos ni de Ia agen de un { nalmente de ningtin soporte, de una cdi: dos, por decitlo de al ates, otros equips inca de mayor © menor proxi- nucvo tipo de gNo_ estamos iinacin de un escaparat realmente del lugar de wacidn dela Kimpara electro-épcica determina la apa- nde lugares perceptibles en medios generalmente inperceptibles. Es el lugar del no-lugar de la trans fantdnea (a mayor o menot distasci), la conmmutacién s semejante a la percepeién del video. Este lugar es Yinicamente lo que est4 iluminado, altambracl, y ya no es necesario ese teatro 0 ese escenario de representacién cinematogrifica proyectada a distancia, Hay tal diferencia entre la videoscopia, la cinemato- a elev mismo aparato receptor de TV «std superado por la incosporacién de los monicores en los aparatos domésticos mas triviales, como ese portero electro-éptico que ofrece hoy la posibilidad de ver de la misma manera que el Fee dos de esta videoscopa, ewys reperessiues en ls) ade visin no seharan esperar, puedel video par- |<, wetivamente en Ia ereacton de unt Tocalizacién. izacidn de las salas de proyec~ duda volverd a repetirse dentro de poco, ivada, de este cuarto de estar fa por el televisor; pues.el por- reside ala vez en su emancipacién, 5 venir dela pant dela escenificacidn de las representacioe snatogrificas desemboca en la onganina- iporal de-un acto o de una narracién ffl } en un espacio de representaciGn priblicay grado, la escenografia pond paradas, y asimismo en conmurar ac mds o. menos distances. stamens, en el cuerpo mismo ipos diversos a Tos que, desde eegtado, una cris de Ta tetrans- i aCaba, a través de las téenicas de la ‘Sptica, por imponer hoy la ide sideografiae, dé una auténtica presentacién de los diferentes ambientes; una presenta- lo que fueron, pica telescépica a Scena astronémica o la present icroscpiea a esca- Ja de las propiedadtes intimas de la mate EI video no serd por tanto el octavo arte, de la misma forma quel cine no fue el séptime, La crisis del espectd, a tee memmaers B de los lugares de los acontecin pesar de Edison, cle Marey, de los hermanos Lumiére, de Vertov y de algu- ‘nos otros, las ferias y verbenas casi siempre han ganado la. partida (como ocurre cada vez mas con la tek iluminacién, a pesar de que com la apari luna. dptica activa se han renovade las proezas de la dprica /pasiva (del ctistal y de los diversos materiales transparen- tes de las lentes) en la organizacién de la realidad sensi- ble. Con Ja aparicién de una telerrealidad presente, que lcza tanto del objeta como del suijeto idad de tiempo, pero- de un tiempo que afecta gravemente al espacio de las cosas reales, De hecho, junco a los efectos de a, existe lo que a partir de ahora iar la opioactividad de Ia commu: ptica que ello supone. Guando se habla de la instalacién de una televisién local, no nos damos cuenta de que tomamos prestado un vorablo perteneciente ala vicleoscopia, o si preferimos, en i, de la inevitable televenta a de izando asi un gigantesco escaparate catédico capaz de suplantar a la prensa local, Pero zno sucede lo mismo ya en lo que se refiere a la proximidad los objetos y de los lugares de nuestro ento Ia terminal de video ico cetraclo de las empresas o de esos almacenes que exhiben el rostro de los que contemplan el escaparate y las merca ‘no es nada al jsuales como: lo fueron antes que ellos ol micréfono y cl altavoz, en el radio-despertadot, en el magnetofin, los walkman o también en las esferas ‘ntuméricas de los relojes de cuarzo, en el capuchda de las s de los encendedores y en otros abjetos os, En cl orden de a viswalizacién video sa la conmutacién es sin embargo difetente: la relevisién de proxi geogrifica y al video de proximidad geo- «parasitan» a clara percepcién del aqut y del crpenetran ¢ intercambian teletopoldgicemente los lugares, gracias 2 Ia repentina tevelacién del ss decir, de un espacio-velocidad que suplanta mor fempo de nuesteas actividacles pone te de la transmisidn del directo € sefiala como Ia iluminacién indirecta de la velocidad de la sefial-video, 15 en astrofisica con la puesta a punto del celescopi espacial in Hubble de dptica adapuative, Optica activa cn la que el efecto de corteccidn de la imagen depende de las capacidades del ordenador y no sélo de las propiedades del cristal de las lentes, Por canto, la escala de la pantalla a Ja imagen no tienen nada que ver en este caso. La dimensin_de los objetos ya a esencial; lo. que se manifesta en la pantalla catédica es el espacio de una distancia quese transmuta, ante nuestros ojos, en energia lumingsa, cn mminacién, ervala del género «luz (signo dela ar de los intervalos de_cualquier 10 posee existencia » Wwa_mas que en y porta interfaz de una observa- resultado aparente de la mera iln- solode Ja clectricidad, sino, a de ahora, de la iluminacién indirecta del campo Jéctrico de una red hertziana_o de un cable-de fibra-dptica. ise comprobamos a propésito de la superficie maxima del globo sometido a examen, a la inspeccién, res de observacidn (militares, metereolds a) 16 nraca, para los observadores que somos, una gele- una selerrealidad (video-geog, Lo que la steoria del punto de vista» Einstein nos ensef extensidn y de Ta cadena royecta pp Hound, recurriendo a mas de un mi ie poseen un equipo de grabacidn en video. n de oportunidades para nosotros», ha mado Earl Casey, el res, Sucede lo mismo, en el Ambi queda eminentemente estratégica aviones de combate, En el en que se pone en prictica un medio de deteccidn electromagnetica com- plejo a escala global, se buscan activamente los mei de escapar a las la innovacién de materiales especiales como el superpoli- mero ?82, capaz de evitar la deteccidn de las ondas de radar. Sin embargo, al mismo tiempo, se propone a los Si para el filésofo Schopen! representaci6n, para el videoast presentacién interna e indirecta simultineamente, tambi jhauer el mundo era su a, para el electrénico, la una presenta haciéndose el abjeto, el instrumento, no sdlo presente al ojo desnudo, sino tele- presente, ‘Oreo ejemplo de esta insep: ‘sta, pretenden poner en qué ka revista Mfatch i (tan querido 10 del sur scripci6n, una pan to de las superficies La sociedad americana Geostar y su arabilidad fisica emus lo orbita el sporte ebscrvaré en toda nce la posicidén geogréfica de cada uno de sus vehi- por ‘unecino en una superfi- -el ocaso de los lugares de I convertirse la sala, la escena o la pantalla sencillamente en dl ciclo y el suelo, el Conjunto de las superficie, descle las mas fnfimas a las mas vastas, expuestas —iqué digol sobrexpwestar= a las iradas inquisitivas de los tomavistas automiticos y- de transmisicn instantinea,.. Superfic cles que no poscen yaexistencia objetiva mas que gracias al examen videoscépico, a la observacidn de Jos equipos de grabacién y de difisin en-dizecto, una telerte presente, en tiempo real, que suplanta a resencia del espacio ocupando.su-lugar los trayectos elecrramagneticos, de una falsa era sél unos decenios para la primera para la segunda... :No ocurriré lo mismo con las imige- nes, teniendo en cuenta el problema de la validez de la imagen, la dite Finalmente, todo el problema de la telerr. se prefiere de la telepresencia) se basa en la cuestién de la validez de la corta duracién, el valor real del objeto 0 del sujeto instantdneamente presentes a distancia dependien- do exclusivamente del mayecto, es decir, de la velocidad de imagen, velocidad de la luz clect ala capacidad de interacci6 ya que la optoactividad de lar a los efectos de la radioacrividad del mando a dis- menos di tan revelador de la pri ‘cosa, y fiuto ésta misma dé cla de la imagen sobre . eispusyen sre le casa “yeciente suptemacia del tiempo sobre el espacio. |— resulta significative del cardcter ondulatorio de soaparente Ta fusidn/confusidn de las apariencias transmitidas y 1 indirecta capaz. de muy pronto a la luz, a luz artificial de id, desde luego, pero en primer lugar y esen- con las transformaciones percep- advenimiento del trayecto ins- el advenimiento de lat dle las apariencias inmediatas, la los lugares como de los aconte- dl perfeccionamiento de la defi- lentes épticas de los objetivos de favorece la yisién de los cont idad de la imagen habitual, el reciente perfeccio~ y aumenta la definicidn semporal de los proce y de transmisién el isual sirve en primer lugar para ve le otra forma, para avanza real, como th velocidad automi jovisual, que 5e aplica a la iniepralidad de is transmitidas fas aparien- ina estéreo-videoscopia similar a escala <6 en el pasado el desarrollo de la microscopia electrénica de barrido en la revelacién nétrica de lo infinitamente pequefio. Para ver no ontentamos ya con disipar las, Ta oscuridad. ante la con~ ° actecentada transparencia de los cidn de gran velocidad (rav, se afiade esta stbia crans-apariencia , teSpticayatstica.) de Io i =aensi6n, ¢ ae ununicacién. La alta fidelidad y alta definicién ela image as ificar ampliamente la ese relieve que no ransmisign por ondas de lo real y de lo figurado, lug arti \yrainge que completa a partir de ahora a la luz eléctrica cram ~ 0 €sta suplis en otto tiempo a la luz det cia wisn hnaa cerpretado porcl ojo directa 0 indlirecra, i realidad, no podemos separar ya | tégrafo de la de los proyectores d ue es imposible hacerlo de “Thomas Edison, incandescente, :no tral spués, en el kinetégrafo? En cuanto a Louis Lumiére, ocasién de la exposicién universal de 1900, la marie nacional le presté su més potente proyector de come nvenci6n del realizara ya para la estereofonta de los vohimenes sonoros = = sxtéreo-Sptica integrada en el ambiente ue eae Lregissro sideral jperfeccio- r sus peliculas sobre una gran pantalla a resoluciOn de las imagenes de satélites de 'a de las Maquinas... Por otra parte, en 1 1a_constantements. la M48, poco antes de su muerte, este pionero del cine | fniciGn de las imagenes le para aumentar no rabajando todavia en el perfeccionamiento de ano la teansparenci entomo i ncia eléctrica del entorno local, como (08 necesarios para la marina de guerra. en | Otter na) edo cotveiatacibe 2 peut wiRia BP ba tr sprees La proyeecin hemisfériea de las banda de la Geode es posible gr una limpara de xenén de 15 kilov: cebida para alumbrat los emplazamientos de lanzamiento de coheces de la NASA, Cuando en 1969, al regreso de los astronautas de la misién lunar Apolo Xt, el presidente de los Estados Unides ordend que se alumbraran las ciudades costeras como se encienden al anochecer las farolas en los paseos rendfa as{ no sdlo homenaj imprest aniloga al cableado de las ciudades y sus subut- ios, la video-distribucién mediange fibra Sptica retoma no ienta de electrificacidn general del ros Io eta en otro tiempo de la hax de os astros. Dentro de esta perspectiva, sefialemos también la on intensificador de luz wtilizados ‘ver en plena co a partir de entonces capaz de revelar la pre- sencia del ser humano hasta en los mds lejanos confines de la atmésfera tnivel de luz se asemeja de alguna manera a un ace~ pues, en efecto, por muy débil que este sistema a amplifica hasta mas de ide por un tubo colocado en un el apat is inseparable de la mégica de Achénase Kircher 0 el Diorama de Daguerre (decorador de la Opera de Paris y del Ambigu Comix los y sonido, de la misma mane- ¢ es inseparable del desarrolla famosas «ldmparas de arco» Imacién como para la proyeccién leguen a golpeat, al oxro extremo del tubo, una pan 1 que consta de una pelicula de fésforo en la. que cada Desde hace poco tiempo, este juminacidn indirect, es habi- icado por jalmente para la vigilancia en Los estadios, dad, alli donde cl tiempo teal dela rlewans- {_genpereci del ditsct clevisado pina sobre! espacio ra jumbrado de las , de una region efectivamente atravesada, ya no ‘ante prolongar la activida i a mera distincién enere luz natural y acti cimiento de fa ciudad. e iene afadir a ello ademés la diferencia entre lus nanza del teniente de la policia La Re que dio y lus indirectes, pues ovigen a la fama mundial de Paris como ciudad luz, hasta ch dlectro-6ptica reemplaza ahora a la ilumina- desarrollo de la videovigilancia, pasando por la clectrifica- n eléctrica como habia hecho esta dlkima con el ama- Sed Cults paar cies day cr del dia. cn sala de las px 5 Elotro aspect rwprnsera 2 a la espera del préximo desatrollo de la la infografia: cl acoplamiento de la 6 le fas cirms ada alrededor del “especticailo pablico del 4gora, del oo del attio, cine-citad de icias sensibles que se_produce hoy gracias. las pres} de los sat ‘las redes herwianas y dk 5 a de esas representaciones smpo, cl expecticulo de 0, para desarrollar su el pasado las lentes de cr 4 entonces la analégica, igual que esta hima comple. wh la dptica sewlarde la mirada humana na situacién excepcional puede servirnos camo ilus- en la primavera de 1989, entre Los trayectos y 1-0 y junio, los estudiantes de Pekin deciden manifes- falarén entonces h ctuyen= os Se Ue fournacimagen, format de lo que ma tiene imigen de to que no tiene imagen (Cao-Tsd), figura vimica del vacio semejante a la de la fisica suba- témica y cuya posibilidad nos oftecc desde hace mucha tiempo el pensamiento oriental, Pero volvamos a la ciuda de todas mente la plaza de Tiananmen y di ada, segin una a, no como se suele de ia de las agencias internaciona- 8 y Sus Feparteros —incluso sus tas, como Dan Rather— para (én de los das gigantes comunistas, sibn en direc- os sucesos de Tiananmen, para que la imagen de la 4 publica mas célebre del pals sea proyectada no s6lo mundo entero gracias a las tclevisiones extranjeras, sobre todo en Shanghai, en Cantén y en toda China, luna ¢scena, como una revelacién de la cual las apariencias no ha enviado sus ci grandes Ja rec ién de los lugares, estas deslumbrantes manifestacioneselectto-dpricas que de de campo de los sucesos retransmitidos. De ahi la jortancia de lo que sucede entonces en Hong Kong e este perfodo crue lo de las televisores privados, sino sobre todo de fa alla gigante del cstadio de la ciudad, para unirse snente a lo que esté ocurriendo en el centro de la : Popu- lo que ya habia pasadk Checoslovaquia durante Ia primavera de Tags Be la instauracién del westado de guerra incer- del pacblo aplasca la gontinuidad Hong Kong convertidos en Ja, hiiciones de la ciudad probilbida, gracias a los logros ua de la libertad evigida bajo el retrato de Mao Zedong, o las referencias con nuas: lucién Francesa... En otro tiempo, la super fcie del dgora o-de Ia plaza de armas de una chudad guamnicién se conespondia con bres de armas; antigua 0 opas a farchar separack [a infancerda estaba rel cién de los ciudadanos en la plaza vecinas les- pert en que el poder pablico se ider dumbre unida ante el jera o de guerra ci Tiempo teal, el 15 de mayo de 1989 los estudi ido secuencias filmadas por las cimaras de vi automitica de la pol ‘muestran las exaccio- cometidas contra vehi tares aislados; y es0 plaza y Ia matarza de sus ocupances por el ej Repuiblica Popul In eleccion de el spacial eles S24, F x ne -de-Jos.que lo puchlan importaran finalmente menos que {a duracidn, el instante clegido para hablar de ello, ofre- de lo que alli sucede yerdaderamente.,. El E19 de junio de 1989 la televisién china adver- solemnemente que el ejército dispararfa sin avisa pre- » a todo portador de cimara o de aparato forogrifico, Un diltimo aspecto confirmard la mutacién en curso: jis del auromsvil particular o, dicho més. exacta- bélica en beneficio de otros ; ica en la que el retraso caleulado de Ja Amagen pitblica pretende impedir las consecuencias desas- .trosas, de la misma manera que en otro tiempo las mura- This y defensas del espacio pubblico y las leyes de la ciudad fenaban la amenaza de subversién 0 de age se trata inicamente de la eleccién del dia y de a preoeupaciéns; este eslogan que coronaba ned en el Salén del Automévil de Pat aravillosamente esa decadk frara como siempre de uiccesorios como demuestra el titulo de la expo- n: aE Mundial del Automévil rerdaderamente mundial hoy es la levisivo—; et coche particular ién temporal y temporaria, paralela a Fisica de los actores, ala matanza de ‘plaza de Tiananmen, Efectivamente, a propésito de estos sucesos se puede de una nueva cl: era, [a autopista yemos visto que a partir de ahora el tinico vehi ‘ a, Ya no se trata de la habitual icién de la divulgacion, el secret | secret de Estado, sino del vplay. del diferido, del retraso en ef encendido de fa viva luz de Tos hechos. ndavia el coche. Finalmer po real que da finalmente razén a 1s ata del cine de barrio. Por lo ine quien declaraba desengatiado al uuras se han ransformado se nomen en gasolinetas, antes de que esta ‘matan a su vez en supetmercados 0, més recien- en estudios de grabacién 0 en quioscos de mo decta lla) vNo vijo, slo tengo accesos.de ye. En efecto, ya no vivimos Ta enengia riz de cualquier medio de transporte, pues, como la ¥.no por mucho Sucesos de este tipo no serén posibles a partir de ahora, sea donde sea, tanto en China f TELETODICA se impone ala realidad ToPica del acont dyer de fa realidad eyed desing Hemio/) 3a reahiled ner ficbre, la energla nos habita, nos posee intensamente, de a el gran iesgo del producto dopant, de la droga para aceleratse, neo —decia Alfred Hitchcock— «son butacas con gente en ellas..» Aunque los asicntos bajos y cdncavos de los coches certados estén por el momento ‘Menos vaefos que las buracas de las salas de proyeccién, no debemos hacernos ilusiones... ;Cudaco tiempo tardaremnas a molestias ocasionadas por recorrer las autto En Japén la televisidn ha invad que los ascensores de los rascacielos, Tos perros en las Plazas ajardinadas, ef aut Guenta ya tampoco las zonas peatonales de ciertos bartiog del centro, para refugiarse en las citcunvalaciones, a In espera de la supercitcunvalacié; del sistema Liser ultra. automsvil se tomar ra con sus rayos méviles los apartamentos nipons, mente Huminados s jante fibra éptica... enla "Por ota parte, segin sus propios responsables, ibation‘de Osis (00 millones de habitantes) 5 de” los coches, Oigamos al camped del mundo Vormula i, Slain Prost: «La verdadera ve idad consiste ‘00 abordar los obstéculos teniendo Sat de ie " una pelicula muy ralentizada», En cuant plivarse en una p y a stas? ? La tinica manera de do es adjuncasle un compresor imagen de video: el surbo compresor de la arisina, 0 mejor bierrineo donde al conductor de los pro- meciinicos cs un error, precisamente en el ‘en que se ponen a la venta simuladores de ruta auxoescuclas, Lo convenient seria que se fabrica- fel coche que ve, que percibe, el vebicad inansbortzonue, qyecs otros medios de transporte © de transm linguna relacién con el utensilio doméstico que todavia nos sitve en la actualidad. ‘Tengémosto en cuenta: ya borén_de la radio: presionam camos el mando a se dedique a ello efeetivamente, El mavel-pilot Blau Punk no es més que un sistema de guia «Esto reemplazard a aq vigjo Hugo a propésite scurtiré lo mismo m: sina? {Hasta cuindo ciscularemnos reabent sAcasa los japoneses (siempre ellos) no hay hhace poco el 80.D0,KAHN, un cojin vibra char rftmicamente el audlaan? Ya nila luz del amancced ello», escribia hace tiempo libro y de la catedral. cable éptico bajo las BO pr dynes 1s ocupan el subsue-"— El tltimo vehiculo «Marana, aprender el espacio send tan del coma aprender a conducir un cache». Werner von Braun lugar wn «ordenador para mes autdiovisuales del cuadso wandos electrénico_prevalecerin sobre las cal sobre el campo visual del parabrisas? Ast coma el paracaidismo evoluciona cada ver més hhacia el eye\yase automo del (6 porte rico absoluro facia un mixto tech porte del mafiana serd en Tokio se inauguré una piscina dotada con una fuerte in la que los nadadores tratan de mantenerse en rodar» en. el que las prestacior de ite, la dindmica de los ura funcidn que oxewSr| medio de transporte relative fesa el espacio para ir a su encusntrg. letando de forma faxora- ftuyea ls dimensiones de la pi fos del Tiere trairacr ‘que en una isla, en un polo de ingr- todo se concentra da sits, ndacién Cartier para el Arte Contempordneo exponia una estupends col Ferrari; verdadero simposio de cupés, de betlinas y de cabriolés, esa manifestacién de lujo, onganizada en el par- que de Jouy-en-Josas, sélo servia para iluscrar evolucién, del ac ismo, un aerodinamismo tan pasado d moda en|la era de la « concepeién y de la conducta as das por ee lo era ya desde hacfa mucho observa una rendenci n museogrifica, Al estar demasi hi) mas amplios conjuntos en exposici6n se han converti- tee rietes ape lea el pene (tosuatearto Jeo die AS pegverme5. u ave vemaeil g\ ourino venteuto samente proporcionales a su dimensidn general: al haber el doble de espacio que recarter, hay la mitad de tiempo {Que pasa, La aceleracisn de la visita se mide por la ampli tud de los cimacios; al haber demasiada espacio, no hay bastante tiempo, y asf el musco sc anega en intitiles exten siones_que_ya_no_consiguen_amuebl Probablemente porque estas ultimas inte ‘estenderse, expandirse en el espacio de esas ficies a partir de ahora desprovistas de atractivo, a seme- janza de las grandes perspectivas de la edad clésica Construidos en memoria de obras considerables lar- gamente observadas y cstudiadas por los (os del pasado, tectrénicos, productos de la industria israel, Esta mani- é wa organizar en la que finalmente ha 0. sigue esta utopia no se Hegue a coneretar realmen« de manera cjemplar esa contrac que afecta hoy ‘superficie de Tes objetos ena actualic el excesivo apresuramien (ler att ado, es¢ aficionado al que no obstante habs ‘mds de un momento, y que huye tanto més ripi- cuanto que la amplitud de Jos voliimenes a los renta le resulta imponente. nto de una época en que la obra lugar de exponerse, el museo rénco Yano congregar, rcunir bajo Ja mirada esas obras, bajos que se mantienen nosmalmente slistafdo po. pero esta vex de una sedentariedad defi ‘pectiva der ‘\ la transparencia del espacio, ransparencia del horizon- sefialemos de ignificativo: se trata de Je lo nuestros viajes, de nuestios recorrids, sucederia encon~ ido de Israel en el que fpta ansparenciacardidica que no es ora cosaque lacon= seguridad y con un minimo de desplazamiento perfecta di enc a esteo Asico, los visiamtes podrin admirar la copia exacta del {cp hae del ais yd sain, obi. {s museo. del Holocausto, un fragmento del Muro de ae 2 Hisar eee Jamentaciones y la reconstitucién reducida del lago de aa Z cavitri., Porat ‘Tiberiades, con algunos metros cibicos deagua de otigens, ina, has aeciente rela deca vit Alo que los directives dela Fundacion ereada para esta oca ctrl, timo honance de muesnos ayers ye, sién afiadirin la exposicién de equipos y de componentey Tllidar de yuclo representa el modelo mas lak ile cutiovisuek esekeico, turiture de da(lm— 0) 9 olrgucen de de inaircio ’ a aque) te, Por lo demés, la evoluci6n secient de los pa rave viEjuol§ pL erro viwteste eco tracciones demuestra este fendmeno con coral evidencia: laboratorios de las sensacionesfiicas con sus toboganes, jus catapult ysis centrfgdoray, modlay de retoren, cia para el encrenamiento de Tos a monawtas la verbena, en opinidn de jive, a La entrada de un tren en la estacién de La tat, en 1895, y sabre toda a esa primavera de 1896 en Jy que se produjo la invencién par Eugene Promio del eidadero primer mavelling. Escuchémoste: «Fue en Italia donde tuve por primera vez la idea de iat tomas panorimicas. Llegado a Venecia y yendo en le la estacién al hotel, en el gran canal, miraba las al légicas perdidas por ua poblacién ieee ec oe cadas, el parque de atracciones se dispo crise caf A escenatis de las mers ilusiones rics, el Ig generalizacién del no-lugar « “sticios suscepribles de pro icha proposicién ¢ intentar reproducit objetos inmoviles, Hice des- un allo que envig a ce me dijera qué pensaba de aquella prucha La res- fue favorable der bien la importancia de esta inauguri- cle rayectos cada uno una alucina- cién el i aa ban i ane hw pérdida de actividades fisicas en el siglo Xx. mas en el curso della histo- Esverdad, no obs censes de la acrabacia y del ; es acta y del vet Ta ingravider filmica, sefalemos que habré qi hasta 1910 para realizar I primera «coma acrondut- borelo de un actoplano Farman... En cus culo rnavelling montado sobre rails, insepar~ contemporineo, surgiré cuatiO afios despues, Jumante el rodaje de Cubiria realizado por Giova Sefilemos también, y siempre con la. simple in de conservar su memoria, los trenes de La Agit utilizacién del desfile ferrovia- pers a colaborar con el «cine «é de actwalidades» de Mosci cn la primavera dé 1918 sperari a 1923 para promover la (come el cristal, po plo), Observamos que con la nocidn nueva de| Juz sigue siendo por tanto el tinico revelador de las aparienciasseasibles, pero era partir de ahora su vdloct aes yy mo silo cl de_ spp en directo de las apariencias de las costs ala antigua transparencia del espacio real del ai. istal de las lentes Gee i, se debe a la avcidn efectiva de la dprice omdularria, unto, muy junc ala dptica gcomérica clisica. De esta manera, lo mismo que alemds de la geometria cuclidiana se encuentra ya a nues tra disposicién una geometria no eucidiana 0 topologica, junto, ala Gptica pasiva de la geometta de las lentes de los “objetivos de las c&imaras, 0 de los telescopios, se encuentra tambien una Sptica activa: la dela telerapodogia de las ondas ld clculo punto por punto (pi gen gracias a un ordenador acoplado al transmisor, pucs la 1H CONFKOL DEL ENToRNO 3 i6n de la imagen de video aseg in de las apariencias —como en tltimos teles- ccopios de «éptica adaprativay en los que la pureza de la fence ya no es necesaria, al estar asegurada la correccién Sptica de los rayos luminosos por la propia velocidad de lo de un computador grifico—, De nuevo volvemos mntrar_aquf la supremacia de la velocidad de la luz sobre la capacidad de iluminacién de los rayos, Por una pare, laylosdaddeloselesannes dc losfoo- a la wideo-reospeién de-las-apatiencias cransimitiddas (videos- ‘copia que mejora ampliam sirve para vet, para medir y por tanto paza concebir la realidad de las apatiencias. A partir de ahora, la aceleracién sirve menos para des- plazaase ficilmente (intervalo) que para ver. pata percibit ms o menos larament , pues fa valta defini- cién de lo real» depende mente de la mayor 0 ‘menor celeridad de Ia transmisiGn de las aparienecias, y no s6lo de la transparencia de la armésfera 0 de los diversos particular, a velocidad audiovi- sual) <5 necesario volver una vex més a su definicisn Gloss fica: esoribin en 1927 Joseph ‘ton *) ‘ vo hay dueia de la considerable influencia que este hrecho cjerce sobre la disposicibn del espacio La Fe so Bin 1922, i “: avr erento Neuere trataba tnicamente de disponer ele aca alojar > Ope on Cases actividades comporales, se trata abora de “controlar ese mismo. entoxno- gracias.a las eéonicas de la Sue§ interactividad en tiempo.rea se trata de wna inversién de la. eres ‘sc_condensanco_un punto: actividades se concentran gracias al_ mando a pala evar al ustiario dexplavarse... «Reuni con la residencia interactiva la paradoja del rcletrabajo se convierte cn «feunir en_un punto lo Ese punto, o mejor ese Centro de incrcia, al watarse evi- dentemente del usuario, del ocupante de esos lugares de hholganza absoluca, ya no tiene mada en comiin con la c- ;én de las tarexs en la disposicién doméstica nite sé convierte en el en detrimento de eval de esta manera, Ja suce- eee ils Jo suficiente para responder a la vor de su amo.. Un poco a la manera en que sucede en ef espacio, el ‘medio sideral descrito por Ludwig Boltzmann, donde el presente del ser vivo falto de gravedad se convierte en el tinico referente temporal que suple al futuro y al pasado, pero: también, no lo olvidemes, en el tinico referent cial, asf en el contr ‘| entorno de la residencia is gente, el auto-referente prevalece Frente a todas las 51 CONTHOL DEL EXToRNO 103 rencias extetiores, pues Jo endlégeno acaba dominando a Io exdgeno. Deshtlaquealunesn dja dc daignar ome un indivi seforzado, aunque en realidad tina transferencis, un eacciden Glo-ticmpo de la domi you en que dominaban las referencias ona masa, ‘xtensign, cima, etcétera) a eo intensivo», donde teina en. n08a,.) © eer fav se convierte por lo tanto en un lema para el usuario, pero sobre taco para ef cons- tractor, para el arquitecto responsable del sineroni del diactonismo del espacio y del tiempo de la aceién propiamente humana. «Esta casa se ha convertide en mi propio cuerpo, y su horror en mi propio coreén», & Varelli en lap Drferni.. Biv efe ae essa A dssie profundi contribuy6 en ottestiompos a oxginizar al techo, la vivienda, gracias ala dist vestfbuls, de los Pass y des cae, didad de tiempo (¢ ubicuidad) desorganiza y disuelve dicha organizacién racional, Del orden de lo sucesivo desorden de lo simuleineo, Abi también el tempo de la Sucesién cede ante el de la exposi inque la volu- i ay omen i “ear eis Sagan ee on los diver- ‘sos instruumentos que cmlla se encuentian, puesto quele basta con llamar telefénicamente a su casa para que sta responda a sus menores descos. plo de esta interactividad domi- as y proteger tanto la casa como alas per- asociadas las nociones de central clectrdnica recibe has informaciones que le proporcionan distintos puntos propietario provisto de un mando a dis- le da la bienve- iniruso pone en ariamente las luces tral de gestién de las funciones domeésticas. Gra ima, y con una simple llamada telefGnica, pue tera), puede también revelare como un excelente enformera». Recordemos para acabar que este servo-moror de la vivienda funciona sin cables y en altas frecuencias, Publicidad yore a vem prods, 1989 rose 105 Si para la he xencia no suponen ya ningtin limite la stancia, el ser presente no esté realmente sti en protencia, En opoteaciay, es decin, en velocidad absoluta, ¥ ast yolvemos a enfientarnos con el problema si Piet eres vt alarg dle esa legada gereralizada (tiempo real) que sucede a p tir de ahora a la Uegada resizingrda (espacio teal) del des- plazamiento fico de un mecénico en las ciudades cor tintas prétesis del despl completai automévil hal jo lo que el tren, el metro o el in realizado antes en el dominio del vadlos sucede en este fin de mansmisiones, esa inercia domiciliaria que algunos deno- minan cocooning. Como sel hombre apresurado» de Paul Morand no podia emplearse en aquella que le exigia demasiado tiempo, cel hombre estresado» por el entorno contem- sons | individualism, sino por la cruel exigencia de temporalidad de su accién 0, més bien, de ii TOU ambiente humano» que ya nd"es un lugar ec aah : interac u se precipitara sobre él ala manera de una pelicula en relie- ve... Como un imin atrae a los metals, el cuerpo ele mi igo habia atraldo hacia lel espacio que le rodeaba: ios, escaparates, automaviles... incluida la curiasi- dad malsana de los viandantes cuando se desperté de su 10 es siempre una pruebas set 0 de la espera y de la atencién de un pilblico ocasio- netviosismo, la aceleracién espasmédica del corazdn del actor. Aunque es algo que conocemos, esta situacién es excepcional y sélo se produce en ciertos momentos de la vida, no se trata cicrtamente de una situacidn normal Ahora bien, la escena del control del entosno es pecans nada con todo instance ida, con Wied, cl ocupante de estos espacios ra en la misma situacién que un 10 urbano: la actividad refle- ja primero sobre el razonamiento, y ol estrés prolonga sus ‘momentos de impotencia por cambiar las cosas 0 para avanzar, pot ejemplo cuando la circulacién es lenta o la ‘via esté obstruida. La experiencia de la inactividad inte- = Pau BL cowTaot om mxronse 107 ligente es del mismo a comodidad don ia, la domética igualmente un no tiene parangén mds que con Ice tras un a te de circu- ia parilisis, porque es legada de Ia electricidad a las ciudades y a los pueblos, la luz eléc- trica provocé curiasas reacciones en la gente acostumbra- daa la limpara de petrdleo. Asi me lo explicaba una cam- pesina: «Lo mas curioso cuando doy al interruptor es que da tu surge a mis espaldase. Acostumbrada a encender la Limpara o las velas y a llevar esa Fuente de luz hasta la dela eleccricidad no tenfa que ver en su caso con la ilumi majora de la luminosidad, sino con el gesto mismo de alumbras, con la gesticulacién corporal de de que alumbray eva tes be. Con el control electrénice del ambiente ya no se trata gesto familiar, sino de fa ergo- noma del comportamiento en su conjunto, con la excep tal ver del acto de alimentarse, de lavarse 0 de ir al mesa o la chimenea, la sorpresa 1écni sélo de la mutacién de enfermedad de un pai como el KATAKAVOX 0 el TETRAVOX, prétesis electr6n teresado, semejantes a las ut tos cle combate del F-16 0 del Mirage 2000. Asi, el vdlido stipereg uipade de la aviacién militar se asemja, en toclos sus rasgos, al inedlide equipado, pata- barbilla o de la punta de la lengua, oa rave El ciego y el paralitico se convierten asi en modelos de -miron», de este «minusvilido-moror» ica ya no existe l espacio iinicamente el jempor, de tempo cierta especie de da al maximo. Todo, absolueamente todo, se -tante.tela casa wicca ‘nade ocupante estd revestido del poder que le px trolar su medio ambiente doméstico. menaresdeses, STG eran 2Cémo vivir cotidianamente con tal quimera sobre la “mo disponer dc tal poder, de tal potencial, rmeten para el Como un bumerang vuelve a su lanzador, la vivienda inteligente se remonta a su fuente: el estar presente. Bl Ht CONTROL DHE ENTORNG 109 desorden de sus pasiones, la brusquedad de sus reflejos, organizan por sf mismos el espacio-tiempo de la domi liaciéin. Cuando se conocen los ef 1 ocasiona sapping en la construccién de una pelicula, podemos imaginar ficilmente las estragos del control del entorno en arquitectura, Lo mismo sucede cuando se abservan los dafos ocasionados por los conductores que se exceden en su velocidad: es aginar los dramas secretos, los identes de aparcamiento de la furura automatizacién ntrolar el entormno ambiental ya no es pues tanto el car, sino cl ser babizado, Fagocirade por s domésticas que le pueblan. Un poco como el mamiento del aire sucedi6 antes al confort tér- mico de las paredes, la integralidad del edificio estar acondicionada mafiana por la demética, esa domérica _Tele-presenter, cl ser, habitante delos lugares de ocio celemiticos, se efcuencra en la misma posicién de un tau- s-apariencia de Sone distancia, una especie de Fat ca pl cllaeace lalate poral epitar ye fa voluntad de poder de su acupante, igual que este tilti- © pe tig Ba Chinn Baur Etat 1984 0 monn mo se halla por su parte constantemente preocupado por su edificio Con el poder de su voluntad sustituyendo a las am ma, al motor de un entomno indistintamente préximo o lejan en especie de hechizo reciprozo entre el ser y el lugar que ismo tiempo, en el realizador energético, en ‘es posible por la simple proeza de la velocidad de una icano Scott Fisher. En este ssimulador portécil (a a manera de un casco de motoci clista) se restablece, gracias a la informatica, un medic ambiente virtual completo (volumen arq pot medio de los sensares con que ‘manos (el guante de datos), sus pies, incluso su cuerpo entero (el traje de datos). De esta manera, com la ayuda de las manos, el hombre puede tomar o desplazar objetos tuales, completamente reales por otra parte, gracias imagen del medio ficticio que aparece en la pantalla del asco simuladot, 6 andloga: enol con ‘separacin entre las cosa. entorno en la vi BL oN THO! bt ENTORNO mm eras eniomno Fea *0)» etc) que se teleactta sin ies al_sappingo a lameraorden oral, se hace ligera, infia- “gern. Por tanto, a la desrealizacién de un ent en el que se actiia realmente se aiadira en el 10 la yea~ Feacién de wn entorno efectivamente construido, en el qc se actuard de forma virtual gracias a las ondas elec- ‘romagnéticas, Por otra parte, Scott Fisher prepara para las Futuras misiones de exploracién del laneta Marte un robor visidn del suclo ralado en la sede de la NASA que se halla a varios afios- marciano, un set hum: podri teleactuar en la mqui Juz de alli, en el pla ‘La mirada-video del 10s pies de su tele-manipulador humano los que le permitisin avanzan, Literalmente posefdo por su conductor, ef robot de Score Fisher seré el dobledel manipulador humano que le hard aceuar a distancia... Fl suelo del lejano planeta ser4 tan poco hollado por los seres humanos como el de la facura vivienda inteligente fo set4 por un habitante que no sentiti ninguna necesidad de desplazarse para actuan Ante este dlesmesurado ajuste entre la accién accidn, entre la pres lepreschcia a distancia, se confunden Ta intensidad ce las seftales de transmisisn de a Pav vie territorial, la delouecpo.animal,.. El cuerpo ener transfiere a la mig icho con mayor exa 6rdenes de locomacién se transfieren de un «cuerpo» a otro, de un aparato a otr guna superficie: unos tras otros todos los soportes fisicos, pondri asl en cevidencia una falta de gravedad constante entre el set y el lugar; el famoso tiempo real contribuirs neo con el espacio real, idn del entomo teal. Como fo «alto» y lo dad vuelve a hacer que ocupe el cuerpo como centro, como cen Desde ese momento nos dit sun espacio ego-censnido (introvertido) y no, come en otro tiempo, de un espacio exo-centrade del individuo; el ser no se refiere ya ada més que a su propia masa ponderal, a su tinica pola- ridad. EI coma es un estado de pérdida de relacién con el ‘exteriors, explica el profesor Lemaire, jefe del servicio de aparecen lesiones irteversibles que pucden Ilevar hasta la muerte cerebral o el coma avanzado. En otros cas son alcanzadas las funciones altas —memoria, palabra, idad voluntaria—, pero las funciones vitales se jen: se trata entonces de un estado vegetative», tL CONTROL wat aNTOKNO 3 La interactividad doméstica, con la consiguiente pér- dida progresiva de las relaciones con el entorno exterior, es por lo tanto realmente una forma técnica del coma, Un coma que sin embargo no conduciré a esa muerte anunciada, a ese coma avanzado que plat blemas éticos a las aucoridades, sino a ese Ficanos por la edrmara de privacién sensorial y |x excesiva- ‘mente célebre camera silenta de las carcele alemanas habfan 160, como algunos vidualismo, que la sibita ddesintegracidn de la personalidad, la mut x fidad dk ba un psiquiaera inglés de la €poca.., Hoy en dia la situacidn ha te, provocando reacciones inquietantes: +«Queriamos vivir intensamente el mayor tiempo posi- bile, sabiendo que no habia nada mds que una salidas la muerte», declaraba al juez de insteuccién de Liborno, en enero de 1989, la compafera de fuga de Norbert Talet, tras una larga serie de agresiones més 0 menos geat Esta transferencia 0, dicho ads exactamente, atecielonte cle eransferenci al dempo prapio la nueva y ultima face- tade la muerte: ya no se trata del gran suefio, del desva- icionado radicalmen- icas todavia mis na rau voxita0 facién, del paso en tiltima ins tancia de poder del ser. Un poco como sa as alos extremos» caractetiza, segin Clausewitz, la guerra de en tina sociedad de masas en la que la conmutaecién instassénea (y la droga) provoca estragos. Esta repentina mutacién del propio tiempo conduce insensiblemente a nuestra especie hacia una dramética n, el mito de la proteccién absoluta, se conve pronto en uta realidad tangible, puesto que no sélo serfa 0 it de com- que cubre el cuerpo locomotor 0 como la tapa de céfago o la celda de una carlinga que al reviste el cuerpo de una momia o de piloto, indife- rentemente. El control del entorno, préximo o Iejano, conduce a nuestras soci 10 mixto tecnoldgico, euyo arquetipo ergondmico seria el asiento, ese ro20 capaz de transmutarse en lecho, en cama para el enfermo. Por otra parte, en las actividades extravehiculares del transbordador espacial americano se observa un mismo desplazamiento del centro de gravedlad: del cuerpo del astronauta a sis asiento, exe asiento propulsado por cho- rtos de gas que reemplaza a la motricidad natural del hombre desde el momento en que sale de la nave para avanzar en estado de ingravider. (Con la primacia concedida al tiempo seal de ta inte- radiividad frente i gla actividad coe andlogayca “vamos hacia actividades intradomicliarias, HL ConTxat BEL BNTORN ans rieja_cic i astronautas cvalucionando fiicra de drbita? Desgraciadamente es probable, puesto ques legac generalizada cle los datos y de ls nos sittia Finalmente en una misma py Una inercia domés modificard radicalmente nues- tra relacién con el mundo, nuestras relaciones con el encorne redh, ya sea este timo rerrestre 0 extraterestte. No cabe duda, la decadencia de la Hlegada vestringida en el acto de viaj use y de marchar, una cireulacién de lo préximo a lo Iejano, representa para la humanidad u tan considerable come Ia dé la apai vertical. Cot de una sev motticidad, ‘mutdcidn ién de la posici lvedad de que en este caso no se trata idm positivar hacia un nuevo tipo de mis bien de uns winvolucién conductis- que conduce a la especie hacia una fije patoldgica: el advenimiento de un hombre sntade a in, de un hombre acostado. LA INERCIA POLAR ajParen el mundo gue me bajole Jean Laude «Hay un aqut privilegiado? Si el cero absoluto kinestési- cos el cera de energias, escribia Hussetl en una obra de los alos treinta”. «El espacio kinestésico es pues, como punto de paneda, principio y fin dela tranquil tema de lugares posibles, Este primer mundo, constitui- do en Ia inmovilidad kinestésica es un mundo ories fijamente alsededor de mi carne corporal o de pi ido cn ella. Aunque la marcha entra en juego, todo lo mundano que esté ahi para mi permanece orien- tado alrededor de mi carne que se mantiene en reposo; orientado segiin ef aqui y el alli, a derecha y Ia izquierda, aunque persiste un cero fijo de la orientacién en tanto que aqui absolutos. En la pagina 43, en forma de nota, Husserl se imte- ‘rogiba sin embargo sobre ese «cero absoluto» del movi- miento: «La posicién de tumbado, dado que es la mas cémo- da, deberta ser la posicién cero, por tanto hay que tomar en consideracién el hecho de que el cero normal consti tuye un problema». (Es lo menos que pueda decirse! Esta obra premonitoria, una de las dltimas del fenomendlogo alemédn, ilusera la brutal rupeusa acaecida en la epoca entre la fisica y [a filosofia. Del geocentrismo anripuc al egoc ‘una del centro de la tierra, ¢je de referencia de los antiguos, hasta ese centro del presente vivo, del que L. Boltzmann nos °F Hen a is ues Unive Complata de Mai 1995, decia ya cn 1897 que constituta la auto-referencia abso- uta, En el mismo momento en que se van @ desarrollar las tecnologias del «asalto al. mundo» (Eleidegger), el viejo maestro declara su hostilidad hacia tado lo que represen- Ia célebre crisis europea no resulta ser més que el signo de angustia de_un_sabio fren sod te aa maquina de movilizacién total reclamada por Ernst, ud ha sido hoy en dia de aquel punto de vista feno- menoldgico sobre ‘én fundamental: el mundo del sen ign del fildsofo vuelve a estar |, aungue con una variante importante, puesto que da ina pola que describimos aqui es En efecto, en los albores de Ia Segunda Guerra mundo conocido es también un mundo soli- humana. El no es abso- y habré que esperar aiin treinta y cinco afios —para decir- Jo con mayor precisién, al 21 de junio de 1969 y al desembarco lunar— para que el suclo de referencia piet- eancia para convertirse en wn entresue- ‘Volvamos una ver. mas a Huss Ja forma originaria de representacién, cen reposo; es en relacién con clla cuando el movimiento yl reposo adquieren sentido». Y mis adelante: «Hasta {que yo no posea la representacién de un nuevo suelo en tanto que tal, a partir del cual vra en su curso enea- © B, Huse, [Origine ae te Geter Ed BUI pl Vink, rr ls emia, St a evemcta PoLAn 9, dlenado y circular pueda tener un sentido como cuerpo ‘compacto en movimienko y reposo; hasta que no adquiie= ala representacién de un éntercembio de suetos y, representacién de entonces la tierra scrd evidentemente un suelo y no un cuerpo. La tierra no ce muevev. es precisamenite esto lo que la logistica dé j6n totallva.arevolucionar, «revolucionar ala manera copernicana del eérmino, La investigacién de los cohetes alemanes de Pennemunde conducies final renée a la iquidacién.del suelo de referencia y snte_su valor de mund? perder defi «Altitatcéfor, estas palabras pronunciadas alfi Xi sefialan que en ese preciso convertide en una pura y simple wdistancia», que desdg esc momento hay otro suelo, um suelo en To alio, En el verano de 1969, consemplar una isla desde cualquier costa o desde la Luna se convierte en algo cquivalente, na echo de haber desem- bbarcado en otro planeta nos calocaba en un balcén sobre el vacio, convirtiéndose de pronto los confines en un litoral sidera. momento el objeto celeste llamado TIERRA tenfa menos interés que el intervalo temporal y espacial que separa a los dos astros. En realidad, ese gran desplazarniento des- 3 tata Ia reransmiaton de imagenes clevisadas ands ‘de 300.000 kilémetros de sino la simuleaneidad “dela visién de Ja funa en la pancalla y en la ventana®, s H 20 Aquel dia aleanzaba su culminaci reno deses- perado de Husserl de practicar «un yuelco a la doctrina copernicanay. As( lo explicaré’ mucho después el cosmd- Jogo Stephen Hayking: «Después, la ciencia se ha hecho tan técnica que los fildsofos han sido incapaces de com- prenderyy las redlogos no comprenden suficientemente la iencia para poder contradecitla, Yana descan ponerse en sma posicidn en que se encontré Ia Iglesia en tiem. pos de Galileo" No debemos olvidar, si aquella biisqueda fenoment cotporeidad y de la espacialidad de la naturaleza, en lo que concierne, en primer lugar, 2 la egocentralidad del ser; la pérdida del suelo original como «suelo absolucar tiene como temible consecuencia ef hecho de que Iz centralidad fenomenolégica recaiga de nuevo cn el «propio cuerpo», la corporeidad del presente vivo de que hablaba, como recordari el lector, Ludwig Boltzmann en su carta a Zermelo. «Yo no estoy en des- plazamiento; este parado o andando, mi carne es el cen- y los cuerpos en reposo o méviles estén todos a mi alrededor y tengo un suclo sin movilidad». Aunque

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