Nadie quiere ser el malo. Pero aunque lo seamos, frecuentemente trataremos
de ocultar nuestras manchas y arrugas. No nos gusta vernos mal y menos que otros vean el sucio que hay en nosotros. Hay una tendencia para justificarnos de lo que por dentro sabemos que esta mal delante de Dios, y si todos lo hacen, es una perfecta excusa para decir que lo que yo hago es normal o es aprobado. Pero lo unico que logramos es engaarnos a nosotros mismos. Dios es perfecto y el ve lo profundo de nuestro corazn, no podemos engaarle a El, podemos engaar a nuestros amigos, entorno, incluso convencernos a nosotros mismos de una mentira o dejarnos convencer por el acusador de los hermanos.