Capitulo 7
LOS SALARIOS
TRABAJO
A menudo se dice que vivimos en una
sociedad de consumo, en una sociedad en
Ta que las personas expresan su creat
dad y disfrutan de la libertad consumien-
do, Ya sea cuando nos deleitamos miran-
do escaparates 0 cuando Hlevamos 1a ca-
misa que nos gusta, se nos dice que to-
mamos decisiones y expresamos quicnes
somos consumiendo. Muchas personas,
para combatir la depresion 0 el aburri-
‘miento, se van de compra. Si el consumo
representa el lado alegre de la economia
capitalista, Is» producci6n constituye su
lado oscuro. Las personas raras veces di-
cen, «estoy algo deprimido, creo que me
voy a ira la fabrica (0 a Ia oficina) a tra-
bajar un poco». Desgraciadamente, el cra-
bajo tiene mala reputacién. William
Faulkner, ef gran novelista americano, lo
cexpresaba de la forma siguicate: . Lo que sea el trabajo y Ja for-
ma en que lo experimentemos y reaccio-
nemos ante él, depende en buena medida
de la forma en que se organice el proceso
de trabajo, de la forma en que se organice
el resto de la sociedad y del Iugar que
‘ocupemos en dicho proceso de trabajo.
2. La empresa eapitalista es un sistema
auoritario, en ol que el poder se ejerce de
arriba abajo. A diferencia del mercado, en
el cual las personas y las empresas se re-
lacionan fundamentalmente mediante
ofertas voluntarias, en la empresa la prin-
cipal forma de interaccién es el ejercicio
de autoridad por parte de los patronos
sobre sus trabajadores.
3. Existe un conflito entre lo que los
trabajadores quieren y lo que los empre-
sarios desean obtener del proceso de tra-
bajo. Este conflicto se centra en los sala-
rios y en el ritmo de trabajo y procede
directamente de los determinantes de la
tasa de beneficios. Es algo inherente al
proceso de obtencidn de beneficios y co-
loca a los trabajadores y a sus empresatios
en posiciones opuestas.
4. Los empresarios pueden ejercer el
poder sobre sus trabajadores porque casi
siempre existe desempleo, es decir, un ex-
ceso de oferta en el mercado de trabajo.
El mercado de trabajo no funciona como
los demas mereados, que tienden a «va-
ciarse>, es decir, a eliminar los excesos de
oferta, sino que se caracteriza por tener
de forma crénica un exceso de oferta, es
decir, desempleo.
5. Los empresarios organizan los pro-
ccesos de trabajo de tal forma que aumen-
ten sus oportunidades de extraer trabajo
de sus trabajadores, lo que implica, en ge-
neral, que el trabajo se organiza de forma
jerirquica, mediante un control autorita-
rio o de arriba abajo.
En este capitulo estudiamos la organi-
zacion de los procesos de trabajo y los
conflictos laborales.
es errénea por una segunda razén, A las
personas les resulta satisfactorio ser capa-
‘ees de producir algo, poseer cualificacio-
nes laborales que son productivas y po-
tencialmente titiles y asociarse con otros
en sus centros de trabajo. El respeto, la
amistad, el orgullo y ef sentido de estar
haciendo algo itil son factores que entran
todos ellos, al menos potencialmente, en
el proceso de trabajar. Si el trabajo efee-
tivamente realizado no coincide con su
potencial, se debe en gran medida ala for-
ma en que organiza, es decir, a quién lo
controla y a como se distribuyen los be-
neficios que genera, En las economias ca~
pitalistas actuales, la mayor parte del tra-
bajo se realiza en las empresas. Asi pues,
para comprender el trabajo, es necesario
comprender la organizacion de éstas
La empresa capitalista como una
economia autoritaria
La economia capitalista esté formada
por empresas y mercados. Como hemos
visto, en los mercados se intercambia di-
cro por mercancias. La empresa es dife-
rente.
Dentro de la empresa, es decir, detras
de la puerta de la oficina 0 de la Fabrica,
las personas no se dedican a hacer inter
cambios, sino que estin sometidas a rela-
ones de autoridad, es decir, se dedican a
dar y a recibir érdenes
a]ortes, en la deco:
1 miisiea o en la
se acepta cn mu
grado ¢ incluso se
s algo que las per-
zo en lo que creen
\ellaso algiin ser
bajo es un «mal»
nda razon. A las
factorio ser capa-
seer cual
roductivas y po-
nciarse con otros
io. El respeto, la
sentido de estar
ctores que entran
nencialmente, en
el trabajo efec-
coincide con su
» medida ala for-
decir, a quién lo
tribuyen los be-
as economias ca-
yor parte del tra-
presas. Asi pues,
ajo, es mecesario
i6n de éstas
‘omo una
ta esti formada
s. Como hemos
-intercambia di-
empresa es dife-
cs decir, detrés
0 de la Fabrica,
ina hacer inter~
jometidas a rela~
ir, se dedican a
‘Cabe imaginar La economia capitalisea
como un mar leno de pequefas islas,
Cada una de ellas (es decir, cada empresa)
produce un bien especifico y lo comercia
con las demas. Las relaciones de mercado
determinan los intercambios entre las is-
las; las relaciones de autoridad determi-
nan la forma en que se organiza la pro-
duceién dentro de cada una de ellas.
Por esta razén muchos economistas de-
fine a la empresa como una «economia
autoritarian, La Figura 7.1 resume, en ef
caso de una empresa, la relacién existente
entre la compra y la venta (es decir, los
intercambios de mercado) y la produccion
(las relaciones de autoridad)
La organizacién del trabajo se determi-
na mediante Ia interaecién de las relacio-
nes de mercado y el autoritarismo. En este
capitulo, analizaremos tanto las relaciones
de autoridad existentes dentro del centro
de trabajo (la relacién de producci6n de
la Figura 7.1) como el mercado de trabajo
(el intercambio 1 en la Figura 7.1). En el
capitulo anterior, vimos el intercambio 2.
Decir que la empresa es una cconomi
autoritaria no significa que todas las 6r-
denes sean obedecidas voluntariamente y
ni siquiera.que se obedezean. Las relacio-
os salarios y el trabajo 147
nes mas importantes de autoridad en el
centro de trabajo son las que existen entre
los trabajadores y los empresatios; y,
como veremos, aunque los empresatios
generalmente son los que mandan, no
siempre obtienen exactamente lo que quie~
ren,
El conflicto entre los trabajadores y los
empresarios
Los trabajadores y los empresarios ocu-
pan diferentes posiciones en el proceso de
produccién, Los trabajadores realizan el
trabajo necesario para producir algo y re-
ciben a cambio un salario por sa tiempo
de trabajo. Los empresarios contratan a
los trabajadores y se quedan con Io que
estos producen para venderlo,
Esta diferencia en cuanto a la posi
que ocupan en el proceso productivo ex-
plica por qué los trabajadores y los capi-
talistas constituyen clases diferentes (re-
‘euérdese el analisis de las clases efectuado
en el Capitulo 3). Dado que las clases ocu-
an posiciones diferentes en el proceso
Productivo, pueden tener intereses dife-
rentes y hasta conflictivos por la forma en
Fiouna 7.1.—Inlercambio y autortarismo en el proceso de obtencion de beneficias, La obtenci6n de be-
1nefcios implica interrelaciones de dos tipos:inercambio y autoritarismo, En fa primera y la treet parte
{este proceso, los compradores y los vendedores intereamin dinero par bienes. Primero, el capitalise
{nescambia dinero para comprar materias primas, maquinasy tiempo de trabajos, despuce, inereanbia
Tas mercancias acabadas y recién proiucidas por dinero. La parte del proceso de oiteasion de beret
Felacionada con Ia produccign se encuentra entre la compra de factors y a venta de, posers
Et las dos partes relacionadas con a compra y la venta, 1s agentes econbinicos se interrelecionas a
tos mercado; sus actividades son reguladas por la oferta, la demande, a eompetencla y ottes conthaons
‘de! mercado, En Ia parte relacionada conta produccion, las agentes ectnomicos (los empresrioe) os
trsbajadores) se interrelacionan en los ecntros de trabsjo; sus intrtelaiones son reguladas por la auton
dad y las Greoesjerérquicas,
En las parts relacionadas con lz compra y la venta interviene principalmente la dimensién horizontal
4 Ia obtencién de benefcios. La parte relacionada eon la produecion se basa ela dimen verte148 Microaconomia: mercados yrelaciones
que se organiza y se lleva a cabo la pro-
duccién. De hecho, en el caso de los tra-
baajadores y los eapitalistas, existe un con-
flicto directo de intereses, que puede exa-
minarse recordando los determinantes de
Ja tasa de beneficios analizados en el Ca-
pitulo 5.
Comencemos con los trabajadores.
¢Qué quieren de sus puestos de trabajo?
Por lo general, quieren que no sean de-
masiado agotadores y que sus salarios sean
los més altos posibles. Por supuesto, es
posible que quieran muchas otras cosas:
‘que el trabajo sea interesante, que el cen-
tro de trabajo sea seguro, que el horario
sea flexible, que se les dé mas vor. sobre
Ja forma de Ilevarlo, que las vacaciones
sean mas largas, que tengan derecho a qu
darse en casa cuando sus hijos se ponen
‘enfermos, etc. Pero para simplificar y para
centramos en el punto fundamental, nos
‘quedaremos con los dos primeros aspec~
tos: la dureza del trabajo y su salario.
La razén por la que los trabajadores de-
sean puestos de trabajo que no sean de-
masiado agotadores es evidente. Los pues-
tos de trabajo agotadores son desagrada-
bles porque al trabajador le queda menos
energia que gastar después del trabajo.
Esos puestos pueden ser malos para su
salud. Del mismo modo, la raz6n por la
que los trabajadores desean ganar lo mis
posible también es evidente: ello les per-
mite disfrutar de un mayor nivel de consu-
Podemos coneluir que, desde el punto
de vista de los determinantes de la tasa de
beneficios, los trabajadores quieren que d
(€l esfuerzo laboral por hora) sea bajo y
ww (el salario por hora) sea alto.
aY qué quieren los capitalistas? Quie-
ren que los beneficios sean elevados. Cen-
trindonos sélo en los factores que més
afectan al trabajo, el andlisis del Capitulo
5 nos dice que los beneficios serin mayo-
‘cuanto mayor sea
1. el esfuerzo laboral de los trabaja-
dores por hora (d)
2. el trabajo producido por unidad
de esfuerzo (e)
¥ cuanto menor sea
3. el salario (2).
Esta misma idea puede expresarse de
tuna forma diferente. Consideremos el cos-
te laboral unitario (clu) de una empresa,
es decir, lo que debe pagar el empresario
a los trabajadores por cada unidad de pro-
ducto obtenida. Recuérdese que el coste
Iaboral unitario es uno de los componen-
tes del precio del producto (como vimos
en el Capitulo 6). Definamos los costes
laborales unitarios de ta forma siguiente:
ed = (coste salarial medio
por unidad de producto)
salario por hora_
produccién por hora
7.1)
donde
= salatio por hora
2 = produccién por hora
iciencia, o sea, la cantidad produ-
‘ida por unidad de trabajo realizada
= trabajo realizado por hora
Esto significa que el coste laboral uni-
tario es igual a los salarios por hora di-
los por el ntimero de unidades del
ien producidas en esa hora. Por ejemplo,
si la empresa B-E-T pagara unos salarios
de 600 pts. por hora y el trabajador me-
|de los trabaja-
do por unidad
expresarse de
Jeremos el cos-
una empresa,
el empresario
mnidad de pro-
e que el coste
os componen-
(como vimos
nos los costes
rma siguiente:
10)
7)
1tidad produ-
bajo realizada
nora
e laboral un
por hora di-
unidades del
Por ejemplo,
unos salarios
abajador me-
dio produjera dos unidades del bien por
hhora, entonces:
clu = 600/2 = 300 pts. de costes labora-
les para producir cada unidad de produc-
to.
‘A menos que cambien otras cosas, Jos
beneficios sern mayores cuanto menor
sean los ells es decir, como hemos indi-
cado antes, los beneficios serén tanto ma-
yores (y los costes laborales unitarios tan-
to menores) cuanto mayores sean e y dy
‘uanto menor sca w.
1Los capitalistas, en sus esfuerzos por
clevar los beneficios, tratarin de reducir
w y de clevar e y d; 0, dicho con otras
palabras, tratarin de reducir el coste la-
boral por cada unidad de producto (clu).
En el caso de dos de los elementos de
los costes laborales unitarios, los trabaja-
dores y los capitalistas quieren exactamen-
te Io contrario: los trabajadores quieren
tun elevado w y un bajo d, y los capita-
listas quieren un bajo w y un elevado d
(en lo que se refiere al tercer componente
de los alu, e, los trabsjadores quiza no
tengan ningin interés personal ditecta-
mente contrario al de su empresario; con~
sideraremos este punto en el proximo ca-
pitulo).
En lo que se refiere al esfuerzo por hora
y al salario, el conflicto entre un trabaja-
dor y su empresario es directo y evidente.
Cuanto més sea capaz el empresario de
clevar d, con mayor intensidad debers tra-
bajar el trabajador; cuanto més pueda re~
ducir el empresario w, menos
cibird el trabajador. ¢Qué determina el ni-
vel de d y to? Ambos vienen determina-
dos en buena medida por el poder nego-
ciador relativo de los trabajadores, ya sea
individualmente o en grupos, y de sus em-
presarios.
Consideremos, en primer lugar, fos
larios. Estos pueden fijarse de forma in-
dividual entre el empresario y cada traba-
jador 0, como ocurre en el caso de mu-
es salarios ye abajo 149
hos trabajadores en la mayoria de los pai-
ses, mediante una negociaci6n colectiva en-
tre los empresarios y los representantes
de los trabajadores, pertenecientes por lo
general a algin sindicato, Estas negocia-
ciones colectivas pueden afectar a un cen-
tro de trabajo, a toda una empresa, a todo
un sector ¢ incluso a todo un pais.
Lo que puede «ganarse> en la negocia-
cin depende de una serie de factores que
estin en gran medida fuera del contro! tan
to de los trabajadores como de los capi
talistas, Los empresarios no pueden el
cualquier salario que deseen. Si su oferta
salatial es demasiado baja, endeén dificul-
tades para conseguir un niimero suficiente
de trabajadores 0 para conservarlos una
vez contratados. Asi pues, la situacién del
‘mereado de trabajo, y en conereto el nivel
de los salatios de los puestos de trabajo
parecidos y el indice de desempleo, ejerce
tuna influencia fundamental en a oferta sa-
latial de los capitalistas, Del mismo modo,
tun sindicato, por muy fuerte que sea, no
puede pedir y obtener cualquier salario
‘que desee. Por tomar un caso extremo, si
l salario pedido hiciera que el coste la-
boral unitario (cl) fuera mayor que el
precio del producto, el empresario podria
no obtener ningtin beneficio de la contra-
tacién de trabajo, aun cuando no tuviera
ningtin otto coste. Por lo tanto, en este
aso, el capitalista maximizador del bene
ficio no contrataria a ningtin trabajador.
EL nivel salarial que se negocie se en-
contraré dentro del intervalo establecido,
or una parte, por la situacién del merca-
do de trabajo y, por otra, por el nivel de
Ja productividad y los precios del produc-
to. El salario tenderd a situarse en el ex-
tremo inferior de ese intervalo si es el em-
presario el que tiene mas fueza y en el
extremo superior si son los trabajadores.
Una ver alcanzado el acuerdo, los niveles
salatiales se suelen formalizar en conve~
nios que establecen tablas salariales corres-pondientes a los distintos puestos de tra-
bajo, cuyo promedio no es sino lo que
hemos llamado salario por hora (ve).
La extraccién de trabajo
La cantidad de esfuerzo, 0 trabajo, que
los trabajadores realizan cada hora, se de-
termina, al igual que el salario, a través de
un proceso negociador. Sin embargo, los
resultados de este proceso casi nunca se
plasman en un contrato 0 convenio escri-
to. El conilicto acerca de la cantidad de
trabajo que se debe realizar por cada hora
tiene lugar todos los dias. No es algo que
se suscite Gnicamente a la hora de renovar
los convenios. gPor qué?
Un conteato de trabajo especifica tres
clementos: (1) la tarfa salarial; (2) a jor-
nada de trabajo; (3) el derecho del pairo-
no a dirigir los esfuerzos del trabajador
durante a jornada laboral. Los dos pri-
meros elementos pueden establecerse con
precision por adelantado. Por ejemplo, las
tarifas salariales de cada puesto de trabajo
se suelen especificar con gran detalle, La
jornada laboral se puede establecer al mi-
rnuto, determinando con gran precisién el
tiempo de que se dispone para el bocadi-
lio, para la comida, e incluso en algunos
casos para ir al servicio.
Sin embargo, por lo general, el tercer
elemento no puede definirse con precision
por adelantado. ¢Con cuanta intensidad
deben trabajar los trabajadores? ¢Con qué
precision deben obedecer las Srdenes de
sus jefes? Cuando se contrata a los traba-
jadares sélo se pueden fijar unos limites
muy generales. En un extremo, los traba-
jadores pueden realizar todo lo que les
manden los patronos, utilizando al 100
por cien sus energias; en el otro extremo,
los trabajadores pueden no hacer nada de
fo que les manden los patronos excepto
lo que sea absolutamente imprescindible
para no ser despedidos. Dentro de este
intervalo, el resultado preciso no puede
especificarse antes de realizar el propio
trabajo.
El empresario ha adquirido el derecho
usar unos servicios laborales potenciales,
Sin embargo, basta reflexionar durante un
minuto para darse cuenta de que lo que
hha adquirido el capitalista tiene poco que
ver con Jo que necesita para la obtencidn
de beneficios. Para esto tiltimo necesita
esfuetzo humano realmente invertido en
Ia produccién, es decir, trabajo real, y no
silo el derecho a ditigir el tiempo de los
trabajadores, 0 servicios laborales poten-
Gales, 0 el control sobre el tiempo de los
trabajadores. S6lo el trabajo real, la acti-
vidad humana productiva, genera mercan-
‘das que el capitalista puede vender para
obtener un beneficio.
Lo que el capitalista adquiere, es decir,
los servicios laborales potenciales, que po-
demos denominar tiempo de trabajo, es
diferente de lo que necesita para la pro-
duccién, que es la actividad productiva
humana o trabajo. Asi pues, para obtener
beneficios, el capitalista debe estar seguro
de que el tiempo de trabajo adquirido se
traduce cn trabajo realizado: debe extraer
trabajo del trabajador.
Bastari un sencillo ejemplo para ius-
tar el conflicto entre el empresatio y el
trabajador en cuanto a d, Ia cantidad de
trabajo realizada por hora. Imaginemos
tuna empresa que tiene una plantilla dada
y un conjunto dado de méquinas y otros
ibienes de capital en uso. La cantidad pro-
ducida por hora de trabajo contratado, de-
penderd tanto de d, Ia intensidad del tra-
bajo, como de e, la eficiencia con la que
se utiliza el trabajo realizado. La Figura
7.2 rauestra que la cantidad producida por
hora de trabajo depende de Ix cantidad
realizada por hora, La cantidad producida
por hora se mide en el eje de ordenadas
cen pesetas; es la cantidad de producto pro-entro de este
iso no puede
zat el propio
ido el derecho
Jes potenciaes
nar durante un
de que lo que
bajo real, y no
tiempo de los
borales poten-
| tiempo de los
jo rea, La act
fe vender para
vivre, es decir,
que po-
bajo, es
a para 1a pro-
jad productiva
s, para obtener
be estar seguro
o adquirido se
0: debe extraer
nplo. pata ilus
la cantidad de
a. Imaginemos
2 plantilla dada
a cantidad pro-
contratado,d
ensidad del tra
ncia con la que
ado. La Figura
{ producida por
tidad
de la
tidad producida
je de ordenadas
e producto pro-
Los salaros y el trabajo 15t
RECUADRO 741
Los costes Iaborales en Ia fabricasion de automoviles
Los intereses conteapustos de las empresarios y. los tabaiadores pueden ilusirarse
‘mediante-nuestro concept de cosres laborales unitarios. Por ejemplo, supongamos una
fibrica: de le empress General Motors (GM) en La que abajaran 1,000 wabsiadores
durante & horas al dia Si la cadena dé montaje de desplvea a una velocidad de { automovil
OF miinuny [60 por hora), estos 1,000 wabaiadores producirian 480 auronséyiles al dis
Sapongainos. adonias, que ef salario fuera de 800 peseras la hora: En ese Garo, poxlensos
Facer Jog siguientes caleulos:
Caste del tesbayo por dia: 1C00 tabajadores durante 8 horas a 800 peseras la hora —
6.400.006 prs,
Autoniviles prodycidos al dig: 66 ancorméviles por hora durante 8 horas = 480 autor
movil
6.400.006 peser
ee 3.333 pis. por automevil
480 sntomculles ie
Asi pues: oh estes condiciones, el moniaje de cada automoyil le costara a GM 13.335
‘pesetas de costes laborales.
Sepangamos ahora que GM cata de scelerar eto de Ie cadena de monje, de al
manera que'se montara un automouil cada 36 segundos, es decir, 100 antoméviles por
hora. Los salarios no vatlarian (paes'ya han sido ettableesdus en el-convenio cofectivo),
‘Asi puis, en Hs nupvas condiciones, tendriam:
Coste del trabajo por. dia: igual que antes
Autameniles preducidos af dia: 100 ausosiGviles por hora durante 8 hors = $00 aviomo=
wiles
408.000 p
$00 automouiles
du
00 pi. par auremovil
Tan sls scelorando el ritmo de la cadena, GM habria reducido sus costes labarales
runsurios de 13.598 pesetas por automavil a 8.000, to que sapone unk reduccidn cercana
al 40 por ciento. Los wabsjadoren percibiran los mimes salatios pero. tendefan que
iuabajar mds deprisa, Fl esfustza laboral por hora (@) habria aumentado,
Lo probable, sin embargo, es que las cosas no le Salieran del todo bien 2 ls emprest
{Los cabajadores probablements se opondrian el
que podria in desde ts disiniouci6n de ls calidad del presiucts (boule encubietio) 4
Ia presentacion de quejas ya a buelga. A fa larga, la aceleracion del ritmo de ls cate
ppodtia resuletle muy costosa, :
mediante toda una erie de métodos,4152 _Microeconomia: mercades y relaciones
ducida por hora (z 0, lo que es lo mismo,
ed) multiplicada por el precio unitario
(P2). A medida que nos desplazamos de
izquierda a derecha a lo largo del eje de
abscisas, aumenta la cantidad de trabajo
realizada por hora (d) y al principio tam-
bién aumenta la cantidad de producto. Sin
‘embargo, cuando se aleanza un determi-
nado punto, los trabajadores trabajan con
tanta intensidad que empiezan a amonto~
aatse los problemas, ya sea como conse-
cuencia de la fatiga, 0 porque se sienten
molestos y empiezan a sabotcar delibera-
damente la eficiencia, Como consecuen-
cia, ¢ empieza a bajar y el producto por
hora (d) se estabiliza y a continuacisn dis-
minuye.
0 poder
El conflicto en cuanto a la extraccién
del trabajo, es decir, en cuanto a d, surge
porque el empresario desearia que los tra~
bajadores trabajaran mas intensamente. El
empresario pretende minimizar los costes
laborales unitarios. Para ello, y dado el
salario por hora (w), habra de maximizar
la cantidad producida por hora, o sea, en
Ja Figura 7.2, la distancia existente entre
Ia curva de produccidn por hora y la recta
salarial. Esta distancia es simplemente la
cantidad que'le quedaria al empresario una
vex retribuido el trabajador; parte la uti-
lizaria para pagar otros costes y parte se-
rian beneficios. Esta cantidad se maximiza
en el punto d
Probablemente, el trabajador ve el pro-
Valor dt procieto por hora (2b
Selario
oe
Trabaj realeade por hora
Fiouna 72.—La produccin y ta intensidad del trabajo. Este grético muesia ta relacién entre {a intens
iad det trabajo el valor de fa produccién. A medida que aumenta elt
también sumenta el valor de la produccién por hora (saponiendo «que el preso,
jo que se realiza por hor,
del producto no varia)
Sin embargo, Uozado un determinado punto, los nuevos aumentos de la intensdad dl trabajo provocen
una disminucin de la eficiencia fe), debi & os errres y quid incluso = que los trabe
lores sabotean