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158 David Harvey siciones y las teorfas siguen siendo formulaciones abstractas, idealizadis y etéreas que poseen formas pero no contenido (quedindose en meras palabras y s{mbolos). Las formulaciones contrarrevolucionarias se mantienen con frecuencia y de modo permanente en este estado de falta de contenido. ‘¢. Una formulacién tedrica puede, segiin cambien las cir. ccunstancias ys aplicacion, trasindarse o ser trasladada de luna a otra categoria. Esto implica la posibilidad de dos peli- {pros que han de ser evitados: 1 Recuperacién conirarrevolucionaria, 0 sea, la corrupciéa de una teorla revolucionaria en una contrarrevolucionaria. ie Estancamiento contrarrevolucionario, 0 sea, el estanca- miento de una teoria revoluciontria que no se reformula a la Tur de las nuevas circunstancias y sittaciones. De este modo ‘una teoria revolucionaria se puede convertir en una teorfa del staius quo. era existen también dos importantes tareas revolucio. i. Negacién revolucionaria, es decir, tomar y exponer Ia teoria contrarrevolucionarin tal y como realmente es, i Reformulacidn revolucionaria, es decit, tomar tas for- rmulaciones del status quo o contrarrevolucionarias, darles vida 0, un contenido real y emplearias para identificar las posibill- ades reales que se hallan intrinsecamente en cl presente. S. Estas taras pueden ser desarrolladas y estos_peligros evitades s6lo en el caso de que Teconozcamos Ia posturs con- {rarrevolucionaria de la busqueda organizada del conocimiento (} particularmente su division disciplinaria) y estudiemos de modo directo Ia realidad. 5, VALOR DE USO, VALOR DE CAMBIO Y TEORIA DE LA UTILIZACION DEL SUELO URBANO Tenge oo cont ghee onal eng don seth istintos, gue wnat seuss enpresa Ta aulidad eum deter {ninado objeto realy otras a eapacided que para Is compra ‘de otrorartieulos roporcions fa “he eet obj. ia’ Geeta cnetner oda Haare, alo en un sentido apriorstico Kantiano, o que pueden ser descubjertos a través de tna inves: tigacién empirica de la conducta humana. Para Marz, el valor de uso y el valor de cambio adquieren significado (cobran vida, si se quiere) travée eT relacion dessa con alot (y con {70x coneepios) v a través de su relacién con las situacionss y_ cireunstanclas (Oliman, 1971, 175198). Ei término «valor de \so> puede ser aplicado, pues, « todo tipo de abjetos. actvida des y acontecimienios 7 delerininados contestos sociales v ue tupales, Puede teferirse # In ideologia religiosa, a as institucio. nes sociales, sl trabajo, al lenguaje, a las mercanctas, al cio, ete. Es razonable, inchiso, considerar el valor de uso. del Concepto «valor de uso» y, de hecho, ete ensayo estd dedicado parcialmente a ello. Teorla de 1a utilizacién del sueto urbano 161 Marx presté una gran stencién al significado del valor de uso') etalon de carbo tn las socledades capitalists, Tanto fen los capitulos iniiales de EI capital como en la Contribucién tla critica de la economia pottica, Marx muestra el significado de estos conceptos en el contexto capitalista, En esta sltima bra (sobre la que volveremos en estas péginas) Marx comienza ‘por aceptar Ia sfirmacton de que cada articulo tlene dos axpec- fos en la sociedad capitalista burguesa: el valor de uso yel_ ‘valor de cambio. Entonces afirma que sel valor de uso no tiene Valor més que para el uso, y no adguiere realidad més que en tl proceso de consumor. For consiguiente, el valor de-uso seaip- ide siempre con su existencia natural tangibles, Sin embargo, templeado de esta manera, «cl valor de uso como tal se_halla fuera de la esfera de investigaciOn de la economia politica Mara, entoness, pasa a considerar el alor de cambio, Este, fare’ Marx, surge primera vista como una srelaciOn cuanth ‘Sova en is que los valores de 80 son iatercambiables». Pero, de un modo que es tipico de Marx, éste pasa luego a considera is fezzas que producen el valor de cambio. en las sociedades capitalisias. De este modo concluye que la creacion-del_valor {Ge cambio reside en cl proceso social de apllear. trabajo socisl- ‘mente necesario a objctos de la naturaleza para producie-obje- tos iisleriles (meveancfas) aptos para el consumo.(para.£L.uso) umano, Asi pues, Marx sefala Ja relacién mutua que existe She el valor de uso y el valor de cambio, Es interesante con: frastar este método con el de Jevons, que partié de supuestos imarginalistas, Marx escrl ist cul eas conrad Je erenea deue ol dble panto de FES, Soa tercancls, es inmedintamente unidad’ de valor de uso 9) e ‘alot de cumin, faiema tempo no es mercaneia mds que en Tele Tis" con tas deme mercancae. La relacton real de unas mereancis co0 San, Be proceso de cambia, Este atmo et un proceso socal cD el Gho"intertonen lndisduon mdependientomeate unt de otros, pero 10 SeEea"Gplcamente en si eallnd de poscedores de mercancis.. Lx mee Se al mine Geis comm ee re ace preetiae i ie @ cone one es eta een oat are See ted ate ae ees aioe eee ee ere ee meee eee ae So ee rslmenie™ iba fem pars a orm ge" ar cl como valores de Uo, e8 sable psec Tes {ies relidad’ camo valores de cambio. (Coniribucon e-ia"eritiea de le Sonoma roitica, 5p. et). Aqui, ia téenica de Marx es la de poner al valor de uso y al valor de cambio en mutua relacion dialéetica a raves. de Ia forme que ambos valores arumen en la mercancia, Esta tam bidn expresa un conjunto de relaciones sociales. La nocién mar sista 46 sallenacién universale es explicada con mayor detale fn los Manuseritos: economia y filesofia, 12119, En esta obra Marx arguye que loi seres husnanos, a través de la historia, 3° han eonvertido en seres cada vee mas alictade? 1) del prosae: 15 desu iraaip(ante de mundo de os objeto como del mm ode i oatralera) de a atv dea prod ida-en_que han perdide el control sabre-los mediog de Production) 3) desu propia elnidsssy_ccr soneriec (eno estido de que los seres lumanos son una parte de. In nature- {cea ¥, en conseciencia, Uenen una Raturaleza humana) y 4) de ‘unos con respecto.a otros (puesio que cada individuo asume ‘una identidad_y se ve obligado a competit_son los deinds_en ae ee ee luniversals-se encuentran présenies en la mercancia, La mer- ‘canela como simple objeto o como cosa eh si» es reemplazada fen el anilisis de Marx por Ia mereancia como expresion de in- umerables relaciones sociales que, por medio de un simple cambio de manos, pueden experimentar una transformacion ra- ‘ical en su significado, La «mercanciay comprende dentro de si todo aquello que esté sucediendo en la relacién social en la ‘es produicida y constimida, Gracias a este tipo de andlisis dialéetico y relacional Marx se aleja de los anilisis tradicions- les. Indudablemente este modo de plantear las cosas produce tanto resistencia como resentimiento y asf vemos que Joan Robinson (citada por Oliman, 1971, 188) se queja, por ejemplo, de encontrar a Hegel metiendo Ia nariz entre Ricardo y Yow Pero una lectura mas cuidadosa del pasaje citado anteriormen- te sugeriria que el planteamiento de Marx es razonable. Nos Teorta de ta utlizacién del suelo urbeno 163 ‘proporciona soluciones m&s adecuadas para clertos aspecios fave la estratagema ideada por Jevans. Este iltimo parte de Ja Base de dos sistemas distintos de valor que pueden Ser relacio- nados funcionalmente el tno con el otro por medio de instra- rmentos tedricas. Este supuesto ha producido importantes resul- tados (particularmente en la teoria econémica marginalista), ppera en el contexto del valor de uso y del valor de cambio ha Conducide a la teorla econémica a aridos anélisis de las pro- pledades matermdticas de las funciones de utilidad 0 a confiar fn la escasamente reveladora nocién de «preferencia revelada», {Que permite simplemente que la gente se comporte del modo fen quie te comporta. Por el contrario, los geégrafos, los planiti ceadores y los socisiogos se han ocupado de la mercancia silo fen ni aspecto de valor de uso 0, en el caso de que busquen iertos esclarecimientos analitios, han ulillzado a ojos cer ddos los anélisis marginalistas, El valor de uso proporeiona wna {gran ayuda conceptual al modo tradicional en que gedgrafos y Socidlogos tratan los problemas del uso del suelo, pero éstos To han utilizado de modo tal que los estudios sobre el uso del ‘suelo quedan fuera de Ia esfera de investigacién de la econo- ria. politicas, El sistema de Marx para poner al valor de uso ¥ al valor de cambio en mutun relacion dialéctica exige una mayor consideracién porque ofrece In doble posibilidad de apor- {ar niueva savin a Jos estudios socioldgicos y geogrificos sobre el uso del suelo, y de actuar como laz0 de unién entre Ios planteamientos espaciales y econémicos de los problemas del liso del suclo urbone. Esta iltima posibilidad puede ser tan bbeneficiosa para la economia contemporénea como lo es para Jos anilisis espaciales contemporéneos, ) BL VALOR DE USO Y BL VALOR DE CAMBIO DBL SUELO ¥ SUS El suelo y lax mejorss realizadas en 61 son, en ta econo Seneca oe ee eee sels caracteristicas i. Elasuelo y sus mejoras no pueden sei sitio # offo a voluntad y esto Tos distingue et David Harvey como el trgo, los automéviles, etc. EI suelo y sus mejora te ‘en ‘una localiecion fj. Hsia Tocaluacion ‘wbsoite soni Biilegios monopoliias sa persona que poser oT techs + determina el usp de dich locszacidn. Un Papertante stats del expacio fisio es el de que dor petiones o'earar no putea Scupar exactamente el mismo emplazamiento y este principio; Cuando estt inatitacionalizado como, propiedad prime tee Consecuencias my Importantes para la teaa del io del sce ‘rbano'y pa el igfcado del wlorwsedoy ae lor came 4 EL suelo y sus mejoras son mercancias de_las que nin ‘gana persona puede prescindir. Yo no pueda exist sin ocupar lum espacio, no puedo trabajar sin ocupar un lugar y sin hecer uso de los objetos materiales localizados en ese lugar y no puedo vivir sin una vivienda dél tipo que sea. Es imposible prescindir de una clerta cantidad de estas mercanctes, y esto frea fuertes condicionamientos sobre la eleccién del consum! dor con respecto a ellas, iil, ‘BL suelo y sus mejoras.cambian de mano con relativa infrecuencia. En cierto tipo de operaciones comerciales (par ticularmente cuando existen fuertes inversiones de capital fo), fn Ia creacién de muchos servicios piblicos (como earreteras, excuelas, hospitales, etc.) y en los sectores estables del meron: do de Ia vivienda donde el inquilino es al mismo tiempo pro- pietario, el suclo y sus mejoras adoptan la forma de merean- fas con mucha menor frecuencia, sun cuando estén Constan. temente en uso. Por el contrario, en el rector del mercado de 4a vivienda donde las casas son alguiladas, en las zonas inesta bles donde e} inquilino es propietario y en el sector del comer: cio al por menor, el suelo y sus mejoras adoptan la forma de ‘mereancfas con mucha mayor frecuencia. La interpenctracion dialéetica del valor de uso y del valor de cambio en forma de ‘mercanela no se manifiesta en el mismo grado ni ocurre con ‘gual frecuencia en todos los sectores de Ia economia urbana. fy. EL suelo es algo permanente y el porvenir de las me, joras es frecientemente considerable. En consecuencia, el suelo ¥ sus mejoras, y los derechos de uso relacionados con él, pro- pporcionan Ia oportunidad de almacenar riquezas (tanto pare los {individuos como para la sociedad), Muchos de los bienes de ‘equipo tienen también esta capacidad, pero el suelo y sus es Teoria de ta utilizacion det suelo urbano 165 tnucturas han sido histGricamente el depésito més importante de valores almacenados. El suelo, sin embargo, tiene la peculia- Fidad de que no requicre mantenimiento pera continuar pose: endo su potencial de uso; como sefalé Ricardo, hay algo cor inal e indestructible» en el suelo. Por consiguiente, es dificil fnalizar las modalidades normales de uso del suelo sin tener fn cent esta caractzristic. En une economia capitalist, el fndividuo tiene un doble interés en la” prapiedad, como val ‘de 80 actual y futuro y como-valor de cambio potencial 0 ‘cll ahora-y en el futuro. El cambio en el mercado se produce en un tiempo muy. corto, mientras que el uso se extiende a lo largo de un periodo Ge ticmpo, Este aspecto de la mereancia no es exclusivo del Suelo y sus mejoras, pero la proporcién entre la frecuencia del Cambio y la duracién del uso es peculiarmente baja. Los dere- thos de consumo para tin perfodo relativamente largo de tiem po son adquirides por medio de una amplia inversion en un Promento determinado. En consecuencia, las instituciones finany Cleras tienen que desempeftar un papel muy importante en el funcionamiento del mercado de Ia propiedad y del suelo urbano fen una economia capitalist. vi El suelo y sus mejoras tienen mumerosos y diferentes ‘usos que no se excluyen entre si para el usuario. Una casa, por cjemplo, puede ser tsada simulténeamente de muchas mane- ras diferentes. Proporciona: 1. Alojamiento. 2. Una cantidad de espacio para el uso exclusive de sus ‘cupantes. 3. Intimidad. 4. Una localizacién mejor o péor con respecto « Ios lugares de trabajo, zonas comerciales, servicios sociales, familia y ami 0s, etc. (y esto incluye Ia posibilided de trabajar en In propia asa). 5, Una localizacién ms © menos proxima con respecto fos focos de polucion, zonas de aglomeracién, zonas de dein: cuencia, gente considerada como desagradable, etc 6. Una localizacién con respecto s un vecindario que tiene caracteristicas Fisica, sociales y simbélicas (estatus social) 7. Un medio de almacenar y sumentar la riqueza. 166, David Harvey “Todos estos wos, considerados en su conjunto, son Ios que constituyen sl valor de uso que Ia casa tiene para su(s) ote pante(s) Este valor de uso no es et mismo para todo el mundo {omando en consideracion vviendas semejante, ai como tam poco es constante en el tiempo una misma wvienda para una Persona, Los solteros de vida alegre, los jovenes matrimonios Eon nif, lor viejos Jubllades, los cnferinos,los-deportistas, fos jardineros, te, todos ellos tienen diferentes necesidades hacen uso de’ diferentes aspectos de una vvienda en distinga medida, Cada indivdwo y cada grupo determinarin un valor Go uso diferente, El'valor de uso adqulere un significado real Sélo cuando las caracteristcss de In gente son analizadas al talsmo tiempo que Tas earacteristicas de Ia viviends. ‘ips valores de uso reflejan una mexcla de necesidades y ex genclas sociales, iosins males }sbltos cultarales, - eae ee iatier Gs arltrarinmente a traves de la-spucay-soberania del const midor. Pero los valores de uso se forman bisicamente con res esto a lo que pudiera ser llamado «sistema de sostén de vida» el individu. El valor de uso, concebido en su sentido cot ‘iano, «queda fern de Ta esfera de Ia economia politicas. Es ‘esencial comprender cémo funciona este sistema de sostén de ‘ida, Independientemente de lo mds 0 menos complejo que pueda ser’ nuestro conocimiento de este sistema, no pode. mos crear una adecuada teorfa del suelo urbano sin tenerlo en cuenta. Para esto hemos de centrar nuestra afenciéa en aque: los momentos catalticos del proceso de toma de una decisién rrespecto al uso del suelo urbsno en que el valor de uso y el valor de cambio se tinen para hacer del suelo, asi como de sus mejorat, una mercancia. En ese momento se llevan a cabo las Uecisiones concemientes ala asignacién de sctividades y re ‘cursos, Y es particularmente importante para comprender lo fue ocurre en esos momentos tener siempre en cuenta las es ppeciales caracteristicas tanto del suelo como de las mejoras de fns que éste se ha beneficiado, TI, THORIA BEL Uso DEL SUELO URNANO La teoria contemporinea del uso del suelo urbano se en- ceventra en wha situacién bastante peculiar. Los andlisis cen- fran en general su interés bien en las caracteristicas del valor ‘de uso (a través del estudio del sistema del sostén de vida), Teorla de la utilizacién det suelo urbano 167 bien en Ins caracterfaticas del valor de cambio (enallzando ¢l istema de camblo del mercado), pero se sabe muy poco, © ‘hada, en absoluto, sobre el modo de relacionar entre si ambos lores. [Los _geGgrafos_y_ soci6logss._por_sjsmplo, han_desarrallado vo gl dnc nc inn eso a an Beco anna storia Tas zonas concéntricas, de los Ee imiltipice y de los sectores no 400 sino descripeiones enerales de modelos de uso en la economia del espacio urbane. as tradicionales investigaciones sobre ecologia factorial tratan fe hacer lo mismo con un mayor grado de complejidad (y al unos, puntos esclarecedores), mientras que los trabajos. de Stros seciélogos como Gans (1970) y Suttles (1968) aportan un Glerto prado de realismo a los resiimenes estadisticos, mas bien Sites de la ecologia factorial. Existen otros varios instrumea- ton para llever_a cabo. generalizaciones estadisticas sobre los Inncromodelos del uso del suelo urbano. Se fan Tlevado m cabo nvestigaciones bastante detalladas sobre el smodelo> negativo Scponecial de la relaciém poblacién-densidad (y suelo-enta), que disminuye conforme se va alejando del centro urbano. Vs Aioe ‘modelos que quedan fuera de los tradicionales estudlos fobre fsica sovtal —-de los cuales los de Wilson (1970) son se- friramente los més complejos hasta la fecha— ban sido tam Bien uiliados para delimiter las macrocaracteristicas de las tetividades y los usos en el sistema urbano. Sin embargo, todas stay formulaciones equivalen a complejos anélisis de modelos Er tuo que difieren en grado, pero no en esencia, de aquellos Gxpresados en los mapas del uso del suelo o en las descripelo feb de las actividades cotidianas tal-como se manifiestan en Clsistema de sostén de vida que es la cludad. A través de tales Gecctipetones podemos ciertamente avanzar cn nuestra invest foclon Pero un estudio como éste no podré damos una teorla fel uso det suelo urbano. or el contrarja, las tcortas es Ge-Gombiopatnque al Haverlo-apelan explictamente » a estes tegir- Creada por Jevons, a través de la cual el valor de uso (otlldad) es equiparado al valor de cambio marginal. Alonso (964), Beckmann (1968), Mills (1967, 1969) y Muth (1969) parten fel supuesto de. que Toe individuos Hlevan a cabo na maximize Sian de la-tiidad Enel. mercado. d esto. qulere ‘lee que los individuos buscan une_cantidad.de-vivenda (0G rmalmente concebi sibilidad_(normal- ah David Harvey ‘mente el costa de transporte_al_luger de trabajo) y de todos. Jes otros bienes y servicios dentro de un presupuesto limitado {8 su conjunio, Se supone que los con Bh 5h Fespecto a cierias-cambinaciones de espacio y accesk Dilidad. También s_supone que los individuos Heiten por una fas a ‘el momento en el que la eantidad suplementaria de ssatisfacclGn+ consegulda cone] Sambi cractamente igual ay willdadmargral dé gener ig eantidad suplementaria de dinero. A partir de esta concep. tualizacién es posible deducir las condiciones ‘de equilirio en 1 mercado urbano de Ia vivienda, condiciones que se denen por préssimas al dptimo de Pareto. Este proceso pucde ser le vado a cabo de varias maneras. Herbert y Stevens (1960) lo han formulado como tun problema de en.el cual Jos ingullinos buscan-su mejor shat residencale de Bicoes-dee: {e0'del merealo general de todos los otro blenes sujeton a cox ‘Presuptesios limnilados. Math (1969) nos proporcions ‘una formulacioies especialmente complejes en las cuales (rata de unir los andlisis de la produccién de viviendas, la asignacion del mimero de casas existentes, la asignacion del suclo para distintos usos y la conducta de maximlzaciOn de la liidad por a las olerentes-cavacteri ‘erases ¥ 4 los dllerentes gusins con respecto a Ia vivienda. baa auioies hat examinado Ia competencia por el espacio su localizacn entre diferentes usos (comercial, industial, 12 siaencial, te) Seria agradable poder considerar toda esta serie de teoras sobre tans al ala rage co aster ese lizar tas fuerzas del_mercado-que-configuran fl resto de los otros puntos (Este es el caso del anélisis del potencial demogrifico y comercial, por ejemplo, y es también Imuy importante para comprender Ia determinacion del valor fel suelo, como veremos mis adelante), Pero no hemos de olvidar nunca que jams podré haber mis de una parcela de {ereno exactamente en el mismo sitio. Esto significa que todos los problemas espaciales poseen un carécter monopolista intrin seco, El monopolio del espacio sbsoluto es una condicion de Cxistencia y no algo experimentado como una desviacién del ‘mundo de la competencia perfecta fuera del espacio, En Sociedades capitalisas esta caracteristica del espacio absoluto esti institucionalizada por la relacién de propiedad privada, de modo que los «propletarios» poseen privilegios monopolistas sobre «trozase de espacio. Por consiguiente, nuestra atenei6n tha de centrarce en «la realizacién de este monopolio sobre ls ‘base de la produccién capitalistas (Marx, El capital, libro TIT, pagina S75). Los modelos de Muth-Alonso no tienen en cuents, En muchos importantes aspectos, el cardcter monopolista del fspacio, y sus andlisis se besan ide hecho en un determinado punto de vista del espacio y del tiempo, asi como en ciertas abs- fracclones del marco institucional de Ja economia capitalists, ‘Fodemos empezar a incorporar consideraciones provenien- tes de la concepeiin del espacio absoluto si tenemos en cventa que le distribucién se sucede de una manera secuencial a tr ‘és del espacio urbano dividido en un nimero amplio pero Timitado de parcelas de terreno. Entonces, la teorfa de uso det suelo aparece como un problema secuencial de sempaquets Imientor del espacio (con la posibilidad de afiadir espacio en Ia periferia), En un mercado de Ja vivienda con un stock 6jo de viviendas el proceso es anSlogo al de ocupar_secuencial- mente Tox afientos eo un teatro vacio. El primero que entre 116 ‘endch_m posibilida sicesivamente hasia-que 4 clecién. Silos que entran para ar OTden_ de eapacidad de lation, entonces aguellon ae tengan dinero tendrin mds posibilidadss de slecciSn: micas ie te mils pobre oalpare he ‘ocupardn_los asientos que_queden después 4 que todos los seas hyan escogido sin Este concepeall Gestiva, parcularmente ise ln asocin a comeapto El excedente del consumidor es 1a diferencia eatre lo que un Individue poga realmente por tn bien y lo que que Dagar con tal’ de-10 pasar sin el (Hicks, 161; 190; Maha 1911), Este cancepto nos hace reeuperar de algun modo la el dada distinciéa entre valor en uso'y valor en cambio, sunqe In recupera por medio de un supuesto que permite estimas el valor de uso en términos del valor de cambio’ (conceplalize: cin no marxista del problema) BI excadente del consumidor hos proporciona' un importante pero poco estudiedo lato de union entre los andlisis de lcalizaion ya cconomfa de blew star (Gaffney, 1961; Alonso, 1967; Denike y Parr 1970) No hay hinguna duda, por ejemplo, de que existew excedenicy te com sumidor en el mercado de ia viviends, Lo interesante os deter: Ininar cémo pueden ser estimados y simno el cxcodente coles tivo de los consumidores (definido por Hicks come a ceantded 4¢ dinero que los consumidores en conjunto habrian de perder a fin de estar cada uno de ellos tan mal de dinero tomo lo Grtarin en el caso de que Ia mercancia deoparecteres) et di. tei ‘ire indvios y_grapos. Una diibucon, fren cial surge en parte porque lor bencticios, le cestos, las oper tunldades, las accesbiigades, ete, estin’ dstabuides-diferen cialmente’a lo largo y a lo sncho’ de ese sistema arifical de recursos que es in ciudad (véase el capitulo 2), Las parcelas de terreno obtinen beneficioe exterires provenicates de todas partes y la ocupacién de una vivienda traslada ents beneficos 4 os exvedentes de los conaumidores (en estos momentos este ‘mor concibiendo relacionalmente las paresia de terteno em tn espacio absoluts). No obstante, centtarinos muestra, stencin en Ia. manera en ja cual la competencia en la lctacién contr bye ala distrtbueén diferencal del encedente del consumnidor ‘EL modo-més simple desstinar el excedente del consi) ores el.d¢_eqhiparario con sl area que queda debajo de la a ay encima de ia linen de egulibrio toispe: saci adlo es realist Bajo Cer 6 precios. Hsta est Teorla de ta utilizacién del suelo urbano 7 res ro sock sufcente pare nuestro tos supuestos (Hicks, 194), pe ie par mara opal: Sugestane gery roan com ler ngee seer Sate thon pose tna preferenis homo Fepeco a los proviemas de alojamiento. Sila utilidad mara {Siena permanscecontnte para tds Jos cos, lyons entnces a curd la demanda asenderé de nto pre confry sane ues ec, Pan oe re gl congumider aumenar confrme samen Hern fl poo El enedent el consort sperma desponorionaarent conform auments It ea ZEYH tal et po mo slo tena. gee plo oe posterior grupo mle co pars Obenct Pac ae ipiner exlaraiento ye mor soni Baa inion ac los ipesor er-altmcate dor proporcionada en las sociedades capitalistas y que Le Evponer que el nbmero de buenos emplazamlentos sea limitndo, ‘my fable gn a comad dr eet el conmonio So aes cporanaamete conforme ismiyan 1 feos del gape. Asinamo, dado que I eapacidad de liitacin Ecpende, de los pos de ertito, existe une disminucioo muy rovanina eh lcm speci confor Snape 1s eee aneo, poder ver que oer, mls i Eo Sadoe Under pen na media de aigaman, 50000 dete ee in gee csari depusto‘ peat una media de Feogi'tanls que presenti deel, mientras que on gros int pts pute estat pana S50 clare orca Po las ae crissontramos un exeedente de consumider de 25000 Bhat en cl segundo caso uno de simplemente 1.000. Saber SONS agen vas pnen mie exes de consildOF oP Sse rerio que ter grupos pubres es un problema de ari tas distsibucion secuencial de un stock Fijo de viviendas ene ese toner de Hci, grupo mds Po- oon Ei cn eotar en al mereao, bx de hace fen unos provesdares de servicios de alojamiento que se encten trata ey aan stncon monoplist Ast pus, gulls ae se ie proetoehciactén pcten wer oben 1 Eiope parte dean crates econo como 3 ee Pa ge provecdor « ls coredares de fncs, = 3s ‘Sileusln tic Le concn de potlidads de esto hace oP ere sien une scion mde Geb y = ence Sect eapade y la pared » consecuencin de esta politica im David Harvey monopolies (stuscién que no ex exciuiva del mercado, dela Mire tng auc tbls so dn cn cuanto purses da tw ajo nas comerciales, etc), St los excedentes de los prover ar, eattca nar intcrpretados sinplowents como ratlaa © teteidon Some sugiere Mishan (1960), entonces Ins ganancis ‘ets entasextraorinaris poston acrecentarse de modo mas Tacil en este sector del mercado de In viviendafEstas ganancias el eae extraordnarie pucten Se redurdat or i compete ‘yr al resultado exe mismo pa el conmumider porque SPePefonte det mise seve disminido, De esta manere fe. Surtees te eltencia tn an sonar foie pobre de wae seret dn or parts de low corredorse de fincas (a base de syiete wabzsvon sb lm Yona de ivendan)y ns exle td pre se vpn ee tenes ee Samefte don) aun or el cao de que los corredores See ee ee caer t a cechea. ata peculiar stuncon puode surgir cuando lot pro. eet ccegtien cae st pox ol epaco|n tn Ge pase te Tiere cs amet te be poccecto aspen oa a Mieedecbcis patie Ss gegen Gaia aa iomecaion ue fener el monopaia del noninistra de viiew BeePi tm elabe de inguines con bajos ingress. El fender 35 monopoto de dase es muy importante pare exlcar ia & ‘Sota ita oy ste ageo xicln ae Hun clase de consumidores de viviendas que-no tiene post ‘itidades de crédito y que no pueden escoger el sitio en el que Silas viendn Una clase de propltrion rg para © ee eee pac alge i Cehmueidares ‘no ten postbiilad de tei los propitaion, Soro tse, poseen un poder monopolist Lot ‘provera SS tpaviator covopite entre st pero como clase mbestran unos modelos de conducta comunes, y, por ejemplo, retirarén SEe‘nendas det mereado sick Indice de interes sobre el co Bi Uiccias san ano ated ey aun Gated bio 3s hearin rf mea sea somti Af cs. ae Sagat eat tin ear per cies ipo do tanooc: Tr sucras ames que se rman tambien tendréa que hacer fnte-a este problema en cierto sentido, pero en ua mercado ES Seat plabies nocras comtruceones, lu grupos ioe Sempre tendrin Is posoildad de conseguir nuceas contractile SSP Eis Soagss ie concsion mds importante que pede se ‘itaide ex ls Ge que en uoa economia Ge mercado capialista Tonle cousegis, como reulndo. del carter. ftrnsecs Teorla de ta uttlizacién del suelo urbano 119 mente monopolista del espacio, m4s beneficios en unas situs Bienes que en otras. Los monopolistas, como individuos, maxi Sime us beneficios produclendo hasta el punto en que 10s wieus marginales son iguales a los beneficios marginales y no ST'precio (como seria el caso en condiciones de competencia san) Beto significa un menor volumen de produccién, unos Purelos més altos ¥ unos heneficios mayores tanto en una situa Pipa de monopolio individual como de clase. Bl rico, que tiene Grandes posiblidades economicas de clecién, se encuentra c® Srejor iuaciGn para excapar a los resultados de tal situacién sre polista, micntras que el pobre ve sus posibilidades de elec Bon Petremadamente reducidas. Por tanto, Hegamos a la con eMeion fundamental de que el rico puede dominar el espacio seotisas que el pobre se encuentra atrapado en él (véase supra, ‘iginas 81:82) ‘Los argumentos antes mencionados son informales © incom pletor, pero nes proporcionan un contraste muy dtl para com Bidar los modelos de maximizacién de la utilidad de Alonso, Fiat, Beckmann y Mills, En la medida en que estos modelos sar rmulados dentro de un espacio relativo y de modo que Gujan a un lado las caracteristicas monopolistas del espacio seemtuto, parecen mis bien argumentos propios para estidiar fp que scurre en los grupos opuleniios que se encuentran en Ssateion de eludir les consectencias del monopolio en el espa Ho, sus funciones son, por consiguients, tendenciosas por lo Gus respecta a los ingresos. El eriterio del éptimo de Pareto ses pign se manifiesta irrelevante (por no decir completamente Engafoso) para cualquier andlisis del mercado urbano de la GMonda, Ls distribucién diferencial del excedente colectivo del Tivenaildor, de acuerdo con el principio de que el primero en Ilegar es el primero ea ser servido, con los ricos a Ia cabeza Botta cola, Uene seguramente tin efecto de ingresos diferencia: fee por el cual los rices, en la mayoria de las situaciones, obten- Geka nds bencficios que los pobres. La ocupacién secuencial en Gruso del suelo urbano, del tipo de Ja que estamos usando en Ghestra hipatesis, no engendra el grado optimo de Pareto, sino Une redistribucién de Ios ingresos imputados (que es en reall ldnd a fo que equivale el excedente del consumidor). Incluso 1 tenemos en cuenta que son posibles muevas construcciones (es decir, que el stock de viviendas no es fi), no es probable que er Ota condicion, porque los pobres no se encuentran cae cate en condiciones de crear actividades cn el sector 190 David Harvey privado dada Ia débil demanda efectiva de viviendas que son Capaces de expresar-en el mercado. [Las limitactones del espacio absoluto nos proporcionan cier tos datos interesantes sobre el proceso del cambio en l uae el suelo, Supongamos, por ejemplo, que los ocipantes estas ordenados geograficamente de acuerdo con sus chracteriahing de ngresos. ¢Cémo cambian las posliones ‘em esta stsscian fodenada? Se da con frecuencia por supuesto (sin que moos evidente se ofrezca como apoyo de esta afirmacion) gue ioe tconsumidores tienen un Insaciable deseo de viviendat (am sate facléndose munca el deseo de valores de uso) y que toes te esforzarén por conseguir un mejor albjamients nun major emplazamiento, Las més ricos, puesto que poscen Ia mayors de Jos recursos, pueden cambiarse mds Theilmente 9, al ool Io hacen, ejan tras de sf alojamientor de buena calidea que pe dirin ser ocupados por otros. Por este proceso de sfilaciane 10¥ @Fipos tis pobres podria finalmente conseguir mejores Alofamientos. Esta teoriade la como rentas monopolistas. Es un problema inte resante saber si la competencia monopdlista del tipo snalizado por Chamberlain (1933) y Lisch (1954) produce rentas mono- polistas en el sentido marxista del término, En mi opinién, fstas rentas conseguidas en Ia competencia espacial son un clisico easo de renta absoluta (definida més adelante) y estas rentas monopolistas, en el sentido marxista, sdlo surgen a tr. vés de sustanciales imperfecciones en 1s competencia espacial, i La venta diferencial es asociada normalmente al nom: bre de Ricardo (1817), pero Marx muestra que Ia doctrina de Ricardo es un caso especial que proviene de las diferencias de fertilidad con_ganancias regresivas en lo que respecta a Tas inversiones sucesivas de trabajo y capital. Mary discute la ge neralidad de los supuestos de Ricardo y hace objeciones al modo restrictivo en’ el cual son desarrolladas las implicacio: nes de la dctrina. Critica a Ricardo por analizar Ia renta como sida propiedad de Ia terra no exisiera y como alla Hera po- seyese epodetes originales ¢ indestructible», cuando @ath claro que es una condicién y no una fuerza de produceién, Marx acepe {a la exstencia de rentas diferenciales, Estas surgen simplemen: te de la diferencia enire «el precio individual de produccién elas inereancla este capital co Pro . producsion en si conjuntor (El capital, libro III, 598). La renta diferencial no puede obviamente entrar dentro del costo de produc: cid 0 del precio de los productos porque surge_simplemen- te de_las_ganancias extraordinarias_que_ciertos_proveedores adguiere sic_st_ventajose sien, Fst’ ganas ias-extraordinarias pueden ir a parar al bolsillo de los. pro Pietarios de la terra en forma de rents. Existen situnciones Yentajosas por diferentes razones.y Marx las analiza de un ‘modo mucho més general que Ricardo, diferenciando eplt- Cactones Intensives y extensivas de capital y trabajo en_dfe- rentes condisiones, Las diferencia en cuanto a fertiidad son importantes, pero Marx indica que la renta diferencal puede surgir al margen de ai se ampli el cultivo de los suelos ricos 4 os pobres 6 vieversa (ET capital, bro III, 612). Asiaismo, to hay ninguna neceidad de suponcr que las ganancias regre- Teoria de ta wlilizacién del suelo urbano 189 sivas y ln renta diferencia) puedan darse simplemente por uns picaisn diferencal de capital y trabojo- La ventaje relat de tn emplazamiento es consderada explfitamente dentro del SSdso (Vet interesante observar que Mares Snspra a este respecte en gran parte en Willa Pty, quien en 1652 eco noco la importanla de In Vocalizacin para la. determinacion de ia renin sin que von Thanen sen teaclondo). Ad pues, Marx combina todos estos elementos y muestra como. comb haclones diferentes de auels, en dferentes emplaramenos, ton Giferntes carscteriateas,explotados en soauenciar die Fentes, con diferentes cantidades de capital, pueden crear v= Tios modelos de venta diferencial (EI capital, bro II, 605406 (56i6; Teoras deta plusvall, vol. 2, 10312), También Indien fhe sla stuaciin de is fincas tiene, en To que se refiere ala Tenta diferencia en los alguloes de casas, la misma Importan Cin que ta fertildad y In sitncion cm canto la rents gr felar (eorlas de ta phusvote, vol 1, p. S11). La mayor parte de lo tebrcos contemporineos’ dc la locallaelén estarian de “a rentaciferencial cobra significado en un espacio rls tivo que est estrcturado por diferencias de capactdad Pro tuctiva en diferentes emplazsmicntos y que ext eepatalmente Sstructurado a través de elaciones de costos de transporte. La Fenta diferencia! ao puede, sl parecer, ser coneeptualizads si royectar tn espacio rlativo. Bro la renta diferencia os crex tiasopin el punto de vista de Mars,» tater del funclone miento del modo de producciin capitalist en el eontexto de Un inttucn de ln propiedad privada, fi, La renta absoluta se distingue de 1x venta monopolsta en que da lugar a un_presio de monopolio. mientras que_un precia de monopolio independientemente determinado permite ‘Obiener sina Tenia mnonopoliste, Ricardo negaba la existencia dde la renta abtoluta, posicion a Ja que se vets forzado, en opt nidn de Marx, por st confusion entre valor y precio. Marx evita {sta confusidn argumentanda que el valor de los productos agri colas puede ser més alto que su precio si se invierte mas ‘dinero en salarios en proporcion al eapital constante, en com: paracién con la relacién entre salarios y capital constante ne- ‘esaria en otras esferas de la produccién. En estas condicio. nes puede ser extraida una mayor cantidad de plusvalor (pro- veniente del poder de trabajo excedente) de la agricultura que dle otras fuentes de produccién. Esta condicién es necesaria 190 David Harvey para Ia existencia de Ja renta absoluta en una determinada Estera de producelén, pero sélo puede ser realizada si existe ‘Mguna barrera contra’ la completa igualdad en el indice de Deneficios entre las diferentes esferas de la produccién. Pueden exisir varias barretas, incluyendo la falta de movilidad geo- rifica y social, la falta de movilidad del capital, ete. (EI ca- Pita, libro IIL, 198199). Por consiguiente, las ganancias adicio- ales pueden surgir Sisio nos proporciona In clave para entender cl relative &xk 1 de los modelos del genero del de von Thunen, Tales modelos fe basan cxcusivarente en el concepto de renta diferencil 1 repla general, Plantean sus andlisis eo un expacio relativo, Fambién hacen abstraccion, al igual que Ricardo, del poder de Jn propiedad privada, aungue se supone siempre la exstencia del control monopolists individual sobre parcelas individuales de tierra, Estos modclos, por consigulente, deben ser conside fados como casos esperiates, que descriven las condiciones Guando las rentas absolutes y monopolistas son de poca im Portancia, cuundo los concepios absoluto y relacional de tiem po y espacio. son irvelevantes y cuando la institucién de la Propiedad privada es notablemente inactiva en los mercados aml David Harvey del suelo y de a propiedad. Por supuesto, es dtil tener unos ‘modelos de andlisis para estas condiciones restringidas, pero ‘seria pellgroso considerarlos como los cimientos para una teo- ria general del uso del suelo. Entre los gedgrafos, planificado- yes ¥ socidlogos, muchos de los cuales no sienten ninguna sim ppatia por las abstracciones de los economistas neoclésicos 0 las deseonocen, los modelos adquieren atractivo y uso porque ppavecen ser instrumentos empiricamente importantes para Comprender la estructura general del sistema urbano, punto Ge vista fomentado por la comprobacién moderadamente acep- table de sus modelos por Mills (1969) y Muth (1968). Esta aparente importancia proviene del supuesto de que Ia «distancia al centro urbano supone un “castigo” en forma de costes de transporte 0 de comunicacion» (Mills, 1969, 234). Las renlas diferenciales estén, como si dijéramos, «cubiertas» por la distancia al centro (normalmente porque se supone Ia exis- tencia de una fuente central de todo tipo de empleo). El que cl valor del suelo en el centro de In ciudad sea maximo 5, hho obstante, un resultado de fuerzss que no tienen nada que ‘ver con la renta diferencial o con Ia productividad marginal el suelo, Es natural, por ejemplo, que los valores de los terre- hos urbanos establecidos relacionalmente, como el potencial de- thogrifico y comercial, tiendan » ser méximos en la proximi: dad del centro. Las rentas monopolistas también tienden a cetablecerse més facilmente en el centro o cerca de él (aunque Sélo sea porque no hay mas que un centro y lo demés es una continuacién perifériea). La renta absoluta (si recurrimas al sis- tema de Lsch, por ejemplo) seré mucho mayor en el centro de la region metropolitana més ammplia. Por consiguiente, es fl suptesto de la centricidad lo que da una apariencia de im portancia empirica a los modelos de Alonso, Mills y Muth. Por Esociacida, el mecanismo que se supone en el funcionamiento fe estos modelos —Ia licitaeién competitiva por el uso del Suelo recibe mucha mAs atencidn de la que merece. Induda- Dlemente la licitacién competitive es importante, pero supone {que el uso del suelo determina el valor cuando en la préctica To contrario es mas normal en la mayoria de las ciudades capi talistas contemporineas, A este respecto, el andlisis se aparta aqui, en un importante punto, del que ofrecimos en el capt tla ‘As{ pues, los modelos del uso del suelo urbano del tipo del de von Thumen han de ser considerados como casos especi les que se pueden aplicar s6lo en condiciones muy restringidas. Teoria de ta utilizacién del suelo urbano 199 Han adquirdo credibildad y uso, no obstante, por una aps ae ae erpiricn aoe de hecho, se bass en el tae le centric V. BL VALOR DE USO, BL VALOR DE CAMBIO, EL CONCEPTO DE RENTA Vitis 2H0RIAS SOURE LA UTILIZACION DEL SUELO URBANO: UNA CONCLUSION el yalor de cambio que se-reserva el "EL valor_de_cambio_se_relaciona. (por Prodi de In cifculaciin de mercanclas) con Jos valores de. uso Eelerminades secialmente. Si pensamos que la renta pucde die {Ere uso, esto Imples que los valores de cambio pueden de erminar fos valores de uso cteando micvas condiciones a lat fue los individuos deben adaptarse si quieren sabrevivir en Ia SMGiedad. ‘Estas condiciones 0 son solamente importantes ex Ios momentos cataliticos en que som tomadas decisiones sobre Geuslo y la propiedad en su forma de mercancia, sino ave también erean pefsistentes presiones por Ie costinua apropi: Gin de costos ¥ beneficios esteriores por tas parcels de tie Ser através de cambios relacionalmente establecidos en el Valor del suelo, etc. La economia cepitalista de mercado pe Tetra hasta tal punto en todos los aspectos de Ja vide social J privada que elerce un control casi tirinico sobre el sistema A ePioeten de vida en el cual estan inmersos los valores de uso. Mant observé que un modo de producclén dominante crea in- fviteblemente las condiciones para el consumo. Por consigulen- fe, a evoluctin de Tos modelos de uso del suelo urbano s6lo Siede ser entendida en funcién de los procesos generales por Toe cuales ia sociedad es arrastrada (sin saber cémo) hacia un ‘Modelo de necesidades sociales y de Telaciones humanas (ave bho son i comprendidas ni deseadas) por las fuerzas cegas de tun alstema de mercado en evolucion. La evolueién de la forma ‘ibarm cs une. parte integral de este proceso general y la rents Utne medida Ge la interpretacion de los valores de uso y de Eine contribuye notablemente al desenvelvimiento de este Pre Tas economias capitalistas, 1a renta surge bajo formas monopolistas, diferenciales y absolutas. Una_vez.que pidoia conta sires para asunat al suelo. fo el uso-determina st valor se-nede habla Garde Ia venta como instramento distributive. ave nde ua J6sica 30 duce a ae David Harvey ‘modelos efclentes de produccln capitalista (aunque In can a tal de senta pagan por clo parece un prel exaar naviamente alto que Ia socledad ha Ge pagar por tal mecani feo dstributivo). Pero cuando l valor deternina uo, ‘Stan alin lo ug Sosa -especulaciér escaseces_artificialmente producidas,- etc., pietde toda pretensién de tener algo que ver con una etientc Srasizacion de la producciony dela is bacon, Se dice he emtement que pollen sot debera estar encanoee es Fomentar el primer Gpo de distrbucieny & taped ate Por dengraca, el poder monopolina aes prpisiad pre pede ser slansado en a forma economics per ee de kt fers etatags th reat no puede sot ox do tn modo, entones lo str de oe. La’ polis sci, por Intenconada que ea, es init frente ¢evtas ional oe tratagema, yu que el rents conseguir sus objetios pos fos Imedios que sca: Sin embargo, eo tte hecho eh que ae won cinta homoge «he foray urbane ial» at clas areas diferencias que existe ene os dst ses (¢ Incuso entre at distin cudades) en cua iets Stones polities, legales adminstativas, al came Sete fin produccign,distabucion y matte de Vda Socal en a Sin embargo, bay cambios ditcernibles en el modo en que se obtiene a tents o larg del icinpo, La rela monopole (Gn cl setido marae) ya rata absolut (considers corsa Xn fenfmeno de-monopolio de cae) son shora mucho mts importantes que antes, en pate porge las cused sox tats (Gusior que ster guoprdGcrmi se hon afereiaes tho ms Actunimente as rents indvigunes Yas monopoe tas de cle Se han echo mis exensas, pero mis ditreace ss, dependendo de su ermplaramiento, de a orm partial Ge neers es cores ee eataoce eee o sos'y de Incapacigad de In cise renista de menipulat lade Giles piesa ne que mejor su tun. En aces vermin capitalist contemporsnea Ta rena hu Teqado, aioe 2 confundirac con et interes sobre e cpa, como resultnde Jos incrementos en el valor de Ia renta se han hecho tan im. Portantes pata Is evolucion de cpiaismo. como tes lace atonal linen de prin ona ene ete ae saobre ef capital tambien surge en tor fel uto del suelo urbane, EI hecho es que nts, at of a tesaro, puede ter contiderada tomo us problems af defo Teorla de ta uilizacion del suelo urbano 21 lpn cho ic we li Hater An Be cee eon ae a ae See tres conte ae noes Gees ae Tea ae cde as cuoaions qu ua sg t= a ere te ee cctoomaan eo & So i ee eccerI) aceyame I enn es cases oe ee a ee eeeePac cambio al ei je no, puste bt re emacs oe ie dnieatn Ye a me ae na ene nngin serio abla ae fanion oe anes a eal oc ale do inaueia yor ov See en ois ae er betel TN ce Teta alan nag, este eee See te ee eee tee oe Del Sm get ao aus car gran are can 8 ca te erga ie au ws farts dels pros 9 de SU SE cencrcie enn sca no By nS See wien ne salen name en ree me et sr eden comirinttion en poses de a ree Daete a Dich deere modo s Joan Robinson, Sale teen dl cD eynednoce (vase Hunt scart. 372 1 te Teo tam, 197) stan, er. de Aare ta ats hens, Mls Mth 20 eulocan eaeeneate TP eerleno wrbano proporcions una seria mancra dt sents eatin cn lee Se one eo ede SBR gi es sue proprcone ae moto sl ‘ampo “para la distribucién del plusproducto (véase infra, pa peg ee re ae fe re Pesce del smn bat tn Se EI i propa wemeaien 9 om vies ees Se ce oo (a tess comer fdo ste eas ee See ek ee ee Sees al trecimiento tisco sn controlar pada imis ge

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