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+ Trabajo realizado por el equipo de Ja Biblioteca Digital de la Fundacion Universitaria San Pablo- CEU + Me comprometo a utilizar esta copia privada sin finalidad lucrativa, para fines de investigacion y docencia, de acuerdo con el art. 37 del T.R.L.P.1. (Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual del 12 abril 1996) Fundacion Universitaria San Pabla- Biblictecs Digital CEU DON NICETO ALCALA- ZAMORA , GARANTE DE UNA TRANSICION POLITICA. José Peia Gonzalez Congest el Repbicanisn ‘Una de las posible acepciones. y posiblemente de las mas ajustadas, del {ermino «transicién», es el paso de una régimen politico a oto dition. En EEspafia que en estos momentos de la historia patria vivimos el fendmeno 4e a transicion reduciéndolo en exclusiva al transito del réeimen franquista, ‘1a monarguia parlamentaria y democritica, solemos olvidar otro cambio de régimen que tuvo lugar hace mas de setenta afos, por el que los espafioles pusieron fin a la monarquia y la sustituyeron por el regimen republicano, En esta transicién, como en todas. confluyeron personas e ideas muy distitas. Pero todas eran necesarias. Ninguin cambio politico opera en el orden personal de forma totalmente ex novo. Hay necesariamente hombres del pasado que tienen que convivir con protagonistas del futuro en un presente que no siempre esté claro. Esto naturalmente tiene su cost poli ‘20 y soeial. Pero todos son necesarios, incluso en momentos revoluciona. Fos, para hacer posible el cambio, El objeto de Ia presente comunicacién es poner de relieve como en todas las eircunstancias son necesarias personas que proviniendo del pasa. do estén dispuestas a garantizar con su sola presencia el presente. Ello Supone en primer lugar, una mutacin ideoldgica que haga posible la adap- ‘acién ala nueva circunstancia. En segundo lugar que las citcunstancias del ‘hecho hist6rico en si mismo lo hagan factible. En el caso que nos ocupa-el cambio de régimen de Monarquia a Repiblica en Espafa el afio 1931- ‘onfluyen ambos supuestos, Veames, En primer lugar hay un importante cambio ideolégico en la biografia Politica de Don Niceto, El politico prieguense es el actor posiblemente mas ‘importante de la situacién politica vvida en el afo weinta. Esta importancia stiva mas que de sus propias condiciones politcas de las cicunstancias en {ge el cambio se presentaba. Creo que no es exagerado decir que Don ‘Nieto fue, como tantos otros, republicano por decepciGn, Sin la acepts \sin de Ia Dictadura es posible que Alcali-Zamora, a pesar de la poca ‘mpatia que sentia por Alfonso XII, se hubiera seguido moviendo en la ‘bite de fa Restauracién mondrquica, aunque posiblemente suspirando por 4 nuevo Rey. Fueron los sucesos de septiembre de 1923 fos que dan el ©? )pujon definitivo a esa conversién republicana de Don Niceto. Su defe- —as— nestracign del Ministerio de la Guerra tampoco result6 ajena a cambio de Imentalidad politica. A partir de esta fecha ha hecho realidad una expresion famosa contenida en sus Memorias. No est dispuesto a ser mas fo que fue ‘de quien lo fue. Es decir, rompe sus ataduras con un pasado inmediato que Te ha permitido vivir una especie de aurea mediocritas durante veinticineo fafos, Habiéndose iniciado en la vida publica el ao 1905 como Secretario politico del Conde de Romanones, alcanzaria en los wltimos y apretados Seis afios de st vida politica, los mayores honores que un ser humano puede conseguir. Fue sucesivamente del 30 al 36, Presidente del Comité Revolucionatio. reso politico en la Modelo. interlocutor eneargado de fia las condiciones del cambio de régimen. Jefe del Gobiemo Provisional dela Replica, Jefe Provisional del Estado. y por dltimo Primer presidente de la ll Replica Espafiola. En abril del 36 es tambien el presidente desttuido cde esa misma replica, Todo en apenas seis afios. Hasta 1930 una historia politica previa pero gris. Ministr en dos ocasiones. pero uno mas de 1a Farga lista de ocupantes de carteras ministeriales en los mitiples gobiernos Ge Alfonso XIfl, Simultineamente un funcionario distinguido. Pero en 1930 inicia su propia vida politica, empieza a ser Don Niceto, por si mismo. sin estar al socaire de ninguno de los muchos sefiores que hasta tentonces habia tenido, dentro de la logica del sistema politico de la restay- Facién, el turismo de los partidos historic y la permisividad ante ses propias facciones, una de las cuales habia abanderado.. Como ministro Fabia sido uno mas. Como revolucionario se sabfa necesario, aunque sole fuera por st impresionante preparacién juridica. Era el hombre que Is Replica podia necesita en sus comienzos para dar el necesario bafio de Jegalidad a un régimen que quiere ser en todo momento un estado de derecho. Ademés se habja asignado en conciencia la delicada tarea de enfriar larevolucign, aguarel vino entusiata pletGrico de efluvios republi {anos y quitar todas Tas erres posibles a 1a nonata repablica, Jugaba en un campo que no era el suyo y al que habia accedido puiblicamente tr sv idiscurso de Valencia. Llegado este momento Don Niceto se lanza al ruedo ‘de le politica y se lo juega todo a una carta. Cuando acaba la Dictadurs ppado permitine el lujo de seguir instalado en In comodidad de ser I primera cuota del Colegio de Abogados de Madrid y a Jo sumo tomar be politica como un pasatiempo, como un divertimento. En cambio se aries ¥ la tomé en serio y ademas en un primer momento la suerte estuvo dé St lado. Y al principio hay una magnifica conjuncidn entre el actor Nicel ‘Aleald-Zamora y el momento histdrico que se representa en la Espatia 1930, El actor cambia de ideologia y pone al servicio del cambio s# Congest eRepbaisno Preparacion y su sentido de clase. Es el destino de los hombres cultos y lo sumo reformadores. A mi personalmente el caso Alcald-Zamora me tae inevitablemente a la memoria el de Areilza en la transicién espanola de 1975. El suefio de una detecha moderada que quiere que los suyos sigan ccontrolando el poder. no pidiéndole a cambio mas que una cosa: que acepten la nueva situacién. En 1930 la repabliea, En 1977 la democracta {Al final los dos fracasaron. pero estas mutaciones son frecuentes eh las biogratfas politicas de aquellos hombres que viven la pasidn politica eon tuna intensidad que al resto de lox mortales se nos escupa, Toman en serio la politica aunque a veces no suceda lo mismo a la inversa. Ellos cambian sin apenas violencia imerio y sin embargo los sus le recverdan continua mente su straiciGn» ideolgica. ignorando que en ocasiones es una opera icin de maquillje que solo persigue a defensa de ls intereses de aquellos {que encima no les comprenden. Esta fue la tragedia de Don Niceto. El ‘acio politico de 1931 necesitaba de hombres puente que acercaran las dos orilla. La del pasado cada vez mas caduca con la del presente cada dia mas radical. Ese papel ya no lo podian jugar los constitucionalistas. los ue ironicamente lama Azafa «los cuatro jnetes del apocalipsis- porque ellos representaban el pasado pero eran incapaces de asuinir el futuro. En esto les gané Don Niceto. Pero se equivocé al medi sus fuerzas. Estaba Aispuesto a aceptar lo que vent acon la condicién de dingitlo y encauzarlo Acepta la revolucin- como sefala Ramos Oliveira - pero siempre y cuando ‘se ponga al frente de la manifestacién, Y habia muchas fuerzas politicas {que no estaban dispuestos a cederle ese sitio. De ahi que no quedara otra Silda airosa que elevarlo a la presidencia de la repablica, en lo que no era sino otra muestra de incoherencia. Un Presidente que ha denunciado publ ‘amente la Consttucion en cuya virtud se eleva la suprema mapistratura {el Estado. En descargo de los miembros del gobiemo provisional que |mponen su candidatura a los grupos parlamentatios en las Constituyentes, ‘saigamos a colacién el dinico antecedente conocido: el caso e Jules Grevy «en Francia que fue presidente del pts sin siquera haber votado afirmativa- ‘mente la Constitucién. La Republica Espanola buseando una «solucidn» pra mantener bajo su manto a la derecha, uno de cuyos hombres seri ‘legido Presidente, se queda a medio camino y se conforma con la «sali ‘de nicetista Pero era un paso y una sala insuficiente, EI momento pedia igo mas. Posiblemente hubiera sido mas conveniente para la derecha y ‘ambién para la repablica, que Don Niceto se quedare en el Parlamento \eando y liderando un partido que aglutinari este amplio. sector de la ~iedad espafola,a la que pedia que siguiera siendo la misma pero acep- Paros Nit Ake Zamora y Toes tando el nuevo régimen, En lugar de ello y para arriar en lo posible la bandera revisionista, se le eleva a la Suprema Magistratura del nuevo Estado, situdndolo como estandane de moderacién y garanta de una Re piblica que quiere ser burguesa pero republicana, reformista y pacifist. ungue para hacer realidad este planteamiento necesitara la colaboracién Gel parti socialstay del radical socialista, Don Niceto es un republicano Sincero. lo mismo que sus compafteros de gobierno. Pero el problema es {que habia varias interpretaciones posibles de la repablica. Y en el momento dei cambio el politico prieguense representaba una politica «clerical y plutoerdticay como denunei6 Albornoz tras escuchar su discurso de VA~ LENCIA. En el fondo Don Niceto sabe ¢] papel que le va a tocar jugar y lo acepta plenamente. En parte porque es consciente de la necesidad de contar en ierto modo con el pasado, Y ello se not6 en todas sus intervenciones Seco Serrano dice que «n0 se libro de los atavismos del viejo régimen» Pero también quiere reducir a un sector de esa derecha a la que defiende y quiere verla republicana a una postura democratic lejos de los plantea ‘mientosaristoriticos de algunos de sus miembros. Tra los sucesos del 10 de agosto, fue de los mas radicales en cuanto a las medidas a adoptar sobre Jos arist6crata conjurados, Santos Julié dice que en esta ocasion dio rienda suelta a su edemostrado radialismo antinobiiariow. Sabiay asi lo esenibiO| fen sus Memorias que «no dejar contento ni a unos nia otros fue el sino de ‘mi mandatow y el hombre que venia a poner una nota de moderacién y Ccquilibeio en aquel rézimen pacificamente legado en abril del 31, acab Siendo sel desheredado de la Repiiblica». Abandonado de todos y por todos. zaherido por muchos, mantuvo sin embargo su fe en la Repiblica hasta el momento de su muerte. El garante de aquella pacificatransicién politica que permite a Espaia pasar sin solucién de continuidad de 1s ‘monarqufa ala repablica era algo asf como la conciencia viva de un pasado {que irrumpia en eb presente, pero es0 si, aceptando las nuevas reglas de juego. Esto es lo que no entendieron ni los unos ni los otros

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