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Jaan Grandin Introdecion a la her mnendgutica Ciiosdgica, trad. Pilari, Barcelona ea. Herder, A990, tanto, a su aplicacién a si misma, Esta ejecucién implica atravesar la fa- chada del concepto general para recuperar las experiencias especificas que se le anuncian. 4 ts devivada el estabito dela proposiciént El paso hermenéutico para remontatse a la anterioridad de lo expre- sado se habla mostrado en. primer lugar en la distincién entre ¢l «como» hermendutico y el «como» apofdntico. Bn efecto, Heidegger no se cansa en sefialar el componente prepredicativo de lo hermenéutico. Pero signifi- carla malentender las intenciones de Heidegger si se creyera que la inter- pretacién de sf misma de la existencia debiera producirse fuera del len- fquaje. También en este punto no debemos tomar a Heidegger al pie de la letra, sino leer entre Iineas, como decia Schleiermacher. No se trata ni mucho menos de una desvalorizaciOn o un desplazamiento del lenguaje, sino que Heidegger insiste inicamente en que se escuche en cada palabra expresada también la preocupacién del ser-ahf que se da a entender. Su protesta se dirige sélo contra la tendencia allanadora de la proposicién, porque en ella se produce una «modificacién» de la relacién hermenéutica originaria con el mundo, Podemos recordar aqui el famoso ejemplo de Heidegger de! martillo pesado, El manejo al principio mudo de la herra- mienta poco a poco Ie resulta fastidioso al artesano. En el curso de esta experiencia el martillo se entiende «como algo pesado (para el ser-aht) El scomor alude aqui a un proceso de interpretacién que no necesita ex: ptesarse: «La ejecuci6n originaria de la interpretacién no consiste en ‘enunciar una proposicién tedrica, sino ent la circunspecta y preocupadora deposicién 0 sustitucién de la herramienta inadecuada, sin ‘malgastar ni tuna palabra’ sobre ellov.™ En el deponer mismo sc manifiesta ya la rela- cién interpretadora con el mundo del «como» hermenéutico. Esto se puede articular, sin duda, en las palabras : «El martllo pesa demasiado», pero el «como» hermenéutico sufre asi una determinada transformacién. El «comoe originario, que anunciaba el sufrimiento del artesano en su ex: periencia del mundo se convierte en una proposicién predicativa sobre un ‘objeto dado (el martillo), al que se atribuye una propiedad (ser pesado), En la terminologfa de Heidegger: «Bn la cjecucién de a proposicién en forma predicativa (..) allana el entender primario del ‘como’ a a pura y #9 $2, p. 187. 149 simple determinacién de una cosa». ™ La proposicién cosifica, por de- ciclo asi, fa relacién hermenéutica originaria, de modo que el «con qué? del tener que habérsclas» queda transformado «en el ‘sobre qué’ de un se- fialamiento».™” Se puede objetar que esta transformacién de hecho no es tan grande, ya que cualquiera comprenderé esta proposicién como expresién del ser- Aab( al que tna cosa hace suftir y no como la determinacién de la cosa a la vista. Heidegger no sostiene que toda proposicién implica una inversién del «como» ofiginario no expresado. No se puede sostener que el lenguaje sea tan débil. Si nuestra interpretacién de Heidegger es correcta, su pro- pésito es, sobre todo, advertir de la tendéncia de considerar las peoposi- ciones como simples aseveraciones sobre objetos dados y constatabies, porque de esta manera se omite el arraigo del lenguaje en la estructura cuidadora del ser-ahi. El sefialamiento del «como» hermenéutico previo a la predicaciGn nos hace recordar que en principio coda proposicién testi- monia de este artaigo'y que, por tanto, depende de una reconstrucci6n desde el entender. Quien quiere entender hermenéuticamente lo expresa- do en el lenguaje, debe considerar siempre también lo no inmediaramemte expresado pero implicitamente adherido a lo referido."* "GA 21, p. 183. 88 hid, p. 154, 8Z, p. 158. A partir de aqui se puede comprender en qué sentido Gadamer pudo decir que cemplea la expresién ‘hermenéurico’ «en conexién con una manera de hablar de Heidegger en su época tempranax (GW 2, p. 219). Lo que quiere decir es que el ‘que entiende debe inclui en su eafuerzo de comprensién aquello a lo que se refiere {una proposicin sin poder expresarlo del codo. En este contexto hay que llamar la atenciéa sobre el hecho de que la tess de Ficidegger acerca del carécter derivado de una proposicién encontré continuaciones importantes en los trabsjos de G. Misch (1878-1965) y Hans Lipps (1889-1941). G. Misch, un discipulo de Dil- they, elaboré una concepcién notable del hablar

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