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Ju con Lao Tse, el también semiegendario Chuang Tse es e mimo repreentant deltas, ef macstro de mastros. En alguna medida, se le puede identificar con el filésofo Chuang Chou (469-286 aC), autor de una parte del libro; sin embargo, al igual {Git Homer o el propio Lao Te, continuye también la enaracién initica de una antiqisima corriente de pensamiento, plasmada en fragmentos disperos de depurad sibiduria qe Fueronconfiguranco, 21 largo del tempo, uma bra candhics, ‘Sea cua fuere su inesertable origin, loca ine ste Libro es el que mis ha influido en és poeus tsa todos los tiempos, superarido cn importaneia incluso a fos Icgendarios 1 Ching y TadTe Ching, : 5 Z 3 a EI 3 < v4 Rs a ba ease CHUANG TSE Meow outa ta one Coe eto it) Sam Hamill y J. P. Seaton € LA SABIDURIA DE CHUANG TSE Textos fundamentales del taoismo Coleccion dirgida por Carlo rabeti ‘Tielo orginal: The Essential Chuang Tew Publicado en ingles por Shambhala Publications, Ine, Beston ‘Traduccin de Noria Mest Disefo de cubic: Valerio Visno Thsrackin de cubierts: Changs Dreaming ofthe Bsterles, by Hokus (1760-1849), frm the Hkusaishashin gafu (1814) Distribucida exclusive: Ediciones Paidés Trica S.A, Barcelona ~ Espa Edtoril Pid, $.ALLCE. Buenos Aiot~ Argentina Editorl Pid Mexicana, SA. México Dt — México © 1988 by Sam Hamill and P Seaton (© 2000 exclusive de rodaslax ediciones en lengusespuncia Ediciones Oni... Barcelona Espaia Impreso en Espaia~Prixed in Spain ‘A Burton Watson ye Christopher Yohmei Blasdel, Jerry Douglas, Russ Barenberg y Edgar Meyer Indice Prélogo Introduccion i ‘Vagando libre y tranquilamente Todas las cosas son iguales Sustentando la vida Enel mundo humano El signo y el sello del Poder de la Virtud se sostienen sobre sus dos pies El gran macstro ancestral ¥ Respuestas para emperadores y reyes Pies palmead0s ou. TLos cascos de los caballos Las maletas se ban oo ‘Quedarse en casa, no poser nada EX Gielo ya Tierra ‘ Tnundaciones otofiales La dicha perfecta Aprendiendo a vvie El arbol de la montaha E El conocimiento vagé hacia el norte Los reinos del caracol Las cosas exteriores Chih, el Ladrén Hablando de espadas El viejo pescador Glosario q 23 34 52 7 78 3 100 105 109 15 127 129 18 151 165 17 187 190 200 214 2B Prélogo Si a todos los poetas, pintores y escritores chinos que han vivido les preguntaran cudl habfa sido su lectura favorita, la ganadora seria sin duda la obra del Maestro Chuang. El libro que acabé conociéndose bajo el titulo de Chuang Tie, es una antologia del pensamiento taoista temprano. Al menos siete de los treintay tres capitulos que han sobrevi vido pueden atribuirse al filésofo Chuang Chou (369-286 .C), Elhecho de que el libro haya atraido a los intelectua les chinos alo largo de milenios se debe tanto a su conteni- do como a su estilo. El mensaje de libertad e inconformis- ‘mo de Chuang Tse libera la mente china y proporciona un saludable antidodo para la ética y los valores sociales de los confucianos. El escritor era un narrador nato y un supremo artista con las palabras: us6 todos los recursos del lenguaje ‘asu disposicién: desde ansforas a zeugmas, hipérboles y tes, paralelismos y antitesis, asta paradojas y humor y, lo mis devastador de todo, el recurso retérico de la «incon zgruencia». Chuang ‘Tse se inspiraba en un vasto tesoro de ‘mitos, eyendas e historia sin registrar de la antigua China, y también en un conocimiento enciclopédico de Jo que podria considerarse la «historia natural innatural> para tejes, en forma de pardbolas y debates aneedéticos, la visibn de un escéptico y mistico, en un mundo Tleno de constantes y peligrosas elecciones morales. Las tradueciones completas o parciales al inglés del ‘Chuang Tse pueden adquirirse en muchas versiones, inclu 9 La sabiduria de Chuang Tee das las de Herbert Giles (1889) y James Legge (1891) del siglo Xmx, las mas modemnas y eruditas de Arthur Waley (1939) y Burton Watson (1964 y 1968); las més matizadas de poesia de Lin Yutang (1948) y Thomas Merton (1965); y las contribuciones eruditas mas recientes de Angus C. Graham (1981) y Victor H. Mair (1994). Sin embargo, la nueva retraduccién de Sam Hamill y Sandy Seaton de este clisico tafsta tan querido tiene muchos mérits y, en gran parte, se deben ala audacia de su acercamiento y a su inno- -vador lenguaje. Lo explicaré con més detalle. El libro procede del esfuerzo unido de dos de los mas talentosos artifices de la palabra de su generaci6n, y utiliza tun lengusje vibrante y leno de colorido. Su objetivo es que su lectura resulte facil y amena, incluso hasta el punto de ignorar una fiel traduccién formal. Al afrontar la tarea de traducir de una lengua a otra, generalmente se ha asumido que s6lo hay dos acereamientos posibles: el literal o el ibre. Pero los traductores més avezados han descubierto que hay tuna tercera opcién que es preferible, la cual consiste en ate- nat la fidelidad al original con la expresividad en la lengua de destino y combinar la sencillez con la elegancia, para alcanzar, por itimo, lo que se ha reconocido como los tres desideréums de una traduccién: bsin (fidelidad), fa (ex- presividad) y ya (clegancia) Para traducir un texto filoséfico lacdnico, la mayoria cstaremos de acuerdo en que una traducci6n literal sera la ‘menos gratificante y que no se debe depender exclusiva: mente de ella, Sino lo tenemos en cuenta, uno puede espe- rar encontrarse, como ocurre en la traduccin de Fung Yu- lan, con un pasaje como éste: «El universo es un dedo; todas las cosas son tn caballo. Lo posible es posible. Lo imposible es imposible. El'Tao crea las cosas y tas son To 10 Prologo que son. ¢Qué es lo que son? Son lo que son. ¢Qué es lo que no son? No son lo que no son». (Chuang-12u, 1931; rcimpreso en 1989, p. 45). Incluso en la reciente y mis hic- da traducci6n de Victor Mair (Wandering on the Way, 1994) nos encontramos este pasaje traducido como: «El ciclo y la tierra son lo mismo que un dedo; las mitiadas de cosas son fo mismo que un caballo. La afiemacién yace en nuestro afirmar; la negacién yace en nuestro negar. Un camino se hace al andar; una cosa es as{ porque la gente lo afirma, ¢Por qué las cosas son asi? Porque afirmamos que son asi. 2Por qué las cosas no son asi? Porque afirmamos que no son asiv (p. 16). Si se compara este texto con la audaz reduccién de estos argumentos en las escuetas pala- bras de Hamill y Seaton: «El cielo-y-latiera son un dedo. Las diez mil cosas son un caballo. ¢De acuerdo? No. éDe acuerdo? Si. Recorre el Tao. Alcanzalo todo. Pronuncia palabras, y eso serin. (p. 97), del cual se dice que en aquel momento adisfrutaba dandose golpecitos en los muslos y saltando como un gorrién». ¥ Watson lla ‘ma alla criatura que conversa con el Jefe Nube, la «Gran Oculeacién, dindose golpecitos en los muslos y saltando como un gorrién» (p. 121). Todos ellos son buenos inten- tos de traducir este episodio tan divertido a la lengua de destino moderna, Pero me atreveria a decie que el primer premio deberia adjudicarse a Hamill y Seaton, cuya versiGn ¢€s: al General Nube... se top6 con la Oca Boba Grandota, que dandose golpecitos en la tripota, estaba a punto de cchar a volar como un gorrién saltariny. El juego de pala- bras, como es natural, implica el riesgo de ser censurado por el purist, en especial cuando un intento de reconstruir ‘etimol6gicamente algo puede tener un resultado incorrecto ‘ equivocado, Pero un éxito de esta clase también debe set reconacido: por lo menos evoca el mas glorioso como asi- mismo el més deslumbrante de los excesos que Ezra Pound se permitia, ‘Asi pues, el paso de los siglos no ha logrado desvanecer ‘un elésico taoista de la antigua China tan admirado, ni los 14 Prélogo innumerables préstamos y hurtos lingiiisticos alo largo de Jos siglos han conseguido viciar la infinita sabiduria, gracia y sutileza de este autor; al contrario, su obra ha revivide on ello al presentarse en un lenguaje cologuial cuya lectu- ra resulta estimulante Invinc YucuENc Lo Fearrington Village Palm Sunday, 1998, 6 Introduccion Nadie escribié el libro clisico atribuido a Chuang ‘se, el abuelo del taofsmo filoséfico. Ni el Maestro Chuang Chou ni otros filos6fos chinos antiguos de la dinastfa Chou (s. 11 aC) escribieron libros, sino que anotaron versos, cancio- nes, ensayos breves, conversaciones y anécdotas en tablilas de bambi, textos que con el tiempo fueron unidos entre st y conservados en pergaminos arrollados. Cada «capitulo» el Chuang Tse se componia de un pergamino. En general se cree que los capitulos del 1 al7 de los «Capitulosinterio- res» fueron recopilados por el propio Chuang Tse 0 sus seguidores inmediatos, y que los capitulos wexteriores» y -cheterogéncos» fueron aftadidos, editados 0 resumidos por distintas manos. En la época de la dinastia Han (s, 1a. C.), le edicién de la Biblioteca Imperal contenfa cincuenta y dos capitulos. Bl presente texto de! Chuang Tse «completon, compuesto de treinta y tes capitulos, fue editado por Kuo Hsiang en el siglo md. C. Chuang Tse vive en un territorio en el gue la historia y Jos mitos se convierten en tno, Se conoce muy poco sobre ‘sus origenes 0 su vida, Al igual que los maestros budistas cch’an (Zen) que, varios siglos més tarde, se inspiaron en ‘gran medida tanto en su téenica como en sus ensefianzas, ‘Chuang Tee crefa que cada uno causa su propio suftimien- to y que en su mayor parte es resultado directo de nuestra insistencia por juzgar las cosas como «buenas» o «malas», negindonos a aceptarlas tal como son. Crefa que la gente 7 La sabiduria de Chuang Tse desperdicia su vida aferrindose a las cosas. Su uso de la paradojay de las sorprendentes yuxtaposiciones probable. mente inspiraron mas tarde el koan zen. Chuang Tse dis frutaba haciendo preguntas que demolfan nuestra ridfeula insistencia en la conducta «racionaby Las ensefianzas del Maestro Chuang, junto con las igualmente mitificadas de Lao Tse y su Tao Te Ching (si realmente existi6 un Lao Tse y si fue el autor del Tao Te Ching), son las ensefianzas principales del taossmo filos6fi co. Chuang Tse vivid en una época en la que las clases cul- tas se habfan instruido con las ensefianzas moralistas de Confucio, en especial con el Clisico de la Piedad Filial y las Analectas, de modo que no es extraiio que el sabio taoista ensarte en un pincho a los pomposos y se mofe de las asun- ciones convencionales sobre la erectitud> y la «bondad». Era tan devoto a lo que Carl Jung, mas de dos milenios mas tarde, lamaria eautoactualizaciény o «individualizacion», como Confucio lo era al ideal de bondad social. En los siglos siguientes, el taoismo aporté un equilibrio al confu- cianismo, y las dos ensefianzas se fundieron en una filosofia social, Con el tiempo, el budismo aportaria el tercero de los ‘Tres Sistemas entrelazados (sar chiao) que predominarfan en el pensamiento chino y la politica social hasta el presen: tesiglo. La importancia de Chuang ‘Tse ¢s casi invalorable. Durante los tiltimos dos mil afios ha sido estudiado por cada poeta y filésofo importante chino, japonés, coreano y del sudeste asitico. Li Po lo cita; Tu Fu se consuela en él; Basho no sale de casa sin él. En Occidente, Ezra Pound, siempre tan confuciano, discrepa de él; Gary Snyder se converte en su compaiiero. Es leido por placer, para culti- varse y por puree ilimitado gozo. 18 Introduccion Dada las convieciones de Chuang Tse sobre el lengua je—en conereto, que las palabras no tienen unos significa dos absolutos excepto los que pueden ser mutuamente acordados—y dada su insistencia en la concentraci6n y la espontaneidad como fuentes de arte y de vida, la traduc- ci6n del libro titulado Chuang Tie debe encararse como tuna obra de arte que presenta una enorme variedad de pro- blemas y posibilidades. Hemos intentado desarrollar un acercamiento sistemstico con nuestra traduccién para registrar y rflejar el arte de Chuang Tse, esforzéndonos, al sismo tiempo, en no esforzamos «demasiado», Al traducir los términos de un capitulo al siguiente, hhemos sido lo mas sistematicos posibles, para crear menos confusién, a pesar de saber que Chuang Tee escribié muy poco o nada del texto que sigue a los «Capftulos interi: resp, Sus seguidores y compaieros le eonocian mejor que nosotros. Cuando utilizan su vocabulario, es usualimente on un propésito claro y manifiesto. Por tanto, estamos convencidos de que aunque en cl contexto de Ia lengua inglesa un término pueda traducirse de distintas formas, el ‘hecho de mantener tna constancia al traducitlos aporta casi siempre mayor profundidad, asf como una textura mais amplia, recreando asf (en ambos sentidos de la palabra) la intencionada ironia, Por ejemplo, ren bria, que literalmente significa «bajo el cielo», se tefiere al «imperion, el reino legal del legitimo ‘emperadot o «Hijo del Cielo». Es un término deliberada- ‘mente politico, Pero para Chuang Tse también significaba -«todo el mundo» 0 «todo cuanto hay bajo el ciclo», inclu- so «la totalidad de la realidad fenoménica en la tierra». Y en algunos contextos se utiliza para referirse simplemente a ‘todo el mundo. Ottos traductores lo han traducido por 19 La sabiduria de Chuang Tse elestado, el mundo, etcétera, dependiendo del contexto. Nosotros hemos mantenido la frase todo-cuanto-bay-bajo- eliielo porque creemos que, al igual que en el texto orig nal, el hecho de repetirla en distintos contextos permite hacer resonar, aclarar o exagerar el juego irénico entre el significado de «el imperio» y el significado antiguo y secillo de «todo el mundo». La traduccién de los vocablos Hien, tty en (cielo, tierra y seres humanos) presenta otra serie de problemas. T'ien, «cielo», no significa, como puede ser en la religién popular, tun lugar con angeles y las puertas del Paraiso presididas por un viejo abuelito de barba blanca, ni tampoco sugiere tun dios como Yavé. Ni puede traducirse simplemente como eyes de la naturaleza 0 ley natural, aunque lo signifique en parte. Puede significar «cielo» o algo como «naturaleza» 0 «dios». Hemos preferido traducitlo literalmente por cielo, para permitir que su significado aumente dependiendo del contexto Jen, una simple figuea de dos trazos, es el caricter chi ‘no que significa «persona» o «género humano». Sélo en contextos especificos significa «varén». Se utiliza también en determinados contextos para referirse a todas las cosas antificiales, es decir, fabricadas por las manos humanas. La serie de tres palabras in, ty en era, para Chuang Tee, la denotacién de un conceptofiloséficoo incluso cos molégico. El cielo es todo yang, la tierra es toda yin, y el sénero humano se compone de un equilibrio de ambos. Juntos se conocian como los Tres Poderes, las fuerzas eon las «que gobernar la vida humana y la sociedad, de ahi que se tuvieran en cuenta al tomar una decisin a cualquier nivel En esta traduccién probablemente se ha llevado a cabo tun estudio etimolégico més profundo que en otras versio- 20 Introduccion nes anteriores. En particular, como en los primeros tiempos cl vocabulario escrito era limitado y los elementos pictogré- ficos e ideogrificos todavia eran mas numerosos que los clementos parcialmente fonéticos menos interesantes (que forman el 80 por ciento de los caracteres modernos), es a veces mis ficil ver los diversos significados de un cardcter chino anelizando sus elementos significativos que consul tando un diccionario. Por ejemplo, si buscamos el signii- ado de los caracteres bao y jen (un homénimo del jen anteriormente mencionado) descubriremos que ambos aparecen traducidos como «bueno». Hao es el dibujo de una mujer con un nifo, una palabra perfectamente elo- cuente y terrenal. En cambio, jen es una figura abreviada ‘humana junto al ndimero dos, una maravillosa abstraccién «que quiere representar el modo en que los humanos se tra: tarin o deben tratarse unos a otros porque son humanos, indica solidaridad, una gran idea que al principio fue pro- ‘movida a nivel filos6fico por el propio Confuco. Es evidente que tanto el Maestro Chuang como los ‘grandes poctas de la dinastia T’ang que estudiaron su obra, utilizaron artisticamente los elementos visuales de los caractetes escritos. De ahi que hayamos tenido que fijaznos cen los aspectos semiolégicos y etimolégicos de esta lengua. ‘Un autor puede crear un fuerte refuerzo visual, slo con la intencién de causar unos efectos lingiisticos, eligiendo ‘unos caracteres con unos elementos pict6ricos que conven- zgan al tema, incluso aunque los significados de los carac- teres no dependan del elemento pictérico concreto en ccuestidn. Por ejemplo, para representar una «fecunda hhumedad», se pueden elegir los caracteres —sustantivos, adjetivos, verbos e incluso pronombres y preposiciones— ‘que contengan cualquiera de las varias representaciones de 2 La sabiduria de Chuang Tse agua: cl carter completo de agua, en tamaiio reducido, colocado dentro, encima, 0 debajo del cuerpo principal del nuevo» cardcter; 0 dibujar ala izquierda tres puntitos, gotitas de agua; o incluso dos medios trazos, sobre un trazo entero, sobre dos medios trazos: un grifico que forma uno de los ocho tigramas del I Ching. El famoso poema «Noche silenciosa», del poeta Li Po de la dinastia T'ang, emplea s6lo veinte caracteres escritos. Pero el poeta incluye dos caracteres que significan luna» y cuatro funas mas: dos en la repetida palabra de brillante, tuna en la preposicién ante (o frente a) y otra oculta en el verbo mirar. E130 por ciento de las palabras del poema contienen representaciones visuales de la luna, un objeto y ‘una imagen que son centrales para el tema del poema «Nocha silenciosa» es un famoso tour de force, pero la téc nica empleada no es inusual. Todos los juegos de palabras sobre los pies aparecidos en el capitulo quinto de Chuang Tee, provienen directamente del texto original, en el que el elemento «pie» esti presente de un modo evidente en mucha mayor proporeién que en cualquier otro capitulo. (Los pies, en particular los pies amputados, son una fuente de humor sleccionador y ligeramente macabro a lo largo del libro.) Como el Lenguaje del Maestro Chuang ofsece estos recursos literarios, nosotros, como traductores, los hemos aceptado con gratitud. En la composicién escrita de CBuang Tse, en particular en los «Capitulos interioresy, aparece un vertiginoso des- pliegue de técnicas literarias. Sin embargo, sigue siendo tuna recopilacién de versos,fabulas, conversaciones regis- tadas y anéedotas de la tradicin oral clisica, cuentos tan- to para ser escuchados como para ser estudiados textual mente, Teniéndolo en cuenta, hemos buscado un estilo de 2 Introduccion pprosa que sea tan natural para el ofdo como una buena con- vversaciGn, sin sacrificar las cualidades elipticas 0 enigmiti cas del texto original. Al Maestro Chuang le gustaba tanto divagar que no sentia la necesidad de unis este pensamien- to.con aqué, este verso con aquel otro, Aungue es mas fre- cuente que haya conexiones que no que no las haya, es el lector implicado el que debe descubrirlas. Al gran tao‘sta no le gustaban los pensamientos ni se aferraba a ellos; sin ‘embargo, los ritmos y las maravillas de la mente pensante absorta en el proceso de una autorrevelacién espontinea aparece casi constantemente en el Chuang Tae. Su mente y sus escritos son la mente y los escritos de un poeta, independientemente de que se presenten en prosa 0 verso. Nuestra traduccién se basa en el texto que puede encontrarse en las Concordancias Harvard-Yenching. Las concordancias nos resultaron particularmente titles para poder conocer la frecuencia con que se utilizaban determi- tnados elementos del vocabulrio e incluso, con un poco de ‘manipulaciéa, para conocer la frecuencia con que se utili- 2aban los elementos fonéticos y los significantes que pudie- tan tener un significado semiol6gico. Sin esta importante seccién de las maravillosas Series de indices del Harvard Yenching, habriamos tenido muy pocos clementos con los que confirmar nuestras intuiciones. También hemos con. sultedo constantemente el Weiger and Karlgren, el Shuo- ‘wen y el Harvard. Yenching Erb Ya para las etimologias; y Jos comentarios chinos y japoneses, en particular los de la ‘coleccién tan asombrosamente concisa que incluye la obra Chuang Tew chao ch'uan, de Wang Shu-min, publicada en Taipei, en 1988. ‘Hemos recurrido de nuevo ademas, con genuino pla- cer, alas traducciones inglesas disponibles, incluyendo las B La sabidurta de Chuang Tie traducciones parcales, libres y poéticas de Thomas Merton y Mastin Buber, esta ciltima traducida del alemén por Jonathan Herman en la obra I and Tao, publicada por la State University Press de Nueva York, Albany, 1996, Cual- ‘quier traductor de este antiguo texto se apoya sobre los hhombros de una torre por lo menos ligeramente inclinada de predecesores que, aunque no siempre sean unos colo- sos, esti formada tanto de eruditos chinos como de tradue- tores modemos. Algunos tienen una pierna més corta que Ja otra, quizé hayan perdido un pie (o el equilibrio) por el camino, El texto se ha conservado de un modo asombroso, y amenudo ha sido interpretado con brillantez tanto en los ‘comentarios como en las traducciones, que nos han ayuda- do a cada paso del camino. Vagando libre y tranquilamente [Cartruto 1) En lo profundo de la Oscuridad del Norte hay un pez Ila- ‘mado K’un, tan grande que su anchura no puede medirse. Pero de pronto, jhua!, se metamorfosea en un péjaro I ‘mado P’eng,' cuyo lomo es tan largo que no hay manera alguna de saber dénde acaba. Sélo a base de enormes esfuerzos puede elevarse impelido por unas gigantescas alas ‘que cubren el firmamento como las nubes que cruzan el Cielo. ;Qué ave! Cuando siente deseos de volar, lega hasta la Oscuridad del Sur, denominada también la Charca del Cielo. Lo mis divertido de Ch, ese libro digno de respeto que tantes maravillas contiene, incluye entre otras la siguiente: «Cuando el P'eng se cleva de a Oscuridad del Sur, las olas del océano se agitan alo largo de mil o incluso més mills Bate sus grandes alas y se eleva al cielo hasta una altura de treinta mil milla, y después vuela hacia el sur durante tres ‘meses antes de posarse en tierra. ¢Hay una estampida de ‘caballos salvajes? El aire se llena de tierra y de polvo, El turbulento descenso del P’eng sumerge en el caos a cusl- ‘quier criatura viviente, El intenso azul de los cielos ges su color real o el resul- tado de estar tan lejos? Cuando el P'eng mira hacia abajo, todo cuanto ve es el color azul. Todos sabemos que una 1. Vessel glsaio, 25 La sabiduria de Chuang Tee pequefia cantidad de agua no mantendifa a flote ni sosten- drfa un bote. Un poco de agua vertida en una hendidura del suelo es suficiente para que una semilla de mostaza flo- teen ella, pero si cn su lugar depositamos una teza en el agua de la hendidura, no lograra hacerla flotat. Lo mismo ocurre con el viento: cuando es débil, no puede ayudar a impulsar las grandes alas. Para que un P’eng pueda elevar- se hacia el cielo necesita un fuerte viento de noventa mil i, tener el cielo a su alrededor y nada que entorpezca su vii hacia el sur: La cigarra y el polluelo de paloma se rien diciendo: «Cuando queremos volar, podemos llegar fcilmente a las amas bajas de los érboles pequetios; sino llegamos, vol- ‘vemos al suelo. Por qué alguien quertia clevarse treinta mil milla y dirigirse al sur? ara hacer una excursién por el bosque que hay cerca de casa, uno se lleva normalmente provisiones para tres ‘comilas y vuelve bien alimentado, Para recorrer treinta millas, nucle cereales la noche antes de partir, y los que vie- jan mil millas, necesitan llevarse provisiones para tres ‘meses. Pero un par de gorgojos en la comida no sabrin Ja diferencia El pequefio conocimiento no llega hasta donde el gran conocimiento llega. Los jévenes ignoran lo que la edad ensefia, {Que cémo lo sé? La seta del amanecet no conoce Lcrepiisculo, La cigarra estival no conoce ni la primavera ni el otofo. ¥ lo mismo les ocurte a los jévenes. En el Ch’u del sur hay un drbol llamado el Oscuro Espiritu, Para él quinientos afios equivalen a una sola pri mavera y quinientos mas, aun simple otofio. Antafto existia cl azbol Tachun para el que ocho mil afos suponia una pri- mavera, y ocho mil més, un otofi. Y, sin embargo, en la 26 Vagando libre y tranquilamente actualidad, slo se oye hablar del maestro P’eng por haber vivido tan s6lo mil novecientos aos. ;Todo el mundo tiene ‘que scr como él! ;Qué patético! En la obra Las preguntas de T'ang de Cb'i, la historia se repite: «Bin el desnudo y desértico norte hay un oscuro mar Iamado la Charca del Cielo, donde nada un pez llamado K’un que mide miles de millas de anchura y del que nadie sabe lo largo que es. ¥ un ave llamada P'eng cuyo lomo es como el Monte T’ai y cuyas alas son tan amplias como las rnubes de los cilos. Al atir las alas para volar genera hura- canes, yatravesando el alma de las nubes, se lanza hacia el . Por qué? Habia un cuidador de monos que se encargaba de llevarles frutos secos para comer. Cuando les dijo: «Os traeré la comida a ls tres de la madrugada y alas cuatro de la tar- de», los monos se enfurecieron. Asi que sugirié: «Os la ttacréa las cuatro de la madrugadha y la tres de la tarde», y los monos se quedaron encantados. Las palabras dicen lo 39 La sabidurta de Chuang Tse :ismno, sin embargo, una frase caus6 ira y le otra placer, El cuidador usé simplemente su inteligencia. El sabio hace ue lo que existe esté en armonfa con lo correcto-e-inco- recto y descansa bajo el 4rbol del equilibrio dela naturale: za, Esto se denomina ir por dos caminos ala vez. El conocimiento de los antiguos era completo, ¢Hasta ‘qué punto? Al principio no aceptaban la existencia de las ‘cosas, Esto es ser completo; nada més puede afiadirse « ello. Luego aparecieron otros hombres que aceptaban 1a cexistencia de las cosas, pero se negaban a hacer distincio- nes; luego llegaron otros que hacfan distinciones, pero no juzgaban las cosas como «correctas» € «incorrectas; des- pués lo correeto y lo incorrecto se convitié en una adju- dicacién y el Tao empez6 a destruirse, Con la destruccién. del Tao los que lo amaban intentaron «aleanzar» cosas. Pero cexisten o no tales cosas como «alcanzar» y «des- trai? Existen. Como cuando Chao Wen tocaba el laid. Y no existen, Como cuando Chao Wen no lo tocaba. Ellaiid de Chao Wen, el maestro de musica Kuang y su batuta, y Hui Tau reclinado al pie del arbol Wu: jcuénto aprendieron los tres! Dominaron tanto sus respectivas artes que atin los recordamos hoy. Diferenciaron aquello por lo que se inte- resaban e hicieron un «aquello» de ello. Desearon ilum naclo, peto no fue la iluminacién de la ThuminaciGn, Asi que nos hemos quedado con los argumentos tan confusos de Hui Tzu sobre lo «duro» y lo «blanco», y con los disefpu- Tos de Wen que agotaron el hilo de la vida de su maestro, y cl suyo propio, sin llegar a alcanzar nada, O quizé alcanaa- ron algo. Sics asi, yo también. Y si esto es no «alcanzar» nada, entonces ni las «cosas» ni yo hemos nunca alcanzado nada 40 Todas las cosas son iguales Por esta razén, el refulgente caos es la luz que guia al sabio. En lugar de usar s6lo las cosas, el sabio mora en lo ordinario, Esto puede llamarse Huminacién, a ‘Ahora quiero decir unas pocas palabras. Independien- temente de que sean acertadas o err6neas, constituyen al ‘menos cierto tipo de palabras, y no se diferencian de las de los dems, o sea que son aceptables. Permfteme que te las dliga. Hay un origen. Y hay un atin-no-origen-que-da-lugar- sun-origen. Hay un atin-no-origen-que-de-lugar-acun no-origen-que-da-lugar-a-un-origen. Hay un ser. Y hay un atin-no-ser, Hay un atin-no-serque-da-lugat-a-un-atin-no- ser-que-da-lugar-acun-ser. jOht, de zepente hay ua see y un no-ser. Eso es lo que queria deci. Pero no sé si he llegado a decir algo o no. En todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo nada hay as grande que la punta de una mota de polvo flotando en la clara brisa otofaly, sin embargo, una montafa es algo muy pequefio. Nadie es més viejo que el nifo ain por aces, y P'eng Tzu, con mil doscientos aos, muris joven. El cielo ya tierra nacieron conmigo. Las diez mil cosas y yo somos una ‘Ahora bien, el Uno existe, eso es todo; asi que geémo puedo haber dicho todo eso? Pero si sélo hubiera dicho: «Ahora bien, el Uno existe, es0 es todo», ghabria yo dicho algo? El Uno y mi frase hacen dos; dos y el Uno hacen tres. iDe haber seguido asf, incluso ni el calculador mas inteli- Beate lo habrfa comprendido nuncal, y menos ain el resto de nosotros. Asf que, siyendo dela nada a algo hemes le ado a tres, ga euinto mis habriamos llegado de haber ido de algo a algo? 4 La sabiduria de Chuang Tee No vayas de ninguna parte a ninguna parte. ;Aqut esté eltruco! ‘Antes de que el Tao fuera sometido a distinciones, les palabras no habfan lezado a tener definiciones conctetas Pero una vez distinguido lo «correcton, se definieron los limites, Déjame decirte lo siguiente sobre los limites: hay tuna izquierda y una derecha; la claificacin y la valoracién; Ia division y la distincién; la competici6n y el contlicto. jLos filésofos las lamaron las Ocho Virtudes! Mas alla de Jos Seis Reinos, el sabio encarna la claridad de un nifto: no intenta separar las cosas. En los Seis Reinos las separa, pero no las evalia, Evahia los verdaderos motivos de los anti- uos emperadores tal como se presentan en los Anales y Clésicos, pero no hace distinciones. Hay cosas que los divi- sores no pueden dividir, que los distinguidores no pueden distinguie. Qué cosas?, el sabio acepta todas las cosas, aunque una multitud de hombres las distinga entre sty haga una aran ostentacién de su distincién. Por tanto digo: «Aquel ‘que diserimina no puede ver». El Gran Tao carece de nombre. La gran distincién no tiene palabras. La gran compasién no es compasiva. La gran modestia es reservada. El gran valor no es agresivo. El ‘Tao que brilla no es el Tao. Las palabras discriminatorias ‘nunca alcanzan su objetivo. La compasién puede set cons tante y, sin embargo, no alcanzar nada, La pureza puede verse con incredulidad. El valor agresivo nada consigue. Estas cinco cosas se hallan dentro del circulo, pero tienden avagar fuera de dl. or tanto: aquel que conoce lo suficiente para detener- se ante lo que desconoce esta allt, Eso es todo. eQuién conoce la silenciosa explicacién y el Tao que no es el Tao? 2 ‘Todas las cosas son iguales Gonécelo y te convertiras en el Almacén del Cielo: en el ue las cosas pueden guardarse sin que llegue a llenarse; y del que las cosas pueden sacarse sin que llegue a agotarse. Sin embargo, él mismo no sabe por qué ni cémo. Seré Ila- ‘mado la estrella Pao-kuang, el extremo del mango de la Osa Mayor, ygirarélenta y etemamente alrededor del ce: ‘ro, prediciendo los tiempos venideros. a El sefior Diente Roto pregunté a Wang Ni Usted conoce cuales son las cosas que se consideran corrects, noes cierto? —Cémo podria saberlo? —contesté Wang Ni. —Bueno, al menos sabe qué es lo que no sabe, eno? —eCémo podria saberlo? —respondi6 Wang Ni 20 sea que no sabe nada de nada? —cCémo podrfa saberlo? Pero asf es, intentaré expli- carselo. $i digo que lo sé, zeémo puedo saber que no sé lo que digo que sé? Y si digo que no lo sé, zhasta qué punto puedo saber que lo que digo que no sé lo sé? Dejeme pre- suntarle; cuando la gente duerme con el cuerpo mojado, coge una pulmonfa y muere, pero le ocutre lo mismo al pez? Siintentaramos vivir en un érbol siempre tendefamos miedo, pero cle ocurre lo mismo a un mono? Delos tres, Zquién sabe cudl sel lugar correcto para vivir? La gente come la came de animales que se alimentan de heno y ce reales. Los ciervos comen hierba, Los ciempigs creen que la setpiente tiene un sabor dulce. Los buhos y cuervos comen tatas, Delos cuatro, cquién sabe eusl es el sabor correcto? Los monos se aparean con monos, los ciervos con ciervos y los peces con peces. Todos los hombres consideran a Mao a La sabiduria de Chuang Tse Chiang y ala Dama Li bellezas eternas, pero cuando los peces las ven, se sumergen répidamente hacia el fondo; cuando los patos las ven, echan a volar, y curnd los cier- vos las ven, salen cortiendo, De los cuatro, equign sabe cual cs la beleza cotzecta aqui bajo el cielo? A mi modo de ver, las lines de la compasién y la rectitud,y los caminos de lo correcto y lo incorrecto, estan tan enredados y anudados que me resulta imposible diferenciatos. Diente Roto pregunté: Sino sabe la diferencia entre la ganancia y la pérdi- a, epodria decimnosla aque! que ha allegado alin? Wang Ni contests —Aauel que ha Ademés —prosiguié Confucio—, debes comprender ue el Poder de la Vietud puede desvanecerse y el mero conocimiento tomar su lugar. La virtud puede desaparecer en busca de fama y honor, mientras que el conocimiento surge del conflicto. La fama y el honor pueden ser el eféci- 0, y el conocimiento un arma de batalla. Ambos son {nstrumentos diabilicos. No son las herramientas que nece- sitas para hacer tu trabajo. El poder de tu virtud es fuerte —continué—, al igual ‘que tu deseo de hacer el bien. Pero atin no has comprendi- do del todo la verdadera naturaleza humana. Aunque te sesistas a contender para ganar honores, no conoces ain el fondo del corazén y la mente de los hombres. Si apareces ante ese tirano para insistit en que use la Plomada del Carpintero de la Humanidad y la Rectitud, slo lograris que un hombre malvado te desprecie por tu bondad. Te Acusaté de datiar su reputacién, de tener una lengua malé- ‘ola, y citaré: “Quien habla mal de los demés atrae el mal contra sf mismo”. El hombre al que valerosamente has ido 4 afromtr te lastimard »0 supén, por otto lado, que fuera Ia clase de hombre 44 quien gusta hacer el bien y no tolera el mal, en tal caso de ‘nada servria intentar eambiarl, zmo es cierto? Es mejor no aconsejarle nada, Un rey o un duque ten- deta a aprovecharse de tu consejo para demostrar su domi- tio sobre ti censurindote ingeniosamente, Tus ojos ardent ‘entonces y tu rostro empalidecerd mientras intentas calmar- Je. Tu boca intentaré aplacarle, el rostro se te retorcerd en 3 La sabiduria de Chuang Tse falsas expresioncs, mientras tu corazén y tu mente se deba- ten para encontrar un éngulo desde el que aceptar sus argu: ‘mentos. Esto se llama el fuego luchando contra el fuego. O 1 agua luchando con su propio elemento. Yo lo llamo el ppleno beneficio dea multiplicidad, »Y cuando hayas dejado que te ditija, nada podrés hhacer. Correris el peligro de perder tu propia bondad bajo ‘un montén de verborrea. En ese caso morinés ante tu tira- no, >Hace mucho tiempo, Chieh dio muerte a Kuan Lung. feng y Chou al principe Pi Kan, Tanto Kuan como el prin- Sea como sea, debes tener un plan, Cuéatamelo, Yen Hui le dijo: —Me presentaré como un hombre de principios y desinteresado, entregado y unido a un propésito. Servirs esto? —Por supuesto que no. El principe rebosa de yang y le ‘encanta hacer ostentacién de su poder. Se deja llevar por los placeres de la carne y es muy inestable. La gente cottiente no se atreve a negarle nada, Arrebata a los demas 34 = En el mundo humano Jo,que més quieren para someterles a su voluntad. ¢No lo ‘ves? Sis incapaz de dar muestra de los mas sencillos y nor- males modales, gerees que se sentra atraido fécilmente por el Poder de la Verdadera Virtud? Se aferraré a su modo de actuar negindose a cambiar. Quiaé acepre extemamente tu consejo, pero n0 en su interior. ¢Cémo un proceder tan vul- gar podtia conduciree al éxito? —En tal caso —dlijo Yen Hui zservirfa de algo si fue 1a recto en mi interior y deshonesto en el exterior, y apoyara todo cuanto hiciera citando los precedentes de los antiguos? ‘Aguel que es recto en su interior, es compafiero de la natura: Teza. Y aquel que es compaiiero de la naturaleza sabe que es tan Hijo del Ciclo como cualquier emperados. sino necesi tarfa que me elogiara por la ebondad» de mis palabras, ni temer que me las reprochara, Si puedo actuar de ese modo, Ja gente me llamaré un inocente nfo. Eso es lo que quiero decir por ser un compafiero de la naturalcza Aquel que es deshonesto en el exterior es compatiero de los hombres, Incinarse, postrarse y doblar el cuerpo son a6lo los buenos modales de los ministros en la corte. Todos Tos hombres actin ast. El que acttia como los dems evita ser culpado de nada. Eso es lo que quiero decie por ser un ‘compaero del hombre. ¥ apoyar todo cuanto diga citando alos antiguos s simplemente ser un compafiero de los anti- guos. Aungue mis palabras puedan instruir o regaiiar al Principe, serén les palabras de los antiguos, no las mias. De sta forma, aunque sea honesto, no me podrin culpar de ‘nada, Eso es lo que quiero decie por ser un compafiero de dos antiguos. Si consigo haceslo, gcrees que funcionaré? —No —tespondié Confucio—. No funcionara. Tienes auchos planes de accién, pero ninguno es apropiado. En el mejor de los casos, quiza puedas librarte de la mutila 35 La sabiduria de Chuang Tse ci6n, pero aun asi, es0 seré todo lo que conseguir. €Gémo podtrias hacerle cambiar si en tu corazén sigues siendo el predicador? Eso es todo lo que se me ocurre —dijo Yen Hui, ¢Puedo preguntarte qué método empleatias? —Ayuna —respondié Confucio—y te lo diré. Pero tener el método es una cosa y llevarlo a cabo, otra. »Quienguiera que sirva a otro como ministro de estado rosigui6 Confucio— no hallaré con frecuencia su pro- pia satisfaccién, Hart Jo que debe hacer y se olvidar de si mismo. ¢Qué tiempo le quedara para amar la vida u odiar Ja muerte? Yo cteo que ti ests ya preparado para este cla- se de servicio. Pero tengo algo mis que decirte, Sean cuales sean las relaciones entre los que viven cerca uno de otro, sentir tuna confianza mutua basada en la familiaridad fisica. Pero si esas personas viven separadas por la distancia, ls lealtad dependerd del lenguaje, y alguien deberd transmitir las palabras. AI margen de que las palabras tesulten agrada- bles para ambas partes o que despierten ira, la tarea de transmititlas puede ser una de las més dificiles del mundo. Si el mensaje complace a ambas partes, se tenderi a embe- ecerlo, Si el mensaje despicrta it, se tenderd a exagerar el conflieto. Todo cuanto parece exagerado es insensato y temerario, Donde hay temeridad, epuede haber confianza? Y¥ cuando no hay confianza, hasta el mensajero esta en peli- sto. Por eso el Fa-yen dice: “Limitate a comunicar los hhechos; no los embellezcas al hablar”. Sigue este consejo y logcaris salir indemne. »Cuando los hombres se ponen a pruebe unos a otros ccon hazafias marciales, la situaci6n empieza siempre con tuna atmésfera yang resplandeciente y radiante, para des pués transformarse raipidamente en una atmésfera yin os cura y nublosa, y es en este punto cuando usan sus mis taimadas artimanas. Es como los hombres que empiczan bebiendo vino de acuerdo con el ceremonial, al principio 39 La sabiduria de Chuang Tee muestran buenos modiles, pero al poco rato se vuelven revoltosos y al final erminan normalmente comportiindose de manera lasciva, Con otros asuntos ocurre lo mismo —prosiguié Confucio—. Lo que empieza con sinceridad, puede acabar con doblez y falsedad. Lo que empieza pequefio y seneillo, puede tomnarse grande y complicado antes de lo que uno se piensa. El mensajero es como alguien ue se encuentra en medio de tempestuoses aguas: su curso puede conducirle al éxito o al fracaso. El violento movi- miento del agua origina cambios. El éxito y el fracaso bor- dean también el abismo del cambio, Asi pues, la célera pue- de surgir sin ninguna causa aparente, Probablemente al principio pronuncien inteligentes discursos y tendenciosas frases, pero después se pondrén a gritar lenos de rabia como animales salvajes, rugiendo en medio de la discusién y arcojando su chi salvaje y crudo, Una vez enfurecidos ambos lacos, las semillas de le destruccién estarén en sus »sEntonces la respuesta y le réplica sueginin de corazo- nes y mentes que se habrén vuelto inhumanos, y ni ellos rmismos seran conscientes de ello. Y cuando uno acta sin saber lo que hace, Zquién puede decir cdmo acabarin las cosas? Por exo el Faxjen dice: *No te apartes de los demés. No presiones para que tu labor se coneluya répidamente. It ss alla de los limites es exeederse, Ir mas alli del cometi- do encomendado es peligroso”, Un buen trabajo toma tiempo, Uno malo quiz exia toda una vida pata tepararl. gAcaso puedes no ser cauteloso? Limitate a sacar el prove- cho de las cosas tal como son, Deja que tu corazén y tu ‘mente vaguen libremente. Acepta lo que no puedas conse- suit y alimenta tu fuero interno asumiendo este hecho, En tal caso estaris alli, Eso es todo, Qué més necesitas? Slo 60 ee En el reundo bumano estar dispuesto a actuar de acuerdo al destino, aungue ello signifique encaminarte hacia tu propia muerte, Esa es la tinica difcultad, a Cuando Yen Ho estaba a punto de convertire en tutor del principe heredeto, el hijo del duque Ling de Wei, Fue a vver a Chu Po-yu para que le aconsejaray le dijo: —He aqui a alguien que parece ser tun asesino nato. Si 1no puedo hacerle entrar en vereda, temo que el pais acabe ial; pero si lo intento, estaré andando por el borde del abismo. Sabe lo bastante como para reconocer las faltas de los demas, pero no lo suficiente para reconocet las propia. Asi que gqué puedo hacer? —Es una buena pregunta —le respondié Chu Po-yu—, Sé muy cauteloso. Adopia fa conducta de una mujer muéstea- teen el exterior aquiescente mientras el corazén y la mente encuentran I armonia. Pero aun asi, queda el peligro que apa- rece con la lealted mutua. No dejes que tu aquiescencia se interiorice con demasiada profundidad ni que tu armonia interior se vuelva demasiado evidente, o sera tu nuina, puesto ue te-vendris abajo y pereceris, Si tu armonia interior es demasiado obvia, la gente hablard de ti, y mientras tu fama crece lo harén también las critica, yal final te considerarin, un malvado. Sita pupilo se comporta como un nifio, juega con él como si ti también Jo fuera, Si n0 ve ningin limite, no Jos veas tt tampoco, Si vaga imprudentemente pot los sende- ros que bordean el abismo, asciende con él llevindole a un lugar en el que la despreocupacién no tenga eabida, »»Habris ofdo sin dude la historia de la mantis rligiosa aque enfurecida extendié los brazos para detener un carrue- 6 La sabiduria de Chuang Tse je que se acercaba por su camino, No tenia la menos posi bilidad. Lo mismo le ocurries a aquel que se envanezca de su talento. Sé muy cautcloso, Hacer una gran demostracién sélo le ofenderiay te colocaria en fa misma posicién que la mantis religiosa ». El hombre llamado Arbol Inti tiene el mentén en el combligo, los hombros encorvados por encima de la cabeza ye hueso del pescuezo apuntando al ciclo, Los cinco Srga~ nos principales en la parte alta y los férmares‘contra la cos- tillas. Cose y lava ropa para ganarse la vida, yal aventar de ‘muevo la barcia saca suficientes cereales para slimentar a dex personas. En la €poca de alistarseafilas, puede pasear su lisiado cuerpo ociosamente, y cuando la comunidad se retine para trabajar en el campo, como est incluido entre Jos enfermos crénicos, nunca tiene que pasticipar. Cuando sc distribuye el geano que el estado regala, recibe tres medi das llenas y dice haces de lena. Su forma es inti, por cier- to, pero basta para sus necesidades. Sin duda vivird todos los afios de su vida. Si es asi para él, jcudnto més lo sera para quienes poseen tna virtud instil! a Estando Confucio visitando el estado de Chu, eparecis Chieh Ya, el Loco de Chu, y grié junto ala verja del maes- tro: —iFénix! jOh, Fénix! , Nan-p'o Tau-k’uci pregunté: — Puede see que sélo tii lo hayas ofdo? ‘Alo que Nu Ya respondié 8 La sabideria de Chuang Tse Yo lo of de los disefpulos de Tinta Auxiliar, que lo oyeron de los nietos de Tradicién Oral. Fstos lo oyeron de (Ojos-Cegados-por la-Brillante-Luz, y éste lo oy6 de Prestar- Oido-a-los-Sonidos, que lo oyé de Necesitar-Usarlo, que a su vex lo oy6 de Una-Cancién-Popular, que lo oy6 de Ja Misteriosa-Oscuridad-Original, que a su vez. lo oyé de la Silenciosa Vacuidad, que Jo oyé directamente de Se- Sospecha-que-ya-Esti-en-la-Matriz. aA ‘Mientras Tou Sou, Tzu Yu, Tzu Liy Tzu Lai caminaban juntos dijeron: «Quien logee tener la Nada por cabeza, la vida por espina dorsal y la muerte por trasero, quien cono2- ca que la muerte y la vida, el ser y el no-ser constituyen un solo cuerpo, seré mi amigon. Los cuatro se miraron entre si y se echaron a reft. Sin ninguna duda en el corazén o en la ‘mente, entablaron enseguida amistad. Entonees, de repente Tau Yu cayé enfermo, Tzu Ssu fue a visitarle pata ver cémo se encontraba. —Es curioso —exclamé Tzu Yu—. El ereador de las ‘cosas me esta retorciendo: tengo una joroba por espalda, mis tripes por sombrero, el mentén se oculta en mi ombli- £0, mis hombros sobresalen por encima de la cabeza y los hhuesos del pescuezo apuntan hacia el cielo. {El cb de mi yin y de mi yang esta tan estropeado como las plumas moj das! —Pero con el corazén y la mente serenos, se arrastré hasta el pozo y contemplando en las aguas su reflejo dijo—: iOh! el creador de las cosas me esta retorciendo todo el cuerpo, “Tau Ssu le pregunté —éNolo odias? El gran maestro ancestral —iEn absoluto! éPor qué habria de odiarlo? Si dl con- vierte mi brazo izquierdo en un gallo, podré estar despierto toda la noche, Si transforma el derecho en la flecha de una ballesta, podré cazar un bitho y asarlo. Si mis nalgas se con: vierten en ruedas y mi espititu en un caballo, miinea necesi= taré un carruge >Recibi la vida en su momento —continué Tzu Yu—. Y la perderé cuando Ilegue la hora. Estoy en paz con las estaciones y fluyo con ellas sin sentir pesar ni. alegsia ‘Antafio lo llamaban “liberarse de la soga”. Si puedes libe- arte, aunque las cosas te amarten, nunca podrin vencer al cielo. ¢Por qué habia de odiarlo? Entonces Tzu Lai se sintié de pronto enfermo, sus pule ‘mones agonizantes dejaban escapar un 4spero sonido. Su ‘mujer y sus hijos sc reunieron a su alrededor gimiendo y Horando. Tzu Li, que habia acudido para saber cémo se ‘encontraba, ait: —iFuera! ;Salid! No interrumpdis el cambio que esté alboreando en él. Después se recliné en la puerta y dijo a Tau Lai—; (Qué cutioso! La creaciGn! jl cambio! EI Gran Terrén de Tierra me ha abrumado con esta forma —prosiguié—y cargado con la vida. Ha disrninvido co La sabiduria de Chuang Tee con [a edad y liberaré mi corazén y mi mente al morit, Por tanto, siveo la vida como buena, debo también ver la muer- te del mismo modo, »Siun espadero estuviera hoy fundiendo y el metal die- ra un brinco y le dijesa: “Debo ser como la espada del farnoso Mo-ye", el hersero pensaria que el metal era de mal augurio. Ahora bien, una ver adquirida la forma humana, puedo insisti: ";Debo ser un hombre! ;Un hombre!”. Pero ahora que he adoptado cl ciclo yla tierra como horno, yla creacin y el cambio como ef Gran Herrero, zqué podria ocutri que no pueda aceptar? Llegado cl momento, me dommiré. ¥ después despertaré A ‘Tau Sang Hu, Meng Tzu Fan y Tzu Chin Chang eran amigos. Dijeron: «Quien pueda estar con lo que no esta tunido, eooperar con lo que no coopera; quien pueda volar en el cielo vagando sobre el rocio que se forma al amene- cer, poner en movimiento las cosas sin cesar, olvidarse de los otros, perdido en la vida sin agotar el hilo de la existen cia...». Los tres se miraron entre si y rompieron a eft, sin ue su corazén estuviera en desacuerdo. Asf que se hicie- ron amigos, ‘Tranguilamente vivieron buenos momentos de ocio. Después Tau Sang Hu muri6, Cuando no habfan aiin que- mado su cuerpo, Gonfucio se enteré y envié a Tau Kung, para que ayudara en las exequiss. Este vio que uno de los amigos del difunto tej armazones para hervi los capullos de los gusanos de seda mientras otto tocaba un laid. Los dos cantaban melodiosamente: 86 Z El gran maestro ancestral 0b, Sang Hit ba Wegado! jOb, Sang Hu be legado! Ahora vuelve a ser fo que verdaderamente , jen cambio, nosotros debemos seguir siemdo humanos! ‘Tau Kung entré precipitadamente y dij: —ePuedo preguntaros cémo os atrevéis a canturrcar en presencia de un cadaver? 1Los dos amigos Je miraron, —2Qué sabra él del significado de un ritual? ‘Tou Kung volvis para comunicérselo a Confucio. —éQué clase de hombres son? No tienen disciplina alguna, incluso han apastado los huesos de la ceremonia, Se han sentado junto al cuerpo y se han puesto a canturtear ‘on los rostros impavidos. No sé c6mo llamarlos. «Qué cla se de hombres son? Confucio dijo —Ellos se pasean fuera de los limites; yo me muevo dentro de ellos. El fuera y el deatzo nunca pueden ‘encontrarsc. E] haberte enviado para ofrecer las condolen- cias ha sido una groscria por mi parte. Son los eocténcos de To que crea y cambia, y vagan con el tinico chi del cielo la tierra. Para ellos la vida es un tumor, un bulto que cuelga, y la muerte s la nice que puede extiparlo. Olvidan su pro pio bfgado y su vega y dejan atris incluso sus ojos ofdos. Tnvierten cl invernal final y la matriz del principio, No tie- nen ni una pista, A cicgas, efectian su progreso imperial més all del polvoriento reino y vagan hacia la causa del no hacer. Por qué habrian de desplegar una vulgar ceremonia paara los ojos los ofdos de la gente? ‘Tau Kung pregunt —Entonces, maestro, epor qué te quedas dentro de 50s limites? 87 La sabiduria de Chuang Tre Yo soy una de esas personas —dijo el macstro— a las que el ciclo ha condenado a vagar con las alas cortadas. Y ‘ti tambien, —Explicame mis cosas sobre los limites —Los peces fueron creados junto con las aguas —dijo Gonfucio—. La gente fue creada junto con el Camino. Lo que forma una unidad con el agua llega hasta el fondo de tuna charca y encuentra todo cuanto necesita. Lo que forma tuna unidad con el Camino carece de deberes y vive una tranguila existencia. Ast que se dice: «Los peces se olvidan ‘unos de otros en los rios y Lagos: la gente se olvida una de otra en el ate del Camino», —2¥ que hay de las personas? —quiso saber Tzu Kung—. . Cubre el cielo y sostiene la tierra tlla y sraba innumerables multitudes de formas, pero no practica Inchabilidad>. Ese es el camino que sigue. a —iYa lo estoy aleanzando! —dijo Yen Flu —eQué quieres decir? —pregunt6 Confucio, —Por fin he conseguido olvidar la bondad y la recti- tud. —Muy bien hecho. Peto atin no has llegado alli —dijo Confucio. 90 ' El gran maestro ancestral Al dia siguiente, al volver a ver a Confucio, Yen Hui dijo: —He logrado olvidarlo todo sobre el ritual y la misica —Muy bien hecho. Pero atin no has legado alli. ‘Yen Hui dijo: Yao estoy alcanzando! —2Qué quieres decir? —Que estoy sentado olvidando, — Qué quieres decie con estoy sentado olvidando»? —pregunté Confucio, cambiando el peso de su cuerpo de un pie a otro. —Tras haberme desprendido de mis miembros y mi tronco —contesté Yen Hui, me he desembarazado de mi intelecto, he dejado atris todas las formas, y me he separa- do del Los logros de un rey iluminado —continué Leo Tan— eobijan todo-cuanto-hay-bajo-el-celo y, sin embargo, él se ‘muestra desinteresado. Deja que el cambio provea a todas las cosas, pero la gente no lo venera. De pie sobre la no- comprensién, vaga alli donde no hay nada, a En el estado de Cheng, habia un médium de espiritus Tamado Chi Hsien que podia predecir sila gente viviria 0 ‘moriria, encontraria la desgracia o la prosperidad, o si ‘endria une larga vida o una muerte prematura. Podta predecit el afio, el mes, la semana y el dia en que ocurti- 5 La sabidurta de Chuang Tee sfan es0s eventos, ya que él mismo era un espiritu, Siempre ue los habitantes de Cheng lo vefan, attojaban todo cuan- to llevaban y echaban a correr. Cuando Lich Tse lo vio por primera vez, sintié como si su corazén y su mente se hubieran embriagado ante su presencia, Fue corriendo a easa para comunicérselo al Maestro Jarra de Vino di ciendbo: —Siempre habia creido que tu Gamino era el Camino de allt. Pero ahora he visto que hay alguien que ha ido mas Icjs. El maestro Jarra de Vino contest: —Te he mostrado mi apariencia exterior, pero no atin mi eseneia, ~Dominas realmente mi Camino? Si tienes un grupo de gallinas pero ningéin gallo, zobtendeis huevos fér- tiles? Has mostrado tu Camino al mundo para encontrar seguidores, por eso ese hombre puede leer tu rostro. Deja ‘que venga aqui para que intente leer el mio. ‘Al dia siguiente, al apuntarel sol, Lich Tae lle al cha- in ante el maestro Jarra de Vino, Cuando el chamén sali de la casa, dijo a Lich Tee: —jUy! | Tu maestro es un hombre muerto! Esta sin vida, Sélo le queda una semana. He visto en él algo sume ‘mente extra. He visto cenizas mojadas. Gon las mangas empapaclas de légrimas, Lich Tse entro para comunicdrselo a su maestro. —Precisamente ahora —dijo el maestro Jarra de Vino— acabo de mostrarle mi apariencia terrena, oculta y firme como los primeros y vives retofios. Ptobablemente ha creido que el poder de mi vistud estaba apagéndose ‘helo de nuevo. ‘A primeras horas de la mafiana, cuando ya brillaba el sol, volvieron, Cuando el chamén sais de su entrevista dijo: 96 Respuestas para emperadores y reyes —iQué suerte ha tenido tu maestro de haberme cono- ido! Su enfermedad se ha esfumado, Ahora esta leno de vida, Lo que ayer vi fue sélo una obstruccién de su energia Lich Tye entrs en la casa y e lo comunicé a su meestro, Esta vez —le dijo el maestro Jarra de Vino— Ie he tensefiado mi Campo Celestial, donde no entran ni la apa- rencia ni la esencia, yl actividad procede directamente de ‘is talones. Lo més probable es que haya visto «lo bueno» actuando. Traémelo de nuevo. Cuando Lich Tse lo lev6 una ver més a su presencia, el smédium salié diciendo: —Tu inaestro es muy contradictorio. No puedo leer ‘nad en su rostro, Haz que se enderece un poco y asf podré hacerle una lecture Lich ‘Ise se lo comunie6 al maestro Jarra de Vino, el cual respondi6: —Acabo de mostratle el Centro del Gran Liquido Tnconquistable, Lo més probable es que viera la actividad | de mi chi al equilibrarse, cuando cl agua de la estela de una Gran Criatura Marina hace un remolino, Detén el agua y hard un remolino; déjala correr y hara un remolina, Hay fueve clases de remolinos. Yo tengo tres aqui, en mi Centro del Gran Liquido, Triclo de nueva, Alamanecer del dia siguiente regresaron. El chamén ¥886 por los alrededores arastrando los pies y después, con aire de estar completamente perdido, eché a corret. —Siguelo shora, si atin lo deseas —dijo el maestro Jarra de Vino Lich Tse lo siguié pero no pudo alcanzarlo. Al final vol vi6 para comunicarselo al maestro Jarra de Vino: —Se ha ido. No he podido aleanzarlo y ahora lo he per: ido, 7 La sabiduréa de Chuang Tee —Esta vex —dijo el maesteo Jarra de Vino—le he mos trado a mi maestro ancestral antes de su propio origen. Le hhe mostrado la vacuidad reptando como una serpiente. El no sabia quién o qué era mientras yo me inclinaba y oscila boa, ondeaba y me ayitaba. As{ que él sus adivinaciones del futuro han huido. Lich Tse se dio cuenta de que atin no habia empezado ‘a aprender nada, Se fue a su casa no salié de ella durante tes largos alos, Realiz6 todos los quehaceres para su espo- sayy aliment6 a los cerdos como si fueran personas. No dio rmuestras de interesarse por los asuntos mundanos y renun y legan tan lejos como para reclamar un lugar para éstas entre los cinco Grganos vita- les, pero esto no es seguir con rectitud el Camino ni st Poder. Los pies palmeados sélo tienen una membrana de came indtil. Las manos con un dedo de mas solo han generado un dedo instil, Y el que quiera proclamar que Tos pies palmeados y las manos con un dedo de més for rman parte de nuestros cinco érganos vitales es obsceno, depravado y vulgar Al ptacticar Ia kbondad> y la arectituds, crean una multiplicidad de arteros métodos para ver y excuebar, Pero quel cuya vista es muy aguda es confundido por los cinco colores y pervertido por la ingeniosa decoracién y los vivos tonos verdeazulados y amarllos de los brillantes adornos de los brocados. Me equivoco? Observa a Li Chu. Y el que tiene un ofde muy fino es confundido pot las cinco notas y pervertido por los seis tonos y sonidos del rctal, la piedta, la seda y el bambi de las clevadas cancio: rnes ceremoniales «Campana Amarilla» y «Ta Lu». «Me cequivoco? Recuerda a Shih Kuang, 100, Los pies palmeados ‘Aquel con el dedo de més de la cbondad> saca a relu- cir sus vietudes y destaca la naturaleza de éstas s6lo para oft elsonido de su propio nombre, haciendo que todo-cuanto- hay-bajo-el-cielo desfile al ritmo del pifano y del tambor del método que es precisamente el indebido. ¢Mec equivo- 0? Observa a Tseng Tau y Shih. Y el gue tiene os pies palmeados de la retérica se dei a s6lo a apilar ladrllos y anudar argumentos deshilacha- dos, divagando sobre lo «duro» y lo «blanco», lo «similar» y lo «distinto» sélo para poder ser famoso unos momentos. {Mec equivoco? Como en el caso de Yang Chu y Mo Tau. Todos ellos comparten Caminos que son sélo dedos de mas y pies palmeados. Ninguno esta a punto de enderezar todo- enanco-hay-bajo-el-cielo. ‘Aquel que desee enderezar las cosas no puede perder de vista la realidad de la naturaleza y del destino, Para alguien ast, lo que esti unido, no esté palmeado; lo que des- taca del resto, no esté de mas; lo que es largo, no es dema- siado largo: y lo que es corto, no carece de suficiente esta- bilidad. Las patas del pato son cortas, pero si se las esttas, se angustiaré. Las patas de la grulla son largas, pero sis las acortes, se entristecerd. Con la naturaleza ocusre lo mismo: To lergo no tiene por qué acortarse; lo corto no tiene por ‘qué alargarse. No hay ninguna raz6n para apenarse Sila ebondads y la «rectituds no son una realidad ‘humana, jcudnta més tristeza causarin los no son realidades. Sin embargo, desde Inépoca de las Tees Dinastas, jeusnto clamor, oh, eudnto clamor han provocedo! ‘Aguel que espera que el arco, la regla, el compas y la escuadra enderecen las cosas, esté recortando su propia navataleza, Aquel que emplea cuerdas para star y pegamen- to para pegar las cosas sélidamente, se esta inmiscuyendo en el poder de su virtud. Aquel que se inclina y postra ante la miisica y los ritos ceremonisles y chacharea sobre la abondad» y la «rectituds, esforzindose por satisfacet los corazones y mentes de todo-cuanto-hay-bajo-el-ielo, pier dela constancia del flu de las cosas, Todo-cuanto-hay-bajo-cl-cielo tiene una constancia en su modo de flur y, de acuerdo con esta constancia, lo cur- vo no sc ha trazado con el instrumento de un artesano ni lo recto depende de la linea del carpintero; lo redondo no necesita el compas, ni lo cuadrado la escuedra. Las cosas aque no estén rotas no necesitan pegarse. Lo que se parte sin separarse no necesita atarse, Todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo nace ignorando lo que se erea y desarrolla en su intetio. Asimismo, todas las cosas aleanzan lo que sleanzan, sin saber emo ni de dénde lo logran. Respecto a esto, el viejo pasado y el presente no son dos cosas distntas. Nada se ha interrumpido. Nada falta. ‘Asi que gemo puede ser que la ebonded> y la «rect ‘tudo sigan y sigan remendando y pegando, ocupadas en dlivagar sobre el Camino y su Poder, haciendo que cada cora- zn bajo el cielo se pregunte esto o aquello? Les pequeiias 102 Los pies palmeados dudas hacen cambiar los métodos. Las grandes dudas, Ja naturaleza, Que eémo lo sé? Desde que el sabio Shun se afers6 a la ebondad> y a la «rectitudy para ensefiar a todo- tnanto-hay-bajo-c-celo, el mundo entero se apresur6 a per- seguir la fama de la ebondads y la arectitud, gNo es eso hhacer cambiar la naturaleza de la cbondad» y la etectituds? Deia que te lo explique. A partis de le época de las Tres Dinastias hasta hoy dia, todo el mundo ha dejado que las cosas cambien de naturaleza. Los malvados arriesgan sus ccuerpos en busca de ganancia, Los eaballeros, en busca de fama Los grandes ministtos arriesgan su cuerpo en benefi- cio de sus familias, el sabio por todo-cuanto-hay-bajo-el-cie- Jo. Quizé se diferencien todos ellos en lo que hacen y eh la buena o en la mala fama que se ganan, pero todos coinciden cen herir su naturaleza al atiesgar sus cuerpos. Un experto pastor y una pastorcilla cuidaban cada uno tun rebaio de ovejas. Ambos los perdieron. El experto equé 8 lo que hacia cuando ocurri6? Estaba estudiando unos escritos que levaba consigo. ¢¥ la pastorcilla? Estaba jugan- do, Los dos hacian algo totalmente distino, pero fueron igua- lesen el sentido de que ambos extraviaron las oveja. Po Yi murié persiguiendo la fama al pie del Monte Shou-yang. Chih, el Ladrén, murié intentando alcanzar la ‘cima de la Cumbre Oriental. Los dos murieron por distin. tas razones. Pero ambos desperdiciaron su vida c hirieron ssu naturaleza. ¢Cémo podemos alabar a Po Yi y culpar a ‘Chih, el Ladrén? A todos cuantos pusieron sus vidas en peligro en todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo, silo hicieron en pos de la «bondad» y le «rectituds, el vulgo les llama sccaballerosn. Y si las atriesgaron para obtener riqueza, les aman «malvados». Pero todos arriesgaron lo mismo. Asi que en este caso tenemos a caballeros y a malvados que 103 La sabidurta de Chuang Tse arriesgan su vida ¢ bieren su naturaleza, a un Chi, el Ladrén, yun Po Yi. Pero ccémo saber cudl es el caballero ycudles el malvado? ‘Aguel que adiestra su naturaleza en la ebondad> yl etec- titud», aunque sea como Tseng Tau y Shih, nose diferencia del experto pastor que he mencionado antes, Si tuerce su naturaleza ante los cinco sabores, aunque sea como el Gran Jefe Yu Eth, no es lo que yo llamo un experto. g¥ sientrega ‘su naturaleza a las Ginco Notas? Aunque sea como Shih Kuang, no conocer lo que yo llamo escuchar. Si seentrega a los Cinco Colores, aunque llegue a ser como Li Chu, no aprender lo que yo llamo ver con claridad, La «experiencia» ala que me refiero no es la que los seguidores de a ebondad> yyla «rectitud creen que es. Mi experiencia yace en el Poder dela Virrud. Eso es todo, Lo que yo llamo tn experto no es quel a quien se ealifca de bondadosoy rect, sino aguel que sobrellevala realidad de la naturale y el destino. Lo que yo llamo escuchar no es lo que haces cuando cescuchas con la oreja pegada a la puerta, sino escucharte ati ‘mismo. Lo que llamo ver con claridad no significa ver algo, sino sélo verte a ti mismo claramente. Aquel que es incapaz de verse a si mismo y que sélo puede ver a los demés, no puede ganarse a s{ mismo, sélo gana para los demas. Logra Jo que otros necesitan y e olvida de sus propias necesidales. Aquel que siempre esti al servicio de los demés nunca se perteneceri a si mismo, sino que seri un esclavo. Y es ése el punto en el que Po Yiy Chih, el Ladtén, se parecen: los dos son obscenos, depravados y vulgare. €¥ yo? Me temo que mi corazén esté muy falto del Tao ydel Poder de la Virtud. En el mejor de los casos, no me atreveria a caer en las gasras de la ebondad» y la axectitud>, yen el peor, a ser obsceno, depravado o vulgar, 104 Los cascos de los caballos [CarfruLo 9] Los cascos de los caballos les permiten ir por la escarchay la nieve, La piel les protege de los frfos vientos. Se alimentan de hietba y beben agua, Com pies alados vuelan sobre as drides ticrras. Esta es la naturaleza real del caballo, Aunque tuvieran ‘grandes torres y bellos salones, de nada les serviria. Pero un dia se presenta Po Lo y dice: «Soy un buen domador de caballos». Los atormenta con el cepillo. Los ‘marca con hierro candente y los doma. Los ata y manea car- gindolos de arteos, y los encarcela dentro de un establo en ‘compartimentos, A resultas de esto dos o tres de cada diez caballos mueren. Después los mantiene hambrientos y sedientos, Los obliga a trotar, a brincar y a correr en forma- ci6n. Los usa como bestias de tiro uno al lado de otro. Los molesta poniéndoles bocados y cinchas, los hostiga con la fusta o el litigo, hasta que mueren més de la mitad, El alfarero exclama; «jSoy muy hébil con el barro! Puedo redondearlo con el compas o con una escuadra al Indo de otra». El carpintero exclama: «Soy muy habil con la madera, Sila quiero curva, wtlizo un atco; sila quiero recta, una linea». Peto por naturaleza, zqué les importa al barro y a la madera que les apliquen el compés o la escua- dra, el arco olalinea? Sin embargo, una generacién tras otra honra a Po Lo diciendo: «Era un buen domador de eaballos». Honran al alfarero y al carpintero afirmando: «Eran muy hébiles con 105 La sabidurta de Chuang Tre el barro y la maderay. Y cometen el mismo error con rela cién a los que «gobieman» todo-cuanto-hay-bsjo-cl-ielo Me plantaré aqut y cantaré desde el fondo de mi coraz6i uienes son «buenos» gobernando todo-cuanto-bay-en-el- cielo no actitan correctamente. a gente tiene una naturaleza constante. Teje para abi garse y cultiva para comer, Esto se llama compartir el Poder de la Virtud, constituir una unidad sin formar clases. ‘Antaiio recibia el nombre de Mandato Celeste y se otorga- ba libremente. Asi pues, una generacidn que haya llegado hasta alli, al Poder de la Virtad, avanza realmente por la tie- ray ve la verdad subyacente en el pals. Actéa en concor- dancia con las estaciones; sus montafias ignoran los cami- nos y senderos ilegales; sus pantanos no conocen las barcas nilos puentes. Las diez mil cosas se retinen y desarrollan, apoydndose unas a otras. Los péjaros y animales salvajes ccrecen sanos y saludables en sus bandadas y manadas. La hhierba y los érboles aleanzan gran altura. Se puede llevar atado de una correa a un péjaro 0 a un animal salvaje y ppasear por el campo, Doblar una rama y observar los nidos dela urraca o del euervo, De modo que una generacién que haya aleanzado el Poder de la Virtud vive formando una unidad con los paja- +08 y los animales salvajes y convive en un clan con las diez til cosas. «Qué sabra de la distincién entre «caballero> y «plebeyo»? Forma una unidad con el no-conocimiento, El Poder de la Virtud es no separar, Los miembros de esa sgencracién son uno, carecen de deseos. Esto se denomina Ja sencillez de la madera sin labrat. En la sencillez de la ‘madera sin labrar reside la naturaleza dela gente. Entonces llega un sabio cojeando con los pies tullidos tras su bondad y rectitud, y todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo 106 Los easeos de los caballos empieza a conocer la duda. Y con las florituras de su mési- cay el gesto de sus rituales, todo-cuanto-hay-bajovel-celo empieza a dividise. Sila sencillez de las cosas sin labrar se hubiera dejado intacta, equién hubiera podido hacer vasi- jas para el sacifcio? Sil jade blanco se hubiera dejado sin desmenuzar, gquién hubiera podido fabricar pequefios adornos de jade pare las ceremonias cortesanas? Si el Tao y su Poder no se hubieran arrojado, gc6mo la bondad y la sectitud habsfan encontrado lugar? Si lo natural y la reali- dad no se hubieran separado, Zde qué servitian la misica y el ritual? Si las Cinco Notas no se hubieran sumido en el e208, equién necesitaia los Seis Tonos? La destruccién de Ia senciller de lo que esté sin labrar en beneficio de fabricar vasijases el crimen del artesano. La destruccién del Tao y su poder en beneficio de la bondad y la rectitud es el error del sabio. ‘Ahora los caballos viven en el campo, comen hicrba y bbeben agua. Cuando son felices,entrelazan sus cuellos y se refriegan cl uno contra el otro, Cuando se enojan, se dan la espalda y se cocean. Esto es lo que los caballos conocen. Pero afade un yugo y una placa en forma de luna en la fren te, ylos caballos conocer las fronterasy los limites, sabrén que estén esclavizados, Entonces, astutamente, mirarén de edo y arquearén los cuellos para morder. Se revolcarén, intentando escupir el bocado y liberarse de las riendas Ahora han aprendido, de sus capaces corazones, qué signif ‘ca estar fuera de la ley. Este es el crimen de Po Lo, En la época de Ho He, los humanos vivian sin «saber» qué era lo que hacfan, y caminaban sin saber «adéndeo se | diigian, Si tenfan comida en sus bocas, ya eran felices, y se daban golpecitos en la tripa mientras vagaban. Esto era todo lo que la gente era capaz de hacer. 107 La sabidurfa de Chuang Tre Pero después lleg6 alatin sabio, retorciéndolo y doble gindolo todo con el ritual y la misica con el pretexto de «reformat» Ia forma de todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo, y afadi los dedos de més de la bondad y la rectitud para intentar conmover los corazones y las mentes de todo-cuan. tochay-bajo-el-cielo, Desde entonces la gente empez6 a ppavonearse caminando de puntilles, adicta al «conocimicn- to», ya luchar pot volver a casa y acostarse tras haber saca- do ganancias. A partir de aquel momento fue imparable. Esto es también el crimen del sabio, 108 Las maletas se roban [Cartruto 10] Si deseas protegerte de los adrones que raian equipajes, des- valjan bolsasy revientancajas fuertes, es mejor usar una bue- na cuerda con fuertes nudos,y resistentes cerrojos y canda- dos. Esto es lo que esta generacin tiene la eostumbre de llamar «conocimiento», Quizd sea cierto, pero en cuanto apa- rezca un jefe de ladrones corpulento y fuerte, levantaré las cajas fucrtes, se llevar las bolsas, se echaré cl equipaje a la ‘spalda e huiné con el botin, Su tnica preocupacisn ser que ro hayas cerrado los cerrojos y candados 0 asegurado con fir- rmeza las cuerdas. Asi, aquel que se hizo famoso por «eono- ‘em, no ha hecho mas que amaser bienes para el Gran Jefe Deja que te lo explique. Lo que el mundo llama una persona de conocimiento es simplemente alguien que ama- sa bienes para el Gran Jefe, eno es cierto? Y aguel a quien el mundo llama sabio es precisamente el guardia del Gran Jefe. Qué edmo lo sé? Piensa en el antiguo estado de Chi Desde él podian verse las ciudades vecinas. Estaban tan cet- «ca que de pueblo a pucblo se podia of el canto de los gallos y-el ladrido de los perros. Entre sus cuatro fronteras se extendian terrenos para cazar con redes y rampas, y tierras de labranza para cavat y arar que median mis de dos mil i cuadrados. Desde los templos yaltares ancestral, hasta la tierra y el grano, y el gobierno de ciudadcs y pucblos, todo se gobernaba siguiendo el método del sabio, Era un lugar incretble, pero en un solo amanecer Tien Ch’eng-tzuliqui- 109 La sabiduria de Chuang Tee 6 al principe de Chi y se apoderé de todo el pats. No sélo le rob6 las tierras jsino también los propios métodos de gobierno del sabjo! Aunque T'ien Ch’eng.tzr tuviera fama de bandido ladrén, su propio euespo go26 de la misma paz aque Yao y Shun, Ningin pequefo estado se atrevi6 a ceo- sutar su proceder, ni ningén gran estado 036 acusatle. De ‘modo que su progenie reiné en Ch’i durante generaciones. eAcaso no sélo se apoderé de Ch’i sino que robs al sabio sus propios métodos de conocimiento? ;¥ todo para prote ger el cuerpo de un ladronzuelo! Intentaré explicarlo. Entre los que hoy dfa el mundo conoce como «aquel gue ha alcanzado el conocimiento», hay siquiera uno solo que no esté amasando bienes para el Gran Jefe? Entre los llamados «aque que ha aleanzado la sabidusiay, chay siquiera uno solo que no esté amasando bienes para el Gran Jefe? , Ahora esas personas todo cuanto hay bajo él. Si te quedas en casa, gnecesitas temer que puedas corromper el corazén ue tenfa todo-cuanto-hay-bajo-el-cilo al nacer? Si sélo eres duetio de ti mismo, gnecesitas preocuparte de que el Poder de la Virtud de toclo-cuanto-hay-bajo-elcielo pueda escabullisse? Y si el corazén con que nacié todo-cuanto- hay-bajo-el-celo se mantiene puro y el poder de su vietad no es reemplazado, ¢necesitard todo-cuanto-hay-bajo-cl- ciclo que alguien lo posea y lo gobieme? En la antigtiedad, cuando el sabio Yao gobernaba, hizo ue todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo fuera feliz. La gente se alegraba de la espontaneidad de su naturales corazones y éstos nunea permanecfan callados, Pero cuando Chieh, el Tirano, goberné, hizo que todo-cuanto-hay-bajo-cl-ciclo enfermara mortalmente, de modo que la gente s6lo era capaz de sentir hasta qué punto se endurecia el corazén con cl que habfa nacido, Aquellos corazones no conocian la satisacein sencilla, No conocer paz ni satisfaccién es care- cer del Poder de la Virtud, ey quién puede durar largo tiempo sin él? Cuando la gente era demasiado feliz, se incli- naba hacia el yang. Cuando estaba demasiado enojada, se inclinaba hacia el yin. Cuando habia un exceso de yang y de yin, las estaciones perdéan su orden natural, el calor y el us La sebiduria de Chuang Toe fifo perdian la armonia, yel desorden resultante lstimaba ‘ala forma humana, La gente dejé que Ie felicidad y la céle- rales alejaran de sus metas y empez6 a morar en la incons- tancia, de modo que los tigres de la ansiedad se apropiaron de sus corazones y mentes. No podian conseguir lo que necesitaban, Siempre debian detenerse a medio camino y sunea podfan alcanzar sus metas, Fue entonces cuando, por primera vez, empezaron a haber, en todo-cuanto-hay. bajo-el-cielo, ideas que no eran simples, acciones que no eran sencillas. Y Chih, el Ladron, Tseng Tzu y Shih apa- recieron, Ahora, aungue todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo recompensate lo «bueno», ya no seria suficente, y si casti- sgnra lo «malo», tampoco. A pesar de la grandeza de todo- ‘cuanto-hay-bajo-cl-cielo, no bastaria para otorgar una recompensa 0 un castigo, Sin embargo, desde el nacimiento de las Tres Dinastias, todo el mundo ha estado regateando y luchando tinicamen- te por la recompensa y l castigo. En tal eas, equé tiempo les quedaré para la realidad de la naturaleza y el destino? Para esas personas, el goce de la visién significa hacer or- gias sexuales; el goce del ofdo, organizar bacanales musica les, ZY gozar de la bondad? Arrojar el Poder de la Virtud al aos. gY gozar de la rectitud? Pervertir el principio. 2Y sgozar de los ritos? Abrazar el atifici. 2Y gozar de la misi- ca ceremonial? Ateaer la depravaci6n. gY gozar de la sabi- dria? Limitarsea las artes magicas. ¢Y disfrutar del cono- cimicnto? Coger liendres. Cuando la gente esti en paz.con la realidad de la natu- raleza y del destino, esas ocho situaciones pueden existic 0 perecer. Pero cuando In gente no esté en paz, las ocho ‘empiezan a retorcer y deformar a la gente, y provocan el caos en todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo, aunque parezcan 116 Quedarse en casa, no poseer nada © honrar y querer a todas esas cosas. Tal es el estado de duda | de todo-cuanto-hay-bajo-cl-cielo. No slo la gente se excede ysesale con la suya, sino que ayuna antes de hablar de sus ‘excesos; se arrodilla sobre la estetilla y hace ofrendas; toca ‘el tambor, baila y canta himnos. Y yo nada puedo hacer, ___ Siun principe no puede tener lo que desea y en lugar de ello le toca goberar todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo, no ‘ay nada mejor que la no-accién. Al no actuar, puede estar ‘en paz con la realidad de su naturaleza y su destino. Desde antaio, a aquel que valoraba su propio euerpo por encima de todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo, se le podia confiar tado- ‘euanto-hay-bajo-cl-cielo; aquel que ama a su propio cuerpo mas que dirigit todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo, debe recibir su gobierno. Asf pues, un principe que no abandona sus «cinco rganosvitales, que evita separar su visién de su ofdo, seta capaz de permanecer largo tiempo en su cuerpo con la vision de un dragén, silencioso como una fuente, con la voz de un trueno. Mientras su espititu avanza, el cielo y la tie- ra le seguirén. Acomodaticio a la no-accién, las diez mil ‘cosas se convertirdn en su estela, como nubecillas de vapor. 2Y qué tiempo le quedaré para «gobernar»? a ‘Tui Chu pregunté a Leo Tan: —Si no gobiernas todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo, gcémo puedes perfeccionar el corazén y la mente de los humanos? Lao Tan le contesté: —No juguetees con el coruadn y la mente, Puedes hacer- Jos bajar o subir, pro el arsiba y el abejo es para eflos una pri- sin, una sentencia de muerte, Acomodaticios alo suave, lo u7 La sabidurla de Chuang Tre dulce o lo duro, el corazin y la mente pueden corta,tllat y pull Su calor puede encender un fuego; su fro, legar a.con- gelar. Son tan répidos que en el espacio de un abriry cercar de ojos pueden ir y volver volando dos veces més allé de los ‘cuatro mares circundantes. Su morada cs cl silencio del ori- gen. Su movimiento, a urdimbre de constelaciones girando nel cielo, Son corceles de carreras imposibles de encadenar. Elcorazén y la mente de los humanos son todo esto, »Antafio, el Emperador Amarillo fue el primero en usar Ja bondad y la rectitud para juguetear con los corazones y las mentes del género humano, Yao y Shun se esforzsron al ‘méximo para alimentar las formas de todo-cuanto-hay- bejo-el-cielo. Hicieron sufrir sus drganos vitales en benef cio de la bondad y la rectitud, y agotaron su sangre y su chi estableciendo leyes y modelos, Sin embargo, fueron esos mismos elementos los que no lograron conquistar. Por tan- to, Yao tuvo que enviar a Huan Tou al Monte Chung, des: ‘terrar alas tres tribus Miao a los Tres Precipicios, y obligar a Kung Kung, el ministro de obras pablicas, a zarpar hacia Ia Ciudad de la Oscuridad. Yo no lo lamasia conquistar todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo, Mis tarde lleyé la época de los Tres Reyes, en la que todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo estaba sumido en el terror Chih, tu Ladrén, ocupaba el lugar més bajo, y Tseng Tzu y Shih, el mas alto, Después confucianes y mofstas surgieron al mismo tiempo. Més adelante incluso la felicidad y la cle ra se llenaron de dudas, Y después la ignorancia y el conocimiento compitieron en hacer estafas. Lo bueno y lo ‘malo se acusaron entre side falsos. La verdad y la falsedad se calumniaton miituemente, y todo-cuanto-hay-bajo-e! cielo se marchit6, El Poder de la Virtud dejé de unir todas las cosas en Una. La naturaleza y el destino se volvieron 118 Quedarse en casa, no poscer nada blandos y lorosos y huyeron, Todo-euanto-hay-bajo-l-cie- Jose volvié adicto al conocimiento, yla gente se volvi6 cada vvea mis distraida, Aparecié después el hacha del ejecutor y Ja sierra del amputador, para poner ala gente en orden; y ‘is tarde la practica de colgar y tatuas @ los prisioneros para castigar el asesinato;y, por ilkimo, de manera contun- dente, aparecieton los martillos y taladros que abrieron sic- te aberturas en el Desorden. Todo-cuanto-hay-bajo-el-cielo se convirtié en un espinoso caos. El crimen consistié en juguetear con el corazén y la mente de los demés. Asi que Ja gente valiosa se escap6 a vivir bajo las grandes cimas de las montatias, y los seffores de los diez mil carruajes se ‘scondieron temblando en sus propios templos ancestales. »»Los muertos ejecutados de esta generaci6n yacicron amontonados. Los esclavos de la prisién fueron uncidos todos en masa. Y los amputados se miraban constantemen: te entre sf mientras confucianos y mofstas paseaban ulanos entre las masas de hombres esposados y encadenados. »Mi corazén llora inconsolablemente las cosas, no es una simple cosa. En tal caso, Zcémo podrfa gobernar a la gente comin en todo-cuanto-hay: bajo-cl-cielo? Entearfa y saldrfa de las Seis Armonfas y ‘vagaria por las Nueve Tierras. Un tinico duefio ha alcanza do Jo que se ama «ser miembro de la arstocracian. Pero la doctrina del que es en verdad grande se mani- fiesta como la sombra de la forma, como el eco que regresa del sonido. Si una pregunta se ha adueiiado de ti, te res- ponderé, Con todo lo que ama, es el compatiero de todo- ‘cuanto-hay-bajo-cl-ciclo. Mora mas allé del eco y se mueve més allé de cuslquier direccién. Te conducira de la mano ‘nds alld del cfrculo de ls tribulaciones, llevindote a pasear por el reino sin causa, a ir y venir sin direccién alguna, ‘onato y constante como el sol. Cuando él habla con céinti- «0s de la forma y el cuerpo, os une en la Gran Unidad, Ea ella no hay un yo. Sin um yo, gesmo puedes poseer Ia pose- sin? El que fija la vista en la posesién, sucle llamarse un prince El que avin nade amigo del coy de tierra aA Las cosas quiza sean baja y malas, pero deben crecer: La gente quizé sea ruda, pero debe ser tu buena causa, Los asun- tos estatales son dificiles, pero no deben dejarse sin resolve. 125 La sabiduria de Chuang Tse Los métodos quiza sean tan dificiles como encontrar las hue Ilas de un animal salvaje entre le manada, pero deben seguir. se, La rectitud es distante, pero debemos morar en ella; In bondad es una parcialidad que debemos ensanchar, El ritual debe conservarse completo, pero set usado con moderacién, El Poder de la Virtud es el centro de la diana y debe soste nerse alto, El Tao es Uno y no esta exento de cambio. El cie- lo proviene del espiritay debe ser Ia Fuente de la accisn. Por tanto, el sabio contempla el cielo, pero no intenta ayudarlo. Encuentra el poder de su viet, pero no esta ata- do al. Fluye con el Tao, pero no hace planes. Actia con bondad, pero no centra su corazén en ella. Esté lleno de rectitud, pero no la atesora. Acepta el ritual, pero no los, tabi. Lleva a cabo los asuntos del estado y no se retira de al. Examina atentamente los métodos, pero no deja que se sumerjan en el caos, Pone su corazén en la gente y no se la toma la ligera. Por consiguiente, forma parte de las cosas y no las abandona. Las cosas solas no bastan para realizarlo todo, Hay una labor que debe hacerse. Quienquiera que no veal brillo del ciclo, no seré puro en el Poder de la Virtud Quienquiera que no siga el Tao, no podra legar alli desde auf. Al oft esto la rana se qued6 muy sorprendida y, como si acabara de vera su maestro acercindose, fue a ocultarse. iY tG, cuyo conocimiento ni siquiera Mega a las fronteras de lo correcto y lo incortecto, quieres examinar las palabras de Chuang Tse! ;Quieres que un mosquito cargue con tna rmontafia! ;Que un gusano-caballo cruce galopando el sf0 Amarillo! Ta también querrias realizar una hazaiia pareci- da. Ta conocimiento no esté a la altura de discutir sus pala- bras, tan sutiles. ¥, sin embargo, quieres aprovechar el momento para adquirir el correcto estudio. ¢Acaso no exes la tana en el pozo medio derruido? ¢Y que hay de Chuang Tee? En este momento se pasea por los Manantiales Amarillos,o ha subido al empireo azul marino; 0... sin ir al Norte nial Sur, se ha liberado de las Guatzo Direcciones y flota en cl infinito, Sin el este ni el oeste, ha nacido de la Misteriosa Oscuridad y regresa al Gran Logro. Y ti, a pesar de saber gue has encontrado a tu maestro, quieres attapatle, examinarl y amarrarle con un razonamien- to, Eso ¢s realmente como mirar el cielo por un tubo 0 explo- ra le tierra con un punzin. Eres insignificante. Demasiado insignificante. Vete. 2No has ofdo la historia de ls chicos de le escuela Shao-ling que quisieron estudiar los movimientos Hantan? Antes de acabar de aprenderios habian olvidado ya su anterior estilo. Tuvieron que regresar a su casa arrastrindo se sobre sus manos y rodillas. Si no lo impides, olvidards tus antignos conocimientos y perders tu profsién. 140 Inundaciones otonales La boca de Kung-sun Lung-tzu qued6 abierta de par cen par y se negaba a cerrarse, La lengua le qued6 eolgando resistiéndose 2 esconderse. Decidié no insistir més y se marché. a Mientras Chuang Tse estaba pescando @ orillas del Arroyo Esclavo, se acercaron dos embajadores del Rey de Chu: —Nuestro maestro desea entregarte la responsabilidad de goberar su reino —dlijeron. ‘Chuang Tee siguié sosteniendo la cafiay sin mirar atrés contests: —He ofdo decir que Ch’u tiene el espiritu de una tor- tuga que murié hace tres mil afos y que la ha envuelto en sedas y suardado en un precioso relicario en la sagrada sala del templo ancestral.

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