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Pero lejos de indicar un retorno a los principios de la revolucin burguesa de 1789, la

consigna de la Repblica universal lanzada por los comuneros marca su ruptura con la
herencia de la Revolucin francesa a favor de un verdadero internacionalismo obrero. Tres
importantes actos deberan mostrar hasta qu punto esa consigna haba sido repensada para
servir a fines nuevos: el incendio de la guillotina en la plaza Voltaire el 10 de abril; la
destruccin, el 16 de mayo, de la columna de Vendme, edificada a la gloria de las
conquistas imperiales napolenicas; y la creacin el 11 de abril de la Unin de mujeres.
Volvmonos ahora ms bien a hacia la Unin de mujeres y a su fundadora, lisabeth
Dmitrieff, una joven rusa de 20 aos.
En un intervalo increblemente reducido, lisabeth Dmitrieff se esfuerza en tender un
puente entre los dos pensadores polticos ms importantes de la poca, Marx y
Chernishevski, y esto de dos maneras: tericamente y en acto. Dmitrieff pas los tres meses
que precedieron a la Comuna en Londres, donde se encontraba con Marx casi todos los das
en su oficina para hablar de las organizaciones rurales tradicionales rusas la obscina y el
artel, y de su teorizacin por los populistas rusos, particularmente de Chernishevski. En
aquella poca, Marx estaba lo suficientemente avanzado en el estudio de la lengua rusa
como para arreglrselas en la lectura de los originales; poda leer el diario codirigido por
Dmitrieff, La causa del pueblo [Narodnoe delo], pues ella se haca enviar ejemplares desde
Ginebra para toda la nueva seccin rusa de la Internacional para estar segura de que eran
puestos al corriente.

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