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El sexto año de Lucy

Era uno de los días más hermosos que jamás Lucy habría imaginado; El sol brillaba,
las aves cantaban, el viento soplaba y todo se veía muy tranquilo...Lucy estaba muy
confiada, no tenía nervios y tampoco estaba ansiosa. Era su primer día en
bachillerato. Ella se acababa de mudar desde Bogotá a su nuevo hogar en
Barranquilla. En su primer día Lucy desayunó un delicioso sándwich de jamón con
queso y mermelada de fresa con un jugo de naranja sin azúcar. Salió de su casa
muy contenta esperando que sus futuros compañeros la aceptaran muy bien. Al
llegar al colegio se emociono mucho al ver que era mejor de lo que se esperaba y
estaba ansiosa por entrar a clases.

En el salón se percató de que sus pupitres eran como los de los universitarios y se
alegró mucho. Había veinte compañeros en su curso y cuando ella llegó la
recibieron muy bien todos a excepción de Carla y su amigas. Carla era una niña muy
conflictiva, Tenía problemas con su familia y sólo se divertía en el colegio, aunque
no lo hacía de muy buen manera. A Carla le encantaba molestar a los demás y
humillarlos para bajar su autoestima. Por otro lado las amigas de Carla simplemente
eran como sus secuaces. Esas chicas no tenían respeto por sí mismas y estaban con
Carla para parecer más importantes, aunque Carla siempre se lo echaba en cara.

Lucy se dio cuenta que Carla era la única que no la respetaba, sus demás
compañeros eran muy amables y amigables. Carla no…Ella actuaba fría e
indiferente ante su nueva compañera. Cuando Carla estaba de mal humor se
desquitaba con Lucy entonces de allí Lucy paso de ser la niña nueva a ser la
carnada de Carla. Un día recuerdo bien que era septiembre, no sé exactamente,
pero sí sé que era el día del amor y la amistad. Lucy pensó que si le regalaba algo a
Carla ella pensaría que era una buena persona y la dejaría de molestar, pero
lastimosamente no fue así. Lucy le llevo a Carla un osito de peluche mediano al
colegio. Cuando Lucy le entrego el peluche a Carla le dijo algo como… “hola Carla,
recibe esto de mi parte, te deseo un feliz día del amor y la amistad” Con eso Lucy
esperaba una respuesta agradable, pero lo que hizo Carla fue todo lo contrario.
“¿Qué te pasa nena?, tú no eres ni mi amiga, ni nada mío y no tienes porque estar
regalándome peluches ridículos.” Dijo Carla después de haber destrozado el peluche
que le regalo Lucy.

Ella salió del salón muy triste, decepcionada y yo me sentía mal por ella entonces
decidí enfrentarme a Carla. “No tenias por qué tratarla así… Ella sólo quiso ser
amable” le dije “¿Amable?, Yo no quiero peluches ridículos ni nada” me respondió
ella con una voz muy ofensiva. Desde allí me di cuenta que Carla nunca cambiaría.
Cuando se acabó el día acompañe a Lucy hasta su casa pero me sentía muy mal por
ella. Estaba agradecida de que la hubiese acompañado y se despidió de mí, sin
embargo pude notar que no fue uno de sus mejores días.
En los siguientes tres meses nada cambio. Carla seguía Igual de insoportable y
nunca aprendió a respetar a nadie. No la podíamos expulsar porque no éramos los
directivos y ellos tampoco lo hacían. Nunca se pudo hacer justicia y Lucy cada vez
se cansaba más y más de las cosas que Carla hacia. Por eso tomo una decisión
dramática. Lucy decidió cambiarse de colegio pero no le dijo a nadie y no fue
sincera con los demás en ese aspecto. Había faltado a clases durante varios días y
nadie sospechaba de lo que pasaba hasta que la profesora nos informo que Lucy ya
llevaba una semana de no pertenecer a este colegio. Cuando yo me entere de la
noticia me puse muy mal. La profesora dijo que se había cambiado porque sus
padres los había transferido de nuevo a Bogotá pero yo sabía que además de eso
había otra razón. Así fue como Carla consiguió que se fuera la niña que ella mas
odiaba y la que yo más amaba.

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