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BFUCh XXXII (1992): 11-26 Las relaciones morfosintacticas Juan Castro Flores Universidad de Chile En memoria de la Dra. Lidia Contreras, mi primera profesora de gramética espafiola en el Instituto Pedagégico. En contraposicién a las tradicionales consideraciones acerca de las relaciones (morfo) sintdcticas, en especial la antimonia Coordinacién (o Parataxis) / Subordinacién (0 Hipotaxis), este trabajo se propone probar que en tales consideraciones se con- funden, o entremezclan, los aspectos formales y semanticos de las relaciones morfosintdcticas. Como una manera de evitar las confusiones y de otorgarle una mayor coherencia y exhaustividad al tema en cuestién, se postula la hipétesis de que la oposicién coordinacién | subordi- nacién apunta a la dimensién seméntica de dichas relaciones, en tanto que la oposicién parataxis | hipotaxis se refiere a la dimension formal de las mismas. La defensa de esta hipétesis se Sustenta en argumentos tedricos y metodoldgicos, siendo estos uiltimos de especial relevancia, dado el interés del autor por el destino pedagdgico de la ensehanza gramatical. I. INTRODUCCION 1, PropéstTo No hay duda de que, tanto ontolégica como metodoldgicamente, el funda- mento de ia concepcién de las lenguas como sistemas de signos esté en la 2 JUAN CASTRO idea de RELACION. Lo mismo cabria decir de cualquier hecho o fenémeno de la realidad natural o cultural, e incluso puramente ideal, cuya existencia misma esté condicionada por su pertenencia a un sistema (= estructura en funcionamiento), 0 por serlo é1 mismo. iY existe algo que se pueda eximir de esta exigencia? Inspirado en esta conviccién, intentaré sentar aqui la base o “piedra angular” del modelo morfosintdctico que he venido elaborando a lo largo de mi docencia universitaria. Pero ;hasta d6nde se pueden calificar de “perso- nales” las reflexiones que han surgido de la asimilaci6n de ideas ajenas y que se han fraguado en la estimulante discusién académica con colegas, con discipulos, con alumnos? Practicamente nada de lo que plantearé en este trabajo es de una novedad absoluta; sin embargo, creo que la reformulacién de cuestiones antiguas y, muy especialmente, la proposicién de una nueva metodologia, podran proporcionar un marco mas adecuado para la descrip- cién y explicacién de la morfosintaxis de nuestra lengua, asi como también ~y esto me importa sobremanera- para su ensefianza. 2. LAS RELACIONES GRAMATICALES Como se sabe, la Morfologia y la Sintaxis son las disciplinas gramaticales por excelencia; tanto es asi que muchas veces se las identifica, sin m4s, con toda la gramatica: “Pero la morfologia y la sintaxis reunidas; es decir, las formas (singular, plural, desinencias verbales, etc.) y las construcciones (orden de las palabras, concordancia, etc., que permiten a las palabras cons- truir la frase) toman a menudo el nombre de gramdtica”, leemos en una co- nocida obrita de divulgaci6n sobre el tema’. Igualmente sabido es lo dificil que resulta, en muchos casos, establecer limites precisos entre la forma y la funcién de los elementos lingiifsticos. Pignsese, por ejemplo, en fendmenos tales como: a) la “consecutio temporum”: Creo que VENDRA / No creo que VEN- GA. b) la “declinacion”: YO miro | ME miran. c) la “concordancia”: Se arrienda-N pieza-S / Se arrienda- pieza-S. 4d) el “régimen preposicional”: Pienso EN algo { Pienso 0 algo En todos estos casos, a una diferencia funcional ~a) afirmacién / nega- cién; b) nominativo / acusativo; c) pasividad / actividad; d) suplemento / im- | Pierre Guiraun, La Gramética. Buenos Aires, Eudeba, 1964, p. 8. LAS RELACIONES MORFOSINTACTICAS 13, plemento- corresponde una caracteristica morfoldgica, la cual en algunas circunstancias puede ser una marca negativa: ausencia de significante 0 signo cero @). , A propésito de los planteamientos precedentes, hago las siguientes preci- siones: 1° El concepto de gramética que se perfila en la cita de Guiraud es el testringido, la gramatica “sensu stricto”; en cambio, el concepto que yo sustento es el amplio, la gramdtica “sensu lato”?. Esto es, en la organizacién interna de una lengua, asf como en su descripcién, entran en juego los tres estratos estructurantes de aquélla: el fénico (plano de la expresién), el se- mAntico (plano del contenido) y el morfosintactice (conjuncién de ambos planos). Justamente, la Morfosintaxis, por constituir el punto de encuentro entre sonidos y significados, se puede concebir como Ia instancia mAs inti- ma del mecanismo gramatical de una lengua. Sin el 4nimo de entrar a dilucidar aqui el punto, me limito a sostener que tan gramaticales son las relaciones morfosintacticas como las f6nicas (espe- cificamente, las fonolégicas) y las seménticas. Ast, en los tres niveles nos vamos a encontrar constantemente con los dos ejes lingiiisticos intuidos por Saussure y precisados luego por Hjelmslev y, sobre todo, por Jakobson: el sintagmdtico (0 eje de las combinaciones) y el paradigmdtico (0 eje de las selecciones). Del mismo modo, hallaremos por todas partes las tres fun- ciones 0 dependencias internas postuladas por Hjelmslev: la interde- pendencia, la determinacién y la constelacién’. 2° De acuerdo con Bernard Pottier, entre muchos otros lingijistas, prefie- ro pensar en y hablar de una MORFOSINTAXIS 0 estudio integrado de los dos campos que tradicionalmente se han considerado por separado: el de la morfologia o “teoria de las formas” y el de la sintaxis 0 “teorfa de las funciones”*, 3° Dado que el modelo que sustento es oracional (lo que no implica desconocer el hecho de que todo andlisis gramatical debe partir de un TEX- TO, tnica realidad lingiifstica formal y sem4nticamente auténoma), reduzco 2p. Juan Castro F., “{Gramética normativa versus gramética cientifica?", en Actas del Primer Congreso Nacional de Profesores de Castellano {agasto de 1991). Santiago, Univer- sidad Metropolitana de Ciencias de la Educacién (en prensa). 9 FempiNAND Dé Saussure, Curso de lingiistica general. Trad. de Amado Alonso. Buenos Aires, Losada, 1945, espec. 2* Parte, caps. Vy VI; Louis Hjelmslev, Prolegémenos a una teorla del lenguaje. Madrid, Gredos, 1971, espec. cap. X! Pundamentos del lenguaje. Madrid, Ciencia Nueva, 1967, espec. Pane II, cap. II. “ Benwaro Pormier, Morphosyntaxe Espagnole. Troisieme édition revue et corrigée. Paris, Ediciones Hispano Americans, 1964 14 JUAN CASTRO el 4mbito de la morfosintaxis a los enlaces interoracionales ¢ intraoracio- nales. Esto es, los miembros comprometidos en una relacién morfosintac- tica serén oraciones (plano oracional) 0 constituyentes de una oracién (pla- no suboracional). Il, PRESENTACION CRITICA DEL PROBLEMA Seguin una consideracién bastante arraigada en nuestra tradicién gramatical, el tema de las relaciones morfosintécticas -o simplemente sintacticas— se ha tratado en vinculacién con las Ilamadas “oraciones compuestas”, dentro de las cuales se distinguen tres tipos: a) YUXTAPUESTAS: Fui a verte; no te encontré b) COORDINADAS: Fui a verte Y no te encontré c) SUBORDINADAS: CUANDO fui a verte no te encontré Tal es la presentacién que encontramos, por ejemplo, en fa doctrina gramatical de la Real Academia Espafiola de la Lengua (en adelante, RAE), tanto en la del texto oficial de 1931 cuanto en la del provisorio de 1973, aunque con importantes diferencias entre ellos’. Don Samuel Gili Gaya, por su parte, junto con sostener una posicién similar, introduce en nuestra gramética espafiola la equivalencia sinonimica entre los términos coordinacién y parataxis, por un lado, y los de subordi- nacién € hipotaxis, por el otfo°, la cual equivalencia es recogida posterior- mente por la RAE en su Esbozo’. Pues bien, lo que yo pienso es que tales consideraciones son inadecua- das, o insuficientes, para dar cuenta cabal de todas las posibles relaciones morfosintdcticas en una lengua como la nuestra. En primer lugar, no existe ninguna raz6n para limitar el 4mbito de tales relaciones s6lo al nivel de las oraciones. De hecho, esto ya ha sido lo suficientemente reconocido por el propio Gili Gaya, aun cuando se refiere + RAE, Gramdtica de la lengua espafola, Nueva edicién, reformada. Madrid, Espasa- Calpe, 1931 (espec. cap. XXID; id., Esbozo de una nueva gramdtica de Ia lengua espanola. Madrid, Espasa-Calpe, 1973 (espec. § 3.17). * Samus Gut Gava, Curso superior de sintaxis espafiola. 10* ed, Barcelona, Biblograf, 1972 (espec. cap. XIX). 7 RAE, Essozo, § 3.17.4. En verdad, la parte sintéctica de esta obra reproduce casi fiel- mente la del Curso de Gili Gaya, quien, como se sabe, tuvo la responsabilidad de presidir la Comision que elaboré el texto académico. LAS RELACIONES MORFOSINTACTICAS 15 al tema en los capitulos dedicados a la “oracién compuesta”: “Las conjun- ciones coordinantes establecen la misma clase de relacién entre oraciones distintas que entre elementos andlogos de una misma oracién”*. Y mds adelante: “Toda oraci6n subordinada se halla incorporada a la principal, y guarda con ella la misma relacién que guardan con el verbo los elementos sintdcticos de la oracién simple”. En segundo lugar, los conceptos de yuxtaposici6n, coordinacién y subor- dinacién no apuntan al mismo orden de ideas, por cuanto lo que caracteri- za al primero frente a los otros dos es la ausencia de nexo 0 ASINDETON entre los miembros relacionados, en tanto que coordinaci6n y subordinacién -ambas sindéticas, se subentiende- se oponen entre sf por su valor semén- tico: “El andlisis lingiiistico ha descubierto la util diferencia entre oracio- nes yuxtapuestas, coordinadas y subordinadas, segiin contengan o no signos expresivos de la relacién existente entre los componentes, y segiin la clase de relacién que tales signos expresen”, nos dice Gili Gaya. Y la RAE agrega, por su lado, que “el significado del perfodo yuxtapuesto equivale al de las oraciones coordinadas 0 subordinadas, de las cuales se distingue Unicamente por el asindeton [... ]"". Vale decir, en los planteamientos de Gili Gaya y de la RAE se entremez- clan las consideraciones formales y las seménticas, y en ello radica, a mi juicio, el origen de la insuficiencia de las distinciones tradicionales. Volveré sobre esto mAs adelante'?, En tercer y ultimo lugar ~y éste es el punto en que me centraré esencial- mentc-, no me parece adecuada la doble sinonimia coordinacién = parata- xis y subordinaci6n = hipotaxis. Muy por el contrario, mi hipdtesis es que los términos de cada una de estas parejas no son coextensivos. II]. PLANTEAMIENTOS TEORICOS 1, Parataxis / Hipotaxts # CoorpInactOn / SUBORDINACION Dos son las razones fundamentales que tengo para sostener mi hipotesis, y de distinta indole: "Gi Gava, ob. cit, § 207 (El destacado es mio) 9 Id., § 216 (El destacado es mio). id., § 196. "RAE, Esnozo, § 3.17.2. " Un interesante andlisis y ejemplificacién de las dos cuestiones apuntadas hasta aqui se pueden ver en Pedro Carbonero Cano, Funcionamiento lingiistico de los elementos de rela- cidn. Sevilla, Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1975 (espec. caps. 2.3 y 4). 16 JUAN CASTRO La primera es de cardcter puramente etimolégico y se refiere al hecho de que si bien el término de raigambre griega hipotaxis waduce bien el latino subordinacién (en ambos estA presente la idea de una dependencia jerar- quica, expresada en los prefijos hipo- y sub-, respectivamente), no ocurre lo mismo con parataxis, que no apunta a la idea de coordinacién (= relacién entre térmimos de igual jerarquia), sino a la de un enlace asindético, sin nexo explicito. Esto ultimo esta bien presentado, por ejemplo, en el Diccio- nario de lingiiistica (Madrid, Alianza Editorial, 1979), de Jean Dubois y otros: “La parataxis es un procedimiento sintdctico que consiste en yuxtaponer oraciones sin explicitar, mediante una particula de subordinacién o de coor- dinacién, la relacién de dependencia que existe entre ellas en un enunciado, en un discurso, en una argumentacién [... |”. Este concepto queda reafirma- do cuando se define su contrario, el de hipotaxis: “Procedimiento sintactico que consiste en expresar explicitamente la relacién de dependencia que puede existir entre dos oraciones contiguas en un enunciado largo, en una argumentaci6n, etc., por medio de una conjuncién de subordinacién 0 de coordinacién. Por ejemplo: Este hombre es hdbil, por lo que triunfard; Este hombre es hdbil y triunfard; Este hombre triunfard porque es hdbil son ti- pos diversos de hipotaxis (coordinacién o subordinaci6n), a diferencia de la mera yuxtaposicién de las oraciones: Este hombre es hdbil, triunfard, proce- dimiento sintactico llamado parataxis”. Adviértase que aun cuando en las definiciones transcritas se precisa bien el significado propio de parataxis, hay un par de cuestiones que mere- cen reparo: a) las relaciones sintécticas se limitan al nivel de las oraciones, lo cual, como lo expresara mds arriba, no se justifica, y b) el término hipotaxis se aplica tanto a los casos de subordinacién como a los de coordi- nacién, contrariando su sentido etimolégico. En relacién con lo tiltimo, precisemos que Dubois no respeta rigurosa- mente el sentido originario del término parataxis, el cual remite a la union asindética como una forma de relacién aun no gramatical, a un procedi- miento lingiifstico filo y ontogenéticamente presintéctico. Y en este senti- do se opone a sintaxis, que alude a relaciones necesariamente sindéticas, las cuales podr4n corresponder a una coordinacién o a una subordinacién. Tal es la distincién que encontramos claramente expresada en un intere- sate articulo del lingilista ruso Serge Karcevskij, en los siguientes térmi- nos: “{... ] la parataxis, tanto psicolégica como hist6ricamente, precede a la sintaxis. Es un hecho del pensamiento global que no requiere ser analiza- do”... “Llegado a cierto nivel de abstraccién, e pensamiento no se confor- ma con la parataxis, sino que tiende a especificar y a explicitat las relacio- nes entre dos actos de predicacién”... “Asf abandonamos el dominio de la LAS RELACIONES MORFOSINTACTICAS 7 parataxis para penetrar en el de la sintaxis o de la explicitacién de las rela- ciones entre las proposiciones acopladas, Esta explicitacién sigue o bien la via de la coordinacién o bien la de la subordinacién” 3, Dicho sea de paso, fas consideraciones recientemente resefiadas son las que subyacen en la distincién que hacen tanto Gili Gaya como la RAE entre yuxtaposicién, por una parte, y coordinacién y subordinaci6n, por la otra. En definitiva, todo este largo excurso terminolégico me ha servido para probar que desde ninguna perspectiva el término “parataxis” es identifica- ble con el de “coordinacién”, aunque sf el de “hipotaxis” lo sea (pero no en forma absoluta) con el de “subordinacién”. Esto mismo me autoriza, por otra parte, para proponer un sentido diferente para la oposicién parataxis / hipotaxis, La segunda raz6n, mucho més de peso, es la confusi6n en que incurre la RAE cuando, refiriéndose a fos valores seménticos de la “conjuncién copu- lativa” y, tipico nexo de coordinacién, en ejemplos como Juan canta y Ma- ria baila, 0 bien Juan y Maria [bailan), nos dice que “ocurre a menudo que los elementos copulados presentan entre si diferencias u oposiciones que alteran su condicién de sumandos homogéneos y el significado total del periodo copulativo, hasta darle valor adversativo, causal, consecutivo, tem- poral, etc., sin que varien las conjunciones ni la construccién. Se trata, pues, de un cambio de significado, no de forma”*, E ilustra estas palabras con ejemplos como: a) He vivido muchos afios Y sé mAs que ti (consecuencia) b) La busco Y no fa encuentro (adversacién) ©) Dime con quién andas Y te diré quién eres (condicién) Pero sucede que todos estos casos corresponden a una subordinacién y no a una coordinacién. ,Y dénde radica el problema? Justamente en identi- ficar coordinacién con parataxis, puesto que los ejemplos dados presentan una forma paratdctica, pero un significado de subordinacién. El origen de la confusién esté -Io reitero— en la interpenetracién de los planos formal y seméntico de la lengua. En consecuencia, pienso que para una mejor descripcién y explicacién de todos los hechos implicados, resulta metodolégicamente titil ~y necesario- distinguir dos niveles en el andlisis Serck Karcevsku, “Sur la parataxe et la syntaxe en russe”, en Cahiers Ferdinand de Saussure /Ginebra/, VII (1948), 33-38 (la traduccién de las citas es mfa). El “status” de inferioridad de la parataxis con respecto a la sintaxis me hace pensar en el sentido de términos tales como parapsicologia, paradocente 0 paramédico, ™ RAE, Es0z0, § 3.18.3 (Fl destacado es mio), 18 JUAN CASTRO morfosintdctico de lenguas como la nuestra: uno FORMAL, al que corres- ponden las categorias funcionales y los esquemas relacionales, y otro SEMANTICO, nivel en que se fealizan o actualizan dichas categorfas y esquemas, en forma de signos y combinaciones de signos. Asi, en un ejemplo como Juan canta mal distingo, por una parte, el esquema SINTAGMA PROPOSICIONAL y sus categorias constituyentes SUJETO y PREDICADO; y, por la otra, las expresiones JUAN y CANTA MAL, en las que se realizan el esquema y las categorias referidas y que contraen una particular relacién de sentido: Canta mal es lo que se dice de Juan; esto es, la primera es el miembro DETERMINANTE y Ja segunda, el miembro DETERMINADO, en términos seménticos. Ahora bien, en el caso especifico de las relaciones morfosintécticas, Propongo referir los términos parataxis e hipotaxis al nivel formal y los de coordinacién y subordinacién al nivel seméntico. A continuaci6n presento una caracterizacién contrastada, y por sepa- rado, de las dos instancias. Por supuesto que esta separacién tiene un carac- ter puramente metodoldgico, y en ningun caso ontolégico, puesto que bien sabemos que los enunciados reales, que constituyen los textos 0 discursos, son simulténeamente formas y contenidos, categorias y realizaciones. El procedimiento consistir4 en presentar ejemplificadamente las seme- janzas y las diferencias entre los términos de cada oposicién. Por razones igualmente metodoldgicas, me referiré primero al nivel semantico y luego al formal. 2. DIMENSION SEMANTICA: COORDINACION / SUBORDINACION Hemos visto que las consideraciones tradicionales sobre las relacio- nes morfosintécticas son fundamentalmente seménticas', Vale decir, lo que més se destaca es el significado o contenido de las expresiones comprometi- das en dichas relaciones, sean aquéllas oraciones 0 miembros constituyentes de una oracién. Ahora, un aspecto basico para discriminar en el nivel semdntico es el de AUTONOMIA 0 independencia del significado de las expresiones, Sabe- mos, al respecto, que de una verdadera autonomia seméntica s6lo se puede hablar en referencia a un texto, unidad cerrada de comunicacién; pero nin- 45 Lo cierto es que en su sentido més originario, la distincién entre coordinaci6n y subordinacion tiene su fuente en la l6gica clésica. Al respecto, es muy ilustrativo el estudio de Manfred Sandmann “Subordination and Coordination”, en Archivum linguisticum / Glasgow /, I (1951), 24-38, LAS RELACIONES MORFOSINTACTICAS 19 guno de sus constituyentes, tratese de pdrrafos, perfodos, oraciones, 0 uni- dades menores, posee un sentido independiente. A lo més, se podra conce- der a tales unidades una autonomia sem4ntica RELATIVA. 2.1, Semejanzas Coordinacién y subordinacién son relaciones a) estrictamente seménticas (sus miembros son signos), b) de naturaleza sintagmdtica (= combinacio- nes), c) sindéticas 0 asindéticas, y d) oracionales o suboracionales. Ejs.: Coordinacién a) oracional: Juan canta (y) Maria baila uo A B 'b) suboracional: [ Juan] canta (y) baila A B Subordinacion a) oracional: Fuia verte (pero) no te encontré ee aes“? A B b) suboracional: [ Yo] teruego (que) vengas pronto es eee A B 2.2. Diferencias 1° + autonomia semédntica | - autonomia semdntica. Segin lo dicho, tanto en la coordinacién como en la subordinacién los miembros relacionados solo poseen una relativa autonomfa seméntica. La diferencia est4 en el grado de ésta, el cual es m4ximo en el caso de la coordinacién y minimo en el de la subordinacién. De modo que cuando hablo de + autonomia semn- tica me refiero a un alto grado de independencia del sentido de una expre- sién, y cuando hablo de ~ autonomfa semAntica apunto a un bajo grado de dicha independencia. 20 JUAN CASTRO Asi por ejemplo, en el caso tipico de coordinacién Juan canta y Maria baila, entendido como una simple suma o agregado de dos oraciones, ocurre que el significado de cada una de ellas es fuertemente independiente entre si (el “canto de Juan” no depende del “baile de Maria” ni viceversa, podria- mos decir); en cambio, en un caso prototipo de subordinacién como Juan canta porque Maria baila, se advierte claramente que el sentido de cada expresién es muchisimo menos independiente (prdcticamente no hay in- dependencia), en la medida en que se relacionan como miembros de una relacién causal (efecto y causa, respectivamente). En estricto rigor, como lo probaremos ms adelante, este ejemplo constituye una sola oracién, 2.3. Bi-plurimembre / Bimembre Del sentido propio de los términos correspondientes se desprende que en la coordinacién los miembros relacionados pueden ser dos 0 ms (co-ordi- nados, uno con otro u otros), mientras que en la subordinacién los miem- bros tienen que ser necesariamente dos (sub-ordinados, uno a otro). Ejs.: Coordinacién bimembre: a) oracional: Juan canta y Marfa baila A B b) suboracional: [ Juan ] canta y baila A B Coordinacién plurimembre: a) oracional: Juan canta, Maria baila y Pedro mira L a A B Cc b) suboracional: [ Juan ] canta, baila y mira [en RE be A BC Subordinacién (siempre bimembre): a) oracional: Juan canta, pero Maria baila oe A B ») suboracional: { Juan | canta porque Marfa baila ‘ A B LAS RELACIONES MORFOSINTACTICAS 21 3. DIMENSION FORMAL: Parataxis / Hiporaxis 3.1. Semejanzas En ambos casos se trata de relaciones a) estrictamente formales (sus miem- bros son categorfas), b) de naturaleza sintagmética (= combinaciones), y c) sindéticas 0 asindéticas. Por razones metodolégicas, no daré ejemplos toda- via, 3.2. Diferencias 1° + autonomia sintdctica | — autonomia sinidctica. Un lugar tan decisivo como la autonomia semAntica en la distincién anterior lo ocupa la AUTO- NOMIA SINTACTICA en el caso de fa oposicién parataxis / hipotaxis. Se trata ahora de una independencia de construccién: un miembro A no de- pende, formalmente, de un miembro B, ni unilateralmente (la categoria de adjetivo implica la de sustantivo, pero no al revés), ni bilateralmente (la ca- tegoria de sujeto implica ia de predicado y viceversa). En este tipo de auto- nomia si cabe hablar en términos absolutos: 0 hay autonomia sintéctica 0 no lahay. Precisamente, en esta caracteristica veo yo el rasgo distintivo de la ORA- CION, la cual defino como “minima unidad textual con una relativa autono- mia seméntica y una plena autonomia sintéctica”. Consecuentemente, consi- dero que un ejemplo como Juan canta porque Maria baila corresponde a una sola oracién; la llamada “oracién subordinada”, (porque) Maria baila, carece de autonomia sintéctica, en la medida en que determina, en calidad de ADVERBIO, al verbo canta. De acuerdo con el Dr. Ambrosio Rabana- les, denomino CLAUSULA a una expresién que presenta todas las caracte- risticas de una oracién menos la autonomia sintactica’®, En el caso de nues- tro ejemplo, (porque) Maria baila es una clausula adverbial. Lo propio de la parataxis es, pues, la autonomia sintéctica de sus miem- bros; en la hipotaxis, en cambio, los miembros relacionados carecen de tal autonomia. 2°, Homofuncionalidad | Heterofuncionalidad. Un efecto inmediato de la autonomfa sintéctica es la diferente condicién categorial de los miembros de la parataxis y de la hipotaxis. En la primera, dichos miembros pertenecen a la misma categoria funcional: Juan canta y Maria baila, Juan canta, pero 1 Amprosio RABANALES, Métodos probatorios en gramdtica cientifica. Version reelaborada. Bogoté, Instituto Caro y Cuervo, 1987, §§ 1 y 2.1 22 JUAN CASTRO Marta baila (oraciones); Juan y Maréa (bailan), él y ella bailan } (sustan- tivos); Juan] canta o baila (verbos); etc. En la hipotaxis, en cambio, los miembros relacionados pertenecen a categorias funcionales diferentes: Juan canta, el pan me gusta (sujeto-predicado); invierno Iluvioso, casa de made- ra, agua que no has de beber [... ] (Sustantivo-adjetivo); estudia mucho, es- tudia con ahinco, estudia que te hard bien (verbo-adverbio); etc. 3°. Oracional-Suboracional | Suboracional, De acuerdo con los ejemplos del punto anterior, podemos apreciar que los miembros de la parataxis pue- den ser oraciones 0 suboraciones (= constituyentes de una oracién). Los miembros de la hipotaxis, por el contrario, s6lo pueden ser suboracionales, en la medida en que carecen de autonomia sintéctica. 4°, Bi-plurimembre | Bimembre. Igualmente es consecuencia de la autono- mia sintéctica el hecho de que los miembros relacionados paratécticamente pueden ser dos 0 mds: O; + Op, Sust; + Sust,, Adj; + Adjz, etc. (bimem- bres); O;+ O, + O,, Sust; + Sust, + Sust,, etc. (plurimembres). En la hipo- taxis, en cambio, los miembros relacionados son necesariamente dos: $ - P, Sust - Adj, V - Ady, etc. 5°. Co-Subordinante | Subordinante. De las caracteristicas y ejemplos anteriores se desprende claramente una tiltima diferencia, la cual, a la vez que nos permite reunirlas a todas ellas, nos muestra la interconexion entre las dos oposiciones: la formal y la semAntica. La parataxis se puede realizar como coordinacisn 0 como subordinacién; la primera, a su vez, pueden ser oracional (O) 0 suboracional (SO), bimem- bre (Bi) o plurimembre (PI), sindética (S) 0 asindética (A). La subordina- cin, por su parte, podrd ser oracional 0 suboracional, sindética 0 asindética, pero siempre bimembre: Parataxis coordinante: O.Bi.S. Juan canta y Maria baila O.Bi.A. Juan canta ; Maria baila OPLS. Juan canta, Maria baila y Pedro mira O.PLA. Juan canta, Maria baila , Pedro mira [Juan ] canta y baila {Juan ] canta , baila [Juan ] canta, baila y mira (Juan ] canta, baila , mira LAS RELACIONES MORFOSINTACTICAS 23 Parataxis subordinante: O.BiS. Fuia verte, pero no te encontré O.BiA. Fui a verte ; no te encontré SO.Bi.S. [ dije: ] Fui a verte, pero no te encontré SO.Bi.A. U dije: ] Fui a verte ; no te encontré. Contrariamente, la hipotaxis s6lo se puede realizar como subordinacion, sindética 0 asindética, pero siempre suboracional y siempre bimembre: Hipotaxis (subordinante): SO.Bi.S. Los temores DE ella [ no eran fundados ] SO.Bi.A. Los temores suyos [ no eran fundados ] Las razones y ejemplos dados me permiten afirmar que las relaciones morfosinticticas posibles son 14: a) parataxis coordinante: 8, b) parataxis subordinante: 4, c) hipotaxis: 2. Este nimero aumentar4 en la medida en que se consideren las posibilidades sem4nticas de la coordinacién (copula- cin, disyuncién, etc.), de la subordinacién paratdctica (adversacién, con- secuencia, etc.), 0 de la subordinacién hipotdctica (causalidad, condicién, etc.)!7. IV. PLANTEAMIENTOS METODOLOGICOS, Todo lo expuesto hasta aqui es pura teoria y es claro que ello de poco vale en una disciplina que est4 destinada a contribuir a la enseflanza de nuestro instrumento més poderoso: la LENGUA MATERNA, fundamento tltimo de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. EI profesor debe probar, en la préctica, lo que ensefia y, para tal efecto, necesita recurrir a métodos o técnicas que le permitan verificar sus afirma- ciones. A este respecto, deseo destacar la excelencia de los Métodos de mi maestro, don Ambrosio Rabanales (nota 16); en mi opini6n, se trata de una obra que ningiin profesor de Castellano (es decir, de lengua y literatura espafiolas) deberia dispensarse de frecuentar. 1” El estudio de estas posibilidades semanticas y su explicitacién nexual seré el tema de un préximo trabajo. 24 JUAN CASTRO Para demostrar mi hipotesis sobre las relaciones morfosintacticas utilizo el método de PERMUTACION, tal y como lo entiende el profesor Rabana- les: “[ ... ] método por el cual se altera el orden Ge los constituyentes de una expresién dentro de los cdnones de la lengua; opera por {o tanto en un nivel sintagmético (y no paradigmatico)”!8. Esto es, pongamos por caso, el or- den de los miembros comprometidos en una relacién A + B + C se puede permutar por B+ A +C, oporC +A +B, etc, La idea misma de aplicar la permutacién al Ambito de las relaciones morfosintécticas la he tomado también del texto aludido (Métodos § 10.6). Sin embargo, contrariamemte al Dr. Rabanales, quien mantiene la equiva- Iencia sinonimica coordinacién = parataxis y subordinacién = hipotaxis (§§ 3.2.2.4 ~ 4.2), yo presento el método con ciertas condiciones que son conse- cuentes con la hip6tesis que defiendo: a) distingo dos tipos de permutacién: uno SEMANTICO y otro FORMAL, y los denomino, convencionalmente, permutacién I 0 de primer tipo y permutacién II 0 de segundo tipo, respectivamente. El primero nos per- mitiré diferenciar la coordinacién de la subordinacién y el segundo la parataxis de la hipotaxis; b) cada uno de estos dos tipos presenta una forma positiva y una forma negativa, segtin el resultado de la permutacién sea gramatical 0 agrama- tical; y c) a fin de facilitar la comprensién utilizo s6lo ejemplos sindéticos, en el entendido de que las relaciones asindéticas se prueban por su correspon- dencia con una sindética. Asi por ejemplo, ef nifio llora; la madre canta se podrd interpretar como el nifio llora Y la madre canta, o bien como el nifo llora PORQUE la madre canta, dependiendo el real sentido, obvia- mente, del contexto o situacién comunicativos. Ahora bien, cada tipo de permutacién lo caracterizo asi: Permutacién I (seméntica): corresponde al cambio A nexo B —> B nexo A. Es decir, se altera el orden de los miembros y se mantiene la posicién del nexo. Esta permutacién ser4 positiva si se conserva el sentido original del ejemplo, y serd negativa si dicho sentido cambia o se pierde. La permu- tacién I positiva es la prueba de coordinacién, y la negativa lo es de subor- dinaci6n: Juan canta y Maria baila» Marfa baila y Juan canta (+) Juan canta si Marfa baila > Marfa baila si Juan canta (-) A. RaBanales, ob. cit., § 10. LAS RELACIONES MORFOSINTACTICAS 25 {Quieres 1é 0 café? > {Quieres café 0 4é? (+) {Quieres 1é con leche? > {Quieres leche con té? () Permutacién II (formal): corresponde al cambio A nexo B — nexo B A. Esto es, ahora el nexo cambia de lugar junto con el segundo miembro de la relacién!9, Esta permutacién serd positiva si \a estructura resultante es sin- técticamente gramatical, y serd negativa si dicha estructura es sintdctica- mente agramatical. La permutacién II positiva es la prueba de hipotaxis, y la negativa lo es de parataxis: Juan canta porque Maria baila > Porque Maria baila Juan canta (+) Juan canta, pero Maria baila — Pero Maria baila, Juan canta (-) Esquemas: yy PERMUTACION — — Oh I IL _ ao. 7 COORDINACION SUBORDINACION HIPOTAXIS PARATAXIS 2) Perm.1 Perm. II Parataxis coordinante + - Parataxis subordinante - = Hipotaxis (subordinante) - + V. CONCLUSIONES Toda la argumentacién que he desarrollado a lo largo de este trabajo, espe- cialmente en el punto III, se sintetiza en las siguientes conclusiones: '’ Constituir una unidad formal y seméntica con el segundo miembro relacionado es una caracterfstica esencial de los nexos hipotécticos: pronombres y adverbios relativos (anexan- tes, los llama el Dr. Rabsnales), preposiciones y subjunciones. 26 JUAN CASTRO 1° Las relaciones morfosintacticas posibles en nuestra lengua son de tres tipos y a ellas se reducen todos los enlaces interoracionales e intraoracio- nales, sindéticos o asindéticos, bimembres o plurimembres: 1, Parataxis coordinante 2. Parataxis subordinante. 3. Hipotaxis (siempre subordinante) 2° A la tradicional identificaci6n entre los términos coordinaci6n y pa- rataxis, por una parte, y los de subordinacién ¢ hipotaxis, por la otra, opon- go las siguientes afirmaciones: a) toda coordinacién es paratdctica, pero no al revés (la parataxis puede ser también de subordinacién), y b) toda hipotaxis es subordinante, pero no al revés (la subordinacién puede ser también paratictica).

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