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COMUNIDAD de Franz Kafka

Eramos cinco amigos; una vez salimos en fila de una casa; primero vino uno y se puso junto a la
entrada, luego vino, o mejor dicho, se desliz tan ligeramente como se desliza una bolita de
mercurio, el segundo y se puso no lejos del primero, luego el tercero, luego el cuarto, luego el
quinto. Finalmente estbamos todos de pie, en una lnea. La gente se fij en nosotros y
sealndonos, deca: todos acaban de salir de esa casa. Desde entonces vivimos juntos, y
tendramos una vida pacfica si un sexto no viniese siempre a entrometerse; No nos hace nada, pero
nos molesta, lo que ya es bastante; por qu se introduce por fuerza all donde nadie lo quiere? No
lo conocemos y no queremos aceptarlo nosotros. Nosotros cinco tampoco nos conocamos antes y,
si se quiere, tampoco nos conocemos ahora, pero aquello que entre nosotros cinco es posible y
tolerado, no es ni posible ni tolerado con respecto a aquel sexto. Adems, somos cinco y no
queremos ser seis. Y qu sentido, sobre todo, puede tener esta convivencia permanente, si estamos
ya juntos y seguimos estndolo, pero no queremos un nuevo nexo, precisamente en razn de
nuestras experiencias. Pero cmo explicar esto a un sexto, puesto que las largas explicaciones
significaran ya una aceptacin a nuestro crculo? Es preferible no explicar nada y no aceptarlo. Por
mucho que frunza los labios lo alejamos con el codo, pero por ms que lo hagamos, vuelve otra vez.
La muralla china y otros relatos

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