entre el himno del trueno, entre el frio abrazo de las aguas que caen al anochecer; cuando la obscuridad est presta a emitir su sortilegio, esa sombra letana, que cree la ltima palabra que puede ser dicha. Cuando todo parece perdido, vuelven los joviales poetas a encender el fuego que abrasar la tiniebla hasta la ceniza
La primaca del consumo sobre la creacin, de la utilidad sobre la accin
desinteresada, de lo cuantificable sobre lo inconmensurable, de lo comercializable sobre lo invaluable o intasable, de lo inocuo e inmediato sobre el riesgo o lo trascendente. Esas son las perspectivas que, en nuestros das, han vuelto a problematizar y obscurecer el significado y el papel del arte en la configuracin de la sociedad. La pasividad del Homo Videns lo lleva a preferir la comodidad del consumo al esfuerzo de la creacin y a mirar con extraeza a quien abandona el reposo en pos del conflicto que plantea la tarea del arte: convertir la materia en vehculo de sentido y emocin. Un ser esforzado es raro en el imperio del hasto. El pragmatismo contemporneo no es privativo de la economa y la poltica; se ha instalado en la base de nuestra actitud cotidiana ante la vida. Todo se somete al criterio de la utilidad y el rdito inmediato. Slo cuenta lo que pueda manipularse y emplearse, lo que pueda traducirse en trminos de medios eficientes y desechables, que no constituyan una carga. No parece haber lugar ya para el xtasis gratuito que nos reporta la contemplacin y la creacin de la belleza. Qu valor puede haber en lo que encuentra satisfaccin en su propio ejercicio? Qu importancia puede tener algo cuya vocacin primordial no es la de convertirse en mercanca? Pues antes de ello el arte debe ser la trascendental va de nuestra apropiacin de lo que existe. Qu inters puede tener lo incatalogable, lo que se resiste a ser controlado por la tendencia cientificista e instrumental de nuestra cultura actual? Qu inters puede tener para el hombre reducido a consumidor Qu es eso que puede revelarse una vez ms ante ese gris celaje del espritu de nuestra poca? Sin dudar afirmo que es el arte de los jvenes el que de nueva cuenta puede dotar de color, sentido y vitalidad nuestra cultura y nuestra manera de experimentar la existencia. Son las miradas frescas de estos jvenes las que pueden inspirarnos de nuevo a pararnos del sof y empezar de nuevo a vivir.