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Cuando la gente vio que ni Jess ni sus discpulos estaban all, se embarcaron

y fueron a Cafarnam para buscar a Jess.


Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: "Maestro, cundo
llegaste ac?" Jess les contest: "Yo les aseguro que ustedes no me andan
buscando por haber visto seales milagrosas, sino por haber comido de aquellos
panes hasta saciarse. No trabajen por ese alimento que se acaba, sino por
el alimento que dura para la vida eterna y que les dar el Hijo del hombre;
porque a ste, el Padre Dios lo ha marcado con su sello".
Ellos le dijeron: "Qu necesitamos para llevar a cabo las obras de Dios?"
Respondi Jess: "La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien
l ha enviado".

Juan 6,24-29

La bsqueda de respuestas a las grandes interrogantes ha existido siempre.


Propiciar un encuentro con Dios, comprender su misterio, entender sus
designios, son parte de esta necesidad.
Sin embargo, muchas veces perdemos de vista lo ms importante que es el
conocimiento de Dios y nos vemos ms atrados por los ritos, las celebraciones,
los festejos, o las personas. Somos prisioneros de nuestros sentidos y de las
emociones, as que nos llama la atencin lo espectacular, lo que resulte menos
amenazante a nuestra conciencia y nuestra intimidad. Otras veces lo hacemos
por intereses sociales, por guardar apariencias, por seguir a los dems.
El camino que nos lleva al encuentro con Dios y con nosotros mismos es el

camino interior. Accesible a todo el que busca, y que persevera. Los medios ms
eficaces son la oracin, la meditacin, la Palabra, la Eucarista y el servicio al
prjimo.
Hoy es buen momento para iniciar ese viaje a esa otra orilla donde se
encuentra Jess.

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