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a (496, Ef len~ Seaje en le socteded. Ura in beodoc~ COA A le Seciolinaustice, Mar aNd: Ariel, te so. CaPiruto 1.< LA LENGUA EN LA SOCIEDAD/ LA SOCIEDAD EN LA LENGUA Xa sefialé en el prélogo cémo las corrientes linguisticas hoy predo- Tninantes han dejado de lado el estudio del papel social del lengusje. Al analizar las diferencias entre los objetivos de la sociolinglifetee y los dela linguitstica, Noam Chomsky, la figura sefiera de la linguistics tes Fa, observé que la sociolingdistica no se ocupaba de la «gramatien, sine de concepios de diferente tipo, entre los que se encontraba, quia, ef de slenguajes. Y anadié: «si es que tal objeto ‘puede llegar str at objeto serio de estudion. Sefialé a continuacién que las cusstiones que con rel lenguaje» son basicamente cuestiones de poder. ses precisamente los problemas que ica debe. ‘a abordar. Ciertamente, la primera parte de tal afirmacién e co. Jacia, Pero la segunda es opinable. El hecho de que la lingiifstica mo. feta se haya restringido al estudio de la gramatica ha dejado fuera de Ie Investigacion muchas cuestiones interesantes acerca de come tare ciona el lenguaje dentro de la sociedad. Me resulta diffcil precisar el ntimero de veces que me han hecho Preguntas como cuantas lenguas hay en el mundo, cudntos dialectos pene el inglés, si el inglés americano es una lengua o un dialecto, ete De lo que si estoy segura, sin embargo, es de que mis respuesios ba; bran sido consideradas, en general, insatisfactorias, porave ina y blemente suelo comtestar que eso de clenguar y edialecto», y que esas cuestiones no son lingifsticas, sine Sociales. De entrada, a los no linguiistas les puede parecer increfble ue los linguistas no puedan definir en términos pursmente lingaisti- eos conceptos tan basicos y esenciales. El propésito de este capitulo es explicar por qué las nociones de «lengua» y «dialector son cons. pj ‘uctos_fundamentalmente sociales y no. linglifsticos. Shmultsven, “| mente introduciré otros conceptos —iales como «eomacioncie won nicativas— y mostraré cémo, al depender de modo erucial de la secie, 18 ELLENGUAJE EN LA SOCIEDAD dad en que se inscriben, son también objeto primario de la sociolin- giifstica. Lengua frente a dialecto El término «dialecto» se ha usado generalmente para referirse a las variedades de una lengua que se ven como suboidinadas. Por ejemplo, cs habitual decir que el inglés (0 el espatiol] tienen muchos dialectos. Tales dialectos pueden ser de diferentes clases. Asi, un «dialecto regio: nals es una variedad asociada con un determinado jugar, tal como el dialecto de Yorkshire en Inglaterra, o el dialecto bavaro en Alemania [o el dialecto leonés en Espaiia). Los dialectos de una lengua tienden a di- /ferenciarse unos de otros tanto mas cuanto mas separados se encuen- tran geograficamente. A este respecto el estudio de los dialectos, es de- cir, la dialectologia, tiene que ver con cuestiones de limites, que con (véase el capitulo 5 para un anélisis mas profundo). Los embargo, tienen a menudo naturaleza social, por ejemplo los existen- tes entre clases sociales distinias. E: , , ’ ingufstica diacrénica, por ejemplo, habla de los «dialectos germani- ' cos» para referirse a los antepasados de las variedades que hoy cata eteétera, Las entidades que etiquetamos como «lengua inglesa» o «dia- ' lecto flamenco» no son, sin embargo, discretas. Cualquier variedad I \ gilfstica forma parte de un co sea éste espacial, social o tem poral. Y las discontinuidades que, pese a todo, a veces se detectan son Feflejo de barreras geograficas y sociales y de un debilitamiento en las redes de comunicacién. Lengua y dialecto en Paptia-Nueva Guinea La situacién lingijfstica de la Nueva Bretafia noroccidental, en la zona del Pacifico, nos serviré como ejemplo de partida para ilustrar 1. En a uadicion hiepénica el termine sdialecio»ahide sobre todo a la diversificacign geogrs fica Es mivcho menos frecuene para aludira la diversfescion seca, aunque eada vex esta mis esten- {ido con tal significado, LALENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 19 los problemas que resultan de aplicar criterios puramente lingiifsticos a la hora de decidir si estamos ante una lengua o un dialecto. El Pacf- fico es un buen lugar para comenzar, porque se trata de un area muy extensa donde conviven numerosas lenguas indigenas, mas numerosas atin, seguramente, antes del contacto con los europeos. En muchas partes de esta regién existen largas cadenas de variantes lingiifsticas interrelacionadas y sin claros limites internos. La diversidad se con- centra sobre todo en Melanesia (formada por una serie de pafses insu- lares del suroeste del Pacifico como Paptia-Nueva Guinea, las Islas Sa- lomén, Vanuatu, Nueva Caledonia y las Islas Fiji), donde se hablan por encima de 1.500 lenguas, més de la mitad de ellas en Papiia-Nueva Guinea, Las lenguas de Papda-Nueva Guinea son usadas en su mayor parte por grupos pequefios de hablantes: probablemente menos de 500 en el 40 % de los casos. Existe una gran diversidad de tipos de lenguas ysélo un pufiado de ellas han sido investigadas con detalle. Nueva Bre- tafia es una de las islas més grandes del Archipiélago de Bismarck, situado frente a las costas nororientales de Nueva Guinea, isla que a su vez se encuentra a unos 160 kilémetros al norte del extremo de Queensland, en Australia. Nueva Bretafia, como el resto del archipié- icamente a Paptia-Nueva Guinea (inde} ). ¥ se divide en dos provincias: Nueva a Occidental (véase fig. 1.1). En k la isla, que es la que ahora nos interesa, Ia poblacién pe aldeas distribuidas a lo largo de ia costa y en el inte- ‘Todas las personas son mult giles, y muchas de ellas hablan cuatro o cinco lenguas, Los diez ejemplos que se ofrecen en el cuadro 1.1 son formas de pe- dir, en diferentes aldeas, nuez de areca para mascar. Usemos por el Cero 1 *Nuezdearecas Vente (30 pers sing) ezim o-mén da-kin ga-ngas rge-nges ga-nges nga-nges nga-songo “sMascars (i pers nga-songo ga-songo anngas Mapa de Papyia-Nueva Guinn en que se niuesiva la sitet de Nueva Brett y la distribueibn de las its anstronésicas » no austrondsicas, WA. sin casticar Noaustronéscas Fic, 1. len LA LENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 21 momento «variedad» como un término neutro que no nos obliga toda- via a tomar la decisién de si estamos ante una lengua o un dialecto. La gramética es la misma en todos los ejemplos de la lista: en primer lu- gar se menciona la cosa déseada (en este caso, la nuez), después sigue tuna forma de tercera persona del singular del verbo que significa «ve- nir», y, por ultimo, un verbo en primera persona que indica lo que quien pide la cosa va a hacer con ella. Es decir, la peticién tendria lite- ralmente esta forma: «la nuez —viene— yo la masco», més libremente, «dame nuez de areca para mascar». La nuez de areca es la pequefia se- milla verde del betel y actiia, cuando se masca, como una especie de droga blanda (con efectos cancerigenos, por cierto). Se masca tipica- mente con lima y produce en la boca una abundante salivacién de co- lor rojo teja, hasta que finalmente se escupe. Compartir éste y otros productos semejantes (tabaco, fiame, etc.) es culturalmente impor- tante en Nueva Bretafia noroccidental y en otras zonas de Papia- Nueva Guinea. Ofrecerlos es un signo de amistad, y aceptarlos o pedir- Jos un signo de confianza en que quien los ofrece no ha sufrido ningin tipo de hechizo. Intentemos por el momento distribuir esos diez enunciados en gru- pos basandonos en el grado de semejanza de las palabras usadas, y tra- temos, en términos puramente lingiifsticos, de establecer alguna hipé: tesis sobre el numero de lenguas y dialectos implicados. Desde luego la primera variedad tiene todo el aspécto de ser una lengua distinta, Puesto que no comparte ninguna de sus piezas Iéxicas con las otras va- Tiedades, excepcién hecha, quiz4, de cierta remota semejanza en el verbo que significa «venirs. Sin embargo, las otras variedades mue: tran evidentes relaciones entre s{, aunque unas mds que otras. Por ejemplo, las variedades 6 y 7 son idénticas, de modo que parece razo- nable suponer que las aldeas que usan esas variedades no hablan len- guas totalmente diferentes, sino la misma lengua o al menos dialectos dela misma lengua. Las variedades 8 y 9 son también muy semejantes 2 6y 7, puesto que solo difieren ligeramente en la pronunciacién de las palabras para unuez de areca» y «venir». Asi que podriamos suponer que esas cuatro variedades constituyen dialectos de una misma len- gua, Las variedades 3, 4 y 5 también muestran enue sf una relacién es trecha, dado que difieren sélo en las vocales de la raiz y prefijo del verbo para «mascar», de forma que tampoco ahora seria descabellado considerarlas dialectos de una misma lengua. No muy diferente de elias es la variedad 10, si exceptuamos su uso de eilep por bile (en lo cual coincide con la variedad 2) y la falta de consonante inicial en el refijo de la palabra para «mascai Existen procedimientos lingufsticos explicitos para respaldar estas primeras apreciaciones impresionistas. De hecho, la mayor parte de lo 2 EL LENGUAJE EN LA SOCIEDAD que se sabe sobre las relaciones lingufsticas en Papia-Nueva Guinea se basa en la Iamada slexicoestadistica» o «estadistica léxica», método que todavia goza de predicamento porque constituye un’ procedi- miento de medida sencillo para comparar el habla de comunidades di- ferentes. El método se basa en la constitucién de una lista de entre cien y doscientas unidades y en un recuento posterior que establezca para dos o més lenguas el porcentaje de coincidencias, esto es, el por- centaje de formas similares para los mismos conceptos. ‘Quienes usan este método suelen aceptar que las variedades que comparten entre un 81 y un 100 % de las unidades de la lista son dia~ lectos de una misma lengua. Si el porcentaje oscila entre el 28 y el 81 % catalogan las variedades como lenguas de la misma familia. Un porcentaje més bajo revelaria que la relacién es atin més distante. Lo que esos porcentajes no dicen, desde luego, es el estatuto que sus pro- pios hablantes atribuyen a cada variedad. Y¥ es que cuando investigamos qué variedades son lenguas distintas en opinién de los hablantes mismos, encontramos que los datos lin: gisticos son interpretados de otra manera. Si analizamos, por ejem- plo, qué nombre aplican a cada variedad encontraremos que todas son Teconocidas como lenguas distintas, puesto que cada una tiene su pro- pio nombre. Pueden verse éstos en’la figura 1.2, donde se oftece una agrupacién basada en similitudes lingtiisticas y supuestas rclaciones histéricas (el nimero que a a a cada nombre es el que corres 700 y 800 lenguas ronési cas y no austronésicas (0 papties). Estamos todavia lejos de tener una clasificacion de esas lenguas que satisfaga a todo el mundo, sobre todo NO AUSTRONESICAS AUSTRONESICAS Woman anéen (1) amare (10) Fic. 1.2. Lenguas de Nueva Bretana noroccidental LA LENGUA EN LA SOCIEDADILA SOCIEDAD EN LA LENGUA 23 por lo que a las no austronésicas o papties se refiere. Sin embargo ge- neralmente se acepta que los hablantes del ultimo grupo de lenguas legaron a Oceania mucho’antes que los de las lenguas austronésicas. La distribuci6n costera de la mayor parte de las lenguas austronésicas, distribucién visible en la figura 1.1, se suele tomar como indicador de esa llegada mas tarda. 2 La lengua aném, hablada en el noroeste de Nueva Bretafia, perte- nece a la familia no austronésica, pero no esté relacionada, a juzgar por Jo que en este momento se sabe, con ninguna otra lengua conocida en Paptia-Nueva Guinea. De hecho, sus hablantes pretenden que ésta es la lengua primitiva de la zona, en lo cual probablemente tienen ra- 26n. Es también verosimil que el aném sea la nica superviviente de un grupo de lenguas no austronésicas antiguamente extendidas por un 4rea mas amplia de Nueva Bretafa. As{ que, desde todos los puntos de vista, tenemos que considerarla una lengua distinta de las demas, al menos a nivel léxico, En la actualidad se habla en cuatro aldeas, tres de las cuales estén en la costa, y la otra en el interior, separada de los hablantes del litoral por el territorio lusi. Los hablantes de ané lenguas todas ellas clasificadas como austronésicas, aunque haciendo tun anilisis lingtfstico mas preciso podemos dividirlas en tres subgru- pos: bibling, siassi y whiteman. Sin embargo esas lenguas austronési mente diferentes de los habladas fuera del area me: lanesia. Como es sabido, las lenguas geograficamente adyacentes son las que mas se parecen, y las que han vivido en estrecho contacto du rante mas largo tiempo exhiben similitudes estructurales que se deben més al contacto que a la herencia El mouk y el aria estén claramente relacionados, y muchos mouk, especialmente los mas viejos, conocen relativamente bien Ia lengua aném. Debido a sus contactos con los hablantes de aném, las lenguas mouk y aném comparten ciertos rasgos lingufsticos que excluyen a las lenguas circundantes. Dentro del grupo bibling, el aria, el lamogai y el tourai estén estrechamente ligados, y las personas que se llaman a mismas tourai consideran que su lengua esta a medio camino entre e! aria y el lamogai, aunque més cerca de aquél, impresién que los datos lingifsticos apoyan. Dentro del grupo siassi, el lusi y el kove son muy semejantes, y algunos lingiistas los han catalogado como dialectos de la misma lengua, pasando por alto las manifestaciones de los hablan- tes. El kilenge esté menos ligado al lusi, el kove y el kabana. El amara, nico representante del grupo whiterman en esta drea, parece estar a punto de extinguirse. El amara y el kabana interactian tan estrecha- mente que el kabana se esté convirtiendo raépidamente en la opcién preferente de los nifios amara 24 EL LENGUAJE EN LA SOCIEDAD Es obvio que los mites reflejados por los nombres que se dan a cada variedad son mas de naturaleza social que linguistica. Pero ¢por - Gué raz6n todas esas variedades emergen como entidades auténomas Con la suficiente fuerza como para que sus hablantes les den nombres, ) distintos, cuando algunas de ellas son virtualmente idénticas desde el punto de vista linguistico? No es sorprendente que los primeros inves } Ggadores se quedaran perplejos ante la complejidad de las relaciones } lingufsticas de Nueva Guinea. A las conexiones hist6ricas se han unido } contactos a gran escala entre hablantes de lenguas austronésicas y no austronésicas, que se han traducido también en una acusada conver- } gencia gramatical. Todavia hoy se discute sobre la filiaci6n de muchas } de las lenguas, puesto que los linguistas se resisten a admitir que una Tengua pueda ser austronésica en un 20 % y no austronésica en el 80 % } restante. Las relaciones léxicas (esto es, el parentesco en el vocabula- } rio) han constituido el fundamento de la clasificacién histérica. En la misma linea, podemos ver que son las palabras (las formas Jéxicas) las ) que principalmente determinan que los pueblos de Nueva Bretafia no- ) occidental vean sus respectivas variedades como lenguas distintas. } Los nombres dados a los pueblos por los funcionarios de los primi tivos gobiernos europeos y las divisiones censales no siempre se co- ) rresponden con diferencias lingufsticas, aunque no falte quien parta ) de este supuesto, La mayor parte de los nombres que aparecen en los mapas son nombres de subdistritos administrat Phase fiable para determinar ls composi “ ) europeas eligen a menudo de forma arbitraria el nombre de uno de los clanes para designar el conjunto de los grupos humanos de un pueblo } ouna aldea. El propio término «pueblo» sugiere un grado de central ) zacién que no existe en las sociedades tradicionales, donde no se da- ) ban unidades residenciales compactas. Los pueblos son simples pun tos de contacto entre la administracién y la poblacién local, que puede ) perfectamente residir fuera de ese iugar. Desde una perspectiva euro- [Pea resulta natural que coincidan el nombre de un lugar, el nombre de sus ocupantes y el nombre de la lengua que hablan. Esto es lo que su- ) cede tipicamente en Europa, donde existe una asociacién estrecha en- ) te el nombre del pais, el de los habitantes y el de la lengua: Inglaterral| inglésinglés, Alemania/alemanvaleman, Francia/francés/francés _[Es- ' paialespanoVespafoll, etc. ) En Paptia-Nueva Guinea, sin embargo, no se dan tales correspon- ) dencias y a veces se aplican hasta cuatro nombres a lo que el funciona~ tio de turno decidié que era «un» pueblo; o al contrario: algunos nom- } bres son comunes a tres 0 cuatro lugares. Por otra parte, muchos gru- | Bos no aplican ningun nombre a su lengua. Los sare de la zona del | Sepik por ejemplo, laman a su lengua «sare», pero esta palabra signi LA LENGUA EN LA SOCIEDADILA SOCIEDAD EN LA LENGUA 25 fica simplemente ehablar o habla». Probablemente hay muchas mas Jenguas de lo que dan a entender los nombres existentes, y los limites entre ellas son borrosos. Gran parte de la primitiva informacién conte- nida en los relatos de los expioradores y en los informes de los funcio- narios es anecdética. Lo que ahora algunos lingiiistas aman «ka~ bana» fue antes llamado por otros ebarriai», que es el nombre que los kabana y los amara dan a su tierra. El lusi se lamé «kaliai-kove» en una primitiva descripcién, debido, por un lado, a la proximidad gra- matical entre el kove y el lusi, y por otro al hecho de que los habitantes de la zona eran llamados «kaliai» por los que no vivian en ella. En rea- lidad kaliai es el nombre de uno de los clanes lusi. El pueblo de Salkei, que habla mouk, fue incluido en el area de la lengua aria, porque los encuestadores, inadvertidamente, no entrevistaron 2 un hablante lo- cal, sino a uno de lengua aria que habia acudido al puesto de socorro. ‘Aunque existieran descripciones de todas las variedades habladas en cada pueblo, todavia supondria un desafio considerable determinar cudles son lenguas y cudles dialectos, desde el momento en que el punto de vista de los propios hablantes difiere de los datos linguisticos. Por otra parte, la opinién de los hablantes no es homogénea. Vimos por ejemplo, cOmo el tourai y el aria pueden ser considerados dialectos de la misma lengua desde un punto de vista estrictamente lingiifstico. pero los hablantes de tourai (como los de lamogai y los de aria) los intas. La variedad hablada en Bolo es también s ca al aria, pero los hablontes de aria de otros pueblos dicen que no es aria, sino mouk. Sin embargo la gente de Sal kei, que habla mouk, dice que los de Bolo hablan aria. ;Y los de Bolo pretenden hablar aném! Esto fue cierto en otros tiempos, pero ahora sélo un puftado de ancianos sabe aném y en general se reconoce que dicha lengua ya no se habla en el pueblo. Los aném, por su parte, no creen que los de Bolo hablen ya un aném aceptable. Resulta as{ que Bolo, del que se dice que habla aném, aria y mouk, utiliza una va dad que nadie acepta como miembro legitimo de su propio grupo gilfstico. La contrapartida, en el nivel linguistico, a esta situacién es que hay palabras ampliamente usadas en la zona para la comunicacién entre grupos distintos que nadie acepta como parte del «verdadero» vocabu- lario de su lengua. Cada uno de los grupos que se atribuye lengua pro- pia tiene lo que considera su vocabulario auténtico, pero éste convive con sinénimos idénticos por su forma a las palabras usadas por ha- blantes de otras lenguas. He aqui una lista (incompleta) de pala- bras que significan «(canguro) ualabi» en algunas de las lenguas en cuestion: Scwnnd pce | ‘Aném: apose, gauxu, kis, nautus, zei ‘Amara: natus, kope, *kio. Mouk: natus, apose, sokolo. ‘Aria: apare, "apose. Tourai: *apare, apose. Lamogai: airok, apare, keneng. } Las palabras marcadas con asterisco son las que los hablantes de }eada lengua tienen por verdaderamente suyas, mientras las otras se ‘consideran sinénimos que ayudan a la comunicacién entre los grupos Vn que cada uno pierda su propia identidad. Existen, sin embargo, pa- Mabras conocidas por varios grupos que ninguno reclama como pro- pias. El progresivo solapamiento léxico entre lenguas facilita lo que se ‘ha llamado «dual-lingiiismo»:? los hablantes se comunican entre sf ha- Yblando cada uno su propia lengua, lo cual facilita el aprendizaje activo pde las otras. Las lenguas siassi funcionan ampliamente como lenguas francas ‘esto es, lenguas adicionales usadas en amplias areas para ls comuni- peacién intergrupal) de la zona, y la mayoria de la gente habla lusi, kove co kabana. Las lenguas bibling también funcionan con el «dualismo lé- 'xico» antes mencionado, de modo que saber una da acceso a la com- prensién de las otras. E) como lenguas francas, dado que ni siquiera adm ‘otra lengua. Los ¢ con los eurapens en Juna nueva lengua al repertorio de la zona. jllamado «tok pisin» (de «talk pidgin» {= «habla pidginy; también iano, en espafiol)), desarrollado a partir de una lengua de cot ‘surgida en las plantaciones de Queensland entre los braceros proce- jdentes de diversas islas del Pacifico. El reclutamiento fue particular- Mente intenso en el archipiélago de Bismarck, donde en alguna época f fueron muy pocos los hombres que quedaron en las aldeas. Cuando re- | gresaron a ellas era frecuente que ensefiaran tok pisin a los varones j6- venes (véase el capitulo 6/para-més informacién sobre el tok pisin y otros pidgin y criollos). Elltok pisinillegé asi a ser una lengua adicional ‘tan Util que se extendié por la Nueva Guinea continental y hoy es la lengua franca mas hablada en el pais. En Nueva Bretafia se ha usado desde hace por lo menos ochenta afios y todas las lenguas del noroeste han incorporado palabras del tok pisin a su vocabulario. 2, Hockett denomina «semi-bilingualisme a un concepto gue parece coincide con este: bilin~ {Bisnoenlarecepcian pero morligusig ena produce Erma Grepars» forge Alters Subtez lo waducen como ssquinaino (cfr Charles F-Hockelt, Curso de Lingutsice Svema, Busnes Aies, | EUDEBA, 1971, 63839385) LA LENGU EN.LA SOCIEDADILA SOCIEDAD EN LA LENGUA 27 a pe bias Para dar cuenta de la extrema fragmentacién lingufstica de Nueva Guinea, se ha propuesto un buen ntimero de explicaciones. En primer) lugar, 40,000 afios de poblamiento humano es un perfodo de tiempo To suficientemente dilatado como para que el cambio y la diversificacion produzcan una multitud'de lenguas. En segundo lugar la naturaleza Secidentada del terreno ha puesio barreras Hatcas a ia interaccién so- cial. En tercer lugar, las actitudes culturales fomentan y mantienen la diversidad-que; por ejemplo, es cultivada en Melanesia como divisa de identificacién y es por tanto, en buena medida, una reaccién cons- ciente. Sin embargo lo mas importante, en mi opinién, es que en la época precolonial no actué ninguna de las fuerzas de convergencia presentes durante largo tiempo en Europa y en otras partes: creacion de escrituras y alfabetizacién (literacy), normalizacién (standardiza- tion), centralizacin administrativa, escolarizacién, medios de comu- icacién, etc. Factores, sin embargo, que han adquirido més relevan- ‘desde que el contacto con los europeos ha favorecido la extension de lenguas francas como el tok pisin y de lenguas metropolitanas como el inglés La dialectologia tradicional trefa que el aislamiento llevaba a la di- versidad lingiistica y que, por el contrario, la mezcla de poblaciones creaba homogeneidad. Est claro, sin embargo, que la geografia sdlo no es suficiente para explicar la diversidad, y que ni la concentracién de gente en un area garantiza la uniformidad, ni el aislamiento el con- servadurisma, como han mostrado las investigaciones sobre dialectos sociales urbanos (véase el capftulo 3). Comparese, por ejemplo, una de las areas de mayor diversidad, la del rio Sepik, facilmente navegable, con la de Enga, en las tierras altas del interior, que, pese a ser la mas accidentada del pafs, es una zona con mucha menor diversidad. La franja costera del norte, con un mayor niimero de pequefios grupos no emparentados lingilisticamente, es mas diversa desde el punto de vista de la lengua que Areas del interior més aisladas. ‘Ala distribucion de la diversidad lingufstica contribuyen adicional- mente factores demograficos. Parece probable que la existencia de en- fermedades endémicas como la malaria en las zonas bajas del litoral restringiera no s6lo la movilidad de la poblacién, sino también su cre- cimiento. En las tierras altas, libres de malaria en su mayor parte, los grupos linguisticos son de mayor tamafio que en la costa. Comparese el enga, que tiene més de 150.000 hablantes, con el erima, con sdlo 400, distribuidos en cuatro aldeas. La amenaza de la enfermedad, pues, limité probablemente tanto la expansién de los grupos fuera de su propio territorio como la difusién de su lengua. ‘Desde la imposicién del aparato administrativo colonial en varias islas del Pacifico, como Paptia-Nueva Guinea, ha habido sin duda un 28 EL LENGUAJE EN LA SOCIEDAD descenso en el ntimero de Jenguas. Al mismo tiempo las que sobrevi- Sen han sufrido cambios muy acusados, sobre todo a través del con- facto con las lenguas de la metrépoli, y han dado origen a nuevas len- guas francas: el kate (0 caté) y el yabem —extendidas por los misione Fos como lenguas francas de ia Iglesia—, y el tok pisin y el hiri motu se cuentan entre las més importantes. Caleular, pues, el nimero de lenguas habladas en un area como Pa- pua-Nueva Guinea es una tarea llena de escollos debido a la propia di Ficultad interna de definir términos como «lengua» y «dialecto>. El concepto mismo de «lengua» entendida como una unidad discreta ef probablemente un constructo ligado a la cultura europea y favorecido or procesos tales como la eseritura y la normalizacién. Cualquier in: fento de «contar» lenguas ser4 mas un procedimiento operativo de cla. sificacion que un reflejo de practicas comunicativas reales. La esiadis- tica léxica no proporciona ninguna definicién técnica no arbitraria de términos como «lengua», edialecto», «familia», etc. Lengua y dialecto en Europa arse otros ejemplos que de- guisticos y la importancia ir cuando una variedad 2 clo. Son casos clasicos el Zontinsuon de los dialectos romanicos occidentales v el de los dialectos germénicos. El con de dialectos romanicos occidentales abarca tuna serie de comunidades rurales que empiezan en la costa occidental de Francia y se extienden por Italia, Espafia y Portugal, Cada pueblo se entiende con el de al lado, pero los hablantes medios del francés, el ita- liane, el espaiiol orel portuzués en su version estandar tienen dificulta- des de diverso grado para entenderse. De forma similar, el contineaunt de los dialectos germénicos conecta una serie de variedades histérica- mente emparentadas que difieren unas de oiras en uno 0 més rasgos El grado de inteligibilidad mutua se ve influido en buena medida por la intensidad de los contactos sociales 0 de otro tipo entre los gru- pos afectados, asi como por las actitudes de unos hacia otros, y no (iene mucho que ver necesariamente con relaciones de estadistica lé- xica.\En Escandinavia, por ejemplo, un viajero que sepa sélo danés, Del propio Ambito europeo pueden t sueco 0 noruego se comunicaré sin dificultades por encima de las) fronteras oficiales entre las tres lenguas. Y es que las tres estén muy cerca desde el punto de vista lingufstico, lo bastante como para que pudieran considerarse dialecios de la misin lengua. Estructuralmente hablando existe un paralelismo perfecto con la situacién lingafstica LALENGUA EN LA SOCTEDADILA SOCIEDAD EN LA LENGUA 29 que hemos encontrado en’ zonas de Nueva Bretafia noroccidental, dado que la gramatica de las lenguas implicadas es muy similar y la mayor parte de las diferencias radica en el vocabulario y la pronuncia- cién, aunque en muchos casos tampoco son muy grandes. El danés y el noruego tienen un niicleo importante de vocabulario comin, pero Gifieren en la pronunciacién, mientras el sueco y el noruego difieren més en vocabulario, pero la pronunciacién es mas parecida. Si toma- mos del noruego una muestra de mil palabras, al menos el 50 % son idénticas, y otro 25 % son variantes de la misma forma. Otro 15 % se pronununcia igual pero se escribe de forma distinta. De modo que sélo el 10 % restante esta constituido por palabras realmente distintas. Los siguientes ejemplos permiten apreciar las semejanzas: Danés: Hun'siddeni vinduet og ser ud over gaden.-) y-e%S.". Noruego: Hun sittey i vinduet og ser ut over gatan.) Sueco: Hon sitter i fénstret och ser ut Over gatan. “ial [«(Ella) esta sentada junto a Ja ventana y esté mirando/mira la calle.»} ups Las tres lenguas actuales proceden histéricamente de un antepa- sado . y su ereciente fragmentaciéi pe le suis pueblos. De hecho silo razones politicas exp! hoy se consideren lenguas distintas. Hacia 1700 el succo y el danés es- tindar estaban ya firmemente establecidos, pero el noruego se encon- traba todav 2 cada una de las lenguas se exageraron conscientemente sus diferen- cias. Asf, por ejemplo. antes de 1906 las tres escribjan la palabra que se corresponde con el inglés «what» como /ivad. Ahora sélo el danés lo hace. En sueco se escribe vad, y en noruego hiva. De modo que bajo las ferencias ortogrificas se esconde una pronunciacién similar y las tres lenguas ofrecen divergencias mas acusadas cuando se escriben. que cuando se hablan.s Los estudios de inteligibilidad mutua revelan asimetrias interesan- tes. Los daneses dicen entender a los noruegos, pero los noruegos afir~ man entender a los daneses en un grado menor. La comprension més Sewn tipos que encubran una realicnd comin, 30 ELLENGUAJE EN LA SOCIEDAD pobre se da entre daneses y suecos, y la mas fluida entre noruegos y | suecos. Sin embargo noruegos y daneses afirman entender a los suecos nejor de lo que los suecos dicen entender a los daneses ya los norue- /<5 e esto? Porque en realidad los estudios de inteligi~-7 ‘labo | ciales, puesto que son las personas y no las variedades las que se en- tienden entresi. Los noruegos y daneses han estado més en Suecia que” Jos suecos en los otros dos paises. Solo la cuarta parte de los suecos de- clara leer cosas escritas en las otras dos lenguas. Mientras el 41 % de los daneses y el 52 % de los noruegos escuchan la radio sueca, s6lo eb 9% de los suecos escucha las emisoras danesas o noruegas. Resulta evidente que los noruegos y daneses muestran mayor capacidad de acomodacién a Suecia y lo sueco, ya que Suecia es un pais mas ex- tenso, més rico y mas autosuficiente econémica e intelectualmente. Como era de esperar, es también Suecia el pais que muestra menos in- terés por los acuerdos de cooperacién nérdica, mientras los daneses peran mas be: didamente re dado una ueco. Me es me pidieron La directora de un colegio conferencia en Estocolmo util decia: «El puiblico m mento vacilé buscando una expr que lo dij ie. Me pase al danés, y los suecos. nada! Pensa- ban que habi en danés todo el tiempo.» En las cir- cunstancias pol tales, la convergencia hacia una forma de ha- bla comin a toda Escandinavia solo seria posible planificandola cui dadosamente y fomentando los contactox sociales. ‘ante. La repetida cita de May Weinreich). El acuerdo general para considerar |/ que estamos ante una lengua lo.produce la conjuncién de factores sociales, politicos, psicolégicos ¢ hist6ricos, y no ningun tipo de pro- Piedades linguifsticas inherentes. En China existe toda una serie de Tiedades que un linguista consideraria lenguas diferentes y que sin em- bargo pasan por dialectos del chino porque estan unidas por un sis- tema comiin de escritura. Los hablantes de cantonés 0 chino mandarin * no se entienden cuando hablan, pero escriben de forma semejante, de modo que cada uno de ellos representa las «mismas» palabras por los) sy) \ LA LENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 31 mismos simbolos, mientras la version oral de esas palabras es comple- tamente distinta, En cierto modo es lo contrario de lo que ocurre en Escandinavia, donde las diferencias en la escritura oscurecen las se- mejanzas de pronunciacién. Muchos hablantes del llamado «servo- croata» dicen que en realidad se trata de dos lenguas porque los croa- tas escriben con alfabeto latino y los servios con caracteres cirflicos: Determinadas variedades del continuum constituido por los dialec- tos germénicos occidentales se consideran dialectos del holandés y otras dialectos del aiemén tinicamente por las relaciones que cada va~ riedad mantiene con sus lenguas esténdar respectivas. El proceso de normalizacién de una lengua tiene que ver con factores ‘socio-histéri-| cos como creacién de escritura, nacionalismo e identidad cultural y ét- nica. El resultado es la seleccién y fijacién de una norma de uso que es! fomentada por los diccionarios, las gramaticas y la ensehanza. Una lengua estandar es una variedad deliberadamente codificada para que varie lo menos posible en su forma pero sea maximamente util en su funcionamiento. La mayor parte de las lenguas europeas fueron nor- malizadas en perfodos de nacionalismo intenso, cuando la existencia de una lengua comiin se vio como un importante simbolo de unifica- cuencias de estos procesos ‘Algunos linguistas consideran util sustituir las etiquetas «lengua» y ténoma» y evariedad heterénoma». Asi, ‘os del holandés son depen dientes o «heterénomos» con respecto al holandés estandar, los dialec- tos del aleman los son con respecto al aleman estandar {los del espafiol con respecto al espanol estandar], etc. Esto significa que, dado que los hablantes del alemén ven la televisién en aleman, reciben las clases en aleman, leen en la misma lengua, etc., tienen el alemn estndar como punto de referencia. Légicamente las similitudes linguisticas seran mayores entre las variedades de alemén y holandés habladas cerca de 4. Que los concen ico y sean, por tae, 32 EL LENGUAJE EN LA SocIEDAD la frontera entre los dos paises que entre el aleman estandar y el hol jdés esténdar. Una lengua estandar, sin embargo, sitve para crear cet mientos de unidad entre los hablantes que la toman como punto de re, “ ferencia,"sobre todo si hablan variedades distantes geosraficamente “Ast; entre el inglés llamado «cockney» de los barrios bajos de Londvec y los‘dialectos locales de la zona del rio Tyne, en el centro norte de In. glaterra, las diferencias pueden ser tan sustanciales que obstaculicen te. Hamente la comunicacién oral, pero ambos grupos dirian que. en sen. tido lato, ehablan la misma lengua», puesto que tienen el inglés estandar como variedad superordinada. [Ocurre lo mismo en espafiol con un ha. blante de Huelva, del pirineo de Huesca, de Buenos Aires y de Zamora }° EL té a toda variedad que sea auténoma, e jincluye las variedades heterénomas. con respecto a ella. Puesto que lo auténomo y lo heterénomo dependen mas de factores politicos y cul- {urales que linguisticos, pueden cambiar, En primer lugar, las varieda._) des heterénomas pueden alcanzar la autonomia, con frecuencia de ls ico, como es el caso del africans (o afrikaans) fe y empez6 a ser varieda- mano del desarrollo p en Sudafrica, que fue normalizado en los afios vei considerado lengua y no dialecto del holandés. Y al contrari des auténomas pueden perder su autonomia, como le ocurt, cés cuando dejé de funcionar como la lengua de después de la unién de ambas coronas en 1603.7 Nad: temente mejor en una variedad cuando alcanza la auton, Ison los resp des que pod hay de inher aber sido candidatas a la nor- Inglés: lengua y dialecto De todo lo dicho se desprende que la respuesta a la pregunta que a menudo me plantean sobre si el inglés americano es un dialecto del in glés o una lengua distinta depende del punto de vista que se adepte George Bernard Sha terizaba a Inglaterra y Estados Unidos somo dos naciones divididas por una lengua comin, Cuando Ht Spee batted mi beet, profesor, me dio una ver una alumna hspaneamericana para ‘me desprendirs de 30 Be ‘cn un primer momenta, porque yo hubs ear amos concienia de et #1 ge cren Bretafia ha perdid ‘Mencken deci side. Estados Unidos} y no, The English Language in America [La len- LALENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 33 mar a su libro The American Language (La lengua inglesa en Estados Unidos] estaba haciendo una afirmacién de tipo ico. Sentimientos similares animaban a Noah. Webster cuando en diccionario de inglés americano se aparté:deliberadamente.de Jas mas briténicas escribiendo color, criticize, etc. {en lugar de colour, eriticise, etc.]. De hecho Webster sefialé hace un siglo que de sus autores [de los britdnicos] ya esta corrompido y su lengua en. declive». Las apreciaciones de Webster sobre el eclipse del inglés britd- ‘0 por el americano han despertado en ciertos britanos y en el Bri- la preocupacién por garantizar la supremacfa de su pro- pia variedad, particularmente en el lucrativo mercado de |: del inglés como lengua extranjera. Pero bre la lengua lo son en re: tica, y lo cierto es que iperpotencia en beneficio de su antigua colonia. En ‘sta reciente la anterior primera mi- Margaret, Thatcher (Newsweek, 8 de octubre de 1990), que vela idades de sacar partido de sus coincidencias politicas con el en- tonces presidente Reagan, concedié muy generosamente que Shakespea- re pertenecia tanto a los estadounidenses como a los britdnicos para ca- Facterizar los «especiales lazos» que existen entre Estados Unidos Gran Bretaha. Hablando con un periodista de Estados Unidos, deelai les pertenece a tabeas corpus les pertenece a ustedes tanto como 3 rencia comtin ademas de una lengua comtin Shakespeare les pertenece a ustedes ianto como a nosotros. Esto es 10 que nos une y nos ha unido—una filosofia—, pero también la historia, y Ia lengua y el modo de pensar... La declaracion de independencia lingiistica en América no tuvo paralelismo en Australia hasta la aparicion del libro de Sidney Baker ralian Language (La lengua australiana) (1945), cuyo titulo rei- vindicaba la autonomia del inglés australiano en la Ifnea intentada por Mencken para el americano. Baker sefialaba que los australianos hen que abordar el problema desde el punto de vista de Austral desde el punto de vista de Inglaterra y de sus juicios sobre nuestra len- gua porque alli no la conocen come nosotros». Sin embargo tendria que pasar tiempo para que a muchos australianos no les importase *sonar» a australianos, y a muchos todavia hoy les sigue importando. Mientras varios linguistas declaraban que la forma de hablar de Aus. tralia no tenfa nada de incorrecta, mpo de comparar los acentos australianos con los de los de la gente culta del 34 EL LENGUAJE EN LA SOCIEDAD LALENGUA EN LA SOCIEDADILA SOCIEDAD EN LA LENGUA 35 CUADRO 1.2. Algunas diferencias entre inglés americano y britdnico “Amenecars Bridnico rine nn Belen Pronunciacién ‘ate (rima con mate) ‘ate (rima con met) Gram/sintaxis Jane had gotten uses Jane had gor used to it Vocabulario ‘Sam took the elevator Sam took the life = Tather than the stairs rather than t sur de Inglaterra. Para algu: fa un desagradable recor- datorio del grado en que el inglés australiano se desviaba de la norma de prestigio. La Australian Broadcasting Corporation (ABC), creada en 1932, confirmé para la radio la norma britanica y los locutores recone. cidos como idéneos eran, en su mayor parte, ingleses. Hoy dia ya no se necesita acento briténico para trabajar en la ABC. Desde 1983 se oyen en la radio y en Ia television australianos con inequivoco acento aus’ nes refer < , estilo y uso se con- narios australianos y no britanicos. E] aumento del . interés por el inglés australiano, e incluso la sustitucién de la vel- lengua en al menos tres niveles: pronunciacién, gramética o sintaxis y gitenza hacia él por el orgullo representan un deci y cultos de inglés ameri- de lo que-ha sido llamado el «complejo cultural».£ tos de la misma lengua porque Un continuunt dialectal puede ser tam! entre ellos existen diferencias de esos tres tipos. En la practica, sin em- no geogrfica. Encontramos un buen ejemplo en Jam: bargo, los hablantes de las dos variedades comparten una gramatica co- = min y se diferencian sobre todo en términos de vocabulario y pronun- €poca los que ocupaban la parte alta de la e RGicos - habisten ingle oan cee ~ ee ciacién. En la tabla 1.2 se recogen ejemplos de esas diferencias? [Les a. " ferencias entre el espafiol de! norte peninsular el espanol de América lo jamaicano. Con el paso del tiempo el hiato entre ellos ha sido an ia bse ae bierto por una serie de variedades te arecen, segtin los casos, mas podrian reflejarse en un cuadro semejante: véase el cuadro 1.2 bis.) fallinglés'o.al cx ). La mayoria de los hablames, La gente manifiesta opiniones rotundas sobre los acentos, incluida @ucocupantin| tania de ese co, < ) la idea de que son siempre otros los que tienen «acento» y nunc ra segun el contexte o el interes mismo. Estrictamente hablando, sin embargo, es imposible hablar | variedad totalmente desprovista de acento. Se han hecho estudios so! evaluacién de acentos que han mostrado que en Gran Bretafia | ica el habla de dreas urbanas como Birmingiiam, Liverpo gow mucho menos favorablemente que la de zonas rurales como Devon y Cornwall.'® Esas diferencias de juicio evaluan, en realidad, el tipo de Vida (rural o urbana) y no propiedades inherentes a los acentos mismos Personas mas ajenas a la cuestién que no saben dénde se usa cada acento no siempre ev: amente a los estigmatizados. En ‘0 de la variedad llamada RP («Received Pro- ito que con mucha frecuencia la gente considera que usa tal variedad cuando ello no es cierto, La RP la usan los que y Glas- Jamaicano en otro. Acento frente a dialecto Algunos lingiisias distinguen, ademas, entre «acenton y «dialecton, v nen pe amine deme acenios »wlecion, ‘redadUpaiianenay ama derminads de promuniar una 9 £._Dungue deforma esporidica, en el espana de América tambien ha teido lugar a ado parse ingles de Extados Unides y Ausra Seotna, Durante ator se hablo en exor9otro $8 patriae« incloso de elena amet ‘37 80 exlian tambien gue al seh -Pronuneiacin Recibiday, eto es, recibida 0 aceptada en la Corte y por ende iota yadoptads como norma decorreccign. Aunove basads eh ps ELLENGUAJE EN LA SOCIEDAD Algunas diferencias entre el espartol del norte peninsular ' ‘jel sparta amenicano yp Expatalamericano Expat parton et azo (= £050) cazo (# caso) * Gfamlsintaxis Vos sos muy buena Thi eres “muy buena Vocabulario Botaron los sacos Tirafon as cheques pvocabulario —Boteron esos eo , Dan sido educados en «public schools» (esto es, en colegios privados) y Joo se localiza en ningdn lugar concreto. A veces se Ja lama también BBC Bnelishs («Inglés de la BBC»), «Oxford English» [Inglés de On: fords] o «the King’s English» («el Inglés del Rey»), y es el acento que se Pnsefia a los extranjeros que aprenden inglés brit4nico y no americano. wuesto de manifiesto mis comentarios sobre Australia, la ‘zado mucho tiempo como importante norma de prestigio D.nds alld de las fronteras br p La naturaleza relativamente arbitraria de los rasgos que alcanzan prestigio (y de los que no lo alcanzan) y el papel. a la hora de definir ta- Dies rasgos, de quienes tienen poder social y po ado en el ejemplo siguiente: durante la presidencia de Jimmy C: pesorziano y con acento de Georgia, en un famoso programa de i jon aparecia un personaje que hacia el papel de cion se expresaba con tt prngnte geo neoyorquino se lo ha caba: «nosotros ya no tenemos acento. Ahora el que lo tiene es usted. Dio que hace que un modo de hablar sea considerado sup. clo puse un poderoso. En los caj 4 hablaré de nuevo sobre este ipo de prejuicios y © jgunas variedades s prestigiosas que Dies airibuye un e pronsecuencias pr 5 / Registro y estilo Registro y esti } [evapo 1.2 bis poronunciacion B Ya hemos visto que podemos considerar cada variedad como un pronglomerado de rasgos. Ademds de dialectos sociales v regionales 0 ‘Beograficos los sociolinguistas manejan también otras variedades que laman «registros» y «estilos». Mientras los dialectos regionales reve- lan de dénde procedemos y los dialectos sociales qué estatus tenemos, el registro. da indicios de qué.estamos haciendo, Este concepto tiene que ver tipicamente con la variacién ligada a los,usos més que a los E Jes usan un registro «jurfdi LA LENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 37 |, usuarios y obliga a prestar atencién a la situacién 0 contexto, los pro- itos, el tema y contenido del mensaje, y las relaciones entre los par- ‘ipantes. Por ejemplo, dos abogados que discuten sobre temas lega- »; el Ienguaje de dos policias que investi- gan un caso adopta un registro adecuado a su prof que se traen entre manos. Si oimos cosas como «Padre celesti ricordioso, danos fuerzas para cumplir-Tus designios», sabemo: tante que nos encontramos ante un registro propio del 4mbito joso. Del mismo modo si leemos «Se busca un hombre que refuerce la ea de zagueros, debilitada tras la lesién del veterano caj que lo mantendré dos meses en el dique seco», reconocemos sin dilacién el lenguaje de las crénicas deportivas. Las diferencias en el vocabulario —uso de palabras distintas o bien significados distintos para las mismas palabras— son las que distinguen principalmente a unos registros de otros. 7 ‘En otras lenguas encontramos también buenos ejemplos de cam- bio de registro. Ast en javanés, lengua hablada en Indonesia, existen istintas variedades o niveles de habla cuyo uso viene determinado por el estatus social del interlocutor. Estos niveles se caracterizan porque cada uno de ellos cuenta con cuasi-sinénimos de las mismas palabras, y son al men un nivel «alto» (krama), un nivel «medio» (madya) Raspé haspé mandioca El registro usado por las personas de superior estatus presenta ma yor elaboracién que el de las personas de estatus mas bajo. Nétese iambién que las diferencias entre los niveles de habla dentro del java dades consideradas lenguas ra. una vez mas lengua» y «dial lenguaje Iamado «de la suegra» (« mother-in-law» language) que exisie en la mayoria de las lenguas aborigenes de Australia es otro ejemplo de registro. El registro «de la suegra» consiste en la forma es- 12, En dngés, la distibucion en columns ea siguiente: «Ate you - going to eat - ce and = wer rrr rrr rr rr er ee eee ey ELLENGUAJE EN LA SOCIEDAD s cus plo ta a Fas oe = eer sen ee Eos pecial de hablar que deben adoptar los hombres cuando se dirigen a su suegra y a otros parientes de su mujer sobre los que pesa algin tabu. La gramatica y la fonética coinciden con las de la lengua normal, pero el vocabulario es totalmente distinto. El cuadro 1.3 muestra las palabras para «sol» en varios dialectos del dyirbal (0 chirbal), lengua hablada en North Queensland, comparando las propias del habla cotidiana (guwal) con las del registro «de la suegra» (dyalnguy). Las variedades usadas por las diferentes tribus (Yidin, Ngadyan, Mamu) son lo suficiente- mente parecidas desde el punto de vista lingiiistico como para ser ads- critas a la misma lengua, pero cada tribu considera que su habla es una lengua distinta de la de sus vecinos. Tales «lenguas», en efecto, poseen sistemas gramaticales y fonicos casi idénticos y comparten entre el 80 y €1 90 &e de s con lo que encontramos de nuevo més: rencia entr tos que entre variedades regio: barg y dvainguy, si bien un término puede ser guwal para una tribu y dy guy para sus vecinos. Por ejemplo, la palab: normal par ‘bungan, pero para los ngadyan esa forma es «de la suegra» Ligada ala nocién de registro esté la de que puede ser mas) menos formal informal dependiende dete rears woe Siones entre los participantes, la clase social, el sexo, la edad, el en: torno fisico y el tema. Las diferencias de estilo pueden reflejarse, como antes, en el vocabulario («El profesor mostré disgusto» frente a «El / Profesor se cabreé»), en la sin incremento de las| construcciones pasivas a sLa reunién fue suspendida por el presidente» frente a «El presidente suspendié la reu nién») y en la pronunciacién («soldao», «pa», «usté» frente a «sol dado», “paras, «usteds). Volveremos a hablar de diferencias de estilo’ en el capitulo 3.13 LA LENGUA EN LA SOCIEDADILA SOCIEDAD EN LA LENGUA 39 munidades de habla y competencia comunicativa atsy Qué nos enisefian los ejemplos manejados en-este capitulo para analizar el lenguaje dentro de la sociedad? He mostrado cémo la socie- dad afecta al lenguaje de varios modos; de hecho la propia existencia © de las lenguas depende decisivamente de la existencia de uii grupo so- cial que reclame como propia una variedad y la mantenga distinta de las variedades habladas por sus:vecinos.-Tal grupo recibe el:nombre de «comunidad de habla» y las convenciones que sus miembros com- Parten en relacién con la variedad que usan se llama «competencia co- municativay. Las dos nociones son fundamentales para comprender los modos en que los grupos sociales organizan sus repertorios lingilfs- ticos. | Una.comunidad de-habla> (speech community) no es necesaria- mente coextensiva con una comunidad de lengua 0 comunidad lin- gilistica (language community). La primera consiste en un grupo de personas que sin compartir necesariamente la misma lengua si com- parten una serie de normas y reglas sobre el uso del lenguaje. Los limi- tes entre comunidades de habla no son propiamente lingiisticos sino sociales, Esto significa que términos como «lengua» y «dialecto» son, desde el punto de vista lingitistico, nociones no técnicas, puesto que no hay ningun procedimiento objetivo para determinar cuando los ha- blantes encontraran que dos variedades son Jo suficientemente pareci- das como adseribirlas a la «misma a. Cualquier intento de con- tar lenguas distintas es un artefacto clasificatorio pero no necesaria- mente un reflejo de practicas comunicativas reales. En Papda-Nueva Guinea la gente presta mucha atencién a las pequefas variaciones lin- gAfsticas que le sirven para diferenciarse de sus vecinos. Los habitan- tes de una aldea o clan insisten en que hablan una lengua distinta de la de al lado, aunque se da con frecuencia entre ambas tn grado de com- Prensién mutua muy alto. Precisamente el grado de comprensién mu- tua depende de la intensidad del contacto social 0 de otro tipo entre los grupos y no va parejo necesariamente con las diferencias linguisticas reales. Los modelos de interaccién social trascienden a menudo los Ifmi- tes marcados para las lenguas. Los lingiiistas de la Hamada Escuela de Praga introdujeron las nociones de «Sprechbund» (evinculo de habla») y «Sprachbund» (evinculo de lenguas): el primer término alude a modos compartidos de hablar que atravicsan las fronteras de las lenguas, mientras el segundo tiene que ver con las formas lingifs- ticas en si. Un «Sprachbund» y un «Sprechbund. no tienen por qué coincidir. Pueden ser perfectamente las normas de interaccién social y no las lingufsticas las que de modo primordia! establezean y man- ) 40 EL LENGUAJE EN LA SOCIEDAD | tengan la pertenencia a una comunidad. En algunas comunidades bi- ) lingites en gaélico e inglés de la costa este de Sutherland (Escocia), hay hablantes que tienen sélo una competencia pasiva en gaélico y ) que sin embargo son capaces de establecer contactos y participar en ) conversaciones con hablantes ms fluidos. No controlan la lengua lo bastante bien como para usarla, pero siguen el hilo y saben cudles * son las normas lingiifsticas apropiadas. En suma, tienen «competen. |} cia comunicativa, aunque su competencia gramatical en gaélico sea , , débil. La comunidad como un todo comparte ciertas normas para in- teractuar, ya sea en un gaélico fluido, en un gaélico no fluido o en* inglés. ¥ al contrario: compartir una gramética no garantiza el éxito ) dela comunicacién, Hablantes que dominan la misma lengua a veces no se entienden, porque no siempre comparten las mismas conven. ) ciones para interpretar lo que se dicen o para usar el habla del } mismo modo. Por poner un ejemplo, hablar del tiempo es un estereotipo asociado } mas con los hablantes britanicos que con los americanos. Hav, claro } esté, razones evidentes para que el tiempo sea un tema habitual en p Gran Bretafia, Una es la inestabilidad y el caracter con frecuencia de- sagradable del clima. Mas importante, sin embargo, es que el tiempo Des un tema impersonal y poco comprometido del que pueden hablar p dos extranos que quieren mostrarse amigables pero no demasiado amigables. Un ples hacen preguntas personales que les suenan a intromisiones imper- plitentes. Los estadounidenses replican, sin embargo, que al hacer esas preguntas sdlo intentan ser amables Los hablantes del inglés americano utilizan mas cumplidos que los plidos q panzlohablantes de Sudafrica y, lo que resulta muy interesante, aquéllos también aceptan mejor los cumplidos que éstos. A todos, desde Itiego, Bse nos ensena de pequefios a aceptar un cumplido como «Tienes un pietsey. muy bonito» diciendo simplemente «Graciass. Sin embargo existen estudios sobre el tema que muestran que dos de cada tres res- Bpuestas no son de este tipo. Lo mas frecuente es que se evite la acepta. peién rotunda del cumplido y se di ¥ Ip rotunda del cumplido y se digan cosas como «Ya es viejo el po- bres, «Me lo hizo mi madre», «Me lo pongo para estar en casa; 0 in- ki pongo p: luso que se cuestione el cumplido («¢Te gusta?») o se devuelva («Ese Muyo también es muy bonito»). En esto hay también diferencias entre ghombres y mujeres: cuando es la mujer la que hace el cumplido, se di- Ua a un hombre o a una mujer, lo normal es no decir s6lo «gracias», § x 2 ‘uando lo hace el hombre, sobre todo si va dirigido a una mujer, re- wfulta mas normal. Si en la sociedad americana es importante mostrar clidaridad haciendo cumplidos, hay otre principio, implicito pero no » LA LENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 41 menos importante, que consiste en evitar la autocomplacencia cuando se reciben.'4 “. El término scompetencia comunicativa» es usado por los sociolin-) guistas para referirse al conocimiento subyacente que tiene el hablante de las reglas de la gramatica (entendida en su'més amplio sentido: fo-) nologia, morfologia, sintaxis, léxico-y-semadntica) pero también de las) reglas para su uso en circunstancias socialmente apropiadas. Los ha-) blantes nativos de espanol saben, por ejemplo, que una secuencia como Yo os declaro marido y mujer se oye en boca de alguien con auto- ridad para celebrar matrimonios. Saben también que ¢7e.importarta,~ poner la mesa? no es normalmente una pregunta a la que haya que res- ponder sf 0 no, sino una peticién cortés de que pongas la mesa.'3 Los nifios y los extranjeros pueden no captar en un primer momento esos sentidos no literales, puesto que se aprenden a través de la socializa- cién en una comunidad de hablantes nativos, exactamente de la misma manera que los nifios javaneses aprenden cémo usar los distin- tos niveles de habla. a éstos, en efecto, cuando estén aprendiendo a ha- blar, las personas mayores los ayudan mostrandoles ostensiblemente a quién se dirigen y qué forma adopta su habla para que la copien, del mismo modo que a los nifios espafoles los adultos los entrenan para decir gracias 0 adids en los momentos oportunos. De manera que el co- nocimiento social es imprescindible para pertenecer a una comunidad de habia, Lengua, sociedad y realidad: gpalabras diferentes, mundos diferentes?!« Las relaciones entre lengua y sociedad no son ‘necesariamente tan estrictas como para que se correspondan elemento por elemento. Como presupuesto de trabajo, sin embargo, podemos aceptar que pro- bablemente no existe ninguna comunidad de habla en la que Ia socie- 14. Un cleo de nuestra propia cultura para completar los dados por la autora: En Espana cuando dos personas apenas se conocen pueden resolver lor primeros momentos de un contacto que |Andose: dl tempo, de la circulacign dl pat, ec. Esto seria impentable en certs pales, donde ve- larse sopone relaciones de absoltafamilaridad. Pero lo que agal importa destacar es que el que th ‘Una zona se actde de una manera‘ dea ira no depence cela lengua que re hable: puede hablaree ex 5 igual en su formas words (emundose), 42 EL LENGUAJE EN LA SOCIEDAD dad no tenga en,absoluto influencia sobre el Jenguaje. Es tarea de la sociolingifstica examinar las varias conexiones posibles entre los dos aspectos.: Hace algiin tiempo comentaba un lingiiista que no existen dos lenguas lo suficientemente parecidas como para considerar que re- presentan la misma realidad social. Tal afirmacién supone un recon. cimiento del papel crucial que tiene el lenguaje como transmisor de la cultura. A menudo se repite que el vocabulario de una lengua consti- tuye el inventario de las entidades de las que se habla en una determ nada cultura, inventario ordenado y categorizado de modo que esta- blezea un cierto orden sobre el mundo. Sin embargo el lenguaje no es simplemente el reflejo de una realidad «objetiva» que cada lengua mo- dela a su manera. La lengua nos ayuda a dar sentido al mundo. Al cla- sificar las cosas les damos una estructura, y el lenguaje nos ayuda a construir el modelo. (Un buen ejemplo lo tenemos en la concepeién oc- cidental de la semana de siete dias, con cinco laborables y dos de des- canso. El tiempo no esté dividido as{ por su propia naturaleza, sino que esos conceptos reflejan la interaccién de los seres humanos con su entorno y el acuerdo consciente de varias sociedades para fraccionarlo de esa manera. Pero otras culturas distintas tienen una vision distinta del tiempo. Todas las lenguas dan nombre a conceptos que tienen relevancia cultural y marcan en su gramatica ciertas categorias conceptuales como la diferencia entre macho y hembra, In diferencia entre uno $ mas de uno, eic. Las multiples lenguas del mundo son, pues, una rica fuente de datos sobre la estructura de las categorias conceptuales. Una antigua enciclopedia china dividfa el mundo animal en las siguientes clases: a) los que pertenecen al emperador; b) los que estan embalsa. mados; c) los amaestrados; d) los cerdos de leche; e) las sirenas; f) los animales fabulosos; g) los perros perdidos; h) los que estan incluidos en esta clasificacién; 1) los que tiemblan como si estuvieran locos; j) los innumerables; k) los dibujados con un pincel muy fino de pelo de ca- mello; 1) otros; m) los que han roto un florero; n) los que a distancia Parecen moscas, Se han explotado mucho en lingaistica hechos como que el inglés 9 tenga ninguna palabra correspondiente al aleman Schadenfreude felicidad por la desgracia ajena’, o que en muchas lenguas de Paptia Nueva Guinea se use la misma palabra para ‘pelo’, ‘pluma’ y ‘pi (véase el capitulo 6), 0 que en Rusia mir signifique ‘paz’ y ‘mundo’, cicétera, Quizé el ejemplo mas t6pico sea la existencia en esquimal de Xatlas palabras para referirse a la ‘nieve’, cuando en inglés [y en espa- fol] tenemos solo basicamente una. Es Facil ver, desde luego, el porqué de algunas de esas diferencias. La nieve es importante para el esaui- mal, mientras que para la mayoria de los hablantes de inglés [o de es- LA LENGUA EN LA SOCIEDADILA SOCIEDAD EN LA LENGUA 43 pafiol] el estado de la nieve es accesorio, salvo cuando van a esquiar. Pero debemos manejar con cuidado generalizaciones de este tipo. Los anglohablantes [y los hispanohablantes) son perfectamente capaces de hablar de diferentes clases de nieve, aunque para ello tengan que usar expresiones de mas de una palabra, como nieve en polvo, nieve helada, eicétera. Palabras inglesas como slush ‘nieve semiderretida’ y sleet eve granulada’ se refieren a la nieve segiin el estado en que se en- cuentre, y son de uso comtin. Lo mas probable es que de variaciones lgxicas de este tipo no resulten diferencias conceptuales importantes. Pignsese que dentro de una misma lengua especialistas como los biélo- 05, los decoradores o los lingiiistas tienen un amplio vocabulario para hablar de sus propios temas, y que esas diferencias se subsumen con naturalidad bajo la nocién de registro. El andlisis de la terminologfa del parentesco en las diferentes len- guas si puede revelar algo sobre la conceptualizacién de la realidad so- cial en la cultura correspondiente. Incluso lenguas muy préximas como el inglés y el sueco difieren a este respecto. El inglés tiene térmi- nos como ax father ‘abuelo’, grandmother ‘abuela’ que mientras que lo que al sueco Ao es eso sino si una tia es hermana del padre (faster. lite- una combinacién de las palabras para ‘padre’ y ‘hermana’) dr ras para ‘madre’ e Yarjar, repeticion de la madre (norfar, combinacién de los térmi- ican ‘madre’ y ‘padre’). En la lengua fox de los indios americanos, los tios, los tios abuelos y los sobrinos se Haman de la misma forma. distinguen el sexo de ciertos parientes, Je import -__ La categorizacién del mundo a través del lenguaje es una actividad social continua, puesto que constantemente aparecen nuevas cosas que han de ser nombradas. Y al contrario: en algunas culturas, cuando una persona muere debe evitarse tanto su nombre como las palabras que suenen parecido, de modo que han de acufiarse 0 tomarse presta- dos nuevos nombres para las mismas cosas. Cuando clasificamos las cosas y los conceptos sdlo parcialmente lo hacemos por las semejanzas que percibimos entre ellos. La categorizacion tiene también una base cultural, de modo que entidades percibidas como similares en una cul- tura pueden no serlo en otras. Aunque existen, desde luego, considera- bles coincidencias a este respecto en las Ienguas humanas. Serfa muy Taro, por ejemplo, encontrar una lengua que marcara como miembros de la misma clase «las cosas que uno se lleva del despacho a casa un , Das EL LENGUAJE EN LA SOCIEDAD > in de semana», pese a que ello tiene relevancia para profesores, inves- igadores y personas en-general que se llevan trabajo a casa los fines de p semana ‘Un vistazo a lenguas no occidentales revela clasificaciones para no- D sotres sorprendentes, como la cuatripartita del dyirbal o chirbal, que p sigue el siguiente sistema: cada nombre debe ir precedido por un clas icador que Marca a qué categoria pertenece. La clase bayi incluye a los hombres, los canguros, las zarigheyas, los murciélagos, la mayoria pe las serpientes, la luna, etc. En la clase balan estin las mujeres, los bandicuts [mamiferos marsupiales), los perros, D con el fuego y el agua, el sol, las estrellas, etc. A la clase balam pertene- D cen todas las frutas comestibles y las plantas que las producen, los he- lechos, la los cigarril Itimo la clase bala incluye las partes del cuerpo, la comida, las abejas, la mayor parte de los Arboles, jos de organizacién subyacen @ peste sistema? En la clase primera obviamente estan los varones y los males; en la segunda las mujeres, | agua y el fuego; en Del barro, las piedras, etc. ¢Qué pri Dpor qué los pajaros no estan los dyirbal los psiaros s la clase de los hombres y los sntras que el sol pertenece a la de las mujeres y las esposas. >, ademas otra regla: si algun miembro de la serie difiere cla: ‘ramente de los demas por su cardcter peligroso o dafino, se coloca en Dotro grupo. Por eso los peces estiin en ia clase 1 con otros seres animados, piientras el pez piedra y el pez aguja, que pueden causar dafo y son, por inde, potencialmente peligrosos, estan en la 2. Nada hay en la realidad bjetiva que se corresponda con las categorias nominales del dyirbal péecir, los miembros de cada clase no parecen mostrar propiedades obj pf35 similares: Jos motivos de la clasificacién hay que buscarlos en la forma en que -n Su entorno social e interaé b,_ Una forma util de conceptualizar las diferencias entre las lenguas pf Bilarse no tanto en lo que cada una puede decir sino en lo que es ine- \do lo relacionado . LA LENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 45 vitable que diga. El inglés es-una lengua relativamente pobre si la ‘comparamos con otras como el javanés.en términos de las distinciones sociales que tienen que ser expresadas.gramaticalmente, pero hay otras jJenguas con gramaticas muché mas permeables a los aspectos sociales. ‘En japonés, por ejem, referencia a uno mismo esté en funcién de las relaciones sociales] Donde el inglés dice «I» [y el espafiol «yo»] el ja- ponés puede emplear’ cuatro pronombres seguin ja formalidad de la oca- sién y la naturaleza del interlocutor. En algunas lenguas aborigenes de Australia se usan las formas pronominales para marcar relaciones de parentesco. Asf en adnyamadhanha hay diez formas diferentes para el inglés «you and I» («we») (0 el espafiol «tti y yo» («nosotros»)],/cuyo uso depende del clan, parentesco y nivel generacional. De modo que pode- mos concluir que no se puede abordar el anélisis formal de la gramética del adnyamadhanha sin tener en cuenta una serie de requisitos sociales"] En chino las formas equivalentes al pronombre de primera persona soi una especie de titulos, puesto que significan «hermano més jovens, «al- guien menos digno», wel tonto», mientras las formas para la segunda persona significan hermano mayor», «alguien En lenguas tales los hablantes no pueden smos sin tener en cuenta su lugar en la sociedad. Un estudiante coreano que ha- blaba también inglés me dijo que cuando se encontraba en Estados Unidos con coreanos bilingues preferia hablar en ue en japonés no es espafiol y otras muchas lenguas europeas no es posible decir «you are ti- red» sin aludir al sexo y relacién con el interlocutor. Porque, en efecto, decir estds cansada hace algo mas que aludir al cansancio de la otra per- sona: indica, ademds, que estamos hablando con una mujer y que el ha- blante tiene con ella la suficiente confianza como para usar ia forma « ‘Ya hemos visto que e de Europa obl ‘segunda persona de \ un espacio social mi ciones de solidaridad, es Si comparamos a este respecto el espafiol y el inglés vemos que los hablantes de espafiol, por el simple hecho de hablar espafiol, tienen que hacer constantes distinciones de estatus y sexo. Tales distinciones se pueden expresar en inglés (por ejemplo, a través de los titulos), pero no estén egramaticalizadas» y por ende no son obligatorias como en espafiol, que las codifica en sus pronombres [y de rebote en su sistema verbal]. Los pronombres son una parte importante de la gramatica de las lenguas y es precisamente en ellos donde se gramaticaliza a me- -ntre mas de un pronombre de acion de hablante y oyente en jonde entran en juego considera- 46 EL LENGUAJE EN LA SOCIEDAD LA LENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 47 cho cuando en plena jornada laboral, mis vecinos me ven en casa, por- que en seguida dan por supuesto que no estoy «trabajando». Para ellos Ja casa no es un lugar de trabajo y lo que se hace fuera del horario la- boral no es trabajar. Incluso mis padres, que conocen en qué consiste mi trabajo mas que la mayorfa de los vecinos, estaban un poco perple- jos sobre el empleo que yo iba a dar a mi afio sabatico si no tenfa que dar clase. E] profesorado universitario a menudo se queja de que gran parte del tiempo que consume en investigacién «no se ves y, por tanto, no se valora, pese a que se espera de é] una dedicacién intensa a tales menesteres. Hay profesores, entre los que me cuento, que hacen una distincién entre «job» y «my works. Si hablo con otro profesor de «my work» hablo de la investigacién, no de la ensefianza. El contraste lo dejé muy claro una colega mfa que me escribié para decirme que su trabajo («es decir, mi trabajo pagado», afiadia) no iba muy bien. Al ca- ficar la nocién de trabajo con la palabra epagado» queria decirme que se estaba quejando de sus clases v de sus obligaciones administra ivas mas que de su inve: : Este ejemplo pone de manifiesto la relatividad contextual de toda ¥ yobservacion y demuestra que hay que contar con el contexto social y la nudo este tipo de distinciones, que pueden ser usadas para mantener, crear o transformar las relaciones sociales. El inglés sf ha codificado ciertas distinciones sociales: asf sus pro- nombres de tercera persona (she/te xella/él»; her/him «la/lov; hers/his «suya/suyo») varfan en género, mientras ello no ocurre, pongamos por caso, en finlandés. En el capitulo 4 examinaremos la afirmacion hecha por muchas mujeres de que el inglés y otras lenguas han codificado p wna visién sexista de la sociedad, y consideraremos qué se puede hacer al respecto. En el capitulo 5 veremos como los cambios en la codifica-. B cion gramatical de las distinciones sociales reflejan cambios en el con. Bp cepto que l2 sociedad tiene de si misma. B nee los ciemplos expuestos: pocemos concluir que ninguna lengua puede ostentar el privilegio de ver el mundo «como es en realidad». El B mundo.no es comoes, sino como lo hacemos nosotros a través del len- pofuaie: Las lenguas gramaticalizan los dominios de experiencia mas importantes para la cultura a la que sirven, de modo que los conceptos D gramaticalizados pueden considerarse fundamenizles, mientras los Dp concepios sdlo asociados con palabras (0 «items lexicoss, como a ve~ ces se dice) lo son menos. La comprensién de D el acceso a las cutegorias cognitivas. Con ye imtenci hora de juzgar qué significa «trebajar». Y mas que dec que podemos tenet sobre ; Yue que una interpretacion es la scorrecia y corresponde a «la verdads ‘tes lenguas con diferentes categorias asocia- _;-! #2 s» hay que pensar que los diversos individues aportan a la interpretaci6n 0 que Son permanentenetie uece i6n esquemas concepiwales, presy ast tas y acaban por interpretar lo mas consistente con las po- dades de que disponen. Exisien entre nosotros conceptualizacio- iples de los emismos» eventos incluso cuando hablamos la lengua. Y todo ello es parte de nuestra competencia comuni: La nocién de competencia comunicativa viene a sustituir en socio- linguistica_a la dicotomia competencia/aciuacién, central en las con- cepciones linguisticas mas extendidas. Se lama «competencia» al co- > Como hablantes de inglés [o espafiol] estamos acostumbrados a f nocimiento de las reglas de la gramatica, mientras que «aciuacién» se- consultar el diccionario cuando queremos saber qué significa «real i ia Ja forma en que se aplican tales reglas en el uso real. Los hablantes mente» una palabra. Un diccionario de inglés propone, entre otras, las | + ethan mano desu «competencia» cuando son capaces de poner juntas bles aio. \? Didos nosotros. de modo que, en cierto sentido, toda comunicacion es in /” £ p{ctcultural, Por ciemple, si una serie de perso: as ve a un hom: bre segando el césped el sibado por la mariana a una hora temprana ¥ Dies preguntamos qué esta haciendo ese hombre, unas lo consideraran pocome un buen ciudadano que contribuye al buen aspecto d fad, mientras otras, por ejemplo, el que viva a su lado y le guste levan. Drarse tarde los sabados. pensaré que su actitud es poco sociable. Podria. Mos preguntarnos, por otra parte, si ese hombre esta «trabajando» pesuicntes definiciones para «work» («trabajom): «Actividad 0 esfuerzo las oraciones que son «gramaticales», es decir, producidas por la apli- Sico o mental dirigido a la produccién o realizacién de algo; empleo, cacién de las reglas de la gramética. Ahora bien, no todas las oraciones bocupacién; el medio por el cual se gana uno la vida.» ¢Entra o no entra sf gramaticales pueden usarse en las mismas circunstancias, y ello es va- p*cortar el césped» en esas definiciones?!* En general me divierto mu- == ido incluso para lenguas como el inglés, que no tiene gramaticalizadas en su sistema pronominal ciertas distinciones sociales. Asi, Cierra la ventana; ¢Te importaria cerrar la ventana?; Hace un poco de frio agut, minister. 2. So gno? son oraciones gramaticales en espanol, pero noson apropiadas ras se stares i © para Jas mismas situaciones [sobre todo si ademas hacemos entrar en Den espana cin dude ete hombre piltgyfeein e] DRAE (1952), strabajars ex + tar, Procurar ¢inteniar alguna cosa con Cuidado a Is ejecucien de algur ave esta trabajande? Si. juego la distineién ri/usted). En virtud de su competencia comunica- as ELLENGUAJE EN LA SOCIEDAD = e B tiva los hablantes eligen no sélo qué van a decir sino también cémo y p cudndo decirlo. En el préximo capitulo examinaré algunas de las moth, ip Yaciones que estan detras de la eleccion de los hablantes. D ami Bibliografia anotada > Para una vision de conjunto de los presupuestos tedricos de la lingtifstica B chomsiqana puede consultarse el libro de Nell Smith y Denne Wilson hoesees Bp Linguistics: The Results of Chomsky’s Revolution (Harmondsworth: Penguin 1979). (Bxiste traduccion espanola: La linguéstica modema. Los resultadon de hg? s revolucion de Chomsky, Barcelona, Anagrama, 1983.) ejemplos tomados de Nueva Bretafa noroccidental proceden de Wilk B iam Thurson, Petar of Charge he eran oe Tee ie B sain (Pacific Linguistics, B-99; Canberra: Australian National University, 1987), Bp Puede encontrarse mas informacion sobre la situacion linguistics de Papo. Nueva Guinea en Stephen Wurm, Papuan Languages of Oceania (Tubngs B Gunter Narr Verlag, 1982), y en la coleccion editads por cl p Lasuases and Language Studs, 3 vols. Pacific Linguistica, ra: Australian National University. 1975, 1976. 1957), Languases of New Gui Guinea Area mbridge University inkoff. The So 1980). ¥ lenguas de Espana. Press, 1986) ven Deial Life of Language [En el libro de Gregorio et oes sonoma ss ee) teins tron pont traduccién al espaol bajo wulo La Dialectologia, Madrid, Visor Li- 0s. 1994, adaptada y anotada por Bustos Gisbert.) H.L. Mencken es el autor de The American La okt eineneten el autor de Te n Language (A. A. Knopf: Nueva Beck, \219) y Sidney Baker de The Ausialion Language (Miclboure eon pane Maldonado es quia el dialectélogo espafol que més se ha preo- upado de de las nociones «lengua», «dialecto» y shablas, Véase’ por plo, El lenguajeestandar espa v sus variantes, Salamone ene i s LALENGUA EN LA SOCIEDAD/LA SOCIEDAD EN LA LENGUA 49 Las observaciones sobre el javanés proceden del articulo de Clifford Geertz ‘Linguistic Etiquetter, en John Pride y Janet Holmes (eds.), Sociolinguistics (larmondsworth: Penguin, 1972), pp. 167-179. Ejemplos referentes al lenguaje j «de Ia suegra» pueden encontrarse en R. M. W. Dixon, The Dyirbal Language of ‘North Queensland (Cambridge: Cambridge University Press, 1972). El estudio sobre el gaélico de East Sutherland es de Nancy C. Dorian, «De- fining the Speech Community to Include its Working Margins-, en Suzanne Romaine (ed.), Sociotinguistic Variation in Speech Communities (Londres: Ed ward Arnold, 1982), pp. 25-33, La noci6n de «competencia comunicativa» se expone en el articulo de Dell Hymes, «On communicative competences, en Janet Pride y John Holmes (eds), Sociolinguistics (Harmondsworth: Penguin, 1972), pp. 269-293. El estudio sobre ia inteligibilidad mutua en Escandinavia se encuentra en l articulo de Einar Haugen, «Semicomunication: The Language Gap in Scan- dinavia», publicado por primera vez en 1966 y recogido después en la colec- ign editada por Anwar Dil que lleva por titulo The Ecology of Language: Essays by Einar Haugen (Stanford: Stanford University Press, 1972), pp. 215-236. La anéedota sobre el acento esti tomada del libro de Dwight Bolinger, Lan guage. Tie Loaded Weapon: The Use and Abuse of Language Today (Londres: 1s cumplidos en say Thank You Be, American Speech, 6 12 buena exposicion de ‘a comunidad dh bajo de R. K. Herber les Miguel « clases de len- I i i i gs: Whar Catego- go: University of Chicago Press, 1987), es un roll (ed.), Language, Lee Whorf (Cambria 110 v Realidé Great Eskimo Vocabulary ige (Chicago: University estudio sobre las relaciones entre categorias cognitivas ¥ implicaciones del ejemplo del ess ¢ John B. Thos Reality: Selected Writings of Ben Mass.: MIT Press, 1956) [traduccién espa Barcelona, Barral Ed., 1971). y Geoffrey Pullum, Hoax and Other Irreverent Essays on the Study of La of Chicago Press, 1991). El ejemplo del hombre que siega el c jomado del articulo de Rag-

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