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Pierre Bonte De. la etnologia a la antropologia: sobre el enfoque critico en las ciencias humanas “EDITORIAL ANAGRAMA Poneala prowatde oa al ‘Area (978), Congreso de Antrpologin de, Tradesins Bernardo Mose y Tera Terme ep i ci 7 Mente Se ha convertido en norma sefalar Ja ambl fiedad de la etnologta y de la relacién preten fdidamente cientica gue mantiene co eto. ‘Cacstionada por aquellos alos que pretend estudiar, los colonizados, suscitando una inter féneftiea respecto a la sociedad en que jginado, sus problemas atraen y Te Sprovoran y son contestados. Est. sh ‘ada en-el centro de los debates epistemci ico ¢ideokdgicos sobre las cienlas humanas) fm algunos aspectos ciencia politica —vo thos sobre el tema—, es responsable de ju poltticos latentes o manifests, Toda relexion. 934 «Toone las elencias humanas debe examinar el" ieee de oor atonal 9 ,gorTonraL anacaan planted algunos problemas. cientifices de con: Guede utc ‘siderable importancia. : irene"? sy aassooror3 Depo Kale B19 reee Pet el pe dea clog nett pc gy Coat me the mtn bE ulee sen oe Se ae i a etnologta y su objeto: premisas y génesi rites; los erterios'son en su mayor parte ne. fatvos,socledades sin historia sin testi. hilos escritos, no occidentales, sin industilall zr, ete. Quedan, desde Iuego, materiales hist. loos, las sociedades arealeas y campesinas, pero el convertirse en objeto de estudlo etno: Teco coincide con su desiruceién, su trans: formacién, en el ambito de la dominacién im: elisa y colonia nos atenemos a si aspecto formal; dedu- cido de la relacién entre el conocimiento ys objeto, podemos setalar: «La etnologia la ‘isqueda etermamente tenovada de un objeto que no puede definirse sin excluir @ prior la __ falda de Ie rela nosietea que fo. \" ocasionado. etnol tiene por objet ‘un producto idcldpconts = M> Por obiet® sLa‘ambitiedad de la etnologia se ‘centrale 1» Tat intense relacién entre-ciencia ¢ ideolo _ Paral comprenderla y-desarrollar’ una ‘verds: da actuacién critica es preciso retornat & las premisas y origenes de las relaciones con st objeto, 4S. Copans, ‘De Yetheoiogie & Yanthropeloset, Kiuhropotae” cence der cosets primed Dok apo one des stds. primitive, Doe, S ae PEO ino dina pula te 1a ca a i parle ws eta ty tte rt pr ag es tse er Se ene i pa Seen dee Ble ee a aoe a mde be _ helmedievat como Ibi Khaldoun, Basada origi. almente en una nueva Wisin de [os aconec THientos Mstricos en las soctedades humanas,. ‘harea un campo especticn del pensamient Gentico cuyo contenido se define progresiva: mente a través de una serie de scores» fed «Gos que se corresponden con resructuraciones parcales del saber o PEt objetivo no es la stv del pensamiento © einoldgico; intentaré simplemente un esbozo de ‘las diversas rupturas, Su Comprehsion es it ddspensable para analiza el peviodo, actus ffeterzado por la erica aa antropols En cada no de estos perfodos existe tna 7 relat, especiicaentrecencia © eologa ‘una cofifiguracién particular del saber: siege Thoentran los elementos constanes, la pos fide de-explicar las tranaformacones de Ia feorla siempre unida ala prcica social desi Soc °R ‘cada uno de estos «cortes» le correspon- de une eritca stmulténen dela teorfa y dela fricic anterior y se manifesta en contra de ey Cuatro: Loe scortess'histéricos en fa PERIODO “CONTENTDO HISTORICO Siglo sv Deseubrimiento oceideatal det mun. do, Desarrollo del eapitallsso mer. ‘ceil y del comercio de. escayos “Aeumilacion primitivay de capital guide, dee elit int cio, del. colonisismo. proplamente Aicho, Formacign del capitalist ta. Astral “occtdentaly" mucvas ‘post biidades de acumulacén de tapi. iD ‘de 1850 Entrada en ta fase imperslsta de 21880 ‘par del mundo y origin de las conqulstas colonies, implantactén dednitiva y trlunfan- Implan “gp ede stoma . tos de 1330 Desarrollo de tos movimient 4 a0 Tperacion sacional'y comin de Joo procesos de. descolonancin. ‘omstucion de ta exmologta’ como éiencia ra, gue tom caricter radi ‘Econ May ren en general ‘pecerdad de evtudios postvstas de Tor hechos soetales’ exten det cvolsionlsmor come forts un Scores in copsttucon ‘See stale lin a et Sen's ints de obseracin y Solus. Entrnteda 2 la amblgle- Bee de au chjto y de ae elacén fen cn cong Hea Smee en sotponolota ya see SSUIERIGA ipa de ot stato YP odes homanas gm ated rae See te ai ot oe aa oor aes ETAPAS DEL . As, lac tica de Marx a la economia politica cldsica sit- P fsta aproximacién nos lleva a plantear en ‘tros. terminos las relaciones entre el conoct Fi Sriento clentiico, su funcién ideolégica y.la F practica social correspondiente "Epes ext punto de vista, le funcin oxen de la descolonzacion es, incluyendo mueva- ales fi historian ls scadades clone: ‘fas como entes auténomos, crear la nevesidad ‘dela relocién ideol6gica y una restructura- del saber, La critica puede ser desde en- tuna eritica radicalmente distinta a Tas Hticas anteriores de Ia antropologia. Ies, aunque Marx no pudiera aplicarla, muy a ‘pesar suyo, a la-etnologia de su época 2. rte de Mare aoe aan tog ue su dpoce es si embargo bien ‘conotida graces 3s Dutkteciss por L. Ker, The eiologtel Notebooks f Kart Mare States of Morgan, Phu, Nine, Lubbock," eoyido yeinco bor L, Reader Vas Garcum ang’ ‘Asie, 19. Eau Yatrodueion, i, Rrador record Is Dostura profuadsmente erica a> Niary frente" con into de docteinasdominantes en las diverseTasnas {ae clentas mamas ye a blo. cones ajo ‘et zombre- de "eoluconiamo™. Ee abusvo reduc Mare 4 cre ceotuconisno y su pensamiento etplipico al de KMayenn ome han hecho igs penadoree banpicse (ver FSteet Sele Leb. Morgan et Tandhrapoiogie fo deme", Ta Ponte, nimero 1M, octubre 197, paginas BS. lack expeesba su esceptcemo al consider is ‘rime ceatifens de" Cuvier, Darvin, Labbock 9” MOR {entre tron La parte ebjtiva do. exte emetic SPs een de tas cisuns respective. come dontone © otenss aT disci’ elena exteores cau Teel gon la tata social © Tnepimecién La parte t= PGERincaar proce’ employes mats ta Sthobseracon, control ee La parte naga de asta Erfen Interees In reconstrucignbsada oI ope ‘sg, deecads Bor Marx en Cuvier” Moneta, avert ener dela lenin en como cole Itemaliztsealzada, Snelaso. por sur stejicos oe le i secon roar, Gee abe {leas en tn canceptalizcion previa Ge cus erigencs oo Gals Fol rotor ln soedad, cuestonaa' ns con “Share clemifene en nn forma sta Ge evlusion Jrodacgs en ef eveaclonlsna,dacrina edscunda > fue se adscus « los sustentadrce dena tris de Te Gvitacién cu continuo. progeso,Incororacin delve. for subjedvo do Ia civilzesin como Tesltedo fat Jn’ evolciéa basada ns prop satoaecléa, 8) pos td era tecanstndo con eres foes apa ea at Boal Critica de 1a etnologia cldsica 1a eritica de la etnologfa clisica no significa Ta negacién de su objeto o de su modo de co- xocimiento; al contrario, implica el reconoci- miento efectivo de que tna prictica cientiica posible gracias a las transformaciones, pre- viamente descritas, del marco tedrico de la et- nologia (ruptura con la historia), y por las nue vyas condiciones creadas por el colonialismo, Asimismo evidencia las funciones ideolégicas ¥ politicas de tal conocimiento cientifco, que tiene como witimo fin la justificacién, a menu- do Saconsciente y parcil, de la prietica co- aproximacién etnolégica y antropolégica. Considerando que ain no han sido extratdas todas las consecuencias posibles, sélo queda el adherirse-al anélisis de G. Leclerc: «Finalmen- ‘ey pata expresar la relacién ideal de la antro. pologia y Ia colonizacién en el perfodo de entre: guerras, podria definirse Ta politica colonial asi planteada como una ciencia politica". Para fos historiadores y etnélogos que han estudia- do los archivos colonfales inmediatamente des. ppuués de la conquista, o los proyectos iniciales de revalorizacién a gran escala (por no hablar 1G, Lecter, obra etads, pina 6, 2 ns que de Franca el proyecto transshariano, ~ {Bg promamas de Fuidherbe 0 de Savognarde Brats, et) la conjuncion es sorprendeate Resultaparticuarmontenitida en fa Gpoca del ‘Sontalismotsuafeoteinterumpide por la er- Ss mundial de 1930. Por tate, se hace indi Sensible analiza ia formactén dele etmologia Emo tec pin del colin de eal “Ghana que la economia politic casea es Gencia del capitllsmo incipieate se desarro Sip como clecia al compas do las exigencins Glentcas del captalisme sind y conguis: 0st se expla la aparente contradic 4 se explice lag leciom exis inte en la materlalizatén de ta etnologta Lame dsciplin clentfice autGroma, al tiene pp tue campliafuroiones Weoloicas y polit ~ Bee jasieacin y apoyo directo ala prc colonial. ° “aio ve defines fos objetivos dela er- fica la etologia yantropologta clasicas, Deion ee fy jeonic las relaciones etre antropologa co Jonialismo, Tal es el titulo del trabajo de G. Le: clere del que, de manera sucinta, destacaré las principales tesis desarrolladas. EI nexo de unién entre antropologia y admi- nistracién colonial es particularmente evidente bajo el dominio colonial briténico, en el que se aplica la politica de Ia indirect rule, y se desa- rolla una corriente de investigaciones antro- ‘poldgicas paralela a la formacion de ua estu- Gio antropoldgico sobre el terreno (especial- mente con Bronislaw Malinowski). Bl verdade- ro método antropolégico se elabora entonces esta basado en Ia observacién del interior de Jas sociedades estudiadas, lo que es posible gracias a la diferenciaci6n cultural, y erea una istanciacién que favorece Ia aprehensién ob- Jetiva de los hechos (método de la observacion participante). El-antropélopo se convierte tun especialista profesional integrado en el me io colonial. . El funcionalismo, doctrina principal: de lat ‘antropologia briténica, convierte 1a indirect ule en un verdadero sistema te6rico. El lema de «encontrar el jefe» compartido con la'ad- ‘ministracién colonial, influye de manera dires: ‘ta en la antropologia politica y en el estudio total de las estructuras de la sociedad indigena: Tal utilizacién de la antropologia caracteriza muy especialmente a Ia politica colonial brité- ilea si se Ia compara, por ejemplo, con Ia fran- esa, que, tras tentativas parecidas (en particu: Jar el trabajo del administrador Delafosse en el Sudén francés), permanece relativamente in- $F ctamn epoca, la anole Be sta ra aplada, sce deforma mAs Peas aus enn FC eli, G- Lele Jt paleble 3 1s Ee nent en tata {ete con te como be oh tos conind de eal del Ine reson: Pet pone de manfint vova orientacion en la investigacién y Ta rei- pura ontactn oe on anole, de enon, oF rte i eaborait i ona. i pli gn de Ia antropolnia gq ta politica ideologia colonial, se eviden: Bi poten» captan del echo penal fi do durante los aflos treinta en términos ldo a son de alas a ee f rellidad col ha io. de: Fs, propia naturalea, Es verdad que con 6S Pace tin pocido defender. posiciones anticg, see edie dial easone ol FORE ferro Tas euitaras locales, la represin. de P [oe abuses y_de los erzores de ta adminis: ve a lonial y Ia necesidad de respaldar 16, 6 Lester, dora clad, pina 96 . parcialmente Ios procesos de cambio provo- tados por la colonizacién en os. represen- tantes de las sociedades autéctonas. No obs- tante, su problemética se sitta de lleno en al seno de la préctica y de la ideofogia domi- ante, Tneluso en sus eritcas, el considerar las sociedades estudiadas como entes auténomos, inreduetibles a la cultura occidental, las post cones anticolonialistas de los culeuralistas ame- ricanos no hacen. més que afiadir la irreduct bilidad de Tas culturas al simple hecho de Ios. contactos «naturaless: cl colonialismo sélo es tuna forma, como tantas otras, de contacto cul: tral”, * ‘Sin embargo, no me parece suficiente esta: ‘bleter Ta relacidn general entre etnologfa y an ‘ropolog{a por un lado, y colonjalismo por otro. Pata la realizacion de una critica reel de esta Aisciplina es indispensable analizar los con ceptos ¥ teorias ya elaborados y que frecuente- ‘mente sé reincorporan tal y como'estdn al dis: ‘uso critico, recobrando con el concepto pat: te de las implicaciones ideoldgicas y politicas ‘proviamtenteeritcadas a nivel general. Un efem jlo me permitiré poner en evidencia el conte- hido de estos conceptosy teorias TE concepto de segmentacién aparece como dea central en la antropologia moderna. Fue {niroducldo por Durkheim ™ quien opone.so- Gledades segmentarias basadas en una solida dad de tipo orginico a sociedades organiza- as, cohesionadas por una solidaridad mecéni- que nevesita. insttuciones especializadas. ‘Esta visidn clasfcatoria e ideoldgica (inspira: da en las ciencias fiscas y naturales): es se Squida y desarrollada por Ta escuela funciona- lista britinica, Elaborada por Evans?Pritchard us trabajos sobre los Nuer, seré espocial- mente ntilizada en el estudio de las sociedades 4 cxatfaliadas, En la introduccion a una obra | cldsica sobre sociedades segmentarias », Middle ton y Tail nos ofrecen una élaborada defini én? «El término segmentario ha sido utiliza con seerencia a dverss tips de sistemas = PSaglales, pero las caracteristcas esenciales son" cf caraciey encajado de las series sepmenta: Fias yl sco de cota on un estado de sx Theniacién continua y de oposicién comples | sientaria>”. E"Una verdadera teoriarespecto a un tipo de 17, 6 Leclerc, pose dol ines de Ts ants gue 1 stern’ Io para Pecans nn toa este aitculea Devo, ete ps pain oe pede unin ene ancpoins satan, Gqrciee Herat prestrain 91 SES oe al sted anon tu, i, iEpbie, en Featsnd cl protic di eters na {nada eotialiino Jac nis nc sec Se Ente oo ao lat co rod isla, fo gee empl qu pursue sauscoa {Er sates Gon nldo, 8 grscomoss ca ea ‘SiS ea pecan plea Fo. Durkelon, De te_divcion au tgsit soe 188, 19, Maden: Tat D. en Tribes withoul rulers ‘Studien afton: Sepmshtry Systeme, Routledge sh | Rega, Landon, 1 "hs Mileten Tit, obra clade, pdgina 6 ‘organizacién social ha sido construida con esta} bas — la sociedad global es, en estas sociedades, es: ‘ictamente igual a la Suma de los segmentos| ‘que la constituyen; — 2 un nivel dado los segmentos son estructu- ralmente equivalentes y en estado de oposicién. complementaria; — tales segmentos estén perfectamente inser: tados en la estructura total, de tal manera que ff ~ su oposicion nivel primario aparece como} complementaria del nivel superior; Ta estructura total esté reajustindose con- ‘tinuamente y sufre un proceso de segmenta cién constante; la segmentacién puede producirse de diver: sas maneras(filiacin, terrtorio, politica, ete), ‘pero un nivel es el determinante del din de la segmentacién, ‘especial importancia y ritual. ‘un sistema territorial y politic. No existe ninguna instituctén, centralizads: jes un sistema de eanarguia ordenada> en la ue ln ud global esol resultado de las unio- jones intersegmentariales del ajuste de los a Pferentes sistemas segmentarios. Ta correspondencia entre los dos sistemas So ests asegurada a prior es frato de la diné- sy los linajes consttuven el eesqucleto con. Seepiual> do las unidades tevitorals. «Los Te Eales no aparecen como grupos autnomos més = en relacldn con las rglas de Ta-exonamia, Glertas actividades vtuales y dentro de los rechos limites de Ta responsabilidad por bo- a, la vida soctl en general, Io lina Jes funcionan en el seno-de las comunidades ocalts, de magaitd variable: desde la aldea ta Ii tba y como parte de dichas come P iidadess™ i a El andlisis de Evans-Pritchard sustenta, dé" Fa emanates Nua, erp dex made eit te us ol Si pete atime, Par 0 pi. DY ac at Sage te iP 8 Gy "a Banercard, Les Naer, obra clad, ln a El nivel de formalizacién del concepto per mite extenderlo a numerosas_sociedades. En| Ja obra citada, sirve para el conjunto de. so-| ciedades africanas no centralizadas. Su aplica cién ha superado cl area africana para exter derse a otras sociedades, en particular las so- ciedades tribales basadas en cl pastoralismo.| Enriquecido a nivel empirico de manera cori siderable, no se distingue te6ricamente de Ia. utilizacién. que del mismo hacia Durkheim. Las caracterfsticas de formalizacién estan contenidas en el concepto desde su creacién ‘manera contradicteria, Ja idea de que esta co- rrespondencia responde a: — El resultado de un complejo proceso indt- ‘ativo de la reproduccién social; dicho de otra forma, a la causalidad estructural que se ejer- ce en el tiempo del sistema. = Una relacién formal entre dos sistemas for. males, Cuando investiga las raices de esta dt nndmica social, este segundo andlisis resulta privilegiado aunque postule la determinacion liltima de la estructura polttica®. Tal forms. lismo responde a una vision estereotipada y et nocéatrica de las funciones cumplidas por los niveles estructurales de la realidad social, Vi 2. La cit lvgida por, Dumont a BranePrit cua {Introduction 8 das thoes antropotona 20 fle, Mouton, 107) ‘nos parece perfectamente, pti Gite elseones verdaderss 0. daraderas eran lag ‘lecices ene grupos permancoter, Las elaiones de ‘arenssco fo la raacioner entre cilss) statins nro sueto Indust pero po asceden sa emipente ‘dmidad que alcanean as Telclones de ls rupee exon ‘Sema d grupos, Yo gbstante lo tsendal de aulor esi en fe detrucion de estas substancas, eh or ‘Ear oa rdatisdad cotctra™ (pigina 70) Apa 9 ln ‘bipledad fandamental de la ra. de Poane Pritchard {retry a alimiaa ta werdadera expionin® Jno Sinslén formal eos ness no significa la edule. ‘Encn de funcones De ese todo. cusndo. Dum it {apt sefaar que evel de clan, do lina, ene tm. SSE se Rn. otica “att do oe ron pt Eosler” suri por stro fomelino espero en irgbre do Evaneetclard, Ea efecto, una extratart base cumplir mameronarfuncions, determiners fu Bin y ln enructors domisante supone un ‘venfoders Solis det erin de In cobeslidad enti Iov niece SHroctucles‘co el catso" del proceso de. reprodscaon ‘cat B sign que implica una divisi6n, entre politica, sistemas de parentesco y economia tal coino.se desarrolla en las sociedades capitalistas, sin ‘ver que una estructura (el Tinaje) puede cum- plir diversas funciones y que tales funciones no son las mismas en todas las sociedades. Queda por entender cémo un anilisis empi- ico correcto degenera en un formalismo del ‘que pasamos a examinar sus efectos, Un ejem- plo de formalismo nos lo da el propio Evans- Pritchard al aplicar, practicamente sin matiza- cién alguna, el andlisis mencionado con ante- Hioridad, a los beduinos de Cirenaica ®. El mun- do drabe se convertiré en campo privilegiado ppara el anilisis de los sistemas segmentarios sin duda, porque presenta, por razones ligadas 2 las capactdades espectficas del sistema social, luna correspondencia ideal entre segmentacién por linajes y segmentaci‘n territorial * ‘al primacfa de una situaciém histérica par’ teular mo se debe al azar, sino que favorece Ia elaboracién formal del concepto de segmen- 2h Beans Packard, The Serut of Cyranalea, Cara 1 Peg Pres, 865 Ls ed, 199) “B"Tesenapeamia. dense, (modelo do. mates ~ preejeate con in ina fartela patrilineal) favoree Ie Erica de sade tate btn co cone Sito grapos’pasadoe en In endogamia Drag’ Fonte cersdon fundaentadoe en relacones ‘Saran ‘ainens. dieridendne, len rglamentadas segen ut Inacio esitaments agatio. Estos grupos, tmmin ‘neler de corgorategroup ascidos 2 una dlls {Gite del celta thal oa la raosmisiéa Co ots Sie tacién desarrollado ulteriormente en Ia itera tra antropoldgica: reificacién’ de los grupos segmentarios de afiliacién que se convierten en verdadero «ente colectivés (Dumont); primacia que dogmatiza la determinacién por cl poder politico; nocién de equilibrio de la estructura slobal constantemente reproducida por Ia seg- ‘mentacién, eliminacién de las rasgos no perti nentes (en’particular el problema de la alianza resuelto en términos de «descendencia comple: mentaria» por Fortes). Nos enicontramos, des- de este momento, ante un modelo acabado de ssociedades de linajes segmentarias», o, segtin Ia acertada expresion de J. Favret: «Sélo se produce la escisién y Ia fusién»™, sociedades esteredtipadas, alejadas en el tiempo y en la historia, que no han podido soportar pasiva- mente el chogue de Ia colonizacién y la irrup- cién de Occidente en su historia, Esta imagen resulta francamente caricaturesea! si se trasla- da el andlisis a sociedades regidas por rela” ciones de clase y en las que existe el Estado, particularmente en sociedades tales como las del Magreb y del Sahara”. Esto comporta la 26, Una exclente critica de fis Sociedaes el Magreb fi aot, Retains de dépendance” et manipaion de le “Zt icindor en exe tereno be sido Galler al et ‘sar ar soieiner ‘bles marzowes Sadat of the ‘elas, The University of Chicano res, 18)" Eneants ‘Mor’ misma opinion Geserolada por DM. Te Gun “Lineage, Local community andthe, Few, ma Ril’ Taibo" in Peopiee and cultures ‘of the Miaale solegein gt modetn ido hes East, ch L Sweet The Natural History Press Neve “climinacién del problema real, ya que la exis fencia de relaciones de clase ya dinémica que Stas limpiean, beneficia la visién utopica de las sociedades en principio equilibradas y en continua renovacién de este equllbeio gracias fb insttuciones especificas (juriicas, religiosas y politicas) Nos hallamos ante una vicsitud cientificis ta, ante posiciones propias de la antropologia y etnologiaclésicas: irreductibilidad de las «80: edades primitivase, que oculian el etnocen- {rlsmo del proceso, ycliminacién de la historia ¥ del problema de la transformacién interna Tas Sociedades analizadas en beneficio de un cio normativo, El conjunto esta provisto de ina voluntad de modalizacion formal que no f alcanza a ocullar las funciones reales del com ‘ent, {Se hace necesario no contentarsg con un re: planteamiento general de la relacié " tnologiay el colonalismo. Resulta indispensa- ble reducir as funciones ideolégicas de la et- { Rologia y antropotogia dentro del marco con- | centual y tedrico elaborado, dentro del andl York, 7, Vol. 2. Erte ands som considados: tro, nn diecsion Bor €."C. Stewart (tam and sot Conder in Mauritania, Clarendon Press, Oxford, 73) al ‘Elia soled more estratsenda, Jerarguizada, —- ‘arcanda las formas eborsdar de. dependeacta- toad. Jalca y poiica, Formas que Dean a pega la raldad EY a ei st sero po te ee ea eer tenets Eats ne or complio por lor grinder morabltos musmanes tre fa sis cientfico que se transforma constantemen- te en funcién de nuevos ajustes ideo de Is propia autonom{a del desarrollo del co- nocimiento cientifco. De la etnologta a ta antropologia: ‘ransformaciones del dmbito cientifico 1a eritica de la etnologia no puede reducirse a poner de, manifier sus funcones deol as y politicas. Debe Yambién exponer Ta. st ‘multinea claboracién de. un campo cientifico auténomo caraéterizado por Ia evolucién de a . etnologia & la antropologis. La. especificidad étnica solo representa un Slemento més del fanilisis, 1o que comporta considerar al. hom ‘bre cada: vez més en sociedades concebidas como un todo, La redefinicién del objeto cient fico se efectia mediante Ia revisién de sus fur: ciones ideoldgicas por Ia'antropologia cultu- ral estadounidense. Sin embargo, gracias a la antropologia social y & las escaclas funcions- Iistas y estructuralistas se ha delimitado real mente el campo de la disciplina, que adquiere de este, modo un verdadero status cientifico, concluyendo ast la restructuracién del saber del tercer «corte» de su evolucié anteriormen- te mencionados. El cambio de riombre, el paso de una visién ‘tmol6gica a una de tipo antropoldgico, no te ne como tinico fin eludir las funciones ideol6: fgeas nl las anmbigiledades del conocimiento 32 1a profundizacién en Ta nocion de liga a reservar este tino a un nivel particular de Ia vida social, el de la conciencia fle sf misma como colectividad, en un cierto tipo de sociedades™. La utilizacién del con cepto etnia» para designar los objetivos de la Ciencia hizo intervenir un tipo de proceso, es tereotipado y no comparativo, cuyos results dlos fueron répidamente superados. La consti, tucidn de la antropologia responde a las nese idades de restructaracion del saber cientiio, 1 situarlo en una cieneia del hombre més ex. tensa, en una teorfa general de las sociedades » humanas. “EL proyecto. antropolégico se ofienta deste sus origenes hacia una doble concepeign del crftieo actual. 2, Baa potncin a sd exams “inentopooraal de Is anttopeogin sovietca especial, | nto oventada acl 1 ress de oe robles tot cosy pltcos do as nacionalldaes de ls ales les” lean onal be ircla ~ replanteamiénto de la dependencia cultural ropologia ¢ fntroduce el concepto de latvismo eultual: Ia vision del «otro» est. determinada en parte por la de «uno mismo» ¥ se realiza en funcién de proyectos etnocén- Iricos. Tal ertica no carece de interés; expone las | posibilidades de una nueva imagen de a expe. ‘eneia humana global y permite descubsir al- inas de las funciones ideol6picas de In etno- | losin. Sin embargo, con ell, se plerde de ma | era definitiva el cardcter histérico de las’ so- siedades humanas; cada cultura es un elemento individualizado y equivale formalmente a las ‘tras; todo se reduce a contactos culturales, ‘ncluldo el propio fenémeno colonial. La antropologta cultural tiene sus rafoes en la crftica que los especialistas estadounidenses hicieron del evolucionisino (Boas, Lowie). Des. taca primordialmente el cardcter de totalidad ee los fendmenos sociales. Esta totalidad no hhace referencia a «sociedades» (definidas por luna cierta coherencia en su organizacién _so- cial), sino a las «culturass, Resulta superfluo hhablar de las 150 definiciones de cultura (Khuckhoha y Kroeber), y por tanto no inten- taré encontrar el comin denominador de estas yariantes conceptuales y te6ricas. Desde un ‘punto de vista general, la cultura aparece como Ia totalidad de vivencias y comportamientos transmitides en un grupo hhumano y adquiridos por aprendizaje social. Cada cultura constituye ‘un campo especifico de la experiencia humana; responde a un modo particular de realizacion del «posible humano» definido por el conjunto. de calturas presentes, pasadas y futuras. Las tculturas humanas son consideradas como. ob: jeto de la antropologia, lo que permite una ‘doble experimentacién sobre dicho objeto — Las relaciones,vitales se oponen a las rela- clones sociales abstractas puestas de manifies. 10 por la antropologia. = La totalidad de la cultira constituye un dato irreductible a cualquier otra cultura. La irreductibilidad de las culturas ocasiona 29, Este punto de vista se, opone radialmente a ta pric eden aa ia eroloia evista 9 do tna arte de a efslogi casca que pons el scento en ae ‘imiento de tas bases antropolégicas «ingenuls- * lass y va formulaci6n, Partiendo del andlisis de «cam- po» concreto y de Ia constatacién empirica se- «gin la cual las diferentes estructuras sociales ‘eumplen una funcién precisa que la antropolo- iia debe descubrir, el funcionalismo plantea Flas bases de una teorfa cientifica de la or Pe zacién social. a EL andlisis funcionalista se fondamenta en tun determinado miimero de postulados = la sociedad esté compuesta. por sistemas (4 a estado de interdependéncia funcional. E-— algunos sistemas sociales tienen por fut’! ion integrar las restantes partes del organismo social (parentesco, politica 0 economia). restablecer) el estado de equilibrio. ret lag condiciones de-um verdadero inl s sis cientifico de las sociedades humanas; en’ 31, pero presenta unos limites evidentes!. = las’ estfucturas sociales no pueden ser.re-? ‘ducidas a sus funciones aparentes. Los fung nalistas deducen, a menudo, la no existent de relaciones econémicas en la sociedad, dado 32, Uillaremos'ampllamente en este andi det fas Glapaisno ¥ det egructuraismo, cl etadio de M. Go. Geer Anuivoptonie et economies cada, : ay que el parentesco y la politica juegan un tol central y cast exclusivo. — los sistemas: cintegradores» (el parentesco fen las sociedades segmentarias, lo politico en otras) no cumplen este rol, ya que en la s dad global realizan simulténeamente, no tan sélo funciones aparentes sino diversas funcio- nes: «Una instancia social, escribe M. Godelier, no puede integrar a otras sin haber asumtido en su propio interior diversas funciones, arti ‘culadas las unas con las otras, seguin una jerar- quia determinada; funciones que, en Ia socie- dad capitalista son satisfechas por relaciones sociales que aparecen bajo la forma de sub- sistemas especificos.en el seno del sistema socials ®. Bajo esta perspectiva, el predominio ‘iktimo del andlisis econémico, fundamento del materialismo histérico, puede adecuarse & una situacién en la que no exista otra esfera. que Ja econémica; no es suficiente que una instan- cia social asuma diversas funciones, y no im: porta cudles sean, ya que para llegar a ser do- ‘inante, debe cumplir al mismo tiempo las de relacionés de producciés ‘~ por tltimo, el concepto de equilibrio fun- damental permite, al evitar plantear el proble- ma de las contradicciones internas, eliminar, (0 negar como en la antropologia cultural), la historia al reducfrla a una suma de contingen- ‘ias. El problema de la transformacién de los sistemas sociales no es abordado por el fun- 3M, Godelier, obra cited, pling 6, 38 Bruise, que. da por sentado que los sist Pinas son estéticos, Debe, eit el campo: discré: © nico, apoyarse en otras hipétesis: difusién, con- E tactos culturales, et. Elestructuralismo, iltima eformas de Ia teo- ca, introduce un nuevo elemento fico de las sociedades uma- ‘nas; Ja idea segtin Ia cual Ia estructura social fs una estructura real, pero que no viene dada por la forma aparente de las relaciones socia- les: «EI principio fundamental es que la es- © tructura social no responde a la realidad em- ppirica sino a los modelos elaborados a partir { de ella, Las relaciones sociales son Ia materia ~ prima empleada en la construccién de tales modelos que ponen de manifesto Ia propia e& tructura social» De las caracteristicas del andlisis estructural 5 practicado por C. LéviStranss en sus dos vet- F/ tientes, andlisis de los sistemas de"parentesco Fy de los mitos, no voy a destacar més que una limitacién ya ‘sefialada por diversos: autores: C, Lévi-Strauss analiza la «forma» de las rela- clones sociales, crea un conjunto de reglas, las’ sdescodificay,"sin buscar la articulaci6n. real de estas relaciones con las demas estructuras sociales en Ia sociedad estudiada, Al prepondeas. rar los sistemas formales, deja de investigar las funciones cumplidas por estas estructuras. ‘Cuando intenta formular una teoria mas gene” 4, LéetStrauss, Antvopotoie structurale. simas martin soc 0400 camalicn mansioy ral de las sociedades humanas, el est lismo debe apelar, una vez més, a los concep- tos de una antropologia elemental de la que, cualquiera que sea el barniz cientificista, Ios ppresupuestos ideolégicos aparecen ‘de inme- diato. Con el funcionalismo y el estructuralismo nos enfrentamos directamente al problema de Ia elaboracion de una teoria cientiica de las sociedades huumanss: los datos empfricos y te6- Ficos acumulados hasta ahora son conside. tables y el propio universo de Ia antropologia, reclaborado y redefinido, permite plantear cues. tlones esenciales de esta teorizacién. ¢Podemos afirmar que Ia verdadera antropologia se con pone de efunciéns mas «estructura», 0 vice: ‘versa? De hecho, las lagunas ¢ insuficiencias de una y otra teorla no se deben solamente al cardcter imperfecto del andlisis cientifico sino “a los condicionamientos ideoldgicos paralelos a la ciencia y a los postulados no-cientificos en log que estd basada. El periodo actual esté caracterizado por la necesidad de una critica radical; el status cientifico de la antropologia ccuya elaboracién he intentado ‘explicar a tra v¥65 del desarrollo de la’ antropologia cultural ¥ de ls antropologia social, crea la posibilidad de esta critica que no pudo ser desarrollada hhadta finales del siglo x1%, después del estudio realizado por Marx de Ia obra de Tos etndlogos evolucionistas. El camino necesario de una posible critica Para el -establecimiento’ de la antropologia F como ciencia con entidad propia, no es ni un puro movimiento de ideas ni el epifenémeno de las realidades econémicas y politicas, aun: que estén intimamente unidas a la formacién del sistema colonial. Del mismo modo, Ia criti ca de la antropologia esta ligada necesaria- ‘mente, pero no de manera exclusiva, a las transformaciones actuales del sistema coloni movimientos de liberacién nacional, precurso-_ tres de la descolonizacién y opciones de paises” Iiberados incorporados al mundo socialist. Esta situacién que es caracteristica desde los aiios 30 a nuestros dias, comporta trans- Formaciones directas de la ideologia y de la prictica del imperialismo. Tales transforma. Giones necesitan un reajuste de las funciones. “A ideoldgicas ‘de la teoria antropoldgica que Yate a defn la erisise deta antropoogia mo Las dilicaltades de formulacign de una teo: 4 Hla de In ariculacin de ls «instanciase com 3. Blo sein go ol finale. ye etch Earl 'del altos ‘Mtoe, For cenpo. para” fndamentar procs entscy en antopoloia: “Unk | Sete ung tern yum metodo” que pemian pega dealer forme eplones, etun 9 ch ae™ formacién de fas feleclooes coeley posthlitargy ‘spe. RP face hs impotent Gt. eructuraismo yp poneran fn M1 estado aap ‘pce carecteins 8 it lence Bananas" (Mt Go. flr obra cada, pipien' 8 Del memo. modo, Do fist como ye ichatid previamente et scomodar | ehuces‘ mates lor concaptor forados por Taste log lisen para Sechne "un *ondist marsste ae lleva la acentuacion del desplose epistemolégl, co en el seno del universo antropolégico, Ia” freacién de tina antropologia del parentesco, dde una antropologia politica, etc, e incluso re- ientemente de una antropologia econémica que se denomina marsista. Esta fragmentacién Solo sirve para favorecer una erecuperacién tecnocrétiear por parte de los responsables de Jas nuevas politicas de «revalorizacién» de los paises colonizados o neocolonizados*. = cuando la ideologia neocolonial hace hinea: pig en el concepto de «desarrollo», la antropo- logia intenta hacerse cargo de wna teoria del ‘cambio social. Sin poner de relieve el inme- diato.paralelismo, subrayaré simplemente de {qué manera esta reintroduccién de una cierta forma de historia conduce 2 la antropologia hhatia el emplrismo y el eclecticismo. La artic culacién tradicién-modernidad, los conceptos de adesarticulacién» y de econtradiccién» son incluidos nuevamente en la antropologfa fran- cesa por G. Balandier e investigadores africa- nistas disefpulas suyos, sin que los fundamen- tos tedricos de la antropologia hayan sido mo- dificades. 3 —idéntico deseo de reintroducir 1a historia cearacteriza a la renovacién del evolucionismo ¥ el desarrollo de la escuela de secologia cul- fural» americana, La riqueza de los problemas 34 Plaso especialmente co Ie utnci6n de Je anteo- polagia en ofgmismos ties como 1a Cooperscion yet “fasta fa ORTON, que eon uo Ranidades a jlanteados por estos investigadores, sobre base Iaterialista, es un hecho cierto pero no supera el marco de un neofuncionalismo que destaca solamente la funcién aparente de los fenéme- nos sociales y establece de modo mecanicisia la determinacién primordial de la economia. Me remito a algunas piginas consagradas al estudio de esta escuela por M. Godelier: * las relaciones sociales se reducen a un status de epifendmenos de las'relaciones econémicas, al propio tiempo reducidas a st funcién de adap- tacién a un medio especifco, La riqueza del is empirico se ve reducida a la tautologia segin la cual una sociedad funciona porque existe y sus diversos clementos estin adapta- as ya que cumplen una funcién especiica, = por ttimo, el fnundimiento del mito civil- zador y de la indiscutible superioridad de Ia ‘ivilizacién occidental se consuman con el ino- vimiento de lberacién dei Tercer Mundo, La’ * reintroduccion de estas ‘sociedades como’ st jetos auténomos de la historia va acompatia dda por una interrogacién sobre la natursleza tuniversal de una historia-de Ja que Occidente se Jia aduefado de modo exchisivo durante’ cierto tiempory de una ciencia de Ia que ha pretendido poseer todos los resortes. En el centro de la reflexién cientifica se introduce™ luna critica desde un punto de visia etnocen- trista y una visidn esquemética de la antropo- logia bajo suis diversas formulactones tebticas, 3. M. Godelier, obra clade, péaina 465, 0s indigenistas», después, los teorizadores de Ia descolonizacién que rechazan la civilizacion occidental en bloque, su dominacién y reivin- dican, Fanon por ejemplo, la capacidad de re ‘emprender la historia humana a partir del mo- mento en que Europa Ia abandona tras redu- cirla y disminuir sus miltiples posibilidades. La conjuncién de tales factores determina lo que he lamado la crisis de la antropologia ‘moderna y plantea en sus nuevas dimensiones al problema de una critica antropoldgica. Esta critica es actualmente ef centro de un debate te6rico, ideolégico y politico de gran magnitud ‘originado en Francia, especialmente en Jos afios 60, La importancia ¥ agudeza del mismo van tunidas al lugar primordial que ocupa la antro- pologla en Ia construccién de una teoria ge- neral de las-sociedades humanas y a las im: Portantes foneiones que relies. La crfen a {ropoldgica descubre de modo directo el cleo de. presupucstos ideologicos y metals os sobre fos que descansa Ta concepcién bur esa del hombre y la sociedad’ ana as, el Eonibate Ideoldgico y politico levado a cabo or otros, para mponer una nueva coneepeién Inaterialistay dlalectica,Cualguter éxito logra do en este terreno es de una inportanca. ca pital por To que resulla de gran interés, de hhuncar las formas de fecuperacion critica, To fue ya he mencionado como «critica derechis {ae de Ia antropooeta La realizan, en’ primer lugar los caittopélo! © cardcter”idealista de su contenido y las op- 3, Del nombre do una colicin en In ets Fe eeAntropologia critica> o critica de ta antro- pologta? Ala necestdad y posiblidad de la antropolo- sa tal como la acabamos de conocer, se opone ‘una «antropologia erica» : Tnserita en la perspectiva sbierta por los cil turalisias americanos y reelaborando, al igual aque otras eseuelas getuales, una visién por ogre: dos formas del desarrollo de la hu. ‘auidad, el primero centrado en la compat bilidad con ef Otro y la Naturalera, y ef gun. do comprometide en una bisqueda frenética dle una identidad del Otro y de la naturaleza con El, de una apropiacion levada a cabo én la muerte del Otro ¥ en la destruceién de Ia naturaleza. La cvilizacién «blanca con sus ral ces judeocristiana, al reelaborar Ta idea ttall ‘zadora y asimiladora de Dios, al refugiarse des. _pués con idénticos fines en la industria y.en Ia ‘iencia, representa una muerte del Otro, si do el etnocidio su manifestacién simbélica, que en ciertos aspectos resulta esencial para’ una toma de conciencia de infelicidad y culpabilt dad: sLa criminalidad cultural, el einocidio, es la conseeuencia de una extension de nosotros rmismos 2 la imagen contradictoria de las rels- ones que nosotros imponemos, que nos son Iimpuestas y en las que en. realidad existimos; fain ctiando el fracaso de esta criminalidad cultural, es decir Ia unién, a pesar de todo, en- lizaciones (no confundir con el mestiza- je de los idividuos) ha hecho posible la gran deza blanca, Ia acumulacién de toda suerte de bienes y la oposicién manifiesta de los prota gonistas del drama, nos ocultan y nos hacen mentir respecto al préjimo. El projimo, estas otras hominizaciones, estas otras sociedades>*. ‘Se podrian obtener conclusiones parecidas Gel analisis del pensamiento de R. Jaulin y de Ia antropologia cultural en su conjunto: al ne- gar fundamentalmente toda relacién con la historia, al reducir los problemas de domina- cién a contactos culturales, se sittian plenamen- te en el seno de la ideologia dominante y sien. pre presente en las funciones ideoldgicas del tonocimiento antropolégico. En ciertos aspec + tos, sin embargo, R. Jaulin va més lejos: cier- tos elementas de su reflexién, profundamente ‘8. R.Saulia, obra cite, pina 10 Integrados ea la crisis politica ¢ ideolégiea del mundo. capitalista, testimonian definiciones ideoldgicas especticas de la critica «derechis ta» de Ia antropologia*. BE proyecto inical de'R. Jaulin slo aleanza a fundar una nueva antropologia descriptive, restituyendo la idea de lo vivide y de total dad, aportando el testimonio de una adapta- cin objetiva y de una abierta'y profunda in: sercién en Ja vislumbraciéa del Ouro. ra inade= ‘uacién del planteamiento cientfico, forma del ‘imperialismo blanco» se presenta total en este aspecto ‘La ctnologia es la ciencia que tiene una) ‘mayor participacién en el desconocimiento de Jos Otros y, por tanto, en nuestro propio des: conocimiento, El desconocimiento de los Ottos. | no es s6lo un noconocimiento sino un.cono. cimiento negativo, el hombre como ser artifi Gial, el desprecio do su signifcacién: Ia nega Gidn de la vida necesaria en os actos cotidiae nos, Este abuso es el privlegio de la palabra oT let de las patra a tompca los hechos: no porque la palabra no pueda 4, stas fancies no son, por oto Iado,aade oi timc, poro se inerven de ena enn covet ise dco ‘tucho tls amplo, que responds sla erin ‘tat de Ia elead Banpese® en tn lero ndmero de feat (poli, cfcimlento cero, eatistote, pesmi ose i gu eel Se cere when) Ep mnifstada por ideslogor dela barzveta, “nia. geunin ete uno, de ecu ty verae Nee participar en las relaciones entre las cosas sino porque este abuso aparece sélo cuando esto ocu- re. Cuando imaginamos la palabra como cen- tro de todas las cosas aparece un conjunto, un discurso ordenado, y ¢s entonces cuando: se establece el poder y Ia estafa»®, El Verbo y el Poder constituyen los dos elementos que per- miten a Occidente atribuirse el sentido del mundo y laborar por su destruccién. El pensa- miento de R. Jaulin se plantea asf segiin una serie de dicotomias simples que se correspon- den y que podemos entretenernos en sefialar. Realidad Diseurso Discontinuo Totalizante y no fi y cerrado Tdentifcacién Objetivacion. ‘uténtica Compatibilidad Contradiceién negativa Vivido + | Abstracto Complernentariedad | Adaptacion Armonia Conquista (lucha) Totalidad relativa | Totalizadora Exozamia Endogamia Curiosidad Etnocidio Mateméticas Ciencia Filosofia Dialéctica 45, R. Juli, Gone du Soi, gene de TAutre, obra elt sy pina 2 La etnologfa situada en el universo dela clen: ia, se inscribe plenamente en el campo del no: * conocimiento; se le opone una antropologia a desarrollar, de la que R. Jaulin se contenta con tazar el esquema en su ultimo libro: descrip- cidn del encadenamiento de Ios actos vitales, formalizacién sobre bases mateméticas, com: paracién no asimiladora buscando la verdad sustentada por el Otro. Dado que la sociedad europea no tiene conciencia del modo en que se relaciona con el Otro, de su totalidad, dni- camente tal antropologia puede proporcionar- Te esta conciencia al restituirle Ia relacién con el Otro. Contribuyendo de este modo a la Ti- ‘uidacién de la «crisis» de nuestra sociedad. La negacién del discurso cientifico, ol recha- 20 del pensamiento dialéctico son otros tantos aspectos de la ideologia oculta tras el. verbo agresivo de R. Jaulin®, La primacia. dada’ a. Jas matematicas no modifica nada; el situar las. matemticas al lado de la «naturalidad» de Tas cosas, puede renovar un cierto grado de formalizacién, condicién necesaria a todo and slisis cientfico. La idea de medida, sustentada en el-penigamiento reflexivo del Oiro, no-con- tiene oposicidn alguna entre la «naturalidad> del Otro y Ia de las matemiticas, expresffido 46, guide de paso Ia teria maraista, materiality dlalctens "aye expresn el fede edn czas fi particular ‘integrin conoceaors do fo tron a eetdntes (Ging au St sens de Tair, obra laa isis 4), Podeinos detector ol mimo pa de Erdal marsitmo que cl inpaante eh la deslgia neo ‘ston. 3 de modo directo esta relacién reflexiva, rela- ida confrontada con su civilizacién y con las otras. La mezcolanza ideol6gica se vuelve aqui funambulismo. La demostracién es, por otro Jado, menos importante que lo que intenta de- mostrar. ‘Al rechazar y negar el uso de la dialéctica, al devolver el discurso cientifico a su funcién ideoldgica, 1a eantropologia critica» revela su incapacidad para ser algo mas que el reflejo y la emanacién inmediata de la crisis de Ia so- ‘iedad occidental. No parece necesario sorpren- derse ante el hecho segtin el cual esta critica concluye sus caracteristicas «deréchistas> al proveerse.de componentes ideolégicos y pol- ticos francamente reaccionarios ° 4, "Por citar sélo algunos efemploé de ert postin un! al anarauismo torrrista de deretas se regia ‘ion vist retregradh ("Para ge so enderecs esta co ‘en y no destrarnas ‘cf paquet fragmssto neces ime flfo™ de unlversg gue los Hombres ar sue en oomar, os nuceario dive Maciel arte de Sin arcana y To pequess industa fatiar'y no hala 4 Sheraccin y In Indira” Gane du Stora cade cia iS liminacon en nombre de ta nc ge Eva del Vero yf Poder quo busden acaearnos pos ones como Ta’ de Gr Deleuo’ (a acted inegracors ‘El muda blanco con respect sl mundo Indio er ean ‘lente ia" del empresrto que destaye a tn compe Uae Sa obtener ‘ningun veotafa mater ol best, Stn eit caso, rete ysmbolic, toma sealdo ‘in ‘plnteamiento no telerido a Is toaidad™ Za Pats ‘lone, pina 12) Ain mds grav, el tererisino ocala {ih concepein lita e individualist ver nots $1) al ‘poner Ig fendmease de clase as caches de ont Gite Genuea e intsecant pare tanefrmar ef mendo, A egarlos fedrmenos de Clse ("A in dependence de He definido en diversas ocasiones los ele: ‘mentos de una verdadera critica de la antro- pologla en contraposicién a la critica «dere: chistas, ‘Su punto de partida es el descubrimiento de las funciones ideologicas del conocimiento an- ‘tropolégico, no solamente de los Jazos de unién generales entre antropologia y colonialismo, sino ademés del contenido ideolégico de los ‘conceptos elaborados por la antropologia clé- sica. Este andlisis debe, por otra parte, revelar Tos presupuestos idealistas que constituyen la .antropologia «ingenuista> y «dadas, Este nu: ‘leo, aparentemente facil de aleanzar, es en srealidad y-en el perfodo actual de ecrisis» an tropolégica (y ‘ms generalmente de la visi6it ‘burguesa del mundo), el ave fénix que resurgé* etermamente de los incendios priginados por Ia falsa critica ederechistav. ‘Una verdadera critica ‘antropol6gica funda! zienta el estudio relativo del pluralismo de Jas sociedades humanas, sobrepasando el punto de vista etnocéntrico para integrar en la misma + oa cle por otra. cede Ia dependenela de unaymssa Drivada metdeaiemte ge coordenadas cultures al Hempo gue se pretende foestigarias mediante une Aemiking polticomandargectetsia, una. subevia. i.e baja cand La Pais Blanche, pagina 299) ¥ 3) Siminar el verdadero senda del proceso Ferlucanatd. Ex iSelogia podria sepomiarse Como To mala com ‘lonca” de una rociedad ea css, expresada a ras fe le poncones terorstas y cvecistas de los ntl: tales Que stan en sls de a ldslopla domino {thea toda telolon con a ma. 55 visiéncintfea su propto jlcio sobre a ss {oria paras, el Jui realizado por la otras Sortedades sobre ells mismas al telaionarfas on la capaefda de pensamiento propio y con las apscidades, que sparecen hoy cada vez més ‘maniestas, de ejercer un autocontrol, y drie SU proplo ‘destino (desvclando la aparienia imistiicadora dees relaciones socal). “a eres de fa antropologla viene acompa sada por Ia relntroduceién en fa historia, como fntes autGnomos, de sociedades_ que hablan fido excuidas por el colonialism Para mejor ominarls,y por fa sntropologa para poder ‘spropliraias como objetos elentiicos, Po- dria discuss ta nevesidad histérca de este Aoblesubterfugio, peo nuestro propio po ex fblar sobre Ins posbiidacs de ia historia, de fon modos de produccion.o fas de Tas eas: os conformamos eon seal el carder hist Tico de este timo «corte en ef campo episte ‘nolipco de la antropalogiay de ls problemas due plants un verdadero peosamiento critic. {Este pensemicntoertico no puede contentarse con negara contenido eintiico qu lo ha pre edido bao pena de perderse en una newacin idealita de las props condicines de un pen samiento entice” Vaelwe hacer cargo de fos problemas reales sustentados por Ia anro- Pologiaclasca, Dos pontos aparecen como fan damentaes: =e concepta de toalidad de una sociedad be ‘mana que, en adelante, debora. considerarse ‘como una unidad histrle, verdadero objetivo {tanto de a teria cenifien como dels prést: socal as relaciones entre estructoras y fincio- ‘es, punto en el qe habfemos deja In ext de las porciones funconalistas 9 estructa. "allstas (ver nota 38) 1 mol isrico de tl ands ya este: ane ff a andi marta del made depot decom captaistay de las condiciones pee ‘ales planteadas por Marx en el esto de las fociedader humana (tori del materomo Hsteoy Al enunclar en teminos genres G1 proba de as rlacione ene infate fruttum ysuperestrctrsy ede Is deter iene dltinn instance) como exes is volun de ls socedades cna it Sia, tanlormactons dp. In ffrestucare (Condiciones de. produces), Mare planta Dor ver primers ‘el problema del formal: fn de tna toca general delat soe. {que ao prejungaba en aboluto erm a for- spas coneretas existent en la stoi ee ‘rll la naturfena dees estructnge fue ee Iran ls funciones neler de product. "Ya he sefalado los problemas dela impo tenaa flea de Ta cee mareeta dsp de'Mare, impotecia que slegan sis adverse fos sl poner en da a cpacidad para aban a todas Ins Sociedades striae, La eno Siglea gus sta nesta revision dsbs ex pica el sesurgmiente de oe condconamnin: 6 tos ideolgices de la antopologiacasica en el Seno de [a crea marsstay In constante ten tein del imtrialsmo vulgar exqaematico y tmpirco del gue hemos visto sus errores eh In ecoloya altura americana ® Bl desolo de ana een mart dea antropologa puede stuarse en Francia alrede- dre los aos 60°, Esta ctica se desarolla particularmente en el campo deta antropolo- En econdinien, en el soto de’ los sistemas SSontmics cls soctedades precpitalistas ‘hpesar de os logrosinnegablex de estos trabe- fort in proslemdtice que planean no nos con Gieine I estudio marssta de Tos modos de produccion prcaptallsta, so pena-de receer Gh las vcishudes denvneiadss ‘on la antropo- Topi elisca, debe Introduce una problema: 44 a exe nino simplifcames do manera exces setae de a a rh pedicel psoien matuint enh campo Ano Soleo ae. aaece do modo afano cota ctoclosa Toile J en aumcrsos antondogas' marys basta {ito Esta ccccoss ba contribu a Inga erm Sete te a Sons aan ee = 2 ea at me RR a nw cinch a ie a ae a aig ee Se ies ate 2S, Sabet ee ass SAD Dace erecmens fo ca original al reintegrar todos los problerias cientificos planteados con anterioridad. Alcan- zando la totalidad histérica de las sociedades estudiadas, estudiando las transformaciones po- sibles y reales de los sistemas sociales y su ar ticulacién en formaciones sociales concretas, se sittia més alli de la antropologia. Desde este ‘momento, euna tiniea ciencia crecerd, que seri al mismo tiempo teorfa comparada de las rela: ciones sociales y explicacién de sociedades con cretas pai en el irreversible transcarso de I historias. La investigacién antropalégt. ‘ca se resuelve en la teorfa del materialismo his- t6rico, en una teorfa unificada de las sociedades shumanas, del hombre en sociedad, i Al reconocer que la critica de la antropologia es el verdadero fin de la antropologia, lainti- © | sgracién de los problemas sustentados por la teoria del materialismo historico, los investiga- dores marsistas reconocen que el «papel hist6- rico» de la investigacién antropolégica no’ ha- terminado todavia. Los trabajos antropolégi- os de los marxistas.en Ia actualidad pueden ~ ser resumidos de manera breve como la elabé: racién de miiltiples campos teéricos ®. a * “Ia teorfa de los procesos de hominizaciéa sla. antropologia integra los datos facilitados por la historia, por la arqueologia, sociologfa y psi 51, M. Godse, obra ctada, pina 34. Sr Sobreesteicma puede tantltaree noerta iis 9d ‘duciin at nimero expan de La Pent, ne, ote 0 bret pienas 33. cS formas clmentales de la vida social, ete. Antropologia 3 Tercer Mundo "Ta teoria de los modos de produccién y de sus transformaciones. Ya he enumerado los En el transcurso de esta critica, la antropo- problemas cruciales planteados por este tra logfa se sitia en una nueva relaciGn con su ob- bajo tedrco, por Jo que no puedo més que Jeto de estudio que, mientras tanto, ba sufrido volver a sefalar su capital importancia para la mut mes radicales: su formulacidn en el Ter” teorfa y ls practica social. cer Mundo, cuya intervencién en la historia — In teoria de las divergencias entre socieda- ‘mundial es cada ver més patente. des humanas a la que originalmente se reducia J “Esta intervencign aparece, en eapectal, como = la etnolog'a, es una teorfa elaborada a partir la capacidad de eleccién»’ del tipo de desa, de las dos precedentes, que explora las posibi- rrollo, del modo de ser de Ia sociedad futura: Iidades de la historia en su concreta realiza: Tal eleccién, reducida en ocasiones a una emus. cién. va posesién» de sf, al ejercicio del libre albe | dif de'los pueblos dominados, corresporide Este ultimo trabajo tedrico alcanza toda: su realmente a una particular relacion de «transi importancia en los problemas de la. prictica clea = social y politica actuales. BI rol de la antro- entendemos por tal concepto el: mould’ hhistrico actual’ de transformacion de estas | ologta, cespués del titimo esta disciplina. La construccién de tal, teorfa, unida a la prictica revolucionaria ya desarrollada, esti en el seno del desarrollo de Ia antropologia moderna. Conctustén He intentado demostrar que; 1) :La readaptacién érftica de los problemas cientifics reales planteados por la antropolo- ‘fa se corresponde con el tltimo «corte» epis temolbgico y tedrico del esquema de construc-

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