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5 ni El giro lingiifstico en la psicologia social ‘Cuavoerte Duper Lows? IvtRODUCCION, UNA BRECHA FOR ANDAR LL rstesci de presentar este capitulo esl de dar a co- nocer el eontexto en el que se est dando el giro lings tico en la pscologia socal. Este gio lingistico permite la comprensisn de los sres humanos y sus sociedades 3 partirdelos procesosdecomunicacion, lenguajey cone ‘imiento, ‘Esa través de la comuicacion, del lengualey dela acumuilacién de conocimientos como los seres humanos hemos legadoa construirnos ya construir las cultras de las que formamos parte, Por tanto, el mirar ala psicolo- ‘fa socil como una retérica del pensaminto social, como ‘una socopsicologia del conccimient, nos permite ampliar clconocimiento sobre nusstras realidades sociales. A tra ‘vésdelacomprensign denuiestros propiosconocimientos societles y de sus procesos de construccn dentro de eae elated Cs ey ee Semiotics ‘marcos histricay culturalmente determina abtendrernos tres perpetvas de muro sconce, a pstoogi sci que mayor ivulgacén ha tendo a silo a paella socal traonal que inde ms let de in frecuencia de conducts individuals quel comprensin <& comportamientos soils, En eta peapectva se ha dado Ta | ‘nism pli que ene resto de las ens sociales respect | 1a difrenict entre individu y sociedad Pr otra part, | ésta psicloga tradicional, ha oro a reevanca de los com | textos histones convirinden en un picologia soi ais ‘orc, queda de no la historia dela propia mania, como Si fod sempre ite ido gual, con io que se parializan les comcint ton ‘Ante ese panorama resulta importante conocer y seguir construyendo otras versiones lternatvas la pisogia soa | traiconal que tase esta cisyuntva ind soda career ahistrio de los proceso sociales, Una de sas alfer- hativas es el giro lingistico que sees dando en algunas pospetives dea psologa soi ‘particular, enel presente ensayo se parte dela propuesta dela sociopsolgia del conocmiento gue devine dea polo fi colectvayasmismo,tambitn se retoman algunos post Indos del sococonstucconisimoy de algunas sologas del Conocimientoparacontinuarcontrayendocstasocopstolog del conacminto EE DILEMA DE Los CONOCIMIENTOS SOCIETALES Los grandes debates que se han generado sobre la pluralidad de los conocimientos socetalesy sobre su estatus, es parte del [Etta qu perma cesta Pep contexto en el. que se ha dado la psicologa socal as como las demas ciencias soils, Roe tanto, hablar del contexto dels cen- «las sociales nos leva enfocarnos alos grandes debates que se estan dando en torno de los conocimientos ¢ implica aden- ‘rarnos en lo que sea lamado la crisis de las Gencias sociales ‘Se habla del dilema de las eiencias sociales, pero se pucde conserar que st een todas las cencias (eft. Cansino, 1998; Fried, 1994; Morin, 1994; Prigogine, 1994; Von Foerster, 1994, 1998; Von Glaserfeld, 1994). Mas precisamente, se trata ‘el debate respecto al papel de los conocimientos y dl quehacer ‘entific, producida por los mismos acantecimientos ocioeco- ‘némicos y politicos que han marcado el final del siglo xy el principio del xx, pera que se recrucieron en los aos sesenta Y aleanzaron otras modalidades en los noventa, ante el proceso de glbalizaciny de cara al inicio dl nuevo siglo or lo que la psicologia socal tambien se vio embestia por «sta situacion que se produjo en las ciencias sociales y, al igual ‘que elas, se halla ante la compleidad de mtiples modelos y en- {ques tebrcos, ante la polémica cuantitativo versus cualtati- vo, individuo-sociedad * asf como ante la interaccign con otras Aiscipinas coma Ia antropologta, las cencias de Ia comunica- clon, la historia y la sociologi. Inclusive, en los stent s ego 4 cuestonar sila psiologia socal era un irido dela pscolo- ‘gay dea sociologia (Moscovici, 1970; Tortegrosa, 1974) y, en ‘esa misma ¢poca se comienza a plantear a la psicologia socal ‘como una construccin hist6rica (Gergen, 1974) En as dos tltimas déadas de los noventa, esta crisis decono- -imientostambign puede ubicars en el plano académico-adii- Ee ips nti si mt lpn ete cal pre a pin ci “enya oe casas ae nistrativo, Por un lado, porque se ha producido la separacign del conocimiento en coordinaciones o departamentos, prove. cand el aslamiento de las diversas disciplinas que conforman Josconocimientos,asfcomo porlasaturacin de as universida- des. Ror elotto lado, porque shan generado tendencias inst cionales que burocratizan ef conoeimiento al dablegario a las necesidades poltico-administrativas y a los interests patie lares (Andrade, 1999, 1999a; Giménez, 1992, 1994, 1994a, 1995; Wallerstein, 1996). Esta diversas situaciones que han atravesado las cencias secialesy, en general todos los conocimientos centifios, ya set que les llamen crisis o no, es lo que algunos autores han nom- brado posmodernidad (Lyotard, 1993; Maffesoli, 1993; Unda nibia, 1994; Vattimo, 1994), La posmoderniad enteda como lun proceso que se caracteriza por el cuestionamiento ala uti- lizacion del conocimiento como mercancia ya sa legitimacin como poder y recurso administrativo (fr. Focal, 1963, 1977, 1979, 1986; Gonzdlez, 1988; Matfesoli, 1993; Moscovicy ewstone, 1984; Torres, 1999), Como la sefiala Torres (1999) “Las ciencias naturales marearon la pauta para disiplinar el pensamiento rebelde y l carmbio social”, com lo que se ha inte {ado volver administrale este dtimo, Laruptura delas grandes ideologiasy de los discursos unt- voeosse ha dao pore continuo debate esprtoa esta totaliaci, dado paso la pluraidad y aa civesklad de pensamientos; ante Joc}, sehan construido otros modelos de conocimiento, eos {queno seconciben verdades absolutas, sino distintasperspect vas y procesos de construccin de realidades sociales Lareestruecturaci que se est generando ene bio en tifico, puede mirarse como la expuestaa la diversdad de cono- cimientos que se construyen euiando se estudian los mismos bjtos de investigacin hj ferentesperspectivas. O bien, corno la relatvizacion de los limites entre las dsciplinas, porque, por un ado, nos unen los enfeques tedriensy, por elt, los objetos de ands, Situacin que ha genera a rand en la corstrucin de tonoimientoey la praia ec ates proceos de nferscion tena’ ete os 9 mls dispinas sont que Giénes (1995) ha nba iri ‘Sty, se este mismo aor, Wo ue pris la Sno act vs Gena soc. A queen oft, lo es nie ls dicplings van a estar dado, pore enfeque tein 9 por nivel de ands, ms que por su ait de tao ee Ties, 1996, Walrsti, 1996). Me ido needa os conocimintos sue sh ido un romance para dr apertura scence Snel iversidad yi paid (cfr alr, 196) En terminos genera los Plantearentos de apertura se han Centra e la dcusin y pstnecl de) I universe de tecnologia ante as problemen: eos; asst tuckn dela ein moderna por el septio poser ted carder abtroct dela grandes tor ane cet ipecto tural en la iverasdiptinas nec peradbndelovenfoqushemenetvos papell ‘mo objeto de esto y como clave pra la autre tpsteelin de as spin. a compres le po cro ua costracsihsch , Planteamientos que también han sido tema de discusi6n en ts demas pins as como en os dicts posmoderos Inclusive Walt (1996) onal propust de Pgogine Y Senge ot Malerstin, 1096) sobre un laa al "en sx ie ins cantamiento del mundo”, ene sentido de quelos eres humanos tos volvamos a reconocer como parte de la naturaleza, como tum universo tinicoenmarcado porta flcha del tiepo.® For otro lado, ha habido un gran impacto en ls ciencias sociales por parte de los discursos posmodernos, feministas y Ae otros grupos minoritaros; con lo ta, la relevancia de los ‘conocimientos “no ofiiles” ~que han sido marginados— ests Sendo reivindicada. Este impacto ha tenido sobre todo efecto en los enfoques culturalistas, ya que através de ellos se han ‘etomad las diversas eras provenientes de estos dscursos y se est reconsicerando el cardeter masculino yeuroctntrico det ‘onacimiento, as como dl predominio de los dscursos ociden- tales (cfr Gonzélez, 1988; Torres, 1999; Wallerstein, 1996). ‘Como también Wallerstein (1996) lo sefala, en la versién de racionaldad teenoeratica se ha dejado de lad e ignorado a quienes no se adecuan a ella, Jo que alude, sobre todo, alos {grupos minoritarios y étnicos. Estes sectores dela poblacin han Sid incluidos en la categoria de vestigios premadernos, para poder ser eliminados por el avance del progres, pues se elif ‘como acentifico “cualquier tratamiento serio inmumera bles conceptos, valores, creencias, normas ¢insituciones que ‘alga en esa categoria, Se ha legado a olvidar la existencia de ¢sas visiones altenativas del mundo y de sus portadores, primiéndolos de las memorias colectivas de las socedades ‘modernas” (Wallerstein, 1996: 94) Por tanto, abordar el estudio de as socidades através dela ‘eanstruccn de los eonocimientos socitaes y de ls procesos de comunicaciin y lenguae, permite, no solamente resatar la relevaneia dels conocimientos colectivos (conecimmientos cti- ‘anos, locales, de grupos marginados), sno, la reivndcacdn de Jos conocimientoscentifios. Ante lo cual, cl discursocientitico ddeber enfrentarse aun debate epstemoldgico, ene nivel de le- 1g ungustc gn pleco sitimacién socal de los conocimientos, por lo que se comienza ‘hablar de una epistemologfa social (fr. Giménez, 1992, 1995; Delgado y Gutérer, 1995; iz, 1996; Wallerstein, 1996), Bajo esta perspectiva, estariamos hablando de otra concep con del ser humano, de otra forma de pensarnos, en la que la racionaldad ya no seria el punto metular, sino que habe que consderar la comunicacin, la esttia, la ética y la afectivi- dad como partes constitutivas dl pensamiento soil. Estamos hhablando del resurgimiento del sujeto colectivo, asf como de sus procesos constructores EL cizo uncoistico. Para poder comprender esta transicin terica del giro lingis- tico que se hi dado en algunas versiones de la psicolgf soil es importante conocer el contexto en el que particularmente se than construido la picologia socal y la pricolgtaeoectiva, para {quede esta manera nos podamos adentrar al socioconstruccio~ nismo y a la misma psicologiacoletiva que nos permitiran pasar de leno a la sociopsicologia del conocimiento. En la division de conoeimientos cientificos en la que tradi- conalmente nos encontrames, la psicologfaeolectiva se considera lun campo de conocimiento dela psicologia social a cual as ver, e un drea de aplicaci dela psiologa general. Sn rbsargo, oficialmente, debera consderarse a a psiclogiacoectiva como ‘un Ambito de conocimiento auténomo; ya que, studia los procesos coletivos, que no se enfacan ni al individuo, ni ala sociedad, sino, ala interacci6n social, a la comunicacion y al Tenguaye "Ante le cual, la psicologia coletva, por una parte se sale dl Ambito de la psicologi ilvidualy, or la otra, de las demas dliscplins que se aboean a estudiar Ia cara pst, Ia sccedad y ‘sus instituciones. La psicologia colectiva es un campo decono- SEAsRUERES OnE EaEEREORE EA ‘imiento en proceso que ha construido su propio punto de vista (fs. Ferndindez- Christie, 1994), sn limitaciones disp nariasy se ha enriqueido com las aportaciones de diverss auto res de las ciencis sociales y de las humanidades; pero antes que nada, la psiologia colectiva es un Ambito del saber que deviene de la cultura y forma cultura. En trminos generale, la psicologia colectiva es la hase para la comprensin de os corn- portamientos individuals La psicologta colectiva surgié como pricologia de las ma- ss, psicologia de os pueblos, psicologia de las muchedurbres y/o pscologia seal; aproximadamente, a partir de mediados de siglo xx. Sin embargo, e enfoque colectivo y la pscologia de as masas fueron olviados y, lo que se desarrllo con mayor auge ¥ predominio, fue la psicologa social tradicional. No obstant, hacia finales del siglo xx, vuelve a resurgir e interés por los procesos colectivos y os fendmends de masas, con To que rena clapsicologiacolectiva ft. erméndez-Chrstlieb, 1994, 19944, Moscovici, 1985) Los antecedentes dela psicologiacolectva, pueden ubicarse en autores como Leon, Tarde, Rossy Freud,” quienes dieron las bases para el estudio de las masas (Ferndndea-Cheistlie 1994, 1994), Continuado el sigo xx se siguieron dando diver ‘2s publieaciones sobre “psicologia colectiva", en las que se pueden observarintentos de abondar fendmends como ede la rmuchedumbre, el alma de los pueblos de otros movimientos sociales, que aunque diferan del estudio de las masas, fueron tambien busqueda de eso que no es ni individual ni social. ‘De acuerdo con Fernndez-Chiistieh(1994a), el inicio del estudio de las masas se remonta a la época en que aparecis «libro de LeBion, 1895, el cual Fue publicado varias veces. Sin tembargo, el verdadero interés pore tema se debit al temor de In irrupeién de las masas en la vida pablica, con lo que se tam- Ialean los limits con la esfera privada. Esta situacion que se comenz6 a dar desde el siglo mx, se tradyjo enel miedoal deo camino de las instancias de poder instituctonalizadasy dels formas de gobernar. De esta manera, las masas fueron los fend menos que provocaron el sobresalt ye temor de orden nds trial (Fernandez-Christie, 1994a; Moscovie, 1985) Por tanto, son los diversos conflicts sociales como los magnicidios,linchamientos, revueltas y motines, en especial los acontecimientos dela Revolucign frances, os que hicieron «que el fendmeno de masas se tornara de mayor importancia (Moscovic, 1985). Deal que el estudio delas masas haya sido €l inicio dela psicologia social y, ms propiamente dicho, dela psicologlacolectva, La psicologta social se inca "..con lo que Rijsman (ct. Ferndndez-Christlicb: 67, 1994a) lame ala soce- dad amenazantes Sin embango, el interés por el estudio de estos fendemenos se Aj de lado, Entre otras cosas, ello obedecis, por una parte, @ {ue el fendmeno de masas no puado ser abordado bajo la “ogi- ‘a racional” del predominio positivist, lo que lo torn irele- vvante; pose a st presencia e importaneia para la comprensién {elas sociedades de los seres humans, Por otxa parte, algt- nos estos de las masas dervaron en teorias dela raza, y5€ cenfocaron a aspectos de la pscologia individual y hasta aspe- tos biologicos, perdiendo de esta manera la esencia coletiva (Feenandez-Cheisteb, 1994, 1994), Lo cual permite comprender emo se fue desarrllando la psicologia socal de corte individualist, que ela que se conoce tradicionalmente en la actualidad, No obstante, en este devenie dela psicologa social contemporsnea, hacia finales de los cin- ‘senta y principios de los sesenta resurge el interés por retomar tl estudio de las masas y de otros fenémenos colectivos como parte de las nuevas propustas para la construciin de na pi ‘cologia socal ritiea. Propuestas que vienen, sabre tod, de las escuela europeas de psicologia socal." Es, por tanto, la déeada fe os sesenta cuando el escenario de a pscologia social da un {gran viraje con el replanteamiento de nuevos intereses de con: stor nuevos intereses de conocimiento, son el resultado de se contexto de debates, en los que la psicologia social, al gual {quelas demas ciencias sociales y, en general, los conocimientos entificos, han estado sumengidos de cara las crisis econdni- politicasy sociales que se han prodicio en occiente, Si- tuacidn que ha propciado el euestionamiento del conocimiento ¥ del quchacer cientifico as como el precominio positvista con ‘Au exctsivo énfasis en los modelos experimentales,y ha gene- rad el replanteamiento de los conocimientos cientifcos ast ‘como su dvisin, Estas condiciones sn las que han permit l surgimiento de diversas altenativas en la ciencias sociales, incluyendo a la psicologia social, Como parte de estas rss, también se ocasiond quel pico logia socal se dividiera en psicologta social tradicional (de corte indvidualista y ahist6rica} y psiologia socal colectivao psco sociologta (de caracterhistotico-politic), la que tuvo como resullado que en algunos paises de Europa se considerara a a Psicologia “psicosocal” como una discplinay, ya no, como ‘andrea de aplicaci de la psicologla general "En México se siguiron principalmente las orientaciones de Ja psicologia socal tradicional, que son las que predorminan en Estados Unidos; salvo algunas excepciones, como es el caso de Ja Universidad Autonoma Metropolitana, en donde la psicolo~ ga social se retoma como disiplna y, algunos de sus principa Tes representantes, tenden a considerarla mas bien como Lg hoguic en pcg psicosocologta, psicologa de a liberacn y pscologia politica, ‘no obstante que s le denomine psicologia social, en trminos {generles El tro caso eel de a psicologiacoectva (cf. Fr- nnder-Cheistlie, 1994) que, a pesar de que “fcialmente” se le ubica como parte dela psicologia socal sna perspectiva con su propio punto de vista que viene a revolucionar ls enfoques tradicionaes dela psicologia® Enlos demés pases de América Latina, augue la psicologla socials sigue considerando un Area de aplicacin del pscolo- fla genera, también se ests dando una tendencia a enfocarla| ‘como pscologia de a liberacion y como psicologa potica, para ‘iferenciarla de la tradicional ‘Noobstante, que en Estados Unides, a tenwencia mas Fuer- te versa sobre la psicologia social tradicional, tambign se estén dando algunos cambios hacia el giro lingistco, sabre todo con fl construccionismo social o socioconstruccionismo (ef. Ger fen, 1989, 1985, 1991, 1996, 1996a). Desde el inicio de la dea fia de los ochents, seg Colle, Minton y Reynols (1996), se ‘sté dando también un éambio mas pronunciado hacia una’ prcologia posmoderna. Y, de nueva cuenta, como lo hicieron '& principios de siglo, los psicdlogos sociales estadounidenses| ‘estén acudiendo a los europeos (Collier eta, 1996) Paraestos mismos autores (Collier eta, 1996), actualmen- te hay cinco tendencias que podrian ser consideradas bajo la perspectiva dela psicologi social posmodernao, bien, lo que en minos generales seconoce como psicologias sociales alterna tivas, en las que en algunas de ellas se est dando el giro lin- allstico: la etogenia de Harré, las representacones sociales de Moscovici, el soioconstruccionismo de Gergen e Tbéiez-Gra- cia, el andlisis del diseurso (Bilig, Potter, Shotter) y lapsicologia| social eftica (Buss, Sampson, Sullivan) Desde el dmbito dela pscologia social fo importante ha sido que esta brecha que abrieron los psicdlogos sociales al reinicar| ‘estudio de a psicologia de las masas y de otros Fendmenos coletivos, ha permitido rescatar las aportaciones que diver- 308 autores han hecho al estudio de lo psico-coletivo, tan rmenospreciado por la psicologia socal tradicional. Lo cual ha levado a investigar otras procesos como la comunicacion yl lengua, los conocimientos societal, la influenca de las mi- hori ativas, la afectividd coletva, la memoria colectiva, as ‘como la relevancia de la vida cotiiana en la construccion de las reaidades sociales, por citar algunos elemplos. En general, se estén abonlando diversos procesos socales-coletivos que ‘ho habfan sdacontemplados por lapsicologia soca raicional de corte individualist, ‘De esta manera es como la psicologia social-colectiva se ha continuado y, a esta reivindicacon de ocoletivo y de a com- prensién de las masas, se han sumado las contribuciones de Aiversos autores como Alberoni (1982) y Canneti (1982); ast como las propuestas de Fernndez-Christlieb (1991, 1994 1994a, 2000), quien presenta, a partir de a comunicacién y del Tenguaje, proyecto de pscolgiacoectiva, en el que se induyen, entre otros proceso, la psicologia de las mass, la afectividad ‘colectiva y la construcciin de conocimientos. Para Fernindez-Christleb (1994), el devenir dela psicologla ‘oletiva puede categorizarsesegtinlos intresesde conocimien- to que se dion en ls distintos momentos hst6ricos: ‘hn al siglo x, surge a interés hacia los Gecutantescoletvos las ass (Leon, Rows, Tae) Rostra que ve da entree juego ea subjtvidad publica y la ieraconalidod grup ‘Al inicio det siglo interés se enfoca a as prvicciones co ‘tvs: cultura Wud, represetacones(Durkh),opsones (ade alas elaconescoletvas:conversacin (ie), soa ‘id (Simmel) yal centro coectivo:comanicacon simbicn (ex, ‘Hoa 1920 se da el enfoque en torn a as marcos coletives percep afetividad y memoria (Blondel, Halbwachs) "inte 1930 y 1960 seenfatian es situcones coletvas: ner sn y gestal (Lewin, Asch, Sherif, Cant, ‘De 1970 21980 surgen ls gnoselogascolectivas: represen tacinessocles(Moseoic retra (lig) construc Sociol (Gergen, Hoez-Graca)™ etogena Hare) andlisis det haces Shots, Ptr)" Al inicio de la década de los noventa, la psicologiacolectiva se define como un punto de vista (Fernindez-Christlieb, 1994). En términos generales, han sido estas ls eonliones en las «que ha resurgio la piclogicolectiva y se han orginado las d- Versa alternativas terico-metadologicas de la psiologia so- ‘lal de eaa ala ersis de conocimientos en la que se sumengio la psicologia social tradicional Crisis que en el dmbito profesio- nal sea manifestado en la incapacidad de construir proyectos de sociedad, con su consecuente fracaso en el planteamiento de ‘modelos alternativos de organizacion y cambio social EL papel que ha juga la psicologia social traiconal en a sociedad ha sido imitado, ya que ba fungilo nada ms como lagnosticadoray reproductora de las condiciones sociales do- rinantes(Ibfez-Gracia, 1996). situacidn que ha agudizado U> “oO$ OwNLAINA suo un 3p ee 98 2A SPU nb ‘S|HEYSGO ON afenua a0d wpe 1290S UO!D omasuoo eun 59 oxsauaBOUOD [ & sRfs 59] ALD SoUODEPL Sey ap spaeay © uep 28 pepeas | ap sauoEON}stOD se ‘opHE punt any @K ould ‘aoRAM| 020705 MP OF PUT (5661 PIMETZIEN "F661 ‘PPIBSED uD, ‘R661 “66 BOI UOK REL "AM 661 HBB “F661 ‘ULOW 'B66t "ALAND “boot SAME A PU “8661 “UUSUED 3p) tex ope 2p ena osisaud tu o1u09 an TEBOS PP 2s 2p 4 O}UBNTIOUDD fp EISROPONYSUOD 2p 3 > ‘peaguad ey 8 A (suas se 3p 24 UD F389 OPN pp UDP Snasuoo ep ofa fo to ssety ae eanysod wun ey “ope ang ous un was 059 2p ny ‘ann aqtADoUED 2p OPO J orans aaj worepusaqp ou BA eos popeas w|2aaN an tugponuysuon ap 1)p9189 je opadsax upuo> wa sojund sounse tueluion oustuoponnsuoso.0s 2 omstatansysu09 Et sop 3p oun pro u> ope yas anb pepysiontp eA auene p uo ota9 js s0quaq OU) 5012p uoKons S409 e a expryss oun ped an sossaadl 50 2p ‘eoxaojp of seater aed oe ‘sonbosw S0p 504 wrUNPP 35 fou anb opeoidoad ey anb of soups onto Sou) SO 2p epson upraeantan 8 Opep eH 26 2quDKAeUOENPEAL (host “ZAIN [9661 "HRDO yp) we’ anb saqeos senppi sey u2 ott09 ‘pepayos ef © A ops §uqzouo 2p waa0} vy uD oqUEY ouusGE LEAs uN UUaseU INb EA faueyodiss eas 9p os serauaDyp Seno “owstspTUysUD JP too vp 26 anb eysuaaadyuca &| ap ssi te ayawepeA go eAaq sou ‘xusossyngs4000}0s 9 04 qe nb Of 04 ‘ISTAKINAISLOD [24 oUSTHOFONESHOOAROS [9p OED «9 as 'seanueysns seaeijouoysda sepualayp uepsens anb & Js anya soyqeion os acuits 041 ab scati¢n sanboyuo 2p Peprsianp etn opep ex 2 eystuoponinsues oycty 259 te erjaej syunuens 59 an ow & oxo um ‘ou sayundxued so uesapyst anb of e90; OPS 31) soda (R661 “2NOU LOL ANSINE-ZAPUPUA C56" 1661 ‘6861 ‘U2B25 3p) seer sanboyuD SO uo WEDD 3 anb soap} sowistuesat 2p soy 50{ 2 Sse wD Op? ‘25 eystuononssuo> uotsosip o 'qe.9u2 SOURS uy (@66t “2}0H) seuoszed se, 9p Esto OpuEURUteNS ep -aojge wapond 3 anb souonsan9 U2 seIopURINpA ‘ses A soqypuoqen sexe s9a0qsor9 2p pitas P| UDO 25 "BDUD Hp eYOSOA ww oondo OpHUDS wan eons eyosoqy e| 2p sofeqen $0} OULOD JSP "(R661 ICL ¥9 'T66t Ayo) coup}a1 ow coyosoqy OssnosIp AP WZTEITYEU e WED, ej dai ab sfee}s0[ ups estuoponysuo> ou ey (9661 “UPIEPIEM ‘R66 “ANAL “FOL Zauval 'g664 "Z2U9IND A opesipa ‘C9661 UBD “6661 3D eypuy 29) OwRUTOUOD 9 UHI: ap sat 0] 9p OWED see ‘ousia}s Pp P A ousteas pp sNIEIED Panwa UOITOSIP up 26 anb se, Ua seo4499) saquts405 “soon ste A $09 quae SoyuoquIpoUDD S059) So ua europa a Beas anbojua fe uopsodesquoo ta uakistia ab sestuo|onsys409 5 uouiao se] olan saqeqap spit so 3p opat09 ‘opunur P augos uquos9 A uaynosiy “amygey SeUOSsAL soy anb eppaut ww undnsysa09 35 saDOs sapere sy SOP $9 fenB2] pp & woDeayuniad e 9p S984} v PIO UORNEL 2yut fw ExauD8 as an JeOos upraNUz|SUOD 3p O;0AC UO LOE Tes0s pepe 4 oxuaruipouco 9 anb exapistion ankuod esas “2p 5 24uaI09 v9 '>yuE}SGO.0U“seyFUOHINAETIOD sqLARIDA fe ap aed onto afsne mstoronsysaaaoge8 abo Fy eArpoIe> sfojonpsd ej uo upia09 ua soyund soundye J2u2) 2964 Of ‘nb 0} ‘oquaiuBoUE> f9p oxk!UNBOUAD axa ‘Aap 59 ‘OWE “ssuad jp woup}as ouUeD [eD0s BOOS wf w HOHE ‘ous sso afin A agente ef 3p aed sapepaq0s ss £ sousuany 2195 so 3p oxpns9 9 operat ey anb senna como tn proceso y un producto individual (fr: Cansino, 1998; Delgado y Gutiérrez, 1995). Sin embargo, este cambio hacia tun construetivismo Socal, podria considerarse como los ini ‘os de lo que Harré (1992, ct, Shotter, 1996; cfr. Har, 1989) ha llamado la “segunda revolucién cognitiva” (ctr, Shotter 1993), en la que se esté dando una tendencia hacia una infraestructura lingitica, ya no perceptiva Esta segunda revolucgn cognitiva ela que a adoptado un giro lingistico que considera “las capacidadescognitvas como forméndose en lo que hacemos y decimos” (Harr, ct Shoter 1996: 223) Poscin en la que se tende “a destacar los aspec tos podticosy retGrcos, sociales istricos, ast como los pla listas, ademas de los aspectos responsivos y sensuales del uso de enguaje"(Shotter, 1996: 224). Se trata de un enfoque dia- lego argumentative del crecimiento del conocimiento que pretende dirgirse al desarrollo de un riuevo omen socal que ss tente formas polifSnieas de la argumentacién como formas relacionales de vinculacién mutua (eft. Habermas, 1985, 1990, 1994), H constructvismo social se esta desarollando como parte

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