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LINO CICCONE BIOETICA HISTORIA. PRINCIPIOS. CUESTION . A Pelicano PREFACIO El titulo, Bioética: historia-principias-cuestiones, indica ya con bas: tante claridad la fisonomia esencial de este volumen, Primero fue pen= sado como un complemento al libro de Moral de la vida fisica: La vita vumana (Ed. Ares, Milan 2000). Un texto, por tanto, que podia aspirar a ser ulizado también en las escuelas de teologta, y asf se antnciaba ex: presamente en el Pefacio. in embargo, al comenzar la redaccién te he ado cuenta de que ese proyecto era excesivamente ambicioso y presun- ‘oso. Una elaboracidn sobre biodtica no puede marginar, desde los co ‘mienzos, una serie de complejs y discutidas cuestiones, unas profundas, otras sutiles, que se tratan en la literarura sobre el tema, pues equivaldria ‘a que su comprension quede reservada solamente alos especialistas en el tema. Por este motivo, me ha parecid necesario por mi parte replantearme proyecto inicial. Este volumen quiere ser solamente un primer acerea- ‘mientoa la bio¢tica, a su historia, a su fisonomia ya alguna de las nume- rosas cuestiones coneretas que una praxis dfusa y consolidada considera {ue pertenecen al eampo de la bioétca y que se encuentran ampliamente presentes en los medioe de comunicacion, por lo que también forman parte de la cultura de la gente comin, Por consiguiente hay aspectos, elementos, cuestiones, integramente suprimidas, otras apenas esbozadas. Sin embargo, no faltan, entre las ‘notas ¥ las referencias bibliogréficas, referencias de algunos de los mi cchos estudios existentes en los que se pueden encontrar desarrollos ¥ profundizaciones. Por tanto, el bro no es para quien haya asst a cursos de bioéticn 6, cuanto menos, estudiado tratados amplios sobre el ema. Se dirige, ms bien, a quien se acerea ala bioftca por primera vez y quiere tener tuna primera orientacién, TTeniendo en cuenta estos limites, «gn investigador de relieve no duda en ver en él la prehstoria de la bio- tice? Hay que afadir alin otro elemento con referencia a los Estados Uni- dos, debido a que ese seré ms adelante el lugar del nacimiento de la bio- ‘tic’ En la década de los sesenta sucedieron algunos hechos que term naron por provocar un interés nieve y difundide en los problemas éticos ‘en el mbito de la vida y dela medicina. La divulgacion de abusos come- {idos en laexperimentacién con seres humans y en otros ambitos dein vestigaciones biomédieas suscit6 discusiones vivaces en Is opinién pi- blica yen el mundo cientifco, con significaivas repercusiones también 3 nivel politico. Aparte de los abusos, una toma de conciencia creciente de faspectos y consecuencias deshumanizadoras de una medicina cada vez ‘mas téenica aportaba tuna contribucién considerable a la difusion de un ambiente cultural que era favorable, incongcientemente, para acoger {ue serd al fenomeno dela «Bioeticas. De este modo, en 1967, se produjo fen el terreno académico la undacion del primer departamento de Cien- cias humanas para estudiantes de medicina en el campus de Pennsyva~ nla y, por parte del gobicrno USA, la constitucién de un comité para el ‘conirol dela experimentacién sobre sujetos hummanes, mientras que en los ambientes del Congreso se percib(a un interés creciente por los Valo- ‘es Humanos en la Medicina . + aos discuros, ademas de ep ns cleccionesoliciaies, se encuentran yeunios eno! vr iar At Pol Dt ate, Nd, ans 338 power "TG huso. fa spehsorias del bcc, G. Roney olahoradores, Bice one sale foamed St Tain 1998-99381 S88. 5 Fleas fcc nd eg nda, Rs, Le prim pla. i, Cor ce Riso years, late ronan) Leserigenes del bittica 13 En este ctima y context, y gracias a la genialidad de un conocido f- losofo, Daniel Callahan, ayudado por un amigo psiquiatra, Willard Gar- in, se funda en 1969 una institucién euyo ttulo es ya un programa de biodtica antes de que exista: Institute of Society, Ethies and the Life Scien- ‘oes, ms conocido como Hastings Center, debido al norabre de Ia ciudad en la que tuvo su sede, Hastings-on-Hudson, a 20 millas al norte de [Nueva York. Su inspiracion de fondo era que slos problemas éicos de las ‘modernas biotecnologias necesitan, para poder ser solucionads, un es fuerzo interdisciplinar sin precedentes y una clara voluntad de reunir ciencias experimentales y ciencias humanass‘, Enseguida podremos constatar que en estas concepciones se encuentra ya el nicleo central de Toque vaa ser llamnado «Biotticas En este momento tenemos elementos suficientes para comprender ‘como se ha llegado a la aparieién de la biottica, evitando el riesgo de atribuirla enteramente a la genialidad de una 0 dos personas, aunque ‘sta genialidad se ha producido. Ahora vamos a centar la atencién en ‘este tltimo factor, que, en el contexto que acabamos de deseribir sin fale ‘sar exageraciones aparecers como un papel, desde luego, de primer plano, aunque no como factor dnicoy determinante. 2. BL NACIMIENTO DEA BIOETICA ste papel de primer plano en el nacimiento de la bioética hay que re- ‘conacérseloa dos centfios clinicos, de origen holandés, pero que en los ‘aio sesentatrabajaban en los Fstados Unides: el oncdlogo Van Renselaer Pottery el fisiologo de embriclogia humana André Hellegers (1925-1979), ambos catedriticos universtaros einvestigadores. Potter posee el mérito {haber forado el terming «bioetica» y haber elaborade los rasgos esen- clales de la fsonomis de esta nueva rama del saber Por su parte, Helle- fers «fue quien introdujo el termino bioetica y con €, un campo de inves- tugacion de interés comun, en el mundo académico, en el de las ciencias bbiomédicas, en el gobierno y en los medios de comunicacién-*, apor- tando, ademés, cambios notables al modelo de biottiea delineado por Pot- ter Pero sobre todo esto hay que aporiar algunos datos posteriores ‘La aparicin del término «biosticar tiene fecha y slugare precisos. En 1970, Potter publicé un articulo con el itlo Bioethics: the Science of “G. Russo, La prima pier: Hastings Centr, en G. RUS80 y colaborndores,Bioetica ere merci etgee ta G. Russo y colaboradores, Biaetica general «fondamentate (0. €). p31 ia ‘Survival, El titulo, ademas de lanzar el nuevo término, proponta uns ‘concepcién precisa de bioetica: «ciencia de la supervivencias. Exse ‘guida veremos cual es el significado de esta expresion. Potter, al poco tiempo, le bade otra y no con un artielo, sino con todo un libro: Boe thies: Bridge tothe future, que aparece en enero de 1971) yen el que es- tin recogidos varios de sus aniculos* Reduciendo a lo esencial todo lo que habrfa que devi, incluimmos un :minimo de explicacion de la no habitual terminologsa v de la concepclin inicial de la biotica por Potter. Potter compartia con otros estudiosos y ‘pensadores ln convicein de que Ia existencia de la especie humana no Solo no esta garantizada, sino que se encuentra seriamente amenazada Esta amenaza se ha hecho particularmente grave en nuestro tiempo de- bio a Ins graves alteraciones de los equiibrios bilégicos y a la creciente contaminacién de los ecosistemas, fruto de un saqueoinsensato de lana turaleza por parte del hombre, que actualmente se encuentra en posesién de formidables poderes manipuladores, que le han conferido los vertigi ‘nosos progresos tecnoldgicos. especialmente en las biotecnologias, pro- " Podemos intuir ya en qué sentido los nuevos estudios se configuran como «ciencia de la supervivencia» y «puente hacia el futuros, puente entre ciencias experimentalesy éica que esté en condiciones de garanti- var el paso, un «pitentes hacia el futuro, Pero ¢por qué llamarla bios tica? Es singular y sorprendente la respuesta que el mismo Potter da a Reich en una entrevista de 31 de agosto de 1992: «Un dia, mientras se Alejaba de "McArdle Laboratories forCancer Research” de Ia University (of Wisconsin, se broté en la mente de golpe la palabra "bioética”. que “fue precisamente un Eurcka feling’s!. Intuicién de la que el mismo Potter se ha encargado de mostrar la racionildad de sigificados y con sect eg de Uihey of Wicond, eens in Boe an Medios ‘Tedieral Peirce al, Eogelwood Cite * Bator que prpsctons lsu mismo WR. Rome, Ble al ml. fia,en 6 Bos Gey Blois 3S mB oehce Uo pore Spo, eB eames lari) 197-5 ac Kan Hdd bowie... (6 ¢).p3- woWoana' Rant del Bones (ee) pay noe 16 en p68 fos ongenes dee Biotica 1s tenidos: «La Bioética ha aparecide como una nueva materia de estudio que enlaza el conocimiento biolégico con el conocitniento de los sist: ‘mas de valores humsnos [..] He escogide bio pata indicar el conoc\- 'miento biol6gico, la ciencia sobre los sistemas vivos, y he elegido erica para indicar el conocimiento sobre los sistemas de valores humanose! De modo més amplio: «Fl género humano necesita urgentemente de ‘una sabiduria como guia para la accion, un saber cdma utilizar ef cono- Es eure y sorprendente I matizacin sobre estado del érming «principio mors hc tere oem Ray Stanly Beaoede weo [inirodacsgny por nt, dea denon de ho que crfene sa alba Ye, Posen ena deci no hay aie toma ere sede de principe ions sno en es de Runes ie morse [Wasen Bnet Mele dt tice Boer Ke sey rst scorn ca. Rina) y clare, Butea gnc ondary (typ at noes TH or tnt rncpinemaraes qe no hay uc entender eel en {Be erin ees Mo sepnae monn ue car una mac ba Son So 'Sobre elton ver Acar (Ui). Qual ic perl inet? Angeli, Milan 28 Pttica 4 PLURALIDAD DE PLANTEAMIENTOS Y MODELOS 1a exposicién que hacemos @ continuacién simplifica un cusdro que ‘es mucho mas complejo, y reduce a lo esencial Ia presentacion de las di erentes posiciones 1) 1 planteamiento contractualist 0 de procedimiento En la actual sociedad pluralista, el nico camino realista que se puede recorrer para conseguir soluciones a los dversos problemas, que sean aceptables para todos, es el de ponerse de acuerdo sobre los proce dimientos a seguir para establecer las normas, Estos procedimientos, para ser justos, deben asegurar igualdad de oportunidades para todos. Este es el nico modo para evitar la va de la violencia que se produce ‘cuando aparece alguien que pretende imponer 3 los demas una solucién {que estos no comparten. Se trata, por tanto, de una ética edemocréticar, ‘que estabece lo que esté bien y lo que esté mal. con base en la fel obser- vancia de las formalidades de procedimento delisidas en consenso. Para quienes defienden este planteamiento resulta evidente que todo se refiere Unicamente alos seres huumanos que sean «personase,enten- diendo por personas: «seres conscientes, racionales[..] Lae fet. los re- «ign nacidos, los disminuidos pylquicos graves y los enfermos en estado vegetativo persistente son casos de seres que, aunque son humainos, ro son personas" 2) Planteamiento elinieo Es una posi incluso més pragmatica y desenraizada que la prece- ‘dente. Dal In imposibilidad de encontrar un acuerdo sobre los principles _generales,es mejor renuneiar a encontrarloey dedicar todo elesfverzo de a zd a dr ca80 por caso, sohucionesrazonahles a cada situacién concreta, 3) Planteamiento utbitario ‘Mis que una posicién que se distinga con claridad de la precedente, parece un complemento, en el sentido que proporciona el criterio para “1 Bucetany m, Manuals d Bote, I Saplatre Malin 191 ‘ta mas ten nuonteniie concep de peor yr paves ipa SeScran deel voheremoe mirada? ; aca estat episteoligco » considerar razonable una determinada solucién para un caso concreto: tun céleulo atento de costes y beneficios. Entre las diferentes alternatvas hay que considerar razonable y, por esto, es la que obliga moralmente, quella que resulta capaz de maximizar el bienestary minimizar cl suri ‘miento del mayor nimero de las personas que se encuentren afectadas, cconsiderandolas todas de igual valor y con los mismos derechos y, por tanto, con absoluta imparcialided +4) Planteamiento personalista Los criteroe morales hay que buscarlos en la naturaleza personal del hombre. Se trata de localizar en qué consiste la plena realizacion del hombre y los valores que la promueven, En otras palabras, se tata de lo calizar a través de qué elecciones transcurre la realizacién de todo el hombre en todas los hombres, Ser hombre es un dato que establece una tarea, Luego se estéafirmando que existe un vinculo estrecho entre an- tropologia yética, La étca erté lamada a ublcar las elecciones que, por responder ala mas profunda estructura del hombre, confirman ss huma- hidad y lo hacen ser cada vez con mayor verdad hombre. En este planteamiento coinciden sustancialmente quienes no tienen tuna concepeién antropologica reductiva,es decir, no materalista nl tam poco inmanentista, sino que responde a la realidad corpéreo-espiritual del hombre, abiera a su trascendencia, En el répido panorama dibujado es fécil descubrir una afinidad de fondo entre os tres primeros planteamnientos, y un claro contraste entre estos y el euarto, El trasfondo comin a las wes primeras es la negacion de la existencia de principios absolutos en la ética y, por tanto, la nega- cién de que exista una verdad moral por descubrir y acoger:y también la hnegacién, més radical, de una verdad sobre el hombre, su sero stt nat raleza, que sea capaz de fundamentar el deber ser. En pocas palabras, ‘nos encontramos en pleno relativismo ético. 4A DIPERENTE FUNDAMENTACION ANTROPOLOGICA En este momento se puede comprender como, para la solucién de problemas partculares, Ia frecuente coatraposicin entre la boética per Sonalistay las dems se desarrola en el plano antropoligico, antes y de forma més aguda queen el plano ético-normativo. Esté claro que se ega a soluciones diferentes sobre problemas concretos segin se tenga: 1) la Concepetén dela vida como de una tarea Y una misién recibidas que hay 0 owties (que realizar, ode un bien que hay que gozar y que se posee de modo ab, Solute; 2) ls idea de que el sufmiento es el verdadero mal que hay que cevitara toda costa, o de un mal, si, pero que potencialmente es portador de valores; 3) la imagen de que la muerte cs el aborrecide fin de todo 0 de au eu momento de imptanci dia pra persona y par des La biosticn personalista ha sido habilmente etquetada como «cat leas, para de ese modo confinarla dentro de la Telesia, pues asi se hace ‘refbe la afimacin de que se fandamenta sobre principios y eoncepeio res no demostrables por la razén y que solo quien eree en Dios y en lar velacion cristiana puede aceptar Se le adeuda, ademas, que resuelve los problemas con el argumento de autoridad, es decir, con la obediencia al Magistero eclesial. La realidad, sin embargo, es muy diferente. La antro- pologia sobre Is cue se findaments Ia biostca personalista procede, en fran parte, de una veta de pensamiento decididamente racional,¢ in- Cluso de fuera del cristianismo, que es la flosotta cldsica griega. Para esta son verdades fundamentadas racionalmente la existencia de Dios, Ia dependencia del hombre con respecto a Dios, la vida més all de la ‘muerte; elementos estos que la bioéticaetiquetads como laica» afirma ue se afirman de modo fidelsta y que, por esto, no encuentran sitio en tuna reflexion puramente racional La bioética slaica>, desde el punto de vista antroplépico, se enguen- tra, por tanto, alineada con ls esis de la filosofia moder, subjetivsta © inmanentista. Es laiea en el sentido de que rechaza cualquier referencia religiosa ode cualquier modo trascendente, incluso solo metafisica Este enfrentamiento antropologico entre la biogticalaica y la biog ‘ea personalista encuentra una polarizacion fundamental en el modo de concebir la vida desde el punto de vista ético. Para cualquier bioética, * evidentemente, la vida es un valor, ¥ un valor primario; pero, ¥ en esto consiste el enfrentamiento, para la bioética personalista la vida hu ‘mana es un valor absoluto, es decir, que lo es por st misma, por el mismo hecho de ser la vida de una persona humana: mientras que, para Is Bioética Inia, la vida es un valor solo en determinadas condiciones, fen concreto, solo si posee una calidad sulicientemente sbucna-, en el sentido de ofrecer buenas posibilidades de ser fuente de placer, de otro ‘modo es una «vida-sinvalors, que, por tanto, no vale la pena viv, pues cearece de significado, -Recogiendo las dos concepeiones con una férmula concisa, algunos estudiosos han definido la boetica personalista como ética de la sacral- ddad de la vida y Ia bloetica Iaica como etica dela calidad de la vida, sun ‘con matizaciones diferentes sobre qué hay que entender por scalidad de Vidas. Este es uno de los motivos por los que seria necesario no hablar de aca un estat epistemolice a binética laca en singulay, sino de «biostieas lacass, pero se ha impuesto ls. utilzacion del singular {Las dos concepciones derivan, agicamente, de dos antropologias di ferentes. Para una antropologta sustancialmente materalista, como es ka ‘que se encuentra en la base de la bioética Inia, la vida posee sentido solo sitiene los rasgos de un bien que es posible gozar, Una situacion de sufi ‘miento, por ekemplo, debido a wna grave enfermedad, es aceptable siem: pre quc haya una esperanza fundada de ser superada y, por tanto, de re uperar una buena calidad de vida, Pero, si se plantea una sitwacion tal ‘que la vida seve destinada a continuarse en el sufrimiento, cualquier de- Cision que no sea ponerle fin del modo més indoloro posible es vista ‘Luego, para a boéticalaica a vida es algo de To que la persona puede sisponer incluso on su radicaidad, Por el contraro, para la biodtica per Sonalisa, a vida e inviolable eindisponible y ya por esto puede ser calif. ccada de wsagradas, aunque este adjetivo puede adquirir posteriormente ‘otros elementos y significados. Desde luego, no hasta el punto, como su- cede a menudo entre biosticos Inics, de atribuir ala bioétca personalista ‘de a sacralidad de la vida, la afirmacion dela exigencta de respetar todos Jos dinamismos bilégicos del organismo, casi sacralizado". Para disipar ‘otros equivocos y malentendidos, conviene anadir que también la bioetica personalista acoge yvalora el concepto de calidad de vida, aunque evita Convertir en un absoluto, De acuerdo con concepciones filooficas contestables, Is calidad es cualidad de algo, luego es un eaccidentes de ‘una sustancia, no algo consttutivo. La calidad de vida tiene, ciertamente, ‘una gran importanciaética, pero no hasta el punto de poder fundamentar cenclla la exigencia del respeto de la vida mista ‘5 LARVOLUCION DF LA BIOETICA DURANTE SUS PRINEROS TREINTA AROS Enel capitulo precedente sea aludido a los primeros desarvolos co: nocidos de Ia biodtica, producidos inmediatamente después de su nack ‘miento, ebido al trabajo de ss inicladores, Pottery Hellegers. Ahora ex- tendemos la atencién al periodo recorrido desde el nacimiento de la bioetica hasta hos. A pesar de su brevedad, encontraremos elementos ii Jes para comprender mejor la realidad actual dela bioética y algunos de Jos obstéculos que hacen particularmente diffi el camino hacia un esta tuto epistemoldgico satisfactorio, 4 Sabre ese punto ver, por eemplo, . CsrtoRN, La morte ofsa, Dehoniane, Bolonia tose pp toa St 1) La biisqueda de una forma instiucional ‘Bajo este aspecto, las cosas han marchado como resultaba obvio es pperar Bs deci, hs habido una primera faseen la que ha prevalecido entre emasiados improvisados cultivadores dela biostica un enfoque prag dtico,caracterizado por el deseo de encontrar soluciones operativas a los problemas concretos planteados por las recientes conguistas de las cleneiae biomédicas. Esta fase ha sido definia por algunos como «cari. maticas® y, por otro, «de pionerorst, No obstante,enseguida se ha no- {ado la exigencia de una fundamentaci6n tedriea, que ha dado us prime- 10s pasos con la bisqueda de algunos principios gencrales que fuesen en lo posible compatibles con un mundo marcadamente pluralista. Lo ve- mos en breve. La fase sucesiva, ue todavia esté en marcha, puede ser Hamada eins: titucionale, en el sentido que busca realizar un tratamiento organico y sistematico de la biostca, un verdadero y propio stratado» 0 sinstitucio- ness de la bioftica, Puede ser considerado como un primer valiente in- tento, en este sentido, Ia obra en 4 volmenes Encyclopedia of bioethics, publicada en Nueva York en 1978, dirigida por Warren T. Reich, en el Kennedy Institute que hemos citado como protagonista del movimiento ‘cultural quelle al nacimiento de la biogtca". Frutos primeros de esta fase, no siempre de igual calidad, pueden ser considerados los diversos Manuales y Diccionarios de biética, pensados, en buena parte, como li bros de texto para Ios estudiantes de a materia en las diferentes univers dade, 2) La concepeién misma de biodtca En este ambto, la evolucion ha sido trazada por el mismo padre dela bioética, Potter Bxtraido de un breve ensayo de «revision general de la dea de bioética», redactado con Giovanni Russo", esto es lo esencial: ‘Estamos convencidos de que la idea original de bioética ha sido en st © Ae por elem, S. Splnsat en ol Preface alae alana 6D. Gnas Open (0.0, p.X1L {La lier foe The Fe Pry, Una sun etn, que eye nabs medkca ont y bids sis 1998.05 voleser ead pr Mean erence Nec “ae principale indcsiones bibtorfias van inlaid lial de esta primera ne ry pinion wala Hea un eat eplstmoigicd s mayor parte desatendida». Se ha producido lo que los das estuiosos de ‘nominan una svonsiderable desviacién “clinica” de la bioéticas. Ha- blando en primera persons, Potter hace la siguiente precision: La aten. cion a los problemas de ética médica hizo olvidar la idea original de bioética, que yo habla planteado con referencia al cuadro global de las ciencias de Ia vida, es decir, como sintesis de ls valores huamanos y ét ‘or relacionados con el ecosstema de la vida En una intervencidn posterior, Potter afade otros elementos sobre ‘este punto: «La idea de bivdtica ha comenzado con una amplia concep- cién que integra la biologts con las ciencias humanas para legar a una integracin mas estrecha y rigurosa de la biotica médica y de la ambien tal. A continuacién se ha visto con claridad que laética médica y la am biental han progresado por caminos completamente separados. La bioé ‘ca global ba sido configurada como un intento para integrar el sector rédicoy el ambiental 3) La relacin con ta teologta moral ‘Tambin se ha producido en este campo una profunda evolucén, que es dibujada ast por Roberto Mordaccl: «No existe duda de que el origen de la biottica ha sido principalmente teoldgic (..]. No obstante, como ob- serva Shelp, alo largo de los alos, “el dominio de las perspectivasteologi- ‘as, que habfan mareado el nacimiento y la consolidacién de la bioetica al final de los aos 60 primeros 70, sufri6 una erosién profunda cuando fi- 1sofos, juristas y otros, en el mejor de los casos, relativizaron su papel e influencia 0, més drésticamente, la rechazaron completamentes*, Mordacct pone culdado en localizar toda una serie de Factores que ‘han contribuido a desarrollar «esta progresiva marginacion de las voces teoldgicas en la bodtica, dcbida, sobre todo, a perspectiva filosecas y jurfdico politicas que han tomaado la funcién de guiar el debates. Yendo ‘ms alla de los factores més inmedistor, este autor compart la tesis de otros estudiosos sobre sla verdadera razén de esa marginacione, que es {ue ese percibe que la vor teolégica es intrinsecamente no pertinente en lun contento de “ética pilica", ene] ue solo pueden ser convalidadas ra. cc GR PUT rng a dt, 8. Rs cada Bo ane i Pomen Bn oli fli en Russo (dir), Bilao di 25 ant AAW: La betes. Questione cee problem terest votes, Closes Msn 1998, pp. SEW Sand Sep yecde Se Gat (i) cr Beh Peoples M Biotica ‘ones accesibles para todos fos individuos que participan, de quienes se ‘asume que tienen ideas sustanciales sobre el bien incompatibles entre elas. Desde este punto de vista, una argumentacion que pueda ser reco. novida expresamente como religisa es ealificada como no utlizable en la sociedad pluralist, ya que sus defensores ser acusados sistematica- mente de querer imponer su propia visién del mundo sobre los dems ‘Acusacion que se revuelve contra los acusadores, dado que quiedan all ‘descubierto como sostenedores dela tiranfa ideol6gica del pluralismo ‘evidentemente intolerante, «porque Impide a prior la discusién pro funda sobre Ia sustancia de las cuestiones bioeticat, confriendo «dere. ‘cho de palabra en la confroniacién publica solo a una determinada trad Jarmente valida y preciosa. De hecho. en ella se asume todo lo que puede descubrir sobre el hombre una ansropologia puramente racional, pero in- tegrado en un horizonte mss vasto, abierto la fe, en el que emergen Hi= ‘quezas de profundos signiicados, partcularmente en las situaciones y ‘momentos de Ie vida humana alrededor de los que se concentran los ma- yores problemas planteados por los recientes y continuos descubrimien tos de las ciencias biomédicas: la vida en su comienzo y en su apagare, ¥ también cuando se deblita, pero ain con la posiblidad de recuperar el vi- {gor (a alsin se refiere alas intervenciones sobre el patrimondo genétiea Ihumano, alas diferentes ténicas de reproduccin artificial, a las diversas diagnosis prenatales, ala reanimacidn, alos trasplantes de Srganos ¥ fotras més). De este modo se hace més profunda y séida la fundamenta- cin tebrica de In recta solucion de ls variados problemas concretos que Ia bioética esta lamada a afrontar. Tanto mas porque «las propuesias in. piradas en la fe son humanas y humanizadoras y, por ello, universaliza bles». Ademés, no se trata de Imposiciones que Uegan al hombre desde fuera, sino que indican la via que hay que recorrer para poner en acto la realizacién plena de lo autenticamente humano. Sies verdad gue Crist, segsn la conocida expresion de Gauadium et spes, desvela plenamente el hombre al mismo hombres (GS 22), entonces, o que recibe el ealificativo de weristiano» coincide con lo «plenamente humano: A estas fundamentalesjustificaciones sobre el puesto que le corres- ponde a la reflexion ticaerstiana en la bodtca, se puede afadir que exe uesto le correspond también porque la presencia del cristianismo en e! ‘mundo, de modo particular, en el mundo desarrollado al que pertencce ‘de modo natural la biostica, es consistente con toda evidencia y tambien significativo. Por ello, en cada problema que la bioética afronta, no puede dejar de encontrar un lugar una atenta y correcta presentaciGn de Ia solucion ofrecida por la reflexion étichcrstiana, especialmente, la de Ja Iglesia catolica, que de modo mas destacado que las demés iglesias cristianas posee un aunéntico cuerpo doctrinal sobre la materia, sistemd- tico y documentado. Como confirmacién de esta tesis se puede aducir el signficativo he- ‘cho que en las diferentes Comisiones o Comités de biottica, comenzando 1 LonEWeTn dn), Rolie eis ce, Dehoniae, Blons 199,152 Hci estat epstemoligco ” por los nacionsles, habitualmente se asigns tn puesto, ala par que a ‘otros miembros, a telogos eatolicoso protestanteso anglicanos, que de- ben aportar su contribucton especifica en la discusién y baisqueda de la solucion de cada problema, 'No resulta menos significativo el hecho de que se constituyen y afr ‘man Centros ¢ Instirutos de biogtica confesionalmente catolicos, tam. bien a nivel universitario o también de afirmado nivel centfico, que po- seen una rica y variada produccién de obras y revistas de biogtica {niiatvas culturales de diverso ipo [REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ‘Acar .(n), Qualeetce perl biotica?, Angel, Milan. 1950. ‘Aca Ee), Bioeca persone, Angel Man 1995. ‘Aa Documonte di Ence su rapport dt Biotic dela dana wai com 1 Medicina legal obledicia c Morales 41 (1991), 61-56 Dawes Nate sua jodacione dla bea, sLa Clik Catia 14 (1990) DaulOno R, Anropaloga ed ee, Ole le bietica mordameriana, Riis te togia morales £1 (195), 106, 205-220 Dosis A, Fondementstbligues dune bottiqu, in oLe Supplements 38 (1982) Denaro GLa bodhiqu. 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LASPRIMERAS FORMULACIONES, La exigencia de dar soluciones tedricamente fundamentadas @ los problemas éticos se not6 enseguida entre los estudiosos de la blot tiea y no es sorprendente que los primeros intentos se hayan produ- ido en ef mismo pats en el que surge la bioética, los Bstados Unidos de América El principal estimulo procede del desconcertante descubrimiento de Investigaciones clinicas con personas que desconoctan que estaban siendo utilizadas como coneiilos de india. El Congreso norteamericano ‘cnstituyé una Comision sobre este asunta en 1975, la National Comomis- sion for the protection of Human Subjets of Biomedical and Behavioral Re~ search. Bl resultado te cuatro afios de trabajo fue el lamado Belmont Re- port's, en el que se formulaban tres principios 1 Principio de autonomfa o de espcto de Ia persona: en sustancia se trata de a exigencia de asegurar el eectivo respeto dela voluntad de par ‘icipar o no en investigaciones elinicas experimentales, Para su puesta en marcha, en el informe se dan directivas para obtener un sconsenso infor mado» 2° Principio de beneficencia: +En la formulacién del Informe, es. principio se expresa en dos reglas complementarias: no producir datos, ‘maximizar las venalas v minimizar los riesgose 13° Principio de justicia: «Este tercer principio Indica el crteri segtin mimo bac ny cdo aren de G, Rss elaboradare, gut ede sont, Sede a ea dade Stor ta neat champ 3 Ehire ee da princbioe Prncpiosemerales a 2. LOS CUATRO PRINCITIOS «CLASICOS» 1 Principio de autonomia o, hablando con mayor propiedad, respeto de la autonomia del paciente [La sucinta descripcin realizada con la eitacion del Belmont Report co- sre el riesgo de ocultar Ia multiplicidad y complejidad de los problemas ‘que plantea la interpretacién de principio y, todavia més, su aplicacion [Los problemas se extienden desde clarificaciones terminologicasy de con- cepto, hasta las condiciones para poder declarar que, en un sujeto deter minado, existe una efectiva y suiciente capacidad de eleccién auténoma, pasando por las modalidades para poder hacer frente correctamente a las diferentes stunciones de reducida 0 inenstente capacidad, etc. 'No es posible pensar en exponer en estas lineas c6mo se han afron- tado y resuelto estos otros problemas, tanto en el libro de Beauchamp ¥ Childress, como en ia abundante literatura bioética durante sus treinta, aos de existencia. Serd suficienteresaltar la densidad de contenidos de Ja lapidaria expresion en la que, como ya hemos indicado algo antes, se ‘ba condensado el nicl esencial del respeto concreto a la autonomia del paciente: el consentimiento informado. Ante todo, gpor qué se habla de ‘consentimiento>? Exoepto en el cazo, ms bien raro, en que el paclente es también médico, cualquier propuesta operativa seria, tanto de carée- ter diagnéstico como terapéutico, no puede menos que partir del médico que care. El paciente destinatario de la propuesta, es una persona nor- ‘malmente capaz de elecciones conscientes y libres, y su dignidad de per- sona exige que sea él quien elja st acepta (por esto se habla de consenti- ‘miento) 0 rechaza la propuesta del médico. No obstante, la decisién no puede ser arbitraria, i caprichosa, ni emotiva, sino fruto de una valora- «ion ponderada de la situacién, valoracién que slo es posible después de lun conocimiento suficente dela intervencion que se propone realizar, de las ventajas que se esperan obtener con fundamento y dels riesgos y da- ‘os que comporia. Si el consentimiento se establece sobre esta base de informactén, se le puede lamar «informado» 'Es algo més que oportuno attadir otro requisito: lbre o voluntari. ‘Una informacién dada correctamente libera al consentimiento de las cventuales presiones internas, como son los miedos injustificados y las esperanzas ilusorias, A esta libertad interior hay que afiadir la Ubertad de cualquier presién proveniente del exterior, expresau oculta. ‘Un problema apart lo plantean los pacientes incapaces de decisiones verdaderamente auténomas:nifios menores de edad, enfermos mentales, sujetos en coma, etc. El problema esté constituido tanto por la determi: 2 Botice nacion de la efectiva existenciay el grado de a incapacidad, como por Ia localizacin y establecimiento de las modalidades éticas correctas para, alcanzar una decisién moralmente justificada, que sea lo més coherente posible con el principio. Era necesario detenerse en el principio de autonomia, porque es un clemento netamente nuevo y profundamente innovador en la ética de la relacién médico-paciente, que ha sido universal y pacificamente acep- tada durante siglos. Podemos proceder més répidamente en la descrip- ign de los dems principios. 2° Principio de ausencia de dato. Este principio sexpresa la obligacién de no producir dao intenciona: ®. Sin embargo, en opinién de los dos iustres autores, el principio de ausencia de dato presenta hoy implicaciones completamente nuevas, ‘como, por ejemplo, la necesidad de clarficar la dstincion entre matar y dejar mori, entre suspender y abstenerse de tratamientos, especial- ‘mente, con referencia a los enfermos terminales y a los pacientes con le slones graves e ireversibles. 3° Principio de beneficencia En fica biomédic, el principio exprés qu el médio ene sempre 1a obligaion de tener como objetivo eben del pacient, Enel modelo ‘tadiclonal de relacon entre médicoypacene, modelo paternal, ‘Principio er evident y de faci apicacion, Se ha hecho susceptible de Plantenr problemas yconfictos debi a waros cambios clare, em eran polos que han lead extblocerel principio dela atonomta Tom L. Beavotar- anes F, Catone, Principles of Biomeicel Ethics. ), put pencpospeerales * del paciente. A esto se ha afadido In superaciOn de una concepeion de bien reducida a bien fisco, y la difusign de una concepcién mAs rca, que barca el bien total dela persona en su integridad y en su concreta situa ign familiar y social. Como se intuye con faclidad, por lo mismo se ha hecho particularmente difiell descubrir citeroe fundamentados con Va Nex para localizar cu ese verdadero bien en cada una de las situacio- ‘nes concretas que se presentan. # Principio de justcia [No por casualidad, este principio se encuentra en el cuarto lugar de- bido a que cronolégicamente ha sido el timo en suscitar I ateneion del round de la medicina. Hay varios factores que lo han hecho necesario. Entre estos habria que citar, en primer lugar, todo lo que ha levado a la cconcepcién y ealizacién de la comunidad politica en Ia forma que recibe cL nombre de «Estado socials. No obstante, para nuestra finaldad es su- Biciente recordar uno de los elementos de esa realidad, que se encuentra directamente conectado cot el mbito que nos interesa. El Estado reco- ‘noce a todos los cludadanos, sin distincién el derecho al euidado de a sa- ld, considerada también como bien social, y de modo correlativo se en ‘carga de proporcionar todo lo que asegura el efectivo respeto de ese derecho. ‘A esta importante evolucién politica cultural se ha afadido el ripido progreso de las capacidades y los medios diagnésticos y terapéuticos, {que se encuentran a disposicién de los médicos, debido a los descubri- ‘mientos cientificos y las correspondientes innovaciones tecnologicas. Como ejemplo se puede pensar en las técnicas de diagnéstico prenatal, cnlas de reanimacion y en los tasplantes de Grganos. Salvo raras excep cones, el uso de estos modernos métodos de cura médica requieren per- sonal especializado y aparatos sofisticados y costosos. De modo inevita- ble se ha determinado una situaciOn de disposicién de recursos limitada, muy por debajo de la que se solicita. Bstasituacién se ha hecho todavia, ‘mas aguda porque uno de los efectos de ese progreso ha sido el ampliar dilatadamente las dimensiones cuantitativas de las personas que son ob- jeto de cuidados médices. Por un lado han entrado a formar parte de es tos culdados los embriones y, por el otro, muchos a los que hasta ayer famo era impensable poder otorgar cuidados para arrancarios de la Esto ha originado problemas de jusicla, dramaticos e inédites. Por ejemplo, cse deben dar todos los cuidados disponibles en concreto, sin dlistinguir entre recin nacidos gravemente minusvalidos y los que pre- sentan posibilidades de curacion? ;Se debe dar a ancianos inhabile y de- ‘menciados lo mismo que a jovenes sanos, victimas de accidentes? En la Dbasqueda de soluciones consistentes, tanto para estos como para otros problemas, se ha delineado el principio dejustici, A primera vista, este ssexige una reparticion igual de benefcios y cargas, que evite discrimina- , que lleva el titulo “. Este capitulo ha recibido, en Ia actual ccuarta edicion de Ia obra, aiadidos notables, constituidos por «nuevos parrafos sobre el iberlismo individual, sobre el comunitarismo, sobre la ética dela salud, sobre Ia casutstica y sobre las teorias de Ia moralidad ccomtin basadas en principios»", ademas de los ya exstentes sobre el ti- IMtarismo, sobre el kantismo y Ia ética del cardcter. Con referencia a esta nutrda serie de teorias éticas, entre otras cosas, se afirma: «La adhesién, ‘2.un tipo de tzorfa no es siempre la mejor extrategiaen In tica general 0 ‘ena ética biomédica, (..] Muchas teorfas, aunque son diferentes entre ¢llas, levan a criteris de accion similares ya valoraciones andlogas(.). Las distinciones entre tipos de teorta no son tan significativas para in ‘fica prictca»”. Resulta esponténeo sospechar que aqui aflora él tipico pragmatism norteamericano: lo importante es tener replas operativas ‘ampliamente compartdas, e importa poco la cuestién dela valider o de Ja verdad de ls razones con que son jutificadas. Elio Sereccia hace, sin embargo, una valoracién mucho menos severa del funcionamiento por principios: «Sin dada, en estos tres princlpios hhay elementos valides», pero su «formulacién sin fandamentacion onto- logicay antropoldgica hace los principio estérilesy confusoss. El lustre autor indica también que, para conferir fuerza y claridad a esos princi= 1. Parvraan, Su princi delle bet (0.6). 8.48.” ‘To Besbcuairatas Cons, Pits of Bodie Ethics (0) 13 pager Mosc es Feats, Polo Baden es 3, Prince goreaes « pos: «Es necesario sistematizarlos y jerarquizarlos para armonizar y lunificar su significado. Por esto, si leemos esos prineipios de acuerdo ‘on una conexi6n jerdrquica ontolégicamente fundamentada, aparece ty validez, junto a su sentido. Del principio de beneficencia se pasaria al principio de autonomla y, despues, al de justcia, en el caso en que sur ‘ese un conflcto en la apicacién del principio precedentes". En otras palabras, situar como fundamento una antropologia personalista, que one en el centro la persona y consiente definr el verdadero bien que se pretende: con esta base, el principio de autonomta no queda expuesto al Fesgo facil de proporcionar una legitimacién de elecciones arbitrarias, por ejemplo, del sulcdio, termina por coincidir sustancialmente con el principio de responsabilidad correctamente entendido, 4 UNINTENTO SERIO DE VOLVER A ELABORAR [BL FUNCIONAMIENTO POR PRINCIPIOS. El autor de este intento es el espaftl Diego Gracia, que reine las competencias de historiador de la medicina, de clinico especializado en. psiquiatria y de fildsofo. Su enfoque es tratar los principios en el hori- Zonte de los fundamentos de la bioétiea. A cada uno de los principios le dedica una parte enters, organizada en varios captulos. Bl espacio clara- ‘mente mayor es dedicado a los elementos de earfcter histérico, con la convicciOn, expresada desde la Introduccion, de que «es importante acer~ ‘arse ala biottica médica ayudades no solo de la razon Logica, sino tam bien dela historica. No se puede entender Ia historia de a biottica como tuna curiesidad erudita [.... sino como la mejor introduceién posible para el estudio de In biogticas, ‘Como ejemplo clarificador veames lo que se refire al principio de bbeneficencia. Ya resulta significative el titulo de la Parte que s le dedica, la primera «La tradicin médica y el criterio del bien del enfermo: el pa ‘temalismo médico». Bl principio de beneficencia se encuentra al final de 1a Pate, después de una exposicin histérica que se extiende desde «Los forigenes de Ia ética médica occidental» (capftulo 1), hasta la obra de ‘Thomas Percival Medical Ethics y su herencia (capitulo 4). Para el princ!- plo de autonomia se tre a calacin «La tradicion jurdicas, con todo lo {que ha llevado a la proclamacién de los derechos iumanos y, por tanto, tambien a los derechos del enfermo. Para el principio de justicia se toca we Scnnce, Marae di bioetca (oc); p. 181s. Sobre a func del ant o en reas co principe ver taba Caron I Pip dd bot (0 ©) "SD: Gascn: Pde boo (0°), “ Bitton «la tradicion politica», partiendo desde Arstételes, En cada uno de los principios se resalta la conexién con cada uno de los tres sujetos inte- srantes del acto médico: paciente, médico, sociedad. Hiay que subrayar también, en el enfogue de Gracia, el cumplimlento de alguna de las condiciones que hemos visto que Sgreccia resaltaba para ‘conferir fuerza y claridad alos principios en cuestione: es decir, estable- cer entre ellos una Jerarquia justificada, que ste en el primer puesto el ‘Principio de beneficencia yno el principio de autonomta’s 5.MAS ALLA DE LOS PRINCIPIOS: FI. PARADIGMA DE LAS VIRTUDES. Uno de los primeros y més sutorizados estudlosos de biottica, que ha sido el coordinador de la Enciclopedia de bioéica, Warren T. Reich, esri- bia en 1990: «En este momento, en el campo de la biottica, se est pro- ‘duciendo un importante cambio de paradigma, Se puede hablar de un paradigma dominante que ha gobernado el campo durante los primeros veinte afos y de un paradigma nuevo que est emergiendo ahora». En las paginas siguientes, Reich precisa: «Llamo a este nuevo paradigm, el ‘paradigma basado en la experiencia». Fl autor tiene el culdado de acla- ‘ar que, en este cambio innovador, tienen un papel de primer plano los teclogos, catélicos y protestants. Una relevancia singular le corresponde ‘la aportacion del fil6sofo norteamericano Alasdair MeIntyre con si ‘obra sobre la virtud”. El nuevo paradigma centrado sobre las virudes es visto por algunos, ‘en relacién con el paradigma de los principios, como un paradigma aler- nativo: por el contraro, olros lo ven, con mayor correcci6n, como com- plementario. El cambio surge del reconocimiento del riesgo de que una ‘laboracién sobre los principios se quede en lo abstracto te6rico, sino es recibida en la vida concreta de las personas, y de la observacién de que ‘su apropiacin personal pasa por Ias virtudes, que son las que plasman Jos ess de vida cotidianos, De este modo se produce un desizamiento de la acentuacion, desde los actos al sujeto agente, desde su ehacers, a su modo de «ser», abriendo de este modo un Eamino para una prometedora integracion del funcionamiento por principis. Camino que, no obstante, TB, ac Fondement di Bowtin «), 0-22 sae tno Ro En Bast Dat on Nona (8), eo bio. vera a Ln Ste to ps (ren ie SSA. Awe ter Vr A Stuy Morel Thay, Unerty of Nowe Daze Note ane finns) Bt” mi Pipes generals ” «ext obstaculizado por no pocos aspectos de la cultura dominante, empe- zando por el ostracismo en que se encuentra el mismo término virtua. Es oportuno afiadir algunas clanficaciones més sobre larelacién en- {re el funcionamiento por principios y la nueva ética de las virtudes, {que a su vez se entremezcla con la que ha sido llamada «ética del cut dado>. La trilogia «principios-vitudes culdado» es planteada en sintesis por Warren T. Reich del siguiente modo: «Los prineipios son stiles, pero su utildad es imitada (...| Debemos mirar a Jo que significa comprome- terse por los demés, dedicarse « su cuidado [...] Debemos mirar de un ‘modo més consciente estas relaciones¥, luego, desarollar la fenomeno- logia del compromiso en estas relacionesy de ella deducir Ia nocién de virtud. Una virtud que yo lamar experiencials En estas palabras se vsiumbra en qué sentido hay que entender el ca- rcter «experiencial» de la virtud. Alguna clarificacién posterior: «La ‘tia de las virtudes pone el énfasis en la atencicn sobre la experiencia y y «{0ue tipo de persona debemos Megara ser?, pregunta dela que surge una ética del cardcter y de la vireud>®. Enel origen del surgr de una ética de las virtudes se encuentra, como hemos visto, de modo particular el flésofo McIntyre. Reich atibuye el :érito principal del desarrollo del paradigma del «cuidado» de los de- ‘masala «voz moral de las mujeres, ala ilovofiafeminista»™. Después de citar varios estudios sobre el tema, especialmente, el de Carol Gilligan, en Tic dla oti («22.36 38 i remagn Rue, Le caper ete ang Sit Ui, m . Varna (te ven ain 8) ination haw: ni, vn, een, pena, yotterda oe eaton reabrs aro sr dpe entail in bate ste mgt St Ona, Meccan e Mo ‘ain a (ion Soe ec tecer a mae Yarn tn at Pe ator nny be mal St Ute € Vito), Heo ae so Biotice Reich anota: «Actualmente hay un gran interés en los Estados Unidos en delinear las implicaciones de una éica del cuidado paralateora éica en ‘general, Las implicaciones en la biottica (..) parecen revolucionarias, debido a que tienden a corregir una orientacion exclusivamente ma. chista/racionalista del razonamlento biotic. La investigacin y Ia ell xidn sobre la solicitad por los dems necesitan que se conceda espacio a ‘un razonamiento moral de naturaleza més femenina y que deje un espa ‘io importante para la compasion y los sentimientos que nos levan a cul dar unos de los otros+®. En conclusin: los dos paradigmas, el de ls principios y el de las vir tudes, no se encuentran en oposicién, sino que son complementarios: los principios se mueven en el plano dela ética, atentos ala objtividad de la ‘erdad moral: ls virtudes, mas bien, se centran en el sujetoy en su modo de actuar. En concrete: ela virtud moral es, en dfinitva, la disposicién a actuar de acuerdo con las obligaciones morales, que vienen elaboradas enllos principios, (6.105 FRINCIPIOS PROPUESTOS FOR LA BIOETICA ‘Como se ha visto ya al rata los miltples modos de plantear la bioé- tiea,y teniendo en cuenta Ia diversidad de concepeiones antropolégicas, el modelo personaista recoge lo mejor de la herencta de la reflexién an- tropologica yética sobre el tema de a vida ye cuidado de la salud, desa- rrollada alo largo dels siglos en el Occidente cristiano, sobre la base de los elementos elaborados por los grandes filésofos de la antigua Grecia. [Ezta fundamentacién antropoldgica ofrece una sida justificacién a los principios éticos, dentro de tun marco coherente de conicepctones. 1" La vida sca es un valor fundamental, condicén de cualquier otro valor Este principio presenta una evidenela tal, que hace superfivo dete- ‘nerse en demostrar su fundamento, Se puede hablar de valores s0l0 con referencia al hombre vivo. Sin vida, cualquler razonamiento sobre los va- lores se hace abstracto y vacio. Sin embargo, ee conveniente hacer notar ‘que sobre la dignidad del vida humana, en tanto que vida dela persona, 1 NBR FRE Le Bn ma Sat Oto: Vn (i, oon ie SiC idem Bleed pare de! debt, Dehoskane, Bolan 1985 p40 Principio: nls st se funda ante todo, el principio de st lnviolabilidad,es decir, que es éica ‘mente inadmicible cualquier acto que disponga directamente de uns vide hhumana, tanto propia como de los demas. También se funda para todo hombre el compromtso de realizar el desarrollo més pleno de as virtual dades de que a persona es portadora, que sea posible en concreto. 2° Bl respeto ala dignidad de la persona Es clasica la fprmulacin que Kant ha hecho de este principio: «Acti de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin y nunca Gnicamente ‘como un mediow. Se trata de la prohibicién absoluta de instrumentall- zar a la persona. Reducirla a un medio para conseguir ventajas que no ‘son para ellaes dejar de tratarla como sujeto y pasar a tratara como ob- Jeto, Este es un principio con una vaste aplicacion en biottica. Por sf solo ‘bastarfa para encontrar una solucidn correcta para muchos problemas, ‘como son, por ejemplo, el aborto, la experimentacion elinic, la repro- , 0 también en el sentido de que Ia encilica trata algunos problemas de fos «que se ocupa la bioétca, pro estos problemas la encicica los trata teol6- tlcamente y sobre la base de una antropologia marcadamente teolégica, ampliamente desarrolada en un capitulo, el segundo ‘Ahora nos preguntamos cules son los principios generales a cuya luz ‘encuentran solucfn en el Magisterio ls problemas de bioética. En primer lugar podemos ebservar que se encuentran en la ense- ‘Banza de la Iglesia todos ls ‘que hemos vito propuestos por la orientacién personalsta de la biotica, enriguecidos con una mayor fun- y «ser hurmano individuals, por lo que la digni- dad de persona es reconocida tanto al embrién como al que vive ef tun ‘estado de coma ireversible. Entre los principios éticos que se deducen, hay uno en particular ‘que se explicita y se repite continuamente: La inviolabilidad o indis- ponibilidad de cualquier vida humana desde el primer instante de su existencia, es decir, desde su concepeién, hasta su expirar natu: ral. Con facilidad se descubre el contraste frontal entre estos princi- plos y concepciones con los de fuertes corrientes dela bioética y tam- bien, de Ia cultura y mentalidad dominante, que ha legitimado el Ey Piotrice aborto y tiende a le tembriones, Después, con base en la concepcién de la persona humana como s1o- talidad unificada» de espirta y cuerpo, porlo que el cuerpo es parte cons- timutiva de la persona, con coherencia se afirma el principio que se refiere ‘a cualquier intervencién sobre el cuerpo humano, de que «en el cuerpo ¥ ‘a través del cuerpo se alcanza a la persona misma en su realidad con- teretas (Donut vitae, Introduccién 3). Con faciidad se descubre la ampl- ‘ud de aplicacion de este principio al conjugario con aquel que prohibe ‘cualquier instrumentalizacién de la persona, debido a su dignidad, ‘En cuanto a la transmisi6n de Ia vida humana, vista como procrea cién en sentido verdadero y propio, es decir, en colaboracion con el amor , presente en la Enmiends 14a la Consttucion, nose aplica al nipo ain n0 nacido, Hay leyes de Estados de la Unin que establecen que, durante el parto, el nino se convierte en persona ante In ley solo cuando ha salido {totalmente del organismo matero y da signos, aunque sean leves, dees. tar vivo. Solo en ese caso, quitare le vida consttuye un homicidio, no an tes. Sobre estas peculiares eoncepciones se basa la desconcerantecon- fiemacion dela legitimidad del eaborto de nacimento parcial>™, ‘Una ultima indicacion que se refiee alos 40 palses que actualmente consttuyen el Consejo de Europa. Después de aos de proyectos y discu stones se ha legado, hacia el final de 1996, a la aprobacion de la Conver: ‘cid Europea relativa alos derechos humanes ¥ la biomedicina®, Bn vax Hos puntos, el texto es con seguridad saisfactoro, por ejemplo, en tema de trasplante de Gryanos, derecho a la objecion de conctencia, etc. Pero fen el tema que nos conciere, sin decir mucho, es desanimante. Se ba evitado definir el estatut juriéico del embrién, y se ha dejado la puerta “abierta ala experimentacin sobre los embriones producidos in vitro, de bbido a disposiciones contradictorias. Se prohibe producir embriones ‘para la experimentacién, pero en el tema de reproduceion no se probbe [preducir embriones excedentes que, deforma evidente, antes 0 desputs, terminan por ser en gran parte cedidos a instituciones de investigacin. ‘Adem en los Estados en los que la ley autoria la experimentacién se pide, con una no bien oculta hipocresta, qe se asegure a los embriones ‘sana proteccién adecuadas, de es tutela juridica que hemos reconocido un poco ms ariba como evidentemente necesaria y no derogable. Se tata de localiza al ‘menos algunos de los principales contenidos coneretos que exa tutela debe incluir. Podemes empezar con una primera indicacién de cardcter ‘general, dictada por el hecho, que ya se ha hecho notat, de que el em- tion es una persona radicalmente Incapaz de proveer para sf mismo ni siquiera la menor tutela de sus derechos. Teniendo la vista en otras cate- sorias de personas que se encuentran en una stuacion andloge, pero que ya gozan de tutela juriica, se puede afirmar que shay que extender al tembrién humano las protecciones ya reconoeidas a los nifios y a los tenfermos, alos disminuidos ftsicos y mentales. Nose trata de configu rar un derecho especial, sino de adecuar el derecho comiin aun caso par- ticular. Por lo tanto, de modo analogo a lo que vale para el hombre ya na ido, deberan ser aprobados: Denficio-en. su coniunto del embrién misma. Lo mismo que en el hombre ‘ya nacido, la vida del embrién humano debe ser reconacida como invio- ” Biotica lable y no instrumentalizable para ningin fin externo, ni siquiera la in- vestigaci6n experimental cientifica 0 médica, ni para proporcionar ofhi- las o tejidos para Finalidades farmacologicas 0 de trasplante, ni para lx [Produccién (clonacién o diversas quimeras) de otros seres humanor.[.] ‘Un segundo principio: (se debe reconocer y aprobar para el con- . Viene apoyada por el co: ‘mienzo del sepundo Canto del Sievo de Yah: «El Senior me ha Tamado desde el seno materno, desde las visceras de mi madre ha promunciado ‘mi nombre» (salar 49, 1). Después tenemos en cl Nuevo Testamento, en las palabras del anun- cio del nacimiento del precursor del Mestas, Ip airmacion: «Estaré eno del Espiritu Santo desde el seno de su madres (Lucas 1, 18). POF ‘timo, Pablo dice de st mismo en la Carta alos Galatas:«Aquel que me cligio desde el seno de mi madre y me lamé con su Gracia» (Galata 1, 15). En todos los casos se trata de geetos por parte de Dios que solo son posible en relacién con una persona. Por lo tanto, estos gestos son una clara y fuerte confirmacién del estatuto ontolégico del embrién como persona. 2. LA DOCTRINA DELLA FGLESIA CATOLICA ‘Adems del que puode sacarse de las fuentes bias, tam ate rungue sea ripida, alo que puede ser considera como la doctrina de iglesia sabre ese tera. No sorprende que no haya habido denvo de la comunidad citana ‘Jo largo de los sigos un conjunto univoco y organic de posiciones, Sobre elembrign humano. No sorprende de modo especial s se tiene 2 Biotice en cuenta que los conceimientos cientificos, oen cuelquier caso verda- deros, sobre el ombrign tienen fecha muy reciente, y son todavia in- ‘completos ‘La perspectiva con la que se afrontabs el ema era la antropoligica, apoyindose especialmente en el momento de Ia infusién del alma en el ‘cuerpo. EI dilema era animacion Inmediata desde el primer momento de aparicin de tna nueva vida © animacién retardada, con fechas localiza ‘das de formas diversas, basindose, por un lado, en las concepciones s0- bre la corelacion entre materia y forma apticadas al compuesto humano ¥ por otre, disponiendo de conocimientos embriol6gicos que incons- Clentemente eran en gran parte err6neos. Desde el momento en que Ia reflexin filosoficay tol6gica ha podido tener 8 disposicion conocimientos centficos de embriclogin, se ha he- ‘cho posible dar argumentos vélidos para sostener la tesis dela anima. ‘kon inmediata, ‘Una embriclogia diferente, aunque erénea, es lo que habla sostenido Jn tesis dela animacion diferia, al sostener que en el embrién humano se sucedia primero una vida que solo era vegetatva, después sensible y ‘por tltimo humana. Pero las dos esis tenfan en coratin el principio de re- Ferencia, es decir, que hay alma humana desde el momento en que bay vida humana, ‘De todos modos, desde el punto de vista moral, siempre ha sido firme yy neta la condena de Io que consitua la inicaintervencion posible sobre ‘lembrién humano, el aborto, Condena que lo trataba como uno de los Aelitos mas graves y lo castgaba severamente. La divergencia se encon- taba solo en la calficacién de a xespecis del delito: homicidio 0 no, se- fin que el embrién era todavia considerado carente de alma humana © fo, Por tanto, se puede afirmar que el respeto absoluto del embrién ha sido siempre parte de la doctrina de la iglesia. Por su parte, cl Magisterial y como se expone con amplitud en la teologia moral a propésito del aborto, ee ha limitado a formular una condena moral y a establecer las correspondientes sanciones. De este ‘modo se lega casi hasta nuestros dias. Aunque lo cierto es que no hacia falta nada mas, ya que existia un ampli6 consenso, también social, so- bre el tema El cuestionamiento ampllo y creciente de nuestro tiempo es lo que ‘ha exigido una intervencién mas comprometida del Magisterio, tanto pontificio como de las Conferencias Episcopales, y de los obispos en singular ‘Limitando nuestra atencién al Magisterio universal y pontificio, la primera intervencién, amplia y orgénica, se produjo en 1974 con la De ‘laracin sobre el aborto provocedo de la Congregacién para la Doctrina enti ett del embrin oman % dela Fe. Lo que se refiere al embridn aparece en los nmeros 12-13. La siguiente intervenci6n ba sido de la misma Congregacion en 1987, la Instruceién Donn vitae, sobre sel respeto a la vida humana que nace y In dignidad de In procreacidn», Después de los elementos de introduc- cin y fundamentos, el documento se divide en tres partes: 1 El respetode los embriones humanos. 2 Intervenciones en la procreacin humana, 3. Moral y ley cs ‘Aqui nos interesa de modo especial el parrafo 1 de la Parte 1, que trata de Ia enaturalezaye wdentidads del embrién humano. El texto sin- tetiz e integra todas las ensefianzas formuladas en precedencia. Debido ‘a que hay una sustanclal coincidencia con las tess dela bottica perso- ralista, es superfuo hacer aqui una sintesis. Hay que advert, como ee~ ‘mento niievo con respecto a los documentos precedentes, la atencién ha- s ‘Métodos alternatives son, por ejemplo sa utiizacion de instrumen= tos que, con la oportunaestimulacién, consiguen la emision del liquide seminal sin masturbacién, es decir sin ereccién y sin necesidad de que el suleto participe eréticamente>. También, «la recogida de semen en un profilactico perforado durante una relacén sexual normals). 2. PASOS SUCESIVOS DE LA INTERVENCION [La recogida va seguda por una serie de exdmenesy de tes para com- probar que los espermaatozoides tienen todos los requisitos que los hacen apaces,efectivamente, de fecundar el oveito, procediendo, si es necesa- "ova pte capecnd'y comprobr qu 0 Bay proses gee patogenos* "Tiearare Nasoun orga Rompe, oom rac remand ido intra er a {iitape ot), Proidens del Compo de somigde(ore) bse A DOES Sa ee a noni Econ arf “Sa descicion dctallads de lo: dene etmene se puede facontrar em AI son Lominoneariictomologs of tele mele ois maschie ( La iwweminaion artificial, tos Tal y como se ha visto en el cusdro integrado en las premisas, el es- perma se depositaen uno u otro de ls diferentes tramos de ls vias gen tales femeninas, sogin sea el tipo de obsticulo que hay que superar Por allo, la inseminacion puede ser intravaginal, intracervical,intrauterina, Intratubsrica o intraperitoneal El porcentaje de éxito, no solo de embarazo conseguido, sino de ‘nino en brazos»,oscila entre el 16 y el 20%, dependiendo de la técnica ‘liza y de Ia ndicacion de que se rate 5. BLEMENTOS POSTERIORES DE 1A INSEMINACION ARTIFICIAL LHETEROLOGA. 10S «BANCOS DE SEMEN. Hay que afiadir algunas particularidades cuando se trata de la inse- ‘minaci6n artificial heterologa. El liquido seminal lo proporcionan los Tamados cbancos de semen, algo anslogo a los ebancos de sangre>. Obtenido de «donadores» voluntarios, el esperma es conservado a tem pperaturas extremadamente bajas (por ellos llama conservacidn en fro) fen probetas adecuadas. Los resultados son decididamenteinferiores 3 Jos que se obtienen con semen fresco. «De hecho, el potencial de fertil ‘dad del semen congelado es menor por los dafiosultraestructurales que ‘1 proceso de congelacién determina [...]. Esto comporta una reduc- ‘lén de Ia movilidad de los espermatozoides, que esté valorada en un 30-35% de la movilidad original y, ademés, una disminucion de la capa- ‘idad de penetracion del espermatozoide.{..] Se ha caleulado que son necesarias alrededor de diez inseminaciones para obtener un embarazo ‘con el semen congelado, mientras que bastan seis con el semen fresco, El porcentaje de abortos se encuentra entre el 11 y el 13% (J, mien- tras que se han encontrados medias de alrededor del 18% con el semen congelado>®. Puede resultar dul afadiralgtin otro dato informativo sobre los ban cos de semen. «La utilizacién de semen conservado en frfo para Ia inse- ‘minacign artificial es un procedimiento utlzade por la industria z00tée rica desde hace ya $0 aflos (..]. En el Ambito humano, la primera _utlizacion de semen conservado para inseminaclén artificial se remonta 1953; la primera comunicacién de embarazo obtenido con este proce- jf EDrPamo-m Semcon, Praia femdom efi). PML bier Segcon Pras wn «fendaon afc ©). 1.28 B Snnce Moai Boater ae ‘1S Manca Sonora (ames dl sr conta (p15 dimiento es del afo siguiente. (..] Actualmente las aplicaciones dela ‘conservacién en frfo del semen humano se dirigen a tres campos —conservacién en frio de semen de donadores para a inseminacién artificial heterloga (AID): -— conservacion en frfo de semen masculino de baja fertilided para la SnseminaciOn artificial horndloga (AIH); —conservacion en frfe del semen de pacientes que se enfrentan a tuna lesiOn permanente de la espermatogénesis 0 que se somenten ‘a vesectomla-, En Italia, los diferentes bancos de semen se han organizado, desde 1984, en una arociseién llamada CECOS Italia (Centro Studio Conser- ‘vazione Oocitie Sperma umani) el estatutovigente es de 1996. Como se deduce de la denominacién misma, y ain mis del estatuto, a la final dad de conservar y distribuir gametos se afade lade su estudio, espe cialmente, para mejorar las modalidades de su conservacion™. Tam- bien se tata de gametos femeninos, que durante tiempo no han sido considerados susceptibles de conservaci6n en fro, ecientemente se ha ‘descubierto la posbilidad de conseguiro utilizando oocitos y no 6rulos ‘maduros. Su maduracion se induce artificialmente en el momento de ‘proceder a la fecundacion También eristen «multinacionales del semen», por ejemplo, la Farmrax Crvo-Bak, en Virginia (USA), ¥ en Europs, la Cryo INTER ‘ONAL SreaM Bask, con sede en Dinamarea, ambos con portal en Inter- ‘net. Algunos datos sobre Cryos: el esperma proviene de 250 donadores seleceionados, que pertenecen a etnias diferentes. Por tanto, los aspiran- tes a reproducirse pueden elegir las caractertsticas que desean para su |ijo. Tres dias después del encargo se reciben las ampollas solictadas, ‘enviadas por via area. E1 1999, el negocio global ha alcanzado la cifra de ‘un millon de délares. Resulta diffellimaginar una degradacioa 2 co- ‘mercio mas descarada y envilecedora de realidades y valores que se en- cuentran entre los mas sublimes del patrimonio humano, como son la procreacion, la paternidad y la maternidad. NOTA. En lo que se refiere alos aspgttos juridicos, debido a que tanto las leyes, en los Estados que las han emanado, como los documen- tos de los Comités de biotica, en la mayor parte de lo casos, tratan dela Teen textos que se refieren también, ya menudo de modo prioritario, a WA ieon, Einsominaione arias omolige of teria nea str maschile ope 3 rtmacines cade dl portal de ntret wan cect ‘“Informacone cada de Sale an ajo 300) pT La oseminacin arial wo las tcenicas de reproducei6n artificial, es oportano enviar al captulo si gulente para su exposicion. 1. ASPECTOS ¥ FROBLEMAS ETICOS ‘Mucho de lo que sigue tiene inevitablemente valor con referencia no solo para a TA, sino tambien para todos las demds formas y tipos de inter- vencién en e proceso generative humano. Debido aque la valoracién mo- ‘ala la que se llega, mis que en ningin otro problema de bioética se fur- 227 (1970), 1307-1309. hd 2S See aren enter go, Cale Molerats ais se ee pd contents Se pre deca rsa heater Toole rproductinas A) Con fcundacisnexracorprea 119 Jos diferentes grupos de investigacin. Se pueden recordar en particular: debido a que llegaron al mismo resultado final poco tiempo después, el tequipo de A. Labata, E. A. Wood y A.0. Trounson en Melbourne, Austra- lis, yde P. Souparty L. L. Morgenstern en los Estados Unidos. El equipo ‘australiano tuvo éiito en 1980, Dor affos después lo aleanzé en Franc tun grupo de investigadores dir J. Testart. {La técnica puesta a punto por todas esas investigaciones es, en ststan- cia, lnque prev, después dela extracién de los gametos masculinos y fe- ‘meninos, la fecundacion in vitro y, a continuacin, la transferencia precoz del embrign al tero. La sila para la inseminacion artificial (A) tenia + denominada FIVET. «Fecundacion in vitro y Transferencia del Em- borions, Ademss de ser la primera cronologicamente, hasta ahora ha sido [a técnica més ampliamente practicada. Las investigaciones han prose- ‘guido, cbviamente, en los afios posteriores, levando a la multplicidad de téenicas que hemos lstado en el cuadro de Conjunto que aparece en la pre- tmisa de este captulo, afinando cada vex con mayor detallelas tecnologas. ‘Una vez resumida la historia, interesa conocer Ia situacién actual. es Aecir, mo se desarrolla hoy una FIVET, yendo un poco més allé de los clementos esenciales ya indicados, pero sin bajar a detalles excesivos para un texto que no es de medicina™. Al hablar de FIVET pretendemos teferimos no solo a la que puede lamarse su forma clésca, sino a todas faquellas varlantes que, aunque indicadas con siglas diferentes, compor- tan fecundacién in vitro y la transferencia del embrién a uno u otro Uracto del aparato ferenino, 2. LOS ACTUALES PROCEDIMIENTOS DE FIVET De la extraccin de Uquido seminal, es decir, de los gametos mascull: nos, se ha hablado ya a propésito de a IA. Se puede recordar en particu lar por su relevancia éiea, el hecho que la modalidad de extraccion am- pliamente preferida es la masturbacién. También se ha hablado del {tratamiento posterior del iquido seminal En lo que respecta ala extraccién de oocitos, las cosas son mucho rms complejas™. Después de varias comprobaciones de la situacién ana- or ersabee ete pat sie isa) gp 3437 eons 10 Biotice ‘émicay Bisolégica del aparato femenino, para comprobar si existen las ‘condiciones indispensables para una prevision fundada de éxito, se recu: re, en la mayor parte de los caso, a la ovulacion induct farmacologi- camente, debido a que se produce en el momento que se quiere 0 para poder extraer no solo uno, sino més de un oocito con una intervenci6n Sica, Oocitos y espermatozoides extrados tratados son depositados en tun recente adecuado y sumergidos en un medio de cultivo durante alre- ddedor de 12-18 horas. Después se procede a comprobar si se ha produ ldo la fecundacion, que resulta en 6] 80% de los casos. Entonces, los em- briones se transfieren a otro medio de cultivo y son incubados durante otras 24-60 horas, durante las que se preducen las normales multiplica- cones celulares. Con exAmenes que incluyen también téenicas de diag- ‘nosis previas ala implantacién, de las que nos ocupamos en otro capt- tuo, se seleccionan los embriones sanoey se eliminan los otros. ‘En este momento, los embriones seleccionados, un némero de 3.0 4, 42¢ transfieren al tero de la mujer o a otro tracto del aparato reproduc. ‘vo, dependiendo dela forma de la esteriidad. Los embriones sobrantes, Unmnados supernumerarior, se conservan en un congelador a temperati- ras muy bajas, -196 °C, con la perspectiva de utlizarlos para la misma ‘mujer, en el caso de fracaso de intento precedente 0 en el caso de que ‘quicra otro hij, Otros destinos: donacién a otras mujeres, ceslén a cen {30s de investigacién como cobayas de laboratorio, destruccién. Este es el procedimiento estandar, y sus momentos esenciales son: extracci6n y tratamiento de los gametos masculinos y femenines, fe- ‘cundacin in vitro, transferencia de embriones alas vias genitals in- ternas de la mujer. Ao largo de los afos se han experimentado, y se practican, numerosas variaciones,con la fnalidad principal de mejorar los porcentajes de éxito. «Versan sobre, refiriéndonos alas que estin ‘mis en uro: 1) método de fecundacién, como la ICSI (IntraCitoplarmatic ‘Sperm Injection): se inyocta con una micro jeringa un solo expermato- zoide directameente en el citoplasma de oocito; y la ROSI (ROund Sper ‘maid Injection) ya ROSNI (ROund Spermatid Nuclear Injection) en as ‘Que se Inyecta, respectivamente, un espermatozoide o su ntcleo; 2) el tiempo de la iransferencia del emibrién en los tubos 0 el itero, como la PROST (PROnuclear Stage Transfer) en la que el cigotoes transferido en su estado pronuclea,y la ZIFT (Zygote IntraFalloppian Transfer), en el (que la tranaferencia se realiza desde 4 a 10 horas después de ese e=- tados™ Bk Stans, La ripduione medicalment site, en eka Cth Cte 150 asm pate Tenolgias products ) Cn ecundacin exracorpores 2d Un sltimo dato: qui realiza hoy la peticién de que e le realiceal- guna de las TR? Ademds, evidentemente, de las parejas esteriles, tanto ‘casadas como que simplemente conviven de hecho, también de parejas ‘que no son estériles, pero que corren el riesgo de tener hijos no sano ge- ‘éticamente. Con un nimero mucho menor, se afaden parejas que que ren preestablecer el sexo u otras caractertaticas de su future hijo, parejas dehomosexuales, especialmente mujeres, mujeres sola ‘RESULTADOS OBTENIDOS La obtencién de los porcentajes de éxito es un dato de particular im- portancia también para la ética e, incluso, para la deontologia. Por éxito fe entiende no solo la instauracién del embarazo, sino su desarrollo hhasta el parto. Con una expresin, que evoca la formala slave en mano» ‘a propésito de la venta de un piso, se dice nino en brazoss. Las porcen- {ajes de éxito regstranoscilaciones notables de um Centro a oro, pero si- uen siendo desanimantes, a pesar de las modificaciones que se han. ido aportando,fruto de investigactones y de experiencia, y las mejoras conse- uidas, después de veinteaftos del primer éxito. Refiero aqut los datos fsenciales, que saco de un estudio altamente cualificade, debido a que utiliza fuentes de primera mano y publicaciones de indiscutible valor centifico™, ‘Las primeros balances, realizados en 1984 utizando una amplia ca- suistica, proporcionaban datos incluso de fracaso: «Solo el 6-76 de las _mujeres a las que se habia podido realizar la transferencia habtan visto satisfecho su deseo de tener un hijo, acompatiado de una pérdida total de ‘embriones del 95,5%™, Del examen de los datos provenientes de diver- 50s pafses, Gran Bretafia, Bstados Unidos, Australi, Francia, en ls aos “sucesivos se encuentran porcentajes mejores, pero que solo en algunos ‘casos alcanza el 20%, En defintiva, eel “aio en brazos” es todavia el pri- vilegio de una pareja estéril de cada cuatro que lo desean. Ciencia y te nologia, en 20 aos, no han ahorrado ni investigaciones ni medias para le pats pu er un document reamed eos Hendon cabo sgUh ge SSE er cone Sagrada ent de. 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