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Las tertulias de la radio: el tam-tam de la tribu Gotzon Toral Madariaga * Resumen: La programacién informativa de fa radio em Fspata asste 2 un cambio sustancal en ef modelo adoptado para la naracién de Ja sctualidad. Los argumentas de fos expertos y hs voces representatias resultan desplazados por ls ccurrencas de una élite de comunicado- res gue simulan una tertulia epontines. Se sarfica le Ibo periods fica en funcion de ls nuevas exigencias que generals escenficacion sis persuasiva de una ertlia Abstract: Information programmes on the Spanish radio tations have been changing over the lat eats, adopting new models, among them the talkshow”, Expert opinion has been replaced by popular our lists or those specializing in sensationalism who simulate spontancous convertion, Serious journalism has Been sacrificed 10 the new demands generated by the staging of radio talk shows La proliferacién de tertuliss en la radio espaiiola es cosa que mara- villa, Sw afin pseudoinformativo parece haber superado todas las prue- bas y aun los vaticinios mds ayorcius, hasta consolidarse como la banda sonora dominance en hs programaciones radiofénicas Lejos de desaparecer como tantos fenémenos de moda, este sin- drome de la tertulia desborda las franjas dedicadas al entretenimiento, Profesor de Radio Unformtia cx Ia Univeral del Pais Vasco radio informativa, Su éxito, con hha contagiada a las Cadenas de n més reticentes. La guerra por las audiencias ido tan competitive ha arrastrado a [a Cadena cen el eje central de la ios de audiencia, ‘por st iresponsabilidad nario antes impugnado icidn de basura con label informativo. el cambio de Gobierno aliviaria la fevolveria las agitadas aguas informativas a st re decaimiento de las tertulias radiofinicas. bien al contrario- y tampoco bay indicios de de inmediato. A las descali { ambito académico, contraponen los profesiona- ta satisfacciém de las deman- caciones cosechadas sonicativa yuna supuest jadoso de este fendmeno comunicative aconse- todos los participantes en fas tertulias: no pre ‘y no hablar de aquelo que se desconoce. Un Iblemente condenado al fracaso, por euan- jilidad son los modos mis cob se eu tl sr Uo anilsis mis pi jin dels espacio informative, fi tive miso menos flee, como una ius Nspnic Hl panorama radofnico rece sbundantes mest de un perio fee las mines garantas iformath ia Ge a actual vivo de nuestz0 € vo de la pesentacion mis persuas ala neo radio- television o la humanidad de tantos artefactns téenicos icamente, asistimos a una simplif Tela informacion cuando se celebra el advenimis fa realidad. Paradojic formativo responde a la exigencia de conocer fos jperiodismo en profundidad -mesas redondas 's pectinentes para compren- gnacio Ramonet advierte un impulsado por {a television que eiona las explicaciones p01 ‘quello que nos pasa. I G. TORAL: Las tress de la adiow el tammtar de la eibu cocupa un papel central en la nueva jerarquia de los medios de comu- hicacién: Gracias a la ideologia del directo y del tiempo real, ef tele- Uliario ha ido imponiendo una concepeién radicalmente distinta de Ix informacion. A partir de ahora, informar cs mostrar ty historia en Imarcha 0, en otros términos, permitir presenciar (en Ia medida de to posible en directo) el acontecimiento (Ramonet, 1993: 33) HI director de LE MONDE DIPLOMATIQUE denuncia fa exten: sién de este modelo a la prensa. Anibal Ford, en lugar de rasgarse las vvestduras, saluda esta problemitica perceptiva y cognitiva: el Jengua Je de fos nuevos medios de comunicacin moviliza todos los sentidos Uel espectador en una experiencia que pone en crisis la hegemonia de Ia cultura esctita, Para Ford, los medios de comunicacion electrinicos han destapado una serie de competencias y formas de conocimiento no lingiisticas que perviven en la cultura popular: De alguna mane- zm, nuestea cultura bloquea la reflexién, ef conacimiento sobre fa per ‘epeion corporal, kinésica y proxémica, el rol de los sentidos en nues- ta experiencia cotidiana (Ford, 1996: 202) Seguramente los prejuicios imtelectuaes no contribuyan a alum- brar la naturaleza de los cambios que vehiculan los nuevos medios de comunicacion. Los periodos de crisis y las incertidumbres que gene- fan son etapas en las que se expanden Formas de construccién de sen- tido y géneros propios de las cultuas populares. La claboracion de Conjeturas a partic de indicos, la explicacion a través de casos y el Tenguaje no verbal son herramieatas elementales que nos assten de maura cotdiana y muchas veces inadvertida, Sin embargo, el snismo Tordilbidem: 228) concede que el abuso en la observacion de lo par tieulary lo privado, se convierte en una coartada, bien que fascinan te, para ocultar las compleidades del presente En los iltimos aflos, numerosos programas con un componente bisico conversacional han tomado las riendas de la. programacion it poder de atraccion y un presupuesto cela teibuido a su expansidn, también en el Smbi radiofnica y televsiva tivamente barato han to propiamente info El mexcado extremadamente competitivo de los medios de comu- nicacién vive un proceso de desregulacién y supresiéa general de com: troles pitblicas que favorece la agresividad de las grandes empresas In absorcién de las mis pequefas. La concentracion en grupos mults media ba provocado la irrupeién de inversores no tradicionales y del sector financiero. El rclativo equilibrio que mantenian las empresas periodisticas centre la propias necesidades mercantiles y las demandas de fa opinion publica se ha roto en beneficio de la hegemonia mercantil en Ia ges Gian. La obsesién por los indices de audiencia devalia 1a funcion {nformativa hasta Io que podiamos llamar un minimo comin placen tero para mayor satisfaceion de los grandes piblicos. Fl exceso de mensajes aparentemente informativos a disposicibn del piiblico favorece la uivializacion de la informacion, 1a noticia ppasatiempo y ain la estrategia empresarial del grito sensacionalista para lamar y mantener Ia atencin en un mercado tan competitive La ruptura del corddn umbilical que en Europa unia la eadio y Ia television al proyecto cultural de kas insttuciones publicas, desplaza ‘stos medios havia el ambito publicitario para afrontar la nueva situa Gion concurrencial. Mientras la paleo radios. otiecia a los especta Gores un modelo de comunicacion pedagogic, la neo radio-ty rectea tun excenario que se confunde con el espacio cotidiano: un lugar de contacto y espacio ritual de convivencia (Casetti & Odin, 1990) Frente a la relacibn jerarquizada, a menudo paternalista, que pro ponia el modelo anterior, este neo- modelo sugicre una relacion il Soria de proximidad, El espectados, agasajado en todo momento, es interpelado e incitado constantemente a intervenir. Mientras las pro, iden tificar claramente Las emisiones y elegir un programa concreto - de f Gon, informativo eté- se tiende ahora a un flujo continuo de pro na todos los pliblicos, perpetrando todos los cién de los contenidos cow- naciones del modelo anterior pern gramas que se dirig géneros aun tiempo. La hiperlragmen tribuye a fidelizar a los espectadores Este neormodelo renuncia a la transmision de saberes, convirtién dose en cauce feliz para la narracién de histotias, el intercambio y la onfrontacion de opiniones. Una especie de party line abierto donde jute importa que no sea ino especialists, pica importa que se iano fe todo del tema propuesto, fo escncial es hablar... mantener ef com facto (Ibidem: 13). El talk-show en radio y television El debate, entendido como modelo dialéctico de formacién de la verdad era el género paradigmitico de la paleo radio-clevision, La G.TORAL: Jas trea de raior ef tammtamn de radio habia demostrado su capacidad para la transmisi6n inmediata de fos hechos actuales, El debate y la mesa redonda se consideraban los modelos de discusion sacional dominantes. A través de estos géneros lisicos del periodismo en profundidad, la radio y la television bus taban las explicaciones necesarias para responder a los interrogantes del presente Las nuevas tendencias en la progeamacién radio televisiva han pro vocade ef abandono de estos géneros en los que tomaban la palabra Tos expertos ¥ las voces mis representativas. En su lugar se prodiga el talk-show. No se trataria en este caso de un género concreto, sino de tun variado repertorio de emisiones conversacionales Para Guy Lochard, este conjunto de emisiones nace con una vooa cidn camalednica, apoyandose en los grandes arquetipos de situacio: nes de interlocucién, que los piiblicos pueden reconocer de forma inmediata desde el Sgora o la confesion, a la cura psicoanalitic. Un fnuevo lider de opinion domina este escenario comunicativo: cl ani imador estrella que dispone en todo momento y de manera imprevisi bile, no solo de su palabra, sino de la palabra de sus invitados Teatando de acumular la eredibilidad del periodista y ef prestigio del artista establece con sus invitados una relacion de proxiimidad que ‘consagra Is palabra brata y directa (la del testimonio o del actos) en dletrimento de la palabra ilustrada y absteacta (la del experto y el ges tor). Se sustituye asi el objetivo de co-construecién de wn semido pro- igresivamente negociado que caracterizaba al debate por la biisqueda dde juegos interlocutivas polémicos, confesionales o hidicos, basados ‘en la expresion de personas andnimas 0 célebres (Lochard, 1995: 8) |A pesar de conservar algunos rasgos del debate, en estos coloquios se produce una migracion hacia un suevo modo de gestion de la pala bya. Se aligera la densidad del debate mediante Ia reconstruccién de tun escenario de convivencia popular. El caricter habitual de Tos in tados y la informalidad en la distribucibn de la palabra, propician una inamica conversacional mis atraetiva, que pavece cseapar a toda pre Los responsables de estos programas aseguran a través de estos y otros. procedimientos un contacto elective con las audiencias. El moderador se convierte en maestro de ceremonias, cuya Funcién prin cipal no seria ya moderar el debate, sino animar La polémica, la pro: yocacién ¢ incluso el cuestionamiento de sui posicion como anfitrién, Esta tribu de opinadores profesionales alimentan, en definitiva, una er (1997) estructura dramética que privlegia una relacion interpersonal ilusria “funcidn de contacto- en detrimento del aporte cognitivo -funcién referencial- de estas emisiones (Lochard & Soulages, 1994: 20) En la radio norteamericana, so las emisiones de misica country superan en audiencia a los mis de 3000 programas de este tipo que feitan el espacio radioeléctrico, La mitad de ellos se ocupan de una forma o de otra de la politica. Su enorme popularidad se relaciona con la actuacién de los animadores-strella, capaces de atracr a las grandes audiencias que viven al masgen de los grandes debates eco- nnomicos y politicos del pas. En Espafa, estas emisiones se han generalizado en las programa- ciones radiofinicas adoptando la apariencia de una situacion de inter: focucién tan reconocida como la tertlia tradicional. Una insttucién arquetipica de la convivencia, hasta el punto de que Ensigue Tierno Galvin se referia a fa tertulia como ef modo peculiar de convivencia de los espafoles (Tierno Galvin, 1964: 247). Esta formula magistral del nuevo-vieio periodismo radiofonico se beneficia de la popularidad de la tertulia y de la confianza que gene- ra una supuesta reunion de amigos. Se adjudican ademés un aval informative que afade crediblidad y prestigio. Sostengo, sin embar- go, que tal ambicign ~todo lo rentable que se quicra- es una falacia {ales emisiones ni responden a las exigencias informativas, ni al pro- tocolo de una tertulia. La aceptacion arbitraria de este género en la nueva estraegiainfor- mativa de la radio provoca la degeneracién de ambos supuestos -er tulia€ informativo- por cuanto que las convenciones que hacen posi ble la puesta en escena mis verosimil de una tertulia resultan incom- paiibles con los preceptos basicos que guian la labor periodistica 1a tertulia era una reunién vocacional de amigos que se juntaban por la fruicion de opinar...Los colaboradores de estas emisiones man- tienen una relaci6n profesional [a intrascendencia del cologuio permitia al tertuliano opinar sin ‘compromisos y decir fo que le daba la gana... Estas emisiones tienen tuna trascendencia publica y se organizan en funcién de una rentabi- lidad empresarial ‘Opinar en el espacio franco de una tertulia equivalia a enjuiciar desde un conocimiento insuficiente basado en la intuicin.. Esta libe- racién del rigor viola la responsabilidad implicita en el contrato infor ‘mative que offecen estas emisiones radiofénicas G.TORAL Lis terulias de la radios of tamam de la teu Conviene reparar en esta confusién original, dado que la seleccién de una u otra estructura para la narracién de la actualidad no es asun- to baladi. En altima instancia, la actividad periodistica que despliega luna redaccidn trata de adaptar los hechos a un formato de programa informativo cominmente aceptado, al que debe adecuarse a cons- ‘ruccién de la actualidad. La dictadura del formato La eleccidn de este nuevo marco en ef que los acontecinicntos oman sentido (Martin, 1996: 308) provocari sucesivas decisiones en cascada que afectan directamente al proceso de codificacion del men Sai informativo y sw descodificacion por parte del publico. Finalmente la percepciéa de la veracidad informativa, su aceptaci6n como realidad por parte del piblico, viene definia por su integracion en el modelo nareativo del scontecimiento actual. Un modelo que pasa en television por el telediario y en la radio por informativos que remedan una tertulia. Los mensajes de estas emi- Siones radiofSnicas partiipan del protocolo informal, los cotilleos, tspeculaciones y octrencias propias de una tertlia tradicional, leg timando asi un nuevo modo de conta lo que hoy es la Historia, Entre 1993 y 1995 se desarrolld una invesigacin que tenia por objetivo conocer ls mutaciones que este sindrome dela tertula habia producido en el tjdo informativo radiofénico (Tora 1997). En lugar fe adoptar una vision panordmica descriptiva, e opt6 por ahondar en df anilisis de un programa informativo donde coinciian las cicuns tancas y algunos de los comunicadores mis significados en la expan a de estas emisiones El modelo seleccionado fue La Linterna, informative nocturno de Ja Cadena COPE, que mantiene el liderazgo de audiencias en su tramo horatio -entre las diez y las dace de Ia noche- La primera parte det programa -en torno a los treinta minutos- se resuelve mediante un for- mato informativo mas o menos convencional y el resto del programa se desattolla a modo de tertulia Su éxito de audiencias activé un efecto locomotora, arratrando 4 sus més directos competidores. El informativo nocturno de RNE se realiza integramente en el escenario de una tertulia. Este curso, la SER hha ampliado gencrosamente la duracion de su tertulia que antetior- et (1997) mente se presentaba como un anexo del programa informative, ‘Ambas Cadenas de radio habian intentado resistnse al discreto encat to de estas emisiones, en vano. Ta investigacidn proponia también un anilisis de la recepcién, In rclacién preferente que la mayoria de las audiencias si 8 millones de personas seguian a ‘en 1994, segiin datos del Estudio para identifi fstablecia con estas emisione diario alguna tertulia radioféni General de Medios La combinacién de téenieas cuantitativas -aniisis de contenido sobre una muestra significativa del programa- y cualitativas -grupos de discusidn con los oyentes, entrevistas a las colaboradores y observa ign participante en la redaccion de la COPE- completaron la carto grafia de un territorio desconocide y ciertamente polémico. El carscter exploratorio de la investigacibn no pretende extrapolar los resultados a todos fos espacios informativos que han contrapro- gramado este tipo de emisiones. Sin embargo, las conclusiones det studio evidencian 1a desnaturalizacién de la labor periodistica, en funcidn de las nuevas exigencias que implica la escenificacion tis verosimil de una tertufia, La construccién de la credibitidad informa. tive se sacrifiea en favor de una nueva estrategia persuasiva que per sigue de manera prioritara fidelizar a las audiencias, Conclusiones Ba attain sage a ues gue com Pre tcatora en los cursos tadioinicas 199894 y 199495, Ea breve Sitesi os resultados son Ton siguientes TH seguro enue informacin y opinion provoca una ara simplieide det spore infnemativo, subordinado al juego de op eee cwablece [a tert, Un ado sninimo de inortacion somes Snfeor al 1s de ia ctldad del programa y an ine

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