Dejando caer una piedra en un estanque en el que flotan algunos corchos, se
observan que las partculas superficiales del agua, juntamente con los corchos, en ellas adheridos, vibran verticalmente, subiendo y bajando, pero sin desplazarse horizontalmente. En cambio las circunferencias concntricas (ondas) que se producen alrededor de la piedra en forma de elevaciones (crestas) y depresiones (valles) avanzan horizontalmente hacia la orilla.